taller parte 1 - narración oral

8/16/2019 Taller Parte 1 - Narración Oral

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El arte de contar

cuentos

Taller teórico práctico de narración oral

A cargo de Claudio Ledesma


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Introducción a la narración oral

Claudio Ledesma Referentes teóricos: orígenes, etapas y manifestaciones

La narración oral se remonta a los orígenes mismos de las sociedades, este viejo oficio es la cuna

primera de toda estructura cultural de la humanidad. En efecto, debió ser la primera manifestaciónartística surgida después del lenguaje articulado, a causa de los pocos elementos y materiales queprecisa: en principio solamente la palabra.El contador de cuentos en todo tiempo y lugar encontró quién lo escuchara, satisfaciendo así esasnecesidades bsicas del individuo y de la sociedad. Esto se e!plica porque este tipo de actividadresponde a una apetencia emocional innata en cada hombre.En las primeras evoluciones de las sociedades primitivas, los narradores eran quienes conservabany transmitían la historia y hechos relevantes de sus comunidades.En la comunidad nómada, los hombres ms importantes de la tribu eran el jefe "guerrero# y elnarrador, que en las largas noches acostumbraba a contar historias y concluir diciendo: $te la hecontado para acortar la noche%.

&l pasar la sociedad de la etapa de la barbarie a la del pastoreo, el narrador se convirtió también enel custodio de la tradición de la tribu.La primera noticia escrita sobre la narración de cuentos proviene de una colección de papirosegipcios que se conoce con el nombre de $'uentos de los (agos%. La mayoría de los eruditos estnde acuerdo en que data del a)o *+++ &.'.Los romanos y los gitanos eran grandes difusores del cuento, los primeros por sus incursionesguerreras y de conquistas, y los segundos por su renuencia a la palabra escrita, característica quelos acompa)a hasta hoy.Los cruados constituyen el tercer gran contingente de difusores de cuentos. En -recia e slandiasurgieron respectivamente las figuras del $/rovador Eólico% y del $Escaldo Escandinavo%, ambosintérpretes de la poesía épica.

0aralelamente a todos estos movimientos, se desarrollan dos escuelas diferentes de narradores, los$1llams% en rlanda y los $2ardos% en -ales, contadores de cuentos o leyendas históricas.Los trovadores y los juglares de la edad media, entre el siglo 3 y 34, tomaban las plaas de lospueblos por asalto, ganndose la vida con sus relatos. Los cantares de gesta, en la penínsulabérica, eran largas narraciones en verso referentes a las haa)as de los héroes popularesnacionales.Los sacerdotes mayas narraban la historia sagrada de su pueblo. &l llegar a 5anto 6omingo, en elsiglo 34, las crónicas espa)olas registraron el contar, bailando y cantando de los indígenasdenominado $&reyto%.&ntes de la llegada de los europeos la literatura era bsicamente de tradición oral. &7n hoy, en lastribus que habitan, e!iste la figura del $'haiman% quién cumple otros papeles adems de contar, es através de ellos que se ense)a a los ni)os la historia y las costumbres de su pueblo y losconocimientos necesarios para la vida adulta y para convivir con la naturalea.(odernamente este oficio artístico, con normas y técnicas transmisibles a todos, se remonta afinales del siglo pasado sobre todo en los piases sajones, pasando luego a los latinoamericanos.'oncretamente en nuestro país, contar cuentos es una tradición que se ha mantenido en nuestrospueblos hasta el día de hoy, el $'uentero% popular de las onas rurales "provincias# tiene a7n muchavigencia e importancia, este sin técnicas consientes, ingenuo e intuitivo.


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En /ierra del 8uego, los $1nas% narraban alrededor de fogatas, en 4eneuela numerosas tradicionesnarradoras: los $-uajiros%, acostumbraban cantar e!tensas narraciones mitológicas y los$9anomami%, contaban historias de tradición oral.En &frica el narrador recibe el nombre de $-riot%, en &sia e!isten dos géneros principales: el$a;ugo%, de historias cortas y humorísticas y el $


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de ello, sus sentimientos y emociones. Los narradores chinos han sostenido que un buen narradorpuede convertir una historia mala en algo grandioso y que, por el contrario, un artista ine!pertopuede matar una buena historia.


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Acciones y capacidades personales de los narradores0or lo anterior, debemos e!presar nuestra autenticidad en los relatos, no e!iste una sola forma denarrar, pues cada persona debe desarrollar su propio estilo. /ambién nos permite observar que unnarrador profesional se vale de las palabras como cualquier individuo que cuenta una historia, peroms importante, resulta lo siguiente:

Las palabras no estn escritas, ellas toman cuerpo en la vo.El narrador se vale de la gestualidad del cuerpo, de la mirada y de la capacidad de intercambiar conlos asistentes al relato.epresentar personajes.6esplaarse por el espacio y recurrir a objetos au!iliares.4ale decir que un narrador cumple un conjunto de acciones que suponen el ejercicio de variascapacidades personales, a saber:seleccionar el cuento.estructurar el cuento "las circunstancias que lo componen#evocar y recrear imaginariamente las acciones a narrar y las circunstancias en que ellas tienen lugar.compartir el relato con el p7blico, contando para ello recursos tales como:su lengua "las palabras y su lengua combinatoria#.su e!presión vocal.su e!presión gestual o corporal "incluyendo la mirada#.su capacidad de interactuar con el p7blico.su capacidad de representar personajes.su capacidad de utiliar significativamente el espacio.su capacidad de utiliar objetos au!iliares para la presentación simbólica del mundo.Be ahí, esquemticamente resumidos, los recursos que pone en juego el narrador. 5eguramentetengamos conciencia de muchos de ellos y tal ve los ejercitemos ms o menos cotidianamente.1tros, especialmente de los tres 7ltimos quis, aunque no se haya dado cuenta, al menoseventualmente los ha utiliado.

¿Qué es la narración oral

Claudio Ledesma

Concepto y diferencias con las !tras Artes

La narración oral: Es un medio de e!presión, el cul se manifiesta con $bellea% y $arte%"es decir con su propiatécnica#, en un instante 7nico de creencia en la fantasía. Es una forma de comunicación que se nutrede la ficción, sin otro apoyo que la palabra, los gestos y los movimientos. El oyente forma con elnarrador la otra parte de una unidad, pues él debe recrear en su imaginación la historia que lecuentan, esto crea un estrecho vínculo que genera placer y se retroalimenta produciendo emocionesy sentimientos.Ese placer del oyente y del narrador es ante todo un encuentro afectivo importante, es una manerade decir: $/e quiero, quiero estar en vos%. 0or eso afirmo que la narración oral es un acto de amor.0odría ser conveniente continuar dibujando, no ya a la narración oral sino al narrador oral $ennegativo%, es decir, e!plicando lo que no es, para diferenciarlo por eliminación, de otras artes que leson cercanas.


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El cuentero: Los cuenteros narran sus propios relatos o aquellos que le llegaron por tradición oral, con indudableeficacia y encanto de manera intuitiva, con sus técnicas propias pero que no fueron adquiridase!plícitamente y que, por lo tanto, difícilmente podrn llegar a trasladar a otros. Esta modalidad secorresponde con la actividad de los chamanes, juglares, fabuladores, cuenteros urbanos o

campesinos de todas las épocas.& continuación un prrafo de (. E. (a!Cel, describe en su artículo $5eri rama, un cuento de hadascontado por un cuentero malayo%:#entado en el sal$n de un %a&' o un &efe, el narrador de historias que probablemente es un hombreque no sabe leer ni escribir, empieza uno de los romances que forman parte de su repertorio,entonando las palabras como si estu(iera leyendo un libro en (oz alta. Posiblemente se ha colocadoadrede, cerca de la puerta que lle(a al apartamento de las mu&eres y las risas o los aplausos del p)blico masculino all' afuera resuenan detr's de las cortinas donde las mu&eres de la casa estar'nsiguiendo la narraci$n con gran interés. *a narraci$n contin)a, tal (ez, hasta bien alcanzada lanoche cuando es interrumpida hasta la noche siguiente. +l narrador no ol(ida nada, ha estadocontando sus historias desde &o(en y hered$ sus romances de su padre o de los antepasados que lohaban contado a los antepasados del p)blico actual. -na pequeña recompensa, una bien(enidac'lida y una buena cena esperan al narrador malayo donde sea que (enga o (aya, caminando entrelos pueblos, como omero lo haca entre las (illas griegas/

El cuentista:El cuentista escribe cuentos y el narrador oral, aun cuando él mismo pueda escribir sus cuentos, enel momento de la narración oral dice cuentos. El narrador oral sintetia en sí mismo todo el relato, eles narrador y personaje. & través del cuentacuentos el relato adquiere una fuera de vivencia. Estestigo presencial o protagonista de la acción, tiene la ventaja del $haber estado allí%, su testimonioda fé de la verdad de los sucesos.El cuentista posee sólo las palabras para presentar el acontecimiento, el narrador oral dispone de lavo, pausas, silencios, gestos, movimientos y e!presiones.El narrador oral relata a través de acciones e imgenes la historia.El cuento escrito, en fin, es concebido para ser producido y consumido en la intimidad, en diferentesmomentos@ en la narración oral ambos momentos, el de producción y el de consumo, soncoincidentes, simultneos y confundidos, ella es concebida para ser compartida.'omo ha e!presado el narrador me!icano Eraclio Depeda : 0ontar es un oficio solidario, escribir esun oficio solitario/. Este hecho, a su ve, produce m7ltiples consecuencias, qui la ms importantesea que la narración oral es un acto de amor. 9 no que el cuentista pueda ejercer su oficio sin amor,sino que la narración oral es toda sentimiento en ambos sentidos, narrador oyente, y en el mismoinstante@ la emoción no es diferida, se da y se recibe en el mismo momento, y tal ve sea esacorriente "o magia# que se produce entre el narrador y el p7blico, lo que sea imposible de reproducir.

El actor:El actor tiene como punto de apoyo la actuación de los otros actores, quienes le darn pautas, conquienes se repartir la escena@ el narrador oral se encuentra sólo e indefenso frente al p7blico. Elactor memoria, el narrador no puede hacerlo.&l narrador se le e!ige una sencille y espontaneidad que no puede tener el actor. Este no se dirigeal p7blico sino a los dems actores, objetos del escenario o en todo caso, a un punto cualquiera delauditorio, el narrador oral debe dirigirse casi e!clusivamente a los oyentes.


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El actor utilia maquillaje, objetos, vestuario, escenografía, etc., el narrador oral, aun cuando puedeusar uno que otro objeto, normalmente sólo dispone de sus recursos corporales. En el teatro hay undirector@ en contraste, la narración oral es un trabajo individual y, al mismo tiempo, cuando se cuentaen grupos, es un trabajo colectivo, ni en uno ni en otro caso e!iste un director.E!iste una gran diferencia entre contar e interpretar, el actor interpreta un personaje real o

imaginario, el narrador oral cuenta, relata y aunque él sea protagonista de la historia no la act7a sinoque la refleja con espontaneidad y sinceridad, desde su lugar de narrador, no del lugar delpersonaje.

El declamador:5i bien es cierto que ambos se nutren de la poesía, es imprescindible no confundir ambase!presiones. El narrador oral no trabaja con la poesía rimada, sino con la prosa@ de otra parte él nopuede, como el declamador, repetir de la misma manera una y otra ve su actuación@ cada ocasióndebe ser diferente, espontnea y natural.El declamador es mucho ms afectado y teatral que el 'uentacuentos. En la declamación la figuradel declamador es muy relevante, en la narración oral lo ms importante es el cuento. 5obre estovolveremos.&ngel osemblat ha dicho: *a palabra de los te1tos religiosos y poéticos se fi&a en la letra. Pero su poder reside en la (ibraci$n etérea... es indudable que los sonidos tienen un poder impresi(o oe(ocador que constituye al poder m'gico de la palabra/.&hora bien el sonido $constituye%, pero por sí sólo no es suficiente.1tra diferencia con esta disciplina radica en la plataforma cultural del individuo, cualquier persona,de cualquier edad, de cualquier clase social y de cualquier nivel cultural puede ser narrador oral, nohay ning7n limite, lo 7nico importante es tener el deseo de trasmitir mensajes que regocijen el alma ycultiven la sensibilidad humana.&hora bien definiré al narrador oral de hoy en día, que es en definitiva lo aquí nos interesa.

El narrador oral:

& través de caminos, trabajos, a)os, el narrador tradicional recibe la palabra. El que ha sabido ver yoír puede escribir en su esencia y continuar la cadena de transmisores.0ero también el que ha sabido leer, es el que puede decir@ o el que puede contar lo leído es el quese ha dado cuenta, alimentado de la lectura. Este es el narrador oral cuya materia prima esprincipalmente los cuentos literarios o los cuentos populares tradicionales ya recopilados por otros,su labor no es la de rescate o investigación, sino la de difusión, por supuesto en ocasiones tambiénpodr contar sus propios cuentos.Fn narrador oral conoce las técnicas para contar cuentos por haberlas aprendido de forma e!presa yvoluntaria. 'ualquier ser humano con sensibilidad y el don de la palabra sencilla, imaginaria,sugerente, fulgurante puede ser narrador oral.El efecto del cuento oral ya no se produce indirectamente por la asociación de palabras escritas ograbadas en una pgina, sino directamente, a través de la e!presión verbal y gestual. 0ero por otrolado hay el escollo de lo fuga de la palabra, no se puede volver la pgina para aclarar los puntososcuros@ es por eso que la narración oral debe ser precisa, con todos los datos necesarios, pero almismo tiempo, desprovista de descripciones superfluas que puedan estorbar la comprensión.El narrador oral tiene el poder de evocar emociones, de transportar la imaginación, de hacer realidadla fantasía, es un arte vivo y por lo mismo fuga, efímero@ solo e!iste en el momento mismo de sucreación, la magia de ese instante no se puede almacenar, guardar, revisar, ni a7n con técnicas quecombinen la grabación del sonido y de la imagen. 'ada momento es 7nico e irrepetible, por lo que


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sólo es posible comparar los recuerdos que la narración dejó en nosotros, no la narración misma. Lae!presividad y por que no, el histrionismo del que pueden hacer gala los narradores orales, sonatractivos que hacen a su potencial convocante y que, tal ve, poco tienen que ver con los recursosescriturales.En definitiva hay que tomar conciencia del poder de la palabra y del acto de amor que se realia

cuando se narra un cuento. El te"to escrito, ¿es un te"to sagrado

#or $usta%o Roldan

5i hasta las palabras del buen 6ios se interpretan de distintas maneras, quién puede hablar de lasacraliación de un te!to. =o, por supuesto, nada es sagrado, pero eso no quiero decir que un te!topueda ser cambiado caprichosa y arbitrariamente.El principio de cualquier traslación de un lenguaje a otro es el 'ambio. 5e modifica un te!to para serllevado al cine o al teatro, o para contarlo. Eso es imperioso y necesario. 0ero, Gqué se modificaH

0or qué aquí esta el problema: $Bay que cambiar para que todo siga igual%.Esta ve damos vuelta el sentido de la brillante y perversa frase del -atopardo, que predica cómoimpedir los cambios sociales. 5í, el te!to puede y debe ser cambiado ? traducido a otro lenguajepara que siga diciendo lo mismo. Esto significa cosas muy concretas. epito: para que siga diciendolo mismo. Lo que en buen romance quiere decir que lo cambiable es el lenguaje para adecuarlo aotro tipo de manifestación. =o en el sentido ?espíritu, fondo, mensaje, etc. ?6e alguna manera contar un cuento ?cundo se puede, porque algunos se empe)an en ser leídoses volverlo a su fa original, al estado primigenio de una historia, devolviéndole la m7sica de laspalabras, el manejo de los silencios, la gestualidad del rostro y de las manos. =ada ms pausible ybeneficioso para la literatura que proveerla de esos elementos que se pierden con la escritura.(uchas, muchísimos siglos, entendieron que leer era leer en vo alta. 6espués nos fuimos

olvidando mientras aprendíamos a leer en silencio y allí, seguramente por una falta de prctica, senos fue desafinando el oído, hasta llegar a creer que con los ojos ya alcanaba.=ada ms falso. La literatura es una m7sica que debe ser escuchada.Entonces la respuesta es muy simple: los te!tos escritos no son sagrados. Es ms, estn esperando?de nuevo, cuando se puede que un contador de cuentos lo haga funcionar en plenitud,devolviéndoles lo que una necesidad prctica les hio perder.0ero la pregunta inicial, como todas las preguntas, puede tener m7ltiples significados.6epende de quién las haga y a quienes las haga. 0uede querer decir, por ejemplo, si el contador decuentos tiene derecho a modificar la historia ?a darle un final feli cuando no lo tiene, a cambiarle laideología, es decir, a cambiar el cuento. =o, no lo tiene. En ese caso est contando otro cuento. 9para eso, lo mejor es que elija ese otro cuento que quiere contar. En ese caso es una arbitrariedad yuna falta de respeto y hasta una infracción a las leyes. 'ualquiera sabe ?cualquiera que quierasaber que los derechos legales de un autor lo protegen de toda modificación que se haga de suobra.Las obras no son sagradas, pero esto es una pregunta e!tremada y con un sentido que pone alautor entre la espada y la pared. 9 estar entre la espada y la pared ?siempre le pone a uno lospelos de punta, y casi, que lo invita a hacerse a un lado.


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Adaptación de cuentos

Claudio Ledesma

El te!to escrito est concebido para ser leído, si yo quiero contar el cuento tengo hacer un trabajo deadaptación y pasar el cuento escrito al lenguaje oral.

&sí como se llevan pieas literarias al cine, se traslada del lenguaje escrito al lenguajecinematogrfico, lo mismo suceder cuando se quiera contar oralmente el cuento.La oralidad tiene reglas y códigos que son diversos a la escritura./ampoco voy a memoriar el te!to porque no voy a hacer literatura oral, sino narración oral. Ladiferencia radica en que en la narración oral hay una síntesis del te!to escrito, el escritor necesitapalabras que nosotros como cuentacuentos, podemos reemplaar o resumir con un gesto, unaintención una mirada o un mati.En esa síntesis del te!to escrito aparecer también un trabajo de apropiación del cuento.El narrador oral lo har suyo y por lo tanto modificar lo que crea necesario para que el cuento seatraducido al lenguaje oral y siga diciendo lo mismo. 'omo cuentacuentos me interesa hacer untrabajo de adaptación y no de versión libre.

5i yo no respeto el mensaje del autor y cambio la esencia del cuento, estoy reali ando una versiónlibre basada en la obra de ese autor. 9 ya es otra cosa, no el cuento que me interesaba narrar.0ara estudiar el cuento y aprenderlo sin memoriarlo, me valgo de cuatro técnicas.& saber:

&tory'oard Es una técnica que viene del cine. 9 son los dibujos de las escenas antes de ser llevadas ala pantalla. Fna especie de historieta de la película dividida en cuadros con imgenes odibujos solamente.5e toma una hoja y se la divide en * cuadros, y comieno a secuenciar el cuento a través dedibujos.

=o hay que ser gran dibujante, sí tener la astucia de colocar elementos que a mí me anclenal te!to.Esos dibujos son para mí, para empear a contar despegndome del te!to.5i yo internalio las * fotografías del cuento, es una forma de aprender la secuencia delcuento sin estar aferrado a las palabras.Esto por supuesto que ser el esqueleto del cuento. Luego le sumaré el mensaje del autor,el mensaje que yo quiero dar como narrador y las marcas del autor porque quiero contar elcuento y no la anécdota.Las marcas del autor pueden estar dadas por imgenes, construcciones literarias,metforas, etc. Es a lo que no puedo renunciar y lo 7nico que voy a aprender de memoria yno porque me proponga estudiarlo de memoria, sino porque es tan bello que de eso no meolvido, porque uno se acuerda de las cosas que le gustan.

(n story'oard o guion grfico es un conjunto de ilustraciones mostradas en secuencia conel objetivo de servir de guía para entender una historia, previsualiar una animación o seguirla estructura de una película antes de realiarse o filmarse. El storyboard es el modo deprevisualiación que consituye el modo habitual de preproducción en la industria fílmica.I

El proceso de storyboarding, en la forma que se conoce hoy, fue desarrollado en el estudiode Jalt 6isney durante principios de los a)os IK+, después de varios a)os de procesos


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similares que fueron empleados en 6isney y en otros estudios de animación. Elstoryboarding se hio popular en la producción de películas de acción viva durante principiosde los a)os IK*+.

En la creación de una película con cualquier grado de fidelidad a una escritura, un

storyboard proporciona una disposición visual de acontecimientos tal como deben ser vistospor el objetivo de la cmara. En el proceso de storyboarding, los detalles ms técnicoscomplicados en el trabajo de una película pueden ser descritos de manera eficiente en elcuadro "la imagen#, o en la anotación al pie del mismo.

- )*cleos de acción:5on los motores que van moviendo la historia. =o son las palabras del cuento, sino lasacciones que hacen que el cuento se desarrolle.Es como realiar el history board para con palabras, con las acciones.Enumero las acciones para tenerlas en cuenta y sé hacia dónde tengo que ir con la historia.

- !smosis:Le saco fotocopia al te!to a adaptar y después del segundo tiempo de lectura comieno atrabajar con resaltadores.'on amarillo marco el mensaje del autor. 'on verde el mensaje que quiero dar yo comocuentacuentos. 9 con rosa cuales son las marcas del autor.Luego transcribo esa síntesis. El transcribir también es una forma de fijar. 0ero cuidad de noenamorarse lo que 7nico escribe. 5iempre en la narración oral uno debe aprender arenunciar al te!to. /odo proceso de adaptación es también un proceso de creación.

- #lanos y espacios:'omo cuentacuentos disponemos de dos espacios y tres planos para contar.Espacio parcial, ya sea que el cuentacuentos cuente parado o sentado sin moverme oespacio total si el narrador oral se suscribe a todo el espacio o terreno que tiene paradesplaarme.E!isten tres planos: superior, medio e inferior.Bay cuentos con estructuras o repetición "generalmente son veces# y la idea es unir elte!to al plano o espacio.6e esa forma el movimiento nos lleva al te!to, en el teatro se llaman acciones físicas.

9 al momento de adaptar el cuento el cuentacuentos tendr que tener en cuenta los siguientespuntos:

La moti%ación:

5e puede leer docenas de cuentos sin encontrar uno que nos toque y queramos contar, debemostener en cuenta qué nos produce el cuento, qué relación tenemos con él, qué nos causa.5i no llegan a sentir algo especial por el cuento escogido es preferible desecharlo, pues es imposibletrasmitir una emoción que no se sintió, como es imposible dar lo que no se tiene.En la selección del cuento radica una gran parte del é!ito de la narración y aunque sobre gustos ycolores se dice que nada se ha escrito, 'astagnino llama $buen cuento al que e!hibe concentradaacción, unitaria tensión narrativa, suficiente dosis de sugestividad, lenguaje adecuado@ al que no le


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sobra nada@ al que profundia el espacio literario verticalmente para arriba y para abajo@ el que alconcluir, de manera alguna, sigue presente en la mente del lector y lo sigue disfrutando%.

La adecuación:Es imprescindible, así mismo, que el cuento se adecue al p7blico, saber a quiénes se va a contar,

qué tipo de e!pectativas poseen, que esperan de los cuentos.=aturalmente hay que tomar en consideración las edades y los intereses que tienen los oyentes. Elp7blico que va a un auditorio, es distinto al p7blico que concurre a un parque y éste es diferente alque asiste a un hospital o geritrico.Es preciso tener en cuenta que debemos realiar el mejor trabajo de adaptación, preparación ynarración, con la mejor vo, dicción, gestos y movimientos, y si no fue adecuado al p7blico, porconsiguiente no llegar al oyente.

La duración:/ampoco e!iste una receta inmutable, vlida para todas las circunstancias. La duración debecorresponder a la e!periencia y al entrenamiento del cuentacuentos, por eso aconsejo que paracomenar se narren cuentos cortos, donde él que cuenta, trabaja en un campo mínimo de error,donde tenga menos posibilidad de equivocarse. Bay que tener en cuenta que el placer del p7blicotambién se rige por una regla muy conocida y verdadera, $lo bueno y breve, dos veces bueno%. Lanarración no deber de estar llena de descripciones e, incluso, repeticiones que adems de in7tiles,convertirían al cuento en tedioso e incapa de atrapar la atención de los oyentes@ hay que dejar queél que nos escuche, recree en su imaginación el mundo y la magia que le estamos trasmitiendo através del relato./ambién la duración depender seg7n el lugar donde se cuente, en una plaa, en un auditorio o enun lugar donde la gente entra y sale@ el dominio del auditorio vendr con el tiempo y de esta manerase podr contar cuentos ms largos.

El mensa+e:

Los cuentos pueden ser simplemente para entretener, pero pueden ense)ar algo, hacer refle!ionarsobre una situación o un problema, ser el punto de partida para un debate e incluso para intentarcambiar una actitud o inducir a una acción. 9 pueden darse las combinaciones, evidentemente. Esinteresante un caso ocurrido en 2rasil, donde se utilió a un grupo de cuenteros para preparar unacampa)a de vacunación en una comunidad rural, de difícil acceso y pocos medios de comunicación,fue desarrollada para concientiar a la población.6e otra parte, un cuento meramente para entretener no necesariamente debe ser alegre, tenemos elejemplo de un drama amoroso o un cuento de suspenso, entre otros. 0ero debe contener siempreun mensaje positivo y que corresponda con el narrador, es decir, es necesario e!aminar bien laintención del cuento y si estamos de acuerdo con ella@ hay que prestar atención a los mensajesocultos del cuento, pues pueden pasar desapercibidos y hacernos decir ideas que no queremoscompartir. &l mismo tiempo es necesario recordar que la narración oral es arte antes que nada, todolo que haya que decirse tiene que ser dicho con arte, es prioritario el placer estético y el trasmitir esoque creemos que es $bello% y merece ser difundido.

El lengua+e:El lenguaje debe ser sencillo, claro, directo, de frases cortas y sin grandes paréntesis@ las frases muyrebuscadas le quitan naturalidad y, por ende, credibilidad al cuento. El lenguaje debe ser popular, lo


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que no significa en modo alguno que sea vulgar o chabacano@ por el contrario, hay que cuidar ellenguaje, tener siempre presente que la narración oral es el arte de la palabra.&sí que el lenguaje deber ser hermoso, lo que no quiere decir ridículo o cursi, hay que eliminar lasmuletillas, en fin, la palabra debe ser sencilla, imaginaria, sugerente, fulgurante, sincera.

La credi'ilidad:Fno de los fundamentos de la narración oral es que todo cuento es verdad, mientras se estcontando todos los sucesos son absolutamente reales. 'itando a Eraclio Depeda diremos que $laverdad creada en la imaginación tiene tanto derecho a e!istir como la verdad surgida de la realidad ytiene su propio mundo en ese instante%.0or ello el cuento debe ser verosímil y probable dentro de su fantasía.Fn lindo ejemplo de lo $fantstico viable% nos lo dan 2erg EsenCein y (arietta 5toc;ard en el libro$teoría y técnica del arte de narrar%: en un relato puede aparecer un conejo con las patas de cristalporque tal hecho lo daremos como posible en un país maravilloso, pero si decimos que tiene unaespina clavada en una pata, nuestros oyentes no lo aceptarn por considerarlo imposible perocreern sin dificultad que se ha roto una pata con una piedra.Bay que tener en cuenta antes que nada, y qui a torno de esto giran todas las otras reglas, que elnarrador oral debe hacer creer en su cuento y para ello, todas las partes del cuento deben sercoherentes.

La %ariedad:/odo narrador tiene sus propios límites, es muy difícil que se pueda contar todo género de cuentoscon igual é!ito, sin embargo esos límites no pueden ser determinados de antemano, teóricamente opor suposiciones, deben estar determinados por la prctica, es decir, el narrador debe probarse entodos los estilos: literarios, populares, leyendas, dramticos, humorísticos, romnticos, largos,cortos, para ni)os, jóvenes, adultos, etc. El ejercicio no sólo revelar nuestros límites sino pondr demanifiesto virtudes, capacidades o cualidades que no sospechbamos./ambién deben probarse varios estilos por disciplina en relación a sí mismo y por el compromiso conel grupo, si alguna ve el grupo debe contar cierto tipo de narración que no nos agrada, no podemosrehusarnos a priori, al menos es preciso intentarlo. &dems el narrador oral no puede negarse a símismo la oportunidad de desarrollarse, lo que sólo conseguir ensayando, buscando,e!perimentando, investigando, avanando siempre, en suma. Babría que a)adir lo placentero ygrato que resulta tal tipo de descubrimiento.

Estilo propio:6espués podrn comprobar qué característica tienen y a partir de ahí, y en la medida de que éstasse repitan, irn descubriendo cules son los intereses que marcarn el estilo propio de cadanarrador. Es decir, a algunos les puede interesar lo potente de la historia, a otros la composición delos personajes, a otros el moviliar alguna emoción, a otros la índole de su final, ya sea sorpresivo orefle!ivo, etcétera.

9 finalmente cada ve que adaptemos tengamos en cuenta que en la adaptación de los cuentos sepodrn cambiar, omitir, a)adir frases, etc. sin alterar la esencia, el sentido o el mensaje que el autorplasmo en su obra@ se tendr que aclarar al p7blico siempre que el cuento es una adaptaciónpersonal, y si se altera el mensaje, la esencia, el cuento se transformar en una versión del narrador.El cuento contado es el resumen del cuento escrito, que est reforado por la mímica, gestos,matices de la vo que sugieren imgenes y ahorran palabras.


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Babr que omitir descripciones, disgregaciones y rodeos que distraigan al oyente@ cada frase debeser natural, e!acta y la secuencia lógica y precisa, aunque no se encuentre dispuesta así en eloriginal@ y en especial es necesario seleccionar lo ms trascendente, sólo deben ser escogidas lasescenas necesarias, yo les aconsejo realiar una adaptación escrita para luego ser contada.0or otra parte, es muy difícil para el narrador, hacer verosímil su historia contndola como si él fuera

del se!o opuesto, por eso es preferible cambiar los géneros de las palabras y en relatos donde talcosa no es posible, bastar con anteponerle una simple frase como: $ella me dijo:...%.&sí mismo, en ocasiones ser conveniente cambiar la narración de tercera persona a primera, paradar ms vivacidad a un relato. 0ero siempre haré hincapié en no desnaturaliar, en no desvirtuar losvalores originales del cuento y si se ha alterado algo fundamental, hacerle saber al p7blico que setrata de una versión personal.E indudablemente, no todos los cuentos requieren ser adaptados@ muchos de ellos, por el contrario,podrían ser destruidos por un e!ceso de originalidad mal entendida. Es provechoso tener por normala mesura, de lo contrario nos encontraríamos contando cuentos de 'arpentier, 2orges, etc. como sihubieran sido escritos por una misma persona, sin olvidar, por tanto, que $todo cuento es el cuentode quién lo cuenta%.


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Cuentos


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iedo

$raciela Ca'al

Babía una ve un chico que tenía miedo.(iedo a la oscuridad, porque en la oscuridad crecen los monstruos.

(iedo a los ruidos fuertes, porque los ruidos fuertes te hacen agujeros en las orejas.(iedo a las personas altas, porque te aprietan para darte besos.(iedo a las personas bajitas, porque te empujan para arrancarte los juguetes.(ucho miedo tenía ese chico.Entonces, la mam lo levó a doctor.9 el doctor le recetó al chico un jarabe para no tener miedo "amargo era el jarabe#.0ero al pap le pareció que mejor que el jarabe era un buen reto:i2asta de andar teniendo miedo, vosM le dijo . N9o nunca tuve miedo cuando era chicoM0ero al tío le pareció que mejor que el jarabe y el reto era una linda burla:N La nena tiene miedo, la nena tiene miedoMEl chico seguía teniendo miedo. (iedo a la oscuridad, a los ruidos fuertes, a las personas

altas, a las personas bajitas.9 también a los jarabes amargos, a los retos y a las burlas.(ucho miedo seguía teniendo ese chico.Fn día el chico fue a la plaa. 'on miedo fue, para darle el gusto a la mam.Llena de personas bajitas estaba la plaa. 9 de persona altas.El chico se sentó en un banco, al lado de la mam.9 fue ahí que vio a una persona bajita pero un poco alta que le estaba pegando a un perro con unarama.2lanco y negro era el perro. 'on manchitas.(uy flaco y muy sucio estaba el perro.9 al chico le agarró una cosa ac, en el medio del ombligo.

9 entonces se levantó del banco y se fue al lado del perro. 9 se quedó parado, sin saber qué hacer.(uerto de miedo se quedó.La persona alta pero un poco bajita lo miró al chico. 9 después dijo algo y se fue.9 el chico volvió al banco.9 el perro lo siguió al chico. 9 se sentó al lado.=o es de nadie dijo el chico .Glo levamosH=o dijo la mam.5í dijo el chico . Lo levamos.En la casa la mam lo ba)ó al perro.0ero el perro tenía hambre.El chico le dio leche y un poco de polenta del mediodía.0ero el perro seguía teniendo hambre. (ucha hambre tenía ese perro.Entonces el perro fue y se comió todos los monstruos que estaban en la oscuridad, y todos losruidos fuertes que hacen agujeros en las orejas. 9 como todavía tenía hambre también se comió el jarabe amargo del doctor, los retos del pap, las burlas del tío, los besos de las personas altas y losempujones de las personas bajitas.'on la pana bien rellena, el perro se fue a dormir.6ebajo de la cama del chico se fue a dormir, por si quedaba alg7n monstruo.&hora el chico que tenía miedo no tiene ms miedo./iene perro.


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El amor

Eduardo $aleano

En la selva amaónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad. Erararo lo que tenían entre las piernas.

G/e han cortadoH preguntó el hombre.=o dijo ella. 5iempre he sido así.El la e!aminó de cerca. 5e rascó la cabea. &llí había una llaga abierta. 6ijo:=o comas yuca, ni pltanos, ni ninguna fruta que se raje al madurar. 9o te curaré. Echate en

la hamaca y descansa.Ella obedeció. 'on paciencia tragó los menjunjes de hierbas y se dejó aplicar las pomadas y

los ungOentos. /enía que apretar los dientes para no reírse, cuando él le decía:=o te preocupes.

El juego le gustaba, aunque ya empeaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en unahamaca. La memoria de las frutas le hacía agua la boca.

Fna tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. 6aba saltos de euforia y gritaba:

NLo encontréM NLo encontréM&cababa de ver al mono curando a la mona en la copa de un rbol.Es así dijo el hombre, apro!imndose a la mujer.

'uando terminó el largo abrao, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire. 6e loscuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jams vistos, y era tanta suhermosura que se morían de vergOena los soles y los dioses.

#-+aros pro.i'idos

Eduardo $aleano

Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rpidoni saludar a otro preso. /ampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embaraadas, parejas,mariposas, estrellas ni pjaros.6idas;o Lope, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe undomingo la visita de su hija (ilay, de cinco a)os.La hija le trae un dibujo de pjaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la carcel.&l domingo siguiente, (ilay le trae un dibujo de arboles. Los arboles no estn prohibidos, y el dibujopasa.6idas;o le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de losarboles, muchos peque)os círculos entre las ramas:G5on naranjasH GPué frutas sonH

La ni)a lo hace callar:5sshhhh...9 en secreto le e!plica:2obo. G=o ves que son ojosH Los ojos de los pjaros que te traje a escondidas.


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El .om're /ue se transforma'a demasiado

Ale+andro 0olina

El doctor (aderna aprendió a convertirse en mariposa cuando era un adolescente.(s tarde adquirió nuevas destreas y así llegó a transformarse en gato, en anguila, en pe, en

caléndula y en escritorio.5iendo adulto era capa de convertirse en cualquier objeto a su capricho.5in embargo, sus metamorfosis se hicieron tan frecuentes que su familia vivía en inquietudconstante. =adie se atrevía a matar a una cucaracha, por temor a que se tratara del doctor (aderna.Fna noche lo arrojaron a la basura bajo la forma de una esponja usada y un domingo estuvo a puntode ser devorado por su propio hijo, quien no supo reconocerlo en un chorio. 'ada ve era menosasidua su apariencia original.Eso sí, nunca dejaba de asumirla el día de su cumplea)os, para no perderse obsequios yhomenajes.Fna madrugada entraron ladrones y se lo robaron, cuando era un jarrón de cristal. =unca ms sesupo de él.

6esde entonces, su pobre esposa recorre las casas y negocios de la ciudad, hablando tiernamente alos floreros: amón... amón... (aderna...0ero los jarrones siempre son jarrones, o acaso son alguna otra persona.

&ucedidos 1

Eduardo $aleano&nta)o 6on 4erídico sembró casas y gentes en torno al boliche El esorte, para que el boliche no sequedara solo. Este sucedido sucedió, dicen que dicen, en el pueblo por él nacido.

9 dicen que dicen que había allí un tesoro, escondido en la casa de un viejito calandraca.

Fna ve por mes, el viejito, que estaba en las 7ltimas, se levantaba de la cama y se iba acobrar la jubilación.&provechando la ausencia, unos ladrones, venidos de (ontevideo, le invadieron la casa.Los ladrones buscaron y rebuscaron el tesoro en cada recoveco. Lo 7nico que encontraron

fue un ba7l de madera, tapado de cobijas, en un rincón del sótano. El tremendo candado que lodefendía resistió, invicto, el ataque de las gan7as.

&sí que se llevaron el ba7l. 9 cuando por fin consiguieron abrirlo, ya lejos de allí,descubrieron que el ba7l estaba lleno de cartas. Eran las cartas de amor que el viejito había recibidotodo a lo largo de su larga vida.

Los ladrones iban a quemar las cartas. 5e discutió. 8inalmente, decidieron devolverlas. 9 dea una. Fna por semana.

6esde entonces, al mediodía de cada lunes, el viejito se sentaba en lo alto de la loma. &llesperaba que apareciera el cartero en el camino. =o bien veía asomar el caballo, gordo de alforjas,por entre los rboles, el viejito se echaba a correr. El cartero, que ya sabía, le traía su carta en lamano.

9 hasta san 0edro escuchaba los latidos de ese coraón loco de la alegría de recibirpalabras de mujer.


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El p*'lico siempre pide m-s

arco 0ene%i

G'onocen a Qoe (usu;uH En otro tiempo fue un gran artista, un ídolo de las multitudes. &hora,encerrado entre rejas, rumia sus remordimeintos esperando la muerte. 9 todo a causa de un crimen.

El no es el asesino, pero la sumaria justicia de los hombres no entiende de sutileas y sólo mira losgroseros resultados prcticos. GFn hombre murió a manos de Qoe (usu;uH Entonces no se hablems: Qoe (usu;u es un criminal y debe ir a la crcel por todo el resto de su vida. 0ero Gcómo iba éla querer matar a alguien a quien adorabaH Estos son los hechos. 'ada ve que Qoe, en la pista central, abría la boca y Qohnny La 4alléeponía la cabea dentro, el p7blico aplaudía. 6espués los aplausos empearon a ralear, hubofunciones en las que la gente silbó. 4agas amenaas de despido volvieron melancólico a Qohnny La4allée. Qoe, que lo amaba, se propuso salvarlo. En la sesión de la noche, cuando Qohnny introdujo lacabea rubia en la boca de Qoe, Qoe cerró los ojos y en seguida cerró las mandíbulas. 5us colmillospenetraron apenas en la carne de Qohnny, un doble hilito de sangre le corrío a éste por el cuello, lamultitud rugió con entusiasmo. Qohnny, plido, sonreía y saludaba. (s tarde el due)o del circo lo

felicitó.6esde entonces el n7mero de Qohnny and Qoe era esperado con impaciencia. 0ero el p7blicosimpre pide ms. La peque)a mordedura no era suficiente, el doble reguero de sangre no erasuficiente, se comenó a maliciar que había alg7n truco. (s, ms, gritaban los espectadores.Qohnny La 4allée, para no perder el trabajo o envalentonado quió por el é!ito, también gritabadentro de la boca de Qoe: (s, ms. Qoe, con lso ojos cuajados de lgrimas, apretaba cada ve unpoco ms, un poco ms, y si no lo hacía, Qohnny, después de la función, lo castigaba con el ltigo.

Basta que llegó la noche en que Qoe apretó tanto que Qohnny La 4allée no pudo levantarse aagradecer las ovaciones de la muchedumbre. 9 ahora Qoe (usu;u agonia en una jaula del QardínDoológico.

Cuento de .orror

arco 0ene%i

La se)ora 5mithson, de Londres "estas historias siempre ocurren entre ingleses# resolvió matar a sumarido, no por nada sino porque estaba harta de él después de cincuenta a)os de matrimonio. 5e lodijo:

/haddeus, voy a matarte. 2romeas, Euphemia se rió el infeli. G'undo he bromeado yoH =unca, es verdad.

G0or qué habría de bromear ahora y justamente en un asunto tan serioH G9 cómo me matarsH siguió riendo /haddeus 5mithson./odavía no lo sé. Pui poniéndote todos los días una peque)a dosis de arsénico en la comida.

Puis aflojando una piea en el motor del automóvil. 1 te haré rodar por la escalera, aprovecharécuando estés dormido para aplastarte el crneo con un candelabro de plata, conectaré a la ba)eraun cable de electricidad. 9a veremos.


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El se)or 5mithson comprendió que su mujer no bromeaba. 0erdió el sue)o y el apetito. Enfermódel coraón, del sisema nervioso y de la cabea. 5eis meses después falleció. Euphemia 5mithson,que era una mujer piadosa, le agradeció a 6ios haberla librado de ser una asesina.La '*s/ueda

Ale+andra !li%er $ulle

Ella lo buscó por todas partes.En los micros, en las veredas, en los supermercados, en los cines, en los bares, en la fila de los2ancos, en la sala de espera de los hospitales, en las fiestas, en las paradas de ta!i, en lasmanifestaciones por la pa, en las e!cursiones al /igre, en las conferencias sobre meditacióntrascendental, en los asados al aire libre, en los cursos de francés, de coreano, de quechua, y hastalo busco del otro lado del mundo, por nternet.0ero era in7til: El no estaba. El hombre de su vida no estaba.0arecía empe)ado en que sus destinos no se juntaran nunca.=ecio, insensible, inhallable, se había esfumado de la fa de la tierra.N=o estM N=o estM N=o estM ? repetía en vo alta con impotencia, mientras se quitaba la ropa y sedejaba caer, aplastando su espalda contra el colchón, hasta quedarse en silencio, con los ojos

clavados en el cielorraso, como queriendo atravesar el techo para seguir buscando mas lejos. (uchomas lejos, mas all del quinto piso, del se!to, mas all de la terraa, de las nubes. &lto, muy alto. /alve detrs de alguna estrella.0ero el no estaba.8ue entonces cuando una peque)a rajadura que apareció en la mampostería, de pronto comenó ahacerse cada ve mas y mas grande hasta que, con un impresionante estruendo, se abrió la loa.9 él, su nuevo vecino del quinto, semidesnudo y hermosoRLe'ayó5obreLa

'ama.

Los ancianos fieles

2a%ier 3illafa4e

1tra ve ha entrado el mariposón dijo la abuela. 4oy a espantarlo como todas las noches.El mariposón volaba alrededor de una lmpara. Los nietos salieron del cuarto. La abuela cerró lapuerta con llave y bajó las celosías de las ventanas. El mayor de los nietos se escondió para vercomo la abuela espantaba al mariposón.9 vio al mariposón caminando por el espejo de la cómoda, quitarse las alas y sentarse en una silla. 9

vio a la abuela abrir el armario y sacar unos bigotes, un sombrero y un frac.El mariposón sentado en la silla era un hombre desnudo y se vistió poniéndose de pie los bigotes, elfrac y el sombrero.9 vio a la abuela sacar de una gaveta del armario unas trenas y un traje de novia. La viodesnudarse y vestirse poniéndose las trenas y el traje de novia. 9 vio a sus abuelos como estabanen el retrato del comedor, sonriendo en un marco dorado. 6espués los vio volando, tomados delbrao, besndose, dando vueltas alrededor de la lmpara.


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El glo'o a5ul

2ulia Rossi 6%ersión original7

NLas comprasM N=o hice las comprasM e!clamó afligida Luisa.Eran las II.

Luisa tomó la canasta, no se sacó el delantal. Babía intentado hacer una sopa, pero no teníaapallo, ni papas, perejil tampoco.La verdulería quedaba a tres cuadras.Luisa abrió la puerta del departamento, salió y cerró con llave previo golpecito.G'undo arreglaré la cerraduraH, pensó.ecorrió el largo pasillo, bajó lentamente la escalera, escalón por escalón, bien aferrada a labarandilla. 0esaban los die a)os de viude, la ausencia de los hijos, la lejanía de los nietos. $5opacon apallo y perejil para 'arlitos%. $(ucho, abuela%.%&prendé de tu hermano, tomó toda la sopa%.& Luisa le tembló la mano cuando apretó el picaporte de la puerta de calle. $El abuelito no resistió laoperación, el coraón estaba muy débil%.&l abrir la puerta, el sol la encandiló. 'uando se repuso del impacto de la lu, vio un globo aul en la

vereda, al lado de ella, a los pies. Luisa miró a un lado y al otro, buscando al ni)o que habíae!traviado el globo aul. =adie. Levantó la vista, en los balcones no había ni)o, ni hermano, niempleada, ni madre, reclamando el globo aul.NFn globo aulM N1iganMLuisa bajó la vista al globo que permanecía a los pies.G6e dónde saliste vosHLuisa sacudió la cabea como para alejar ideas, porque le pareció NquélocuraM GEl globo le había sonreídoH N=oM =o puede ser, los globos no sonríen.Luisa caminó, el globo también, siempre a los pies. &l llegar a la esquina Luisa se detuvo, el globoaul también.6e pronto, en la otra esquina, transversalmente, apareció un hombre canoso. 4estía camisa blanca,pantalón marrón, chaleco gris.

El hombre cruó la calle, se acercó a Luisa que no salía del asombro, porque la aparición de estese)or, como la del globo, fue misteriosa, y le preguntó:GEl globo aul es suyoHN=oMEntonces se lo llevaré a mis nietos.El hombre canoso tomó el globo y desapareció.Luisa dio la vuelta y regresó al departamento, olvidó las compras. 5ubió la escalera deprisa, nuncaantes lo había hecho, sintió algo e!tra)o en su interior. GPué le estaba sucediendoH&brió la puerta del departamento previo golpecito. &l pasar por el espejo del living se detuvo amirarse: demasiadas arrugas, pensó, y recordó lo que había vivido momentos antes. =o entendíanada. Esa tarde, a las cuatro, se acordó que a7n no había hecho las compras. NPué descuidoMLa verdulería quedaba a tres cuadras./omó la canasta, antes de salir se acercó al espejo, $espejito mgico%. 2ajó la escalera. &l abrir lapuerta de calle, el sol la encandiló. 'uando se repuso del impacto de la lu, vio el globo aul en lavereda, al lado de ella, a los pies.Luisa miró a un lado y al otro. =adie. En los balcones, no había ni)os, ni hermano, ni empleada, nimadre, reclamando el globo aul.N1iganM G6e quién es este globoHLuisa, nerviosa, caminó hacia la esquina, el globo también, siempre a los pies. &l llegar a la esquinase detuvo, el globo aul también.


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6e pronto, apareció el hombre canoso que transversalmente cruó la calle. Luisa tembló y un ruborrosado afloró a sus mejillas. Le ardían.El hombre canoso la miró y le preguntó:GEl globo aul es suyoHN=oM

Entonces se lo llevaré a mis nietos.El hombre canoso tomó el globo aul y desapareció.Luisa demoró en dar la vuelta, pensativa, algo ms que alegre, regresó al departamento.Esa noche no pudo dormir. Los ojos del hombre canoso estuvieron presentes en ella casi todo eltiempo. N&l finM, durmió una noche nueva.& las II de la ma)ana del otro día, se acordó que a7n no había hecho las compras. La verduleríaquedaba a tres cuadras. /omó la canasta, se sacó el delantal, arregló su cabello, alisó su vestidonuevo, caló los apatos y dibujó una sonrisa.2ajó la escalera deprisa.&diós, do)a Luisa. NPué bien se la ve hoyM-racias, 4alentina.Luisa abrió la puerta de calle@ el sol la encandiló. 'uando se repuso del impacto de la lu vio el globoaul en la vereda, al lado de ella, a sus pies.epitió el movimiento de mirar a un lado y al otro. =adie reclamaba el globo, en los balconestampoco. 'aminó nerviosa hacia la esquina, el globo aul también.6e pronto, apareció el hombre canoso.Luisa lo esperaba.El hombre canoso cruó transversalmente la calle. Luisa sonrió al sentir la cercanía del hombre.Sl la miró a los ojos. Ella se ruborió. El hombre canoso bajó la mirada y le preguntó al globo aul:GEs suya esta abuelaHN=oMcontestó el globo.Entonces se la llevaré a mis nietos.El hombre canoso le ofreció el brao derecho a Luisa.G(e acompa)aH'aminaron juntos por la vereda, el globo aul también.


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El glo'o a5ul

2ulia Rossi 6Adaptación de Claudio Ledesma7

La abuela Luisa se despertó esa ma)ana con un hambre terrible, hacía mucho que no cocinaba unabuena comida.

&brió la puerta de la heladera y se dio cuenta que estaba vacía, no tenía paps, batatas, apallo nianahorias. &sí que tomo la bolsa de los mandados, pasó de largo frente al espejo y bajo lasescaleras muy despacio, porque le pesaban tantos a)os de viude.&brió la puerta de la calle y encontró del otro lado un globo aul. La abuela Luisa pensó que eseglobo sería de alg7n ni)o, así que miró hacía los costados y no había nadie, en los balcones,tampoco.'omenó a caminar y el globo la seguía atrs, la abuela Luisa comenó a caminar ms rpido, y elglobo atrs. Llegó a una esquina, dobló, y el globo atrs, pero cuando dobló, vió que venía cruandola calle un viejito con sombrero, bigotes, barba y bastón.Luisa se puso tan nerviosa, hacía rato que no veía un viejito tan lindo.El viejito se acercó y le dijo: G&buela, ese globo es suyoH

=o..., no..., no... tartamudeó Luisa. Entonces, se lo llevo para mis nietos. 6ijo el viejito, tomó el globo y se fue.La abuela Luisa quedó flotando en el aire, volvió a su casa pensando en el viejito, recordando esesombrero, esa barba, esos bigotes...9 se quedó dormida. &l otro día se despertó y se dió cuenta que tenía mucha hambre porque hacíaun día que no comía.&brió la puerta de la heladera y no tenía paps, batatas, apallo ni anahorias. /omó la bolsa de losmandados, pasó frente al espejo, se miró, se sacó el delantal y se acomodó un rulo detrs de laoreja. 2ajó las escaleras, abrió la puerta y del otro lado el globo, aul, redondo. 'omenó a caminarmuy lentamente y el globo atrs, llegó a la esquina, dobló y el globo atrs y cuando dobló, veníacruando la calle el viejito con sombrero, bigotes, barba y bastón.

El viejito se acerco y le dijo: G&buela, ese globo es suyoHLuisa se puso colorado como un tomate y contestó con un hilito de vo: =o... no... no... Entonces, se lo llevo para mis nietos. 5e agachó, tomó el globo y se fue.Luisa sentía que el coraón le latía muy rpido, comenó a caminar hacía su casa, pensando en elviejito, en el sombrero, los bigotes, la barba y el bastón. Llegó a su casa y se quedo dormida.&l otro día se despertó y se dió cuenta que hacía dos días que no comía. 5e levantó, abrió el placardy saco su mejor vestido, se maquilló y se peinó frente al espejo, se puso unas gotitas de perfume ybajó las escaleras corriendo. &brió la puerta y del otro lado, redondo, aul el globo.'omenó a caminar y el globo atrs, llegó a la esquina, dobló y cruando venía el viejito consombrero, bigotes, barba y bastón.El viejito se acercó, pero esta ve no se dirigió a Luisa, sino al globo y le dijo: G-lobo, esta abuela

es tuyaH9 el globo le dijo: N=o, no y noM NEntonces me la llevo para mis nietosMLa tomó del brao y se fueron caminando juntos... y el globo, atrs...


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#e/ue4a .istoria de un amor grande

Ale+andra !li%er $ulle

Ella masticó las letras que lo nombraban a él.9 las tragó una por una.

0ara que su amor ya no tuviera nombre.

Luego, rompió la foto del portarretratos9 también se lo tragó.0ara que su amor ya no tuviera rostro.

(as tarde, hio a)icos las cartas apasionadas9 otra ve masticó y tragó cada pedao.0ara que su amor ya no tuviera historia.

El empacho le duró toda la semana.

El amor, toda la vida.(urió a los noventa a)os de un ataque al coraón.En un intento desesperado por salvarle la vida,Los médicos le abrieron el pecho,0ero nada pudieron hacer.

Le hallaron la ahorta obstruida0or un peque)o pedao de papel amarillento.Estaba escrito con letra de hombre

9 decía: /E PFE1


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El -r'ol de lilas

aría 8eresa Andruetto

Sl se sentó a esperar bajo la sombra de un rbol florecido de lilas.0asó un se)or rico y le preguntó: GPué hace sentado bajo este rbol, en ve de trabajar y hacer

dineroH9 el hombre le contestó: Espero.0asó una mujer hermosa y le preguntó: GPué hace sentado bajo este rbol, en ve deconquistarmeH9 el hombre le contestó: Espero.0asó un ni)o y le preguntó: GPué hace Fsted, se)or, sentado bajo este rbol, en ve de jugarH9 el hombre le contestó: Espero.0asó la madre y le preguntó: GPué hace este hijo mío, sentado bajo un rbol, en ve de ser feliH9 el hombre le contestó: Espero.

Ella salió de su casa. 'ruó la calle, atravesó la plaa y pasó junto al rbol florecido de lilas.

(iró rpidamente al hombre. &l rbol. 0ero no se detuvo. Babía salido a buscar, y tenía prisa.El la vio pasar, alejarse, volverse peque)a, desaparecer.9 se quedó mirando el suelo nevado de lilas.Ella fue por el mundo a buscar. 0or el mundo entero.En el Este había un hombre con las manos de seda.Ella preguntó: G5os el que buscoH Lo siento, pero no, dijo el hombre con las manos de seda. 9 se marchó.En el =orte había un hombre con los ojos de agua.Ella preguntó: G5os el que buscoH=o lo creo, me voy, dijo el hombre con los ojos de agua.

9 se marchó.En el 1este había un hombre con los pies de alas. Ella preguntó: G5os el que buscoH /e esperaba hace tiempo, ahora no, dijo el hombre con los pies de alas. 9 se marchó.

En el 5ur había un hombre con la vo quebrada. Ella preguntó: G5os el que buscoH =o, no soy yo, dijo el hombre con la vo quebrada. 9 se marchó.

Ella siguió por el mundo buscando, por el mundo entero. Fna tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana. La gitana la miró y le dijo: El que buscas espera, bajo un rbol, en una plaa. Ella recordó al hombre con los ojos de agua, al que tenía las manos de seda, al de los pies de alasy al que tenía la vo quebrada.


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9 después se acordó de una plaa, de un rbol que tenía flores lilas, y del hombre que estabasentado a su sombra.Entonces se volvió sobre sus pasos, bajó la cuesta, y atravesó el mundo. El mundo entero. Llegó a su pueblo, cruó la plaa, caminó hasta el rbol y le preguntó al hombre que estabasentado a su sombra:

GPué hacés aquí, sentado bajo este rbolH9 el hombre dijo con la vo quebrada: /e espero. 6espués él levantó la cabea y ella vio que tenía los ojos de agua, la acarició y ella supo que tenía las manos de seda, la llevó a volar y ella supo que tenía también los pies de alas.

i #ierre

Laura )icastro

'uando 0ierre vuelve a casa, después de cumplida la tarea, me agacho a sus pies y le quito lasgalochas embarradas. Le alcano agua para que se lave las manos pringosas. 9 si la camisa tienemanchas "casi siempre#, le doy una limpia.Sl se acerca a la cuna de nuestro hijo y, en silencio, lo contempla. 5uspira: el querubín heredar nosólo su nombre, sino también su oficio.'omemos un poco de pan, guiso, sopa. El día del 5e)or tomamos algo de vino. (i 0ierre nunca seemborracha.Enseguida nos acostamos. Sl esconde la cabea en el hueco de mi cuello, como pjaro que quisieradormir.

Lo arrullo con una canción, pero siento que sus lgrimas resbalan por mis pechos. /rato deconsolarlo.NEs tan difícil ser la mujer del verdugoM

3ersión oral de i #ierre 6Claudio Ledesma7'uando 0ierre llega a casa, después de cumplida su tarea, ella se agacha a sus pies y le ayuda asacarse las botas embarradas. 6espués le trae una palangana con agua para que se lave lasmanos. 9 si la camisa est sucia, siempre tiene manchas. Ella la da otra limpia.0ierre, se acerca a la cuna de su hijo, lo mira en silencio y suspira, porque sabe que el peque)o nova a heredar tan sólo su apellido, sino también su trabajo, su oficio.'enan guiso con pan, toman vino. 5u 0ierre nunca se emborracha. 9 van a la cama.Ella lo abraa, y él esconde su cabea en el hueco del cuello de ella como un pjaro que quieredormir.Ella lo arrulla con una dulce canción de cuna. 0ero siente las lgrimas de él que caen sobre suspechos. N/rta de consolarloM0iensa y le dice y se dice: Nes tan difícil, tan amargo, ser la mujerR ser la mujer, de un verdugoM


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#ara amarte me+or

Carolina Ri%as

... >Esta soberana indecencia de no amar>, leo torpemente en vo alta. >Estoy haciendo ydeshaciendo nudos, he pasado toda la tarde en esto@ las paredes se aprietan con la ausencia

paulatina de la lu>. GPué ser paulatinaH, me pregunto. 6e cada die palabras hay tres que noentiendo y levanto los ojos para preguntarte, pero vos no tenís idea tampoco, porque desde haceuna pgina qT estay durmiendo y yo hago como que no atino, porque es con la vo mía que suena amentira, con esas cosas raras que digo, que te vay yendo al sue)o, muerto de lata ahí, al otro ladode la piea. 0ero voy a seguir 0edro. 0orque vos fuiste el que me dijo que aprendiera a leer, que siquiera uno delos dos había de salir ms avispo, que las cosas andan difíciles, que por eso hay que saber leer yescribir, me dijiste bien serio y me asusté tanto al verte tan afligió, que inventé tiempo para ir a laescuela en las tardes, aquí estoy, 0edro, leyéndote, cansada hasta esta hora, aunque estís ahi,lejitos, ni mirndome siquiera y yo con el esfuero, y esta pgina que es tan difícil. GPué serpaulatinaH

... >&bres los ojos y me llevas al fondo de la cama, apretndome fuerte hasta donde el amor no seescribe con letras>.

... "Pué hacer ahora 0edro, ahora que he ido aprendiendo el valor de las vocales, la fuera de losacentos, ahora que voy separando tu lenguaje elemental del mío enviciado de conceptos. 0ara quéme pediste que progresara, que avanara en alejarme poco a poco de ti, que como siempre,escuchas semidormido mis lecturas en vo alta, aparentando entender todo lo que digo, sonriendo aveces, cuando te pregunto si captaste la intención del verso#.... 9 t7 me abraas, haces que deje el libro, 0edro inconsecuente... vos 0edro me lo pediste y ahorate enojai... =o, no quiero que me toques, ahora no, te digo, no veís que estoy estudiando, pTaprender que la vida no es así tan fcil negro. =o veís que quiero estar sola, que esa manía tuya mehace mal, muy mal, que me cuestan tus olores después de saber que hay gente que huele distinto, a

jamín por ejemplo "jamín se escribe así...# y que esta piea tampoco me cabe, no entendís queestoy llorando, porque pasan los días y paulatinamente me voy yendo derecho a saber como seescriben otras palabras, lejos, muy lejos 0edro, como un punto aparte.


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La fiesta a+ena

Liliana 9eer=oms llegó, fue a la cocina a ver si estaba el mono. Estaba y eso la tranquilió: no le hubieragustado nada tener que darle la raón a su madre, Gmonos en un cumplea)osH, le había dicho@ NporfavorM 4os sí te crees todas las pavadas que te dicen. Estaba enojada pero no era por el mono,

pensó la chica: era por el cumplea)os.U=o me gusta que vayas Ule había dichoU. Es una fiesta de ricos.ULos ricos también se van a cielo Udijo la chica, que aprendía religión en el colegio.UPué cielo ni cielo Udijo la madreU. Lo que pasa es que a usted, mVhijita le gusta cagar ms arribadel culo.& la chica no le parecía nada bien la forma de hablar de su madre: ella tenía nueve a)os y era unade las mejores alumnas de su grado.U9o voy a ir porque estoy invitada UdijoU. 9 estoy invitada porque Luciana es mi amiga. 9 seacabó.U&h, sí, tu amiga Udijo la madre. Bio una pausa.U1íme, osaura Udijo por finU, ésa no es tu amiga. G5abés lo que sos vos para todos ellosH 5os

la hija de la sirvienta, nada ms.osaura parpadeó con energía: no iba a llorar.U'llate UgritóU. NPué vas a saber vos lo que es ser amigaMElla iba casi todas las tardes a la casa de Luciana y preparaban juntas los deberes mientras sumadre hacía la limpiea. /omaban la leche en la cocina y se contaban secretos. & osaura legustaba enormemente todo lo que había en esa casa. 9 la gente también le gustaba.U9o voy a ir porque va a ser la fiesta ms hermosa del mundo, Luciana me lo dijo. 4a a venir unmago y va a traer un mono y todo.La madre giró el cuerpo para mirarla bien y ampulosamente apoyó las manos en las caderas.UG(onos en un cumplea)osH UdijoU. N0or favorM 4os sí que te crees todas las pavadas que tedicen.

osaura se ofendió mucho. &dems le parecía mal que su madre acusara a las personas dementirosas simplemente porque eran ricas. Ella también quería ser rica, GquéH 5i un día llegaba avivir en un hermoso palacio, Gsu madre no la iba a querer tampoco a ellaH 5e sintió muy triste.6eseaba ir a esa fiesta ms que nada en el mundo.U5i no voy me muero Umurmuró, casi sin mover los labios.9 no estaba muy segura de que se hubiera oído, pero lo cierto es que la ma)ana de la fiestadescubrió que su madre le había almidonado el vestido de =avidad. 9 a la tarde, después de que lelavó la cabea, le enjuagó el pelo con vinagre de mananas para que le quedara bien brillante. &ntesde salir osaura se miró en el espejo, con el vestido blanco y el pelo brillndole, y se vio lindísima.La se)ora nés también pareció notarlo. &penas la vio entrar, le dijo:UPué linda ests hoy, osaura.Ella, con las manos, impartió un ligero balanceo a su pollera almidonada: entró a la fiesta con pasofirme. 5aludó a Luciana y le preguntó por el mono. Luciana puso cara de conspiradora@ acercó suboca a la oreja de osaura.UEst en la cocina Ule susurró en la orejaU. 0ero no se lo digs a nadie porque es un secreto.osaura quiso verificarlo. 5igilosamente entró en la cocina y lo vio. Estaba meditando en su jaula./an cómico que la chica se quedó un buen rato mirndolo y después, cada tanto, abandonaba aescondidas la fiesta e iba a verlo. Era la 7nica que tenía permiso para entrar en la cocina, la se)oranés se lo había dicho: $4os sí, pero ning7n otro, son muy revoltosos, capa que rompen algo% .osaura en cambio, no rompió nada. =i siquiera tuvo problemas con la jarra de naranjada, cuando la


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llevó desde la cocina al comedor. La sostuvo con mucho cuidado y no volcó ni una gota. Eso que lase)ora nés le había dicho: %G/e parece que vas a poder con esa jarra tan grandeH%. 9 claro que ibaa poder: no era de manteca, como otras. 6e manteca era la rubia del mo)o en la cabea. &penas lavio, la del mo)o le dijo:UG9 vos quién sosH

U5oy amiga de Luciana Udijo osaura.U=o Udijo la del mo)o U, vos no sos amiga de Luciana porque yo soy la prima y conoco a todassus amigas. 9 a vos no te conoco.U9 a mí qué me importa Udijo osauraU, yo vengo todas las tardes con mi mam y hacemos losdeberes juntas.UG4os y tu mam hacen los deberes juntasH Udijo la del mo)o, con una risita.U9o y Luciana hacemos los deberes juntas Udijo osaura muy seria.La del mo)o se encogió de hombros.UEso no es ser amiga UdijoU. G4as al colegio con ellaHU=o.UG9 entonces de dónde la conocesH Udijo la del mo)o, que empeaba a impacientarse.osaura se acordaba perfectamente de las palabras de su madre. espiró hondo:U5oy hija de la empleada Udijo.5u madre se lo había dicho bien claro: 5i alguno te pregunta, vos le decís que sos la hija de laempleada, y listo. /ambién le había dicho que tenía que agregar: y a mucha honra. 0ero osaurapensó que nunca en su vida se iba a animar a decir algo así.UGPué empleadaH Udijo la del mo)oU. G4ende cosas en una tiendaHU=o Udijo osaura con rabiaU, mi mam no vende nada, para que sepas.U9 entonces, Gcómo es empleadaH 6ijo la del mo)o.0ero en ese momento se acercó la se)ora nés haciendo shh shh, y le dijo a osaura si no la podíaayudar a servir las salchichitas, ella que conocía la casa mejor que nadie.U4iste Ule dijo osaura a la del mo)o, y con disimulo le pateó un tobillo.8uera de la del mo)o todos los chicos le encantaron. La que ms le gustaba era Luciana, con sucorona de oro@ después los varones. Ella salió primera en la carrera de embolsados y en la manchaagachada nadie la pudo agarrar. 'uando los dividieron en equipos para jugar al delegado, todos losvarones pedían a gritos que la pusieran en su equipo. & osaura le pareció que nunca en su vidahabía sido tan feli.0ero faltaba lo mejor. Lo mejor vino después que Luciana apagó las velitas. 0rimero, la torta: lase)ora nés le había pedido que la ayudara a servir la torta y osaura se divirtió muchísimo porquetodos los chicos se le vinieron encima y le gritaban $a mí, a mí%. osaura se acordó de una historiadonde había una reina que tenía derecho de vida y muerte sobre sus s7bditos. 5iempre le habíagustado eso de tener derecho de vida y muerte. & Luciana y a los varones les dio los pedaos msgrandes, y a la del mo)o una tajadita que daba lstima.6espués de la torta llegó el mago. Era muy flaco y tenía una capa roja. 9 era mago de verdad.6esanudaba pa)uelos con un soplo y enhebraba argollas que no estaban cortadas por ningunaparte. &divinaba las cartas y el mono era el ayudante. Era muy raro el mago: al mono le llamabasocio. $& ver, socio, dé vuelta una carta%, le decía. $=o se me escape, socio, que estamos en horariode trabajo%.La prueba final era la ms emocionante. Fn chico tenía que sostener al mono en braos y el mago loiba a hacer desaparecer.

UG&l chicoH Ugritaron todos.


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UN&l monoM Ugritó el mago.osaura pensó que ésta era la fiesta ms divertida del mundo.El mago llamó a un gordito, pero el gordito se asustó enseguida y dejó caer al mono. El mago lolevantó con mucho cuidado, le dijo algo en secreto, y el mono hio que sí con la cabea.U=o hay que ser tan timorato, compa)ero Ule dijo el mago al gordito.

UGPué es timoratoH Udijo el gordito.El mago giró la cabea hacia un lado y otro lado, como para comprobar que no había espías.U'agón UdijoU. 4aya a sentarse, compa)ero.6espués fue mirando, una por una, las caras de todos. & osaura le palpitaba el coraón.U& ver, la de los ojos de mora Udijo el magoU. 9 todos vieron cómo la se)alaba a ella.=o tuvo miedo. =i con el mono en braos, ni cuando el mago hio desaparecer al mono, ni al final,cuando el mago hio ondular su capa roja sobre la cabea de osaura. 6ijo las palabras mgicasRy el mono apareció otra ve allí, lo ms contento, entre sus braos. /odos los chicos aplaudieron arabiar. 9 antes de que osaura volviera a su asiento, el mago le dijo:U(uchas gracias, se)orita condesa.Eso le gustó tanto que un rato después, cuando su madre vino a buscarla, fue lo primero que lecontó.U9o lo ayudé al mago y el mago me dijo: $(uchas gracias, se)orita condesa%.8ue bastante raro porque, hasta ese momento, osaura había creído que estaba enojada con sumadre. /odo el tiempo había pensado que le iba a decir: $4iste que no era mentira lo del mono%. 0erono. Estaba contenta, así que le contó lo del mago.5u madre le dio un coscorrón y le dijo:U(írenla a la condesa.0ero se veía que también estaba contenta.9 ahora estaban las dos en el hall porque un momento antes la se)ora nés, muy sonriente, habíadicho: $Espérenme un momentito%.&hí la madre pareció preocupada.UGPué pasaH Ule preguntó a osaura.U9 qué va a pasar Ule dijo osauraU. Pue fue a buscar los regalos para los que nos vamos.Le se)aló al gordito y a una chica de trenas, que también esperaban en el hall al lado de susmadres. 9 le e!plicó cómo era el asunto de los regalos. Lo sabía bien porque había estadoobservando a los que se iban antes. 'uando se iba una chica, la se)ora nés le daba una pulsera.'uando se iba un chico, le regalaba un yoyo. & osaura le gustaba ms el yoyo porque teníachispas, pero eso no se lo contó a su madre. 'apa que le decía: $9 entonces, Gpor qué no pedís elyoyo, pedao de sonsaH% Era así su madre. osaura no tenía ganas de e!plicarle que le dabavergOena ser la 7nica distinta. En cambio le dijo:U9o fui la mejor de la fiesta.9 no habló ms porque la se)ora nés acababa de entrar al hall con una bolsa celeste y una rosa.0rimero se acercó al gordito, le dio un yoyo que había sacado de la bolsa celeste, y el gordito se fuecon su mam. 6espués se acercó a la de trenas, le dio una pulsera que había sacado de la bolsarosa, y la de trenas se fue con su mam.6espués se acercó a donde estaban ella y su madre./enía una sonrisa muy grande y eso le gustó a osaura. La se)ora nés la miró, después miró a lamadre, y dijo algo que a osaura la llenó de orgullo. 6ijo:UPué hija que se mandó, Berminia.


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0or un momento, osaura pensó que a ella le iba a hacer dos regalos: la pulsera y el yoyo. 'uandola se)ora nés inició el ademn de buscar algo, ella también inició el movimiento de adelantar elbrao. 0ero no llegó a completar ese movimiento.0orque la se)ora nés no buscó nada en la bolsa celeste, ni buscó nada en la bolsa rosa. 2uscó algoen su cartera.

En su mano aparecieron dos billetes.UEsto te lo ganaste en buena ley Udijo, e!tendiendo la manoU. -racias por todo, querida.&hora osaura tenía los braos muy rígidos, pegados al cuerpo, y sintió que la mano de su madrese apoyaba sobre su hombro. nstintivamente se apretó contra el cuerpo de su madre. =ada ms.5alvo su mirada. 5u mirada fría, fija en la cara de la se)ora nés.La se)ora nés, inmóvil, seguía con la mano e!tendida. 'omo si no se animara a retirarla. 'omo si laperturbación ms leve pudiera desbaratar este delicado equilibrio.


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#ent-logo del narrador oral

IW# GQuris o prometéis contar con ganas, con ansias, con pasión, con ovarios o cojones seg7n seael caso, o con ambos si fuera necesarioHXW# GQuris o prometéis anteponer el cuento y el acto de narrar a cualquier otra consideración

mequina, ya sea de carcter personal o literariaHW# GQuris o prometéis no aburrir al p7blico con cuentos e!cesivamente largos, llenos de detallesinnecesarios y hacer de la síntesis vuestra regla de oro de la narraciónH*W# GQuris o prometéis no abandonar jams a su suerte a ning7n cuento dificultoso, enfermo omoribundo y jugarse la vo y la lengua por recuperarlo y revivirlo para que se siga contandoHYW# GQuris o prometéis ser pacientes, solidarios, fraternales y comprensivos con el narrador queintenta salvar un cuento, a7n a costa de vuestro tiempo, vuestra atención y vuestra capacidad paraescuchar cuentos defectuosos o convalecientesH

2ienvenidos entonces a esta orden de los caminantes de la narración oral, que la vida y el caminoles sean leves, los cuentos os acompa)en hasta el final y felices cuentos. Pue así sea.

Cont-me un cuento

&il%ia &.u+er

'ontme un cuento6e hadas0ara so)ar esta nocheLetras doradas

'ontme un cuento

Liviano0ara que duerma esta noche2ajo mi mano

'ontme un cuento9 que flote5obre mi almohada0orque detrs del silencio=o escucho nada

'ontmelo poco a poco(uy despacitoPue cuando cierro los ojosLo necesitoR

Claudio Ledesma

claudiocuentos@gail!co"""!#ace$oo%!co&claudiocuentos
mailto:[email protected]://www.facebook.com/claudiocuentosmailto:[email protected]://www.facebook.com/claudiocuentos

taller parte 1 - narración oral

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