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Sección: Desarrollo Humano
Balazo: Vivir hacia la independencia emocional genera estabilidad, paz, capacidad para
no temerle al sufrimiento ni a la pérdida, Psicoterapeuta Yolanda
Centro Terapeutico Integral Angelina's
www.angelinas.com.mx
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INDEPENDENCIA EMOCIONAL
Ni Desarraigo ni Dependencia Emocional
Desarraigo Emocional
Es la incapacidad o dificultad que tiene una persona para involucrase sentimental o
afectivamente con otra. Puede deberse a diferentes causas, como falta de tiempo,
prioridades profesionales o laborales, sin embargo el la mayoría de los casos puede
deberse a una experiencia previa de decepción, traición, desilusión, abandono, tristeza,
etc. Experiencias que pueden venir desde la niñez o de las primeras relaciones
amorosas. Guardando en el subconsciente la sensación vivida y como medida de
protección a volver a padecerla. Desde luego esto no es consciente ni controlable, al
menos que se trabaje en un proceso terapéutico. Efectivamente la persona se protege de
un sufrimiento, no se expone a otra desilusión, pero también se priva de entregarse al
amor, de manera madura, equilibrada o con el riesgo de un peligro que también puede
ser una de las oportunidades más bellas de la vida, “comprometerse con alguien”
Dependencia Emocional
Es el extremo opuesto del Desarraigo Emocional. La Dependencia Emocional es con la
que nacemos, dependiendo de nuestros padres, o de las personas que nos cuidan,
cambian y alimentan; lo normal sería que a medida que vamos creciendo, vayamos
dependiendo menos y siendo más autosuficientes, pero cuando esas primeras
experiencia no son del todo nutricias, no fluyen con normalidad y no se satisfacen
nuestras necesidades básicas de afecto, crecemos buscándolo a través de ceder nuestras
decisiones y acciones a la voluntad de alguien, con el deseo de ser aceptados y amados.
Lo triste es que no sólo no se logra nuestro deseo, sino que terminamos por sofocar a la
otra persona, dándole responsabilidades sobre nuestro ser que no le corresponden y
termina apartándose o abusando.
Independencia Emocional
Es el punto medio, el punto balance, el punto sano, entre el Desarraigo Emocional y la
Dependencia Emocional. Podría equipararse a la madurez emocional, el momento en el
que somos capaces de amar con libertad, de querer al otro con sus virtudes y defectos,
sin pretender cambiarle y donde tenemos la certeza de que somos “amables” y
“aceptables” tal como somos, sin pretender ser como el otro quiere o creemos que
espera que seamos. Independencia no se refiere a frialdad ni a desarraigo, se refiere al
hecho de ser una persona completa que puede integrarse y relacionarse con otra persona
completa. Es más fácil ser emocionalmente independiente cuando las experiencias
primarias han sido armónicas y cuando en el transcurso de la vida no se han vivido
relaciones desgarradoras, sin embargo la independencia emocional más que un objetivo
es un camino de vida.
A lo largo de la vida podemos oscilar entre el desarraigo y la dependencia por periodos
breves, antes de alcanzar la independencia o aun después de haberla logrado. Lo
importantes es no estancarse en uno y otro polo de manera indeterminada, pues de esta
forma no podrán desarrollarse relaciones sanas y duraderas.
Si pensamos que el amor sólo tiene “100”, es decir amor al 100%, esto quiere decir que
si son dos partes, entonces es de esperarse que ambos aportasen el 50%, con variables y
oscilaciones leves dentro de la relación que son perfectamente normales. Pero si uno de
los 2 permanentemente da el 80, al otro sólo el 20, tarde que temprano esto deja de ser
satisfactorio para ambos. El que da de más se cansa, el que da de menos se siente
sofocado por el otro.
Actitudes de una persona que vive en el desarraigo emocional
El desarraigo parece liberador, quizá muy respetuoso de los espacios ajenos, pero llega
a generar una sensación de vacío, pues cuando requieres de una compañía cálida, sólo
tienes cerca personas prácticas, frías, tal como las habías necesitado, ¿Cómo saber si yo
vivo en el desarraigo?
1. Soy agradable, pero no me involucro
2. Salgo con alguien de vez en cuando, pero conozco poco de él o de ella
3. Hace más de 6 meses que no tengo pareja y no me interesa
4. Me incomoda cuando alguien me pregunta cosas como qué siento, o cómo fueron
mis relaciones anteriores.
5. Tengo parámetros demasiado elevados de mi pareja, los cuales en la práctica
resultan inalcanzables
6. Conozco alguna persona que pudiera ser interesante y al menor detalle la descarto
7. No involucro a la persona con quien salgo con mi familia
8. Me incomoda que la persona me quiera involucrar con su familia
9. Me gusta que en una relación las cosas se hagan como yo digo y de no ser así
prefiero cortar por lo sano
10. Me resulta difícil mirar a los ojos por más de 3 segundos
11. No me interesa contactar con el latido de su corazón en un abrazo
12. Si hay intimidad procuro no recordar el momento, para que “no me vuelva
vulnerable”
13. Si surge alguna dificultad no me interesa profundizar para resolverla
14. No tienes tiempo para una relación por el exceso de trabajo
15. Estás estudiando y no encuentras el momento para relacionarte en pareja
Si respondes afirmativamente al menos a 10 de estos enunciados, seguramente vives en
desarraigo emocional. Ahora conviene revisar cual es la razón, que puede ser reciente o
muy antigua, generalmente por experiencias no procesadas, no digeridas y que siguen
ahí latentes, lastimando de manera silenciosa, “protegiendo”.
Actitudes de una persona que vive en la dependencia emocional La dependencia emocional es una de las cosas que vuelve más difícil la convivencia,
termina por sofocar la relación. Generalmente se da cuando uno de los dos es
controlador o dictatorial y el dependiente tiene una fuerte necesidad de aceptación,
inseguridades generalmente causadas por la sensación de no ser lo suficientemente
amado, o bien de no ser lo suficiente como para ser amado, entonces haces méritos toda
tu vida por alcanzar ese estándar de amor que crees que necesitas.
Cuando se habla de adicción, por lo regular, pensamos en fármacos, en licores, en cosas
o posesiones materiales, pero la co-dependencia también se da hacia personas que puede
ser la pareja, los hijos o los padres, pero ¿cómo saber si soy co-dependiente?
1. Cuando voy a comprar ropa necesito que alguien me acompañe
2. Si voy solo o sola de compras, salgo y le pregunto a la señorita su opinión, llamo
por teléfono a alguien y le comento mis opciones
3. Me resulta imposible ir a solas al cine, a tomar un café o a leer a un parque
4. No salgo de casa si alguien no aprobó mi apariencia
5. En cuanto llega mi pareja le pregunto cómo me veo
6. Hago planes por los dos y doy por hecho que el otro estará de acuerdo
7. Si él o ella sale sin mí, la angustia me sofoca, le estoy llamando constantemente a
ver cómo van las cosas
8. Uso los perfumes que a el o ella le gusten aunque no sean mis preferidos.
9. Prefiero los modelos o colores que él o ella eligen para agradarle
10. Siempre tengo la sensación de que no me quiere lo suficiente
11. Me culpo por ser tan torpe y no hacer siempre lo que el o ella espera
12. Mi vida gira alrededor de sus actividades, mi reloj biológico se detiene cuando es la
hora en que debiera llegar y no llega ni se reporta
13. Si voy a la farmacia, necesito avisarle, para que sepa en donde estoy
14. Todas las reparaciones de mi coche o de la casa, se las dejo a él o ella, porque sabe
mejor en donde o con quien hacerlas.
15. Si cambio de corte de pelo o tinte y no le gusta, de inmediato lo cambio por el que
más le agrade.
Si respondes afirmativamente al menos a 10 de estos enunciados, seguramente vives en
una codependencia emocional, que te mantiene constantemente angustiado. Sería muy
bueno revisar cual es la razón, tal vez naciste cuando tu padres ya eran muy mayores, o
querían un género distinto al tuyo, o bien, no fueron suficientemente expresivos en
cuestiones afectivas, o tal vez fueron muy severos o estrictos. En cualquiera de los
casos conviene tomar un proceso para soltar esas experiencias y empezar a tomar el
control de tu vida.
Actitudes de una persona que vive en la independencia emocional
Una persona independiente, descontrola a los posesivos y sorprende a los desarraigados,
se relaciona porque es libre, porque se siente completo o completa y no busca
completarse en los otros. ¿Cómo saber si tienes autonomía emocional?
1. Tienes tus gustos bien definidos y decides ceder en algo por amor a la otra persona
sin que esto tenga nada que ver con la aceptación
2. Te sabes dueño de ti y te aceptas como eres
3. Conoces tus errores y también tus aciertos, no te cierras a ser mejor, pero estás
cómodo como eres
4. Respetas los tiempos de tu pareja y sus espacios
5. Difícilmente tienes celos
6. No temes mostrarte tal como eres
7. Sabes que en toda relación puede haber un fracaso y estás dispuesto a asumir el
riesgo
8. Si te nace decirle “te quiero”, lo dices, independientemente de lo que el otro pueda
pensar.
9. Tus limites son claramente definidos, y equitativos con los de tu pareja
10. Te incomoda que te adule demás
11. Te incomoda que siempre busque tu aprobación
12. Te sientes orgulloso de caminar de su mano
13. Si por algo no pueden verse, tienes otras alternativas por hacer
14. Caminas a su lado, no delante ni detrás
15. Sus éxitos los vives como tuyos
Si al menos tienes 8 de estas afirmaciones, eres una personas con autonomía emocional,
¡felicidades!
Problemas de vivir en el desarraigo emocional
Una persona con desarraigo emocional, se siente sola, insatisfecha de la mayoría de sus
relaciones, si bien vive sin compromiso, a la vez nadie se compromete con él o ella. Le
cuesta trabajo adaptarse, ceder; en la mayoría de los aspectos de su vida que tengan que
ver con relaciones sociales tiene dificultades. Podría compararse con un ermitaño en
medio de la multitud. Esto no quiere decir que de vez en cuando y por etapas especificas
no podamos vivirnos en este aislamiento, que todos alguna vez hemos tenido. Más bien
quiere decir que no nos atoremos ahí, pues el vacío puede hacernos infelices.
Problemas de vivir en la dependencia emocional
La persona codependiente vive buscando ser suficientemente buena, atemorizada de
perder a su pareja, suplicando más amor del que recibe, pues no lo cree o no le es
suficiente, generalmente son personas que pasan de una relación a otra sin darse el
tiempo de vivir el duelo, pues no pueden estar solos o solas. Suelen tener relaciones
intensas pero efímeras.
Beneficios de vivir en la independencia emocional
Vivir hacia la independencia emocional y digo “hacia”, porque esto es un camino de
vida, genera estabilidad, paz, capacidad para no temerle al sufrimiento ni a la pérdida,
ofrece la oportunidad de entregar en la relación a una persona completa, que es por sí
misma o no, a partir de la otra persona. Suele dar mucha seguridad a su pareja y
generalmente lleva relaciones armónicas. No podría llevar una relación estable con
alguien desarraigado o con alguien codependiente, al menos que conscientemente
decida ayudarle a dar el paso. Una persona con independencia emocional esta mucho
más cerca de la felicidad que cualquier otra y tiene más posibilidades de una relación de
esas que se dicen “para siempre”
Cómo moverse del desarraigo a la independencia emocional
Primero que nada es necesario hacerte consciente de la situación, y ser honesto con los
pretextos, una vez que queda claro que hay algo por mejorar, conviene agradecer las
experiencias anteriores, pero soltarlas y continuar a partir de ellas. En la certeza de que
los seres humanos nos construimos y reconstruimos todos los días. Si aprendimos a ser
desapegados, a no involucrarnos, también podemos aprender a involucrarnos y a vivir lo
hermoso de dar y recibir. Salir del desarraigo implica surgir a partir de la destrucción,
renacer una y otra vez y todas las que sean necesarias.
Cómo moverse de la dependencia hacia la independencia emocional
Al igual que en el punto anterior, lo primero es darse cuenta y después hacer algo por
cambiar. En terapia generalmente conviene acompañarse de un coterapeuta con la
especialidad en adicciones, en mi experiencia es más difícil avanzar de la
codependencia que del desarraigo. Pues quien vive en desarraigo pide a gritos no ser
lastimado, mientras que el codependiente quiere siempre más y más, más amor, más
control.