desirée de ridder y tres de sus primas –carmen ulloa y bárbara y … · 2020. 6. 18. · 6 7...

4
Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y Florencia Perkins–, nietas de Carlos Edmundo Perkins y Carmen Peers, reviven la tradición campestre que les inculcó su familia y posan en las tierras que las vieron crecer ENTRAMOS EN “El 29”, lA MÍTICA ESTANCIA DE lOS PERKINS Descendientes de inmigrantes ingleses, cuatro de las nietas de Carlos Edmundo Perkins posan en tres carruajes de la colección familiar frente a la caballeriza de “El 29”, la estancia que inmortalizó el esplendor de una época dorada de nuestro país. De izquierda a derecha: Carmen Ulloa (hija de Mercedes), Bárbara Perkins de Álvarez Noblía (hija de Martín), Florencia “Bichi” Perkins de Giménez Lazcano (hija de Juan Carlos), Desirée de Ridder (hija de May) y su hija Valentina, Violeta Albert (nieta de Carmen y bisnieta de Mercedes) y, de pie, Joaquina Ulloa (hija de Francisco y nieta de Mercedes).

Upload: others

Post on 21-Feb-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y … · 2020. 6. 18. · 6 7 Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y Florencia Perkins–,

6 7

Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y Florencia Perkins–, nietas de Carlos Edmundo Perkins y Carmen Peers,

reviven la tradición campestre que les inculcó su familia y posan en las tierras que las vieron crecer

ENTRAMOS EN “El 29”, lA MÍTICA ESTANCIA

DE lOS PERKINSDescendientes de inmigrantes ingleses, cuatro de las nietas de Carlos Edmundo Perkins posan en tres carruajes de la colección familiar frente a

la caballeriza de “El 29”, la estancia que inmortalizó el esplendor de una época dorada de nuestro país. De izquierda a derecha: Carmen Ulloa (hija de Mercedes), Bárbara Perkins de Álvarez Noblía (hija de Martín), Florencia “Bichi” Perkins de

Giménez Lazcano (hija de Juan Carlos), Desirée de Ridder (hija de May) y su hija Valentina, Violeta Albert (nieta de Carmen y bisnieta de Mercedes) y, de pie, Joaquina Ulloa (hija de Francisco y nieta de Mercedes).

Page 2: Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y … · 2020. 6. 18. · 6 7 Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y Florencia Perkins–,

8 9

lAS PERKINS, ESTANCIERAS DE ESTIRPE

M ezcla de damas refi-nadas con sencillas productoras rura-

les, afectuosamente se las conoce como Las Perkins. Amantes de los caballos y la tradición criolla, parte de sus vidas ha transcurri-do por la ruta 7, entre Bue-nos Aires y Alberdi (parti-do de Leandro N. Alem), en cuyas estancias pasan (o han pasado las que ya no están) la mayoría del tiem-po rodeadas por el cariño de sus hijos y sus nietos. Rosemary, Mercedes, Mar-garita, Adela, May, Inés y Cynthia compartieron su afición por la vida de cam-po viviendo y trabajando las tierras que resultaron de la subdivisión del estableci-miento paterno “El 29”. Su madre, Carmen Peers, se encargó de educarlas para que fueran madres dedicadas y empresarias. Y así se catapultaron como referentes de una genera-ción de mujeres fuertes e independientes.•

1 • Inés Perkins. Era un canto a la vida, alegre y divertida. Amaba el campo e hizo de su casa

un lugar lleno de detalles, plantas y flores. Siempre acompañada de sus daschund, vivió hasta su muerte, en 2010, sola en “La Prome-sa”, su estancia. Ahí pasaba los días disfrutan-

do de la jardinería y la lectura.2 • María Adela “Malula” Perkins de Llames Massini. Gran criadora de caballos, fue presi-denta de la Asociación Argentina de Petisos y varias veces jurado en la Exposición de Paler-

mo en La Rural. Incansable viajera y amante de España, formó una familia numerosa e hizo de

“Pajonales” su lugar en la tierra.3 • Mercedes Perkins de Ulloa. Amante del campo, a cada uno de sus hijos les enseñó a cuidar la naturaleza. Fue presidenta del

Club Argentino de Carruajes y fundadora de la primera comisión. De espíritu incansable,

trabaja mucho para preservar las tradiciones pampeanas. Su hijo Carlos, conocido como “Polito”, es un famoso domador y su nieto

Hilario, un 10 de handicap en polo.4 • Carmen Peers de Perkins. Unica hija del

barón belga Gastón Peers y la argentina Ernes-tina Costa de Oliveira Cézar, fue educada en

Bélgica y llegó a la Argentina a los 15 años. Se crió en el Château de Nieuwbourg, al lado de

Brujas. Sus lenguas maternas eran el francés y el flamenco. Escribió tres libros: Éramos jóvenes el siglo y yo, en donde narra su vida y describe

el estilo de vida de la aristocracia porteña; Éra-mos jóvenes, seguimos andando el siglo y yo, en

el que narra sus viajes y la vida en el campo; y Crónicas del joven siglo: cartas de Roca y Wilde,

en el que evoca las cartas que Julio Argenti-no Roca le escribió a su abuela. Participó en

grupos de formación cívica de la mujer. Hizo de “El 29” su paraíso privado y hasta sus últimos

días vivió rodeada por sus diez perros fox terrier y gallos pigmeos.

5 • Rosemary Perkins de Zelaya. Siempre está acompañada por sus perros y hasta el día de hoy cultiva la tierra que heredó de su padre.

Además, conserva una cabaña con toros Aber-deen Angus. Fue la primera mujer jurado de

toros en varias exposiciones en Argentina. Es conocida por su cría de caballos percherones y por involucrarse en temas del Municipio de

Leandro N. Alem. Integró la Comisión de la So-ciedad Rural Argentina y la Comisión Directiva

de Fomento Equino durante muchos años. 6 • May Perkins de De Ridder. Amazona de alma, fue campeona argentina de salto. Fue

quien introdujo hace más de 20 años el endu-rance en el país. Junto con Claudia Caraballo tradujo todo el reglamento internacional de esta disciplina y participó de esta disciplina

hasta poco antes de su muerte. Con sus hermanas, se involucró en el Club Argentino de Carruajes. Fundó su propio haras, al que

bautizó “El Aleph”, y en donde criaba caballos árabes que la llevaron a competir en varias

importantes exposiciones.7 • Margarita “Pussy” Perkins de Anchorena.

Única, profunda y muy espiritual. La belleza

de “El Carmen”, su estancia, deja en evidencia su espíritu y buen gusto. Apasionada de los

animales, formó su propio zoológico con innumerables especies autóctonas. Fue

miembro de la Fundación Vida Silvestre y Aves Argentinas. Defendió la ribera y su flora

nativa en San Isidro, y creó una comisión para cuidar su costa y evitar la tala de árboles. Fue autora de dos libros: Un zoo en la estancia, en el que relata historias peculiares y divertidas

del zoológico y sus integrantes; y Alma criolla, en el que se perciben los detalles que definen el espíritu campero. Amante de la tradición y la historia de la familia, creó un museo de la

historia de los Perkins. Fue una incansable re-colectora de huesos y una eximia criadora de excelentes petisos Welsh Pony, con los que

ganó varios premios en La Rural de Palermo. También fue ganadora de varios concursos de salto y fundadora y presidenta del Club Argentino de Carruajes. Es conocida como

una gran organizadora de atadas.8 • Cynthia Perkins. Al igual que varias de sus hermanas, también fue campeona argentina de salto. También se dedicó a criar caballos

Anglo Argentino y se destacó como jurado en La Rural de Palermo. Ella misma administra su empresa agropecuaria de modo eficiente. El lu-gar en el mundo es su estancia “Los Corrales”,

donde nunca faltan los jardines repletos de flo-res ni los caballos. Es una amante de los viajes exóticos y de hacer travesías a caballo por los

lugares más recónditos e inhóspitos.

l a historia de los Perkins rememora una época en la que Argentina era sinóni-mo de fortuna y trabajo. Proveniente

de Warwick, Inglaterra, llegó Edmundo Banbury Perkins al Nuevo Mundo en 1863 con 18 años recién cumplidos y un pequeño capital para comprar tierras. Las encontró en Chacabuco, donde empezó a amasar

su fortuna y fue adquiriendo campos con clara visión y esfuerzo. Sin embargo, el golpe maestro lo dio cuando compró “San Carlos”, una propiedad con 45 mil hectá-reas ubicada en las pampas fértiles entre los pueblos de Vedia, El Dorado y Alberdi, pro-vincia de Buenos Aires, donde años después estableció “El 29”, el verdadero emblema de

su poder y un símbolo de su amor por sus raíces inglesas.

El nombre lo tomó del 29 de julio de 1875, fecha en la que un malón mató a los albañiles italianos que habían llegado de Junín para construir el casco de la es-tancia San Carlos. “Fue una jornada triste para la estancia, por eso mi abuelo deci-

2

1

3

4

5 6

7

8

Fieles a la tradición de los Perkins de vivir rodeados de perros, Bárbara, Florencia, Desirée y Carmen juegan con sus mascotas en el porche del casco de “El 29”, el lugar en el que pasaron su infancia y donde hoy se reúnen los fines de semana.

Page 3: Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y … · 2020. 6. 18. · 6 7 Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y Florencia Perkins–,

10 11

dió bautizar el campo como ‘El 29’. Era una forma de recordar con respeto aquel día sangriento para los anales de un pro-greso cuyo precio en vidas muchas veces permanece ignorado”, explicó una de las nietas de Perkins. Se dedicó principalmen-te a la explotación ganadera y su poder llegó a ser tal que cuando se construyó el ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico, el gobierno decidió construir una pequeña estación con su nombre que pasara por sus dominios. Junto a su mujer, Margarita Diharce, crió a sus seis hijos y preparó a Carlos, el mayor, para que siguiera con la administración de las tierras.

En 1928, Carlos Edmundo Perkins recibió en herencia catorce mil hectáreas compues-tas por potreros, buenas aguadas y un casco antiguo, pequeño. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que transformara radi-calmente el lugar al construir un nuevo cas-co rodeado de árboles en el que se instaló a vivir con su familia en forma permanente.

Y pareciera que el destino quiso que Per-kins se instalara en el sur de las Américas,

ya que su hijo mayor se enamoró de la úni-ca hija del barón Gastón Peers, quien era el administrador de San Carlos cuando era propiedad de la compañía de tierras de ori-gen belga a la que Edmundo le compró la estancia. Miembro de la nobleza belga, el barón era un apasionado de los caballos, el polo y la pampa salvaje que vino al país en 1888 y se casó con Ernestina Costa de Oli-veira Cézar, con la que tuvo una sola hija: Carmen, mujer culta y educada en Europa. Con los años, la hija de Peers se transformó en una belleza y conoció a Carlos en el mis-mo barco en que viajaban de vuelta al país en 1923. El flechazo fue inmediato: Car-men y Carlos se casaron al año siguiente.

La casa se pobló con la llegada de los hijos –Rosemary, Mercedes, Gastón (fue campeón argentino de Turismo Carretera en 1969; murió en 2006), Margarita, María Adela, May Helena, Juan Carlos, Inés Jose-fina, Cynthia y Martín–, que crecieron en el campo y aprendieron a querer lo que enseña la vida en contacto con la naturale-za, los caballos y la actividad ganadera. En

1952, tras la muerte de Carlos, la estancia se dividió nuevamente entre sus hijos y sus largas y frondosas avenidas marcaron la dirección hacia las cuales sus descendien-tes crearon nuevas estancias de entre 1000 y1200 hectáreas cada una, que conservan el casco y los edificios aledaños. Uno de los diez nuevos establecimientos que nacieron alrededor de “El 29” es “La Providencia”, la estancia de May Perkins (murió en 2008) y en donde su hija Desirée De Ridder (44, ar-tista plástica) recibe a ¡Hola! junto a sus pri-mas Carmen (hija de Mercedes), Florencia (hija de Juan) y Bárbara (hija de Martín) para hablar del amor por el campo y la ad-miración que siente por sus antepasados.

–Desirée, ¿cuáles son tus primeros re-cuerdos de “El 29”?

–Yo me crié en este campo con mis padres y mis siete hermanos y tengo los mejores recuerdos. Me tocó ir a la escuela rural que se construyó para los chicos de la estancia y que, como era de esperarse, bautizaron como “Perkins”. No creo que hubiese teni-do una infancia más simple y feliz. Crecí ju-

gando con mis primos y aprendiendo a amar esta tierra. Nuestros días pasaban entre animales, carretas, lagunas. Era muy libre y mi imaginación no tenía lí-mites. Hoy, que miro al pasado, puedo decir que el clima era lo que marcaba el ritmo de nuestros días. Cada esta-ción implicaba actividades distintas.

–Hablemos de tu abuela Carmen…–Fue una mujer extraordinaria que

hizo de “El 29” un templo de amor y cariño. Dividía sus días entre la estan-cia y su departamento de la calle San Martín de Tours, aunque yo siempre la veía en el campo. Fue muy amiga de todos los intelectuales de su época, en especial de “Manucho” Mujica Láinez, con quien podía conversar durante horas de política y arte. Era muy sofis-ticada y adoraba a sus nietos, a los que veía jugar desde la galería. Siempre nos regalaba algo hecho por ella. La recuerdo como una mujer sumamente austera y jamás la escuché quejarse.

–¿Cómo fue crecer rodeada por tan-

Tras haber heredado una fracción de “El 29”, May Perkins le pidió a Alejandro Bustillo que diseñara el casco de su campo, al que bautizó “la Providencia”

Izquierda: fiel al estilo creado por Alejandro Bustillo, la casa en la que se instalaron May Perkins y Luis Enrique de Ridder en 1960 hoy pertenece a su hija Desirée (abajo, con Pancho, un whippet). “Para mí es un privilegio haber crecido en el campo porque eso ha sido lo que me ha forjado y me ha enseñado casi todo lo que sé. Por eso intento inculcarles a mis hijos ese amor y

trato de que nunca se olviden de sus orígenes ni de la gran obra que hizo su bisabuelo, Carlos Edmundo Perkins”, cuenta.

Page 4: Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y … · 2020. 6. 18. · 6 7 Desirée de Ridder y tres de sus primas –Carmen Ulloa y Bárbara y Florencia Perkins–,

12 13

tas mujeres maravillosas?–Creo que tanto mi madre como

mis tías son seres espléndidos. Todo lo que soy se lo debo a ellas. Siem-pre apasionadas y con una fortaleza que pocas veces conocí, siempre las vi como heroínas que no le temían a nada. Se educaron como pupilas en el Michael Ham y todas fueron grandes amazonas, campeonas de varias disciplinas de caballo, salto, adiestramiento y atalaje. Lo que siempre he admirado de ellas es el tesón y la autenticidad con la que vivieron. Jamás buscaron ocupar un espacio porque sí y dieron su vida por el campo en el que crecieron y en el que criaron a sus hijos. Son verdaderas estancieras que siempre trabajaron sus tierras sin descanso.

–¿Y “La Providencia”, la estancia de tu madre…?

–Cuando murió el abuelo Carlos, mi tía Mercedes contrató a Alejan-dro Bustillo para que le diseñara el casco. Como estaba desbordado con miles de proyectos, le encomendó a su hijo Jorge que dirigiera la obra

y, con el paso del tiempo, todas mis tías establecieron una relación muy cercana con los Bustillo y le pidie-ron que también proyectara sus ca-sas, incluida la de “La Providencia”.

–¿Se podría decir que tu infancia definió tu vocación como artista?

–Totalmente. Estudié Bellas Artes y me dediqué a la pintura a principios de los 90. Primero incursioné en la pintura y después me volqué hacia la cerámica. A los 26 años me fui a vivir a París y ahí conocí el mundo de la cerámica, el cual hasta el día de hoy me tiene fascinada. Porque debo decir que la arcilla, que es con lo que se fabrica la cerámica, es el material más noble y orgánico que uno pueda trabajar. Me conecta con la tierra y mis raíces. “Pinta tu pueblo y serás famoso”, escribió Hermann Hesse y creo que eso es lo que intento hacer.•

Izquierda: el living de la casa está presidido por una enorme chimenea que no deja de funcionar durante el invierno. Dueña de un estilo colorido y distendido, la ceramista lo decoró con varias piezas de su autoría y muebles que heredó.

Arriba: el baño está revestido con azulejos hechos por ella misma e inspirados en la alfarería mexicana. En la otra página, abajo: la cocina es un reflejo del amor de la dueña de casa por el color. La mesa está hecha con varillas de la

estancia y sobre el mueble color turquesa se aprecian algunas de sus obras.

“Esta casa fue hecha por un gran artista y eso queda en evidencia en las terminaciones, los detalles, la simetría de su

diseño… Bustillo la hizo inspirado en los cortijos españoles, los ranchos salteños y las casas de campo italianas”

Texto y producción: Rodolfo Vera Calderón Fotos: Tadeo Jones

Agradecimientos: Rossi & Caruso y Plata Nativa