monografía de grado - eutanasia: ¿decisión justa u homicidio justificado?
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EUTANASIA: ¿DECISIÓN JUSTA U HOMICIDIO JUSTIFICADO?EUTANASIA: ¿DECISIÓN JUSTA U HOMICIDIO JUSTIFICADO?
POR: JOAQUIN RABAL NUM. LEGAJO 113685/7POR: JOAQUIN RABAL NUM. LEGAJO 113685/7 LEANDRO BASCHAR NUM. LEGAJO LEANDRO BASCHAR NUM. LEGAJO 113912/9
Autores: Leandro Baschar – Joaquín Rabal
Tema: Eutanasia: ¿decisión justa u homicidio justificado?
Materia: Introducción al Derecho
Cátedra: 3
Comisión: 41
Profesora Titular: Podrez Yaniz
Profesora Adjunta: Mónica Bornia
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Introducción:
Esta cuestión comienza desde tiempos remotos, de cuando los griegos
aceptaron el concepto de euthanasia, que significa buena muerte (thanatos).
En la antigua civilización griega, donde el Estado aprobó suicidio. Los
magistrados disponían de veneno para aquellos que deseaban morir. Lo único
que se necesitaba era un permiso oficial: «Quien no desee vivir debe exponer
los motivos al Senado y una vez lo haya recibido, puede quitarse la vida. Si
existencia te resulta odiosa, muere; si el destino te es adverso, bebe cicuta. Si
la pena te abruma, abandona la vida. Dejad que el infeliz relate su desgracia,
dejad que el magistrado le proporcione el remedio para que él mismo pueda
ponerle fin». Sócrates y Platón pensaban que una enfermedad dolorosa era
buena razón para dejar de vivir. En La República, el filósofo condena al médico
Herodoto, profesor de Hipócrates, por «fomentar las enfermedades e inventar
la forma de prolongar la muerte». Quizá el mejor indicio de que en Grecia se
practicaba el suicidio como una forma de eutanasia reside en el hecho de que
había grupos que condenaban esa práctica: los pitagóricos, aristotélicos y
epicúreos. En todo caso, fue un logro de los griegos despojar al suicidio de
muchos de primitivos horrores y supersticiones.
En Roma sólo se penalizaba el suicidio irracional. Se consideró, por ejemplo
que el enfermo terminal que se suicidaba tenía motivos suficientes para
hacerlo. Para los romanos vivir noblemente significaba también morir
noblemente. Aristócratas condenados se les permitía a menudo suicidarse en
lugar de ser ejecutados. Séneca el estoico escribió: «Hay una gran diferencia
entre un hombre que prolonga su vida o su muerte. Si el cuerpo ya no sirve
para nada, ¿por no debería liberarse al alma atormentada? Quizá sería mejor
hacerlo un poco antes, ya que cuando llegue ese momento es posible que no
pueda actuar».
Sociedades mas evolucionadas fueron las encargadas de poner en
controversia este tema.
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Con el inicio del dominio de la religión cristiana en el mundo occidental, el
suicidio se condenó sin paliativos; cualquiera que atentara contra su propia
vida no recibiría cristiana sepultura. Esta condena también tuvo influencia
sobre legislación civil: no solamente se confiscaban las propiedades y los
bienes de la víctima, sino que ésta recibía un entierro ignominioso: se
empalaba su cuerpo, para abandonarlo después en la vía pública. No se
hacían excepciones, ni siquiera para aquellos que habían soportado largos
sufrimientos a causa de enfermedades incurables. Era impensable recibir
cualquier tipo de alivio compasivo, aunque el sufrimiento fuera muy intenso.
Hacia el siglo IV San Agustín describió el suicidio —contrario al quinto
mandamiento, «No matarás»— como «detestable y abominable perversidad».
Asimismo, sostenía que el suicida usurpaba las funciones de la Iglesia y del
Estado. Dios otorga la vida y los sufrimientos, por lo tanto es obligación
cristiana el soportarlos.
La actitud respecto al suicidio cambió radicalmente durante el Renacimiento,
como resultado del renovado interés por el individualismo. Este cambio
contribuyó a que las decisiones morales sobre la vida y la muerte fueran más
flexibles y al mismo tiempo más complejas. En 1516, Tomás Moro publicaba su
obra Utopía, en la que describía una sociedad ideal en que la eutanasia
voluntaria se autorizaba oficialmente. Por su parte, Montaigne afirmó que la
dignidad y habilidad del hombre para valorarse a sí mismo en la escala de la
naturaleza, hacían que el suicidio estuviera justificado. Escribió cinco ensayos
sobre este tema, y concluyó que es una elección personal, y racional bajo
algunas circunstancias.
Desde su origen hasta los días de hoy la eutanasia fue un tema de debate por
donde pasó. Al evolucionar fuimos viendo cómo se la dejo de lado por la
llegada del cristianismo, pero su espíritu fue y sigue permaneciendo de
maneras diferentes (algunos a favor, otros en contra) dentro de cada persona.
En algunos estados está permitido actualmente, y en otros condenada
seriamente, las sociedades se dividen en diferentes bandos para dar sus
veredictos frente a este gran tema, ¿Qué está bien? ¿Qué está mal?, ¿Qué es
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correcto y qué no?, obviamente nuestras pretensiones en esta monografía no
buscan lograr finalizar esta controversia dado que no existe una verdad
universal que abarque y satisfaga a todas las personas por igual, solo se
limitan en hacer un análisis sobre el tema, e investigando, poder llegar a una
opinión concreta. Dada la magnitud del tema plateado, nosotros también nos
encontramos con la disyuntiva de estar a favor o en contra.
Al no poder llegar a un acuerdo (al igual que intentaron miles de personas a lo
largo de la historia sin hacer discriminación de profesión), cada uno hizo su
valoración personal acerca de la eutanasia, es entonces donde Joaquin Rabal,
argumenta en su contra, y Leandro Baschar, en su favor, intentado llegar a una
conclusión en común.
A lo largo de la monografía trataremos su valoración (tanto negativa como
positiva) y su vinculación con los temas tratados en esta materia y con los
entes gubernamentales más poderosos.
En fin los invitamos a sumergirse en el mundo de la eutanasia…
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Desarrollo:
Eutanasia: el término eutanasia deriva del griego: "eu" -bien- y "thánatos" -
muerte-. Es todo acto u omisión realizada por personal médico que ocasiona la
muerte de un ser humano con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la
prolongación artificial e inhumana de su vida.
Argumentos a favor:
Tengo un derecho a disponer de mi propia vida, y puedo reivindicar la
autonomía como parte integral de la dignidad humana y expresión de ésta.
Una vida en determinadas condiciones es indigna, la imagen que
proyecto ante los seres cercanos o aún en los otros, puede ser considerada
como humillante e indigna.
¿Por qué aceptar una forma de existencia en circunstancias
limitadísimas? sacrificando, en cierta forma, a parientes y amigos.
¿Así como se tiene un derecho a vivir con dignidad, por qué no tener un
derecho a morir dignamente?
No debe intentarse prolongar la vida cuando ésta no se pueda vivir,
haciendo del paciente no un ser humano, sino un caso clínico interesante.
¿Es justo morir de un modo tan doloroso?
Podría institucionalizarse unos derechos no sólo del paciente terminal,
sino de la familia en sí.
Argumentos en contra:
La vida como un derecho inalienable, al optar por la eutanasia, estoy
entregando mi libertad y al mismo tiempo acabando con ella, cuestión aún
sin resolver.
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Los límites de la Eutanasia: bajo qué circunstancias se debe aplicar?
cómo legislarla ? aunque aquí se plantean ciertos límites, aún no es claro
cómo aprobarla, bajo qué límites.
¿Existe una dificultad de toma de posición en el caso de los enfermos
mentales?
"Mientras hay vida hay esperanza" dice un adagio popular, sin embargo,
hay que analizar y desentrañar aún más el verdadero significado de esta
frase, alguien podría decir, ¿y si al otro día se encuentra la cura contra ésta
enfermedad?
Podrían aumentar el número de eliminaciones a débiles y personas
subnormales, así mismo, aumentarían las presiones sobre el ejecutante
(¿medico?) del acto por parte de la familia.
Podrían aumentar el número de homicidios con máscara de eutanasia,
con el sólo fin de cobrar jugosas herencias
Podría aplicarse la eutanasia sólo para surtir el jugoso negocio del
tráfico de órganos, lo que muestra que podrían haber intereses económicos
y políticos tras su aprobación.
Podrían disminuir los recursos destinados a la cura de una enfermedad,
ya que podría salir más económico dejar morir a las personas y con ello se
disminuye así mismo, el esfuerzo de investigación en la medicina.
La decisión que conlleve al acto, es del todo irreversible.
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- En el análisis de los argumentos en contra, y a favor de estos, se puede decir
que: la eutanasia, aunque sea una petición de última voluntad del sujeto en
cuestión, es un tema de controversia a nivel mundial, principalmente por los
argumentos dados anteriormente.
En nuestra materia, introducción al derecho, hemos conocido varias otras
cuestiones q le dan relevancia al asunto por las cuales tomamos una postura
firme frente al asunto y nos paramos en una vereda o en otra.
En mi caso, me opongo a este sistema de extinción de la vida a las personas,
ya que en primer lugar involucra a terceros, los que vendrían a ser los
vulgarmente llamados “verdugos” a los cuales se le encarga esta cruel tarea de
cometer una especie de “homicidio legal” atentando contra la vida de un
enfermo terminal, o de una persona con imposibilidades de suicidarse por sus
propios medios.
Basándonos en el positivismo, diríamos que si esta sancionado por la ley, es
por que esta prohibido, y si esta prohibido conlleva una sanción, de este modo
utilizaríamos a la teoría pura del derecho de Hans Kelsen para decir: dado que
provocar la muerte de una persona, ya sea por medio de eutanasia como por
medio de un homicidio, debe ser de 8 a 25 años de prisión según la gravedad
del caso. Entonces nos acercaríamos a la definición que Kelsen da de acto
antijrídico, que “es la conducta de aquel hombre contra quien, o contra cuyos
allegados, se dirige la sanción establecida, como consecuencia , en una norma
jurídica”1.
La responsabilidad en el caso que se produja esta situación seria de tipo
directa y recaería sobre sus responsables. El médico, es el agente que
interviene en la muerte del sujeto voluntario a producir la misma
Entonces podríamos decir que el hecho de que la eutanasia esté prohibida está
aceptado por una mayoría, y no solo seria malo prohibito, sino también
considerado malo in se. Por más que haya una norma que avale la eutanasia,
si esa mayoría obediente se va reduciendo, la norma se volvería ineficaz y
perdería su vigencia (desuetudo).
1 Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho. Editorial Eudeba, Buenos Aires. 2003.
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Si le damos una óptica iusnaturalista el tema entra en controversia, dado que
no se podría tomar una política moralmente correcta al 100%, debido a una
multiplicidad de situaciones en las que se puede dar esta actuación.
Desde mi óptica, no es moralmente correcto dejar morir a una persona, ni
mucho menos alterar su muerte usando elementos artificiales o antinaturales.
Desde un Iusnaturalismo Teológico se podría afirmar que la iglesia por su
parte, tanto la católica como la judía, creen que Dios da la vida y por lo tanto
sólo a El corresponde la potestad de quitarla, la eutanasia sería considerada
como rechazo a la soberanía de Dios.
La Iglesia católica es una de las voces más combativas en contra de la
eutanasia,
“…no se puede negar la existencia de una batalla jurídica y publicitaria con el
fin de obtener el reconocimiento del llamado ‘derecho a la muerte digna’ esta
postura publica la que tenemos que enjuiciar y denunciar como equivocada en
sí misma y peligrosa para la convivencia social...” Se dijo en la Comisión
Permanente Episcopal
Ellos sostienen que el “aprecio” por toda vida humana fue un progreso
introducido por el cristianismo. Lo que ahora se presenta como un progreso es,
en realidad, un retroceso que hay poner en la cuenta de ese terrible lado
oscuro de nuestro modo de vida de hoy, al que el Papa ha llamado ‘cultura de
la muerte’
De este modo el papa Juan Pablo II afirmo: “De acuerdo con el Magisterio de
mis Predecesores y en comunión con los Obispos de la Iglesia católica,
confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios en cuanto
eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana”
El ex ministro de justicia español Juan Alberto Bellot hace un testimonio
respondiendo a la pregunta de la periodista Carla Fibla: ¿Qué es lo que
personalmente le hace mostrarse tan reacio a la despenalización de la
eutanasia? [...] "si está despenalizado practicar la eutanasia activa y directa, en
determinados casos el riesgo es que el médico termine sustrayendo o
suplantando la voluntad del paciente" [...] "Hay que pensar; el valor de la
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muerte, si se da o no un elemento de presión sobre los más débiles". [...] "Por
arreglar una injusticia creamos un problema mayor".
Camino Jose Celá (premio novel de la literatura 1989) testimonia que: "Por el
mundo adelante se extiende cada vez más la idea de la licitud del exterminio
cuanto pueda frenar la marcha triunfal del vencedor, y eso es muy peligroso. El
retrasado, por la razón que fuere, el tonto, el débil, el enfermo, el viejo, el
negro, el paria y el perdedor, también tiene derecho a seguir viviendo, aunque
sea mal. Si el hombre no es capaz de adecuar su vida a la justicia y lleva
demasiado tiempo intentándolo sin conseguirlo no va a tener más remedio que
volver a la caridad........ La energía del fuerte debe encauzarse hacía la
regeneración del débil, que siempre será posible si se prueba seriamente a
hacerlo"
"Lo que no se puede es admitir que los superdotados quieran hacer jabón con
los infradotados; un trozo de carne con figura humana, por poco que discurra,
sigue siendo un hombre y, por el solo hecho de serlo, es digno de absoluto
respeto".
El Catedrático Pablo Salvador Coderch del Derecho Civil de la Universidad
Pompeu Fabra, escribe en un artículo de opinión, Ministros de muerte, en (La
Vanguardia, 27/02/1998) diciendo que: "No existe nada parecido a un derecho
a la muerte ni nadie en su sano juicio puede pretender que el Estado reconozca
a ninguno de sus ciudadanos la facultad de exigir ante un tribunal que un
funcionario le inyecte una sustancia letal".
"Yo no estoy de acuerdo (con el mensaje enviado por los medios de
comunicación) deprimente y letal: hay que ayudar a vivir que no siempre es
fácil; en algún caso aislado, habrá que dejar morir, pero matar es una solución
demasiado sencilla. Cuesta tan poco, que está al alcance de cualquier
incompetente".
"Los jueces del Tribunal Supremo Federal (EEUU) se negaron a admitir que
tampoco hay que distinguir entre eutanasia activa matar y pasiva dejar morir-
..... Llevan razón: en la vida y en el derecho la regla de principio es que no es lo
mismo hacer algo que abstenerse de ello".
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Estos testimonios defienden la postura que eh decidido tomar con respecto a
este tema de controversia internacional.
Dejando de lado a las normas, diría que tampoco seria válida debido a las
alternativas existentes en el momento, con al tecnología con la que
disponemos en estos tiempos, aunque no hayan soluciones o curas para todas
las enfermedades existen tratamientos que hacen que el sujeto en cuestión
conlleve una mejor convivencia con su enfermedad, el problema esta en que
estas no son del todo satisfactorias y generalmente muy costosas y no son
alcanzables por todos.
La solución a los sufrimientos que comporta la enfermedad no debe pasar por
admitir el matar o la ayuda al suicidio de las personas enfermas. Matar nunca
es una solución y aún menos el suicidio. Las alternativas se encuentran debido
a que el reto social y médico desarrollen una Medicina Paliativa eficaz, que
admita la condición doliente del ser humano y que procure el control del dolor y
el alivio del sufrimiento.
La verdadera alternativa a la eutanasia y al encarnizamiento terapéutico es la
humanización de la muerte. Ayudar al enfermo a vivir lo mejor posible el último
período de la vida. Es fundamental expresar el apoyo, mejorar el trato y los
cuidados, y mantener el compromiso de no abandonarle, tanto por parte del
médico, como por los cuidadores, los familiares, y también del entorno social.
Muchos casos de petición de eutanasia se deben a una "medicina sin corazón".
La eutanasia se basa en la desesperación y refleja la actitud de "ya no puedo
hacer nada más por usted". Hay que ayudar a vivir, pero no siempre es fácil;
también habrá que dejar morir, pero matar es una solución demasiado sencilla.
La respuesta ante la petición de eutanasia no es la legalización sino una mejor
educación y atención sanitaria y social.
La Medicina Paliativa procura responder a cualquier necesidad de los enfermos
cuando se encuentran en una fase avanzada de la enfermedad o en situación
terminal. La extensión de los programas de Cuidados Paliativos es muy
importante para poder atender mejor a estos enfermos. Precisamente en
España, el Plan Nacional de Cuidados Paliativos que están elaborando el
Ministerio de Sanidad, el In salud y los representantes de todas las
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comunidades autónomas, tiene como principal objetivo mejorar la calidad de
vida de los pacientes en situación terminal.
Hay que ser respetuosos con la vida y también con la muerte. Al final de la
vida, se deben suspender los tratamientos que según los conocimientos
científicos no van a mejorar el estado del paciente; y únicamente se deben
mantener los calmantes, la hidratación, la nutrición y los cuidados ordinarios
necesarios, hasta el fin natural de la vida.
Como otro argumento contrario a la eutanasia, agrego el Juramento
Hipocrático, ya que según mi opinión, al momento de llevarla a cabo, los
médicos están yendo en contra de éste:
Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y
diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga
poder y discernimiento.
A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él
participará de mi mandamiento y si lo desea participará de mis bienes. Consideraré su
descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos
desean aprenderlo..
Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos
del que me enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de
acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.
Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en
beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una
droga mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma
manera, no administraré a la mujer supositorios para provocarle aborto; mantendré
puras mi vida y mi arte.
No operaré a nadie por cálculos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica.
A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de
todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres libres o
esclavos.
Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en
la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera
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que no se pueda hablar de ellas.
Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte
sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me
ocurra si lo quebranto y soy perjuro. Fin.
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- Si nos planteamos el tema de la Eutanasia desde una postura a favor de ésta,
se podrían considerar algunas fundamentaciones tomando en cuenta algunos
puntos de diferentes teorías del derecho como pueden ser:
Desde el punto de vista del Iusnaturalismo se podría plantear que
además de tener un derecho natural a vivir, tenemos un derecho natural
a morir dignamente. En todo caso si nos basamos en un Iusnaturalismo
Teológico, no habría razón para que el hombre se opusiera al llamado
divino, y que tratara de seguir viviendo en esta vida terrenal de cualquier
modo.
Si tenemos en cuenta el concepto de lo “malo”, según Santo Tomás, la
eutanasia podría ser vista, no de un modo crítico, sino aceptándola, ya
que “algo es malo en la medida en que carece de bondad”2, aquí la
bondad está en que se lleve a cabo la voluntad expresada por el
agonizante de que en cierto caso quiere que se lo “deje morir”. Es por
eso de vital importancia y según mi criterio la única manera de aceptar la
eutanasia, que la persona en vida haya procurado por testamento que
se le aplique dicha práctica.
Además como también afirma Aristóteles, “la voluntad humana está
necesariamente orientada hacia el bien último del hombre como tal, cuya
consecución implica el perfeccionamiento pleno de la naturaleza
humana, satisface todos los deseos y ofrece una felicidad completa”3. La
felicidad completa del hombre era morir dignamente, y con eso evitarle
el dolor a sus familiares y allegados, además de ser su voluntad, siendo
esto, un símbolo de libertad.
Desde una óptica Utilitarista, el hecho de que por medio de la eutanasia
se logre la felicidad de un elevado número de personas (felicidad
comparada con el gran sufrimiento que genera la agonía de alguien),
hace que ésta quede totalmente aceptada. Además que si se lleva a
cabo la voluntad del paciente, se coincide con la mirada de los
2 Nino, Carlos Santiago, Introducción al Análisis del Derecho. Editorial Astrea. Buenos Aires. 1973, pág. 385.3 Nino, Carlos Santiago, Introducción al Análisis del Derecho. Editorial Astrea. Buenos Aires. 1973, pág. 385.
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modernos autores utilitaristas , que prefieren, en general, interpretar la
felicidad no como una suma de placeres sino como la satisfacción o la
no frustración de los deseos o intereses de cualquier índole que cada
persona puede tener.
Si abordamos el tema tomando algunos conceptos de Kant, él dice que
“la razón debe dominar a las pasiones que perturban al hombre y a la
fuerza o coacción que sobre éste ejerce el exterior. En la primera de ella
lo hace a través de la ley moral; en la segunda por medio de la ley
jurídica. En consecuencia, la ley moral es un principio que se impone
interiormente; una coacción que el hombre ejerce sobre sí mismo.”4
Entonces la eutanasia sería según mi punto de vista, una forma de
dominarse a sí mismo, de dominar las pasiones que todo ser humano
tiene de no aceptar la muerte.
También según este mismo autor, alguien obra con buena voluntad
cuando obra no por inclinación sino por respeto o conciencia del deber.
Hay que obrar en aras del cumplimiento del deber, y hacer el bien por el
deber. Por eso, la persona que concientemente accede a la Eutanasia,
está obrando con respeto y con conciencia del deber, deber de no hacer
más dolorosa la situación para la familia de lo que ya lo es.
“Según Kant, el derecho, a diferencia de la moral, regula solamente
acciones exteriores, y el principio universal del derecho es que es justa
toda acción que no interfiera con la libertad de los demás según leyes
universales”5. Por ende, el derecho a una muerte digna, llámese
eutanasia, o como se lo quiera llamar, es una justa acción, que no
interfiere con las demás personas según ninguna ley natural, por eso es
que debe ser legalizado.
Por último, la postura Kelseniana que nos diría que si algo está en la
ley, y es vigente y eficaz, debe ser cumplido y no debe haber reparos
para esto. Por eso en los países en los que la Eutanasia está aprobada,
4 Smith, Juan Carlos, El Desarrollo de las Concepciones Jusfilosóficas. Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires. 1999, pág. 109.5 Nino, Carlos Santiago, Introducción al Análisis del Derecho. Editorial Astrea. Buenos Aires. 1973, pág. 406.
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a pesar de que se hagan acciones en su contra, se respeta este
derecho, como por ejemplo en el siguiente caso publicado en el diario
“Página 12” el Miércoles 18 de Enero de 2006:
FALLO DE LA CORTE DE ESTADOS UNIDOS
A favor de la eutanasia
La Corte Suprema de Estados Unidos ratificó ayer el “suicidio asistido
médicamente” en Oregon (noroeste), el único estado de ese país que
tiene una legislación sobre la eutanasia y que podría inspirar a otros.
En esta decisión, adoptada por una mayoría de seis votos contra tres, la
más alta instancia judicial de Estados Unidos estimó que el gobierno no
puede prohibir a los médicos de este Estado prescribir medicamentos
con fines de eutanasia.
La legislación federal “no autoriza al fiscal general a prohibir la
administración de sustancias reglamentadas con fines de suicidio
asistido frente a una legislación médica estatal que permita esa
gestión”, concluyó la Corte. La denominada Ley de la Muerte con
Dignidad fue aprobada dos veces en referéndum.
Los pacientes terminales deben lograr un certificado de al
menos dos médicos que confirmen su estabilidad mental y que
les quedan menos de seis meses de vida. Los profesionales
pueden entonces recetar fármacos letales y los pacientes
administrárselos ellos mismos. El gobierno de George W. Bush,
con el apoyo de organizaciones religiosas, intenta desde fines
de 2001 oponerse a esta ley.
“Los pacientes terminales deben lograr un certificado de al menos dos
médicos que confirmen su estabilidad mental y que les quedan menos de
seis meses de vida. Los profesionales pueden entonces recetar fármacos
letales y los pacientes administrárselos ellos mismos.”
Según neustra opinión éste debe ser el modelo de ley a seguir en cuanto al
tema de la Eutanasia.
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Para terminar voy a concluir con una frase metafórica que expresa por qué
debe ser legal: "la vida es un derecho y no una obligación".
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Encuesta:
Para tener una vaga idea de lo que la sociedad piensa respecto al tema que
hemos tratado en esta monografía hemos realizado una pequeña encuesta:
Número de Casos: 30
Edad: 17 – 25 años
Dentro de las personas que respondieron afirmativamente:
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Conclusión:
Luego de argumentar en contra y a favor de este controvertido tema, y
reflexionando sobre todas las cuestiones aquí planteadas, arribamos a la
conclusión, de que la eutanasia podría llegar a permitirse siempre y cuando
haya sido una decisión tomada por un hombre sano mentalmente y con un
tiempo de antelación a su agonía. Pero el mayor problema que esto radica, es
que siempre un hombre va a terminar matando a otro hombre, es por eso que
no estamos de acuerdo con la eutanasia.
El echo de que se produzca este acontecimiento requeriría una violación a los
argumentos claramente expresados anteriormente, por lo tanto en una
sociedad predispuesta a fines corruptos como nos ha demostrado ser esta a lo
largo de la historia, al igual que la pena de muerte, seria un caso de infinitos
debates por lo que conlleva el acto y por su multiplicidad para usarlo como una
especie de “disfraz” para cometer actos ilícitos. El juramento solemne dado por
los médicos no seria válido y con respecto al progreso medicinal, en el área
tecnológica, quizá traería un estancamiento de las investigaciones como se dijo
anteriormente en este trabajo.
Por eso nuestra reflexión final es: no a la eutanasia.
19
Bibliografía:
Nino, Santiago, Introducción al análisis del derecho, Bs. As., Astrea, 1973.
Smith, Juan Carlos, El desarrollo de las Concepciones Jusfilosóficas, Bs. As.,
Abeledo-Perrot, 1999.
Bornia, Mónica Beatriz, Introducción al Derecho, Bs. As., La Ley, 2004.
Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Bs. As., Eudeba, 2003.
Cabanellas de Torres, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental, Bs. As.,
Heliasta.
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