las seis mitzvot constantes

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Las Seis Mitzvot Constantes - Mitzvá 1: Saber que Dios Existe El principio fundamental de la Torá es: "Debo imaginar a Dios frente a mí en todo momento" (Shulján Aruj, Oraj Jaim 1:1). Aquel que quiera cumplir con este principio debe ser cuidadoso en cumplir lo que el Sefer Hajinuj escribe en su introducción y en los capítulos 25, 26, 417, 418, 432, 487. "Existen 6 mitzvot que es obligación cumplirlas constantemente; uno nunca está exento de ellas incluso por un instante, durante toda su vida. Cada momento en el que uno piensa sobre ellas cumple una mitzvá y la recompensa recibida es infinita". Beur Halajá 1:1 (Ver también Jaié Adam, Klal 1, y Aruj Hashulján: 1;14) (Cada punto está desarrollado en artículos separados.) 1. Saber que hay un Dios Cada vez que recordamos que el Todopoderoso está con nosotros, arreglando todo para nuestro bien, cumplimos esta mitzvá. 2. No Creer en Otro Poder: Cada vez que decimos: "Gracias a Dios", en lugar de decir: "Mira que inteligente soy", cumplimos esta mitzvá. Regocíjate, no te enorgullezcas. 3. Saber que Dios es Uno: Cada vez que nos damos cuenta de que todo el mundo es una ilusión, reconociendo que nuestro Creador es verdaderamente real y que Él es todo lo que anhelamos, cumplimos esta mitzvá. 4. Amar a Dios: Cada vez que recordamos que el Creador del universo nos ama más que nuestros padres, más que todo el amor del mundo, cumplimos esta mitzvá. 5. Temer a Dios: Cada vez que recordamos que vale la pena dejar todos los placeres de este mundo para obtener la recompensa de una mitzvá, con sólo sonreír, cumplimos esta mitzvá. 6. No te Dejes Llevar por Tus Ojos y Tu Corazón: Cada vez que hacemos lo que Dios quiere de nosotros en lugar de hacer lo que sentimos que queremos hacer, cumplimos esta mitzvá Mitzvá 1 Saber que Dios Existe

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Page 1: Las Seis Mitzvot Constantes

Las Seis Mitzvot Constantes - Mitzvá 1: Saber que Dios Existe

El principio fundamental de la Torá es: "Debo imaginar a Dios frente a mí en todo momento" (Shulján Aruj,

Oraj Jaim 1:1). Aquel que quiera cumplir con este principio debe ser cuidadoso en cumplir lo que el Sefer

Hajinuj escribe en su introducción y en los capítulos 25, 26, 417, 418, 432, 487.

"Existen 6 mitzvot que es obligación cumplirlas constantemente; uno nunca está exento de ellas incluso por un

instante, durante toda su vida. Cada momento en el que uno piensa sobre ellas cumple una mitzvá y la

recompensa recibida es infinita".

Beur Halajá 1:1 (Ver también Jaié Adam, Klal 1, y Aruj Hashulján: 1;14)

(Cada punto está desarrollado en artículos separados.)

1. Saber que hay un Dios Cada vez que recordamos que el Todopoderoso está con nosotros, arreglando todo

para nuestro bien, cumplimos esta mitzvá.

2. No Creer en Otro Poder: Cada vez que decimos: "Gracias a Dios", en lugar de decir: "Mira que inteligente

soy", cumplimos esta mitzvá. Regocíjate, no te enorgullezcas.

3. Saber que Dios es Uno: Cada vez que nos damos cuenta de que todo el mundo es una ilusión,

reconociendo que nuestro Creador es verdaderamente real y que Él es todo lo que anhelamos, cumplimos

esta mitzvá.

4. Amar a Dios: Cada vez que recordamos que el Creador del universo nos ama más que nuestros padres,

más que todo el amor del mundo, cumplimos esta mitzvá.

5. Temer a Dios: Cada vez que recordamos que vale la pena dejar todos los placeres de este mundo para

obtener la recompensa de una mitzvá, con sólo sonreír, cumplimos esta mitzvá.

6. No te Dejes Llevar por Tus Ojos y Tu Corazón: Cada vez que hacemos lo que Dios quiere de nosotros en

lugar de hacer lo que sentimos que queremos hacer, cumplimos esta mitzvá

Mitzvá 1 Saber que Dios Existe

Un "ideal de vida" es aquel que te lleva a un estado elevado. Por ejemplo, el objetivo de un hombre de

negocios es ser rico. Hacer transacciones en la bolsa o invertir en bienes raíces son sus medios para alcanzar

su objetivo.

Una fórmula similar se aplica al Judaísmo. El objetivo del Judaísmo es cultivar la relación más increíble con

Dios.

Page 2: Las Seis Mitzvot Constantes

Las 613 mitzvot son conductos que nos enseñan sobre la realidad de la existencia de Dios y cómo vivir con

esa conciencia.

La mayoría de las 613 mitzvot de la Torá requieren que hagamos algún tipo de acción, como dar caridad o

comer matzá en Pesaj. Estos son medios para lograr un objetivo final.

Las "Mitzvot-objetivo" son los seis mitzvot constantes. En lugar de requerir la realización de alguna acción,

estas mitzvot son una vivencia en sí mismas - vivir con la realidad de la existencia de Dios.

Las Seis Mitzvot Constantes son:

1. Saber que existe un Dios.

2. No creer en otros dioses.

3. Creer que Dios es uno.

4. Amar a Dios.

5. Temer a Dios.

6. No guiarte erróneamente por tus ojos y tu corazón.

Cada momento de conciencia es otra oportunidad para llevar a cabo estos ideales. Ninguna de las otras

mitzvot te brinda la misma oportunidad, y es por eso que las Seis Mitzvot Constantes son nuestra prioridad.

Todas las demás mitzvot sólo construyen y refuerzan estos ideales.

Conocimiento Intelectual de Dios

El primero de los Diez Mandamientos declara: "Yo soy el Señor, Tu Dios, que te ha sacado de la tierra de

Egipto" (Éxodo 20:2).

Esta es la mitzvá de "Saber que existe un Dios".

La lógica que se encuentra detrás de este mandamiento parece difícil de entender. Alguien que ya observa los

mandamientos de Dios obviamente cree en Su existencia - entonces ¿para qué necesitamos un nuevo

mandamiento que nos ordene hacerlo? Y si alguien no sabe que Dios existe ¿por que habrá de escuchar este

mandamiento?

Entonces, ¿para quién es esta Mitzvá?

La respuesta es que no debemos creer en Dios "sólo con fe". Investiga la evidencia. Obtén conocimiento.

Busca. Estudia. Analiza. Es un principio fundamental del Judaísmo: tienes que saber, no sólo creer.

Page 3: Las Seis Mitzvot Constantes

Confianza Emocional

"Tienes que saber este día, y entenderlo en tu corazón, que el Todopoderoso es Dios" (Deuteronomio 4:39, el

rezo del "Aleinu").

Pero hay más. No es suficiente sólo saber intelectualmente que existe un D-os que está a cargo de todo.

También lo debes saber en tu corazón. Este conocimiento emocional es mucho más profundo porque afecta a

la manera en la que la persona conduce su vida. El protagonista del circo está dispuesto a caminar en la

cuerda floja porque tiene la confianza de que hay una red debajo de él. Similarmente, un niño saltaría de una

repisa a los brazos de su padre, con la plena confianza de que su padre lo agarrará.

Todo el sentido de la vida es enderezar nuestra conciencia de Dios. ¿Cómo sabes si realmente estás

consciente respecto de Dios? Por medio de la confianza. Si estás consciente, estarás dispuesto, por decirlo

así, a caminar sobre una cuerda floja o a saltar a los brazos de tu padre.

Pasos Para Creer en Dios

Rabenu Bejaie (siglo XII) en su libro de superación personal, "Los Deberes del Corazón" (Jovot Halevavot),

describe cuatro pasos claves para construir la fe en Dios:

El primer paso es darnos cuenta de que el Todopoderoso nos quiere con un amor ilimitado. La cosa más

cercana que tenemos para relacionarnos con esta idea es el amor que le tiene un padre a sus hijos. El

Todopoderoso es nuestro Padre. Su amor hacia nosotros excede todo el amor de este mundo. Tener

conciencia de Dios es vivir con esta realidad.

Muy dentro nuestro sabemos que Dios nos ama. Cualquier persona en peligro le reza a Dios. Esto es cierto,

inclusive con gente que Lo ha ignorado toda su vida. Como dice el dicho: "No hay ateo en una cueva de

lobos". Inclusive que hayas hecho todo equivocadamente, cuando necesitas a tu Padre, ahí Él estará.

Segundo Paso: Línea Directa

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos gasta millones de dólares anualmente para mandar

señales a estrellas distantes con la esperanza de que exista vida allí. Puede tomar 2,000 años para que las

señales lleguen hasta allí, pero siguen esperando...

Si alguna vez recibirán una respuesta – inclusive un solo "hola" - todo el mundo se impresionará.

¿Alguna vez tu rezo ha sido contestado? Cuatro de cinco personas dirían "sí". El Creador de este universo se

ha comunicado privadamente contigo. No es increíble!

Page 4: Las Seis Mitzvot Constantes

La mayoría de la gente cuyo rezo fue contestado ni siquiera supo en qué dirección mandar la señal.

Simplemente dijeron: "D-os, por favor ayúdame...". Cinco billones de seres humanos, toda una galaxia de

planetas y estrellas y Dios le contestó a este individuo!

La mitzvá de creer en Dios significa vivir con la realidad de que no estás solo. El saber que Dios existe y que

atiende cada detalle, debe ser un pensamiento constante.

Tercer Paso: Él Hace Todo

Si tu padre te da un dólar, está disminuyendo su cuenta bancaria - inclusive que sea un multimillonario. Pero

si el Todopoderoso te da un billón de dólares, no le quitas nada. Dios tiene todo el poder. Creó el universo de

la nada. Puede hacerte un genio. Puede sanar a tu hijo. Puede hacer lo que quiera.

Piensa en la cantidad de milagros que Dios hizo para que des tu primer respiro. Un feto no utiliza sus

pulmones; toma oxígeno de la sangre de la madre. Cuando un niño nace, el bebé tiene que respirar por si

mismo y todo el sistema biológico cambia. Una válvula del corazón se cierra, los pulmones se inflan y todo

tiene que encajar en el lugar correcto, en el tiempo correcto.

Piensa cuánto Dios te ha dado desde que naciste, dirigiéndote en cada paso de tu vida.

Todo lo que Dios hace por ti es un regalo. Y cualquier cosa que quieras de Dios no es nada comparado con lo

que D-os ya te ha dado. Si estás pidiendo por un billón de dólares, no se compara con el par de ojos que te

dio gratis.

Dios mantiene el universo cada segundo, cada criatura, cada hoja. Dios hace que tu corazón palpite. Te

provee con comida. Crea el sol con calor y luz. No hay nada que pueda detener a Dios. Tus padres, maestros

y jefes son los mensajeros. Cada cosa que tienes es enviada por Dios.

Saber esto te da la confianza de que Dios va a continuar dándote todo lo que necesitas.

Cuarto Paso: Lo Mejor de Todo

Dios no necesita nada de ti. No necesita que comas comida casher ni que cumplas shabat.

Dios sólo quiere dar. Todo lo que hay en el mundo es para tu bien.

Si Dios no te da lo que deseas debes preguntarte por qué. ¿Por qué Dios no te ha dado 100 millones de

dólares?

Tal vez no es para ti. Probablemente te volverías terco, arrogante, tacaño... Tal vez intentarías contratar a

otros para que hagan tus objetivos, y te perderías de hacer el esfuerzo de intentarlo.

Page 5: Las Seis Mitzvot Constantes

Dios sabe lo que es bueno para nosotros. Tener confianza en Dios significa entender que el no darte algo es

un mensaje. Está tratando de levantarte, de que reevalúes tus objetivos.

Buenos padres hacen lo mismo con sus hijos. Si tu hijo quiere cinco galletas; tú le das una. O lo llevas al

doctor para darle una vacuna, aunque el niño llorará y preguntará: "¿por qué me estás haciendo esto?". Tú

sabes que es para su bien.

Cuando algo "malo" te ocurra debes preguntarte: "¿Para qué?". Entiende que Dios sabe lo que está haciendo.

Nos está tratando de levantar. Él sabe lo que es bueno para nosotros y quiere que tengamos lo mejor de lo

mejor.

Levántate Cuando las Cosas se Ponen Difíciles

La tendencia auto-destructiva del hombre (ietzer hará) lo sobrepasa diariamente y lo amenaza de muerte. Si

no fuera por la ayuda de Dios, el hombre no podría sobrevivir (Talmud – Kidushin 30).

Cada aspecto de nuestra existencia depende de Dios. Ya sea que nos paremos, levantemos nuestras manos,

usemos nuestro cerebro, hagamos una mitzvá o batallemos el deseo de hacer algo incorrecto, nuestra

habilidad es un regalo de Dios. No tenemos fuerzas sin Él.

Consecuentemente, cualquier meta es posible sólo si Dios nos da el poder.

Entonces ¿cómo es que las palabras "no puedo" entraron en nuestro léxico?

El Talmud dice que Moshé reprendió al pueblo judío: "Cuando estuvieron en el Monte Sinai, Dios preguntó:

¿Quién me asegurará que siempre temerán a Dios? Y ustedes deberían haber respondido: Dios Tú nos

asegurarás. Deberían haber aprovechado la oportunidad para pedir que Dios les de Temor del Cielo".

Los judíos querían ser capaces de tomarse todo el crédito del temor a Dios, por lo tanto no lo pidieron.

Si hubieran entendido que cada cosa que viene es el resultado de la ayuda de D-os, entonces obviamente

también le hubieran pedido a D-os, temor del cielo.

Esto demostró una falta de apreciación y de gratitud por todo lo que Dios había hecho con ellos hasta ese

momento.

Este deseo de ignorar el papel de Dios en nuestros logros y tomar crédito en nosotros, es lo que hace que la

gente diga: "Esto puedo hacer y esto no". Evitamos reconocer que todo es un regalo. Preferimos sentir que

hemos peleado y logrado las cosas con nuestra propia fuerza. Entonces decimos: "No puedo" cuando

preferimos no hacer el esfuerzo de hacer algo difícil.

Page 6: Las Seis Mitzvot Constantes

Si estuviéramos realmente agradecidos, si cada mañana le agradeceríamos al Todopoderoso por nuestros

ojos, nuestras manos, nuestro cerebro, entonces también le agradeceríamos por el entendimiento, y diríamos,

"Dios, por favor dame más!" Si reconocemos que cada logro es de Dios, entonces nos daríamos cuenta de

que no hay nada que no podamos lograr... si Dios nos da el poder.

La Responsabilidad de Cambiar el Mundo

¿Qué puede hacer la persona? Una persona puede lograr lo que sea y lo que quiera - ya que de cualquier

forma todo es un regalo de Dios! Ahora podemos entender por qué la Torá nos obliga a cada uno de nosotros

a cambiar el mundo.

El Código de Ley Judía (O.J. 1:3) dice: "Es adecuado para todos aquellos que temen a Dios, estar en

constante dolor por la destrucción del Sagrado Templo". Pero ¿por qué debo sentir dolor por algo que pasó

hace 2,000 años?

El Talmud dice: "Cualquier generación en la que el Sagrado Templo no se ha reconstruido se le hará

responsable por su destrucción". En otras palabras, si no tomamos responsabilidad en cambiar nosotros y

cambiar el mundo, entonces somos igual de culpables que todos aquellos cuyas acciones causaron que el

Templo se haya destruido.

Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Dice el Talmud (Yoma 86b): "Si una persona hace tshuvá (se

arrepiente) en forma verdadera, entonces el mundo se merecerá el perdón".

El Pueblo Judío es una unidad. Por lo tanto, las acciones de una persona pueden cambiar la fe del pueblo

entero. Tú tienes el poder de cambiar el mundo entero por medio de la tshuvá. Y ya que tienes el poder...

también tienes la responsabilidad.

¿Opio de las Masas?

Marx dijo que "la religión es el opio de las masas". Pero Marx estaba hablando de la religión que dice: "No te

resistas al mal, pon la otra mejilla".

El Judaísmo, por otro lado, enseña a la gente que se levanten y tomen la responsabilidad del mundo. Es por

eso que el secularismo es el opio de las masas pues promueve la inactividad.

Imagínate preguntándole a los conquistadores Romanos: "Los griegos se están muriendo de hambre, ¿no es

eso terrible?". Ellos dirían: "De que hablas, es la mejor noticia que hemos escuchado! Vamos a la guerra!".

Pregúntale a un típico estudiante universitario: "¿No es terrible que los africanos se estén muriendo de

hambre? ¿Qué harás al respecto?". El dirá: "¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Quién soy yo? Sólo soy una

persona. No puedo hacer nada al respecto".

Page 7: Las Seis Mitzvot Constantes

Sin creer en Dios, simplemente te darías por vencido.

El Judaísmo dice que puedes hacer algo al respecto. Si crees que Dios está haciendo todo, y si ves cuánto ha

hecho por ti, entonces sabrás que te ayudará.

Todo lo que tienes que hacer es tomarte la responsabilidad y hacer un esfuerzo. Dios se hará cargo del resto.

El Hombre Propone y Dios Dispone

¿Alguna vez has visto un edificio en construcción? Los constructores utilizan grúas para recoger un

cargamento lleno de ladrillos para que después uno o dos hombres pongan sus manos bajo la grúa y empujen

el cargamento al lugar adecuado.

Un tonto ve a dos personas empujando el cargamento de ladrillos y cree que son tan fuertes como Hércules.

Una persona sabia entiende que la grúa es la que lo está moviendo.

La Torá nos dice explícitamente que al final de los días, el Pueblo Judío va a regresar a Dios. Y eso ya está

pasando.

Los Judíos han regresado a Israel, un hecho increíble. Hemos sido testigos de milagros impresionantes en

Israel - ya sea la Guerra de la Independencia, la Guerra de los Seis Días, la Guerra del Golfo. Hemos vivido

con milagros. El Todopoderoso nos está regresando a casa. La grúa se está moviendo.

La gente a veces dice: "Me encantaría hacer aliá (viajar a Israel), pero no tengo el dinero". ¿Cuál es la

solución? Yo les digo: pon un dólar semanal en una cuenta de banco separada. Me miran como si estuviese

loco. "¿De qué hablas, son $52 dólares al año. En 10 años, tendré $520 dólares. De que me ayudará?". Les

digo: si pones un dólar a la semana, el Todopoderoso va a ver que eres sincero y se encargará del resto.

Aquellos que ya han empezado a estudiar Torá o a respetar Shabat, ¿recuerdan lo difícil que fue cuando

empezaron a hacerlo? Ahora recuerden el progreso que han tenido, ¿no es cierto que estaban poniendo un

dólar en el banco? Estaban haciendo el esfuerzo y el Todopoderoso los llevó hasta su meta.

La Cubeta y la Montaña

El Midrash dice que tanto a la persona sabia como al tonto se les dice: "Toma la Torá y apréndetela toda". El

tonto ve a la Torá y dice: "Eso es como tratar de mover una montaña hacia el mar! Inclusive que trabajes día y

noche, no es posible que acabes algún día". Entonces, ¿qué es lo que hace? Llena la cubeta de tierra y

después se va a dormir.

Page 8: Las Seis Mitzvot Constantes

El sabio dice: "Si hago el esfuerzo, me pagarán. No puedo imaginar cómo voy a mover esta montaña al mar

pero si el Todopoderoso me lo dijo, no está mal intentarlo". Entonces toma una cubeta llena de tierra y la mete

al mar; otra cubeta y la pone en el mar; otra cubeta....

"Hey, meshuguene!, ¿qué estás haciendo? Grita el tonto.

"Escucha, me están pagando", contesta el sabio. Y sigue trabajando. Otra cubeta al mar. Hasta que se topa

con una piedra. Empuja la piedra y empieza como un corrimiento de tierras y en eso toda la montaña se

deshace y se cae en el mar.

Eso es lo que estamos haciendo. Un dólar a la semana y toda la montaña caerá al mar.

Dios es tu Padre, Creador del universo. Te quiere dar todo. Al hacer el esfuerzo, le estás dando la oportunidad

de hacerlo. Lo estás aceptando. Aprecia cuánto ha hecho por ti hasta ahora. Quiere hacer mucho más. Sólo

sigue poniendo las cubetas en el mar; un dólar a la semana en el banco. Los premios te están esperando.

Dios Nos Dio la Habilidad

La Torá dice que lograr saber toda la Torá está cercano a nosotros, muy a nuestro alcance (Deuteronomio

30:14).

Nuestro problema es que no queremos intentarlo. No hacemos el esfuerzo.

Si escuchaste sobre la oportunidad de un negocio que te traería millones, ¿habría un límite en tu esfuerzo

para hacer el trabajo? Si te diría que te voy a dar un millón de dólares si te memorizas una hoja del directorio

telefónico para la siguiente semana, ¿lo podrías hacer?

Date cuenta de que la recompensa, inclusive por una sola mitzvá vale más que cualquier cosa que puedas

ganarte en este mundo. Entonces, no veas al esfuerzo como dolor; obsérvalo como una oportunidad. Tienes

la habilidad de ser grandioso, y no hay nada mejor que puedas hacer con tu energía.

El Midrash (Tana DeBe Eliahu) cuenta la historia del profeta Elishá cuando se encontró con un pescador.

¿Estudias Torá? - Elishá preguntó. "No" - replicó el pescador - "Soy un hombre simple. No estoy dotado con

talento o inteligencia".

"Dime" - dijo Elishá, "¿Cómo preparas tu red de pescar?". "Bueno" - dijo el hombre - "Es muy complicado.

Primero tengo que escoger la medida adecuada de la red, después tengo que tejer la red de una manera

particular para asegurarme de que tenga el equilibrio adecuado en fuerza y flexibilidad".

Page 9: Las Seis Mitzvot Constantes

"¿Cómo haces realmente para pescar al pez?" - dijo Elishá. "Oh" - dijo el hombre - "Eso también es muy

complicado. Hay muchos factores involucrados - incluyendo la estación del año, la hora, el tipo de pez, la

profundidad del agua, la temperatura, la velocidad de la corriente".

"Cuando llegues al cielo" - dijo Elishá - "Vas a testificar que no estudiaste Torá porque fuiste un hombre

simple, sin ningún talento o inteligencia. Pero ¿realmente crees que Dios te dio la cabeza para ser un

pescador y no para estudiar Torá?".

El pescador se dio cuenta de que Elishá tenía razón. Él quedó devastado y empezó a llorar

desconsoladamente.

Elishá le dijo: "No estés tan triste. Te voy a decir un secreto. Todos usan esta excusa de una manera u otra.

Todos esperamos llegar al cielo y decir: Dios, yo quería cambiar el mundo; yo quería saber toda la Torá;

quería amar a la humanidad. Pero no me diste la suficiente inteligencia, fuerza o personalidad. Y el

Todopoderoso te va a contestar: Tus acciones contradicen tus palabras. Cuando se trataba de algo que te

importaba, ya sea ganar dinero o construir una casa, te las ingeniabas para hacerlo. Pero obviamente la Torá

no te importaba lo suficiente".

Ese es nuestro problema. No tomamos a la Torá seriamente. La mitzvá constante de "saber que existe un

Dios" significa reconocer que cambiar el mundo es nuestra responsabilidad. Y ya que el poder de D-os está

detrás de nosotros, no estamos absueltos de hacer el esfuerzo.

Recursos Ilimitados

"Abre tu boca y te la llenaré" (Salmos).

El Jafetz Jaim (Polonia, siglo XX) dice: Si irás a pedir dinero, la cantidad de dinero que pidas dependerá del

estatus del otro. Si le estás hablando a un vendedor de periódicos no le pedirás $500; el señor está intentando

salir adelante. Pero si le pides un centavo lo vas a insultar. Entonces le pides $50. Discutirá un poco, pero si te

da $20 estará bien.

Si le pides a un hombre de negocios exitoso $5 dólares, lo estarás insultando. Pídele un millón de dólares y te

dirá que estás loco. Entonces le pedirás $5,000 dólares, discutirás un poco y saldrás con $500 dólares.

Ahora llegas a lo de un billonario. (Si te da una cita!) Si le pides $500, estás perdiendo su tiempo. Si le pides

$5 millones, le discutes y demás, te dará $500,000.

Cuando te acercas a Dios, no lo insultes. Es tu padre; te quiere. Es el Creador del universo. ¿Qué es un billón

de dólares? Dice Dios: "Abre tu boca y te la llenaré".

Page 10: Las Seis Mitzvot Constantes

Si prestas atención a los rezos judíos, te darás cuenta de que le pedimos a Dios por todo - comida, vivienda,

salud, familia, sabiduría, Torá, Israel, paz, espiritualidad y mitzvot. Así es como un judío reza. Dios te quiere

dar todo.

Todo es Para Bien

Si realmente entiendes que el Todopoderoso te quiere y tiene todo el poder, entonces cuando algo no está

saliendo como quieres, debes buscar saber por qué. Ya que todo lo que hace Dios es por nuestro bien, nunca

se enoja, nunca te castiga, nunca se venga. Todo es por nuestro beneficio. Muchas veces no nos damos

cuenta hasta un tiempo después...

El Talmud cuenta la historia de Rabí Akivá, que era un alumno de Rav Najum Ish Gamzu - y se lo llamaba

Gamzu porque siempre decía "gam zu letová" que significa "esto también es para bien". Rabí Akivá estaba

viajando una vez hacia un pueblo distante. Llevaba con él un gallo para que lo despierte, un burro para

transportarse y una vela para alumbrar. Cuando la noche empezaba a caer, llegó a una aldea y todas las

posadas estaban llenas. No teniendo donde dormir se fue al bosque a acampar. Mientras estudiaba Torá, un

viento apagó su vela, dejándolo en la oscuridad. Un rato después vino un león y mató a su burro, y un gato se

comió a su gallo.

Ahí estaba Rabí Akivá, solo en el bosque... y acababa de perderlo todo! Pero dijo: "esto debe ser para bien".

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Rabí Akivá se levantó en la mañana y continuó su travesía a pie. Pasó a través de la aldea y vio que una

banda de malhechores había llegado en la noche y quemó toda la ciudad, matando a la gente y tomando sus

posesiones.

"Ahora veo cómo Dios me protegió. Si hubiera tenido un cuarto en la posada me hubieran llevado a mí

también. Si mi burro o mi gallo hubieran hecho ruido los bandidos me hubieran encontrado, y si mi vela no se

hubiera apagado me hubieran visto. Todo lo que hace Dios es para bien".

Dios creó este mundo y nos dio la Torá. Es un regalo bellísimo. Debes estar agradecido por ello. Y si haces el

esfuerzo para obtener lo "imposible" - Dios seguro te ayudará.

Las Seis Mitzvot Contstantes - Mitzvá 2: No Creer en Ningún Otro Poder

¿Quién maneja el mundo? Mantenerse enfocado en Dios es un desafío constante

El mandamiento de "No tendrás otros dioses", es la prohibición en contra de creer que existe cualquier otro

poder en el universo fuera de Dios.

Page 11: Las Seis Mitzvot Constantes

Es entendible que una acción positiva - como tener conciencia de D-os o amar a Dios - pueda ser una mitzvá

constante. Pero ¿cómo puede ser una mitzvá constante un "no tendrás"?

Toma el ejemplo de comer algo no casher. Supongamos que al agente de viajes se le olvidó ordenarte una

comida casher, y en el vuelo de ocho horas están sirviendo jugosas carnes asadas, mientras que lo único que

tienes son unos cacahuetes y una coca dietética, entonces realmente estás cumpliendo la mitzvá de no comer

comida no casher.

Pero ahora mientras lees este artículo, ¿estás cumpliendo la mitzvá de no comer algo no casher? No. Pues

para cumplir una mitzvá negativa se requiere de una situación en la que estemos enfrentados con la tentación

de violarla, y nos sobrepongamos al deseo de transgredirla.

Por lo tanto: Si "no tener otros dioses" es una mitzvá constante, eso significa que la tentación de no creer en

otros dioses es también algo constante!

¿Por Qué es Esta Una Tentación Constante?

En los Salmos dice el rey David: "No debe de haber dentro de ti un dios extraño". ¿Qué tipo de dios extraño

reside dentro de un ser humano?

El Talmud (Shabat 105b) dice que el dios extraño es el ietzer hará – la inclinación auto-destructiva dentro de

cada ser humano que lo incita a alejarse de Dios. El ietzer hará constantemente trata de distraernos del hecho

de que D-os es el único Poder en el universo.

En un sentido práctico, los "poderes del universo" son aquellas cosas que creemos que son la fuente de

nuestro éxito.

Maimónides explica que la idolatría no es simplemente un paso, sino que, por el contrario, es un proceso. Al

comienzo, las personas realmente no tuvieron la intención de alejarse de Dios cuando hacían idolatría. Ellos

sólo querían alabar a Dios por haber creado al sol y esculpían una piedra en Su honor. Pero antes de lo

pensado, ellos se alejaron de Dios olvidándose de que fue Él quien creó al sol y terminaron idolatrando al sol

mismo como a una fuerza ajena a Dios. Ellos terminaron creyendo que algo fuera de Dios era una fuente

suprema de fuerza y salvación.

Al comienzo las personas pueden estar conscientes de las prioridades de la vida, pero después se

descarrilan.

Hoy, aunque la idolatría clásica ya no es un gran problema, no es difícil creer que el dinero, la fama, las

acciones en la bolsa, una computadora rápida, o una buena mirada, es la fuente de la plenitud y de la

felicidad. Y eso es idolatría!!!

Page 12: Las Seis Mitzvot Constantes

Hoy en día tenemos un desafío aún mucho más grande: ¿Atribuiremos nuestro éxito a Dios o a nosotros

mismos?

Atribuirte Poder a Ti Mismo No Te Da Más Poder

Probablemente, vas a comer y llenarte, vas a construir casas y te vas a establecer... vas a hacerte rico y vas a

tener mucho de todo. Y después te podrás hacer arrogante; olvidándote del Todopoderoso.... Y después

podrás decir, "Mi poder, la fuerza de mi mano, hizo toda esta riqueza". (Deuteronomio 8:12-17).

Soy inteligente. Soy fuerte. Soy rico. ¿Quién necesita a Dios?

Pensar que lo hiciste solo es "creer en otros poderes fuera de Dios". ¿Por qué es esto tan destructivo? Porque

el atribuir nuestro éxito a nuestro propio poder nos limita el poder alcanzar más. Cuando algo se hace

demasiado difícil o doloroso, dirás: "No puedo". Aclamarás: "todo lo que he hecho hasta ahora, lo he hecho

con mi propio poder. Lo que se me pide ahora - cambiar el mundo, perfeccionarme - eso es imposible!".

Cuando la gente deja de tratar, es porque cree en el "dios extraño" dentro de si, el ietzer hará que dice: "Es

todo mi propio poder. Sin mi, nada se realiza".

¿Cuál de estas aseveraciones es precisa?

"Puedo amar a la humanidad, puedo respetar shabat, puedo estudiar Torá diariamente, puedo cumplir con las

Seis Mitzvot constantes".

"No puedo amar a la humanidad, no puedo respetar shabat, no puedo estudiar Torá diariamente, no puedo

cumplir con las Seis Mitzvot constantes".

La aseveración de "No puedo" es mucho más precisa. Porque es verdadera, "Yo" no puedo hacer nada. Sólo

porque Dios me da el poder soy capaz de atarme mis zapatos en la mañana!

No creas que tomar crédito por tus logros te va a dar la confianza de realizar más cosas. Por el contrario, vas

a renunciar más rápido.

Cuando nos demos cuenta de que todo lo que logramos es un regalo de D-os, esto nos dará el poder de

entender que no hay límite para lo que podemos lograr. Ya que el Todopoderoso está detrás de nosotros, no

hay base para el "no puedo".

Esta es la razón por la cual "no tendrás otros dioses" es una mitzvá constante. Toma un esfuerzo enorme y

continuo el evitar decir: "Mira lo que he hecho, mira lo que soy...". Si tomas crédito por lo que has hecho, tu

conexión con el Todopoderoso se perdió...

Page 13: Las Seis Mitzvot Constantes

Vamos a examinar las tres áreas donde la gente se toma crédito inapropiadamente: 1) habilidades naturales,

2) logros, y 3) bondad.

Tomar Crédito Por Tus Habilidades Naturales

Imagina que alguien te dice: "Levanta una mano y después te voy a probar lo inteligente que soy diciéndote si

es la mano derecha o la mano izquierda".

"¿Qué?! ¿Quieres que me impresione por tu inteligencia?!".

Así de ridículo como esto, la gente suele tomar crédito por las habilidades naturales con las cuales nacieron.

Un genio tiende a pensar que es superior a todos los demás. Pero, ¿él es mejor que alguien con una visión de

20/20 en un cuarto lleno de gente utilizando lentes? O si cuando tienes fiebre y tus dientes están temblando, y

tu compañero de cuarto dice: "¿Yo? Yo nunca me enfermo! Tengo una constitución de acero!" - ¿qué dirías?

La gente que es bonita o inteligente tiene gran tentación de ser arrogante, ya que la sociedad le da gran valor

a estas cualidades. No estamos sugiriendo que la gente bonita se debe afear, pero, ¿cómo puedes tomar

crédito por algo que no trabajaste para desarrollar?

Nunca dejes que tus habilidades naturales se conviertan en una fuente de arrogancia. En lugar de eso, dale

gracias a Dios por el regalo.

Tomando Créditos Por Tus Logros

Imagina que alguien te dice: "No vas a creer lo que logré el día de hoy. Abrí mi correspondencia y había un

cheque de un millón de dólares. Un viejo tío se murió y me dejó toda la herencia. Cobré el cheque y ahora soy

millonario. No soy increíble?!".

¿De qué está orgullosa esta persona? No hizo nada para ganarse el millón de dólares!

Es lo mismo cuando hacemos realidad nuestro potencial. Estamos aplicando nuestros talentos naturales a

algo que queremos lograr, a algo que tenga sentido. Es como si estuviéramos cobrando un cheque de un

millón de dólares.

Tanto el artista, el neurocirujano y el músico están usando los talentos que les dio Dios para "cobrarlos"

haciendo una gran carrera. Si el Todopoderoso no les hubiera dado el talento de pintar, el equilibro de la

mano de un cirujano o un oído especial para la música, ellos no hubieran podido haber llegado a nada.

Claro que para lograr resultados, la persona debe invertir mucho esfuerzo. Pero la materia prima - y las

circunstancias que permiten que sean aplicadas - son otorgadas por Dios.

Page 14: Las Seis Mitzvot Constantes

Es muy tentador decir: "Mira lo que hice!". Pero eso es tomar crédito por "cobrar un cheque". En lugar de eso,

agradécele a Dios por la oportunidad.

Tomando Crédito Por Ser Bueno

La arrogancia más grande que hay es decir: "Mira que bueno soy. Estoy haciendo lo que es correcto".

Imagina que alguien te dice: "¿Sabes lo increíble que soy? Tenía un deseo terrible de cortarme la nariz. Fue

terrible, un deseo incontenible. Ahí estaba yo con una navaja sobre mi nariz. Peleaba conmigo mismo, de un

lado a otro. Finalmente, me sobrepuse al deseo y tiré la navaja. ¿No soy un ser humano maravilloso?".

Tú le dirás: "¿Estás orgulloso de ti mismo? Estás loco! Sólo hiciste lo que es bueno para ti!".

Imagina a un joven estudiando en la Universidad de Harvard. Sus padres pagan $20,000 al año por una

educación de alto nivel. Pero el muchacho se emborracha, se queda dormido hasta tarde, ignora sus estudios,

y ahora está por reprobar. Su padre está desesperado y hace un trato con su hijo: "Si te sacas una "B" de

promedio, te voy a comprar un BMW nuevo". Este muchacho quiere tanto este coche que se esfuerza mucho

y se saca la "B" de promedio.

Mientras va manejando a la Universidad con su nuevo BMW, uno de sus amigos dice: "Wow! ¿Cómo

conseguiste ese coche?".

"Fui premiado por mis logros académicos".

¿Qué está diciendo este muchacho? Él trabajó fuerte para su propio beneficio - para tener una buena

educación! Claro, el BMW fue un incentivo, pero si hubiera entendido el valor tan grande de la educación, esa

hubiera sido una motivación suficiente.

Cuando haces una mitzvá, estás haciendo algo bueno. Los seres humanos desean significado y placer

espiritual. Por medio de las mitzvot el Todopoderoso nos da la oportunidad, la habilidad, el incentivo, y la

recompensa suprema. Todo lo que tenemos que hacer es usar las virtudes que Dios nos dio para aprovechar

la oportunidad.

Entonces, no tomes crédito por ser bueno. En lugar de eso, agradécele a Dios por el regalo. Después de todo,

¿no es ese nuestro placer?

Logro y Potencial

Una manera de evitar el orgullo inapropiado es poner nuestros logros en perspectiva.

Page 15: Las Seis Mitzvot Constantes

Imagínate que un hombre compra una propiedad destruida por $10,000 dólares. Invierte otros $10,000 para

nivelar el lugar y la vende por $80,000 dólares como un estacionamiento. El hombre está estremecido. No

puede dejar de presumir por lo astuto que es para los negocios. Hasta que escucha que el dueño del

estacionamiento le vendió el estacionamiento a una empresa que construye centros comerciales por 10

millones de dólares!

Ahora bien, ¿cómo se siente el primer hombre? ¿Todavía va a presumir por su gran sentido para los

negocios?

Nos sentimos orgullosos porque damos caridad, porque honramos a nuestros padres o porque estudiamos

Torá. Somos como aquel hombre que presume por haber vendido su tierra como estacionamiento. Cuando

finalmente lleguemos arriba y veamos lo que hubiéramos podido alcanzar, nos vamos a dar cuenta de que lo

que hicimos es sólo una gota de agua. En lugar de sentir orgullo, sentiremos arrepentimiento.

¿Debemos tener placer de lo que hemos hecho? Claro!! Pero no al punto de convertirte en alguien presumido

y complaciente - olvidando lo mucho que puedes llegar a hacer todavía. Nunca puedes estar seguro de que

has hecho inclusive un porcentaje mínimo de lo que es posible.

Haciendo el Esfuerzo Vs. Confianza en Dios

A pesar de que D-os es el único responsable de todo lo que ocurre en el mundo, parte del sistema que

implementó es que tenemos que hacer nuestro esfuerzo. Es un equilibrio delicado y tenemos que trabajar

duro para ganarnos la vida. Pero al mismo tiempo tenemos que darnos cuenta que Dios es el que provee.

Creer que el trabajo duro te hará rico es creer en otros dioses.

La pregunta es: ¿Cuánto esfuerzo tenemos que hacer y cuánto podemos depender de Dios para que algo

ocurra? En hebreo esto se llama hishtadlut Vs. bitajón. Si el Todopoderoso quiere que sea rico, voy a ser rico.

Si quiere que sea pobre, seré pobre. Entonces ¿cuál es mi función en todo este asunto?

La cantidad precisa de esfuerzo depende de cada persona. Un esfuerzo que es correcto para una persona

puede ser por demás inapropiado para otra persona. Es una escala que varía de acuerdo a la confianza de

uno en Dios.

Vamos a tomar por ejemplo el comprar un boleto de lotería. Para una persona que ve al boleto de lotería

como una cosa sin sentido y dice: "Necesito trabajar duro, esa es la forma de ganarme la vida", comprar un

boleto de lotería no sería un esfuerzo honesto. Las probabilidades de ganar para esta persona no son

grandes.

Una segunda persona dice: "El Todopoderoso dirige este mundo. No necesita que invierta un dólar para

hacerme rico. Voy a rezar y estudiar Torá y Dios se hará cargo de mis necesidades". Si una persona

Page 16: Las Seis Mitzvot Constantes

realmente ve la supervisión de Dios con tal claridad que sabe que no hay tal distinción entre el esfuerzo y el

resultado, entonces no necesita invertir ni siquiera un dólar para el billete de lotería.

Considera la historia de Iosef en la cárcel. En el capítulo 40 de Génesis, Iosef estaba en la prisión de Egipto

junto con el mayordomo del Faraón. Mientras que el mayordomo estaba a punto de ser liberado de la prisión,

Iosef le pide que hable con el Faraón por su liberación. El Talmud dice que por cuanto que Iosef cometió el

error de pedirle que apele por él, Iosef tuvo que permanecer en la cárcel otros dos años. Como está dicho:

"Mejor confiar en Dios y no en actividades vanas" (Salmos 40: 5).

¿Qué significa esto? ¿No era Iosef un tzadik que confiaba con todo su corazón en Dios?!

Si tú o yo le hubiéramos pedido al mayordomo que interviniera por nosotros, hubiera sido apropiado. Pero el

entendimiento de Iosef sobre el poder absoluto de Dios era tan intenso que usar otros medios que no fueran

Dios para obtener su liberación era un error. Para Iosef, pedirle favores al mayordomo era tan absurdo como

agarrarse de una hoja para no ahogarse.

Entonces, ¿debes ir a comprar un boleto de lotería? Depende de tu nivel de claridad acerca de que Dios dirige

el mundo. Eso determinará tu posición en la escala de esfuerzo vs. confianza en Dios.

El Esfuerzo Apropiado Incluso Sin Resultados Directos

Mi tío, el Rabino Abraham Weinberg (que después se convirtió en el Rebe de Slonim) vivió en Israel durante la

Primera Guerra Mundial. En ese momento, la situación en Israel era tan mala que algunos judíos inclusive

murieron de hambruna. Mi tío vivía en Tiberias, donde era casi imposible ganarse la vida. Entonces le dijo a

un amigo: "Tenemos que hacer un esfuerzo razonable. Vamos a caminar de un lado al otro del mercado, y

regresemos".

Fueron al mercado y caminaron de un lado al otro. De regreso, alguien se le acercó al amigo de mi tío y le

ofreció venderle mercancía. Nadie se le acercó a mi tío y por ende se regresó a estudiar Torá. Cuando llegó a

casa, estaba un árabe esperándolo con tres bolsas de trigo. El árabe le dijo que tenía que dejar la ciudad y

que necesitaba depositar con alguien de confianza su trigo. Le dio el trigo a mi tío y le dijo: "véndelo y te voy a

dar un porcentaje" - ganancia instantánea.

Cuando contaba esta historia, mi tío decía: "La gente puede pensar que ir al mercado ayudó a mi amigo, pero

no a mi. Pero eso es incorrecto. Tú no le tienes que decir al Todopoderoso cuándo y dónde tiene que

responder a tu esfuerzo. Tú sólo haces un esfuerzo y el Todopoderoso trae los resultados".

Tenemos que hacer un esfuerzo razonable. En el nivel en el que estaba mi tío, caminar por el mercado era un

esfuerzo por demás razonable.

Page 17: Las Seis Mitzvot Constantes

Esfuerzo Ilimitado Para las Mitzvot

Cuando se refiere a las mitzvot, ¿cuánto esfuerzo debemos hacer? Debemos hacer un esfuerzo ilimitado.

El Talmud (Avot 5:26) dice: "lefum tzaará agrá - de acuerdo al esfuerzo es la recompensa". Esto significa que

cada esfuerzo que haces para hacer una mitzvá es recompensado. Entonces, pon todas tus fuerzas! Inclusive

que parezca que no estás conquistando tu objetivo, no puedes dejar de intentarlo. Y uno nunca sabe... El

Todopoderoso puede hacer un milagro para ayudarte a lograr aquello que parecía imposible.

La Torá nos relata la historia de Batia, la hija del Faraón, quien encontró a Moshé flotando en el Nilo. Batia

trató de estirar su mano lo más posible para rescatar a Moshé, inclusive que la canasta estaba lejos, en la

mitad del río, mientras que ella estaba parada en la orilla. Dios recompensó su esfuerzo y el brazo de Batia

milagrosamente se extendió y pudo salvar a Moshé. (Éxodo 2:5 con Rashi).

¿Por qué Batia estiró su mano cuando parecía que era imposible llegar hasta Moshé? ¿Ella estaba haciendo

el esfuerzo inapropiado esperando un milagro?

No. No estaba esperando un milagro. Vio a un bebé en el río e instintivamente estiró su mano para salvarlo.

Fue una reacción natural de preocupación. Si vieras a un niño corriendo frente a un coche, estirarías tu mano

inclusive que el niño estuviera muy alejado. Si te importa, reaccionas. Y Dios recompensó la preocupación de

Batia con un milagro que le ayudó a lograr su objetivo.

Cuando se refiere a hacer mitzvot no hay límite de cuánto esfuerzo tienes que hacer. Batia sólo tenía un

momento para reaccionar, entonces lo único que podía hacer era preocuparse. Pero en general, necesitamos

usar nuestra cabeza para pensar de una manera sensible por medio de la cual podamos lograr el objetivo.

Debes trabajar dentro del sistema, porque a Dios no le gusta hacer milagros si no necesita hacerlos.

Usa tu cabeza - y el Todopoderoso te ayudará a encontrar una solución.

Niveles Más Profundos de Humildad

Cuando todo ya está dicho y hecho, hay algunas señales para saber si estás cumpliendo la mitzvá de "no

creer en otros dioses":

Si has adquirido humildad.

Si ya no estás batallando con tu ego.

Si entiendes que todo es un regalo.

Si te das cuenta de que finalmente no tienes ningún poder independiente de Dios.

Page 18: Las Seis Mitzvot Constantes

El Talmud dice que hay tres niveles de humildad - es decir, tres niveles de entendimiento de que no existe

otro poder en el mundo fuera de D-os.

El rey David representa un nivel. Dijo: "Anojí tolaat velo ish - soy un gusano, no un hombre". El rey David se

vio a si mismo como una criatura viviente sin importancia. El gusano es prácticamente indefenso, excepto por

el poder que le da Dios para protegerse. Como rey, David también tenía que planear estrategias y tomar

decisiones usando su cabeza. Entonces, todavía se veía como "algo" inclusive que fuese solamente un

gusano.

Abraham es el siguiente nivel de humildad. Dijo de si mismo: "Anojí afar vaefer - soy polvo y cenizas".

Abraham reconoció que su función en este mundo era enseñarle a la gente cuánto Dios los amaba. Se vio a si

mismo como un conducto, como un objeto inerte. Era polvo de la tierra - manteniendo todavía una función

como intermediario, sin importar su insignificancia.

El nivel más elevado de humildad fue Moshé, quien dijo: "Anajnu ma - ¿qué somos?". Él llegó al

entendimiento de que no existe nada más que Dios. No se consideró ni un gusano, ni el polvo de la tierra.

Moshé recibió la Torá de Dios, y se la transmitió al pueblo judío. Como tal, Moshé no podía permitirle a su "yo"

corromper el mensaje puro y verdadero de la Torá.

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Un objetivo primordial en la vida es lograr llegar al entendimiento de que no existe otro poder fuera de Dios, y

que cualquier cosa que hemos logrado es porque Dios ha querido que así sea. Esta es al esencia de "No

tendrás otros dioses". Y es una mitzvá constante porque tenemos el constante deseo del ietzer hará

trabajando en contra nuestra.

Que tengamos la fuerza y la claridad para sobreponernos a él.

"Recuerda al Señor, Tu Dios, porque es el que te da el poder de lograr lo que sea." (Deuteronomio 8:18)

Las Seis Mitzvot Constantes - Mitzvá 3: Dios es Uno

El bien, el mal, el éxito, el fracaso. La vida está llena de desafíos que nos distraen de la verdad; la única realidad es la existencia de Dios.

por Rav Noaj Weinberg zt"l

Page 19: Las Seis Mitzvot Constantes

Todos están familiarizados con el Shemá, el principal lema del Judaísmo: "Escucha Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno" (Deuteronomio 6:4).

El concepto de la "Unicidad" es crucial para poder tener un entendimiento adecuado de Dios. Maimónides escribe que el nivel más elevado de sabiduría que una persona puede obtener es comprender la unicidad de Dios.

¿Por qué la unicidad de Dios es un tema tan central para nuestra creencia? ¿Por qué debemos decir el Shemá dos veces al día y aspirar a que sean las últimas palabras que digamos antes de morir? ¿Realmente importa si Dios es uno y no tres?

Apego Vs. Autonomía

Antes de la creación del mundo, sólo existía Dios. No había ninguna entidad separada en ninguna forma.

Inclusive después de la creación, todo en el mundo permaneció como parte de Dios.

La única diferencia es que por medio del milagro de la creación, Dios le dio a cada ser humano libre albedrío. Con esto, tenemos la habilidad especial de pensar por nosotros mismos y actuar de acuerdo a aquellos pensamientos. Es como si dentro de Dios permanecemos con una cierta autonomía.

Sin embargo, seguimos siendo parte de Dios, porque Él es todo lo que hay.

Entonces, ¿cuál fue el propósito de hacernos una entidad separada de Dios?

Rabí Moshé Jaim Luzzatto (Italia, Siglo XVIII) explica en su famoso libro "La Senda de los Justos": El propósito de la creación es obtener placer. El placer supremo es el apego a Dios. ¿Dónde principalmente se encuentra manifestado este placer? Se encuentra en el mundo eterno de las almas, donde tenemos una absoluta claridad de la unicidad de Dios, y reconocemos que estamos totalmente apegados a Él, como siempre lo habíamos estado.

La autonomía de este mundo, el libre albedrío, puede desviar a la persona a pensar que existe algo fuera de Dios. Por lo tanto es un desafío constante el poder sobreponernos a esa ilusión, y ver que la única existencia es Dios; que Dios es uno.

El Mal no Es Independiente

La segunda mitzvá constante - No creas en otros dioses - habla sobre el ietzer hará, nuestra inclinación negativa de alejarnos de Dios. Dijimos que es un error seguir al ietzer hará, porque es una ilusión, una gratificación temporaria que finalmente no satisface.

Esta mitzvá: "Dios es uno", es mucho más profunda. Si el ietzer hará existe, debe ser también una parte de Dios. Y si es parte de Dios, por definición es bueno. Esto nos lleva obviamente a formularnos la pregunta: ¿Cómo puede ser que el Ietzer hará es algo bueno?

Page 20: Las Seis Mitzvot Constantes

Piensa en un atleta, un saltador en altura de categoría mundial. Cuando el entrenador le levanta la barra, ¿está tratando de hacerle la vida difícil o está haciendo que el atleta ponga en práctica todo su potencial? Claro que el entrenador quiere que su atleta tenga éxito! Y si es un buen entrenador, sabe cuándo y cuánto debe alzar la barra. Claro, el atleta puede fallar en saltar la barra, pero el entrenador sabe que con una concentración adecuada y esfuerzo, el atleta va a lograrlo.

Ya que el propósito de la creación es ganarnos el placer eterno, el propósito del Ietzer hará debe ser posibilitarnos obtener un placer adicional. Así que, aunque parezca que el ietzer hará nos está alejando de Dios, en realidad nos provee oportunidades para acercarnos a él. El mal te da otra batalla para llegar a la verdad, para que puedas obtener placer de ese descubrimiento.

Si "el desafío" no existiera, no habría un aprecio especial por hacer lo que es correcto. Por el contrario, sólo estarías haciendo lo que harías de forma natural. Todos los desafíos, todas las molestias están diseñadas simplemente para sacar lo mejor de ti - no para estorbarte.

Un axioma del pensamiento judío es que Dios nunca te pone un desafío que es demasiado difícil para ti pasarlo.

Aprende a leer los mensajes de la vida adecuadamente. Cuando tu ietzer hará venga y te diga que infrinjas un precepto, realmente te está diciendo: "Aquí tienes un desafío, vamos a ver si lo puedes sobrepasar".

El Bien y el Mal Van en la Misma Dirección

No entendemos correctamente al mal, porque nos lo tomamos seriamente. Pensamos que es una voz independiente, pero eso es una ilusión.

Por ejemplo, que tal si dices: "Me encantaría estudiar Torá hoy, pero tengo un dolor de cabeza que me impide hacerlo".

Este es un malentendido de lo que significa: "Dios es uno". ¿Es el dolor de cabeza una molestia que salió de Marte? Claro que no! Este dolor de cabeza fue diseñado especialmente para ti, para acercarte más a Dios - no menos que el rezo, la caridad, o cualquier otra oportunidad de una mitzvá.

Entonces ¿por qué dolor de cabeza? Existen muchos diferentes aspectos que nacen de la misma fuente, con el mismo propósito. Obviamente existen diferentes piezas para el rompecabezas, diferentes músculos espirituales deben ser ejercitados. Pero el "bien" y el "mal" tienen el mismo objetivo.

En los tiempos que el Templo de Jerusalem estaba en pié, una persona que salía de una situación difícil, por ejemplo alguien que estaba enfermo y se mejoró, tenía que traer una "ofrenda de agradecimiento". Podemos entender que esto era agradecerle a Dios por recuperarnos, pero ¿no fue Dios el que hizo que nos enfermáramos?

Page 21: Las Seis Mitzvot Constantes

Por eso también estamos agradecidos. Por difícil que parezcan las enfermedades y las malas experiencias, éstas son de alguna forma lo que la persona necesitaba en el espectro total de su vida. Gracias a ese sufrimiento ella se hace una persona más fuerte, más sabia, y más compasiva.

Nosotros, los seres humanos, tendemos a buscar la forma fácil de encontrar una excusa para "darnos por vencidos". Un dolor de cabeza hace más difícil el poder concentrarnos, y creemos que eso nos da una excusa para parar. Pero realmente todo es entendible bajo el concepto de "Dios es Uno", y por lo tanto es una oportunidad para tomar un nuevo desafío.

Esto se aplica de la misma forma estableciendo metas en la vida. Claro que necesitamos poner cimientos para poder hacer un progreso significativo. Pero no debemos dejar estos planes en el rígido cemento. Deben ser lo suficientemente flexibles como para poder dejar acoplar nuevos desafíos. Esa es la manera en la cual Dios nos observa y nos guía. Dios puede cambiar la "temperatura" para asegurarse de que estemos encaminándonos en la dirección adecuada. Pero si los planes están definidos tan claramente que no podemos realizar cambios, esa es una falta de creencia en el concepto de la unicidad de Dios.

Debemos batallar constantemente con la ilusión de que las fuerzas del bien y del mal están luchando una con la otra. En realidad, cada ocurrencia en la vida está apuntando a la misma dirección. "El mal" es un desafío que nos acerca más a Dios, al darnos la oportunidad de tomar la decisión adecuada y ganarnos esa cercanía.

Los Demás También Son Nuestra Responsabilidad

El Talmud pregunta: "¿Por qué fue creado Adán solo? Para que toda persona diga: "Todo el mundo fue creado sólo para mí".

¿Esto no es un poco egocéntrico?

Por el contrario. Es un reconocimiento de que todo en el mundo, incluyendo las necesidades de cualquier otro ser humano, fue creado para ti. Si alguien necesita ayuda, es parte de tu desafío. Todo en la tierra, incluyendo todos los problemas, así como la belleza, ofrece una nueva oportunidad. Todo fue hecho a medida por Dios.

Cada experiencia que vives es algo de lo cual debes aprender, y justo en el momento que más lo necesitas. Mira alrededor tuyo y pregúntate: "¿Qué me está diciendo todo esto? ¿Por qué esto es una parte de mi camino hacia la perfección?".

Si Dios te está dando muchas responsabilidades al mismo tiempo, entonces tienes que darte cuenta de cuál quiere que escojas. ¿Cuál es el equilibrio adecuado? El dilema mismo fue enviado por Dios, para ayudarnos a crecer. No es el resultado de una fuerza opuesta la que se está poniendo en tu camino. No es que hay diferentes aspectos en la vida y tenemos que aprender a hacer un acuerdo entre uno y otro: "Hubiera querido, pero...". No existe tal cosa. Te fue dada una enorme gama de posibilidades, basadas en tus capacidades y existe una respuesta clara para ti.

Page 22: Las Seis Mitzvot Constantes

La base es ser objetivamente honesto contigo mismo y no escoger una comodidad física o emocional en contra del desafío.

Aquí hay un ejemplo: Decimos: "Yo se que debo estudiar Torá y ayudar a otras personas, pero si lo hago, no voy a poder ganarme la vida". ¿Estás diciendo que son fuerzas opuestas? Vamos a ponerlo todo en la ecuación: Dios te ha dado la responsabilidad de mantener una familia; Dios te ha dado la responsabilidad de ayudar a arreglar el mundo; Dios te ha dado la responsabilidad de conocerLo a través de Su Torá.

Ahora ¿cómo logras todo eso? ¿Qué es lo que quiere Dios que escojas? Y ¿en qué proporción y cuándo? Esas son tus preguntas.

Decimos el Shemá dos veces al día para repasar el concepto: "Dios es uno". Eso es porque tenemos que vivir en esta realidad 24 horas al día, y luchar contra la tentación constante de decir: "Me gustaría estudiar pero estoy cansado. Me gustaría hacer esta mitzvá, pero no me estoy sintiendo bien".

"La unicidad de Dios", demanda que pongamos todo, incluyendo el dolor de cabeza, en la ecuación, y así trabajemos sobre el acercamiento adecuado. No tengas una doble vida: una para ti y una para la religión, pues la vida es toda una.

Inclusive la Muerte Te Puede Acercar a Dios

El Talmud nos cuenta la increíble historia de Rabí Akiva. Hace casi 2000 años, los romanos trataron de borrar al Judaísmo y hacer el estudio de Torá ilegal. Rabí Akiva no podía tolerar la idea de abandonar la Torá, así que reunió a sus discípulos y les enseñó Torá.

Los romanos arrestaron a Rabí Akiva y lo ejecutaron brutalmente arrancándole la piel de su cuerpo con peines de acero. Mientras estaba siendo torturado, Rabí Akiva alegremente recitó el Shemá: "Escucha Israel, el Señor Nuestro Dios, el Señor es Uno".

Sus estudiantes perplejos le preguntaron: "Rebe, ¿cómo puedes alabar a Dios mientras sufres esta tortura?!".

Rabí Akiva replicó: "Toda mi vida pensé que una persona tiene que darle el 100 por ciento a Dios. Ahora que tengo la oportunidad, con alegría lo hago!".

¿Rabí Akiva no quería vivir? Ciertamente el morir no es el propósito de la vida! Buscamos acercarnos más a Dios, y una vez que estás muerto, no puedes lograr nada más. Parece ser que la muerte es un aspecto de la vida que nos mueve en la dirección contraria. Todo lo demás puede ser visto como un desafío, como una oportunidad, una manera de acercarnos más a Dios. Excepto la muerte. La muerte detiene el proceso de crecimiento. Sólo llegaste al nivel que obtuviste durante tu vida, y eso es para la eternidad.

Entonces, si hay algo que la persona no debe querer es la muerte. Esa es la razón por la cual los estudiantes de Rabí Akiva estaban tan asombrados. Preguntaron: "Rebe, entendemos el poder de

Page 23: Las Seis Mitzvot Constantes

morir en nombre de la santificación del Nombre de Dios. Pero ¿de dónde viene la alegría? No hay más crecimiento para ti!".

No hay duda de que Rabí Akiva quería vivir, y que apreciaba la vida más de lo que nosotros podríamos apreciarla. Sin embargo, Rabí Akiva estaba enseñándole a sus estudiantes que aunque parezca que la muerte va en contra de todo el proceso de crecimiento, sacrificar tu proceso de crecimiento por Dios, es en si mismo el nivel más elevado de crecimiento! ¿Estás dispuesto a dejar todas aquellas oportunidades para acercarte a Dios simplemente porque es Su voluntad? Esto te lleva hasta el lugar más cercano al que puedes llegar. Estás moviéndote realmente a una velocidad impresionante en la dirección correcta.

Cuando algo nos impide estudiar o crecer cómodamente, estamos tentados a verlo como que procede de otra fuente, es decir que no viene de Dios. Pero Rabí Akiva nos enseñó una lección: "Dios es Uno". A pesar de las circunstancias, inclusive que parezca más difícil estudiar, crecer y estar conscientes, el desafío todavía es una oportunidad, otro paso para acercarnos más a Dios.

Claro, un dolor de cabeza es distinto que morir, pero filosóficamente es el mismo concepto.

"Dios Es Uno", No Hay Nada que Temer

En el servicio de la tarde de Shabat decimos: "Tú eres Uno, y Tu Nombre es uno y quién es como Tu pueblo Israel". Esta plegaria habla sobre el final de los días, cuando el Pueblo Judío estará unido, trabajando en armonía con una misma meta, y cuando la humanidad reconozca que todo proviene de Dios.

En la vida diaria, a veces estamos confundidos porque un día nos movemos en una dirección y al día siguiente en otra. Pero ¿qué ocurre cuando vemos el propósito particular de todo? El rezo nos dice que a este estado de exaltación le llamamos Menujat Shalom. Esto es, la tranquilidad total; la paz interna.

Nos enfrentamos sin protección ante diferentes desafíos que no esperábamos. Ahí es cuando empezamos a recoger los mensajes incorrectos. Pero si sabes la verdad, no vas a temerle a ninguna sorpresa. Si sabes que lo que se te "presenta en el camino" es todo parte del plan Divino, entonces nada puede ser un obstáculo imposible.

Esta perspectiva trae un profundo sentimiento de seguridad. Si sabes que todo te lo envía Dios para tu bien, entonces no hay nada que temer.

El Rey Salomón dice que sólo hay una cosa de la cual temer: El olvidarse de la unicidad de Dios.

La plegaria de Shabat también habla sobre Menujat Emet Veemuná - verdadera paz y seguridad. En Shabat, nos alejamos de nuestros esfuerzos diarios de moldear el mundo, y en lugar de eso dejamos que las cosas fluyan en su orden natural. Allí es cuando percibimos más intensamente que Dios creó el mundo y que hay un propósito para todo.

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Page 24: Las Seis Mitzvot Constantes

La claridad de que "Dios es uno" nos da esta paz interna siete días a la semana. Claro que todavía tenemos que luchar y encontrar la fuerza para hacerlo. Pero al menos no sentimos que estamos luchando contra una fuerza exterior. Tus esfuerzos nunca pueden ser abandonados porque "las cosas no funcionaron". No existe tal cosa. Las dificultades son un nuevo desafío en tu travesía hacia la perfección.

El único contratiempo posible es impuesto por uno mismo al no pensar que los desafíos son enviados por Dios para guiarnos.

Entonces, ¿por qué la mitzvá de creer que "Dios es uno" es tan importante? Porque en realidad no hay nada más. Dios es todo.

Las Seis Mitzvot Constantes - Mitzvá 4: Amar a Dios

El apasionado deseo de conectarnos con el Todopoderoso es una búsqueda humana constante. ¿Cómo sabemos si nos estamos conectando?

por Rav Noaj Weinberg zt"l

Mitzvá #4 - Amar a Dios

Todo el mundo canta y sueña sobre estar enamorado. Pero ¿sabemos lo que significa "amar"?

El amor es el placer emocional de percibir las virtudes en otra persona. Como Maimónides escribe: Una persona sólo puede amar de acuerdo al grado de conocimiento que tiene sobre el objeto de su amor. Si sabe poquito, ama poquito. Si sabe mucho, puede amar mucho (Leyes de Teshuva 10:6).

El amar a Dios es una mitzvá constante. De alguna manera es fácil, ya que todo lo referente a Dios es virtuoso. Sin embargo, el desafío es que todo depende del grado de conocimiento que tenemos sobre Él.

La Torá plantea tres caminos principales para desarrollar el amor a Dios: "Debes amar a Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus posesiones" (Deuteronomio 6:5).

¿Cuándo amas a Dios "con todo tu corazón"? Cuando tu deseo más íntimo es cumplir Su voluntad. Por ejemplo: considera a alguien que tiene una carrera exitosa pero requiere que trabaje en Shabat. Amar a Dios significa que si tu carrera no se alinea con lo que Dios quiere, entonces tienes que renunciar a ella. No porque quieras sufrir, sino porque ya no es más tu deseo. Has llegado al nivel donde tu voluntad y la voluntad de Dios son una.

Page 25: Las Seis Mitzvot Constantes

¿Qué es amar a Dios con "toda tu alma?" Es usar toda tu energía y tus talentos para servir a Dios. Inclusive cuando involucre dolor y humillación. E incluso que signifique dar tu vida por ello.

Amar a Dios "con todas tus posesiones" significa utilizar todos tus recursos materiales para el servicio Divino. Esto significa gastar tu dinero en mitzvot, en caridad, y dejar de lado oportunidades de negocios que involucren transgredir una mitzvá.

Vamos a examinar las herramientas específicas para desarrollar nuestro amor a Dios en cada una de las siguientes áreas.

Método #1: La naturaleza

Cuando alguien te da un regalo, la respuesta natural es amar la fuente de ese regalo.

El mundo de la naturaleza, con todo su fenomenal genio, belleza y simetría, es un regalo de Dios.

Maimónides escribe:

¿Cuál es el camino de amor (y conciencia) hacia Dios? Cuando uno medita sobre los increíbles y maravillosos actos de la creación y ve en ellos la genialidad que no tiene comparación, entonces la persona automáticamente va a amar, alabar, glorificar, y desear profundamente la grandeza de Dios. (Fundamentos de la Torá 2:2).

Las maravillas de la creación son infinitas: Pájaros, flores, montañas, bebés. El equilibrio del ecosistema, la interacción del cuerpo humano. Es todo una maravilla. Y a medida que la ciencia hace más descubrimientos, capas más profundas emergen continuamente.

El Talmud dice que una de las primeras preguntas que se le hacen a una persona cuando llega al cielo es: "¿Has probado todos los frutos de Dios?". La belleza de la fruta que nos nutre incluye muchos beneficios como sabor, textura, color y forma. Se nos preguntará: "¿Has probado todas las frutas?" - en otras palabras: "¿apreciaste los regalos de Dios en este mundo?".

¿Cómo es que apreciamos el valor de los regalos de Dios? Al enfocarnos en el hecho de que las cosas de las cuales carecemos no son nada en comparación a lo que ya tenemos. Considera por ejemplo tus ojos. No podrías pagar un ojo con un millón de dólares. Sin embargo, Dios te dio un par de ojos que trabajan más eficientemente que los instrumentos visuales computarizados más sofisticados del mundo. Y son gratis!

Medita sobre la creación, y luego conéctalo con la Fuente. Esto te llevará a amar a Dios con "todas tus posesiones".

¿Cómo es eso? Imagínate que alguien te dio un automóvil como regalo, y después te lo pidió prestado. Sería un placer para ti prestárselo.

Entonces, si Dios te pide el 10 por ciento de tus ingresos para la caridad, o para poner una mezuzá en el marco de tu puerta, ¿cómo te puedes rehusar?

Page 26: Las Seis Mitzvot Constantes

Método #2: La Historia

El verdadero amor a Dios va aún más allá. Sólo porque alguien te dio un automóvil no significa que tienes que comprometerte toda tu vida a ayudarlo.

Para incrementar el amor a Dios, estudia tu historia personal. Considera cómo Dios te da cada milésima de fuerza y habilidad. Te mantiene respirando y mantiene a tus órganos funcionando. Te ayuda a obtener un trabajo, encontrar una pareja y construir un hogar. Y te da la vida misma.

Dios es nuestro Dios individual, personal. Esa es la razón por la cuál el versículo dice "con todo tu corazón... con toda tu alma... con todas tus posesiones".

¿A veces te encuentras con problemas? No es que te las has arreglado y luchado y después de todo has sobrevivido, sino por el contrario, Dios te ha enseñado el camino adecuado y te ha dado la oportunidad de crecer. Él arregla todo de acuerdo a tus circunstancias especiales para enseñarte y guiarte en cada paso y momento.

La intuición nos dice que existe un significado intrínseco en el mundo. Sino, ¿para qué levantarnos en la mañana?

Nada es casual. Dios nos está probando y enviando mensajes constantemente. No es un castigo. Sólo nos quiere despertar. Así como nos quiere llenar de regalos, también nos quiere mandar una señal si nos estamos ahogando. Dios dice: "¿Realmente quieres que tu vida tenga un sentido? ¿Realmente quieres estar satisfecho? Probablemente estas yendo en el camino incorrecto. Soy Yo, Dios el que te habla. Presta atención".

Dios también se involucra en nuestras vidas en el plano nacional. Si eres parte de la cadena eterna judía, date cuenta de cuánto se ha salido de Su camino para traer la preciosa herencia judía hacia ti. Estudia la historia universal para ver cómo Dios ha asegurado la supervivencia del pueblo judío a pesar de las imposibles probabilidades.

Si alguien te ha probado que haría grandes esfuerzos por ti – inclusive al punto extremo de salvarte la vida - entonces tu nivel de gratitud será acorde a ello. Dios te ha dado eso y más. Entonces, es nuestro placer realizar esfuerzos por Dios - darle nuestro tiempo, nuestras habilidades, y si es necesario, nuestra vida misma.

Eso es amar a Dios, con "toda tu alma".

Método #3: Torá

Sin embargo, esta conciencia no te llevará necesariamente a cambiar tus deseos más íntimos.

¿Qué es lo que te motivará a cambiar? Darte cuenta de que tu deseo más íntimo es conectarte con Dios.

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El estudio de Torá es la manera de descubrir este camino de significado. Torat Jaim, literalmente el libro de "instrucciones para vivir", es la comunicación de Dios al mundo. Es la inversión suprema de sabiduría para tener éxito en un matrimonio, en la educación de los hijos, la construcción comunitaria y mejorar el mundo en general.

Así como las leyes físicas son muchas y complejas, también las verdades metafísicas son complejas. Toma mucho esfuerzo entenderlas. Pero una vez que las trabajas y adquieres claridad, estarás por demás impactado. Todo compaginará y empezarás a ver la perfección, consistencia y armonía del sistema.

Eso es porque la Torá es la mente de Dios.

¿Qué pasa si estudias Torá y no sientes nada? No la has estudiado apropiadamente.

La señal del éxito en el estudio de Torá es cuando se convierte en una adicción insaciable. Si algo no tiene sentido, vas a comerte la cabeza hasta averiguarlo. Cada vez que tengas éxito en resolverlo, el placer te va a provocar querer más y más. Este nivel es llamado Ahavat Torá - el verdadero amor por la Torá. Estás tan asombrado que el estudio se convierte en tu verdadera esencia y quieres absorber lo más que puedas.

El estudio de Torá nos transmite la idea de que Dios es la fuente infinita de toda la sabiduría y define lo último en "significado". Por lo tanto, los deseos y metas personales no se pueden comparar, y dejarás todo aquello que no es coherente con la voluntad de Dios.

Eso es amar a Dios "con todo tu corazón".

Enfoque Adecuado

Cuando vemos el Gran Cañón del Colorado, nos asombramos. Cuando vemos un campo fresco lleno de nieve nos inspira tranquilidad. Cuando los rayos iluminan un cielo estrellado es estimulante. Y cuando nace un bebé, percibimos pureza y perfección.

Es lógico que cuanto más uno entienda la naturaleza, más amor sentirá por Dios. Sin embargo, si este proceso es tan simple ¿por qué existen científicos - que entienden la perfección de la naturaleza - que no se han acercado a Dios? ¿No debería ser automático?

Un hombre visitó el Louvre, el famoso museo de arte en París. Después de ver a su alrededor por un tiempo dijo: "No puedo entender por qué todos hacen tanto alboroto acerca de este lugar. Cada pintura aquí parece un yogurt".

Finalmente alguien le tocó el hombro y le dijo: "Señor, límpiese el yogurt de sus lentes!".

Amar a Dios es una cuestión de enfoque. Dos personas pueden atestiguar la misma escena, sin embargo pueden tener impresiones por demás diferentes. ¿Por qué? Porque se enfocaron en diferentes detalles basados en sus actitudes existentes y distintas expectativas.

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Cuando tu cerebro absorbe nueva información, entra a un sistema de fichaje que conforma tu perspectiva básica de la vida. Automáticamente traduces todo lo que ves y escuchas en relación a tu sistema pre-existente.

El pre-requisito principal para amar a Dios es tener la mente abierta. No decidas por adelantado qué verdad verás. Remueve los bloques que te impiden observar el mundo con honestidad y apertura. Tienes que saber lo que quieres, sin intereses de por medio: "¿Qué me está diciendo la naturaleza?".

Considera el evolucionismo, que afirma que la naturaleza se creó por si misma y se mantiene también por si sola. Mientras descubre más y más complejidades en la naturaleza, su compromiso a tal actitud se fortalece. "¡Increíble!" - dice. "Si la fuerza nuclear fuera sólo un poquito más débil, entonces el protón no se podría combinar con el neutrón y el sol sería meramente una bola fría de gas. Por lo tanto, la vida tuvo que haber evolucionado!". Ellos aprecian la naturaleza, pero como un fin en si misma.

El judaísmo dice que Dios está oculto dentro de la naturaleza. Es por medio de la belleza de la naturaleza que descubrimos a Dios. Así como cada pincelada de Picasso contiene su firma, de la misma forma todo en este mundo tiene la firma de Dios. De hecho, muchos científicos creen en Dios precisamente porque la perfección de la naturaleza es la evidencia de dicha creencia. Como Einstein una vez dijo: "Quiero saber cómo Dios creó el universo. El resto son detalles".

Experiencia Trascendental

Si las creaciones de Dios tienen tal impacto, cuánto más una experiencia con el Creador mismo.

El Rey David dijo: "Los ojos de los seres humanos te ven a Ti, Dios, y Tú les das comida en su tiempo adecuado" (Salmos 145:15).

¿Cómo es que el Rey David hizo tal aseveración? La mayoría de la gente parece estar paseando, trabajando, comprando. ¿Dónde están todas las personas "levantando sus ojos al cielo" y agradeciéndole a Dios por darles su sustento en su "apropiado tiempo"?!

El Rey David estaba consciente de la realidad interna del hombre. Considera los juegos psicológicos que la gente juega con ellos mismos, los temas que evitan tocar, la manera en cómo se mantienen ocupados y trabajan para no tener que pensar en Dios. Hay algo que todos saben. Se están escapando de ello.

Inclusive el ateo. Muy dentro de sí, en el corazón de su corazón, en su conciencia más profunda, cualquier ser humano quiere significado. En el libro Mesilat Yesharim ("El Camino de los Justos"), el Rabí Luzzatto dice que el hombre solamente fue creado para disfrutar del placer eterno de la cercanía a Dios. Todos quieren estar cerca de Dios. "Es difícil. Lo estoy evadiendo. Pero es un hecho del cual no puedo huir".

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¿Por qué hay tanta gente que nunca está en paz, satisfecha, feliz? Porque nuestro anhelo interno verdadero desea el Infinito. Estamos buscando aquello que nunca puede ser apagado con algo físico. Cada uno de nosotros somos un recipiente, capaz de apreciar el Infinito y obtener un placer infinito de eso. Cualquier cosa menos que lo infinito te deja insatisfecho.

Esa es la razón por la cual la Torá nos puede ordenar a nosotros la emoción del amor. El versículo dice que el amor a Dios está en "tu corazón" (Deuteronomio 6:6). El amor ya está ahí, sólo necesitamos ponernos en contacto con él.

Imagínate a alguien viajando por todo el mundo, buscando experiencias excitantes. Ahora dile que en el cuarto de al lado puede sentarse y hablar con Dios, el Todopoderoso durante toda una hora!

Una conversación privada con el Rey. No sería esa la experiencia más increíble!.

"Remueve el yogurt de tus lentes". Reconoce el vacío. No hay nada en las esferas físicas y emocionales que nos pueda satisfacer completamente, porque estamos abiertos a mucho más.

Entonces prueba un poco de ese placer. No fuiste creado para sufrir en este mundo y ganarte un premio en el mundo venidero. Si utilizas tus ojos y tu cerebro, puedes tener el placer de esa cercanía hoy mismo, cada vez que te conectes con la verdad de la grandeza de Dios. Todo lo demás es nada. No hay siquiera competencia.

Anhelando Independencia

Una llave para amar a Dios es dejar a un lado la ilusión de que estás solo y eres meritorio por tus logros. En lugar de eso reconoce que todo lo que tienes es un regalo de Dios.

¿Por qué la gratitud es una idea tan difícil de retener? Porque el ego humano anhela independencia. Le teme al concepto de sentirnos en deuda con un Poder más elevado. Preferimos creer que lo hemos hecho nosotros mismos!

Reconocer la mano de Dios conlleva temibles consecuencias. Si existe realmente un Creador y un propósito en la vida, entonces no estamos totalmente libres para hacer lo que queramos. Alguien más está al mando.

Irónicamente, la gente escala una montaña para obtener el máximo placer trascendental. Sin embargo, huyen de Dios porque tienen miedo de que los ahorque.

En verdad, la vida "restringida" a la que la gente teme, es realmente una vida de increíble felicidad. Al tener conciencia de la existencia de Dios, sabes hacia dónde estás yendo. Te entiendes a ti mismo. Estás enfocado y eliminas la confusión.

La mejor manera de obtener esta claridad es preguntarte continuamente: "¿Para qué estoy viviendo? ¿Qué es lo que quiero de la vida?".

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Date cuenta de que Dios es todo "bueno". No hay nada de que ocultarse. No hay razón para cerrar tus ojos o tu corazón. Porque todo lo que Él quiere, es darte todo lo que pudieras querer.

Al lado del amor a Dios, todos los demás placeres son insignificantes. Podemos tener una pizza deliciosa, mucho dinero, amor y poder. Pero los seres humanos buscan trascender la realidad mundana del diario vivir. Esta es la razón por la cual el misterio, la magia y los milagros capturan nuestra imaginación. Nos hacen traspasar nuestras limitaciones y fusionar nuestra pequeña e insignificante persona (relativamente hablando) con la grandiosa Unidad Infinita.

Las trivialidades a las cuales cedes no son nada comparadas con la colección infinita de placer que puedes obtener.

Acciones Externas, Emociones Internas

¿Cómo mide una persona su amor a Dios?

Cuando amas a alguien, obtienes un placer tremendo de hacer cosas por esa persona, incluso cosas difíciles. Por lo tanto, tu grado de placer al hacer cosas por Dios indica cuánto "amor a Dios" has logrado.

Asimismo funciona en la otra dirección. Al realizar un acto en honor a Dios, puedes engendrar la emoción de amor que estás tratando de adquirir.

El judaísmo tiene un principio llamado "jitzoniut meorer pinimiut" - "lo externo despierta lo interno". Es posible desarrollar una emoción sólo actuando como si estuvieras ya en ese estado emocional. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que cuando alguien pone en acción ciertos músculos al sonreír, se produce una elevación en el estado de ánimo.

¿Cómo se aplica esto en términos espirituales? Vamos a decir que una persona quiere ser más dadivosa. ¿Es mejor darle $1 dólar de caridad a 100 personas o $100 dólares a una sola?

Si das caridad 100 veces, la repetición del acto físico rompe tu egocentrismo y engendra el comportamiento de una persona más caritativa.

Cualquier amor se manifiesta como un enlace. Amor a Dios significa sentirte conectado con Él. La Torá nos da 613 mitzvot, 613 actividades, cada una diseñada para construir una conexión con Dios. De hecho la palabra "mitzvá" proviene de una raíz que significa "conexión".

El Poder de las Mitzvot

La vida diaria de un judío tiene en ella actividades diseñadas para despertar el amor a Dios. Maimónides explica estos ejemplos:

Tzitzit: el judío viste una prenda que tiene 4 esquinas con hilos, como el "uniforme" del ejército de Dios. Así como un soldado es siempre responsable de mantener los estándares de su unidad, los Tzitzit le recuerdan al que los viste sus deberes hacia Dios. Un soldado que se pone en el frente

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ama a su país más intensamente que un civil. De la misma forma tener conciencia del dominio de Dios produce amor y lealtad.

Brit Milá: La circuncisión, la señal del pacto eterno con Dios, ha sido practicada por los judíos por casi 4,000 años desde que Abraham fue ordenado hacerla.

Birkat Hamazón: Recitamos "un agradecimiento después de las comidas" para enfocarnos en los regalos de Dios, no sólo en nuestro alimento físico, sino también en nuestras necesidades espirituales.

Escribir un Sefer Torá: Esta mitzvá aumenta nuestra conciencia acerca de la importancia de la Torá, e incrementa nuestro amor hacia el Autor de estas preciosas "instrucciones para vivir".

Tefilin y Mezuzá: Los versículos que estos contienen describen el éxodo de Egipto, desarrollando en nosotros la idea de que Dios constantemente nos saca de la "esclavitud", al guiarnos, enseñarnos y arreglarnos los eventos en nuestras vidas.

Recitar el "Shemá": Vocalizamos que Dios es Uno, que es un Dios personal que se preocupa de cada uno de nosotros, y que todo lo que hace es sólo para nuestro beneficio.

Rezo: El propósito del rezo es recordarnos que Dios es la fuente constante e infinita de la vida.

Birkat Cohanim: Las bendiciones sacerdotales, que las recitan los cohanim, nos enseñan que Dios nos ama y que quiere bendecirnos con todo lo bueno.

Compartiendo la Idea de Dios con Otros

Una manifestación poderosa del amor a Dios es el deseo de compartirlo. Cuando amas a Dios y ves a otras personas estancándose con todo tipo de trivialidades, te duele. Están perdiéndose de una experiencia humana increíble. Entonces, cuando amas a Dios, quieres que todos los demás también lo compartan.

El deseo personal de compartir a Dios con otros, es un buen indicador de tu propio amor a Dios. Es natural el compartir con otros lo que más amas, así como una abuelita orgullosa muestra las fotos de sus nietos.

Abraham se convirtió en el primer judío, no porque fue el primero en conectarse con Dios, sino porque fue el primero en ir y compartirlo con otros. Su tienda estaba ubicada en medio de una carretera entre ciudades, para poder estar constantemente en contacto con la gente y así poder entrar en conversaciones con ellos. Y cuando la idea de Dios no era popular, Abraham se sobrepuso a todo tipo de persecuciones, incluyendo el haber sido arrojado a una hoguera.

A diferencia de las personas que se ponen celosas cuando la atención de su amado se dirige a otro lado, al referirnos a Dios, deseamos que otros también tengan una relación con Él. Eso es porque Dios es infinito. Puede ser compartido con quien sea, sin que perdamos nada.

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Y el deseo de compartir el amor a Dios trasciende todo. Si hay una carencia de conciencia de Dios en el mundo, entonces tu relación con Dios es carente también. Dios es el lazo que une a la humanidad. Es por eso que tratar de enseñar a otros acerca de Dios es una parte tan importante en Su servicio.

No Hay Lugar Para Otras Actividades

¿Qué constituye una violación a la mitzvá de amar a Dios?

Amar algo diferente que compita con tu anhelo de estar cerca de Dios.

La mitzvá de amar a Dios es estar constantemente ocupado persiguiendo la cercanía a Dios. Maimónides compara esto al anhelo tan intenso que siente un hombre por una mujer. Deberíamos estar tan involucrados con el deseo de acercarnos a Dios que no debería haber lugar para otra cosa.

La elección es nuestra. Como dijo el Rebe de Kotsk: "¿Dónde está Dios? Donde lo dejes entrar".

Afortunadamente tenemos un buen comienzo, pues el amor de Dios hacia nosotros es incesante y sentir el amor de Dios nos causa amarLo. Como dice el rey Shlomó: "Yo soy para mi Amado y mi Amado es para mí" (Cantar de los Cantares 6:3). Es una calle con dos direcciones y Dios siempre esta listo para conectarse.

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Pero no esperes que esta dinámica comience por si sola. Búscala inteligentemente. Ten predisposición para invertir tiempo y esfuerzo y así obtener este placer.

El amar a Dios es una mitzvá constante porque es un objetivo de vida.

La vida es una larga serie de eventos que nos hacen tomar conciencia de la grandeza de Dios. Enfócate en la naturaleza, la Torá, la historia, y conéctalo con el amor a Dios. Sin esto te estás perdiendo de la creación.

Las Seis Mitzvot Constantes - Mitzvá 5: Temer a Dios

El instinto humano es escaparse del miedo. El judaísmo enseña que el temor a Dios es un motivador positivo para lograr grandeza.

por Rav Noaj Weinberg zt"l

Mitzvá #5 - Temer a Dios

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La palabra "irá" significa "temor". La elección esencial de la vida es abrir nuestros ojos a las oportunidades disponibles, y tener temor de las consecuencias que provoca evadir esa realidad.

El temor es como cualquier otra emoción, existen tanto aspectos positivos como negativos. En tanto que el temor negativo es debilitante, el temor positivo es estimulante. La adrenalina hace que la sangre corra por tus venas. Te da el poder de lograr lo que quieras lograr. Si estás caminando y te encuentras una serpiente, el miedo te hará correr a una velocidad impresionante y saltar la barra como un atleta olímpico. El temor puede hacer que salgas del mundo de ensueños y entres completamente a la realidad.

Tomar la decisión correcta es una lucha humana constante. Tenemos una inclinación a irnos por el camino fácil e ignorar las consecuencias futuras. El miedo a las consecuencias puede ser un gran motivador para hacer un trabajo rápido y efectivo. "¿Ver o no ver?", esa es la pregunta judía.

Completa Libertad

Imagínate cámaras ocultas monitoreando tu progreso durante la vida. Todo el mundo está viendo. La gente aplaude cuando tienes éxito y abuchean cuando fracasas.

Con toda esa gente observando, ¿no te cuidarías en cada uno de tus movimientos? ¿Acaso tu motivación para lograr el éxito no se incrementaría tremendamente?

Camina con una constante conciencia de Dios. Todo está grabado en un videocasete. ¿Estás maximizando la oportunidad de vivir, o la estás desperdiciando? Un día tendremos que contestar por nuestras acciones.

Este temor te puede motivar para obtener grandeza.

Desafortunadamente, la naturaleza humana lleva a la distracción. Cada uno de nosotros tiene una inclinación negativa llamada ietzer hará. Es como un perro vicioso, siempre amenazándote: "Te estás sobrepasando. Vas a tener un ataque nervioso y te vas a quebrar". Dudamos en actuar porque le tememos a estas amenazas.

El temor a Dios es el medio mediante el cual podemos adquirir todas las otras mitzvot, y la llave para adquirir todo lo que queramos lograr en este mundo. Entonces, ¿qué es lo que nos está deteniendo?

Considera los siguientes cuatro mitos:

Mito #1: El Temor es Doloroso

Por un lado, la gente dice que el miedo es incómodo y amenazador. Estructuramos nuestras vidas para evadirlo. Por el otro lado, la gente se sube a montañas rusas y observa películas de terror, pagando una buena suma de dinero para ser asustados!!

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¿Cómo entendemos esta contradicción?

Es un error pensar que el temor es doloroso. Sí, el miedo es incómodo, pero nos trae un gran placer. Cuando te tiran del avión antes de que se abra el paracaídas, se te olvidan todas las tonterías de este mundo. El roce con la muerte te hace apreciar lo bueno que es estar vivo. Te conecta a la realidad. De repente la vida es emocionante!!

Contrarresta la incomodidad del temor enfocándote en el lado positivo: cada momento es vivido con conciencia y emoción. Reúne tus poderes. Usa tus potenciales. Motívate con el temor. Es emocionante estar con miedo!

Ve a un parque de diversiones y observa a la gente bajándose de una montaña rusa. Al comienzo, todos están murmurando: "Es increíble estar vivo". Después se ponen más serios, mientras empiezan a recordar sus problemas, y al final, ya están en tonterías de regreso a su estado depresivo.

La vida es aburrida sin temor. Date cuenta cómo la gente "exitosa" busca inevitablemente nuevas y más riesgosas aventuras.

¿Cuál es la llave para obtener lo máximo de la vida? Siéntete como si te estuvieras bajando constantemente de una montaña rusa.

Mito #2: El Temor es Paralizante

La gente cree que el miedo es paralizante y reduce tu potencial.

Realmente, lo contrario es verdad. El miedo puede generar grandes hazañas en los seres humanos. Todos hemos escuchado historias de una madre que levantó un auto para salvar a su hijo que estaba atrapado allí. Enfrentar al miedo te da poder. Te da una fuerza que no pensabas que tenías.

El miedo es dañino sólo cuando te escapas de él y no lo enfrentas.

Imagínate observar a un grupo de violentos pegándole a alguien, y tú sólo te quedas observando. Te sentirás muy mal cada vez que pienses en eso. Si no confrontas al miedo y defiendes lo que es correcto, sufrirás esa mala experiencia durante el resto de tu vida.

Pero si te enfrentas al grupo de violentos y ellos se echan para atrás (o inclusive si te peleas y acabas un poco ensangrentado) disfrutarás ese momento por el resto de tu vida. Tenías miedo, pero te enfrentaste. Hiciste lo correcto. Ese es el verdadero placer.

Es mejor tratar y fracasar, que haber tenido miedo de intentar.

Mientras que el "shock" debilita, el "miedo" nos motiva. Imagínate a un cowboy montando un caballo salvaje. El miedo de ser lanzado del caballo lo motiva en cada movida para que su respuesta sea audaz y rápida.

Intenta que así sea con la vida.

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Evitando el Desafío

Frecuentemente, nos perdemos la oportunidad de sobresalir porque decimos: "No puedo. Es demasiado esfuerzo para mí". Por ejemplo, imagínate que te piden que memorices una hoja del directorio telefónico en 24 horas. Imposible!!

Pero si te tuvieran como rehén y te dirían: "Si no te memorizas la hoja del directorio telefónico para mañana en la noche, estás muerto". No hay duda que lo harías.

Un ejemplo práctico: ¿Quieres levantarte de la cama en la mañana como un rayo? Claro que sí, pero es demasiado esfuerzo. ¿Si yo viniera cada mañana con un revolver te despertarías como un rayo? Sí, sin problema!

Ahora, ¿cuánto pagarías por levantarte de esa forma por el resto de tu vida? ¿$5,000?, ¿$10,000? Realmente te quieres levantar de esa forma! Entonces vamos! Hazlo!

Toma ventaja del poder del temor como herramienta para sobrepasar todos tus "no puedo". Haz una lista de estos "No puedo" y pon un premio sobre ellos. ¿Cuál es la recompensa y cuál es la consecuencia? Teniendo esta claridad te convertirás en un ser humano muy efectivo.

Mito #3 – Tener Miedo Significa una Pérdida de Libertad

La gente evita el temor para poder preservar su independencia. Pensamos que si existe una fuerza externa diciéndonos qué hacer, vamos a estar intimidados a convertirnos en robots. Preferimos escoger hacer lo que es correcto por nuestra propia cuenta.

El temor al Creador es diferente. Cuando temes violar la palabra de Dios, eso libera tu potencial. ¿Por qué? Porque Dios no te quiere controlar, sólo quiere lo bueno para ti. Entonces, el temor a Dios te libera de lo absurdo, de tus miedos ilusos, de las insignificancias. Al temer a Dios estás libre de todos los demás temores en el mundo.

El temor es sólo esclavizante cuando alguien intenta intencionalmente que le temas para poder controlarte. Pero el miedo a la realidad, la posibilidad de oportunidades perdidas, es una motivación para hacernos llegar a donde queremos estar. Todos decimos: "Quiero ser bueno, pero no quiero hacer el esfuerzo". El miedo te hace realizar tu trabajo.

En el trabajo, sabes que si no te presentas, te despedirán. Entonces, te levantas de la cama temprano. El miedo a reprobar un examen te hace estudiar más fuerte. Al final, el miedo te hace tener éxito y tener más respeto por ti mismo.

Todos queremos grandeza. Queremos ser duros, disciplinados, organizados. Por la cantidad correcta de dinero o por tu supervivencia, harías cualquier cosa para tener éxito.

Mito #4 – El Miedo es Degradante

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La gente cree que si un cierto acto es correcto lo debes hacer porque es correcto y no por el miedo a las consecuencias. Parece ser que uno se rebaja si hace las cosas por miedo.

Idealmente, debemos hacer todas las cosas correctas simplemente porque es lo que es correcto y evitar lo que es erróneo, sin tomar en cuenta las consecuencias. De hecho, los sabios nos dicen que aquel que sirve a Dios sólo por la recompensa o para evitar el castigo se encuentra en un nivel bajo. En realidad, se está sirviendo a si mismo. Si las fuerzas del mal podrían pagar mejor, él sería leal a ellas!

Entonces, ¿por qué hay una mitzvá especial de adquirir temor? ¿No deberíamos obtener una motivación total del amor a Dios?

Sí, alguien que sirve a Dios por amor está en un nivel mucho más alto. Y debemos aspirar hacer lo que es correcto porque es correcto y no porque te va a llevar "al cielo". Pero también debemos ser realistas, el amor a veces no es una motivación suficiente para hacer el bien.

Supón que hay un programa para ayudar a traer a la gente sin hogar a una casa comunitaria. Idealmente, harías esto gratis. Pero si te ofrecieran $100 dólares por cada persona, ¿acaso la recompensa te "corrompería"? No. Sólo te daría una motivación más grande para hacer lo que ya sabías que era lo correcto.

Y existe otra consideración: el actuar por miedo eventualmente te llevará a hacer lo que es correcto por amor.

El Dolor como Reflejo

Todos nacemos con la habilidad de sentir dolor. Si nos pinchamos con un alfiler o nos quemamos con fuego, automáticamente nuestra tendencia será echar las manos hacia atrás. Pero hay gente que nace sin una sensibilidad hacia el dolor, y no sienten nada si su mano está expuesta al fuego.

Claro, es bonito no sentir dolor. Pero alguien que no siente dolor está en un constante peligro. Pone su mano al fuego y dice "¿Hueles que algo se está quemando? Hey! Es mi mano!". Y está en peligro, pues la mano ya se perdió.

El dolor es esencial para nuestra supervivencia. Y ese es el propósito de temer a Dios: el guardar en nuestra mente las consecuencias finales. No es la meta de la vida, sino un medio para llegar a un fin. Nos ayuda a pensar dos veces antes de insultar a alguien, o de gritarles a nuestros padres.

Imagínate que estás hablándole a alguien y te empieza a contar un chisme horrible. Tú sabes que es malo escucharlo, entonces piensas "Por educación, tal vez, me quedaré aquí sólo unos minutos...". Pero si alguien estuviera listo para pegarte en la cabeza con un bate de baseball porque estás por chismear, inmediatamente dirías: "Me voy de aquí!" No harías cálculos. Sólo harías lo que es correcto.

El miedo al castigo es como un reflejo del dolor. Nos aleja de hacer cosas que nos puedan causar daño después. Te lleva donde quieras estar.

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He aquí cinco pasos que te ayudarán a lograr esa meta tan crucial.

Paso #1 – Amplía tu Mundo

Siéntate y piensa cuánto placer tiene este mundo para ofrecerte. El placer de la vista, de la alegría de los niños, de las maravillas de la naturaleza. Piensa en lo vigorizante que es la natación, el esquiar, el arte, la música, la literatura.

Ahora considera el placer que logra alguien que vive cada momento al máximo a lo largo de toda su vida. Ahora compáralo con nosotros. Tantos placeres disponibles en este mundo... y nosotros sólo tomamos una pequeña fracción.

El primer paso para apreciar las recompensas y castigos es romper tu concepto de lo que la vida tiene para ofrecer. Sueña tus sueños más sublimes y haz un plan para alcanzarlos. Imagínate lo que la humanidad podría lograr si todos vivieran a su máximo potencial desde el principio.

El problema es que vamos como sonámbulos a través de la vida.

Paso #2 – Evita el Dolor Innecesario

Date cuenta de que el potencial del dolor en este mundo tapa el potencial del placer. Existen guerras, enfermedades, tragedias. Considera a aquellos que estuvieron en el Holocausto, que fueron testigos del mal gobernando en el mundo y se sintieron impotentes al no poder detenerlo.

Dios no quiera!, si alguien pierde a un hijo, el dolor que lo aflige es inimaginable. No existe un placer posible que pueda rehacer ese dolor.

¿Lo que digo es deprimente? No. El punto es motivarnos. Cuando estás consciente de todo el posible dolor, te interesa más saber qué puedes hacer para evitarlo.

Paso #3 - Evita el Dolor Eterno

Los primeros dos pasos tratan sobre el placer y el dolor que el cuerpo experimenta en este mundo.

El tercer paso es darnos cuenta de que el dolor del alma es mucho más devastador. Un momento en el Gehinom (la etapa de purificación de los pecados cometidos antes de llegar al mundo venidero) es mucho más dolorosa que todo el dolor combinado de este mundo. Porque no es físico como el dolor del cuerpo en este mundo, sino que es un dolor espiritual.

La vergüenza y el arrepentimiento que el alma siente a causa de una transgresión es mucho peor que todo el dolor de este mundo. Un acto de enojo, o el haber herido a alguien, o de deprimirse, o de perder el tiempo... es una eternidad de dolor.

Ahora compara esto con grandes transgresiones, como ser el asesinar o profanar el Nombre de Dios. El dolor de ese Gehinom es inimaginable.

Paso #4 – La Recompensa de una Mitzvá

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Ahora las buenas noticias. El dolor del Gehinom no se compara a la recompensa de una mitzvá. Aún más, si experimentaras el dolor del Gehinom de todas las personas que vivieron desde que empezó el tiempo, de todas formas valdría la pena, para ganar la recompensa de una mitzvá.

Hay miles de mitzvot posibles. ¿Acaso dijiste "Buenos días" con una sonrisa, o tuviste un momento de un rezo sincero? La recompensa es impresionante. Estás conectado eternamente con el placer supremo de Dios.

Más allá de esto están las mitzvot grandes, como estudiar Torá o santificar el Nombre de Dios. O la súper-mitzvá de lezakot et harabim, ("dar mérito a la gente") donde ayudas a los demás, y además compartes la recompensa de sus mitzvot.

Paso #5 – Hacer la Voluntad de Dios

La recompensa suprema es usar tu libre albedrío para hacer la voluntad de Dios.

Imagínate tratando de salvar la vida de tu hijo. Este valor hace que todo lo demás sea, en comparación, secundario. Si alguien te preguntara: "¿Cuánto me va a costar salvar a mi hijo?", sabes inmediatamente que hay algo que no funciona bien en esta persona.

Similarmente, estar motivados para conectarnos con Dios, basados solamente en el castigo y en la recompensa, demuestra una falta de entendimiento. El valor de hacer la voluntad de Dios es finalmente el único valor verdadero en toda la existencia, porque es una total conexión con Dios.

Todo la recompensa del mundo venidero, todo lo que le pertenece a la gente justa que ha vivido, no se compara con el placer de hacer la voluntad de nuestro Creador; sólo porque eso es lo que el Creador quiere que hagas.

Esto es el significado supremo. Esto es vivir en la realidad.

El Poderoso Tiempo de los Tefilin

Para poder absorber esta realidad, necesitas practicar estos pasos - no sólo una o dos veces, sino miles de veces.

Maimónides escribe (Leyes de Tefilin 4;25) que cuando el judío se coloca los Tefilin en su mano y en su cabeza, la fuerza de la santidad es tan grande que lo lleva a un estado de "temor a Dios".

Es por eso que el mejor tiempo para repasar estos cinco pasos es cuando te pongas los Tefilin:

Existe tanto placer que no hemos probado en este mundo! ¿Cómo es que lo podemos obtener?

Las tragedias de este mundo tapan todos los placeres.

El arrepentimiento eterno y la vergüenza de una transgresión, por más pequeña que sea, es más grande que todas las tragedias combinadas de este mundo.

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Todo el Gehinom que se merecen todas las persona en conjunto, no se compara a la recompensa de una sola mitzvá.

Todo el cielo que se merecen todas las persona en conjunto, no se compara con el placer de hacer la voluntad de Dios.

Repasa estos pasos cuando te pongas los Tefilin y también antes de quitártelos. Vas a vivir en una estratosfera diferente... llamada "realidad".

Si Quieres Temer a Dios... Lo Lograrás

El Talmud dice: "Todo está en las manos del cielo - excepto el temor a Dios".

El temor a Dios depende completamente de nosotros. Si lo quieres, lo tienes.

Pero existe una pregunta acerca de este tema. En nuestros rezos decimos, "vatiten lanu jaim sheiesh bahem irat shamaim veirat jet", lo que significa que específicamente le pedimos al Todopoderoso, que nos dé "Temor a Dios". Pero, como explicamos anteriormente, el "temor a Dios" está sólo en nuestras manos. Entonces ¿por qué le pedimos a Dios que nos lo otorgue?

La respuesta es que todo, por supuesto, depende del Todopoderoso. No podemos levantar un dedo sin que Dios lo haya decretado. Respecto de la mayoría de las cosas, puedes anhelarlas profundamente e igual no obtenerlas. Puedes desear ser un millonario con tantas ganas que puedes trabajar 80 horas a la semana y romperte la cabeza - y de todas maneras, puedes llegar a morir pobre.

Pero el miedo a Dios es diferente. Es la única cosa que "si realmente la quieres, la obtendrás". En todas las demás cosas, Dios puede evaluar tu pedido y decidir que no es para tu bien. Pero el temor a Dios es la única cosa que el Todopoderoso no te la retendrá si realmente lo deseas, porque es la única cosa que siempre te trae a la realidad. Siempre es bueno para ti.

Si realmente lo quieres, es tuyo.

Sin Temor a Dios Estamos en Peligro

El Talmud cita al sabio Rava diciéndole a sus discípulos: "No obtengas dos porciones de Gehinom".

Rashi explica la intención de Rava: Si haces de tu estudio de Torá solamente una meta académica y no observas las mitzvot, entonces obtienes doble Gehinom. Es como alguien que estudia Talmud en Shabat mientras fuma un cigarrillo. Sin temor a Dios, carece del mecanismo para conectar la Torá a la realidad. Y no sólo está privado de los placeres de este mundo porque se encerró estudiando, sino que después cuando todo acabe, pierde también el mundo venidero.

Ahora bien, ¿qué ocurre con alguien que observa las mitzvot? No es tan simple. Cuando una persona muere, es convocada para ser juzgada en la Corte Celestial, en donde se le pregunta lo siguiente:

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¿Fuiste honesto en tus negocios?

¿Tenías un tiempo fijo para estudiar Torá diariamente?

¿Intentaste tener hijos?

¿Anhelabas la redención?

¿Intentaste adquirir sabiduría y entendimiento?

Vamos a suponer que contestaste a todo "si". Lo hiciste todo correctamente. Pero hay una pregunta más:

¿Tuviste temor a Dios?

Dice el Talmud, si no has tenido temor a Dios, hubiera sido mejor que no hicieras nada. El temor a Dios es el que rompe el trato.

¿Por qué es así? El temor a Dios es tu "conservante". Mantiene a tu Torá fresca. Torá sin temor a Dios, es como guardar trigo sin conservante. El trigo se echa a perder.

El libro "Orjot Tzadikim" ("El Camino de los Justos") nos enseña que sin importar cuanta sabiduría posee una persona, sin temor a Dios, estará desubicado. Él puede darse cuenta de que la Torá es para ser vivida, él puede estar en un nivel más elevado que aquel que no tiene ninguna conexión con las mitzvot, pero se lo está tomando con mucha tranquilidad. Él deja de lado la esencia más sublime de la Torá: amar a la humanidad, tomar responsabilidad por el mundo, luchar por acercarse al Todopoderoso. Él dice: "Déjenme solo. Eso no es para gente de esta generación. Estoy cómodo en donde estoy".

Mientras ignora la lucha por el crecimiento, el cinismo le afecta toda su perspectiva. Y empieza a corromperse.

Es por esto que el temor a Dios es tan crucial. Te empuja a confrontarte con estos ideales y a luchar para incorporarlos a tu vida.

Uniendo los Hilos

La meta más importante de la vida es tener claridad; vivir en la realidad.

Recuerda el tiempo que te preguntaste a ti mismo: "¿A dónde nos lleva todo?". Todos tenemos este momento de claridad, y después ¿qué es lo que hacemos? Corremos al hoyo del avestruz, empezamos a jugar tenis, ponemos música, llamamos a un amigo.

No corras al agujero. Recuerda que la realidad existe objetivamente, fuera de tu percepción subjetiva. Ten miedo de levantarte un día y decirte a ti mismo: "¿Qué es lo que hice de mi vida?".

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Todos nosotros sabemos que algún día vamos a morir. Pero todos nos hacemos los tontos pensando que aquellos que mueren pertenecen a un sector separado de la humanidad. "Ellos son los mortales. Nosotros somos inmortales". Bien guardado en el subconsciente, todos tenemos esta ilusión.

¿Realmente crees que serás diferente? Sé realista! Eres uno de ellos!

Todos tenemos un reloj marcando el tiempo y no sabemos cuánto más marcará. ¿Cuántos años crees que te quedan por vivir? No creas que el final esta abierto. Algún día sólo te quedará un año. Algún día sólo te quedará un día. Entonces, planéalo. Como dicen los Sabios: "Pon tu vida en marcha un día antes de que mueras".

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Algunos judíos tienen la costumbre de visitar el cementerio una vez al año, usualmente antes de Rosh Hashaná. ¿Por qué? No por morbosidad, sino porque nos muestra la verdad claramente: "Soy mortal, aquí habré de acabar. Entonces, ¿qué quiero que esté escrito en mi tumba?".

Se realista respecto de las consecuencias de la vida. No necesitas una montaña rusa. Sólo tienes que recordar que el Todopoderoso te está observando, cada momento, cada día. Y cuando una persona muere y va al cielo, el juicio no es arbitrario e impuesto externamente. Sino que cada decisión y cada pensamiento, todas las buenas acciones y las cosas vergonzosas que una persona hizo en privado, son reproducidas sin embellecimiento. Esa es la razón por la cual al mundo venidero se lo llama el Olam Ha Emet - "el mundo de la verdad" - porque ahí veremos claramente nuestras cualidades y nuestros tropiezos y el verdadero propósito de la vida.

Lleva siempre ese temor contigo, y úsalo como un motivador para lograr grandeza. Es una lucha constante, pero su recompensa es eterna.

Las Seis Mistzvot Constantes - Mitzvá 6: No te Dejes Llevar por tus Ojos ni por tu Corazón

Dios quiere que disfrutemos los placeres del mundo físico. Nuestro error es que convertimos a lo material en un fin en si mismo.

por Rav Noaj Weinberg zt"l

La vida está llena de estimulación sensorial: TV, radio, letreros, Internet. Está diseñada perfectamente para conectarse con nuestros impulsos viscerales. Y la inclinación natural es perseguir estos impulsos implacablemente.

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Por otro lado, la Torá dice: "No te dejes llevar por tu corazón y tus ojos" (Números 15:39). La idea judía es seguir la lógica, no a los caprichos. Y precisamente porque el impulso sensorial es tan grande y permanente, es una mitzvá constante. Es decir, el permanecer en el camino correcto es un desafío constante.

Como lo indica el versículo, existen dos aspectos: el corazón y los ojos. Empecemos por examinar "No te dejes llevar por tu corazón".

Ama a Dios con Ambos Corazones

El versículo literalmente dice: "No te dejes llevar por tus corazones (plural) y tus ojos". Pero ¿la persona tiene realmente dos corazones?

Sí. La lucha moral de la vida parte de dos inclinaciones en conflicto, los "dos corazones" en cada ser humano. Nuestra alma Divina, el ietzer hatov, quiere hacer todas las cosas correctas: amar a la humanidad, buscar justicia, ser altruista, sensible, honorable y responsable. Desea crecer, lograr, y desarrollar su potencial. Finalmente busca emular y conectarse con su fuente infinita y eterna: El Todopoderoso.

Los seres humanos también tienen un cuerpo ("alma animal") llamada ietzer hará. Este busca satisfacción momentánea y escapar hacia el mundo de la comodidad. El cuerpo quiere comer, dormir; quiere placer. El cuerpo esta destinado a la tumba.

Necesitamos tomar conciencia de la lucha que se desata en nuestro interior. De otra forma, lo que se "siente bien" le va a ganar a lo que es objetivamente bueno y verdadero. Por ejemplo:

- Tú quieres usar tu tiempo efectivamente, sin embargo tu deseo es demorarte.

- Tú quieres adquirir sabiduría, pero deseas ver la TV.

- Tú quieres comer sanamente, sin embargo tu deseo es comer dulces en demasía.

El "querer" es algo permanente. Está enraizado en la realidad. El "deseo" es temporal, por el momento, con poca preocupación por las consecuencias futuras.

Esa es la razón por la cual no "te dejes llevar por tu corazón" es una mitzvá constante. Tienes que saber que estás en una lucha con el cuerpo. Cada vez que digas, "No se me antoja" estás perdiendo la lucha. Tu cuerpo es pesado; no se le antoja moverse.

El reloj despertador se apaga en la mañana y tú quieres levantarte de la cama y empezar el día. Pero sientes ganas de romper el botón y dormirte hasta tarde. Es una lucha de tira y afloja.

Cuidado: El ietzer hará hace todo tipo de promesas. "Duerme un poco más. Disfruta de una buena comida. Relájate". Pero es una ilusión. Existe un sólo camino para obtener placer verdadero de este mundo: Ten fuerza y sigue luchando.

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¿Cómo es que vigorizas tu fuerza de voluntad? Ten placer cuando luchas, porque cuanto más fuerte luches más recompensa tendrás. Como dicen nuestros sabios: "De acuerdo al esfuerzo es la recompensa".

Distingue entre los Dos Corazones

Puede ser muy confuso distinguir cuál es el corazón que habla en cada momento.

Inclusive, mientras estás leyendo esto, tu alma te está diciendo: "Pon atención - esto me hará grande!" Pero tu cuerpo te dice: "Toda esta concentración es muy dolorosa, demasiado esfuerzo. Estoy bien así como soy!".

Cada momento de la vida, en miles de decisiones, tus dos corazones se enfrentan. Y sólo estando del lado de la espiritualidad podrás encontrar placer duradero. ¿Cómo querrías elogiar a un ser querido? Dirías: "El Tío Carlos manejó un Lexus precioso, jugó golf en los campos más finos del mundo y cenó en los restaurantes más exquisitos".

Claro que no. Vas a tratar de decir algo significativo. "Ayudó a otras personas. Era un buen padre y una persona muy amable".

Todos saben que puedes desperdiciar tu vida entera siguiendo al cuerpo, yéndote detrás de ilusiones, persiguiendo un coche más caro o una casa más lujosa. Pero al final, es ir a la bancarrota.

No te engañes. Tienes que estar consciente del conflicto entre lo que realmente "quieres" y los deseos que se están atravesando en el camino. En cualquier decisión, pregúntate: "¿Qué es lo que quiere mi alma, y qué es lo que mi cuerpo desea?". En el gran juego de la vida, el perder y el ganar depende de la voz interna que grite más fuerte en el momento de la decisión.

Este es el conflicto entre el cuerpo y el alma.

El Automóvil y el Conductor

Si el cuerpo es tan peligroso, ¿cómo podemos lidiar con él? La Torá (Deuteronomio 6:5) dice que debemos amar a Dios con "ambos corazones" – el alma Divina y el cuerpo.

¿Cómo funciona esto? Dios hizo un mundo físico no para frustrarnos, sino para disfrutarlo. El Talmud dice que si una persona tiene la oportunidad de probar una fruta nueva y se rehúsa a hacerlo, va a tener que rendir cuentas en el mundo venidero por eso. Sin embargo, uno de los desafíos más difíciles es saber cuánto materialismo es bueno para ti, y cuánto ya es "demasiado".

Imagínate esto: el cuerpo es para el alma, lo que un automóvil es para el conductor. Tienes que mantener tu automóvil mecánicamente en orden y cargarle gasolina. Si abusas del vehículo, no te va a llevar a donde quieras ir. Y para que siga viéndose bien tienes que mantenerlo periódicamente con limpieza y aspirar los interiores.

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Pero claro, que el automóvil no es más importante que el conductor. Alguien que ignora a su familia y se pasa encerando su automóvil por horas ha perdido obviamente su sentido de las prioridades.

De la misma forma, pasa con el cuerpo y el alma. Algunas veces debes complacer a tu cuerpo, para que tu alma logre más. Después de que hayas completado un proyecto difícil, por ejemplo, te puedes recompensar con una buena cena en un restaurante elegante. Mantén el cuerpo sintiéndose bien para que el alma pueda pasar los obstáculos de la vida - la crianza de los hijos, la carrera, los compromisos sociales.

Sólo que no debes complacer tus deseos físicos por si mismos. No hagas del materialismo la meta de tu existencia. Esa es una violación a "no te dejes guiar por tu corazón".

Elevando la Mundano

El nombre del juego es disciplina personal, no opresión. Usa una cantidad controlada, por las razones adecuadas, y en los momentos adecuados.

Cuánto más disciplinado seas con tus impulsos, más podrás disfrutarlos, porque te conviertes en un amo sobre ellos y no en su esclavo.

La ilusión de todos los impulsos es que cuánto más los satisfagas, más satisfecho estarás. Pero en lo que se refiere a los impulsos, especialmente el sexual, cuánto más lo alimentes, más necesidad tendrá. El sexo por si mismo es degradante, y puesto que es muy poderoso te puede destruir. Complacerte, sin ningún propósito elevado, sólo va a fortalecer tus placeres y hacer la batalla más difícil.

Cuando nuestras hormonas están dirigiendo el show, ya no somos libres. La primera cosa que debemos hacer es decidir que nuestra mente es quien va a dictar nuestras acciones.

No tomes algo que debe ser espiritual para transformarlo en un deseo animal. La clave es elevar el mundo físico. El viernes en la noche levantamos la copa de vino y la utilizamos, no para emborracharnos, sino que para hacer el Kidush y santificar el Shabat.

Cuando se utiliza sabiamente, el placer físico debe ser un escalón hacia placeres más elevados.

Cuando estas realizando cualquier actividad física, ya sea comer, dormir, o hablar, detente un momento y pregúntate: ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Cuál es la meta? ¿Lo estoy haciendo para evadir la realidad, o me dará energías para lograr cosas más elevadas? ¿Me va a acercar más a Dios o me alejará?

¿Qué harías con una descarga de energía?

Calma las pasiones del cuerpo para alimentar el propósito del alma. Conéctate a la agresividad que tienes por el helado o por ganar un millón de dólares, para hacer lo que es correcto. La meta es

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"sentir" que estamos haciendo lo que es correcto. Así como correrías por una pizza, utiliza el mismo entusiasmo para objetivos espirituales. Eso es amar a Dios con ambos corazones.

No Abuses de tu Inclinación Positiva

Existe una dimensión más profunda aquí. Ya que el versículo dice: "No vayas detrás de tus corazones (plural)" también implica la posibilidad de ser guiado erróneamente por tu ietzer hatov. Pero ¿cómo puedes ser abusado por el ietzer hatov?

A veces podemos tener un deseo de hacer lo que es bueno, pero al final cometemos el error de crear un problema aún más grande. Por ejemplo, la Torá nos exige dar crítica constructiva: "reprenderás a tu prójimo, para no cargar tú también con su pecado" (Levítico 19:17). La segunda mitad del versículo nos advierte: "Cuando estés corrigiendo a alguien no lo avergüences ni lo hagas sentir mal. Si lo tienes que criticar no dejes a tu ietzer hará decir, "Yo realmente le enseñaré a esta persona y lo enderezaré!" Eso es hacer una transgresión en forma de una mitzvá -abusando de tu ietzer hatov.

La Biblia recuenta un error similar: Jana y Penina eran esposas de Elkana, sin embargo, Penina tenía hijos y Jana no. Penina quiso ayudarla a que se inspire más para rezar por un hijo, entonces le decía: "Jana, mira los zapatos que le compré a mis hijos. ¿Qué le estás comprando a tus hijos?".

El plan resultó y los rezos de Jana resultaron en el nacimiento del profeta Shmuel. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, Penina fue castigada por causar un dolor emocional a Jana. Las buenas intenciones fueron anuladas por su pobre ejecución.

"No te dejes llevar por tu (buen) corazón". Este versículo, nos advierte acerca de cuidarnos de las buenas intenciones que a veces pueden herir a la gente.

Evita Situaciones Tentadoras

Hasta ahora hemos estado enfocándonos en "No te dejes guiar por tu corazón". Ahora vamos a ver la segunda mitad de esta mitzvá, "No te dejes llevar por tus ojos".

La sociedad occidental pone un énfasis muy fuerte en lo visual. Si se ve bien, debe ser bueno. La prensa nos bombardea con tantas imágenes visuales, que a veces estamos inconscientes de sus efectos. Pero seguro que todo eso nos tienta más y más a objetivos no espirituales.

Cuando vemos estas imágenes y fantaseamos sobre lo maravilloso que la vida seria si "tan sólo tuviera el producto X", estamos engañándonos pensando que el materialismo va a satisfacer nuestros deseos más profundos. Esa es una violación de no "dejarte llevar por tus ojos".

Entonces ¿cómo evitamos esta trampa?

La clave es evitar situaciones que te tienten. Si estuvieras haciendo una dieta no traerías un pastel de chocolate a la casa cada día. Simplemente no te expondrías al desafío.

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De la misma forma, si quieres mantener tu cabeza y tus ojos a donde pertenecen, crea una barda protectora: Evita la tentación. Evita situaciones comprometedoras en primer lugar.

La Torá nos está enseñando algo muy práctico sobre la naturaleza humana: Sólo porque sepas intelectualmente que algo es erróneo, no te garantizará que no lo vas a perseguir en un momento de prueba.

No Trates de Ser un Héroe

A veces tenemos una tendencia a meternos en situaciones tentadoras, con la idea de que nuestra disciplina personal va a prevenir cualquier desgracia.

Se cuenta la historia sobre un rey que entrenaba a un gato para que sirva como mesero. El rey, para poder mostrar esta increíble hazaña, invitó a sus ministros a un banquete especial. El gato sirvió el aperitivo, la sopa y fue recibido con gran aplomo. Todo fue bien hasta que entró un ratón al salón. El gato corrió tras el ratón y todos los platos se rompieron. La enseñanza aquí es que no importa cuánto trates de controlar tu cuerpo, no puedes negar totalmente tu ietzer hará. Los impulsos de tu cuerpo son instintivos y te tientan constantemente. Un joven puede estar comprometido a metas espirituales elevadas pero cuando una chica bonita pasa caminando se puede distraer.

Esta, incidentalmente, es una de las razones principales de la separación de hombres y mujeres en la sinagoga. La Torá entiende que sólo somos humanos, y ofrece leyes para asegurar que tu yo verdadero - tu alma - se quede al mando, al evitar situaciones tentadoras.

Puedes evitar la tentación al mantener tu mente ocupada completamente con cosas que te interesan. Cuando tu mente está involucrada en actividades creativas e intelectuales, vas a estar mucho menos inclinado a satisfacer a tu ojo errante. "Mirar a las chicas pasar" es el símbolo principal de una mente ociosa.

Más aún, no sueñes despierto. Desperdiciar tu poder mental en ilusiones es contraproductivo. Nos imaginamos el logro, en lugar de realmente salir y hacer algo al respecto. Y peor aún, crea una "ficción" que probablemente nunca podrás ser capaz de vivir.

Su Voluntad, Tu Voluntad

El Talmud dice que Dios llora por dos tipos de personas: una que tiene la habilidad de estudiar Torá y no lo hace, y otro que no puede estudiar Torá y lo hace de igual forma.

Es entendible por qué Dios llora por alguien que tiene la habilidad de estudiar y no lo hace: esta persona está perdiendo su tiempo. Pero ¿por qué Dios llora por alguien que no puede estudiar pero lo hace de todas formas?

Alguien que no puede estudiar Torá esta recibiendo un mensaje del Todopoderoso que debería estar haciendo algo más, ayudando a los pobres, visitando a los enfermos, o tratando de acercar a

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los que están alejados. Sin embargo, ¿qué es lo que esta persona hace? Razona, "No tengo tiempo para todo eso, tengo que estudiar Torá"!

Esta persona está haciendo un error con su ietzer hatov. En lugar de investigar lo que el Todopoderoso quiere, está siguiendo sus deseos personales, como así también aquel que debería estudiar y no lo está haciendo. Está perdiendo su tiempo, no está escuchando al Todopoderoso!

Más allá de esto, en el deseo de ser buenos, inclusive podemos tratar de ser "mejores que Dios". Inventamos nuestros propios estándares de bien y mal, en lugar de seguir las instrucciones de la Torá.

Un ejemplo clásico de esto es el Rey Saúl, quien fue instruido por Dios a destruir a toda la nación de Amalek. En su deseo de ser "demasiado bueno" Saúl escogió tener piedad y permitir al rey Agag, el rey de Amalek, vivir. ¿La consecuencia? Agag perpetuó la nación de Amalek, quien continúa afligiendo al pueblo Judío hasta el día de hoy.

El profeta dice, Al titzdak harbeh – "no seas demasiado bueno". Lo que sea que Dios diga, esa es la definición de bien. No dejes que tu ietzer hatov te desvíe haciéndote pensar que tus propias ideas son mejores.

Una definición adecuada de "bien" es el punto de partida de todo lo que hagas en la vida. Siempre pregúntate: ¿Estoy definiendo al "bien" basado en el segmento de la sociedad cuyos valores son la comida rápida, alta tecnología, Hollywood, o estoy definiendo el "bien" como aquello que tiene un sentido profundo y hace una contribución valiosa para incrementar la conciencia de Dios en el mundo?

Nuestro propósito en este mundo es vivir con la realidad de que ase ritzono kiretzonja – "haz la voluntad de Dios, tu voluntad". Cuando hacemos la voluntad de Dios algo que es objetivamente significativo y bueno para nosotros, estamos conectándonos a la fuente de toda la realidad. ¿Qué meta más increíble que esta puede haber?

Entonces ten cuidado y mantén tus definiciones derechas. Sino trabajas los conceptos y los clarificas puedes acabar 20 años después de emprender el camino dándote cuenta de que trajiste un paquete equivocado.

Cuando sea que estás en conflicto, enfrentado a una decisión difícil, hazte una pregunta simple: "¿Qué diría Dios al respecto? Mira en la Torá para obtener parámetros de cómo interactuar con amigos, familia y sociedad. Porque si la voluntad de Dios es tu voluntad, no hay obstáculos en tu camino, no puedes perder.

La Humildad Vence al Ego

¿Cuál es el desafío constante de "No dejarte llevar por tu corazón?" Es la prueba del ego. La naturaleza humana es vernos como el centro de todo. "Mi mundo, mis logros, mi crecimiento".

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La gente cree que el ateísmo está basado en la "evidencia" acerca de la inexistencia de Dios. Pero los sabios explican que el ateísmo es simplemente el resultado del egoísmo. En lugar de aceptar la existencia del poder del Todopoderoso, la persona lo niega para poder perseguir aquello que quiere. En un lugar donde el ego está inflado no hay lugar para Dios, como dicen nuestros sabios: "Dejarte llevar por tu corazón es una negación de Dios".

La manera de quitar este sentimiento de auto-importancia es trabajar en nuestra humildad. En Pirkei Avot, los Sabios dicen:

Concéntrate en tres cosas y nunca vas a pecar:

Reconoce de dónde vienes.

Reconoce a dónde vas, y

Reconoce delante de Quien tendrás que rendir cuentas.

Los Sabios continúan:

"¿De dónde vienes?" Mi´tipa sruja - De una "gota fétida", que se descompone fácilmente. Esto nos enfoca al hecho de que a pesar de que vienes de una gota fétida también tienes un alma. Tienes la oportunidad de ser como Dios mismo. Úsalo como inspiración para obtener grandeza.

"¿A dónde vas?" Lemakom afar rima vetolaya - "a un lugar de tierra y gusanos". Sin el Todopoderoso eres sólo un cuerpo que va a acabar como comida de gusanos. Tienes una elección. ¿Estás comprando placeres transitorios que acabaran en la tierra? O ¿estás entablando una conexión con la eternidad?

"¿Delante de Quien vas a tener que rendir cuentas?" Lifne Melej maljey Hamelajim - "frente al Rey de reyes, el Creador del Universo". Si sigues las pasiones del cuerpo e ignoras tu lado espiritual ¿cómo vas a justificarte cuando estés enfrentado con la realidad final - cuando rindas cuentas delante de Dios?

Si dejas a tu ego tomar el mando, estás cayendo en la trampa de "No dejarte llevar por tu corazón y tus ojos". Pero si utilizas tu mente para enfocarte puedes ganar. Tómate 10 minutos cada noche para pensar sobre lo que es la vida, lo que necesitas lograr y cómo vas en el proceso. Vas a convertirte en alguien grandioso.

Los Siete Pasos Para la Humildad

El libro clásico de ética judía, "Los Deberes del Corazón" (Jobot Halevavot) explica que la "humildad es la habilidad de ver la realidad". La persona humilde reconoce que el ego es la trampa del ietzer hará para distraerlo de la realidad. Por lo tanto, la persona humilde se identifica con su alma, que es la parte de Dios; la única realidad.

¿Cómo adquirir esta realidad? "Jobot Halevavot" presenta 7 pasos:

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Paso 1: Pregúntate: ¿Qué parte de mí define quién soy yo?¿Soy mi cuerpo?¿Soy mis manos?¿Soy mi corazón?

Si a una persona le amputarían su mano, ¿cambiaría su personalidad básica? Claro que no. Si alguien tuviera un transplante de corazón, ¿tendría una crisis de identidad? Claro que no.

El verdadero "yo" no es tu cuerpo. Es tu alma.

Paso 2: Toma al alma como tu identidad. Estás creado a la imagen de Dios. Date cuenta de que la esencia de tu alma está atada eternamente al Todopoderoso, Creador del universo.

Paso 3: Ya que tu alma es parte de D-os mismo, está siempre buscando grandeza. Si estás deprimido, cansado etc. Ese es tu cuerpo hablando. No es tu "yo" verdadero. ¿A dónde se va a ir tu cuerpo? A la tierra con los gusanos. Pero ¿tu alma? Esa es parte de Dios. Usa este concepto para energizar tu cuerpo. No te identifiques con la frase "estoy cansado". Identifícate con la frase "estoy destinado a la grandeza".

Paso 4: Date cuenta de que cuando escoges al cuerpo por sobre el alma, te tiras hacia abajo. ¿Cómo te sientes cuando comes mucho, te duermes muy tarde o te enojas? Asqueroso!

¿Cómo te sientes cuando te identificas con tu alma? Elevado. "Hice lo que es correcto! Trabajé fuerte. Fui responsable". Identifícate con lo Divino y el mundo será tuyo.

Paso 5: Aprecia la distancia cualitativa entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es sólo un pequeño espectro de la humanidad. No podrías encontrar tu propio cuerpo dentro de la masa de cinco mil millones de seres humanos. Más allá de eso, la humanidad es tan sólo un pequeño espectro de las criaturas del planeta. Y la tierra del sistema solar. Y el sistema solar del universo.

Entonces ¿qué es tu cuerpo? Casi nada.

Por el contrario, tu alma es parte del Todopoderoso, que abarca y trasciende el universo entero. Por lo tanto, si eres una parte de Dios, eres una parte de todo. Si la elección está entre tu cuerpo y tu alma, ¿con qué tiene más sentido identificarse?

Paso 6: Reconoce la diferencia entre tus limitaciones como un cuerpo finito y la naturaleza eterna de tu alma. Como seres físicos, estamos atados al tiempo. La duración de la vida humana es vivida minuto a minuto. Esa pequeñísima porción de tiempo no es nada en el curso de la humanidad. Y la historia de la humanidad no es nada en la edad del universo.

Pero el Todopoderoso no está limitado al tiempo. (De hecho, Él creo el tiempo). Tu alma - parte del Todopoderoso – está conectada a esa eternidad.

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Paso 7: El logro más grande en la vida es identificarte con tu alma. El error más grande es identificarte con tu cuerpo que está destinado a ser comida para los gusanos.

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Dios podría haber hecho robots, pero no quiere eso. Quiere una relación real, lo cual significa que tenemos que escogerla. Cuerpo vs. Alma. ¿Qué escogerás? Toma la decisión correcta. Una decisión consciente. No te pierdas en una bolsa de papas fritas.