roland barthes - la respuesta de kafka

5/15/2018 Roland Barthes - La Respuesta de Kafka

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LA RESPUESTA DE KAFKADans le combat entre toi et le monde, se-

conde le monde.

Salimos de una epoca, la de la literatura engages.El fin de la novela sartriana, la indigencia imperturbablede la novels socialists, la falta de un teatro politico, todoesto, como una ala que se retira, deja al descubierto unobjeto singular y singularrnerrte resistente: la literatura.Por otra parte, estamos ya ante una ala de sentido con-trario que la recubre, la de 1a desvinculaci6n declarada:retorno a la historia de amor, guerra a las ideas, cultodel b ien e sc rib ir, negativa a preocuparse par las significa-ciones del mundo, toda una etica nueva del arte se pro-pane, hecha de un torniquete comedo entre el romanti-cisrno y la desenvoltura, los riesgos (minimos) de Ia poe-sia y la proteccion (eficaz) de 1ainteligencia.

~Acaso pues nuestra literatura esta condenada parasiempre a ese pendular agotador entre el realismo poli-tico y e l arte por el arte, entre una moral del engage- r ' 1 Jment y un purismo estetico, entre el compromise y laasepsia? ~No tiene mas soluci6n que ser pobre (si es ellamisma) 0 confusa (si es otra cosa distinta)! lNo puedepues ocupar un lugar equilibrado en e ste mundo?

A esta pregunta tenemos hoy una respuesta concre-


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ta: el Kafka de Marthe Robert.' lEs Kafka qui en n08 1\''1ponde? 51, desde luego (pues es dificil imaginal: u n nexegesis mas escrupulosa que la de Marthe Rober t ) .pero hay que aclarar algo. Kafka no es el kafkisrno, Dl'~de hace veinte afios, el kafkismo alimenta las literature jmas contrarias, de Camus a Ionesco. ~Se trata de descr ibir el terror burocratico del momento moderno? E l P roceso, E l C astillo, La C olonia penitenciarta , son modelnsextenuados. lSe trata de exponer las reivindicaciones dclindividualismo frente a la invasion de los objetos? LIImeiamotjosis es un recurso proveehoso. A la vez realisu

J y subjetiva, la obra de Kafka se presta a todo el ~ndll( .per9_l1o _re~12Q_nQenadie.jEs cierto que se la interroga

poco, pues no es interrogar a Kafka escribir a la sombrude sus temas; como dice muy bien Marthe Robert, la soled ad, la inadaptacion, la busqueda ansiosa, la familiar]dad con el absurdo, en una palabra, las constantes de 1 0que se llama el universo kafkiano, lacaso no pertenecena todos nuestros eseritores desde el mornento en que scniegan a escribiral servicio del mundo del teneri A de-eir verdad, la respuesta de Kafka se dirige a quien me-nos I e ha interrogado, al artista.

Esto es 10 g}l~nos dk~M~u1hs:_Rubtrt; ql.le_e.L~ellti-40 de Kafka reside en su tecnica. Esta es una vision muynueva, no solo en relacion a Kafka sino incluso en rela-cion a toda nuestra literatura, de modo que el cementa-rio de Marthe Robert, de apariencia modesta (lno eseste un libro mas sobre Kafka, publicado en una agra-dable coleccion de vulgarizacionr ) constituye un ensayoprofundamente original, aportando esa buena, esa pre-ciosa alimentaci6n del espiritu que nace de la confer-midad de una cornprension y de una interrogaci6n.

1. Marthe Robert: Kafka, Gallimard, 1960, colecci6n Bi-bliotheque ideale,

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PUt:!S , en resumidas cuentas, por parad6jico que pa-1I'It ,I, no poseemos casi nada sobre la tecnica liter aria.t 'nundo un escritor medita sobre su arte (cosa poco fre-ucnte y detestada por la mayoria) es para decirnos

\ 111\10 concibe el mundo, que relaciones mantiene conr I, 1 0 que para el representa el hombre; en resumen, to-.Ins dicen qQ~,sQJ1 realistgs, nunca como 1 0 son. Ahara'hicn 2 la literatura no e s m as que un-m~dio,carel1te de :uusa y de fin: e s mas, es to es sin duda 1 0 que la define.lududablernente podernos intentar una sociologia de lamstitucion literaria; pero no es posible limitar el acto deL Il ribir ni par un porque, TIl por un hacia que. E1 escri-Inr es como un artesano que fabricase concienzuda-mente un objeto complicado sin saber segun que rno-dt'lo ni para que usa, anaiogo al horneostato de Ashby .Preguntarse por que se escribe ya es un progreso res-pecto a 1a bendita inconseieneia de los inspirados:pero es un progreso desesperado; no hay respuesta. De-[undo aparte 1a demanda y el exito, que mas que m6vi-lcs verdaderos son coartadas empir icas , el acto literario~ece de ~a1,!a_yde fin p9L \lue pre cisam e nte esta pr iva-do de toda sancion; se propone a1 mundo sin que nin-guna praxis a~udaa fundarlo 0 a justificarlo: e s un acto,nbsolutamente intransitive, no modifica nada, nada.Iofranqyiliza_,

tQue ocurre, pues? Precisarnente esta e s su parade-ja, es te acto se agota en su tecnica, 5610 existe en el esta-do de manera. La vieja pregunta (esteril): iFor que escri-bir? es sustituida par el Kafka de Marthe Robert par unapregunta nueva: Jc6mo escribiri Y este como agota elporque: de repente el cal lejon sin salida se abre, apareceuna verdad. Jis__taerdad.) esta ~ewue.stll de Kafka (a to- '~dos los que. quieren escribir) es 1a siguiente: e 1 ser de la ,

/literatura no es nada rnas que sJi.JecnicrL .. ~En resumen, si se transcribe esta verdad en ter-


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minos sernanticos, ello quiere decir que la especialidadde la obra no depende de los significados que oculta(adios ala critica de las fuentes y de las ideas), sinosolo de la forma de las significaciones. La verdad deKafka no es el mundo de Kafka (adios al kafkismo), sonlos signos de este mundo. ~si la obra ~unca e~.!~2P.ues-ta al misterio del mundo, la literatura nunea es dogma-.ti31. Al irnitarelmundo y.sus leyendas (Marthe Roberttiene buenas razones a1eonsagrar un capitulo de su en-sayo a la imitaci6n, funcion crucial de toda literatura),el escritor solo puede ofrecer signos sin significados: el_mundo es un lugar siempre abierto a la significacion__pero incesantemente defraudado por ella. Para el escri-tor, la literatura es esta frase que dice hasta la muer-te: no empezare a vivir hasta saber cual es el sentido de@ vida.

Pero decir que la Literatura no es mas que interro-gacion al mundo solo tiene _peso si se propone una ver-dadera tecnica de la interrogacion puesto que estainterrogacion debe durar a traves de un relato de apa-riencia asertiva. Marthe Robert muestra muy bien que.el relato de Kafka no esta tejido de simbolos, como se hadicho cienveces, sino que es el fruto de una tecnica tQ-_talmente distinta, la de la alusion, La diferencia afecta a- - -- - ~ -odo Kafka. Fl simbQlo (la cruz del cristianismo, parejemplo) es un simholo segura, llfirma una analogia(parcial) entre una .f.or!ll.AY-na idea, implica una certi-dumbre. Si las figuras y los hechos del relato kafkianofuesen simbolicos, remitirian a una filosofia positiva(incluso desesperada), a un hombre universal: no es_p_.o-sible divergir acerca de! ~ptido de un simbolo, de 10 .contrario el simbolo se frustra. Ahora bien, el relato deKafka autoriza mil cIaves igualmente plausibles, es decirque no da validez a ninguna.

La alusion es algo totalmente diferente. Remite el


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lrecho novelesco a algo distinto de S 1 rnismo, pero ~aque? La alusion es una fuerza defectiva, deshace la ana-lngia apenas la hapropuestc.K. es detenido par ordende un Tribunal: esta es una imagen familiar de la Iusti-ria. Pero DOS enteramos de que ese Tribunal concibe losilelitos de un modo totalmente distinto al de nuestralusticia: la semejanza queda burlada sin que par ello sehorre, En resumen, como explica muy bien Marthe Ro-bert, todo procede de una especie de contracci6n se-m;lutica: K. se siente detenido, y todo ocurre como si K.estuviera realmente detenido (E l P roceso); el padre deKafka Ie trata de parasite y todo ocur re como si Kafkase hubiese metamorfoseado en parasite (La Me tamorfo -sis). Kafka funda su obra suprimiendo sistematicarnen-I;~ lO_j como sj: _pero es el hecho interior el que se (on-vierte en el terrnino oscuro de la alusion.

Vemos que ia alusion, que es una pura tecnica designificaci6n, de hecho afecta a] mundo entero puestoque expresa la relaci6n de un hombre singular y de unlenguaje cornun: un sistema (fantasma aborrecido portodos los anti-intelectualisrnos) produce una de las lite-raturas mas ardientes que hemos conocido. Por ejemplo(recuerda Marthe Robert), se dice corrientemente: comoun perro, una vida de perro, perro judio ; basta con hacerdel terrnino metaf6rico el objeto pleno del relato, rerni-tiendo la subjetividad al dominio alusivo, para quee l hombre insultado sea verdaderamente un perro: elhombre tratado como un perro es un perro. La tecnicade Kafka irnplica pues, en primer lugar un acuerdo conel mundo, una sumisi6n allenguaje usual, pero inme-diatamente despues una reserva, una duda, _ U _ l l ternorante Ia letra de los ~igno~ propuestos p_Q.L_d_muudo.Marthe Robert dice muy bien que las relaciones de Kaf-ka y del mundo estan reguladas por un perpetuo: sf,pero ... Con la unica diferencia del exito, 1 0 mismo pue-


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de decirse de toda nuestra liter~atura moderna (yen esteaspecto es eierto que Kafk~l J < l . ha f!illdado verdaqer~-

! illent~Lp"1Jesto 9u~ confunde de un modo inimitable el-PJ,Qyec5o_realista ( s f '11.myndo) y el proyeeto etico(pe ro. .. ).

~Urayeeto que ~epara e 1 si del perc es toda la incer-tidumbre de los signos, y gracias a que los sign os son.in


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(precision estructural y no retorica, claro esta: no se tra-tu de escrib ir b ien es 10 que com pro mete a I escritor1 . : 1 ) el mundo: no en una u otra de sus opciones, sino enSLl defeccion misma: la literatura es posible debido a que1mundo no esta hecho.

1960, France-Observateur.

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