politica public auc

13
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE TEMAS DE LA AGENDA PÚBLICA VICERRECTORÍA DE COMUNICACIONES Y ASUNTOS PÚBLICOS Año 1 / N o 5 / diciembre 2006 Lineamientos para la reformulación de la Política Pública de Salud para personas mayores DR. PEDRO PAULO MARIN LARRAÍN Centro de Geriatría y Gerontología Facultad de Medicina UC

Upload: andres

Post on 16-Dec-2015

8 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Politica Pulica

TRANSCRIPT

  • PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    TEMAS DE LA AGENDA PBLICA

    VICERRECTORA DE COMUNICACIONES Y ASUNTOS PBLICOS

    Ao 1 / No 5 / diciembre 2006

    Lineamientos para la reformulacin de la Poltica Pblica de Salud para personas mayores

    DR. PEDRO PAULO MARIN LARRANCentro de Geriatra y Gerontologa

    Facultad de Medicina UC

  • 1PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    DIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS DICIEMBRE DE 2006

    TEMAS DE LA AGENDA PBLICA

    Lineamientos para la reformulacin de la Poltica Pblica de Salud para personas mayores

    DR. PEDRO PAULO MARIN LARRANCentro de Geriatra y Gerontologa

    Facultad de Medicina UC

  • 3PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    DIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS DICIEMBRE DE 2006

    1. Introduccin

    El envejecimiento experimentado por la poblacin, de-bido al aumento en las expectativas de vida, junto con ser una de las nuevas caractersticas de desarrollo de la mayora de las sociedades en el siglo XXI, representa sin duda un xito y debe ser como tal valorado positiva-mente. Sin embargo, simultneamente al logro en los indicadores de desarrollo que experimenta una socie-dad por la prolongacin de las expectativas de vida, muchas veces, esta mayor expectativa de vida se vive a nivel personal y familiar como un problema desde un punto de vista mdico, social, econmico o psico-lgico.

    En el caso de los paises pobres o en desarrollo, esta paradoja es an mayor, puesto que experimentan un envejecimiento ms rpido que de los pases ms avan-zados, y al mismo tiempo tienen menos aos para im-plementar acciones en benecio de este sector, y un presupuesto pblico ms acotado para repartir en ml-tiples necesidades.

    En Chile, si actualmente una de cada diez personas pertenece a lo que se clasica como Personas Adultas Mayores (PAM), para el ao 2025 esta relacin au-mentar a una de cada cinco personas. Este lapso de tiempo ofrece a gestores y planicadores una venta-na de aos (oportunidad) para implementar polticas encaminadas a prevenir el desarrollo de dependencia funcional en el envejecido, principal fuente de sufri-miento personal y coste social asociados al aumento de la edad de las poblaciones. As, Chile se enfrenta no slo con el desafo de lograr estos objetivos para un nmero creciente de poblacin, sino que en un plazo menor de aos (unos 20 a 25 aos), que el que tuvie-

    ron los pases ms desarrollados (cerca de 100 aos) para dar respuesta a estos desafos.

    En este documento se arma que existe una deuda con el diseo e implementacin de la Poltica Nacional de Adulto Mayor (PNAM), respecto a la dimensin m-dica o sanitaria de sta.

    La dimensin social de la poltica ha presentado ms logros que su dimensin de salud, desde el punto de vista del nmero de programas y organizaciones so-ciales desarrolladas (fomentados por el gobierno e im-plementados por el sector privado) o de los mltiples centros de reunin de clubes sociales, municipales y otros. Estos programas han logrado cambiar en buena medida la percepcin hacia los Adultos Mayores (AM), en cuanto a las actividades que son capaces de reali-zar. Sin embargo la calidad de vida de las personas mayores est directamente relacionada con el bien-estar fsico-mental y, por lo tanto, con indicadores de salud. Al preguntar a los AM chilenos que viajan en los Programas de Tercera Edad de SERNATUR cules son los temores del envejecimiento, respondieron en este orden de importancia: perder la salud (sobretodo depender de otros en su cuidado), la pobreza y la so-ledad. Estos resultados son similares a los obtenidos mundialmente, respecto a que es la salud lo que los AM ms valoran.

    Es as, de suma importancia, lograr un cambio cultural de la poblacin respecto a la valoracin y trato hacia los AM en la atencin de salud (hospitales pblicos, consultorios y servicios clnicos de apoyo) como en los indicadores de calidad de vida por parte del resto de la poblacin. Se puede armar que sin el adecuado nmero de especialistas en Geriatra, y la mayor for-

    Lineamientos para la reformulacin de laPoltica Pblica de Salud para personas mayores

    DR. PEDRO PAULO MARIN LARRANCentro de Geriatra y Gerontologa

    Facultad de Medicina UC

  • 4DR. PEDRO PAULO MARIN LARRAN LINEAMIENTOS PARA LA REFORMULACIN DE LA POLTICA PBLICA DE SALUD PARA PERSONAS MAYORES

    macin de profesionales de atencin primaria, capaci-tacin de personal de apoyo, como difusin al resto de la sociedad civil, no existir un trato adecuado para las personas mayores.

    2. Antecedentes generales sobre la poltica pblica de Chile respecto al Adulto Mayor

    En 1995, en el Gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se crea la Comisin Nacional de Adulto Ma-yor1 constituida por personalidades del mundo acadmi-co, poltico, pblico y privado, con el expreso mandato de proponer acciones concretas dirigidas en benecio de las personas adultas mayores.

    La Poltica Nacional para el Adulto Mayor, propor-ciona un marco referencial, que orienta las acciones, en funcin de una serie de principios, objetivos y bases con-ceptuales. Desde el punto de vista conceptual, cabe resal-tar que la Poltica se crea desde sus inicios reconociendo la transversabilidad de criterios biolgicos, psicolgicos y sociales que deben ser considerados para implementar acciones especcas en benecio de la PAM. Del mismo modo, se resalta el carcter universal y no excluyente de sta (Equidad; y Solidaridad intergeneracional), adems se relevan los principios de Autovalencia y Envejecimien-to Activo. En cuanto al Estado, la Poltica tambin deja claro lo que le compete a ste, a travs de los principios de Flexibilidad en el diseo de polticas, Subsidariedad del Estado y su rol regulador y Descentralizacin, tanto regio-nal como al interior de esta.

    Entre otras, en las principales acciones realizadas en el perodo 2000- 2005, en apoyo de las variables sociales y sicolgicas de los Adultos Mayores, se pueden identi-car cuatro grandes lneas de accin, que han signicado un gran avance para el desarrollo del tema en el pas:

    Primero, en el rea de los servicios sociales para el adulto mayor, se destacan los esfuerzos realizados por los municipios, varias ONGs y el Instituto de Normali-zacin Provisional-INP, en materia de apoyo a la inte-gracin social por medio de talleres y programas de ca-pacitacin como son las casas de encuentro, los talleres de gimnasia, los programas de alfabetizacin digital e Internet y los programas de turismo interior;

    Segundo, en el rea de la proteccin social, se desta-can los avances logrados en materia de previsin social, y de transferencia de recursos pblicos para la protec-cin de los adultos ms desvalidos.

    Tercero, son los mltiples esfuerzos de coordinacin de diferentes instancias gubernamentales y no guberna-mentales que ha realizado SENAMA, para dar forma a una serie de comisiones y grupos especcos de trabajo.

    3. Necesidades en la atencin sanitaria de las personas mayores

    La poltica sanitaria para los AM debe considerar las necesidades y problemas singulares que distinguen a las personas mayores de las no ancianas. La Organizacin Mundial de la Salud (1959) y posteriormente numerosos otros organismos internacionales e investigadores, con-cuerdan que en los AM lo ms importante es mantener la funcionalidad en el diario vivir. La funcionalidad es posible medirla o cuanticarla con la llamada nueva tecnologa que es la Valoracin Geritrica Integral-VGI. Hay consenso que este es el factor ms importante en los AM para predecir la posible dependencia a futuro, el uso de recursos sanitarios, recursos econmicos y/o la muerte.

    Al aumentar el porcentaje de los muy mayores (> 80 aos), se proyecta un incremento de la incapacidad des-de el 12% a la edad de 65-69 aos hasta ms del 65% a la edad de 80. El incremento de la incapacidad aumenta las limitaciones emocionales, sociales, econmicas y am-bientales. Se ha difundido una especie de apocalipsis de ancianos que invadiran el mundo y que seran totalmen-te dependientes y muy caros. Esta visin apocalptica, dominante en los ambientes planicadores y salubristas de los aos 80 e inicios de los 90 se ha visto desmentida por la realidad. Por el contrario, en USA y otros pases (incluidos pases culturalmente cercanos como Espaa) se ha demostrado de manera consistente en los ltimos diez aos, la discapacidad est disminuyendo a pesar del aumento de los AM y de los muy mayores. O sea con intervenciones geritricas ecaces y focalizadas en la funcin es posible revertir las proyecciones, poniendo en valor el concepto de que ms vale la pena actuar e invertir con programas ecientes, que solo observar el proceso del envejecimiento patolgico. Algo similar ya se realiz en la lucha mundial contra la desnutricin infantil y tambin guarda similitud con lo que actual-mente se pretende contra la obesidad mrbida.

    1 La Comisin Nacional para el Adulto Mayor fue creada por Decreto Supremo N 27 en Enero de 1995, presidida por la Sra. Marta Larrae-chea de Frei.

  • 5PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    DIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS DICIEMBRE DE 2006

    La Organizacin Mundial de Salud-OMS actualmente, promueve el envejecimiento activo que se basa en tres pilares fundamentales: participacin social, seguridad econmica y salud.

    La mayora de los pases avanzan primero en la partici-pacin social, lo mismo ocurri en Chile donde los mu-nicipios, iglesias, ONGs, clubes y otras organizaciones la han desarrollado para intentar lograr un envejecimien-to participativo de los AM.

    Lograr la seguridad econmica es complejo y los pases lo estn enfrentando de diversos modos para lograr un sistema de pensiones digno y sustentable en el tiempo. En Chile, ya se est trabajando el la reforma del sistema de pensiones.

    Los aspectos de salud son sin embargo ms plausibles, al estar sus grandes directrices ya probadas en otros pases y ambientes, por lo que disponemos del conocimiento sobre el modo correcto de hacer, con lo que ello compor-ta de ahorro de esfuerzo y dinero an ms complejos. A grandes rasgos, los sistemas ecientes de salud para adultos mayores han de respetar las siguientes lneas maestras: servicios integrados y que se desarrollen si-multneamente: prevencin y promocin masiva para lograr un envejecimiento saludable en la mayora de la poblacin; atencin de salud ambulatoria; atencin geritrica hospitalaria para los casos agudos; implemen-tacin de unidades de recuperacin geritrica funcional (media estancia) y del desarrollo de atencin prolongada en domicilio y en instituciones. Todo esto, junto con un nmero adecuado de Geriatras, equipos de salud capaci-tados y programas acadmicos de perfeccionamiento. Es en este aspecto, en el que estamos ms atrasados y que el pas debe enfrentar en los prximos aos, o sea desarrollar los servicios geritricos necesarios y la capacitacin del personal de salud y otros profesionales.

    3.1. La Dimensin de la Salud en la Poltica Nacional de Adulto Mayor en Chile

    Siendo la variable salud, uno de los temas cruciales que repercute en la calidad de vida de la PAM, resulta de especial importancia la actuacin del Ministerio de Sa-lud, en cuanto a la implementacin de programas espe-ccos. Es as como en la declaracin de los Objetivos Sanitarios para la dcada 2000- 2010, se indica que si no se aborda el tema (de la salud) a corto plazo - en rela-cin con el riesgo del progresivo compromiso del Estado de Salud Funcional, para los grupos de mayor edad - la

    poblacin con dependencias aumentar, con los incre-mentos en costos econmicos y sociales que signica2.

    Derivado de la Poltica Nacional para el Adulto Mayor-PNAM, el MINSAL-Ministerio de Salud est efectuan-do una serie de Programas destacables como son: Pro-grama de Control de Salud; Consultas de Morbilidad, Programa Cardiovascular, Programa Respiratorio, Pro-grama de Alimentacin Complementaria para el Adul-to Mayor (PACAM), Programa de Vacunacin contra la Inuenza, y Seguro Catastrco o Atenciones de Salud de Alto Costo.

    Adicionalmente, para el perodo 2006- 2010 se pro-pone:

    Ampliar la cobertura para nuevos casos en el Plan Auge (a las actuales garantas para las prtesis de ca-dera, la operacin de cataratas, la Hipertensin y la Diabetes, se agregarn otras acciones orientadas a mantener la visin y la audicin).

    Fortalecer los programas de promocin de la salud con acciones que desarrollen la autonoma y estimu-len la actividad fsica y la capacidad cognitiva, aun-que el MINSAL no especica an cuales sern los programas especcos.

    Para los adultos mayores dependientes, se plantea un modelo general, con una organizacin lo suciente-mente exible para adaptarse a la realidad epidemio-lgica y social, as como a los recursos locales, que permite incorporarlos al proceso de gestin de salud, promoviendo un real empoderamiento y la auto res-ponsabilidad del cuidado en salud de las personas y que pondr prontamente en ejecucin, planteando lo siguiente: para los adultos mayores que presen-ten una dependencia leve o moderada, se desarrollar una estrategia de cuidado diario, cercano a la comu-nidad y de carcter integral.

    El nuevo modelo de atencin familiar-comunitario im-plica articularse con otros actores sociales para cons-tituir redes de apoyo familiar en el cuidado del adulto mayor y proporcionar cuidados continuos a quienes no tienen soporte familiar.

    Desde la perspectiva de la red asistencial, se disear un modelo de cuidados progresivos ambulatorios que

    2 Fuente: Construyendo La Nueva Agenda Social Desde la Mirada de los determinantes Sociales de la Salud.Documento Sntesis del Ciclo de Dilogos Democrticos, OMS-OPS O. Panamericana de la Salud, MIN-SAL Gobierno de Chile, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Chile., Stgo 2005.

  • 6DR. PEDRO PAULO MARIN LARRAN LINEAMIENTOS PARA LA REFORMULACIN DE LA POLTICA PBLICA DE SALUD PARA PERSONAS MAYORES

    culmine con la hospitalizacin domiciliaria bajo la vi-gilancia del centro de salud primario. Para ello, cada red asistencial determinar un modelo de continuidad de atencin para los adultos mayores, que considere el uso adecuado de los dispositivos de atencin cerra-da y una gestin de cuidados acorde al requerimiento de los pacientes, del mismo modo se plantea para los adultos mayores postrados ampliar la cobertura a car-go del nivel primario.

    4. Redenicin de la poltica sanitaria para los AM

    Una vez presentados todos los antecedentes y alcances de la actual poltica de salud del AM en Chile, es posible ar-mar que hoy en da en Chile se necesita realizar una reeva-luacin del mtodo por el cual se concibe, se organiza y se ofrece la atencin sanitaria para las personas mayores.

    A continuacin se presentan los nueve criterios funda-mentales para la reevaluacin de la poltica:

    Efectividad y costos

    Como se expuso anteriormente, los pases deben fomen-tar todos los servicios que permitan a los ancianos fr-giles permanecer en su casa por la mayor cantidad de tiempo posible. Esto porque el soporte comunitario es menos costoso y reemplaza la necesidad de la asistencia institucional, manteniendo la calidad de vida. La consi-deracin de los costos, adems de lo que ya se coment previamente sobre la concepcin de estos costos como inversin y no como gasto, precisa de otra consideracin. El no hacer nada lleva aparejado muchos ms costos a me-dio largo plazo que los que la intervencin genera a corto plazo, dato que habitualmente se ignora en los modelos econmicos en uso. Por ende, el costo de oportunidad de la no intervencin es muy elevado.

    Hoy en da, los AM son, los nuevos clientes o usuarios de los servicios de salud y ellos concentran la mayor mortalidad y grados de dependencia. Esto es un hecho real, como tambin lo es la posibilidad de reducir las tasas de discapacidad y por lo tanto los gastos innece-sarios. En los pases ms envejecidos se demostr que es ms barato intervenir que slo observar el proceso de envejecimiento ya que se transforma en patolgico y discapacitante.

    Medios de soporte y aplicacin

    El principal objetivo de una poltica sanitaria nacional para ciudadanos mayores debera ser mantener a este

    grupo fsica y mentalmente autnomo e independiente por el mayor tiempo posible. Evidentemente, esto reque-rir de un sistema efectivo de atencin sanitaria y de adecuados medios econmicos.

    En las naciones industrializadas y ms ricas, la familia se considera la unidad ms importante de soporte para los AM. Las familias asisten a sus parientes ancianos enfermos para mantener su funcionamiento indepen-diente en casa, con la provisin de ayuda domstica y concertando el cuidado mdico necesario. La dedica-cin informal del cuidado a la mayora de enfermos se proporciona con frecuencia a costa de un alto precio emocional y econmico.

    Se hace evidente que las unidades familiares estables, tanto si consisten en cnyuges ancianos o hijos adultos, reducen las demandas del sistema de atencin sanita-ria a la vez que minimizan la clase de aislamiento que frecuentemente se relaciona con la incapacidad crnica. Se deduce, por tanto, que una poltica sanitaria efectiva debera incluir los esfuerzos para consolidar a la fami-lia y estimular su papel continuado en el cuidado en casa de los ancianos frgiles. Podran ser impulsados varios incentivos econmicos y legales, que incluyeran las bonicaciones scales por ingresos y propiedades, la compensacin directa por la provisin familiar de los servicios de atencin personal y otros.

    Prevencin y autocuidado

    Hoy est establecido que las medidas preventivas sani-tarias son apropiadas para los AM. Hay sucientes datos que avalan la capacidad de las personas mayores que son educadas en los pilares de la promocin de salud, logran cambiar sus hbitos como tambin una mejor prevencin de muchas enfermedades. El gran problema en contra de estos logros en los AM, es su escaso nivel de educacin, que muchas veces se asocia adems con pobreza.

    El viejo, como el joven, tiene la capacidad de inuir en su bienestar antes o en el momento o despus de una en-fermedad e incapacidad. Reconocer sntomas y entender los diagnsticos, formular las preguntas apropiadas, se-guir los regmenes prescritos, modicar hbitos y llevar a cabo los tratamientos apropiados son algunas de las variantes sobre las cuales el individuo tiene control. La adopcin de estilos de vida ms sanos (por ejemplo apti-tud fsica, nutricin, prdida de peso, manejo del tiempo libre) y el dominio del conocimiento prctico de su pro-pio cuidado, reduce la morbilidad e incapacidad entre

  • 7PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    DIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS DICIEMBRE DE 2006

    la poblacin de ms edad, as como mejora su funciona-miento diario. Tales prcticas realzan los sentimientos de independencia, conanza en si mismo y en su propio valor, y promueven un sentido de signicado de la vida. El desarrollo sanitario, la prevencin y las actividades de mantenimiento de la salud pueden tener tambin un valor econmico que no debe ser ignorado.

    Lograr una sociedad ms saludable implica desarrollar una amplia diseminacin de informacin sobre promo-cin sanitaria, prevencin y mantenimiento a travs de sencillos libros de bolsillo, programas radiales o de tele-visin con conocimientos prcticos, as como programas de educacin formal, instruccin y consulta tanto para profanos como para profesionales. Tambin debera em-prenderse la investigacin para identicar la prevencin efectiva y las estrategias de autocuidado para AM. Es-tas nuevas orientaciones los ayudarn a ellos y a sus familiares o cuidadores a anticipar y contrarrestar las demandas fsicas y emocionales en condiciones de inca-pacidad crnica y a hacer un mejor uso de los escasos recursos de la atencin sanitaria.

    Asistencia a largo plazo o prolongados

    La asistencia a largo plazo, consiste en aquellos servi-cios designados a proporcionar diagnostico, prevencin, teraputica, rehabilitacin, soporte y mantenimiento a los individuos que tengan deterioro crnico fsico y/o mental, en una variedad de marcos de asistencia sani-taria institucionales y no institucionales, incluido el do-micilio, con el objetivo de promover niveles ptimos de funcionamiento fsico, social y emocional.

    Esto implica que el AM frgil o con limitaciones, a dife-rencia de poblaciones ms jvenes, requiere de cuidados prolongados dentro del abanico de servicios sanitarios. Estos se pueden realizar en la comunidad o en insti-tuciones. La mayora de los discapacitados est siendo atendida en sus propios hogares, esto implica que se les debe apoyar con programas focalizados para capacitar a los cuidadores y uso de tecnologa apropiada. Las ins-tituciones de cuidados crnicos (hogares de ancianos) y los servicios ofrecidos deben ser homologadas para que la poblacin general tenga una informacin dedigna de cuales son brindados y hasta que nivel de complejidad puede ser mantenido ese adulto mayor en dicha insti-tucin. Hace 30 aos el discurso era persona mayor dependiente = cuidado en institucin, hoy en da se promueve el cuidado del AM en sus propios hogares, tanto por las ventajas desde el punto vista econmico

    como de calidad de vida. An as, se acepta que siempre habr un porcentaje (no ms del 5%) de AM institucio-nalizados y que el Estado debe velar por sus derechos y obligaciones.

    Coordinacin del servicio e integracin

    Las personas mayores necesitan un abanico de servicios integrados, que se ofrecen en una variedad de institu-ciones. Idealmente, un sistema de asistencia sanitaria debera proveer la mejor atencin en la relacin costo-ecacia en el nivel, tiempo y establecimiento correctos y tambin asegurar el mantenimiento del individuo en el mximo estado alcanzable de bienestar y calidad de vida. Esto depende, en gran medida, de las estructuras que permitan coordinar e interpretar los servicios geri-tricos, los cuales son responsabilidad de las autoridades y rganos gubernamentalmente a niveles nacional, re-gional y local.

    La resolucin de estos problemas es ms crtica a ni-vel comunitario, ya que las dicultades cotidianas para acertar, asignar, conectar y supervisar los servicios pue-den resultar con frecuencia en una fragmentacin y su-perposicin de los servicios, as como la duplicacin de su costo. En primer lugar, se debe intentar establecer entidades locales autnomas para manejar, coordinar y organizar la provisin de servicios geritricos domi-ciliarios, comunitarios e institucionales de asistencia a largo plazo. Estos rganos canalizantes identicarn a la poblacin de alto riesgo, valorarn las necesidades, determinarn la elegibilidad, planicarn y prescribirn los servicios, organizarn la asistencia y supervisarn su provisin.

    En USA, la Organizacin de Mantenimiento Social/Sa-nitario (S/HMO) es un sistema prototipo de asistencia sanitaria para ancianos, dentro del cual un nico pro-veedor asume la total responsabilidad para un completo campo de servicios de paciente agudo ingresado, ambu-latorio, rehabilitacin, asistencia prolongada, y soporte sanitario de alojamiento y personal, bajo un presupuesto jo determinado anticipadamente. En la S/HMO sern nanciados por igual los costos negociados per capita a partir de una variedad de programas pblicos de nan-ciacin y pagos individuales mensuales, para cubrir los costos del vasto campo de prestaciones, con la S/HMO como proveedora compartiendo con el gobierno el ries-go nanciero del presupuesto negociado. Actualmente, el mejor modelo ya que es barato y eciente, es ON-LOCK en San Francisco-USA, ya que est basado en una

  • 8DR. PEDRO PAULO MARIN LARRAN LINEAMIENTOS PARA LA REFORMULACIN DE LA POLTICA PBLICA DE SALUD PARA PERSONAS MAYORES

    comunidad que desarroll redes propias para obtener un mejor acceso y apoyo al AM.

    Funcin del hospital

    Como se ha dicho, el Servicio Geritrico hospitalario y su red comunitaria, sobre todo en Europa y otros pases, es la piedra angular de la provisin de la asistencia sa-nitaria para pacientes AM y ha probado ser costo-efec-tiva.

    Hasta hace poco, los hospitales de Estados Unidos han rehuido este papel, en parte debido al nfasis de ME-DICARE en la asistencia a corto plazo de agudos y a su tradicional orientacin hacia la medicina curativa de alta tecnologa. A causa de que ahora se reconoce que los ancianos estn llegando a ser rpidamente uno de los mayores grupos de pacientes de hospital y por lo tanto, la clave de su viabilidad social y nanciera, cada vez ms hospitales comunitarios han empezado a ex-plorar caminos para diversicar sus servicios ms all de la institucin de asistencia a agudos, para enfatizar la asistencia continuada. De acuerdo con la Asociacin Americana de Hospitales y la Comisin de Investigacin y Educacin Hospitalaria (1980) el nico potencial del hospital es para proveer no tan slo atencin mdica a los ancianos durante los episodios agudos de la enferme-dad, sino tambin para proveer la atencin geritrica que responda a un mucho ms amplio campo de necesidades sanitarias y sociales en la que pueda ser una institucin ms socialmente aceptable para los ancianos.

    No existe ninguna duda de que los hospitales suelen ac-tuar como un importante punto de enfoque para la re-cepcin de servicios mdicos, sanitarios y sociales para la poblacin anciana. Consecuentemente, el desarrollo de una orientacin ms humana con nfasis en la re-cuperacin funcional, menos tecnicada hacia sus pa-cientes internos con tratamiento medico ser una inno-vacin bien recibida. Sin embargo, el hecho dominante en el cuidado del paciente y en trminos econmicos, es el Departamento, Servicio o Unidad de Geriatra del hospital que hace el papel central tanto en la provisin como en la coordinacin de los servicios de asistencia continuados en una estrecha relacin con los equipos de atencin primaria. Es obvio que esto depender en gran medida, de cmo se capacite en el pregrado y postgrado a los estudiantes de medicina especializados en Geria-tra. Esta es la lnea de desarrollo actual de la Comuni-dad Europea y otros pases.

    Conexin de la asistencia de enfermos fsicos y mentales

    Los AM estn en alto riesgo de problemas fsicos y mentales. El deterioro mental y la depresin se relacio-nan con cierto nmero de factores que incluyen cau-sas orgnicas, escasa salud fsica, pobreza, desamparo y aislamiento social. En el caso de la demencia existe la preocupacin de cmo dirigir las necesidades de los pacientes mayores con estas enfermedades, particular-mente cuando a la vez sufren un deterioro fsico como la osteoartrosis, osteoporosis u otras. La demencia aumen-ta a la vez que las poblaciones se envejecen.

    Calidad de la asistencia

    La evaluacin de la calidad de la asistencia sanitaria es complicada. Si el objetivo de la asistencia a largo plazo est en la consecucin del funcionamiento fsico ptimo, el bienestar emocional y la calidad de vida dentro de ciertos limites nancieros, surge la necesidad de denir qu signican estos trminos, para convenir con los in-dicadores concretos y establecer un mecanismo para ob-tener una autorregulacin sistemtica de los provisores, as como de los AM y de los miembros de la familia.

    La tarea de determinar la calidad de la asistencia a largo plazo se complica con la falta de criterios objetivos en algunas reas y, por lo tanto, con la necesidad de conar en los juicios valorativos de los profesionales o las opi-niones de aquellos que estn a su cuidado. Por ejemplo, es ms fcil valorar la calidad tcnica del cuidado de enfermera que el impacto de un servicio en la calidad de vida. Adems, la medicin de la calidad depende de tener una denicin universalmente aceptada de la asis-tencia a largo plazo, sus objetivos y los elementos de un sistema coordinado.

    Una vez que se comience a trabajar en los benecios y los costos de los servicios comunitarios e institucio-nales existentes, surgir la necesidad real de desplegar una informacin objetiva y signicativa sobre todas las dimensiones de la calidad. Adems se hace necesario homologar los servicios ofrecidos.

    Formacin de Recursos humanos en Geriatra

    Hoy, todas las personas mayores de 60 aos (AM) y beneciarios de FONASA, de los grupos A; B; C y D tienen atencin gratuita en los hospitales pblicos. Sin embargo, no existe una oferta de personal mdico espe-cialista en Geriatra que pueda satisfacer la demanda de atencin en los hospitales del sistema pblico. Adems,

  • 9PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    DIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS DICIEMBRE DE 2006

    tanto en atencin comunitaria (primaria) como en la in-trahospitalaria no hay suciente personal del equipo de salud capacitado en Gerontologa. En Inglaterra, Espa-a, Costa Rica y otros pases, se recomienda un Geriatra por cada 5mil personas mayores de 60 aos o uno cada 10mil adultos mayores de 65 aos o uno cada 4mil ma-yores de 75 aos. Estamos muy lejos de estas cifras ya que, Chile cuenta con muy pocos mdicos especialistas en Geriatra (no ms de 15) y hay slo dos hospitales estatales de recuperacin funcional geritricos.

    En el 2004, la Comisin Nacional de Certicacin de Especialidades Mdicas -CONACEM- reconoci la espe-cialidad de Geriatra como una sub-especialidad de la Medicina Interna hacindola similar a la Cardiologa, Gastroenterologa, etc. En estos programas han egresa-do a la fecha seis mdicos de la Universidad de Chile y tres de la Ponticia Universidad Catlica de Chile, nin-guno de los cuales est trabajando en servicios estata-les. En los ltimos cinco aos y solo en la minora de las universidades, el currculo de pre-grado de las carreras del rea salud (medicina, enfermera y kinesiologa) han incorporado los conceptos bsicos de geriatra y geron-tologa.

    Por lo anterior, se estima que el programa de Formacin de Recursos Humanos contemplado en el Plan de Go-bierno para el perodo 2006-2010, es fundamental. Este programa plantea reforzar la capacitacin de los recursos humanos de atencin primaria en los conceptos genera-les de la prctica gerontolgica, a travs de la formacin mediante un diplomado para 560 profesionales de 103 consultorios del pas durante el ao 2006. Adems, se sumarn 50 kinesilogos en los temas de rehabilitacin; 60 enfermeras en atencin domiciliaria y 25 tcnicos en postas rurales. El 2007 se nanciarn por el MINSAL, con fondos centrales, cuatro cupos para especializarse en Geriatra en las universidades tradicionales.

    Sin embargo y a pesar de los esfuerzos enunciados, se estima que falta an bastante para poder dar respuesta satisfactoria a los objetivos especcos, relacionados a la salud de los AM, y denidos como prioritario en la PNAM, como es el de Formacin de Recursos Humanos especialistas en Geriatra, ya que el MINSAL ofreci el 2005 slo tres becas para formar especialistas en Geria-tra, las cuales no fueron nalmente llenadas. Por otra parte, los diplomados no dan el estndar de especialista (son tericos y por corto tiempo), o sea un mdico puede tomar un diplomado en Diabetes o Cardiologa y no ser especialista clnico.

    La visin especializada en Geriatra para la adecuada atencin mdica de los AM, es vital a la hora de efec-tuar un diagnstico y tratamiento, ya que al igual que los nios, este grupo etario tambin presenta manifes-taciones y particularidades mdicas, tanto en las formas especcas de presentar los sntomas y evolucin o com-plicaciones de las patologas, como en los tratamientos. Adicionalmente, la falta de capacitacin puede llevar a incurrir en errores de tratamiento. Los AM igual que los nios necesitan especialistas para que atiendan a los casos ms complejos y enseen a los otros colegas y miembros del equipo de salud.

    Hoy se estima que la variable de la salud es fundamental en cuanto a la calidad de vida de las personas mayores, siendo el principal indicador la capacidad funcional. En efecto, se ha demostrado que la capacidad funcional es el mejor indicador del bienestar de la persona, el ma-yor indicador de recursos humanos y econmicos, valor predictivo de discapacidad y de muerte prematura3. La capacidad funcional a su vez depende mucho de la pre-vencin, por lo tanto no es posible pensar que sin una atencin especializada en Geriatra se logre una buena calidad de vida para los AM. La PAM presenta sus pro-pias particularidades caractersticas de las dolencias, la manifestacin y evolucin de las enfermedades, como la respuesta a tratamientos y complicaciones.

    Adicionalmente tambin, los estudios actuales demues-tran que los AM tienen muy buena capacidad de res-puesta a los tratamientos mdicos adecuados a man-tener la capacidad funcional. Este aspecto, no slo es de importancia para la calidad de vida de las personas mayores que son tratadas, sino que tambin para la so-ciedad, ya que para el pas resulta mas barato tener un mayor nmero de adultos mayores autovalentes que adultos postrados o discapacitados.

    Hoy, en los consultorios, la persona mayor es atendida por el mdico general quin decide si requiere de la atencin o evaluacin de un especialista (no geriatra). Cuando el mdico especialista considera que requiere alguno de los tratamientos que se incluyen en los Pro-gramas especiales para AM (antes indicados), lo enva para que pueda recibirlos. Otras veces, son atendidos por mltiples especialistas dicultando el tratamiento e incrementando los costos.

    Muchas veces, una persona mayor de 70 aos frente a una queja de algn dolor o dolencia en un centro m-dico, se le responde: pero con su edad que mas quie-re!. Esto indica la falta de conocimiento de las personas

  • 10

    DR. PEDRO PAULO MARIN LARRAN LINEAMIENTOS PARA LA REFORMULACIN DE LA POLTICA PBLICA DE SALUD PARA PERSONAS MAYORES

    que deben entregar las prestaciones de salud tanto en los consultorios, tomas de muestras, servicios de espe-cialidades y hospitales. Se demuestra que carecen de personal con la adecuada capacitacin en gerontologa, conocimientos que resultan importantes si se quiere realmente lograr los objetivos planteados por la Poltica Nacional para el Adulto Mayor, como son a) lograr un cambio cultural de la poblacin respecto a la valoracin y trato hacia los AM, por parte del resto de la poblacin b) cambiar la percepcin existente sobre el envejeci-miento, tanto por parte de los mismos Adultos Mayores como por la sociedad en general y c) mejorar la calidad de vida de los AM.

    5. Conclusiones

    A modo de balance sobre las medidas implementadas de la Poltica Nacional para el Adulto Mayor, podemos decir que de las tres reas prioritarias, como son la bio-lgica (mdica), psicolgica y social denidas como in-teractuantes y por lo tanto en las acciones y medidas a realizar, la biolgica ha tenido un ritmo de ejecucin ms lento que las otras dos. Tomando slo en considera-cin la dimensin mdica, podemos armar que uno de los aspectos ms relegados ha sido la formacin de re-cursos humanos especializados o sea Geriatras, a pesar que estos se encuentran entre los objetivos especcos de la misma PNAM y guardan estrecha relacin con las acciones de prevencin, atencin y prestacin de salud para este grupo etario. Los servicios geritricos integra-les, son imprescindibles si no queremos discriminar a los adultos mayores y mejorar su calidad de vida.

    Mantener la salud de la PAM y crear los Servicios de Geriatra para cubrir las necesidades de asistencia m-dica continuada, constituye uno de los hechos ms im-portantes de poltica pblica con el que se enfrentan las naciones de todo el mundo. Los actuales programas y formas de prestacin de servicios mdicos deben mo-dernizarse en los conceptos geritricos para no discri-minara a los AM.

    Si la poltica sanitaria para las personas mayores est relacionada con elevar al mximo el nivel de funcio-namiento fsico y mental de este grupo de edad, hay que abordar el desafo en su totalidad. Las condiciones fundamentales sociales, econmicas y ambientales de los AM deben ser consideradas simultneamente con el nanciamiento de la organizacin y prestacin de servi-cios sanitarios. Esto est demostrado y por dos razones: primera, mejorar la calidad de vida puede prevenir o retardar la decadencia mdica y funcional; y secunda-riamente puede amortiguar muchos efectos colaterales de las enfermedades crnicas de los ancianos incapaci-tados. En ambas instancias hay un ahorro real para la sociedad tanto en trminos econmicos como humanos y una mejor calidad de vida que es algo que todos que-remos para nosotros mismos al llegar a esa edad.

    El nivel de recursos que podrn utilizarse en un futuro previsible signica que deben tomarse rmes alternati-vas de poltica pblica. Estas decisiones no slo requie-ren una valoracin realista de la total amplitud de las necesidades y solicitud de servicios de los AM, sino tam-bin una comprensin de los problemas existentes y de los cauces en que estos recursos pueden utilizarse para obtener los mejores resultados. Este escrito ha intenta-do aportar una interpretacin de la compleja clase de hechos y cuestiones que puede ser encaminada a un re-planteamiento de la poltica sanitaria para las personas adultas mayores.

    Se requiere de una visin multiprofesional y no slo m-dica para abordar este complejo tema, donde queda claro por las investigaciones internacionales, que se envejece segn como se ha vivido y que por otro lado las personas mayores responden a las indicaciones de salud (promo-cin y prevencin), que siempre es posible hacer algo til por esta poblacin y que requieren servicios geritricos y mdicos especialistas para atenderlos cuando correspon-da. No olvidemos que como pas les debemos a los AM una mejor calidad de vida ya ellos fueron los encargados de lograr el desarrollo que vivimos actualmente. El peor escenario es solo observar el proceso y no aprovechar la ventana de aos que tenemos para actuar.

  • 11PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    DIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS DICIEMBRE DE 2006

    6. Referencias

    ALMA Academia de profesores de Geriatra (2005) Pro-puestas de contenidos mnimos para los programas docen-tes de pregrado en Medicina Geritrica en Amrica Lati-na. Revista Panamericana Salud Pblica; 17: 429-36.

    Baztn, J. J., Surez, F., Garca, F.J. Informe sobre las nece-sidades de unidades geritricas como parte de los recursos especializados para personas mayores. Editado por Socie-dad Medicina Geritrica-SEMEG, Espaa.

    CEPAL-CELADE (2003). Estrategia Regional de la im-plementacin para Amrica Latina y el Caribe del Plan de Accin Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento.

    Divisin de Coordinacin Interministerial Ministerio Se-cretara General de la Presidencia y Secretara de Co-municaciones Ministerio Secretara General de Gobierno (2006). Situacin de la Administracin del Estado, Anexo del Mensaje Presidencial Gobierno de Chile, 21 de Mayo.

    Estudio NTRA-OMS, realizado por Centro de Geriatra y Gerontologa UC y MINSAL, (2003). Perl del adulto mayor en Chile: desarrollando respuestas integradas de sistemas de cuidado de salud para una poblacin de rpi-do envejecimiento. Chile.

    Facultad de Medicina UC, CIEDES y Colmena Golden Cross (2005). Los desafos actuales del adulto mayor: cambiando la visin negativa de la tercera edad.

    Macias, J. J., Guilln, F., Ribera, J.M. (2005). Geriatra: desde el principio. Editorial Glosa., Espaa.

    Marin, P.P. (1997). Artculo Especial: La situacin del adulto mayor en Chile. Rev Med Chile; 125:1207-12.

    Marin, P.P., Carrasco, M., Cabezas M., et al. (2004) Im-pacto biomdico de los viajes en adultos mayores chile-nos. Rev Med Chile; 132:573-78.

    Marin P.P., Cubilos A.M. (1991). Evaluacin del estado nutricional, perl de morbilidad y situacin econmica de una poblacin ambulatoria de mayores de 65 aos. Rev Chil Nutr; 19:63-69.

    Marn, P.P., Gac, H. (2004). Manual de Geriatra y Geron-tologa. Ediciones UC.

    Marn, P.P., Valenzuela, E., Castro, S., et. al. (1998) Re-sultados al aplicar el sistema de clasicacin de pacien-tes RUG-T18 en ancianos hospitalizados. Rev med Chile; 126:761-68.

    Marin, P.P., Villalobos A., Carrasco M., Kalache, A. (2005). Resultados generales del Proyecto INTRA-OMS en Chile. Rev Med Chile; 133:331-37.

    Marin, P.P., Wallace, S.P. (2002) Health care for elderly in Chile: a country in transition. Aging Clinical Exp Res; 14:271-78.

    MIAH - Merck Institute on Ageing and Health (2004). The sate on ageing and health in the Americas, USA.

    OMS y Milbank Memorial Fund (2000). Hacia un con-senso internacional sobre la poltica de atencin de salud a largo plazo en el envejecimiento.

    Organizacin Panamericana de Salud, OPS-OMS (2002). Gua clnica para atencin primaria a las personas adul-tas mayores.

    Rodrguez, J., Solano, J. J. Bases de la atencin sanitaria al anciano. Editado por Sociedad Medicina Geritrica -SEMEG, Espaa.

  • VICERRECTORA DE COMUNICACIONES Y ASUNTOS PBLICOSDIRECCIN DE ASUNTOS PBLICOS

    Alameda 390, 3er piso. Telfono: 354 6563. Email: [email protected] www.uc.cl