francisco- homilía 21-5-15 la gracia de la unidad luchando contra el espíritu del mundo

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El Papa pidió en su homilía la gracia de la unidad luchando contra el espíritu del mundo (RV).- Sus “llagas” son el “precio” que Jesús ha pagado para que la Iglesia estuviera unida para siempre a Él y a Dios. Los cristianos de hoy están llamados a pedir la gracia de la unidad y a luchar para que entre ellos no se insinúe el espíritu de la división, de la guerra y de los celos”. Es la reflexión que hizo el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. “La gran oración de Jesús”: que la Iglesia esté unida, que los cristianos “sean una sola cosa”, como el Señor lo es con su Padre. Y junto a esto “la gran tentación”: non ceder al otro “padre”, al de la “mentira” y al de la “división”. El Papa Bergoglio, siguiendo las lecturas de la liturgia del día, entró en el clima del Cenáculo y en la densidad de las palabras de Cristo en que encomienda al Padre a los Apóstoles antes de entregarse a la Pasión. El precio de la unidad Francisco observó que es consolador escuchar que Jesús dice al Padre que no quiere rezar sólo por sus discípulos, sino también por aquellos que creerán en Él “a través de su palabra”. Una frase que hemos escuchado tantas veces, y por la que el Santo Padre pidió que se preste más atención: “Quizás nosotros no estamos suficientemente atentos a estas palabras: ¡Jesús ha rezado por mí! Esto es, precisamente, fuente de confianza: Él reza por mí, ha rezado por mí... Yo imagino pero es una figura cómo es Jesús ante el Padre, en el Cielo. Y así reza por nosotros, reza por mí. ¿Y qué ve el Padre? Las llagas, el precio. El precio que ha pagado por nosotros. Jesús reza por mí con sus llagas, con su corazón llagado y siegue haciéndolo. Los rostros de la división Jesús reza “por la unidad de su pueblo, por la Iglesia”. Pero Jesús afirmó Francisco “sabe que el espíritu del mundo” es “un espíritu de división, de guerra, de envidias y de celos, también en las familias religiosas, también en las diócesis, y también en toda la Iglesia: es la gran tentación”. Esa que lleva dijo el Papa a las habladurías, a etiquetar, a tachar a las personas. Y explicó que esta oración pide que se destierren todas estas actitudes: “Debemos ser uno, una sola cosa, como Jesús y el Padre son una sola cosa. Es precisamente éste el desafío de todos nosotros, los cristianos: no dejar lugar a la división entre nosotros, no dejar que el espíritu de la división, el padre de la mentira entre en nosotros. Buscar siempre la unidad. Cada uno es como es, pero trata de vivir la unidad. ¿Jesús te ha perdonado? Perdona a todos. Jesús reza para que nosotros seamos uno, una sola cosa. Y la Iglesia tiene tanta necesidad de esta oración de unidad”.

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Francisco- Homilía 21-5-15 La Gracia de La Unidad Luchando Contra El Espíritu Del Mundo

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  • El Papa pidi en su homila la gracia de la unidad

    luchando contra el espritu del mundo

    (RV).- Sus llagas son el precio que Jess ha pagado para que la Iglesia estuviera unida para siempre a l

    y a Dios. Los cristianos de hoy estn llamados a pedir la gracia de la unidad y a luchar para que entre ellos no

    se insine el espritu de la divisin, de la guerra y de los celos. Es la reflexin que hizo el Papa Francisco en

    su homila de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.

    La gran oracin de Jess: que la Iglesia est unida, que los cristianos sean una sola cosa, como el Seor lo

    es con su Padre. Y junto a esto la gran tentacin: non ceder al otro padre, al de la mentira y al de la

    divisin. El Papa Bergoglio, siguiendo las lecturas de la liturgia del da, entr en el clima del Cenculo y en

    la densidad de las palabras de Cristo en que encomienda al Padre a los Apstoles antes de entregarse a

    la Pasin.

    El precio de la unidad

    Francisco observ que es consolador escuchar que Jess dice al Padre que no quiere rezar slo por

    sus discpulos, sino tambin por aquellos que creern en l a travs de su palabra. Una frase que hemos

    escuchado tantas veces, y por la que el Santo Padre pidi que se preste ms atencin:

    Quizs nosotros no estamos suficientemente atentos a estas palabras: Jess ha rezado por m! Esto es,

    precisamente, fuente de confianza: l reza por m, ha rezado por m... Yo imagino pero es una figura

    cmo es Jess ante el Padre, en el Cielo. Y as reza por nosotros, reza por m. Y qu ve el Padre? Las llagas,

    el precio. El precio que ha pagado por nosotros. Jess reza por m con sus llagas, con su corazn llagado y

    siegue hacindolo.

    Los rostros de la divisin

    Jess reza por la unidad de su pueblo, por la Iglesia. Pero Jess afirm Francisco sabe que el espritu del

    mundo es un espritu de divisin, de guerra, de envidias y de celos, tambin en las familias religiosas,

    tambin en las dicesis, y tambin en toda la Iglesia: es la gran tentacin. Esa que lleva dijo el Papa a las

    habladuras, a etiquetar, a tachar a las personas. Y explic que esta oracin pide que se destierren todas estas

    actitudes:

    Debemos ser uno, una sola cosa, como Jess y el Padre son una sola cosa. Es precisamente ste el desafo de

    todos nosotros, los cristianos: no dejar lugar a la divisin entre nosotros, no dejar que el espritu de la divisin,

    el padre de la mentira entre en nosotros. Buscar siempre la unidad. Cada uno es como es, pero trata de vivir la

    unidad. Jess te ha perdonado? Perdona a todos. Jess reza para que nosotros seamos uno, una sola cosa. Y

    la Iglesia tiene tanta necesidad de esta oracin de unidad.

  • La unidad es una gracia no un pegamento

    Bromeando, Francisco dijo que no existe una Iglesia que se mantiene junta gracias a una cola, porque la

    unidad que pide Jess es una gracia de Dios y una lucha en la tierra. Por eso debemos dejar espacio al

    Espritu, para que nos transforme como el Padre est en el Hijo, en una sola cosa:

    Y otro consejo que Jess ha dado en estos das de despedida es el de permanecer en l: Permanezcan en

    m. Y pide esta gracia, que todos nosotros permanezcamos en l. Y aqu nos indica, puesto que lo dice

    claramente: Padre, quiero que aquellos que me has dado,que tambin ellos estn conmigo donde yo estoy.

    Es decir, que estos permanezca all, conmigo. El permanecer en Jess, en este mundo, termina en el

    permanecer con l para que contemplen mi gloria, como dice Jess.

    (Mara Fernanda Bernasconi - RV).