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  • 8/19/2019 Unc Editorial Gaceta Deodoro 49

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    UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

    Rector: Dr. Francisco TamaritVicerrectora: Dra. Silvia BareiSecretario General: Dr. Alberto LeónDirector Editorial UNC: Mgter. Carlos LonghiniSecretario de Extensión: Lic. Franco RizziSubsecretario de Cultura: Lic. Franco MoránProsecretaria de Comunicación Institucional:Lic. María Cargnelutti

    Director: Mariano Barbieri

    Secretario de redacción: Guillermo Vazquez

    Consejo Editorial: Matías Lapezzata, María JoséVillalba, Natalia Arriola, Agustín Massanet, GonzaloPuig

    Corrección: Raúl Allende

    Administración: Matías Lapezzata

    Diseño: Prosecretaría de Comunicación Institucional,UNC

    Ayudante alumna: Virginia Sanguineti

    Redes: Martín Aguaisol

    Revista mensual editada por la Editorial de la UNCISSN: 1853-2349

    Editorial de la UNC. Pabellón ArgentinaHaya de la Torre s/n, Ciudad Universitaria.(351) 4629526 | Córdoba | CP [email protected]@editorial.unc.edu.arDEODORO, GACETA DE CRÍTICA Y  CULTURA no se hace res-ponsable de las opiniones y artículos aquí publicados.Los textos son responsabilidad de quien los firma.

    Impreso en Comercio y Justicia Editores

    AperturaCine y política: de nuevo, siempreGuillermo Vazquez

    Nuevo cine cordobés | DossierFronteras difusasAlejandro Cozza

    Un ascensor para el cadalso: una forma de

    no distribuir buen cine Juan Fragueiro

    Dos planos de Villa UrquizaEzequiel Salinas

    Cine y Política. (A propósito de los semi-narios de “Cine, política y derechos huma-nos” de la FFyH) | Aarón Saal

    Necrópolis y ciudadFernando Svetko

    El diablo, Herzog y el courtTres lecturas de fin de añoMartín Álvarez

    Ese lugar imaginario. ¿Ese lugar posible? Juan Manuel Pairone

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    Deodoro

    Un nuevo Código para una sociedad enmovimientoUlises Pelegrina

    La ceguera: una enfermedad de la pobrezaRicardo Hernández

    Orgullo y diversidad

    Eduardo Mattio

    PODEMOS, crónica de una gestaciónDaniel M. Vaca Narvaja

     ¿Quérdoba?Luciano Delprato

    Viejas batallasLuciano Lamberti

    En línea con el cantarMaria Teresa Andruetto

    T H DPablo Manuel Requena

    Fe de erratas: la fotografía que ilustra la nota de San-tiago Pfeiderer en el número de octubre de DEODORO,pertenece al fotógrafo Gastón Malgieri.

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    2014 fue un año intenso en cuanto al cineproducido en Córdoba, pasemos enseguida alos detalles: en enero en el Festival de Rotterdamse estrena Tres D de Rosendo Ruiz; unos pocosdías después Ciencias Naturales de Matías

    Lucchesi y Atlántida de Inés Barrionuevohacen lo propio en el Festival de Berlín. Todascon muy buena repercusión, incluso Ciencias Naturales gana un premio. Rotterdam y Berlínestán ambos en el circuito top ten de festivalesimportantes del mundo, pero descreamosdel facilismo de argumentar a favor cuandola mirada extranjera se posa sobre nosotros.¿Todas las películas que van a esos festivalesson buenas? No necesariamente, las quemarcan una clara distinción son pocas, perosí le permite a un realizador codearse con unprimer mundo cinematográfico por más queesa aristocracia cinéfila deja demasiado cine delmejor afuera, pero ese es otro tema. Sigamoscon la línea cronológica: Salsipuedes, operaprima de Mariano Luque se estrena en abril enBuenos Aires con una muy buena recepcióncrítica. ¿Hace falta la mirada centralizada para

    legitimar? No, no hace falta en esos términos,pero para la circulación y distribución delcine sirve mucho tener una recepción positivapor parte de la capital, sirve incluso para lostérminos locales de distribución y exhibición.Los estrenos en las salas comerciales en Córdobase digitan casi siempre desde un despachoporteño y con un teléfono con característica011. Mariano Luque es un cineasta muy jovenpero con una madurez en lo formal para nohacer planos de más en Salsipuedes y construirnarraciones con el fuera de campo. Se lepuede acusar a su primera película de algúnexhibicionismo estético, pero nadie puede negar

    que haya una mirada de un director con puestaen escena de una enorme solidez.Paralelo al estreno de Salsipuedes en BuenosAires llegó el Bafici. Allí se estrenaron 7(¡siete!) películas locales: las ya mencionadas

     Atlántida, Tres D, Ciencias Naturales más Eltercero de Rodrigo Guerrero, El último verano deLeandro Naranjo, La Laguna de Luciano Juncosy Gastón Bottaro y Escuela de sordos de Ada

    Frontini. La prensa nacional e internacionalpuso el ojo sobre estas películas. ¿De dóndesalía este cine? ¿Qué pasaba en Córdoba? Erauna pregunta recurrente que escuché de bocade muchos periodistas, críticos, cineastas y

    programadores en esos días. ¿Había algo comúnen estas siete películas, permitían establecerun canon o tendencia cordobesa? No, todaseran propuestas muy disímiles y ninguna hacíauna gala ni particular ni en general de algúntipo de “cordobesismo”. Solo me atrevo a de cirtímidamente que v istas varias películas de laselección argentina del Bafici y constatándolascon “las co rdobesas”, éstas tenían un frescuraque muchas producciones de Buenos Airescarecían. ¿Existe un porqué? Tal vez, pero antesde pasar al análisis formal de cada una de estaspelículas me detengo en un señalamiento quemencionó primero Horacio Bernades en una

    nota de este año en el diario Página 12. Luegode mencionar similitudes del cine cordobéscon el cine de la capital aclara: “Aunque sí hayuna diferencia: la modestia. Ninguna películacordobesa aspira a demostrar que su directores un genio o que desborda talento, o que estádestinado a dejar una marca indeleble en lahistoria del cine, como muchas veces sucedecon el nuevo cin e porteño”. Esto conlleva a unlugar de defensa de las p elículas “med ianas”, enlo personal un posicionamiento crítico muchomás honesto y acotado a una realidad que el de lamera búsqueda de obras maestras excepcionales.

    Siempre se dice que para analizar a unacinematografía en particular no hay que tomarsolo las grandes obras, sino por el contrario elvalor de su filmografía media y general. Estaidea puede venir de la mano de otra mencionadapor Truffaut en su célebre conversación conHitchcock, allí decía: “si la obra maestra nosiempre es vibrante (...) el grand film maladesufre habitualmente un exceso de sinceridad,lo que, paradójicamente, hace que se vuelvamás claro para los entendidos y más oscuro parael público acostumbrado a tragarse mezclascuya dosificación favorece la astucia más quela confesió n directa”. Me permi to tomar estadefinición, sacarla de contexto, y reformularla.Las películas recientes hechas en Córdoba noson filmes “ enfermos”, todo lo con trario, perosí corren un riesgo que los hace más vibrantes(¿y frescas?) en términos de Truffaut que obras

    maestras o películas perfectas. No podemoshablar de ninguna de ellas como algo fuera deserie, pero sí como pasos para nada menores enlas carreras de cada director, en donde los riesgospueden ir de la mano de sutiles epifanías y lasdudas se asemejan demasiado a las certezas.Tanta confección de diseño que se ve en el cinecontemporáneo termina atentando contrala sinceridad de una obra. Esa confección,consciente o no por parte del realizador vienedado por pautas de mercado y de festivales quedigitan un modelo de producción profesional.Una película como Atlántida, que podríamaliciosamente ser metida en esta bolsa, se

    NUEVO CINE

    CORDOBÉSLuego de otro intensivo año de producciones cordobesas, muchas deellas llevan hecho mucho más ruido del que hubiera sido posible imaginaraños atrás. Premios en festivales internacionales y grandes repercusionesal interior del país. ¿De dónde proviene tanta legitimación? ¿Cómo debeleerse este nuevo status? Por otra parte, ¿qué tiene de cordobés el Nue-vo Cine Cordobés? ¿Cómo se narra la ciudad en la pantalla? Proponemosen este Dossier, algunos de los posibles caminos para responder a estenuevo y sorpresivo escenario.

    Fronteras difusasAlejandro Cozza*

    »Descreamos del facilismo deargumentar a favor cuandola mirada extranjera se posa sobrenosotros. ¿Todas las películas quevan a esos festivales son buenas?No necesariamente.

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    El otro filme que se construye sobre una basefáctica de placer es Tres D: placer por las charlas,por escuchar al otro decir, por los amoríos enun lugar relajado y alejado de la contaminacióncitadina, y placer por el cine y el mirar también, apesar de las lluvias solares que obligarían a todoslos videntes del Festival de Cine de Cosquín ausar gafas para que malignos rayos solares no lesarruinen la visión. Filme simple y desprejuiciadocomo sus protagonistas Mato y Mica, que vacon igual soltura del documental a la ficción pormás que se digan cosas fundamentales en bocade los directores entrevistados y por más que

    se narren muchos más sucesos que los que laaparente liviandad de sus imágenes en la ficcióndemuestran. ¿Hasta dónde llega la atención deuna mirada?

    Y hay más, Escuela de sordos es uno de losmejores documentales del último cine argentino,uno que también evidencia desde su diégesisla atención puesta en el órgano visual y hace

    apología de la imagen porque sus retratadosson precisamente personas sordomudas queno tienen otro recurso para comunicarse con elotro que verse las manos y los gestos. Tambiénasistimos acá a largas conversaciones entrepersonas que padecen esta deficiencia, solo queesas charlas no son dialogadas sino que esasmanos y esa gestualidad remplazan todo lazoauditivo. Nuevamente, como en Tres D, El últimoverano, El tercero, Atlántida, es un placer ver aesas personas comunicándose, a esa maestraenseñándoles a los niños cómo desenvolverseen un mundo con limitaciones. Vuelvo alcomentario de Bernades, ¿hay más ganas de

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    anima a romper algunos esquemas narrativosque en nada tienen que ver con esos lugares oclínicas de proyectos al permitirse derivas en sulínea argumental principal y no pocos hallazgosformales de sutil confección a lo largo de sumetraje, eso denota un lugar autónomo por partede Inés Barrionuevo como realizadora. El últimoverano por otra parte toma todos los riesgos quesu escasa condición de producción le permite,es decir, pocos planos, pocos personajes,acción dramática acotada, tiempos que sonlos de la noche, cambios de guión mínimos eimperceptibles o que avanzan solo acorde a las

    derivas también de los personajes principales.Un filme dialogado en la mejor tradiciónrohmeriana, cinéfilo de convicción y que dacuenta en su modestia del lugar que ocupa, pideen voz baja que le presten atención diciendoque su director sabe claramente dónde poner lacámara.

     El tercero es un filme admirable en su propuestatambién acotada. Un crecimiento cualitativosignificativo demuestra Rodrigo Guerreroluego de El invierno de los raros. Aquí, como enel filme de Naranjo, la acción es limitada y losdiálogos en planos largos también predominan.Pero Guerrero se atreve a algo que pocos seaniman: hacer un filme sin conflicto alguno.Cualquiera diría que sin conflictos no hay guiónposible. El tercero es la muestra de lo contrario;el único problema de los tres amantes de El

    tercero es no tener ninguno y en cambio desearmucho acostarse juntos y pasarla bien. El filmese construye sobre la idea total de placer, queempieza con una buena cena y vino blanco, quetiene amenas y largas charlas de sobremesa, yque sigue en la alcoba en donde los tres hombressolo obedecen al precepto de que cada unodisfrute y la pase bien satisfaciendo al otro.El final, sin querer spoilerear, sigue la mismalógica que toda la película: la mañana siguientees luminosa pero no ingenua, ya que no se privasu director de sutiles referencias políticas a lasigualdades civiles. Película feliz como pocas enla historia del cine.

    escuchar y mirar en el cine cordobés que de deciry mostrar? Pero también mientras escribo estasbreves reseñas de las películas me asaltan nuevasdudas: ¿nadie en Córdoba es adepto a las bajadasde línea, ni temáticas ni discursivas? ¿Nadieevidencia conflictos de clases aparentes, nadiese enoja frente a infidelidades? ¿Una ciudad sinproblemas con un cine feliz? Podríamos pensarasí una línea de lectura posible en estas películas,

    pero que no sería necesariamente excluyente,porque el cine de la productora El calefón yadio muestras de un complejo entramado socialen las calles de la ciudad con Yatasto. MatíasHerrera Córdoba profundizó en lo más íntimode la discriminación social con Criada, y Decaravana ya había expuesto las dos Córdobasopuestas (la cheta y la cuartetera, eufemismosde alta y baja). Pero así y todo, es una constanteen el cine local la imposibilidad de trazardiscursos o líneas rectoras cerradas. Si apareceuna línea posible de aglutinamiento de laspelículas enseguida viene la respuesta contrariaque niega o contradice ese discurso. El grillo,segundo opus de Matías Herrera Córdoba podríaser la contracara de toda esta idea de aparenteliviandad y algarabía. Un filme que toma unriesgo en el tono confesional que adoptansus personajes, en la solemnidad y gravedad

    existencial que carga su trío protagónico. En loscruces entre la representación teatral y la vidareal, Herrera Córdoba tiene una mirada y unadistancia a la hora de filmar, registra la ficciónde la misma manera que antes documentabaa Hortensia en Criada. Werner Herzog decía,“filmar documentales como ficciones y filmarficciones co mo documental es”. Son solo partesde una mirada que nació madura pero que aúntiene el ímpetu juvenil para hacerse preguntasdesde la misma representación cinematográfica.Generalizo el concepto: la preocupación por lasformas del cine evidenciada hasta ahora, es sinduda lo que pone alto las expectativas y elogiospara las películas locales. Porque preguntándoseprimero por un travelling se llega rápidamentea una formulación política y social a la hora decontar o mostrar una determinada realidad.Vayamos a los últimos ejemplos: si a uno le

    dicen que se va a sentar a ver la Tesis de unosestudiantes de cine de una Escuela Privada, loque menos se imagina que ese resultado seaparecido a un filme como La laguna. Lo mismohabía ocurrido antes con El espacio entre losdos de Nadir Medina. Sea por prejuicios o porcreer que un cine producido en esas condicionestendría una fuerte impronta de imagen de diseño(ese mal al que se refería Truffaut), un acabadoformal y fotográfico excesivamente lavado ypublicitario. Prejuicio hundido, ocurre todo locontrario en estas películas. Bottaro/Juncos yMedina son jóvenes que se interrogan por el valortemporal y espacial de un plano cinematográfico,y lo hacen centro y medio de su discursorepresentativo. Paralelo a la historia a contarse,sea de amores juveniles como El espacio entre losdos, como la disyuntiva entre el hombre citadinoy el guía rural en búsqueda de una laguna con

    poderes curativos, a sus directores les importamás el tiempo interno del relato que la mentirosaagilidad y el ritmo frenético que podría venir deun montaje fragmentado. El tiempo reposadonuevamente delata madurez y evidencia a ungrupo de cineastas de corta edad que estánpensando sus procesos creativos. Encontramosuna constante al fin en el cine cordobés, ¿la dejóvenes sin apuro? No me atrevo a decirlo en vozalta, seguro el año que viene aparece una películaque contradice esto enseguida.O

    *Docente, crítico y programador

    » ¿Nadie en Córdoba es adeptoa las bajadas de línea, nitemáticas ni discursivas? ¿Nadieevidencia conflictos de clasesaparentes, nadie se enoja frentea infidelidades? ¿Una ciudad sin

     problemas con un cine feliz?

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    Un ascensor para elcadalso: una forma de no

    distribuir buen cineJuan Fragueiro*

     ¿ Cuántos cinéfilos disfrutan viendo cine enel cine? Los hábitos han cambiado al ritmode la tecnología 3.0 que está destruyendo unaparte de la industria cinematográfica. La cadenaPelícula  (directores, productores, guionistas,actores), Distribuidores , Exhibidores seha roto en pedazos disformes, los que en unarepartija muy desigual benefician a pocos yperjudican a muchos. La irrupción de estas

    nuevas y desaprensivas tecnologías hanconspirado para que desaparezca el celuloidecomo formato fílmico, el más fiel de losformatos. Este 35 mm le daba fidelidad a laproyección de la película “tal cual” la habíapensado y editado su director; no hay forma dedarle más color, mas luz o disminuir el contraste.Estas acciones que alteran un filme, sí sonposibles con el DVD o el Blu Ray; es más, hastase pueden editar los diálogos. En una palabra, laobra es manipulable por cualquier inescrupulosoatorrante o pirata.

    Historias mínimas. IrreversiblesLas majors, o grandes industrias, por lo generaloriundas del país del norte, están cuidando susquintas para enfrentar y salir airosos en la prontabatalla contra los mínimos. De hecho muchas

    de ellas son productoras, distribuidoras yexhibidoras, dueñas de las salas comerciales quese ubican en todos los países del orbe civilizado(occidental y cristiano), en esos templosllamados Shopping.En 2005 Disney grita y se apropia de la buenanueva: por razones ecológicas (que el verdedolars siga siendo verde dolars) las películas deBuena Vista se producirán con una banda desonido Dye-cyan. Artilugio que sirvió para quemuchas películas llegaran a las salas locales yno pudieran ser exhibidas sin antes aggiornar ellector óptico. Fin de la etapa 5.1, Dolby estéreo osensurround, que fue a la década del 70 lo que elDye-Cyan al nuevo milenio.Detrás de la Disney siguieron UnitedInternational Pictures, Warner, Fox, Paramount,Sony entre otras. Cuando casi todas las salasindependientes tuvimos la disponibilidad de un

    nuevo lector de sonido láser, comenzó a llegarla sombra del digital; tímidamente en dvd... bluray, hasta en dcp2-d (Digital Cinema Package)...y ahora la distribución satelital. Así es comoestos modernos formatos, han corrido de laescena a los tradicionales componedores de lahacienda del séptimo arte. Muchos directoreshan optado por no filmar en digital (por casoQuentin Tarantino, Bela Tar), otros han aceptadola digitalización de sus imágenes pero producenobras menores.Los cambios son radicales. Las películas lleganen un disco duro que contiene informaciónhoraria (no se pueden exhibir fuera de

    los horarios pautados y pactados con losdistribuidores), se terminaron las bolsas concinco latas, entre 80 y 95 kilos de peso porqueahora toda la información está condensada enun soporte que no pesa más de 50 gramos, losoperadores (esos magos del encintado que dabancontinuidad a un filme de dos horas) tambiénsentirán el cambio... y la despedida del oficio.La durabilidad de estos soportes también es

    un problema, no resisten como el celuloide,se rayan, se borran, se tildan, se encaprichan,se burlan y gastan la paciencia a la hora deexhibirlos.

    Si a este apocalíptico introito le sumamosque de manera capciosa, graciosa, sediciosa,algunos comunicadores sociales toman lapiratería de películas como una cuestión menorademás de proclamarla como el facto factorumde necesidad y urgencia, basándose en que lacultura debe ser popular y gratuita... fin delespacio comunitario.

    La ecuación de la desigualdad está servida: unprecio fijo para alquilar una película no es menora los 1800 pesos (más IVA), y estamos hablandode una copia en dvd comprado en las libreríasdel barrio; a pocos metros de cualquier salade cine hay un mantero que vende las copiasa 10 pesos; pero la culpa no es del mantero nidel comunicador que agita la bandera de lagratuidad... la primera copia seguramente saledel propio distribuidor.Hace unos años estrenamos la película El Niño de los hermanos Dardenne; al hacer lasprimeras pruebas de proyección aparecía cada10 minutos una leyenda como sello de aguapor encima de las imágenes “prohibida su

    difusión – material exclusivo para los jurados deCannes”. Seguramente algún jurado de Cannesle prestó la película al sobrino, el sobrino le hizouna copia y se la prestó al padre de su novia,el cual una tarde hizo otra copia y la llevó a sutrabajo donde la compartieron una decena deempleados administrativos de la Universidad dela Sorbona... a replicar, viralmente.

    Kill Bill. La Celebración de los desafectosEl distribuidor cinematográfico tiene el ochentapor ciento de responsabilidad en el control dequé cine vemos. Cuando el director Lars von

    Trier tuvo la desafortunada idea de ponderar aHitler com o “solamente un hu mano defectuoso”,la comunidad judía puso el grito en el murode los lamentos. La película Melancolía no fueexhibida en Argentina, porque quien comprólos derechos de exhibición era, justamente,simpatizante de esa religión. Al final se estrenóen el Cine Teatro Córdoba porque pudimoscomprarle los derechos a un distribuidor...

    ¡peruano! Otros esperan dos años o más para queel costo de una obra cinematográfica baje unoscuantos dólares. La Venus de las pieles (RomanPolanski),  Ninphomaniac (Lars von Triers),Coming Home (Zhang Yimou), Obietnica (AnnaKazejak, Polonia), Nagima (Zhanna Issabayeva,Kazajstan)... no las veremos nunca, a ningúndistribuidor le interesa y a los independientesno les conviene porque a la hora de intentarestrenarlas las salas piden mayor porcentaje(bordereau) para evi tar el “riesgo fíl mico”.Conclusión, no vemos todo el cine quedeberíamos ver ni en el momento en quedeberíamos verlo.

    El conjunto de estas conspiraciones ha logradoun cometido sustancialmente nefasto, algoque solo aquellos a quienes el cine les interesacomo una propuesta cultural son capaces de

    percibir: el cine que resiste es el de la industriahollywoodense, el resto se encuentra en Interneten el mejor de los casos y en el peor no existe,al menos en esta esquina de coordenadasmediterráneas.

    Los gritos del silencio. Una forma de nover buen cine

    En medio de todas estas noticias de tecnologíasrenovadoras subsiste el valor del cine por el cinemismo, lo que podríamos llamar un valor per se.El cine arte, independiente, de autor, el cine quebusca impactar no solo por la policromía o elexceso de efectos (bombas, tsunamis, hoyos quese abren, invasiones extraterrestres, choquesen cadena, mundos anchos y ajenos), el cinedel diálogo, de la sorpresa costumbrista de un

    paisaje extraordinario, el cine silente, el quepiensa y hace pensarse, ese cine se verá muchomenos en las salas ad hoc. Es ese cine el que sufrey padecerá la tiranía de los nuevos formatos.Habrá que reinventar lugares para difundirlo,para apropiárselo aun más allá de formalidadeslegales. Muchos creerán que hay tiempo paradiscutir nuevas legislaciones respecto al derechode autor, pero cuando la piratería ya es la normay la costumbre, nada puede volver el tiempoatrás. Ni siquiera las buenas intenciones deNetflix.O

    *Programador

    »Se terminaron las bolsas concinco latas, entre 80 y 95kilos de peso porque ahora toda lainformación está condensada en

    un soporte que no pesa más de 50gramos.

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    Nada es más cautivante que esas películasque desde su inicio, de un solo golpe,pueden pasar, casi de contrabando para el ojo/oído de su espectador, su tesis nuclear, suprincipio poético.

    Está la ciudad, Los Ángeles, California. Aquíse hacen películas. Yo vivo aquí. A veces creoque tengo derecho a criticar las películas querepresentan a mi ciudad. Sé que no es fácil, laciudad es grande, la imagen es pequeña.

    Esta es la voz en off que se escucha al comienzode Los Angeles Plays Itself , la película de ThomAndersen sobre la ciudad californiana de LosÁngeles. En esta película-ensayo, Andersenrecolecta, analiza, y disecciona escenas dediversas películas rodadas en la ciudad, para darcuenta de cómo el cine representa y caracterizael espacio urbano.Si ineludiblemente mostrar y ocultar, a travésde la imagen y el sonido, son las operacionesbásicas de ese instrumento, que según una largatradición crítica realista permite la redenciónfísica de lo real, hay en el acto de lo que se

    oculta y lo que se muestra un gesto que permitesituar más o menos claramente las coordenadassociales, históricas, políticas o geográficas dela producción de imágenes. Para Andersen estegesto determina una perspectiva moral y éticasobre cómo reflexionar sobre la imagen de laciudad que el cine nos propone.

    Además de recuperar la tesis de que el cinedebe ser el gran arte realista que fija y restituyela memoria, lo interesante en Andersen esla convicción crítica y el método con el quedemuestra su hipótesis imagen por imagen,confrontando entre sí fragmentos de películashechas en y sobre Los Ángeles.A través sobre todo del montaje confrontapelículas para ver en los intersticios una ciudadque él conoce y no una que el cine le inventa,buscando señas particulares en las imágenes

    para refutar una idea de ciudad impuesta por unaforma de ver y unas convenciones que él rechaza.

    ¿Y qué películas cordobesas muestran la ciudad?Varias de ellas suceden en pueblos o localidadesdel extrarradio de la ciudad (El invierno de losraros, El espacio entre los dos, Atlántida, TresD, Salsipuedes, Hipólito, La laguna) y a priorihay menos que den referencialidad concreta ala ciudad de Córdoba (Buen Pastor una fuga demujeres, De caravana, Por sus propios ojos, Elúltimo verano) incluso algunas hacen uso de unaindeterminación más o menos sugerente (Tres D y El Grillo).

    Es curioso que el cine hecho en Córdoba agrandes rasgos tenga mucha más afinidad por elcampo, los pueblos y las ciudades pequeñas quepor la capital.En una ciudad como la nuestra, con más de 400barrios, y con la mayor extensión urbana del

    país, se podrían contabilizar con los dedos delas manos las locaciones que el cine cordobésescoge para filmar. Es inobjetable el hecho de queno hay un deber ser poético sobre cómo mirar laciudad, pero esa ínfima proporción de Córdobarecortada por el cine, comienza a ser un pocoalarmante, o al menos llamativa, dado que estano es precisamente una ciudad que se caractericepor conservarse. En los últimos 10 años, latransfiguración urbana sin duda ha sido muchomás rápida y ágil que la capacidad del cine pararepresentarla.

    Sin duda la película más popular hecha enCórdoba y sobre Córdoba como ciudad es Decaravana de Rosendo Ruiz. En una secuencia dela película, cuatro personajes buscan a otro porla ciudad. En el plano A, uno de los personajesle dice al que maneja el auto al que se suben¿Sabés dónde queda Villa Urquiza? Continúa unasecuencia de diálogo en el interior del auto,algún establecimiento de la zona norte de laciudad, seguido de otro plano general del margendel río Suquía. En la escena siguiente el autoingresa a un barrio que podría ser Villa Urquiza,pero que no es Villa Urquiza, y se establece conun plano general de un descampado, donde

    lo que vemos es el ingreso de los personajes albarrio que la película ha bautizado como VillaUrquiza. De ahí en más la película continúa.

    Uno de los hechos de De Caravana que me generómás admiración, es que algunas, muchas cosas,se llaman por su nombre: el Estadio del Centro,el carrito del Dante, el parque Sarmiento, etc. Ensu lógica narrativa, el lugar sustenta y caracterizade alguna manera la acción –a pesar de que seacon esos iconos que tanto parece molestar acierta crítica levemente ilustrada que no quiereidentificarse con tonadas, camisetas, fernet ycuarteto–.

    Pero en ese plano, en esos planos, de VillaUrquiza, que en realidad no se tratan de planosde Villa Urquiza sino de algún otro lugar, dealgún otro punto de la ciudad, que el montajistao el director, o a ambos, por la libertad deque un plano y un sonido pueden disociarse

    o señalarse libremente sentidos entre sí, yporque si se nos dice que eso es Villa Urquiza,no hay ya nada que refutar, en ese plano hayalgo que me molesta, y es que ese pequeñoengaño del aparato cinematográfico transforma,transgrede flagrantemente la ciudad auténtica,característica, que la película propone. Justo esebarrio, que es el mismo barrio recorrido por elcarro de Yatasto, que podría ser el contracampo,el fuera de campo de ese barrio inventado porDe Caravana y que en Yatasto es un relevo dela ciudad, del barrio que existió en un año,en un momento, habitado por unas personasque quizás ya no están ahí, y que quizás hoy omañana, amenazados por el avance inmobiliariopierdan más que una plaza, que ya no tienen.Y es el hecho de que ambos planos existan, yse produzcan al mismo tiempo, lo que los hacenecesarios para confrontarlos, para cotejarlos.

    No se trata de impugnar la ficción en oposiciónal documental, ni en antagonizar al arte con larealidad, sino de reclamar de alguna manerauna imagen de la ciudad que se ajuste a lo queconocemos o que mejor aun, nos habilite unaciudad que todavía no hemos visto. El desafíosigue siendo agregar un punto de vista y unmojón, al diagrama de Córdoba que el cine tienepara mostrarnos.

    Cuando se discute si el cine cordobés existe oseguirá existiendo, si lo inventó el marketing,el branding o un grupo de críticos con ánimode agregar un renglón a la historia del cineargentino, habría que preguntarse cuánto hemosvisto de Córdoba en ese cine, y no solo me refieroa la ciudad. No se trata de documentar por lanostalgia de guardar una imagen de lo que fue,sino también para que ya no se pueda decir que

    se empieza de cero. Y quizás, en otro sentido,ese valor que todo el cuerpo de películas recientepuede aportar como conjunto; porque buenas omalas, interesantes o no, han dado una imageny un sonido que perdura, para que ya nadie digaque la historia no existe, que en Córdoba nuncahubo cine. Porque finalmente hay una imagenque cotejar y confrontar. Y es precisamente esolo que no es poco, en una ciudad donde pareceque una y otra vez se está condenado a empezarde cero, incluso los debates. O

    *Director y guionista

    »En una ciudad como lanuestra, con más de 400barrios, y con la mayor extensiónurbana del país, se podrían

    contabilizar con los dedos de lasmanos las locaciones que el cinecordobés escoge para filmar.

    Dos planos de Villa UrquizaEzequiel Salinas*

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    La obra cinematográfica es una máquina para la investi-gación, una modalidad de conocimiento.Fernando Bayón

    No estuviste ahí... no podías haber estadoahí, eso, que ahora ves, a lo mejor nuncaexistió o existió en una época en que no habíasnacido o si habías nacido eras muy chico,incapaz de comprender, o vivías en otro ladoy hablabas otro idioma. Eso que sucedió en larealidad o en la imaginación no te tocó y sinembargo está enfrente tuyo y eres un prisionero,como en los sueños, de un acontecer que nocontrolas, pero que sabes que te concierne. Eresun testigo imposible y muchas veces, como aldespertar, al salir del cine tienes la sensación que

    eso que acabas de ver es más real que la realidad.Sobre esa experiencia de lo real se basa lapropuesta de un conjunto de seminarios dictadosa lo largo de los últimos años, en la Facultad deFilosofía y Humanidades, que tienen por objetolas múltiples y diversas relaciones entre “cine,política y derechos hu manos”.

    La compilación de Laura Arese y FernandoSvetko, con idéntico titulo al de los seminarios,recoge las contribuciones realizadas al primerode ellos por el equipo docente.El análisis de la v iolencia revolucionaria es elmotivo de las reflexiones de Sebastián Torressobre el Danton de Wajda y de los apuntes dePaula Maccario sobre la maravillosa película dePeter Brooks –con guión de Peter Weiss– sobre Marat-Sade. Tres figuras guían la interpretaciónde Sebastián Torres: Hombre, Estado y Pueblo.

    Para Torres en el fondo de la “falla” del hombrecomo universal y de las fallas de quienes quierenrepresentarlo: El Estado, Danton o Robespierre;“el tejido de fondo de estas permanente fallasde la representación es el pueblo, falla de todaslas fallas”. Las pasiones revolucionarias, el usode la fuerza, la moral, la libertad, la naturalezahumana y nuevamente “la idea de pueblo” sonlos conceptos que ordenan los comentarios dePaula Maccario acerca del imaginario diálogoentre Sade y Marat. “Marat y yo” cita Maccario“estamos a favor de la fuerza... tomamos rumbosdiferentes... ambos queríamos cambios, perosus ideas y las mías sobre el uso del poder, nunca

    pudieron coincidir... la última palabra nuncaestá di cha”.Erika Lipsen y Laura Arese decidieron tomar al Huevo de la Serpientede Ingmar Bergman comocentro de sus reflexiones. Para Erika Lipsencobra importancia nuestra ceguera, la absolutaincapacidad para ver aquello que presagia lacatástrofe. La impor tancia de la “ masa”, del“odio” y del “resentimiento” transmitido auna nueva generación. Pero también una nuevaantropología: “científica”, alejada de todo“romanticismo” que suponga una bondadnatural en la naturaleza humana. Algo quepermita exterminar “lo inútil” y acrecentar losano. Laura Arese por su parte vincula la películade Bergman con una filmografía que intentauna interpretación del período hitleriano. “La

    meditación en torno a la quiebra del ordenpor el caos” escribe Arese refiriéndose a losacontecimientos ocurridos en la República deWeimar y a posteriori, muestra la preocupaciónbergmaniana por el “tipo de salvación posible...en un mundo gobernado por el diablo ”. El temor,la precariedad material y la falta de referenciaspueden, dice, “reeditar una nueva Weimar” encualquier tiempo y lugar.

    En la misma línea que los análisis de la películade Bergman, dar cuenta del surgimiento de lostotalitarismos, se encuentra el trabajo de CarlosBalzi sobre La Cinta Blanca de Haneke. Thriller,policial noir, pero también Bildungsroman,el filme muestra cómo el desencadenamientode la Gran Guerra liberó a una comunidad dela necesidad de “examinarse” de los propiosgérmenes de la violencia, desviando el foco de

    atención hacia afuera.

    “Mostrar los estragos del discurso de laobediencia” es el centro del trabajo de PaulaHunziker sobre el filme documental de Sivan yBrauman Un especialista, basado en imágenesde archivos del juicio contra Adolf Eichmannen 1961, en Jerusalén. “El propósito, escribeHunziker, es hacer ver y dejar hablar” a “uno delos organizadores de la logística de la soluciónfinal del probl ema judío”. “Banalidad del m al” esla frase acuñada por Arendt que efectivamentemuestra con horror “pero sin imágenes delhorror” el filme de Sivan y Brauman.

    Hay un aspecto colateral del trabajo de Hunziker,pero no menos importante: las vicisitudes de losarchivos originales y de su pérdida.Lo irrepresentable es el problema que ocupaa Amadeo Laguens en su trabajo sobre elfilme Shoah de Claude Lanzmann. Siguiendolas categorías de Rancière Amadeo Laguenssostiene que el problema no es “si se puedeo no representar, sino qué es lo que se quiererepresentar y cómo hacerlo. El arte de Lanzmannconsiste en que “tiene en cuenta la racionalidadintrínseca al accionar nazi”, al mismo tiempo quela “irracionali dad de toda explic ación”.El cine nos recuerda Svetko en “El parpadeo yla espera”, es tiempo, movimi ento y sucesión yal presuponer el mundo, es como nuestra viday la historia, “una imagen móvil de la memoria

    del mundo”. Siguiendo a Godart y sus Histoire(s) du Cinéma, Svetko espera “algún indicio deuna espera posi ble”, frente al horror del sigloXX. Espera, un cine, un arte, que modifique lavida de las personas. Aunque sabe de los muchosfracasos: “Las fábricas de sueños se continuaronen las fábric as de la mu erte”. Muy rápidamentese olvidó que el cine se había hecho para pensar.Camino a Guantánamo y Que descansen en larevuelta; figuras de la guerra son los motivosque Agustín Berti y Martín Iparraguirre analizanpara mostrar cómo se ha vinculado y se vincula,emigración y terrorismo. Pero ser tratadocomo distinto, extraño, otro, puede arrojartea aceptar una identidad que no soñabas. Yesas identidades se transforman en lugaresprivilegiados de experiencias no normalizadas ocomo los autores señalan identidades personalescomo opuestas a ide ntidades “sin pe rsonas”.

    Alguien trató una vez de caracterizar el malque nos aqueja: “el vacío como resultado de laplenitud”. Al contrario de lo que se pudi ese creerno se trata de ausencia de ideas, se trata de “faltade evidencia”, de evidencia com o “realizaciónconvincente de una realización vital llena de unnuevo sentido”.En contra de ese mal, los autores han elegido elcine, tratando de demostrar que los filmes sonlugares privilegiados en la producción de nuevossentidos.O

    *Docente

    Cine y Política(A propósito de los seminarios de “Cine,política y derechos humanos” de la FFyH)

    Aarón Saal*

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    Hay una página muy bella de las  Leccionessobre la filosofía de la historia universal,en la que Hegel medita sobre el espectáculo delas ruinas para el pensamiento de la historia.Dice Hegel que ante las ruinas de las grandescivilizaciones, como las de Palmira o Persépolis,podemos experimentar algo así como un duelo desinteresado por todas esas vidas bellas yperdidas, remotas, ajenas. Por supuesto, en lamedida en que no podemos inscribir de maneradirecta nuestro propio destino individual ocolectivo en un determinado marco histórico,podemos ejercer esa pasión comprensiva quees el duelo de una manera más imparcial ydesapasionada, universal, también melancólica.Las películas de los hijos de desaparecidosargentinos constituyen difíciles experienciasde duelo personal, de un duelo apasionado ypolémico respecto de las posibilidades y losmodos de inscribir la propia tragedia individualen el marco de la tragedia colectiva. Pero hay

    dos de estas películas que parecen avanzar enuna dirección más lejana, para proponer la ideade un duelo colectivo, de un duelo interesadosobre una historia aparentemente remota:Tierra de los padres (2011), de Nicolás Prividera,y La multitud (2012), de Martín Oesterheld. Lahistoria del panteón nacional, de los litigiosdramáticos de los padres fundadores y de loshermanos en contienda. Pero también la historiade la construcción de la ciudad, de la ciudadcapital como centro político de un territorioque produce sus bordes negados, que regulasus flujos circulatorios en la prolijidad de sustrazados y sus vías de acceso, y que prodiga

    administradas libertades momentáneas en elfasto de arquitecturas enloquecidas. Ambas

    películas se interesan por la densidad de loespectral. Ambas películas vinculan la políticacon los fantasmas –y fustigan amargamentela banalidad de cualquier presente amnésicoque quiera subestimar esta vinculación. Sonmeditaciones sobre las tumbas y las ruinas,y son también el ejercicio de interrogar a laciudad desde esas imágenes de la ausencia que laacechan insidiosamente.

    Las tumbas de los padres son, en la películade Prividera, el lugar desde donde se lee lahistoria que condujo a la muerte negada de lospadres sin tumba. La historia de dos siglos desangre derramada, de barbárica civilización.Los hijos interpelan a esos padres terribles, aesos espectros que vuelven y pesan sobre elcerebro de los vivos. Algunos de esos espectrosse desvanecen, pueden irse, tienen siquiera

    ya la paz de los cementerios. Otros no. Y suslectores, los que tienen que descifrar su reclamo,los que tienen que actuar y hacerles justicia,no son actores. No. Son hijos indecisos de esahistoria, portadores neuróticos y por la fuerzade un legado asaz irredimible. En la mirada dePrividera, la ciudad de los muertos se constituyecomo cifra de la ciudad de los vivos, y las ideasque fueron dura beligerancia en la conversaciónnacional reaparecen vistiendo esos ásperosropajes irreconciliados en los conflictos de unpresente que actualiza efemérides aciagas.El Va  Pensiero que se oye en el final (himnogaribaldino de la unificación italiana) parece ser

    la coronación del lugar preponderante que tieneen la película la figura de Juan Bautista Alberdi:crítico doliente del crimen de la guerra fratricidadel Paraguay, pero también síntesis unificadoraentre modernidad y tradición, liberalismo ypopulismo, civilización y barbarie. Sin embargo,no hay posibilidad de reconciliación alguna eneste grand finale. El último travelling  de Tierrade los padres nos hace pasar del cementerio

    honorable de la Recoleta al cementerio abyectodel Río de la Plata, atravesando otra especie decementerio, un cementerio que los reúne y losrechaza, y que es de algún modo el resultadohistórico de las palabras enconadas que sepronunciaron en uno y de los silencios infamesque se produjeron en el otro: la Villa 31, una delas villas miseria más grandes y pobladas delpaís, instalada en el corazón central de la ciudadcapital, en la encrucijada de su tiempo y de suespacio.La Villa 20 y la Villa Rodrigo Bueno, así como losmonoblocks de Lugano 1 y 2, son también, en lapelícula de Oesterheld, el lugar desde donde dosinmigrantes ucranianos y un muralista villeromiran los despojos de dos proyectos faraónicosque se desarrollaron en las dos últimasdictaduras militares argentinas: la CiudadDeportiva de Boca Juniors y el Parque Interama

    –luego Parque de la Ciudad, inaugurado en 1982. La multitud realiza el ejercicio visual y silenciosode pensar el futuro como ruina. La sólidaconstrucción de las modernas torres de PuertoMadero contrasta como una mala concienciadel tiempo con la refacción de las modestasviviendas aledañas que son los hogares efímerosde quienes trabajan como albañiles en esasmismas modernas torres. La Ciudad Deportivade Boca Juniors, erigida sobre un terreno quese rellenó previamente con los escombros decientos de edificios demolidos, es ahora unapreparatoria negligente de nuevos escombrospor venir: ruinas sobre ruinas. La torre delParque Interama, como coronación de un predioatestado de monumentos a la arquitectura“espacial” de los sesenta y setenta, como –segúnSergio Kiernan– una muestra chabacana deese modernismo al que la mínima pátina de

    tiempo vuelve decadente. Las villas miseria ylos monoblocks que rodean a estos dos delirios,como el resultado histórico desde donde se mirala ciudad huyendo de su propia cínica y brutalfantasmagoría.

    ¿Se puede interrogar a una ciudad? Se puede,y es lo que hace Oesterheld. Pero la ciudad noresponde, muestra. La ciudad no habla, y poreso La multitud es una película casi totalmentemuda. Pero la ciudad muestra, y por eso nose necesita más que el sonido directo. Nadade música para explicar qué se debe pensar osentir. La ciudad muestra, y muestra inclusomucho más desde aquello que oculta. Así comoRossellini muestra (en una disyunción definitoriadel cine moderno), en un mismo plano sonoro, laausencia de las multitudes en las calles desiertasde la Alemania en ruinas, al tiempo que se oye

    en los altoparlantes la voz encendida del  Führer pronunciando una arenga –esa misma vozque había dirigido el movimiento coreográficode las masas en los amedrentadores  filmesde Riefenstahl–, así también Oesterheld nosmuestra la disyunción entre estos dos prediosdiseñados para el ciego esparcimiento de lasmasas, para la coreografía macabra del podermilitar, y una multitud que ya no está, queprobablemente nunca estuvo. Pero que parecieraque nunca podemos dejar de invocar.O

    *Profesor de Filosofía

    Necrópolis y ciudadEs enorme el desafío de las películas sobre hijos de desaparecidos deinscribir la tragedia individual en el marco de la tragedia colectiva. Dosde ellas dieron un vuelco importante en este sentido: Tierra de los padres (2011), de Nicolás Prividera, y La multitud (2012), de Martín Oesterheld.

    Fernando Svetko*

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    Editar una revista de cine, actividad querealizo junto con Santiago GonzálezCragnolino en Cinéfilo, me lleva a preguntarmede a ratos qué tan vigente está hoy en día elinterés por leer sobre cine. Cuando lo preguntoen voz alta, mis compañeros suelen contestarmeque al menos por el momento la revista sevende bien, a lo que yo reacciono en silencio

    dudando de si tal cosa significa una garantía.En el fondo, reconozco que es una preguntamás bien irrelevante, pero a la vez encuentroun par de razones para no alarmarse. Una eshaber aprovechado este fin de año para espiarhacia atrás y notar cierto resurgimiento enArgentina de revistas, editoriales y coleccionescon un ojo puesto en el cine. Esta es la época delcalendario en que aparecen esas listas con losmejores discos, películas y libros. Me gustaría acontinuación proponer otro tipo de menciones.

    Como rescate más curioso podría mentarun libro publicado por la editorial Cactus ytitulado atractivamente El cine del diablo. Esde 1947 y previo a la gesta de la revista francesaCahiers du Cinéma de la que la crítica sale porasí decirlo mucho más armada y con conceptosmucho más nítidos. Es interesante leer qué

    se pensaba que era o debía ser el cine antesde que ese territorio se zanjara, por lo mismoque es interesante descifrar los caminos dela intuición antes de que se constituya lo quese llama una tradición. El autor en este casoes Jean Epstein, también cineasta, nacidoen Polonia pero que vivió casi toda su vidaen Francia y escribió este libro de espíritumás bien antifrancés, con lo que quiero deciranticartesiano. El cine del diablo, que mezclala intensidad propia de un panfleto con unaerudición filosófica y científica deslumbrante,es el libro de un utopista que ve el cine nosólo como un arte sino como un instrumentoexplosivo, un proyectil destinado a fundar unnuevo tipo de conocimiento y revolucionarlos preceptos más básicos del entendimiento.Junto con el mismísimo Demonio, símbolo paraEpstein de la influencia bajo la que se produce

    todo aquello que transforma, desestabiliza ypone en movimiento la vida humana, el únicootro héroe que se le podría adjudicar al lib ro esEinstein, cuyos principios de relatividad el cinepermitiría difundir mucho más allá de la física.Para Epstein, el tipo de imágenes y su particularmodo de representar la realidad, el movimientoesencial al cinematógrafo, implicarían el finde las ideas absolutas y darían paso a unaalteración radical de nuestro modo de concebirel espacio, el tiempo y hasta la propia identidadde la persona al revelarle un mundo donde elespacio es móvil, donde el tiempo es flotantey donde la lógica causa-efecto se trasgrede, se

    invierte, desaparece. Hay un misterioso placeren leer este libro, una fascinación asociada a laconcentración abstracta y ese extrañísimo loopque se produce al mover el pensamiento sobre símismo mientras se trata de divisar su forma.

    Si tuviera que destacar una editorial en el rubroque nos convoca, diría El cuenco de plata, que

    desde 2013 y con un puñado de libros ya seva armando un ca tálogo más que interesante.Entre ellos se incluye  Después del cine , unelegante ensayo de Jacques Rancière sobre BélaTarr, la traducción de  La pantalla diabólica deLotte Eisner, un clásico sobre el cine clásicoalemán, o Bresson por Bresson, que repasala obra completa del director francés desdeuna numerosa cantidad de entrevistas cuyopropósito podría ser demostrar que en todasu carrera, Bresson siempre insistió sobre lomismo (el gran episodio del libro lo encuentracharlando con Jean-Luc Godard sobre Al azar Balthazar y aporta el enorme encanto de leera dos intelectuales especulando sobre la vidade un burro). A pesar de que la colección estodavía pequeña, los editores ya se hicieronespacio para publicar dos libros de entrevistasa Werner Herzog. El más reciente es Herzog

     por Herzog , una larguísima entrevista de PaulCronin que llega hasta Invencible (2001). Eldirector alemán pertenece plenamente alselecto grupo de personajes que a la par de suobra artística compone una obra en la que seacumula su anecdotario personal. Ese sabrosoy casi infinito anecdotario herzoguiano esya motivo suficiente para leer el libro. Perotambién es atrapante seguir su concepcióndel cine y descubrir ese cúmulo de historiascomo un efecto colateral, aunque entendible,de esa idea. La clave de la idea herzoguiana delcine se puede cifrar como una reacción a loque denomina el “imaginario inadecuado de lacivilización de hoy”. Herzog habla de imágenes“gastada s”, “rengas”, que se arrastran det rás dela cultura, y que convierte a la expedición hacialos extremos del mundo y de la experienciahumana que desarrolla su obra en un afán

    por encontrar imágenes frescas, puras, nocondicionadas por la civilización.

    Pero si para terminar tuviera que elegir elmejor libro que nos dio la crítica este año, y siel lector me permite un poco de trampa, lo queelegiría es en realidad el mejor libro de tenisde todos los tiempos. Editado por el Bafici ensu última edición como un plus a un foco depelículas sobre deportes, El amante del tenis reúne las crónicas de tenis que el crítico de cineSerge Daney escribió para Liberation durante ladécada del 80. Si bien hay un par de matchs deWimbledon y de Copa Davis, el corazón del libro

    son las siete coberturas de Roland Garros queescribió para el diario.

    En principio, el de Daney parece un método delo más simple: se parece a sentarse al tecladoy contar lo que uno vio. Aunque además delbrillo con que reconstruye los partidos y queproduce un efecto que por esta vez no es vago

    definir como alucinante, cada una de las crónicasde Daney trata de responder al menos a trespreguntas: ¿qué fue cada match en particular?,¿qué es el tenis en este momento?, y finalmente,¿qué es el tenis? Leídas en conjunto, las notasde El amante del tenis trascienden el comentariopuntual de cada partido y construyen la historiade un período del deporte blanco al que Daneyse refiere varias vece s como el “post- Borg”,marcado tanto por la ausencia de un dominanteneto tras el retiro prematuro del sueco comopor la persistencia de su influencia en el restode los jugadores, por la llegada de la televisióncomo uno de los ejes del nuevo universo y por elsurgimiento de un nuevo público, consecuenciatambién de la televisación, “cada vez másnumeroso y cada vez menos conoced or”. Esahistoria deja al final de cada capítulo unasensación luminosa, como si Daney extrajera

    la esencia y el alma de cada partido. Se puedepresenciar en el libro la posibilidad de unacrítica del deporte, género que al día de la fechasólo se ha manifestado esporádicamente, comoanticipándose en casos excepcionales (DantePanzeri podría ser otro ejemplo). En cuanto ala pregunta por qué es el tenis, por supuestola respuesta siempre queda abierta, pero sinduda una de las energías del libro es la puestaen marcha de un deseo, el ideal de tenis deDaney, los episodios de “tenis puro” –ejemplo:McEnroe vs. Borg en la final de Wimbledon1980–, aquel que hace posible “todos los golpesdel tenis” en un juego en que la emoción necesitade la variedad para elevarse a una cumbre.Créanme que tengo algún motivo para incluireste libro tenístico en un repaso de libros decine. En primera instancia, por ver cómo lacrítica puede convertirse en un instrumento

    privilegiado y filoso, cuya audacia tiene muchoque ver con la agudeza para desmontar la moda yel sentido común que nos distraen de los puntosesenciales. Y también porque es notable que paraDaney esa crítica solamente adquiría su máximanobleza si servía también para identificar conprecisión la fuente de sus placeres y preservarlapor contagio y por iluminación mediante laescritura. Si ahora me preguntara por quéescribir crítica de cine, elegiría esos dos desafíos.Los elegiría para escribir sobre cualquier cosa.O

    *Editor y crítico de cine

    El diablo, Herzog y el court

    Tres lecturas de fin de añoMartín Álvarez*

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    Decenas de discos editados en Córdoba enel último lustro podrían funcionar como labanda sonora ideal para este artículo. Miremoshacia donde miremos, el volumen y la calidad deproducción no dejan lugar a dudas. Más músicasigue encontrando su forma definitiva, suticket dorado a la posteridad. Y pese al impactoeconómico y a la merma natural que implicala permanente suba de precios en cada una delas ramas asociadas a la producción de discos,el fenómeno sigue en pie y se distancia de loeventual. Estrategias varias, optimización derecursos y nuevas formas de comercialización(con el financiamiento colectivo a la cabeza)

    dan cuenta de una necesidad que se ha vueltointocable y que encuentra en la web (víaSoundcloud, Bandcamp, Facebook...) unaplataforma hipertextual hecha a medida. Aligual que en otras tantas latitudes, los músicoscordobeses, los hacedores de canciones puertasadentro, se han acostumbrado a grabar y a hacercircular lo grabado. Esa inversión de esfuerzo,tiempo y dinero ya forma parte de sus planes,sus preocupaciones y su almanaque mental.Como en demás oasis de producción culturallocal, 2014 ha sido (y no es poco) otro año deconfirmación,otro año en el que la sucesión denuevos discos y nuevas canciones volvió a sertema de conversación. Sin embargo, está lejos deser algo mecánico. Para todos los involucrados,en cambio, representa un indicador más de uninstinto colectivo que llegó para quedarse.

    El momento de quiebre no existe como tal, nopuede precisarse. Como cualquier otro procesoduradero y complejo, el desarrollo de las actualescondiciones de producción de la música popcordobesa fue lento. Luego de décadas defrustración marcadas por la dependencia hacialos grandes sellos discográficos centralizados enBuenos Aires, los primeros años del siglo XXItrajeron la novedad de la grabación en nuevoscontextos (habitaciones, sótanos, computadoraspersonales), lo cual posibilitaba pensar en hacermúsica y publicarla sin la necesidad de pasar porel filtro de la industria para acceder a una calidadde sonido decente. Desde luego, la masificación

    Ese lugar imaginario¿Ese lugar posible?

    Desde hace tiempo, la escena local que puede dibujarse en torno a los límites siempre difusosdel rock y el pop, goza de una vitalidad incuestionable. La presencia activa de, al menos, cuatrosellos discográficos autogestionados (Ringo Discos, Discos del Bosque, Lo-Fi Records, VolanteDiscos) y una larga lista de proyectos artísticos que publican sus ediciones (físicas y virtuales)por cuenta propia sirven como ejemplo concreto. Son ellos, también, los que protagonizan loque algunos periodistas llaman «la era dorada» del rock cordobés. Pero, detrás del resplandor,

     ¿cuál es el próximo paso? ¿Qué falta para que el rock y el pop producido en Córdoba tengadifusión a gran escala y alcance masivo/popular?

    Juan Manuel Pairone*

    de Internet y el conllevado acceso a herramientasy software relacionados a la producción musicalallanaron el camino y, con el tiempo, nuevosproductores y nuevos espacios empezaron aconsolidarse en un tablero en el cual las reglasde juego distaban de ser claras. Lentamente,el volumen de producción fue creciendo ylos discos (ya no “demos”) dejaron de ser unpunto de llegada para pasar a ser un punto departida: una carta de presentación material ysimbólica, necesaria no solo para hacer circularla obra propia, sino también para dar prestigio ysustancia a la siempre menospreciada identidaddel músico.

    A finales de la década pasada, la renovaciónestaba en marcha. La idea de “sello discográficoindependiente” ya no parecía sacada de otroplaneta y no eran pocos los curiosos que sehacían eco de grabaciones vernáculas cadavez mejores y más arriesgadas, con un sonidoy un espíritu capaz de dialogar con buenaparte de la discoteca contemporánea decualquiera de nosotros. Trabajo de hormigamediante, la escena –esa misma que hoy

    vemos rebosante y vertebrada– creció y sedesarrolló exponencialmente de la mano deuna cobertura multimediática desde abajo, conbase en zines, blogs y radios online; un espiralque, eventualmente, empezó a presionar cadavez más dentro de los espacios consolidadosde la comunicación local. Así, las tapas delsuplemento de espectáculos del diario de mayortirada del interior del país llegaron a hacersehabituales. Las entrevistas y las pasadas enbuena parte de los diales AM y FM, también.Apenas una consecuencia lógica. Algo que puedeexplicarse a través de un ejercicio muy simple.Basta revisar la agenda semanal de shows

    locales –desplegada en unos pocos pero todavíapujantes espacios– para caer en la cuenta de queel pop y el rock cordobés representan una opciónfuerte de entretenimiento joven, un estímulopermanente para un público todavía lejano ydisperso.

    Se trata, en efecto, de una combustión lenta,de una escalada en miniatura. No obstante, enlos últimos tres años esa tendencia no ha hechomás que reforzarse y reproducirse a través detinta, ceros-y-unos y, también, varios minutosde aire radiofónico. Porque, además, 2012,2013 y el actual 2014 fueron testigos de un

    puñado importante de discos que empezarona redefinir el arte de hacer canciones en elmedio que habitamos. Discos votados entre “lomejor del año” acá y en otras partes (Franciscay los Exploradores, Un día perfecto para elpez banana, Los Cocaleros). Canciones conpulso de hit pero, fundamentalmente, con unapersonalidad avasallante, seductora (Hipnótica,Rayos Láser, De La Rivera, Apolo Beat). No máspremios al esfuerzo ni localismos de consuelo.Obras y productos consistentes. Esto, claro, nosignifica que Córdoba sea hoy la tierra prometidade la música pop ni que cada una de las edicioneslocales esté tocada por una suerte de rey Midascreativo. Hay discos buenísimos, muchosque no se salen de la media y otros tantos queparecen tener poco y nada para sumar al paisajesonoro. De todos modos, la variedad y el númeroentregan un dato inobjetable: existe una sinergia

    de trabajo que no deja de retroalimentarse. Conintenciones concretas de profesionalizar cadavez más las prácticas; con formas que se tocan yse contraponen, pero que, en última instancia,generan un intercambio que produce cada vezmás conocimiento. Y el conocimiento, sabemos,es sinónimo de poder.

     ¿Y ahora qué pasa?

    Hipnótica y De La Rivera sponsoreadosespiritualmente por los Illya Kuryaki; JuanTerrenal producido por Ale Vázquez (Carajo,

    »Lentamente, el volumen de producción fue creciendo ylos discos (ya no “demos”) dejaronde ser un punto de llegada para pasar a ser un punto de partida.

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    1313Massacre) y editado por PopArt; Rayos Láserapadrinado por Leo García; Los Frenéticos,Lautremont, Anticasper y varios nombres másen el influyente catálogo de Geiser Discos; SurOculto y La Pata de la Tuerta como fenómenosen sí mismos.¿Qué significa eso? Si ninguno de estos artistas

    puede convocar a un millar de personas aninguno de sus shows, ¿qué falta para que elcírculo virtuoso se complete? ¿Solo quedala opción del autoexilio conquistador deFrikstailers o Eruca Sativa? ¿Puede aspirarla escena a la trascendencia más allá de lomediático? ¿Se puede pensar en desarrollarproyectos artísticos sustentables también desdelo económico?

    “El estándar de calidad es alto, hay canciones,hay artistas, hay movida. Córdoba es una plazadiscutida pero segura y de firme promesa.Falta tiempo nada más. Hay mucha gente quetrabaja seriamente y a concienc ia”, expresaefusivamente el reconocido músico FernandoCaballero, quien asegura que una de lasproblemáticas principales radica en la difusióny, por ende, en la necesidad de invertir tantoen rotación mediática como en traslados ygiras. “Hay que torcer cierta lógica de consumoen el me rcado interno”, completa, en tanto,el periodista Germán Arrascaeta. “No hacefalta ir muy lejos para afirmar que las mejoresproducciones musicales a nivel pop se hicieronacá. En el rock, por caso, Juan Terrenal, undía perfecto para el pez banan a e Hipnót ica”,argumenta. “Sin embargo, el universitario

    promedio sigue cautivo de una lógica deconsumo ‘unitarista’». ¿Cómo se combate esediagnóstico? “Creo que sólo se pueden conseguirconquistas graduales, y que para que estas seanposibles, es indispensable una difusión radialinsistente, en los mismos términos que se dapara con el rock metropolitano. Los mediosgráficos tradicionales ‘legit iman’, pero nogarantizan posicio namiento masivo y popul ar”,señala el propio Arrascaeta, al tiempo que poneen duda el cumplimiento efectivo de la cuotade contenidos locales que establece la Ley deServicios de Comunicación Audiovisual.

    En este sentido, el también periodista GonzaloPuig acuerda en que la necesidad de expandirla capacidad de alcance es “uno de los grandesinterrogantes que quedan por resolver”. Conun pie en los medios tradicionales y otro enel ecosistema digital, Puig considera que elimpacto mediático acopiado podría ser todavíamucho más contundente: “Los medios decomunicación de mayor penetración, y mayoríndice de audiencia, aún no se han acopladocompletamente a la difusión de muchaspropuestas locales. Muchas radios de granalcance siguen esperando la valoración demedios porteños para comenzar a programarestas músicas, y la televisión no apuesta aprogramas en horarios centrales que permitanmostrar estas nuevas expresiones. La música

    cordobesa ya tiene hi ts”, asegura. De todasformas, esta es apenas una de las dimensionesdel problema. “Otro limitante tiene que vercon las políticas culturales y la concentraciónde lugares en una o dos zonas de la ciud ad”,añade Puig, quien además cree que un factorclave a tener en cuenta es la “heterogeneidadde públ ico que existe en Có rdoba”. Frente a eso,y en el marco de una fragmentación cada vez

    más marcada de las audiencias, existen caminosposibles: “El público universitario debería serun objetivo a conquistar. Para ello hace faltapenetrar en Ciudad Universitaria con algunapolítica construida entre los actores culturales,la Universidad y las facultades”. Y agrega: “Cadabanda debe tener bien en claro cuál es el públicoal que quiere llegar. Eso permitirá focalizar ybuscar estrategias para esa conquista. Debeser un trabajo más del artista, además de lacomposición de canciones, tocar o desarrollarestrategias de difusión”.

    Este concepto de músico, vinculadoestrechamente a la gestión y la planificación,supone una suerte de marca de época. “Lasbandas entienden cada vez más la necesidadde un trabajo integral con respecto a susproducciones. Con sacar el disco o ‘conseguir

    un par de toque s al año’ no alcanza”, dice, enel contrapunto imaginario, David Socolocci,responsable del área de producción del sellolocal Ringo Discos. De todas formas, y pesea la defensa explícita de la autogestión comoética y estrategia de desarrollo, Socolocci abreel juego y propone una lectura desprejuiciada,propia de un momento de transición como este:“Muy pocas de las producciones discográficaslocales cuentan o tienen acceso a verdaderasredes de distribución, ya sea físicas o digitales.En Córdoba nos es casi desconocido el conceptode apoyo económico real, con inversores. Así,se torna muy complicado para los músicos,además de costear sus materiales, acceder agrandes campañas de prensa y di fusión”. Noobstante, no hay que desesperarse: “Es unaecuación que poco tiene de matemática, no creoque nadie tenga la fórmula exacta. Pero sí creoque la frescura y la calidad de una propuestamusical, el tiempo necesario para su maduracióny aceptación, y cierto grado de inversión bienapuntado, son fac tores que favorecen a la suerte”,cierra.

    Evidentemente, la respuesta no está soplando enningún viento. Está mucho más cerca, aunquedifusa y pendiente. En puntos suspensivos y enlas manos de los protagonistas. Gastón PérezRivera, factótum del sello Discos Del Bosquey vértice del ascendente trío De La Rivera, loconfirma. “Creo que muchas bandas estamosviviendo una nueva etapa. Los colectivos ysellos tuvieron mucho que ver, porque fue undespertar frente a una situación en la que nadienos ofrecía nada. Las bandas rompimos conciertos paradigmas y de nuevo estamos en un

    lugar de reflexión, con un bagaje de armas conlas que antes no contábamos. Confío en que eltrabajo sostenido hace al crecimiento natural,tanto de la banda como de la escena, y eso hace ala credibilidad del artista. Me gusta que estemosinquietos y que nos cuestionemos. Estamos enel medio d e la tormenta, del “ brainstorming”. Side nuevo nos sentamos a esperar que alguien nosmuestre el camino a seguir y nos salve, volvemosal 2010”.Aguardamos conexión.O

    *Músico, periodista

    + infoApéndice: un puñado de cancionescordobesas recientes, aptas para todos lospúblicosAnticasper – Sé mi mujer Francisca y Los Exploradores – El día de la

    lentejaRayos Láser – Con amor Apolo Beat – Nueva olaDe La Rivera – LiebreToch – La nebulosaHipnótica – Lo que resista tu amor Un día perfecto para el pez banana – De

    antes y siempreBenigno Lunar – ProblemasMartínez – Temprano Juan Ingaramo - MelopeaLa Cartelera – Dos sin uno

    » ¿Qué significa eso? Sininguno de estos artistas puede convocar a un millar de personas a ninguno de sus shows, ¿qué falta para que el círculovirtuoso se complete?

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    Como consecuencia de la reciente sancióndel Código Civil y Comercial de la Nación esposible realizar variados análisis que pueden giraren torno a la necesidad de la reforma, a su procesode gestación, a las modificaciones realizadas al

    proyecto original por parte del Poder EjecutivoNacional, los temas que fueron incluidos en lanueva legislación, los que fueron excluidos y losque directamente quedaron por fuera desde unprincipio. Creemos que ante todo debe primar unamirada para el análisis: en ningún caso se trata deun punto de llegada, sino de un interesante puntode partida.

    El Proyecto de Código Civil y Comercial de laNación fue elaborado por una Comisión integradapor los doctores Ricardo Luis Lorenzetti comopresidente (actual presidente de la Corte Supremade Justicia de la Nación), Elena Highton de Nolasco(miembro de la Corte Suprema de Justicia de laNación) y Aída Kemelmajer de Carlucci (reconocidajurista a nivel nacional e internacional, exministrade la Suprema Corte de Justicia de Mendoza).La comisión fue designada por iniciativa delPoder Ejecutivo Nacional mediante el Decreto191/2011. Esta Comisión consultó a más de noventaprofesores de todas las universidades públicas yprivadas del país, quienes dieron su opinión porescrito y fueron tenidas en cuenta en la redacciónfinal. De nuestra ciudad participaron por lo menosnueve prestigiosos juristas.

    Resulta interesante indagar acerca de la necesidadde la reforma y unificación del Código Civil yel Código Comercial de la Nación. El Código deComercio fue sancionado en 1859 y el Código Civilen 1869. En el año 1968 con la ley 17.711, elaboradapor Guillermo Borda en el marco del gobiernodictatorial encabezado por Onganía, se realizaronsignificativas modificaciones en las regulaciones

    de los derechos civiles, se introdujeron principiosimportantes que cambiaron la estructura jurídicavigente hasta entonces: el principio de la buena fe yel abuso del derecho. En 1987 se sancionó la ley dedivorcio n.º 23.515 impactando de modo directo en

    la regulación del matrimonio. La gran modificaciónen el ordenamiento jurídico argentino se produjoen el año 1994, con la introducción en la reformade la Constitución Nacional de los tratados dederechos humanos con jerarquía constitucionaly el respectivo control de convencionalidad. Esdecir que los tratados internacionales se aplicanen las condiciones de su vigencia según lasinterpretaciones de las cortes de justicia regionales,como la Corte Interamericana de DerechoHumanos. En el año 2010 el Congreso de la Naciónsancionó la ley 26.618, más conocida como la leyde matrimonio igualitario, generando nuevas yprofundas modificaciones en la configuración delmatrimonio y la familia. En 2013 ingresó a nuestrosistema jurídico la ley de fertilización asistida n.º26.862 posibilitando nuevas formas de filiación.

    145 son los años que separan la sanción del CódigoCivil de Vélez Sarsfield del actual Código Civily Comercial de la Nación. Siete son los intentosfallidos de reforma a lo largo de todos esos años.2.000.000 son los habitantes que había enArgentina en el año 1869 y 40.000.000 son loshabitantes que hay en Argentina en el año 2014.Cuatro veces se reformó la Constitución Nacional,incluida la derogada Constitución de 1949 a manosde una dictadura militar. Cuando Vélez elaboró elCódigo Civil sólo podían votar los varones, el votono era universal, ni secreto ni obligatorio, 145 añosdespués las mujeres votan y ya no son incapacesrelativas de hecho. Los jóvenes participan a travésdel voto desde los 16 años. Dos son las guerrasmundiales que se produjeron posteriormente ala sanción del Código Civil, seis golpes militares,

    la guerra de Malvinas, 30.000 desaparecidos. Elmundo, Latinoamérica y Argentina han cambiadoen estos 145 años, nuevas realidades familiares,nuevas tecnologías, nuevas formas comerciales, ynuevos paradigmas impulsan la necesidad de unnuevo Código Civil y Comercial.

    Claro que hay conflictos, no reconocerlo seríalo mismo que señalar que en el derecho no haytensiones, que no se regulan intereses que son

    opuestos y en muchos casos irreconciliables. Huboconflictos desde que se presentó el proyecto dereforma en el año 2012, los hubo a partir de lasmodificaciones introducidas por el Poder EjecutivoNacional, los hay en este momento en virtud dela aprobación del Código Civil y Comercial y losseguirá habiendo a partir de la entrada en vigenciael 1º de enero del año 2016.Muchas son las críticas previas que recibieronen líneas generales las regulaciones específicasen materia de derecho de familia, las mismas seencuentran ancladas en una particular forma deentender esta área del derecho, la cual defiendea la familia entendida en términos exclusivos yexcluyentes: sólo un hombre y una mujer puedenformar una familia, el matrimonio es la base dela familia, la familia es la base de la sociedad. Deeste silogismo se deriva una concepción desigual ydiscriminatoria del derecho de familia, que comotal no se correlaciona con los nuevos tiempos que

    corren. Este nuevo Código Civil y Comercial de laNación se inscribe en una tradición de pensamientoque ve a la familia como las familias, que creeprofundamente en la existencia de la diversidady pluralidad familiar. En consonancia con las yasancionadas leyes de matrimonio igualitario eidentidad de género este código es un código dela igualdad. Se retoman debates doctrinarios yjurisprudenciales que se vienen dando en nuestropaís hace más de 20 años, tales como el avance dela autonomía de la voluntad versus el orden públicofamiliar. Es así que se reconoce la eliminación de losdeberes de fidelidad y cohabitación como deberesjurídicos, quedando los mismos sólo como deberesmorales, dejando a salvo el deber jurídico deasistencia. Se regulan las uniones convivenciales, sereconoce el principio de capacidad progresiva paraniños, niñas y adolescentes; se establece una tripleclasificación de la filiación y a las ya conocidasfiliación biológica y filiación por adopción se agrega

    la filiación por técnicas de reproducción humanaasistida.

    No se trata de un punto de llegada, sino de un puntode partida, hay normas que no debieron incluirsey otras que fueron incluidas en el proyecto originaly no debieron haberse excluido en el definitivo,exclusión que fue producto del lobby eclesiástico yque en algún punto implica una importante pérdidade oportunidad para avanzar en pos de un derechomás laico y democrático. Sin embargo no se tratade una Constitución con contenidos pétreos y sóloreformables por un proceso especial y complejo,por el contrario, se trata de normas perfectibles,ya sea a través de la actividad judicial o legislativa.Será necesario tener en cuenta los fundamentos deeste código y a partir de la constitucionalizacióndel derecho privado utilizar estrategias de caraa la ampliación de derechos que tengan enconsideración a la Constitución Nacional, los

    Tratados de Derechos Humanos con jerarquíaconstitucional y las interpretaciones de las cortesregionales tales como la Corte Interamericana deDerechos Humanos.

    Los 145 años que separan un código de otronos enseñan que también la sociedad civil y lasorganizaciones sociales tienen en sus manos laposibilidad de impulsar, acompañar, luchar, pormodificaciones en la regulación de los derechosciviles que hagan de este país un lugar más justo,libre, igualitario, democrático, plural y diverso. O

    *Ayudante de la Cátedra de Derecho de Familia de la UNC

    Un nuevo Código para unasociedad en movimientoAunque no lo notemos ostensiblemente, el Código Civil es uno de losinstrumentos que más regula nuestras vidas, que tiene mayor presencia

    en una gran cantidad de variantes de nuestra conducta. Por primera vezen 145 años, se lo reescribió y se lo aprobó para que comience a regiren 2016. A pocas semanas de su aprobación, y aún en el medio de laspolémicas por el mismo, se hace necesario comprender el proceso degestación, los actores intervinientes y el eventual destino del mismo.

    Ulises Pelegrina*

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    Según datos de la OrganizaciónMundial de la Salud en el mundo hay“aproximadamente 285 millones de personascon discapacidad visual, de las cuales 50millones son ciegas y 246 millones presentanbaja visión. Aproximadamente un 90% dela carga mundial de discapacidad visualse concentra en los países en desarrollo. Enlos países de ingresos medios y bajos lascataratas siguen siendo la principal causa deceguera. El 80% del total mundial de casos dediscapacidad visual se pueden evitar o curar”.De este 80 % “las cataratas no operadasocupan el 60%”. “El 28% de las personas que padecen discapacidad visual moderada y grave están en edad de trabajar”.

    Un adulto queda ciego cada 5 segundos yun niño lo hace cada medio minuto. Casi 32millones de adultos quedan ciegos por año y

    más de 1 millón de niños.Se estima que deberían realizarse 3000cirugías de cataratas por millón de habitantespor año para tener controlada la patología,es decir esta cifra se refiere solo a los nuevoscasos, no contempla el atraso que tenemosen esta materia. Esto equivale a 120.000cirugías anuales. Sin embargo, en Argentina,sólo se realizan alrededor de 2000 cirugíaspor millón de habitantes por año. Esto es:74.000 cirugías, de las que sólo el 8% serealizan en el sector público, de aquí que46000 compatriotas por año son empujadosa la ceguera por ser pobres. (En términos másacadémicos, por no tener acceso a la saluddebido a su situación socioeconómica).

    En la provincia de Córdoba, estimamos que

    al menos 4000 ciudadanos por año sonempujados a la ceguera por su condición depobreza, sumándose a los que año tras añono han tenido posibilidad de acceder a unacirugía de cataratas.El profesor Brien Holden, de la Universidadde Nueva Gales del Sur, Australia, estimaque se pierden en el PBI mundial unosU$S 202 000 millones debido a las más de700 millones de personas que viven condiscapacidad visual.Lo que no explica el profesor Holden es porqué no se toma la decisión de erradicar la

    ceguera por causas evitables o curables si conmenos de la mitad de lo que se pierde de PBI

    se podría realizar. La respuesta es simple, el90% de los ciegos están en países pobres ycualquier precio es conveniente pagar para elsistema, si lo que se logra es la permanenciade inmensas masas de población sinconciencia de sus más elementales derechos.

    Ante estas estadísticas alarmantes, Cubay Venezuela lanzaron en julio de 2004el programa de salud visual “Operación

    Milagro” destinado a erradicar de AméricaLatina la ceguera prevenible o curable.Dicho programa se ha asentado en más de15 países de América Latina y el Caribe, através de la instalación de decenas de centrosoftalmológicos, en donde se han operado enforma absolutamente gratuita a más de dosmillones de personas.En Argentina, Operación Milagro esimplementada a través de la FundaciónUMMEP desde el año 2005, pasando pordiferentes etapas: primeramente, se comenzóa operar a los pacientes en Cuba; en unasegunda instancia se operó en los centrosque Cuba abrió en el Estado Plurinacional deBolivia.

    En el año 2009, dados los resultados del

    trabajo y la experiencia acumulada, se instalóel Primer Centro Oftalmológico en el país.El 8 de octubre del año 2009 abrió suspuertas el “Centro Oftalmológico Dr. ErnestoGuevara” en la ciudad de Córdoba.

    Desde su apertura a la fecha, se realizaroncasi 5.000 cirugías gratuitas de cataratasy pterigium a las que se le suman las másde 44.000 realizadas en Cuba, Bolivia yParaguay, conformando así un total de más de49.000 argentinos que recuperaron la visióngracias a la Operación Milagro.La solidaridad es una práctica contagiosa, yOperación Milagro es un ejemplo.

    Cuando a mediados de 2007, OperaciónMilagro necesitó un espacio para instalar unconsultorio para realizar las pesquisas y lospostoperatorios de los pacientes que eranoperados en Yacuiba, Bolivia, la cooperativade Trabajo de la Salud Junín, empresarecuperada por sus trabajadores, nos ofreciósolidariamente que nos instalemos allí. Es elinicio de un vínculo entre compañeros quecomparten valores, para llevar adelante esteprograma solidario e internacionalista delucha contra la ceguera curable o prevenible.En esas instalaciones creció el CentroOftalmológico hasta el presente.

    Pero hay una protagonista principal de estahistoria: la solidaridad.Esto se desprende fuertemente de la historiade lucha de los trabajadores, la vocaciónprofesional, la lucha de un Pueblo gigante, elPueblo Cubano, que no deja de asombrarnoscon su generosidad y su internacionalismo,pero se intensifica hasta hacerse enormecuando vemos de manifiesto cómo atraviesael mundo. En el año 2012, la Diputación Foralde Gipuzkoa, País Vasco donó al CentroOftalmológico un Yag Laser, en el marco de lacooperación Triangular, Cuba-Euskal Herria-Argentina. Esta donación es la culminaciónde la participación de muchos compañerosque nos abrieron sus corazones, sus brazosy se pusieron a disposición. Año a año se harenovado la donación para aportar a estaobra humanitaria. A miles de kilómetros seencuentra amigos, hermanos que asumen

    como propios los proyectos, las luchas y lasnecesidades de otros. Esta solidaridad que nosolo se declama, sino que se transforma enuna materialidad que ayuda a transformar larealidad. Son los momentos en que se afirmala certeza de que construir un mundo mejores posible, además de imprescindible.

    En estos momentos nos encontramosabocados a un gran emprendimiento: laconstrucción de nuestro propio hospitaloftalmológico, el Hospital Escuela “Dr.Ernesto Guevara”. Para hacer realidad estesueño que permitirá seguir brindándolesatención a aquellas personas de bajosrecursos que lo necesiten, así como contribuira la formación de médicos en medicinapreventiva oftalmológica, quienes a su vez

    actuarán como multiplicadores de este sueñocon ciencia y conciencia.Si leemos adecuadamente las cifras de laOMS, vemos que el mapa mundial de laceguera es el mismo mapa de la pobreza,la injusticia y la exclusión. La ceguerapor catarata, debe ser considerada unaenfermedad de la pobreza. Pero tiene suremedio: la solidaridad. O

    *Bioquímico. Director de Relaciones con la ComunidadCentro Oftalmológico “Dr. Ernesto Guevara”

    La ceguera: una

    enfermedad de la pobrezaLa ceguera es, en muchos casos, prevenible o curable. Siguiendo los pa-sos del programa de salud visual “Operación Milagro” que Cuba y Vene-zuela lanzaron en 2004, el Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Guevara,lleva realizadas miles de cirugías gratuitas en la ciudad de Córdoba.

    Ricardo Hernández*

    »En la provincia de Córdoba,estimamos que al menos4000 ciudadanos por año sonempujados a la ceguera por sucondición de pobreza.

    + infoFundación UMMEPcooperacion@fundacionummep.org.arwww.operacionmilagro.org.ar

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    Córdoba) que fue torturada y asesinadaen un precinto de nuestra ciudad; elcrimen, por cierto, permanece impune.El asunto tomó tal notoriedad que fueuno de los nueve casos que AmnistíaInternacional consideró como violacionesemblemáticas de los derechos humanos

     

    en2001. En ese momento, los compañerosy compañeras que tomaron el espaciopúblico y desafiaron el poder policial nisiquiera imaginaban que con ese gesto,hoy casi olvidado, que con su lucha, suempeño y su coraje estaban contribuyendoa la construcción de otro escenario socialy político para la diversidad sexo-genéricalocal: apenas pasada una década, cuando ya

    contamos con reformas jurídicas –piénseseen la ley de matrimonio igualitario o lade identidad de género– que abren otrouniverso de posibilidades para quienesencarnan sexualidades no hegemónicas, sumovilización cobra un sentido fundacional.

    Porque esos/as militantes, y otros/as antesque ellos, ocuparon la calle y denunciaronlas graves violaciones a los DD. HH. deotros compañeros y compañeras–vejámenes que aún siguen aconteciendotras 30 años de democracia–, hoy podemossalir a la calle sin vergüenza y sin temor.Porque ellos/as se atrevieron a poner elcuerpo, hoy muchos/as de nosotros/aspodemos tener nuestra Marcha del Orgulloy de la Diversidad.

    ***

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    Un sábado al año, en noviembre, pese alcalor que abrasa o a la lluvia que amagacon arruinar el día, preparo con la avidezde un chico mi bandera de seis colores, mepongo ropa cómoda, camino hasta el ParqueLas Heras, allí me encuentro con los/asamigos/as de siempre, con compañeros/as de laburo, con militantes, con misestudiantes; a eso de las 6 y pico de latarde tomamos la General Paz, cruzamos elcentro por Vélez Sársfield, pasamos por laiglesia de Santo Domingo, llegamos a la 27,doblamos rumbo a la Cañada y terminamos,ya casi al anochecer, en la Plaza de laIntendencia con el alma renacida. En losúltimos seis años, el ritual se repite, con

    diversa fortuna: una pequeña legión de“anormales” se reivindica orgullosa en otraMarcha del Orgullo y de la Diversidad.A veces, cuando se inicia el recorrido, nosparece que somos muy pocos; de pronto,a medida que avanzamos, nadie se explicade dónde sale toda esa gente. Desde losbalcones, algunos/as nos aplauden; otros/as miran impávidos/as. Vamos cantando,aplaudiendo, gritando, riendo con unainocencia casi infantil. Tal vez no nosvinculen muchas cosas en común; meimagino que sólo nos aúna, como decíaWittig, la “ciencia de la opresión”: esesaber que el cuerpo guarda hecho deburlas, insultos, temores, inquietudes,rabia, deseo, empoderamiento. Desde ese

    lugar, cada año, el pequeño colectivo de ladiversidad sale a la calle, lleva sus consignasy testimonia su legítima rareza.

    ***

    Nobleza obliga: no todo comenzó h ace6 años. Tamara siempre me cuenta de laprimera marcha que se hizo a fines del2000 para reclamar, frente a la Centralde Policía, por la muerte de VanesaLedesma, una travesti –militante deATUC– (Asociación Travestis Unidas de

    Orgullo y diversidadEl pasado sábado 8 de noviembre, el colectivo LGTB en Córdoba volvióa tomar las calles de la ciudad. En la VI Marcha del Orgullo y de la Diver-sidad, hizo oír sus demandas bajo la consigna: “Por un Estado Laico paraun Pueblo Feliz”.

    Eduardo Mattio*

    La consigna de este año, según entiendo,creo que logró una unánime adhesiónde diversos sectores del colectivo LGTBlocal. Si marchamos bajo la consigna “Porun Estado Laico para un Pueblo Feliz”, esporque amplios sectores de la diversidadsexo-genérica miramos con preocupaciónlas numerosas formas de injerencia políticaque la Iglesia católica ha asumido en losúltimos dos años respecto del Estadoargentino. Desde el inicio del pontificadodel papa Bergoglio, se han malogradocasi completamente las condicionespolíticas y culturales bajo las cualespuede diseñarse el repertorio de derechossexuales y (no) reproductivos que todavía

    resta conquistar. La penosa insistencia en“el comienzo de la vida humana desde laconcepción” (art. 19 del nuevo Código Civily Comercial) –aun cuando pueda estarabierto a interpretaciones progresistas– esuna buena muestra de las presiones quela jerarquía católica continúa ejerciendosobre la regulación civil de la vida familiar:no sólo dificulta la sanción de una leyque reconozca a las mujeres el derecho alaborto libre, seguro y gratuito; en algunamedida, podría poner en peligro el accesoa ciertas formas de fertilización asistida yagarantizadas por el Estado nacional.Por otra parte, pese a las ambiguasdeclaraciones que parecían promovercambios sustantivos en la moral sexual

    del catolicismo, el magisterio oficial de laIglesia sigue defendiendo –en su teología,en su moral y en su disciplina– la exclusiónde cualquier otra forma de sexualidadque no sea heterosexual, monogámica,conyugalizada y reproductiva. Resultanmuy ilustrativas las confusas idas y vueltasen relación al documento final del recienteSínodo de los obispos sobre pastoralfamiliar: el presunto reconocimiento delos dones y cualidades que gays y lesbianaspodían ofrecer a la comunidad cristiana fue

    »Me imagino que sólo nosaúna, como decía Wittig,la “ciencia de la opresión”: esesaber que el cuerpo guarda hechode burlas, insultos, temores,inquietudes, rabia, deseo,empoderamiento.

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    reemplazado en el texto definitivo por unbreve párrafo que rechaza la discriminaciónpor orientación sexual.Con cierta candidez podría pensarse quecada particular, en su fuero íntimo, tienederecho a perseguir en su vida privadaaquella forma de vida buena que mejorle plazca, y en tal caso, que nada puederestringir su derecho a confesar sus propiasideas acerca de lo que la propia vida sexualdebe significar. Posiblemente eso puedetener algún valor de verdad en nuestrassociedades democráticas; no obstante,cuando se trata de las enseñanzas de laIglesia, de la influencia que éstas tienen enla formulación de reformas jurídicas y de

    políticas públicas, y de la dañina pregnanciaque alcanzan en un sentido comúnusualmente homo-lesbo-transfóbico,no parece que tales afirmaciones puedanequipararse al legítimo pronunciamientode un part