fernando ulloa - una aproximación a su obra

Upload: oscar-canteros-gamarra

Post on 07-Jul-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    1/78

     

    Universidad de Buenos AiresFacultad de Filosofía y LetrasCarrera: Ciencias de la EducaciónCátedra: Análisis Institucional de la Escuela

    y de los Grupos de AprendizajeProfesora consulta a cargo: Lidia Fernández 

    FERNANDO ULLOA

    UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA 

    Compiladora: Prof. Ana M. Silva

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    2/78

     

    INDICE

    INTRODUCCIÓN….…………………………………………………………………….…………1

    FERNANDO ULLOA: PUNTEO DE SU BIOGRAFÍA Por Ana María Silva…………………………………………………………………….…………2

    LAS “ NUMEROSIDADES SOCIALES” , DE DUELO Por Pedro Lipcovich………………………………………………………………………….……4

    NOTAS PARA LA MESA DE DESINSTITUCIONALIZACIÓN Por Fernando Ulloa…………………………………………………………………….………….7

    “ LA ÉTICA DEL DESEO DEBE BALANCEARSE CON LA ÉTICA DEL COMPROMISO”¿POR QUÉ FERNANDO ULLOA? UN REFERENTE INDISCUTIBLE Por Pedro Lipcovich…………………………………………………………………….………..14

    SOCIEDAD Y CRUELDADPor Fernando Ulloa…………………………………………………………………….………...21

    DE LAS TRISTES PALABRAS QUE HE ESCUCHADOPor Fernando Ulloa…………………………………………………………………….………...29  

    DESAMPARO Y CREACIÓNPor Fernando Ulloa…………………………………………………………………….………...37

    LA OBSCENIDAD DEL PODER, LA TERNURA DE LOS PIQUETEROSEntrevista de Vicente Zito Lema y Gregorio Kazi…………………………………………….43 

    ENTREDICHOSEntrevista de Luís Grieco...........…………….………………………………….……………...57

    SACRIFICIO, TERNURA/CRUELDAD Y PODER SOBERANO Por Fernando Ulloa…………………………………………………………………….………...66

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    3/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    1

    INTRODUCCIÓN

    La selección de artículos que se presenta a continuación intenta establecer un

    puente que aproxime a los alumnos de la cátedra al pensamiento y la obra de Fernando

    Ulloa. En estos se abordan nociones relevantes de un modo riguroso y accesible, para

    quienes se ocupan de la perspectiva de lo institucional como ámbito privilegiado de

    abordaje.

    Ternura, crueldad, encerrona trágica, cultura de la mortificación, condiciones

    clínicas, son entre otras, algunas de las herramientas conceptuales que se plantean para

    pensar e intervenir en los ámbitos sociales, en palabras de Ulloa, el campo de la

    numerosidad social, donde se incluyen todas aquellas situaciones “sociales” en las que el

    psicoanálisis ha ido poniendo a punto su metodología clínica más allá del uno a uno

    tradicional.

    Esta compilación también intenta ser un reconocimiento especial de la cátedra a

    Fernando Ulloa, un referente indiscutible del análisis institucional en la Argentina,

    formador y “amigo de la biblioteca”, (como él dice), de varios de sus integrantes, por su

    labor y compromiso social y político.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    4/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    2

    FERNANDO ULLOA: PUNTEO DE SU BIOGRAFÍA

    Por Ana María Silva

      Nació el 1° de marzo de 1924 en Pigüe, provincia de Buenos Aires.

      Vivió en el campo, donde hizo su escuela primaria.

      Cursó su escuela secundaria en la Capital Federal.

      En 1943 comenzó a estudiar medicina.

      Ingresó desde segundo año al servicio de transfusión montado por el Dr. Agote en elHospital Ramos Mejía, interesado por el saber práctico.

      Lector en la biblioteca nacional. Demoró su carrera.

      Le regalan el libro: “El mundo de ayer” una autobiografía de Stefan Zweig. Conoce

    de nombre a Freud.

      Avanzados sus estudios fue practicante de una guardia clínica quirúrgica de

    emergencia en el Hospital Pirovano.

      En 1950, comienza en el APPA su capacitación psicoanalítica. Se desempeñó como

    didacta. Abandonó la institución en 1965. Fundó el grupo Documento.

      Su maestro: Pichón Riviere.

      Sus amigos: María Langer y José Bleger.

      Su terapeuta: León Grinber.

      En 1956, se casó con María Celia “Chichu” y tuvo un hijo, Pedro.

      A principio de los ’60 fue uno de los fundadores de la carrera de Psicología de la

    UBA. Creó las Asambleas Clínicas.

      En la 1° mitad de la década del ’60, dictó el primer seminario universitario centrado

    en un enfoque clínico de las instituciones.

      A partir de este seminario le pidieron charlas y algunas intervenciones

    institucionales, en cátedras universitarias y en algunos servicios hospitalarios.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    5/78

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    6/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    4

    PAGINA 12/ Lunes 2 de junio de 2008

    LAS “ NUMEROSIDADES SOCIALES” , DE DUELO

    Ulloa fue un luchador por los derechos humanos, reconocido por sus conceptos teóricos y

    por su práctica como psicoanalista. Fue uno de los fundadores de la carrera de Psicología en

    la UBA. Renunció a su cátedra en el ’66 y en el ’76 se exilió en Brasil.

    Por Pedro Lipcovich

    Muchas “numerosidades sociales” están de duelo, porque el viernes pasado, a los 84

    años, falleció el psicoanalista Fernando Ulloa. Así, “numerosidad social”, denominaba él a

    los distintos colectivos humanos en los que había desarrollado técnicas “para generar

    pensamiento crítico”, según sus propias palabras. Así trabajó para encarar conflictos en

    hospitales públicos, en instituciones educativas, en grupos de profesionales –el más

    célebre de éstos fue el conjunto Les Luthiers–, en barrios y comunidades. Recibió,

    preservó y acrecentó la herencia de su maestro Enrique Pichon–Rivière, y su trabajo con

    esas “numerosidades” lo condujo a un compromiso social y político que manifestó a lo

    largo de toda su vida, incluyendo su exilio bajo la dictadura militar y, con la democracia,

    sus aportes conceptuales y prácticos a la lucha por los derechos humanos. Puso en

    valor, para la teoría, nociones como la de ternura y la de crueldad, y obtuvo elreconocimiento unánime de las distintas corrientes del psicoanálisis argentino. A

    principios de los ’60 había sido uno de los fundadores de la carrera de Psicología en la UBA.

    En la carrera de Psicología, que en esa época dependía de la Facultad de Filosofía y

    Letras, tuvo a su cargo la cátedra de Clínica de Adultos. Como muchos profesores,

    renunció en 1966, después de la Noche de los Bastones Largos, pero volvió a principios

    de los ’70. Lejos de plantear la psicopatología en una perspectiva individual, introdujo las

    “asambleas clínicas”, donde centenares de alumnos deliberaban durante varias horas:

    “Ellos mismos eran objeto de la clínica; se observaban como comunidad”, recordó el año

    pasado a este diario. El preparó a generaciones de psicólogos en la aptitud y la voluntad

    de trabajar en instituciones públicas.

    Ulloa había nacido en Pigüé, provincia de Buenos Aires, el 1º de marzo de 1924. Estudió

    Medicina en la UBA. Interesado por la psiquiatría y el psicoanálisis, fue discípulo de Enrique

    Pichón-Rivière, de quien aprendió el valor de prestar atención a las “numerosidades”.

    Ingresó en la Asociación Psicoanalítica Argentina, donde llegó a ser “didacta”, luego de

    presentar un trabajo que, por primera vez en la historia de esa institución, se refirió no a

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    7/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    5

    un caso individual sino al análisis de instituciones. Años después, en 1971, se separó de

    esa institución como fundador del grupo llamado Documento.

    El psicoanalista y analista institucional Osvaldo Saidón –uno de los autores del libro

    Pensando Ulloa– recordaba ayer que “ya en los ’60, Fernando Ulloa desarrolló los

    ‘grupos de reflexión’, en los que se ponía en juego la capacidad de un grupo de pensarse

    a sí mismo, con un germen de autogestión. Y fue el verdadero creador del análisis

    institucional en la Argentina, con rasgos distintos a los que había tenido en otros países

    como Francia: para Ulloa, el psicólogo institucional no es un ‘organizador’, ni menos un

     jefe, sino un clínico, atento sobre todo al sufrimiento de los que integran la institución”.

    El golpe militar de 1976 lo obligó a exiliarse en Brasil, donde permaneció hasta 1981.Residió sobre todo en Bahía, pero también trabajó y formó profesionales en Río de

    Janeiro y otras ciudades. Volvió a la Argentina en 1981, y se comprometió profundamente

    con la lucha por los derechos humanos. En el estudio de los efectos de la represión sobre

    la subjetividad se vio llevado a desarrollar el concepto de la crueldad: “Yo empecé a

    trabajar la cuestión de la crueldad a partir de un peritaje para Abuelas de Plaza de Mayo,

    en un caso judicial. La pregunta que se nos formulaba a los peritos era: ¿qué

    consecuencias sufre un bebé cuya madre fue torturada con picana eléctrica cuando él

    estaba en su vientre, mantenida con vida hasta el parto y luego asesinada? Esa preguntatrazaba el paradigma de todas las crueldades”, contó mucho después a este diario.

    Contrapartida de la crueldad es, para Ulloa, la ternura, “el primer elemento para que se

    constituya un sujeto social, que comprende el abrigo, el alimento y el buen trato”.

    Liliana Lamovsky –psicoanalista, miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires–,

    quien trabajó con Ulloa en análisis institucional, destacó que “todas las corrientes del

    psicoanálisis lo han reconocido porque, en todos los ámbitos, él admitía el saber del

    inconsciente y, siempre, sabía escuchar: ‘Yo quizá no sea el analista más buscado, pero

    soy el más encontrado’, decía”.

    En los últimos años de su vida, Ulloa trabajó intensamente con sus “numerosidades”;

    por ejemplo, asesorando a equipos de salud en barrios carenciados de Neuquén y del

    conurbano bonaerense. Ello lo condujo a teorizar sobre “la cultura de mortificación”, que

    se extiende “cuando la queja no se eleva a protesta y las infracciones sustituyen a las

    transgresiones”. El psicoanalista Sergio Rodríguez, quien fue su discípulo y paciente,

    recuerda que “Ulloa ironizaba con aquella fórmula de Heidegger, ‘ser para la muerte’,

    diciendo que él prefería ‘ser hasta la muerte’”.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    8/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    6

    Fernando Ulloa trabajó hasta pocos días antes de su fallecimiento, que se produjo tras

    una breve enfermedad. Estuvo acompañado por su esposa, María Celia, “Chichu” –con

    quien se había casado en 1956–, y por su hijo Pedro.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    9/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    7

    NOTAS PARA LA MESA DE DESINSTITUCIONALIZACIÓN (1990)

    Dr. Fernando Ulloa

    Hace alrededor de veinte y cinco años que trabajo con instituciones. Últimamente he

    limitado este quehacer a las instituciones psiquiátricas, instituciones de salud en general

    y también la institución psicoanalítica (no siempre de salud por cierto), institución de

    aprendizaje, etc.

    Algunos de mis amigos se sorprendieron un tanto al verme incluido en un panel sobre

    desinstitucionalización, pero en realidad el eje principal de mi trabajo es el intento de

    desmontar aquello que puede definirse como el “síndrome de violentación institucional” y

    sus efectos neutralizadores del pensamiento. Se trata legítimamente de un enfoque

    desinstitucionalizante por lo que encuentro totalmente coherente estar en este panel.

    He de ocuparme en esta oportunidad de un tipo de institución en la que acumulo

    mayor presencia y experiencia en los últimos años. No lo haré de las llamadas, en el

    campo de la psiquiatría, instituciones totales sino de las abiertas, tal un servicio de

    psicopatología, un hospital de día, un consultorio externo, etc., servicios que no internando

    pacientes suelen internalizar enfermedad que incide sobre los trabajadores de la salud.

    Además de ocuparme de este tipo de instituciones abiertas, también lo haré de una

    metodología que denomino Comunidad Clínica y que no hay que confundir con

    comunidad terapéutica. La Comunidad Clínica es mi mejor oportunidad para operar

    desinstitucionalizantemente.

    En realidad en estos años de trabajo institucional he acumulado un montón de

    fracasos. No puedo exhibir ningún éxito total y decir: he aquí una institución modelo. Pero

    de ninguna manera los considero fracasos absolutos, se trata de los límites hasta dondeme ha sido posible llegar, ya sea porque los obstáculos se hicieron insuperables por

    diferentes factores socioeconómicos, políticos, etc., ya sea por la pobreza crónica de

    recursos, habitual en el campo de la salud, suele convertir a los trabajadores de salud

    mental en administradores de dicha pobreza. Muchas veces, incluso sin advertirlo, en

    administradores represivos de la misma. También existe un límite muy especial que se

    instrumenta en el propio campo de la salud mental. Si una institución empieza a introducir

    cambios novedosos, este solo hecho lo hace aparecer denunciando por contraste la

    patología institucional del contexto. Entonces suelen generarse ataques fulminantes

    anuladores de la experiencia.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    10/78

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    11/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    9

    Cuadro que tiene dos componentes sintomáticos. Por un lado un marcado descenso de

    capacidad y nitidez en el registro y en la operatoria de los afectos, de los pensamientos y

    de las palabras. Básicamente un déficit para imaginar soluciones y para tomardecisiones. En segundo lugar se configura una suerte de situación tóxica que habrá de

    reflejarse corporalmente como apatía, desgano, abatimiento, etc. Estos dos niveles de la

    neurosis de angustia, más allá de las explicaciones un tanto mecanicistas que por

    entonces daba Freud, quien atribuía la misma perturbación del sujeto para investir

    libidinalmente un objeto originando una rémora libidinal causante del cuadro. El modelo

    corresponde bastante adecuadamente a lo que acontece con los operadores clínico

    sitiado, que por haber degradado sus herramientas teóricas y metodológicas a meros

    baluartes defensivos, frente a pacientes a su vez visualizados como perturbadores,

    encuentran muchas dificultades para sublimar libidinalmente su oficio y muchas para

    conceptualizar su práctica.

    Esta situación se corresponde con la de los pacientes que a su vez fracasan como

    sitiadores, puesto que demandan no desde su fuerza sino desde su necesidad, desde su

    falta de recursos. Finalmente terminarán conformándose no ya con ser atendidos

    clínicamente en su sufrimiento, sino con ser atendidos en su expectativa de ser

    atendidos, “ya fui al hospital”, dirán resignados como si esto es todo lo que pueden esperar.

    No es mejor la situación de los operadores clínicos, pues si un oficio es una manera de

    vivir, ellos viven muy mal su oficio, al principio la situación será menos grave, pues habrá

    conciencia de conflicto pero luego esta conciencia de conflicto tiende a desaparecer, a

    zozobrar frente a la cultura constitucional sufriendo un proceso de caracteroapatización,

    donde el síntoma se incorpora a la manera de ser.

    El síndrome de violencia institucional neutraliza la producción de inteligencia de los

    clínicos transformándolos a su vez en síntomas de sus propias instituciones, lo cual

    realimenta y perpetúa la violentación represiva. Cuando se instaura este círculo viciosose produce un hecho en cierta forma curioso: las personas, víctimas de esta situación,

    tienen muy sensiblemente disminuída su capacidad de entender como individuos

    singulares la dinámica institucional. Entonces procuran esforzadamente entenderse.

    Existe una sustancial diferencia cuando dos o muchos entienden y desde ahí se

    entienden a través de un debate productivo, alimentado por todos. En cambio cuando

    prevalece sólo el esfuerzo por entenderse, no hay producción de inteligencia sino

    producción de acciones reactivas-reaccionarias que finalmente generan normas formales,

    mediocres y aun estúpidas, impulsadas por el personalismo de algunos nonecesariamente desde posiciones jerarquizadas.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    12/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    10

    Frente a esta situación resulta importante crear condiciones que permitan

    desinstitucionalizar a los clínicos, víctimas de esta neutralización represiva, para

    recuperar su no neutralidad de personas y de clínicos.

    Este propósito conlleva algo de tarea utópica, no en el sentido de imposible ni de

    ilusoria sino en el sentido de la eficacia propia de la utopía cuando mediante una doble

    negación logra negar-repudiar, las condiciones culturales que niegan-ocultan la realidad

    subyacente. Así entendida la utopía, es develadora.

    Utopía es la posibilidad de pensar un modelo alternativo distinto, resultando este

    modelo pensado, un verdadero proyecto identificatorio que desde el mañana tiñe y da

    sentido al presente. Tiene tanta importancia esto del proyecto identificatorio que muchasveces por faltar el mismo en la psicosis, el psicótico se ve cristalizado en un presente

    continuo regresivo. En cierta forma el “institucionalismo” también es una figura psicótica.

    En mi práctica la metodología idónea para crear condiciones de desinstitucionalización de

    los clínicos, víctimas de violentación regresiva, es lo que denomino la Comunidad Clínica.

    Por operar sobre los clínicos y por ser una técnica que se ajusta al método clínico, la

    denomino así: Comunidad Clínica. Insisto que no debe confundirse con la comunidad

    terapéutica.

    No me resulta fácil explicar en pocas palabras, ni en muchas, qué es una Comunidad

    Clínica, pues la misma es tan proteiforme y variada como son las situaciones que debe

    enfrentar.

    Puedo dar sí algunas líneas generales.

    En primer término, frente a la situación de aislamiento de un grupo que ha presentado

    en posición de sitiado, ha de procurarse fomentar un espíritu de autogestión. No se trata

    de romper con el contexto institucional ni con las jerarquías de una manera absoluta. Setrata de no esperar lo que no vendrá y antes bien fortalecerse para reclamarlo, para

    consolidar lo que vaya surgiendo y para extenderlo al resto institucional. En general se

    comienza a trabajar de entrada, con un tipo de problemas que denomino patología de los

    sectores intermedios. Ocurre que en un grupo con la dinámica sitiado-sitiadores, aquellas

    personas que articulan el enfrentamiento, suelen quedar atrapadas entre las demandas

    de ambos sectores. Esta suele ser la situación de los coordinadores y muchas veces del

    personal de enfermería, en tanto articula el grupo sitiador y al grupo sitiado.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    13/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    11

    Lentamente en las discusiones de la Comunidad Clínica, van surgiendo problemas que

    tienen que ver con el quehacer específico de los clínicos, en general como episodios

    fragmentados que ilustran dificultades y éxitos, toda la oportunidad para ir creandocondiciones de seguridad psicológica. Entiendo por seguridad psicológica, el clima que se

    logra cuando la torpeza o la habilidad de alguien, remite a la propia experiencia de

    torpeza o habilidad de los que escuchan, evitando así crear ni chivos expiatorios ni

    campeones del éxito. En gran medida esta seguridad psicológica depende de las

    condiciones de continencia logradas al superar el equívoco que pretende que alguien

    pueda ponerse en el lugar de otro cuando en realidad podemos remitir lo del otro a

    nuestra propia y semejante experiencia importante.

    Pero fundamentalmente la comunidad apunta crear una importante experiencia de

    capacitación encuadrada en cuatro parámetros de una situación clínica:

      Materialidad del campo (incluye numerosidad)

      Proyecto del campo (condiciones de institucionalismos)

      Teoría-Metodología-Técnica (no neutralidad clínica)

      Estilo personal (pasaje de ideología reactiva a procesada)

    Me resultaría muy extenso desarrollar lo que en algún trabajo he denominado lametabolización e internalización ascendente de un encuadre clínico. Solamente quiero

    destacar que cuando se puede trabajar el estilo personal pertinentemente, el estilo

    personal con que un clínico proyecta como operador, se logra superar una ideología

    reactiva y reaccionaria, fruto de los puntos ciegos caracterológicos de su personalidad,

    transformando esta versión primaria de la ideología en su ideología trabajada como

    propio proyecto. Este proyecto personal, pasará a ser el eje principal de su metodología

    clínica y necesariamente habrá de confrontarse con el proyecto del campo. De esta

    confrontación entre el proyecto del sujeto y las condiciones del campo, depende un

    aspecto particularmente importante, la no neutralidad del clínico. Esta confrontación entre

    un clínico no neutral –no neutralizado- y las condiciones frente a las cuales operan, le

    darán necesaria autonomía frente a la materialidad del campo para pretender

    implementar modificaciones sustanciales.

    Quiero detenerme un poco más en este asunto de la no neutralidad del terapeuta,

    pues es un tema de particularidad importancia. Es en el campo concreto de los Derechos

    Humanos donde esta neutralidad frente a la represión se ha ido desarrollando y

    afirmando con valor en la operatoria clínica. Un trabajo que presentamos los clínicos delMovimiento Solidario de Salud Mental, gira en torno a este problema. Pero si bien el tema

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    14/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    12

    es caso obvio en Derechos Humanos frente a la represión política también la violentación

    represiva institucional, reflejó en última instancia de la represión política, afecta los

    derechos humanos de pacientes y de trabajadores de la salud.

    Un último punto, ¿Cómo juega el psicoanálisis en una Comunidad Clínica?

    En mi experiencia en todos los pasos que he diseñado juega pertinentemente mi

    condición de analista, si bien reconozco que es difícil operar psicoanalíticamente con las

    instituciones guardando esta pertinencia; pertinencia que habrá de ser función tanto del

    proyecto del campo como del momento de la experiencia. Pero no es asunto fácil, ni

    tampoco nadie pretenda que me estoy refiriendo a algo fácil cuando hablo del

    institucionalismo a que somete la violentación institucional y su abordaje desde la

    Comunidad Clínica opera psicoanalíticamente significa que cuando se habla del

    inconsciente se debe hablar al inconsciente.

    Hace un tiempo escribí un trabajo que denominé La torre de Babel del Psicoanálisis.

    No sólo aludía a que este mito es el primer conflicto institucional prontuariado en la Biblia,

    sino a las condiciones babilónicas que se recrean cuando se confrontan el estatuto de la

    institución y el estatuto del psicoanálisis.

    La institución se hace en torno a una tarea principal y por consiguiente requiere

    consenso, consenso que es precisamente factor institucionalizante. El psicoanálisis se

    ocupa de la singularidad desde antes del individuo y por definición no es consensual y

    por consiguiente tampoco institucionalizante.

    Como en el mito de la torre de Babel se enfrentan diferentes situaciones a partir de la

    confrontación movilizadora y desinstitucionalizante de estos dos estatutos.

    1. La empresa utópica que pretende revertir, desde un proyecto identificatorio posible

    de ser pensado como alternativa, el círculo vicioso de sitiados-sitiadores.

    2. La confusión de lenguas a partir de la confrontación del estatuto de la institución con

    el estatuto del psicoanálisis. Confusión de lenguas posibles de ser escuchadas

    psicoanalíticamente, como es escuchada la asociación libre.

    3. La amenaza de dispersión de gente en tanto se entiende a romper un fatídico, falso y

    estúpido de entender, que no está basado primero en un entender singular.

    4. Finalmente la convocación de dispersos, en tanto se haya logrado producir un

    campo de inteligencia que haga posible los acuerdos para organizar nuevas

    situaciones.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    15/78

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    16/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    14

    Nota madre:

    “ La ética del deseo debe balancearse con la ética del compromiso”  

    ¿POR QUÉ FERNANDO ULLOA?

    Un referente indiscut ible

    Por Pedro Lipcovich

    “Yo fui a entrevistar a una gloria del psicoanálisis argentino, pero me encontré con un

    hombre en un momento pleno, complejo y polémico de su práctica y su producción

    teórica sobre un tema de excepcional interés: la articulación entre salud mental,

    psicoanálisis y política”. Con esta frase, enviada por mail a Fernando Ulloa, el periodista

    encabezada la solicitud de la segunda de las entrevistas que fueron necesarias para

    completar este reportaje. La gloria de Ulloa es haber llegado a ocupar, en el psicoanálisis

    y el ámbito intelectual de la Argentina, un lugar de referencia indiscutido, desde las más

    diversas corrientes, que sólo Enrique Pichon-Riviere mereció en su momento. Por

    ejemplo, Pensando Ulloa se llama el libro escrito hace ya un par de años, en el que un

    grupo de destacados profesionales “psi” se reunió para escribir un libro a partir de la vida

    de Ulloa.

    ...

    En la biblioteca del consultorio de Fernando Ulloa se destacan los libros de crítica:

    Harold Bloom, gran parte de la obra de George Steiner. Si Freud distinguió a los poetas,

    los escritores, como fuente de sabiduría para el psicoanálisis, Ulloa vino a hacer algo

    parecido con los críticos; la generación de un “pensamiento crítico” es el eje de su trabajo

    con lo que denomina la “numerosidad social”.

     – Una institución, supongamos un hospital o un equipo de salud, me llama porquetiene conflictos serios o no le salen bien las cosas o enfrenta nuevos desafíos. En esa

    situación, que llamo la numerosidad social, se suscita un “acto de habla mirado”: el

    término viene del derecho romano; eran palabras habladas ante testigos que acreditaban

    su valor de compromiso. En esa escena formada por 20, 40, 200 personas, el peso de las

    palabras se multiplica, pero también aparecen ocurrencias, inventivas. Yo fui un chico

    campesino, nací en Pigüé: en las casas, recuerdo, se contaban sucedidos; todos escuchaban

    en ronda pero siempre, en alguna pausa del relato, otro intervenía: “A propósito de lo que

    usted está diciendo...”. Este es el que llamo efecto per. Se trata de algo que Freudmencionó como “memoria perlaborativa”. El prefijo remite a aquello que se extiende en el

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    17/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    15

    tiempo: perdura, pervive. Es una memoria que estaba perdida hasta que algo la vuelve a

    hacer presente, “a propósito de...”. En la numerosidad social, el efecto per estimula a que

    lo reprimido, en forma de ocurrencia, surja, y entonces empieza el pensamiento crítico:empiezan a debatirse esas cosas que todos veían cada día sin advertirlo.

     – ¿Podríamos ver esto en un ejemplo?

     – Uno de mis actuales bancos de prueba, como los llamo, es una residencia

    interdisciplinaria de médicos, trabajadores sociales y psicólogos, que trabajan en un

    barrio muy carenciado cerca de La Plata. Una chiquita de 6 años fue llevada a consulta

    con flujo maloliente y escoriaciones en la vulva. Dos médicas la revisaron y

    diagnosticaron falta de higiene. Dos o tres meses después, la nena volvió con el mismocuadro. Se la envió a un dispensario en La Plata que atiende casos de abuso sexual, y

    allí ratificaron: falta de higiene. La nena no volvió a la consulta. Pasaron tres años hasta

    que una abuela de la nena se dio cuenta de lo que pasaba: el segundo marido de la

    madre abusaba de la nena. El diagnóstico no podía haberse logrado desde la medicina

    porque no había lesiones importantes, sólo manoseos. Pero faltó un buen seguimiento

    desde los trabajadores sociales. Revelado y hecho cesar el abuso, la nena empezó a ser

    tratada por una psicóloga de la institución.

    Pero no respondía al tratamiento –cuenta Ulloa-. Hasta que un día le propuse a la

    psicóloga que empezara a trabajar con el cuerpo, y todo cambió. Es que tanto en una

    niña resignada ante el abuso como en una comunidad resignada ante la miseria, el

    cuerpo se desadueña. Yo denomino “síndrome de padecimiento” lo que sucede cuando

    un sujeto o una comunidad se resignan frente al sufrimiento. Lo primero que se pierde es

    el coraje: la nena no podía decirle a la madre lo que le estaba haciendo ese hombre.

    Pierden valentía la comunidad resignada a la indigencia o el profesional que, en el

    manicomio, se resigna a la indigencia intelectual. Y pierden lucidez. Los hechos quepadecen se naturalizan: los sujetos reniegan de las condiciones adversas en que viven, y

    esto lleva a una amputación del aparato perceptual: el sujeto ya no sabe a qué atenerse,

    y se atiene a las consecuencias. Y el cuerpo se desadueña: ya sólo responde a

    movimientos reflejos, defensivos, no elige movimientos nuevos. El cuerpo desadueñado

    pierde su contentamiento.

    Pero de pronto surge algo nuevo, el piquete: esos mismos cuerpos trazan nuevos

    movimientos, cortan la ruta. Cuando el cuerpo recupera su contentamiento, se recupera

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    18/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    16

    el coraje. Así, a partir del caso de la niña abusada, Ulloa avanza hacia lo que llama una

    clínica de la salud mental.

     – Un paradigma del síndrome de padecimiento es la cultura de mortificación, que

    abarca a grandes sectores, donde la queja no se eleva a protesta y las infracciones

    sustituyen a las transgresiones. La transgresión, que se juega a cara o cruz, puede

    fundar una teoría revulsiva o revolucionaria, o una ruptura epistemológica. Y funda la

    fiesta. En la cultura de mortificación, bajo el padecimiento colectivo, no hay más que

    infracciones. En estos términos bosquejo una clínica de la salud mental: cómo lograr que

    alguien salga de la resignación, que genera padecimiento, para pasar a la pasión de la

    lucha. “Pasión” es una palabra de la misma familia pero donde la “c” de “padecer” cambió

    por una “s”, que es de “sufrimiento” pero también de “sujeto”.

    Bueno, yo me dedico a la producción de salud mental en equipos de salud.

     – En aquella institución, ¿cómo se concretó su trabajo con el equipo, con la

    numerosidad social?

     – El caso de la chiquita fue un “analizador”: un punto de discusión suficientemente

    abarcativo para concitar el interés de todos y suficientemente acotado para que el

    pensamiento crítico no se pierda en generalidades. Cuando el analizador se va agotandosuele aparecer otro, y así se va creando una estructura de pensamiento. El caso de la

    chiquita, como analizador, conduce a la cuestión de cómo responder en términos

    comunitarios a la frecuencia de abusos sexuales, incrementados por la miseria, la

    convivencia promiscua, la sobrevivencia. A menudo los profesionales se limitan a hacer la

    denuncia policial y esto no resuelve la cuestión: hay miles de denuncias cajoneadas. A

    partir de este caso, fueron las trabajadoras sociales quienes advirtieron que, en barrios

    como ése, los abusos no son “delitos privados”: son frecuentes, públicos, y la

    organización atenta de la comunidad es lo que puede ponerles límite.

    Ante los grupos, Ulloa no se presenta para enseñar, sino para discernir lo que los

    sujetos ya saben pero desestiman.

     – Mi trabajo con la numerosidad social es producir lo que llamo “notables”: gente que

    tiene algo que decir. Yo los identifico en las primeras reuniones. No son los que más

    hablan, tienen una actitud distante. Me escuchan en silencio, con cierto fastidio, como

    pensando: “Yo dije mil veces lo que éste que viene de afuera dice ahora, pero no me

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    19/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    17

    escucharon”. Y tienen razón. No hablan porque se han llamado a silencio. Son distintos:

    notables. Son los que se cansaron de predicar en el desierto. Siempre existen, siempre

    los encuentro. En cambio l os portavoces, los que enuncian por qué he sido convocado,no dicen más que lo ya reconocido, esas quejas.

    Entonces yo hago intervenir a uno de los notables: “¿Vos qué pensás de esto que

    están diciendo?”. Y él, con su experiencia allí, que es mucho mayor que la mía, va a decir

    algo que romperá la situación.

     – ¿Esta intervención logra modificar las instituciones? Ulloa tardó años en encontrar su

    respuesta.

     – Sucedió que, al pasar el tiempo, me encontraba con gente que me decía: “Yo estuve

    cuando vos hiciste un trabajo en tal institución...”. “Ah, sí, fue un desastre”, contestaba yo.

    “Pero no: la institución no cambió pero varios de nosotros nos organizamos, nos

    capacitamos y logramos cambios en nuestro sector”; o bien: “Vimos que la institución era

    refractaria a todo cambio y nos fuimos, fundamos otra institución distinta”. El trabajo

    había tenido efectos, no siempre en las políticas institucionales pero sí en las

    subjetividades. La numerosidad social es, en última instancia, una fábrica de notables.

     – Hace unos momentos usted mencionó un posible incremento de abusos sexuales enrelación con la miseria y “la sobrevivencia”: esto podría referirse a una de las formas que

    usted ha discernido en su estudio de la crueldad, la “crueldad del sobreviviente”.

     – Sí, hay una crueldad del sobreviviente de la destrucción social: él va matando, a la

    busca de su propia muerte. Personas que habían optado por la delincuencia, al resultar

    heridas, llegaban a pedir que no se llamara a la ambulancia: “Quiero morir en la calle”. El

    sabe que se juega la vida. Claro, mejor no llegar a toparse con él porque puede ser muy

    violento: su ética de sobreviviente es la violencia y él sabe que lo espera la cárcel, el

    hospicio o, si tiene suerte, el cementerio.

    Hay un concepto psicoanalítico que dice que, en el final de nuestras vidas, nos espera

    el real de nuestro cadáver: él cotidianamente anuncia cómo su cuerpo ha de ser cadáver.

    En este marco, Ulloa menciona otro de sus “bancos de prueba”.

     – Una de mis experiencias actuales es el trabajo con Barriletes en Bandada, que

    organizó la psicóloga Marta Basile en Neuquén. En un lugar que le presta un colegio

    público, trabaja con 60 chicos de seis a once años que todavía no saben leer, viven en

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    20/78

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    21/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    19

     – No corresponde montar una exculpación del torturador; lo que le corresponde son

    los estrados de la Justicia. Yo empecé a trabajar la cuestión de la crueldad a partir de un

    peritaje para Abuelas de Plaza de Mayo, en un caso judicial. La pregunta que se nosformulaba a los peritos era: ¿qué consecuencias sufre un bebé cuya madre fue torturada

    con picana eléctrica cuando él estaba en su vientre, mantenida con vida hasta el parto y

    luego asesinada? Esa pregunta trazaba el paradigma de todas las crueldades. En rigor,

    la vera crueldad, la de estos personajes malignos, en realidad es una mentira, porque es

    mentira el saber cruel: el saber cruel es el que rechaza lo que aparezca como contrario a

    la propia ideología o pensamiento sobre cómo debe ser el otro; rechaza lo distinto, lo

    odia, lo discrimina o lisa y llanamente lo elimina. Entonces, podría simplemente decir que

    tengo demasiado trabajo con las víctimas como para ocuparme del victimario. Podría

    aducir, y es verdad, mi repugnancia. Pero además, insisto, mal puede un torturador

    aceptar las leyes que muestran cómo fueron los hechos.

     – Otra área de su práctica es la atención de pacientes privados, y algunos de estos

    empresarios, incluso importantes, que pertenecen a un sector social al cual sirvieron

    aquellos torturadores. En estos tratamientos, ¿se hace presente lo político? Y si es así,

    ¿de qué manera?

     – Para que haya psicoanálisis, debe haber un deseo de escuchar a alguien y tambiénes necesario que alguien demande ser escuchado por ese psicoanalista. El psicoanalista

    pone en juego la ética del deseo, balanceada por la ética del compromiso: si sólo pone en

     juego la ética del deseo, va al muere, termina frito como Edipo; pero si sólo trabaja por la

    ética del compromiso, si no hay deseo, se muere por aburrimiento. Uno de mis pacientes

    era un empresario bastante exitoso, buena persona, dedicado a causas gremiales en su

    área, que era amigo de un sindicalista en ascenso.

    El empresario me pagaba un honorario respetable, el más alto que yo cobraba en ese

    momento. Yo tengo un honorario que llamo “del Conicet”: si viene un becario del Conicet,paga 60 pesos, aunque yo puedo cobrar cuatro veces más. Bueno, me vino a ver ese

    sindicalista. Al terminar la entrevista, le digo: “Bueno, hablemos de los honorarios...”. Y él:

    “... Pero yo sé cuáles son sus honorarios: a mi me manda Fulano, yo sé lo que él paga”.

    Ingenuamente exclamé: “Pero usted es sindicalista”. “Me cagó”, contestó el tipo. Nos

    despedimos y nunca más volvió. Fue como si yo, inesperadamente, hubiera planteado

    cuál era su problema: no todo era santo en él.

     – Desde principios de los ’60, Ulloa estuvo ligado a la Carrera de Psicología de la UBA.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    22/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    20

     – Cuando me propusieron dar un seminario sobre grupos operativos, la carrera todavía

    funcionaba en el rectorado de la UBA. Se anotaron 80 personas. Teníamos reuniones

    plenarias y yo promovía que, en determinados momentos, nos quedáramos en silencio,pensando en algo que había sido particularmente interesante. En una situación así, entra

    Risieri Frondizi, el rector de la Universidad: nos ve, todos callados; no había hojas en los

    pupitres, no estaban dando examen escrito: “¿Qué está haciendo, profesor?”.

    “Estamos pensando”, le contesto. El, al irse, irónicamente dice: “¿...En la

    universidad?”. Después me ofrecieron la cátedra de Clínica de Adultos. Renuncié en

    1966, después de la Noche de los Bastones Largos, y volví a principios de los ’70. Advertí

    que había muchos diversos pequeños fraudes por parte de los alumnos: gente que se

    presentaba con el documento de otro para dar examen, esas cosas. Y decidí hacer

    asambleas clínicas: no quería una actitud policial, sino un debate público sobre qué

    quiere decir, en una carrera universitaria como Psicología, el fraude. En esas asambleas,

    además de enfrentarse la cuestión del fraude, se empezó a poner a punto lo que hoy

    llamo la numerosidad social. Eran centenares de alumnos, en el Aula Mayor, desde las

    dos de la tarde hasta la noche. Aprendían clínica de adultos porque ellos mismos eran

    objeto de la clínica; se observaban como comunidad. Yo les decía: “Vengo del hospital,

    para preparar gente que le interese trabajar en instituciones públicas”. De allí salieron

    muchos que fueron a trabajar a hospitales, venían familiares, era casi una fiesta.

     – Pero si las fiestas se fundan en la transgresión, las de esa época estaban bajo

    vigilancia.

     – En la asamblea clínica había un tipo, el marido de una alumna, que tenía algo raro:

    “¿Dónde trabajás?”, le pregunté. “Soy funcionario público.” Estábamos en 1972. Vi que la

    mujer le hacía un gesto. Al terminar la reunión, él se acercó. “Soy cana”, confesó. Lo

    mandaban para observar lo que hacíamos. “Pero nunca dije nada en contra suyo...” Yo le

    agradecí su franqueza pero le dije que iba a plantear en la asamblea clínica lo que mehabía contado. No volvió más. Después vino la dictadura, yo me exilié en Brasil, volvió la

    democracia, volví del exilio y un día, frente a una embajada, escucho: “¡Tordo! ¡Tordo!,

    ¿se acuerda de mí?”. “¿Qué haces acá?” “Mi mujer me dejó y yo salí de la cana, ahora

    trabajo como custodio.” “Estás en la misma...” “Es que me hice alcohólico. Tiene que

    darme una mano para salir de esto.” “Sí, claro.” Después de varias entrevistas lo

    encaminé a un grupo de Alcohólicos Anónimos. Superó el alcohol y cambió de trabajo: se

    hizo taxista. Cada tanto me ve por la calle y me saluda: “¡Tordo, tordo...!”.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    23/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    21

    Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación

    Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente

     Área de Desarrollo Profesional Docente

    Seminario internacional La escuela media hoy. Desafíos, debates, perspectivas.

    Del 5 al 8 de abril de 2005 en Huerta Grande, Córdoba. Panel: Brecha social, diversidad

    cultural y escuela.

    SOCIEDAD Y CRUELDADPor Fernando Ulloa 

    Este tema de la crueldad, tan complejo, tan arduo y, además, tan cotidiano, es asunto

    obsceno y no fácil de exponer, entre otras cosas por lo que señalo. En general, me

    resulta fácil la tarea cuando hablo de la crueldad y como analista interesado en el campo

    de la salud mental –porque me permite ajustarme a un código más específico que cuando

    debo hacerlo -como en esta ocasión- ante un público procedente de otros campos.

    Empezaré por presentar una primera contradicción que plantea la crueldad, en tanto

    flagelo que acompaña al hombre desde el inicio de la civilización. Un acompañamiento

    paradojal, ya que a lo largo de la civilización la humanidad siempre ha tratado de acotar

    la expresión instintiva de la agresión tratando de consolidar los derechos de los individuos

    y de los pueblos. Pero es obvio que la civilización ha ido sofisticando, al mismo tiempo,

    los dispositivos socioculturales necesarios para el despliegue de la crueldad. Insistiré en

    que la crueldad siempre implica un dispositivo sociocultural. En esto hay una diferencia

    sustancial con la agresión, heredad instintiva del hombre. El instinto no es de por sí cruel.Está sujeto a la ley de la sobrevivencia y por eso puede llegar a ser feroz, pero no cruel.

    El paradigma del dispositivo de la crueldad, es la mesa de torturas, pero el accionar cruel

    no está acotado solamente al ámbito puntual del tormento, sino que debe estar sostenido

    por círculos concéntricos, logísticos, políticos, desde ya incluyendo a los beneficiarios de

    las políticas que se pretenden instaurar por el terror. En cambio, la agresión de dos

    automovilistas que chocan en la esquina y se agarran a trompadas no es en sí cruel

    aunque pueda ser reprochable, llegaría a serlo si frente a uno de ellos reducido a la

    invalidez, el otro se ensaña sin que nadie del público intervenga. Esto configura unasituación típica del dispositivo de la crueldad al que habré de denominar “encerrona

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    24/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    22

    trágica”, y que resulta el núcleo central de este dispositivo. Esta encerrona cruel es una

    situación de dos lugares sin tercero de apelación –tercero de la ley- sólo la víctima y el

    victimario. Hay multitud de encerronas de esta naturaleza, dadas más allá de la atroztortura. Ellas se configuran cada vez que alguien, para dejar de sufrir o para cubrir sus

    necesidades elementales de alimentos, de salud, de trabajo, etc., depende de alguien o

    algo que lo maltrata, sin que exista una terceridad que imponga la ley. Lo que predomina

    en la encerrona trágica no es la angustia, con todo lo terrible que esta puede llegar a ser;

    predomina algo más terrible aún que la angustia: el dolor psíquico, aquel que no tiene

    salida, ninguna luz al final del túnel. La angustia puede tener puntos culminantes pero

    también momentos de alivios; en cambio, el dolor psíquico se mantiene constante en el

    tiempo. La salida parece identificarse con la muerte. Es que la crueldad siempre aparece

    estrechamente amarrada a la muerte, ya sea porque éste es su desenlace o porque la

    muerte ya está instalada en el mismo sujeto de la crueldad.

    En los comienzos de la humanidad, próxima a los primates, la agresión era

    herramienta instintiva de sobrevida, pero lo específico del sujeto humano es la pulsión.

    Resulta complejo presentar sintéticamente la noción de pulsión, pero sin ella es difícil

    avanzar en la comprensión de la crueldad. Al respecto, por el momento, sólo diré que la

    pulsión (literalmente impulso) es una suerte de “mutación” del instinto –producción de

    naturaleza biológica- como efecto del accionar de la cultura. A su vez la pulsión, irá“trabajando” al infantil sujeto consolidando su condición psíquica. Lo paradójico es que

    este nivel pulsional, que coexiste con el nivel instintivo, será una bisagra donde opere la

    cultura para mantener acotada la agresión del instinto. Cuando por precario

    establecimiento de lo pulsional (índice de un fracaso de los suministros de la ternura) no

    se establece una buena frontera entre lo pulsional, ‘haciendo techo al piso instintivo’.

    Entonces el instinto se “pulsionaliza” y la pulsión es afectada por la agresión instintiva. De

    ahí que la crueldad es una patología ‘de frontera’ más establecida. La civilización supone

    la prevalencia de lo pulsional sobre el nivel instintivo, sin que la agresión sea ajenatampoco a la pulsión. No obstante, hay una diferencia substancial entre ambos niveles:

    los dos parten de una fuente somática desde la cual el instinto irá en busca de un mismo

    objeto siempre por el mismo recorrido, en tanto que en la pulsión son posibles caminos y

    objetos alternativos. Por esto el instinto es de índole metonímico, mientras la pulsión

    esboza la metáfora, anunciando el reino de la misma en la palabra. La palabra será el

    polo de la cultura como el instinto lo se de la natura. Entre ambos la pulsión hace bisagra.

    El escenario donde el cachorro humano se va constituyendo sujeto pulsional es el de

    la ternura. Cuando se habla de la ternura, uno tiene la sensación de que, si bien es una

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    25/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    23

    idea valorada, la misma aparee dudosamente articulada sólo a lo blando del amor. Sin

    embargo, la ternura es el escenario formidable donde el sujeto no sólo adquiere estado

    pulsional, sino condición ética. De ahí que hablar de la ternura en la Casa de las Madres,evocar la epopeya de estas mujeres de la Plaza, el momento en que surgieron y la lucha

    sostenida que mantienen, es un ejemplo de lo que representa la firmeza de la ternura en

    la organización y defensa de los valores éticos del sujeto social. Si la crueldad excluye al

    tercero de la ley, en la ternura este tercero siempre resulta esencial, lo que no supone

    necesariamente una presencia concreta, ya que a lo largo de la civilización, esa

    terceridad se ha ido incorporando en la estructura psíquica del dador de la ternura,

    prevalentemente en la madre. Cuando esto no es así, puede que la ternura claudique. Es

    el tercero social el que acota la “libertad” pulsional del adulto y de ahí el surgimiento,

    cuasi sublimado, de la ternura materna responsable de la pulsionalización del hijo. A su

    vez cabe insistir en que el nivel pulsional será límite al instinto. Una precaria

    pulsionalización, por fracaso de los suministros tiernos, tendrá como consecuencia la no

    represión instintiva, esa mermada herencia que acompaña la inmadurez biológica con

    que nace el niño. Mermada pero potencialmente activable si las condiciones son de

    sobrevida. Además, si el nivel pulsional es precario establecimiento no sólo no marcará el

    límite con lo instintivo, sino que terminará “corrompiendo al instinto”. Mucho se ha escrito

    en relación a esto, acerca de la civilización y la barbarie, pero lo que aquí quiero rescatar

    es que la crueldad, así entendida, es patología de fronteras entre el instinto y lo pulsional

    entremezclados. Bastará la oportunidad del necesario dispositivo sociocultural para que

    esta mezcla bárbara advenga cruel.

    La coartación implica desde la perspectiva psicoanalítica –ya lo adelanté- cierta

    estación elemental de sublimación que dará origen a dos producciones ejes de la ternura.

    Por un lado, la “empatía” que garantiza el suministro de lo necesario para el niño. La

    segunda producción es el “miramiento” en su significado de mirar con considerado

    interés, con afecto amoroso, a quien habiendo salido de las propias entrañas, esreconocido sujeto distinto y ajeno. Si la empatía garantiza los suministros necesarios a la

    vida, el miramiento promueve el gradual y largo desprendimiento de este sujeto hasta su

    condición autónoma. Es más, el miramiento acota la empatía para evitar sus abusos. La

    ternura supone tres suministros básicos: el abrigo, el alimento y el “buen trato”. Después

    de pensar mucho acerca de cómo nombrar el afecto de ternura, terminé definiéndolo

    como buen trato, como trato pertinente. Pero fundamentalmente un trato que alude a la

    donación simbólica de la madre hacia el niño. En la medida que la madre, y demás

    dadores de la ternura, desde la empatía y el miramiento, decodifican las necesidades

    traduciéndolas en satisfacción merced a los suministros adecuados, estas necesidades

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    26/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    24

    satisfechas, irán organizando un código comunicacional presidido por la palabra. El

    infante irá tomando palabra, construyendo una lengua. Por supuesto que buen trato alude

    al sentido generalizado de la ternura como referente al amor. Un buen trato del quederivan todos los “tratamientos” que el sujeto recibe a lo largo de la vida, en relación a la

    salud, la educación, el trabajo, de hecho al amor. También de buen trato proviene

    ‘contrato’ social, el solidario que preside toda relación humana.

    Tal vez por todo lo anterior cada vez que tengo que enfrentar una actividad de

    derechos humanos: un peritaje, el tratamiento de una víctima directa o indirecta de la represión,

    quizá de la mortificación de la que luego hablaré, e incluso cuando debo escribir un texto

    teórico o hacer una transmisión como está, intento siempre establecer el telón de fondo

    de la ternura para confrontar y destacar nítidamente el insulto mayor de la crueldad.

    Aludiré ahora, a la idea de “lo cruel”, que luego retomaré más extensamente, como

    una manera de señalar que el entorno de la ternura es el ámbito de “lo familiar”, palabra

    que por supuesto remite a familia. Sabido es que familia es un término que se las trae.

    Proviene de famulus, designando el conjunto de siervos y esclavos que pertenecían a un

    amo. La familia se fue perfeccionando, como concepto y como institución, merced a la ley

    del parentesco, una ley que alcanza a todos y en primer término a los padres, en tanto

    éstos no son arbitrarios hacedores de la ley, sino sus representantes. La ley también losinvolucra. De este ámbito surge la noción de lo familiar, algo dado incluso por fuera de la

    familia. Lo familiar puede ser descrito de muchas maneras, pero me interesa señalar

    aquella situación, donde bajo la impronta de la ternura, un sujeto no es solamente echura

    de la cultura sino que es hacedor de la misma. Esto ocurre en la familia y en cualquier

    contexto que merezca definirse como familiar. Si el sujeto sólo es hechura de la cultura y

    no su hacedor, peligra como sujeto. Tal vez es objeto de una situación infamiliar. El

    paradigma de esto se da cuando un niño, ignorando explícitamente su situación, vive con

    sus apropiadores. Ahí se produce lo que denominaré “el efecto siniestro”. Estos niños,

    poniendo en juego la formidable captación infantil, habrán de registrar, a través de

    vacilaciones y contradicciones, la naturaleza cruel del ámbito que los rodea. Un registro

    tan terrible que es rechazado, nunca con eficacia total, por el niño, produciéndose el

    efecto siniestro, equivalente a lo “infamiliar”. “Secretear” lo que de por sí ya aparece como

    secreto, terminará siendo un secreto si no a voces, sí a murmullos. Una verdad

    murmurada que al mismo tiempo que se impone, se intenta recusar a través de la

    renegación. En psicoanálisis a este mecanismo se lo describe como negar y negar que

    se niega. Una verdadera amputación del aparato psíquico que configura uno de los

    riesgos mayores a que están sometidos los niños que han pasado años en ese entorno

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    27/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    25

    siniestro; en ellos puede instaurarse una renegación cronificada, creándoles serios

    problemas afectivos con la verdad, puesto que no sabiendo a qué atenerse, pueden

    terminar teniendo que atenerse a las consecuencias, antigua fórmula para definir laposición del idiota antes que esto constituya un insulto o un cuadro neuropsiquiátrico.

    Esto se incrementa frente a un entorno infamiliar de naturaleza cruel.

    Voy ahora, casi hablando esquemáticamente, a presentar las principales formas de la

    crueldad. En primer lugar aquello que un tanto paradójicamente, suelo denominar como

    vera-crueldad. Paradójicamente porque si la palabra vera remite a verdad, resulta que el

    agente mayor de la crueldad, para el caso un torturador, es totalmente ajeno a la verdad.

    En la crueldad mayor, su ejecutor se abroquela en la pretensión de impunidad, en el

    desconocimiento de toda ley. Ya no se dan, al menos en forma rotunda, los efectos de la

    represión integral, tan extendidos hace pocos años, pero lo que no desapareció es la

    pretensión de impunidad de quienes cometieron crímenes o se beneficiaron en

    complicidad con ellos. Esta pretensión sigue instaurada como algo propio del sujeto maligno.

    Diré algo más sobre la vera-crueldad, en cuanto saber canalla. Cada vez que algún

    saber o alguna cultura distinta, amenazan conmover su precaria estructuración psíquica, el

    cruel despliega tres acciones: la exclusión de lo que considera distinto, el odio y, cuando

    puede, la eliminación lisa y llana no sólo del saber contradictorio, sino de quien lo sostiene.Este “saber eliminador” pretende conocer toda la verdad acerca de la verdad, a esto es lo

    que se llama saber canalla, negación de todo saber curioso atento a lo distinto, a lo extraño.

    Existen otras formas de la vera-crueldad, por desgracia muy frecuentes en nuestros

    tiempos. En la vera-crueldad el sobreviviente, que ha atravesado un dispositivo social

    marcadamente cruel, apenas si sobrevive. La muerte ya está instalada en él y despojado

    de los recursos elementales de lo familiar: abrigo, alimento, buen trato, la única ética posible

    es la violencia, aunque escandalice esta extensión del término ética. Este sujeto sobreviviente

    ejemplifica lo que antes decía acerca de un nivel pulsional precariamente establecido,capaz de corromper este esbozo instintivo con que viene a la vida un sujeto humano. Esbozo

    instintivo que habrá de desarrollarse en función de la necesaria agresión para sobrevivir.

    Una tercera forma más universal de la crueldad que retomo es “lo cruel”. Aquí lo

    esencial de la crueldad aparece velado por el acostumbramiento. Se convive cotidianamente

    con lo cruel y muchas veces en connivencia, sobre todo cuando esta palabra, alude a

    ojos cerrados y aún a guiño cómplice. Si algo propio de la ternura es que vela la

    sexualidad, abriendo el campo del erotismo, y cuando esto no ocurre la sexualidad puede

    llegar a la obscenidad, este velamiento no se justifica con la crueldad. Si el velo de la

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    28/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    26

    sexualidad deviene intimidad erótica, en la crueldad no hay nada que velar. Hay que

    develarla, evidenciarla. Cuando se vela la crueldad, cuando se hace cultura del

    acostumbramiento, se llega a configurar lo que denomino “la cultura de la mortificación” ala que me referiré muy brevemente. En esta cultura, el término mortificación no sólo

    remite a muerte, sino principalmente a mortecino, ha apagado, a sujetos que no son

    hacedores de la cultura sino enrarecidas hechuras de la misma, próximos a la posición

    del idiota que no sabe a qué atenerse. Podemos ver esta situación no ya en las masas

    más marginadas, sino en las que aún permanecen mortificadas y en el centro. En ellas

    impera, como decía antes, hablando del efecto siniestro, la renegación. ¿Qué se reniega

    en esa familia, en esa fábrica, en esa comunidad? En términos amplios, se reniega la

    intimidación como un elemento constante que se ha hecho costumbre. Una intimidación

    que forma parte de la cultura, no ya del fecundo “malestar de la cultura”, del que nos

    habla el psicoanálisis, donde hay una tensión entre el sujeto hacedor y el sujeto hechura

    de la cultura, una tensión entre el deseo singular y el compromiso solidario. Aquí el

    malestar de la cultura se ha trocado en cultura del malestar. Se reniega la intimidación y

    se convive con ella como un elemento “normalizado”. Entonces, lo que retrocede es la

    intimidad, esa resonancia íntima necesaria para que cuando alguien expresa algo válido,

    tal vez en relación a la situación, encuentre resonancia en el otro, un interés no

    necesariamente coincidente, puede ser en disidencia. Esa resonancia, cuando existe,

    promueve respuestas que van creando una producción de inteligencia lúcida y colectiva.

    Así es posible el debate de ideas. En cambio en la intimidación, quien legítimamente

    tiene algo que alertar, algo que denunciar, suele encontrarse con un desierto de oídos

    sordos, entonces es posible que su discurso se degrade al de un predicador que siempre

    dice lo mismo sin ninguna eficacia. Por supuesto esa comunidad está atenta y

    predispuesta a los embaucadores electorales de turno, en tanto éstos tienen la astucia de

    decir a las gentes lo que necesitan escuchar, para acrecentar su renegación como

    espurio refugio. Uno se pregunta: ¿cómo puede ser que una comunidad tan mortificada,

    tan lastimada, no reaccione? Es que en estas condiciones la queja nunca arriba aprotesta, más bien se apoya en las propias debilidades intentando despertar la piedad del

    opresor. No se afirma en las propias fuerzas, tal vez endebles fuerzas, pero fuerzas al fin.

    En esa comunidad tampoco la infracción apunta a trasgresión. La infracción es ventajera,

    oportunista, a lo más se arregla con una multa o se presta a la coima. La trasgresión no

    es así, ella siempre funda algo: funda la teoría revolucionaria o la ruptura epistemológica,

    tal vez la toma de conciencia, o quizá funda la fiesta. En las comunidades mortificadas no

    hay tal acontecer ya que la gente acobardada pierde su valentía al mismo tiempo que su

    inteligencia. Pero sobre todo pierde el adueñamiento de su cuerpo y las patologíasasténicas abundan anulando la acción. El cuerpo se ha hecho servil. En esas

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    29/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    27

    comunidades mortificadas con frecuencia he observado –por ejemplo en agrupaciones a

    cargo de la salud que tienen que realizar una actividad que obliga a desarrollar

    pensamiento- lo que terminé llamando el síndrome SIC, una sigla integrada por“saturación”, “indiferenciación”, “canibalismo”. El ejemplo lo tomé de lo que acontece en

    una jaula de monos cuando hay demasiados congéneres. Entonces empiezan a

    devorarse canibalísticamente entre sí, sin ningún tipo de diferenciación, ya se trate de

    padres o de hijos, o de cualquier otro congénere. El síndrome SIC, aplicado al contexto

    social, no necesariamente coincide con un exceso de personas, sino que habitualmente

    es disparado por la indiferenciación, ya que en la mortificación suele no haber

    normativas, sino que prevalece la anomia. Esa indiferenciación provocará una saturación

    de la actividad pensante que se hace indiscriminada; las ideas, los entusiasmos, los

    proyectos, resultan entremezclados devorándose unos a otros. Incluso puede ocurrir, con

    alguna frecuencia, una cosa curiosa: cuando se pretende instaurar un debate de ideas,

    so pretexto de denunciar la impunidad, el debate tiende a juicio público. Sabido es que el

     juicio público pretende, cuando esto está validado por las circunstancias, denunciar la

    impunidad. Pero en esta ocasión lo que se denuncia son situación en general

    intrascendentes, apartadas de lo que verdaderamente interesa. Se diría que ahí reina el

    narcisismo de las pequeñas diferencias. La cosa puede pintar aún como juicio popular,

    aquel en que se busca no ya la denuncia, sino la sanción de la impunidad. Vale decir que

    en nombre de la impunidad se promueve grotescamente un acto impune. Por supuesto

    que el juicio público tiene su razón histórica de ser, y lo mismo vale para el juicio popular

    en ámbitos y en situaciones donde resulta un accionar legítimo, para una comunidad

    oprimida donde toda instancia jurídica ha dejado de existir. Pero en estos ámbitos a los

    que hago referencia se trata de una suerte de parodia grotesca, con efectos canibalísticos.

    Voy a terminar señalando que cuando una acción, provenga de donde provenga (en

    todo caso yo hablo de mi trabajo como psicoanalista, que intenta abordar la numerosidad

    social) comienza a tener efectos positivos, suele ocurrir algo a tomar en cuenta. Siempre,en una situación mortificada, esto es obvio, existe algún grado de represión. Entonces

    cuando la gente empieza a juntarse para discutir, cuando comienza a promover un

    verdadero debate de ideas, es posible que desde alguna instancia administrativa estos

    comportamientos sean calificados como delitos de asociación. Por supuesto esta gente

    empieza a pensar y este pensamiento ya no tiene efectos canibalísticos, sino que son

    críticamente eficaces sobre el campo y sobre los propios discutidores, por lo que suelen

    merecer la tilde represiva de delito de opinión. Fácil es entender que cuando el cuerpo se

    recupera para la acción movilizadora, la condena será mayor aún, implicando la categorización

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    30/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    28

    de delito de movilización. Estas instancias represivas pueden serlo verdaderamente o

    quedar sólo en calificaciones administrativas, depende de qué tiempos corran.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    31/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    29

    R evista Fin de Siglo

    DE LAS TRISTES PALABRAS QUE HE ESCUCHADO

    DR. FERNANDO ULLOA

    Hace pocos días asistí, en función privada, a un film de Eduardo Mignona. En una

    compaginación, para mi criterio bien lograda, Mignona entremezcla la ficción con

    testimonios reales de distintas personas relacionadas con la defensa de los Derechos

    Humanos. La intención de la obra es mostrar cómo una sociedad, la nuestra o cualquier

    otra de cualquier tiempo, cuando tiende a ocultar con el olvido los momentos atroces

    donde fueron arrasados los valores del humanismo: la justicia, la libertad, la solidaridad

    social, la creatividad científica, el arte, no sólo asesinan el amor, la alegría y la

    inteligencia, sino que al instaurar la impunidad abren las compuertas a toda corrupción.

    Entonces se aproxima un futuro donde los crímenes olvidados no retornarán como

    memoria histórica sino como horrible repetición.

    Cuando concluyó la exhibición comenté con el director y con el periodista José María

    Pasquini Durán, que muy probablemente un film como éste pese a sus indudables

    méritos artísticos, documentales e ideológicos, se vería enfrentado con un amplio sector

    de la crítica y del público que lo rechazaría “por antiguo”, y eso pese a la destreza deldirector que fue componiendo su obra sin efectismos truculentos ni tibieces claudicantes,

    avanzando una estética donde el síntoma de la negación social resalta sobre un telón de

    fondo entretejido con la poética del humor y la ternura. ¿No son acaso los suministros de

    la ternura: abrigo, alimento y caricia arrullante aquello que asesina la represión social

    impune?

    Entonces la primera encerrona: una obra como la que comento se justifica

    precisamente por el rechazo que promueve lo que denuncia. Y ese rechazo no es tanto el

    frontal, aquel que maccartísticamente podría expresarse más o menos así: “Estos zurdossiempre jodiendo con lo mismo”. El rechazo es el de la indiferencia renegadora donde no

    sólo se niega lo que denuncia, ya sea la película o este mismo comentario, sino que se

    niega que se está negando. Doble vuelta renegadora con efectos estupidizantes que se

    abren en abanico desde la frívola banalización de las ideas hasta la crudeza del

    cretinismo cínico.

    El síntoma social de la encerrona, que denomino trágica y que iré desarrollando, tiene

    múltiples variables. Está en una encerrona la sociedad desmemoriada que en renegación

    facilita el retorno de los tormentos que pretende olvidar. Pero también enfrenta la

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    32/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    30

    encerrona el cineasta o cualquier creador cuando tiene que financiar su creación

    dependiendo para ello de un público que prefiere ignorar el peligro acerca del que se lo

    alerta.

    Luego me ocuparé de los dos lugares enfrentados propios de la encerrona, antes otro

    ejemplo para ir avanzando en su explicitación.

    Escuché decir a un experto e inteligente analista político internacional lo siguiente: “La

    Argentina va a tener enormes problemas de aquí en más, pero serán problemas

    totalmente nuevos muy distintos a los que viene soportando desde hace 50 años. Sin

    duda la Argentina va a crecer...”

    El comentario, más allá de dejar de lado la gravedad actual de las crisis sociales,

    proclama esperanzado el beneficio de enormes y nuevos problemas como precio de

    crecimiento.

    Puede ser que este comentario suene sólo como un habitual lugar común propio del

    discurso cotidiano. Si es así y no se evidencian las trágicas contradicciones que implica

    es precisamente por el efecto ensordecedor y de ceguera renegadora que llegan a

    producir esas mismas contradicciones cuando configuran lo que vengo denominando

    encerrona trágica, término que extraigo de mi experiencia en el campo de los derechoshumanos. El punto culminante de esta encerrona lo ejemplifica la atrocidad de la mesa de

    torturas, donde alguien para tener alguna esperanza de sobrevivir o de dejar de sufrir

    depende de aquel a quien rechaza totalmente. Pero también lo ejemplifica la situación en

    que se encontraban, y ojalá el verbo siga siendo declinado en pasado, los familiares de

    alguien recientemente secuestrado. Una madre podría encontrarse en la terrible angustia

    de pensar: “ojalá todavía viva”, y conociendo la inexorabilidad del tormento también

    podría surgir en ella el horror de pensar: “ojalá que ya haya muerto y no sufra”.

    Quizás esto haga entendible la contradicción de crecimiento a costa de grandes y

    nuevos problemas, problemas que en realidad no son otros que los explícitos o

    encubiertos genocidas que suelen que suelen preceder a los crecimientos basados en los

    crímenes de la marginación, consecuencias de “ajustes” como el que soporta gran parte

    del mundo denominado subdesarrollado. Es obvio que frente a estas contradicciones,

    aún aquellos que no están ideológica, política y éticamente de acuerdo con esta

    metodología de ajuste socioeconómico, no pueden dejar de albergar el deseo de que el

    tan anhelado crecimiento nacional acontezca. Y también aquellos que se benefician

    directamente con ese crecimiento o que incluso son conductores responsables del mismo

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    33/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    31

    tampoco pueden dejar de advertir el escándalo de la marginación y sus encubiertos o

    explícitos efectos genocidas. Es decir la encerrona de las contradicciones está ahí, en

    unos y en otros, claro que unos impulsarán la salida en una dirección y otros en otra; perolos más, y esto es importante, se paralizarán como mayoría silenciosa e incluso

    silenciada.

    No son novedad los genocidios como pretensión de crecimiento, en nuestra historia

    vienen de lejos. En el siglo pasado el exterminio de aborígenes en la campaña del

    desierto, y el exterminio de la población negra hecha carne de cañón en otro exterminio,

    el de la floreciente organización socioeconómica que iba dibujando el Paraguay y que fue

    arrasando en la guerra de la Triple Alianza.

    Estos genocidios pusieron pies de barro al crecimiento que ha dado en llamarse “de la

    generación del ‘80” con todo su aporte demográfico inyectando grandes contingentes de

    inmigrantes que prometía, y en parte fue así, convertir a la Argentina en el granero del

    mundo. Seguramente aquellos pies de barro no son ajenos al vuelo corto de aquel

    florecimiento que habría de desembocar primero en la década infame del ’30 y luego en

    sucesivos golpes militares hasta la atroz tiranía militar del Proceso y sus crímenes al

    amparo de la represión integral. Proceso aún victorioso en cuanto a su impunidad. Viene

    de lejos esto de la tragedia como encerrona. Todo esto introduce el punto de vista quequiero desarrollar en torno a lo que he denominado la encerrona trágica como síntoma de

    la enfermedad social.

    La encerrona trágica es paralizante por definición. Es una situación de dos lugares

    donde, insisto, se rechaza aquello de lo que se depende y viceversa. Es paralizante

    sobre todo por el afecto correspondiente a la misma: el dolor psíquico o el dolor infernal

    sin esperanza de salida. Cuando hablo de la tragedia como una situación de dos lugares

    estoy señalando la falta del tercero de apelación, la falta del representante de la ley justa.

    Precisamente la impunidad como cultura social es posible cuando han desaparecido lossistemas jurídicos creíbles y no es dado esperar la solidaridad como elemento integrante

    del pacto social. Es al amparo de la impunidad que la corrupción se transforma en la

    principal herramienta de una sociedad de dos lugares: marginados y marginadores. Es

    obvio en esta dualidad precisar dónde está el poder y dónde la víctima, pero también es

    obvio que en esta situación de dos lugares los poderosos soportan algunas

    consecuencias y no sólo: “...la sonrisa triste de los niños ricos...”, sino las múltiples

    formas del malestar cultural bajo formas frívolas de estupidización banal, buena

    conciencia más o menos culposa, etc., como precio de los beneficios del centro,obligándose a producir continuamente velos fetichistas que permitan repudiar con el

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    34/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    32

    ocultamiento el escándalo de la miseria genocida. Claro que inexorablemente estos velos

    dejan de ser telón de ocultamiento para transformarse cada vez más en el

    perfeccionamiento de los muros de la Bastilla para proteger el botín, incluso el bienhabido frente al asedio de los desposeídos. En esta situación la constitución ética del

    sujeto tanto marginador como marginado difícilmente pueda desarrollarse en términos de

    amor solidario y de imposición de justicia como algo inherente a la personalidad, sino en

    términos de la violencia del sobreviviente.

    Estos lugares contrapuestos que acá estoy definiendo desde la asimetría de víctima y

    victimario tienen además un efecto particularmente importante entre las víctimas, o sea

    entre aquellas personas que están en igual condición de desposeimiento: es frecuente

    advertir cómo los sectores oprimidos tienden permanentemente a dividirse

    fragmentariamente. Pareciera que cada fragmento, ya sea representados por una

    persona frente a otra o por fracciones enfrentadas son proclives a “inventar” al otro desde

    su subjetividad, desconociéndolo en su realidad. Se instaura así una suerte de situación

    concreta que no deja espacio lúdico para la discusión, la producción de inteligencia, la

    negociación, el llegar a acuerdos.

    Esta es una situación que configura casi una maldición en el quehacer político de

    nuestro tiempo. Este efecto fragmentador rompe cualquier posibilidad de acción conjuntacon economía de esfuerzos generando una situación muy particular que podríamos

    denominar la de predicador en el desierto: es fácil advertir cómo en una reunión política o

    institucional cuando alguien asume un discurso que ostensiblemente es representativo de

    todos, se transforme no obstante en un predicador en el desierto que no encuentra

    resonancia alguna. Uno podría explicar esta situación desde la prevalencia de los tres

    síntomas clásicos que se dan en la marginación o en condiciones próximas a la misma: el

    aislamiento, la alienación y la inmovilidad. En efecto, estas tres producciones

    sintomáticas tienen gravitación en la falta de respuestas solidarias y participativas, pero

    en mi experiencia creo que hay que tomar en cuenta que en las condiciones que voy

    describiendo lo que desaparece es la producción de inteligencia íntima donde la idea de

    intimidad alude a la resonancia que puede tener en nosotros el discurso del otro cuando

    es escuchado desde una actitud deseante. Esta falta de resonancia es en realidad

    consecuencia de lo que antes denominé el dolor psíquico o el dolor sin salida que hace

    que toda idea válida corra el riesgo de ser transformada en el mismo verso de siempre”

    sin deseos que se amalgamen.

    En realidad todo pensamiento aún ajustado a la descripción objetiva de los hechosaparece como la falacia de una utopía mentirosa, una vana promesa perdida en el futuro

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    35/78

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    36/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    34

    acuerdo entre los distintos grupos que la integran, en general grupos con distinta

    pertenencia institucional.

    Cuando se rompe el acuerdo por pobreza de recursos, por autoritarismo, etc., los

    grupos de mayor pertenencia tienden a transformar sus herramientas en baluartes, es

    decir degradan ese instrumental conceptual, metodológico y administrativo en muros de

    aislamiento frente a los usuarios (pacientes, estudiantes, etc.), que a la vez son

    degradados a la categoría de perturbadores. Nuevamente se configura una situación de

    dos lugares, aquí sitiados y sitiadores.

    En diferentes ocasiones he desarrollado y conceptualizado las consecuencias de esta

    situación en ambos grupos. Básicamente en el grupo sitiado aparece toda una patologíaque desde la perspectiva del psicoanálisis aproxima mucho el viejo cuadro de las

    neurosis actuales (causadas principalmente por noxas actuales) y sus efectos tóxicos,

    tanto en el nivel del aparato psíquico donde la capacidad de imaginar soluciones se ve

    seriamente comprometida, como en el nivel corporal donde aparece la amplia gama de

    las patologías asténicas, en cierta forma las clásicas neurastenias. Los pacientes desde

    su posición de sitiados se ven obligados a transportar, en su pasaje por la institución,

    solamente la cuota de sufrimiento y de enfermedad de la que ésta puede hacerse cargo.

    En realidad dependen, para encontrar alguna solución a sus males, de un sistema deatención al que rechazan por arbitrario o injusto. Finalmente pueden desembocar en la

    resignada expresión: “ya fui al hospital” como único resultado de su concurrencia.

    En el S.V.I. tanto los sitiados como los sitiadores pierden su funcionalidad para

    transformarse en síntomas sociales. Así por ejemplo si pensamos en un residente de un

    hospital público que ha ganado un difícil concurso para acceder a tal condición, verá

    cómo las motivaciones vocacionales que lo han llevado a una carrera terciaria, y

    posteriormente a inscribirse en una institución pública, están postergadas frente a la

    realidad de su inserción hospitalaria. Que todas las expectativas de capacitación quelegítimamente lo llevaron a través de esfuerzos a acceder a esa residencia también se

    ven diferidas o libradas a que ellos mismos puedan organizar un sistema de capacitación

    que los saque de la sola condición de mano de obra barata. Que las legítimas

    expectativas de remuneración económica generalmente quedan muy alejadas de sus

    necesidades. Y lo que es más, que todos los principios éticos con que fue pensada la

    práctica también desaparezcan en el caos. Este clínico no es un corrupto, pero en la

    medida en que estos ejes en su quehacer están degradados, pasa a constituirse en un

    eslabón más dentro de un sistema corrupto de atención pública. Este es un ejemploparadigmático de la violentación institucional.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    37/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    35

    En realidad todos estos ejemplos configuran una amplísima gama de diferentes

    encerronas donde el individuo para poder llevar adelante sus funciones depende de un

    sistema que rechaza y lo rechaza. Y lo que es más, para poder convivir dentro de esesistema tiende a desarrollar una actitud de renegación que termina “secreteando” esa

    realidad hostil en la que está inmerso. Se diría que por propio accionar termina

    conviviendo familiarmente con un secreto dañino. Es precisamente esa inclusión pasiva

    lo que va desarrollando en el individuo y su comunidad de entorno un efecto siniestro. La

    figura efecto siniestro también es una conceptualización del psicoanálisis con especial

    vigencia en el campo de los derechos humanos, y alude a los individuos de una sociedad,

    que soportando fuerte represión, pretenden huir de la misma ocultándose en el

    aislamiento, en la alienación, en la inmovilidad a costa de perder inteligencia, originalidad

    para encontrar soluciones, y valentía para enfrentar los hechos.

    Todo lo anterior define una situación que puede alcanzar una apariencia ordenada,

    pero encubridora del caos y donde bien puede afirmarse que las personas en tanto no

    saben a qué atenerse, inevitablemente se atienen a las consecuencias, entre ellas a la

    negación de toda actitud política, social e institucional. En salud, y en otras actividades

    sociales, la palabra política conlleva una connotación de planificación en el sentido de

    pretender saber no sólo a qué atenerse sino a organizar la salud a partir precisamente de

    esa pretensión. Por supuesto que esto significa superar lo que antes definía como elpredicador en el desierto, de nada vale organizar excelentes planes de salud si no se

    considera cuál es la realidad cultural de los individuos que integran las instituciones que

    deben ponerlos en práctica, y esta realidad cultural muchas veces está atravesada por lo

    que he llamado la encerrona trágica y sus efectos siniestros.

    Hace un tiempo debía introducir en una reunión destinada a poner a punto la Red

    nacional de Salud mental, el tema de “Teorías y práctica en salud mental comunitaria”. El

    público estaba integrado por un grupo heterogéneo de enfermeros mapuches, médicos

    generales, psicoanalistas sofisticados, sociólogos inteligentes, etc., y entonces tomé

    como punto de partida algo que después lo he ido entendiendo mejor. Dije que uno de los

    problemas de la salud pública era resolver el problema de los idiotas. Por supuesto que

    se me dijo que existen muy pocos idiotas. Yo respondí que no me estaba refiriendo a ese

    cuadro que cabalga entre la neurología y la psiquiatría, sino que aludía a las condiciones

    idiotizantes que crea, en los propios operadores de la salud, el síndrome de violentación

    institucional. Y aclaré que me refería al término idiota en su sentido etimológico griego,

    donde idiota es aquel que no tiene ideas válidas y eficaces en el área de su

    responsabilidad y que además no está en condiciones de discutir públicamente los

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    38/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    36

    problemas de los que es responsable. Idiota es lo contrario de ciudadano y éste es

    alguien que no vive y trabaja solamente en la ciudad, sino que lo hace en su ciudad, vale

    decir que no permanece ajeno a los problemas de su comunidad. Sin duda un concepto,el de ciudadano, con evocación de la revolución francesa. Cualquier intento de revertir

    esta situación significa un intento de capacitación a partir de las condiciones reales en

    que transcurre la práctica cotidiana. Es necesario crear condiciones de autogestión, no

    precisamente como una espuria privatización de las falencias que el Estado no cubre,

    sino como una manera de no depender de los recursos que no aparecen, sin dejar por

    eso de presionar para que los recursos aparezcan. También es necesario crear

    condiciones de utopía en términos no mentirosos de algo sin real tópica actual sino en

    términos posibles en lo inmediato: negarse a aceptar aquellas condiciones que niegan la

    realidad.

    Solamente así existe alguna chance de que esa capacitación produzca inteligencia

    íntima que corrija la fragmentación de los múltiples enfrentamientos resolviendo el

    aislamiento generador de predicadores en el desierto. Que se traduzca en originalidad no

    solamente para plantear nuevas soluciones, sino para recuperar antiguas y abandonadas

    soluciones cuando mantienen su valor. Que exista alguna chance para superar el

    aislamiento, la alienación y la inmovilidad produciendo la valentía necesaria para no caer

    en la resignación renegadora.

    Finalmente podemos entonces llenar los puntos suspensivos del título que encabeza

    esta nota, completando el verso del poema de Walt Whitman: “De las tristes palabras que

    he escuchado las más tristes son: pudo haber sido...”.

  • 8/18/2019 Fernando Ulloa - Una Aproximación a Su Obra

    39/78

    FERNANDO ULLOA UNA APROXIMACIÓN A SU OBRA

    37

     

    Reuniones de la Biblioteca

    Red de investigación en psicoanálisis

    DESAMPARO Y CREACIÓN

    Dr. Fernando Ulloa

    Yo también soy algo caminador como el Dr. Wenk; también voy a ambientar el tema

    que he elegido para esta mesa: es la crueldad. La crueldad es el desamparo mayor y eneste sentido, indudablemente, coincide con esta