eutonia y psicomotricidad

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INTRODUCCIÓN La noción de Psicomotricidad nace en el siglo XIX respondiendo a una preocupación de la época: la búsqueda de un territorio cerebral en el que se realizaría la conexión entre volun- tad y movimiento. Conocemos la evolución del término en Fran- cia: Dupré, Heuyer; etc... hasta que Wallon le confiere su estatus, pronto retomado por Ajuriaguerra, que sitúa la noción en su acep- ción moderna. La característica de este cambio reside en la perspectiva genética (evolución) que toma en cuenta el rol del tono muscular tanto en la ins- tauración de las primeras relaciones (diálogo tónico) como en el soporte postural indispen- sable para el movimiento y para la adquisición del espacio. Además, el tono, “tejido del que están hechas las emociones”, según Wallon (1934), parece estar a la vez sobre la vertiente motora, afectiva y cognitiva del desarrollo del niño. Parece evidente que la Eutonía, cuya defini- ción indica que se trata de la búsqueda del tono justo en todas las circunstancias, puede encontrar su lugar en una reflexión a propósi- to de la Psicomotricidad. La definición de la Eutonía la sitúa de golpe en el corazón de las preocupaciones de la Psicomotricidad. LA EUTONÍA DE GERDA ALEXANDER El comienzo de la Eutonía se encuentra unido al interés de Gerda Alexander en el movimien- Número 0 Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales Noviembre de 2000 Psicomotricidad y Eutonía Psychomotor Therapy and Eutonic Work Raymond Murcia M. Ángeles Roca Martínez to, ya que era profesora de rítmica Dalcroze y estaba obsesionada con la idea de una educa- ción para el movimiento que no estuviese ba- sada en la imitación; pensaba que debían en- señarse a los alumnos ciertas leyes básicas del cuerpo que les permitieran desarrollarse si- guiendo su propio camino. Por otra parte, y no menos importante, está el hecho de que graves problemas de salud en la juventud de Gerda limitaron de forma con- siderable su capacidad de movimiento, pero, lejos de disuadirla en su empeño, estos pro- blemas le hicieron tomar conciencia de que usaba siempre demasiada energía. Surge así la idea de economizar energía . Más adelante, sus observaciones y sus estu- dios la llevaron a desarrollar un conjunto de prácticas corporales que conocemos bajo el nombre de Eutonía. Lo que Gerda Alexander buscaba era la adap- tación del tono a cada actividad; la situación ideal se produce cuando una persona tiene una conciencia tan clara de cómo realizar determi- nada acción, que el nivel del tono se adapta de manera refleja al movimiento en cuestión. Pero esto sólo ocurrirá naturalmente si el organis- mo está libre de fijaciones o bloqueos muscu- lares. Según Gerda Alexander, para vencer las perturbaciones, no basta suprimir las tensio- nes, sino equilibrar el tono de los músculos, el sistema nervioso y sanguíneo. Es Alfred Bartusek quien propone a Gerda, en 1957, el término Eutonía (del griego eu= bien,

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Interesante artículo de Raymond MurciaM. Ángeles Roca Martínez en el que se establecen relaciones entre dos aproximaciones al trabajo corporal

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  • INTRODUCCIN

    La nocin de Psicomotricidad nace en el sigloXIX respondiendo a una preocupacin de lapoca: la bsqueda de un territorio cerebralen el que se realizara la conexin entre volun-tad y movimiento.

    Conocemos la evolucin del trmino en Fran-cia: Dupr, Heuyer; etc... hasta que Wallon leconfiere su estatus, pronto retomado porAjuriaguerra, que sita la nocin en su acep-cin moderna.

    La caracterstica de este cambio reside en laperspectiva gentica (evolucin) que toma encuenta el rol del tono muscular tanto en la ins-tauracin de las primeras relaciones (dilogotnico) como en el soporte postural indispen-sable para el movimiento y para la adquisicindel espacio. Adems, el tono, tejido del queestn hechas las emociones, segn Wallon(1934), parece estar a la vez sobre la vertientemotora, afectiva y cognitiva del desarrollo delnio.

    Parece evidente que la Eutona, cuya defini-cin indica que se trata de la bsqueda deltono justo en todas las circunstancias, puedeencontrar su lugar en una reflexin a propsi-to de la Psicomotricidad. La definicin de laEutona la sita de golpe en el corazn de laspreocupaciones de la Psicomotricidad.

    LA EUTONA DE GERDA ALEXANDER

    El comienzo de la Eutona se encuentra unidoal inters de Gerda Alexander en el movimien-

    Nmero 0 Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Tcnicas CorporalesNoviembre de 2000

    Psicomotricidad y EutonaPsychomotor Therapy and Eutonic Work

    Raymond MurciaM. ngeles Roca Martnez

    to, ya que era profesora de rtmica Dalcroze yestaba obsesionada con la idea de una educa-cin para el movimiento que no estuviese ba-sada en la imitacin; pensaba que deban en-searse a los alumnos ciertas leyes bsicas delcuerpo que les permitieran desarrollarse si-guiendo su propio camino.

    Por otra parte, y no menos importante, est elhecho de que graves problemas de salud enla juventud de Gerda limitaron de forma con-siderable su capacidad de movimiento, pero,lejos de disuadirla en su empeo, estos pro-blemas le hicieron tomar conciencia de queusaba siempre demasiada energa. Surge asla idea de economizar energa .

    Ms adelante, sus observaciones y sus estu-dios la llevaron a desarrollar un conjunto deprcticas corporales que conocemos bajo elnombre de Eutona.

    Lo que Gerda Alexander buscaba era la adap-tacin del tono a cada actividad; la situacinideal se produce cuando una persona tiene unaconciencia tan clara de cmo realizar determi-nada accin, que el nivel del tono se adapta demanera refleja al movimiento en cuestin. Peroesto slo ocurrir naturalmente si el organis-mo est libre de fijaciones o bloqueos muscu-lares. Segn Gerda Alexander, para vencer lasperturbaciones, no basta suprimir las tensio-nes, sino equilibrar el tono de los msculos, elsistema nervioso y sanguneo.

    Es Alfred Bartusek quien propone a Gerda, en1957, el trmino Eutona (del griego eu= bien,

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    armona, justo, y del latn tonos= tono= ten-sin), para traducir la idea de una tonicidadarmoniosamente equilibrada y en adaptacinconstante, en justa relacin con la situacin ola accin que se va a vivir.

    Aunque la Eutona no se funda sobre un traba-jo cientfico (en el sentido clsico del trmino)sino sobre observaciones que realiz sobre ellamisma o sus alumnos, Gerda siempre se mos-tr interesada por los conocimientos y descu-brimientos que se podan relacionar con susexperiencias. Uno de nosotros ha dedicado granparte de su estudio a confrontar los descubri-mientos de Gerda Alexander con los datos apor-tados por la psicologa y la neurofisiologa, in-tentando aclarar nociones claves que puedandarnos una idea de la relacin de la Eutonacon la modificabilidad tnica.

    En este sentido y de modo sinttico podemosdecir que numerosas experiencias corroboranque la respuesta alfa de un msculo (contrac-cin fsica, movimiento) est modulada por elbucle gamma (que segn la ley de Hennemanse activa con anterioridad), el cual conoce elestado de tensin del msculo, y sobre el queactan las estructuras nerviosas centrales. Estopuede explicar la necesidad de actitudes pre-paratorias de la accin (lo que Wallon denomi-naba la acomodacin motriz).

    En esta direccin apunta el trabajo que se rea-liza en Eutona. A travs de las consignas sepropone a los alumnos la vivencia de diferen-tes estados tnicos, desde la relajacin, ladistensin (llamada en Eutona tono pesado)hasta estados de tono ms alto (tono ligero).A diferencia de otros mtodos, se trata de evi-tar toda sugestin: las sensaciones que expe-rimenta cada alumno de Eutona no son suge-ridas en la presentacin de las consignas detrabajo; no existe determinismo y las viven-cias de los alumnos pueden ser radicalmentediferentes en funcin de su historia personal,de sus circunstancias, presentes en el momentode trabajo.

    El objetivo de este artculo no es el de profun-dizar en estos aspectos, sin duda interesan-tes. Para quienes se interesen por el tema acon-

    sejamos la lectura del artculo El tono muscu-lar y la eutona, (Murcia, 1989) as como lasnotas a la traduccin francesa del libro Con-versaciones con Gerda Alexander de VioletaHemsy de Gainza (1985, 1997).

    Cualquiera que practique la Eutona y reflexio-ne seriamente sobre estas cuestiones puedeplantearse el siguiente interrogante: el niveltnico alcanzado, vivido en las sesiones deEutona, puede ser transferido a continuacina otras situaciones, a todo movimiento? Si bienel tono es una de las condiciones previas de lapostura y del movimiento, ello no debe llevar-nos a la conclusin de que hay que trabajarsobre el tono para que la postura sea correctay la motricidad sea justa. Siguiendo a Wallon,lo consideramos ms bien una solucin dialc-tica en la que el tono se afina a medida que lamotricidad se ajusta realizando el proyecto delsujeto. Dicho de otro modo, el buen tono nosera previo a la postura y el movimiento, sinoposterior.

    Lo que podemos suponer, con una gran baseexperiencial, es que la Eutona contribuye adesarrollar la conciencia corporal, la observa-cin propioceptiva de los diferentes estadostnicos, lo cual es una gran ventaja a la horade adaptar la tonicidad a la actividad concreta.El cuerpo se familiariza, a travs de las consig-nas de la Eutona, con estados de armona yequilibrio tnico, con esas cualidades de flui-dez, que estarn presentes en el proyecto deaccin, en la anticipacin motriz, cada vez queel sujeto desea afrontar una situacin o activi-dad. En palabras de la propia Gerda Alexander:La Eutona propone una bsqueda adaptadaal mundo occidental , que ayuda al hombre denuestro tiempo a alcanzar una conciencia pro-funda de su propia realidad corporal y espiri-tual en autntica unidad. Le invita a profundi-zar en este descubrimiento de s mismo, noretirndose del mismo, sino mediante unaampliacin de su conciencia cotidiana por lacual liberar sus fuerzas creativas, con unmayor ajuste a todas las situaciones de la viday un enriquecimiento permanente de su per-sonalidad y de su realidad social (Alexander,1977; Murcia, 1983).

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    Con frecuencia, se ha situado a la Eutona en-tre las tcnicas de relajacin y, si bien es ciertoque algunas consignas de Eutona generalmen-te provocan estados de distensin muscular,de descenso tnico, existen diferencias nota-bles con los mtodos de relajacin conocidos.No debemos olvidar que, como para la Psicomo-tricidad, el objetivo de la Eutona es el movi-miento voluntario, el movimiento eutnico, quese obtiene cuando los msculos estn en untono ptimo, es decir, cuando la relacin con-traccin tnica/contraccin fsica es armonio-sa. En este sentido, Gerda Alexander vio queel hacer las cosas de manera relajada era unanecedad, ya que, cualquier movimiento quehacemos requiere cierta cantidad de energa.La idea de hacer trabajar solamente los ms-culos directamente involucrados en el movi-miento mientras los dems permanecen rela-jados es, para Gerda Alexander, equivocada:los msculos relajados tienen un tono dema-siado bajo y se vuelven pesados, dificultandola accin de los que trabajan.

    Otra observacin importante es que, en la re-lajacin en general y a veces tambin en laEutona, mientras uno busca el tono pesado,la desconexin mxima, el nivel de vigilanciatiende a bajar igualmente, en ocasiones hayadormecimiento, las consignas se desvanecen,a veces, el sujeto se desengancha. En Eutona,aunque sea difcil, intentamos mantener unnivel de vigilancia al mismo tiempo que baja eltono, para que el sujeto pueda dominar y so-bre todo sentir, organizar en el plano senso-rial, las sensaciones correspondientes a estamodificacin del tono muscular. Consideramosque debemos tratar de obtener el dominio dela relajacin en plena consciencia. Aqu, las in-tenciones difieren de otros mtodos (entrena-miento autgeno, hipnosis,) en los que eldescenso del tono se utiliza precisamente paradisminuir el nivel de consciencia habitual.

    A travs de esta rpida caracterizacin de laEutona quizs sea ms fcil comprender por-qu cuando hablamos de ella no estamos tanlejos de la Psicomotricidad y de lo que autorescomo Wallon o Ajuriaguerra aportaron para sufundamentacin.

    PUEDE CONCEBIRSE LA EUTONA COMOUNA FORMA DE PSICOMOTRICIDADPARA LOS ADULTOS?

    Seguramente una gran parte de las personasque se interesan por la psicomotricidad sonprofesionales de la educacin o, por lo menos,personas que trabajan con nios. Como tales,cuando omos hablar de prctica psicomotrizenseguida se nos impone una representacinmental: un aula o una sala de trabajo con cuer-das, aros, telas, tacos de madera, etc.. y uno ovarios nios desarrollando un proyecto de jue-go. Nos podemos preguntar si la Eutona tienecabida en este mbito. Ciertamente, gran par-te del trabajo en Eutona exige un gran nivelde concentracin, capacidad para permanecerun tiempo considerable en determinadas posi-ciones y, en definitiva, una madurez poco ha-bitual en los nios. De todos modos, a partirde los 8-9 aos se les pueden proponer algu-nas consignas de trabajo adaptando el lenguajey los tiempos de trabajo a sus posibilidades.En este sentido, hemos tenido algunas expe-riencias de trabajo con nios muy interesan-tes. Pero, sin duda, nos encontramos ante untipo de prctica dirigida a los adultos por loque, en ocasiones, hemos odo decir de laEutona que sta es la psicomotricidad de losadultos.

    No es nuestro deseo crear confusin al equi-parar dos disciplinas netamente diferenciadasy con un estatus propio sino mostrar, tan slo,los puntos de confluencia que pueden situar aambas en el mismo mbito de discusin, esdecir, la relacin existente entre cuerpo y psi-que, que posee un vehculo de expresin privi-legiado: el tono muscular.

    Por otra parte, aunque la mayora de las defi-niciones de Psicomotricidad no limitan la edadde los sujetos susceptibles de ser destinata-rios de una intervencin psicomotriz, es biencierto que las investigaciones y experienciascon personas en tramos de edades diferentesa la infancia son muy escasas y poco conoci-das. Es aqu donde consideramos que laEutona viene a llenar el vaco existente.

    As, la Eutona ha tenido un gran eco, sobretodo en otros pases, en la formacin de los

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    deportistas de alto nivel, entre los profesiona-les de la danza, el teatro, la expresin corpo-ral, la msica y, en definitiva, en aquellosque, de un modo especial, precisan de su cuer-po como herramienta de trabajo. Tal vez porello se haya considerado la Eutona como unatcnica ligada a estos mbitos profesionales.En nuestra opinin, se trata de un lamentablereduccionismo ya que, quin puede prescin-dir de su cuerpo en las actividades (profesio-nales o no) de su vida cotidiana?

    Otro campo de desarrollo importante de laEutona es el de la actividad teraputica consujetos que presentan patologas muy diver-sas y con distintos grados de afectacin en sumotricidad. Pensamos que sta es una apli-cacin que reta a los eutonistas a desarrollarun importante trabajo de investigacin.

    En definitiva, cualquier persona puede benefi-ciarse de un trabajo en Eutona, para la cualno se precisan unas aptitudes especiales sinotan slo una actitud de bsqueda paciente dela propia realidad corporal en estrecha rela-cin con la vida psquica del sujeto, con su his-toria personal. Este es un proceso de duracinilimitada, pues no existe una meta, un nivel dedominio objetivable, definido a priori. Cadaexperiencia en Eutona, a partir de consignasidnticas, es siempre diferente permitiendo alsujeto enriquecer progresivamente el conoci-miento de s mismo y conseguir un desarrolloptimo de sus posibilidades de interaccin conlos otros y con los objetos.

    Estas formulaciones no estn tan lejos de defi-niciones de la Psicomotricidad como la que sepropone en el perfil del psicomotricista al afir-mar que la Psicomotricidad es una disciplinacientfica que acta en los mbitos teraputi-cos y educativos procurando informaciones decarcter senso-perceptivo-motriz que favore-cen el desarrol lo del psiquismo y lafuncionalidad del sujeto (Berruezo, 2000).

    Es la especificidad de sus contenidos y de losmedios que se proporcionan lo que le confiereun estatus propio.

    RELACIN ENTRE ALGUNOS ASPECTOSDEL TRABAJO PSICOMOTOR Y LA PRC-TICA EN EUTONA. APORTACIONES DE LAEUTONA.

    Con frecuencia, la prctica de la Eutona nosha permitido vivenciar y tomar conciencia deaspectos que estaban presentes en las propues-tas de intervencin que, como psicomotricistas,realizbamos en las sesiones de trabajo connios.

    Sin duda, las que a continuacin exponemos,no agotan las relaciones posibles entre ambasdisciplinas, pero nos parecen suficientes paramostrar el paralelismo existente.

    Pensamos que no es necesario volver a repetirlo que fundamenta y define la prctica de laeutona la modificabilidad tnica, la bsque-da del tono justo adaptado a cada situacin,lo que puede constituir el punto de confluen-cia entre Eutona y Psicomotricidad.

    Explcita o implcitamente, en las propuestasde trabajo psicomotor pedimos al nio que ela-bore un proyecto de juego, que anticipe lasacciones que va a realizar y que ajuste su tono,su motricidad, al servicio de ese proyecto. H.Wallon (1934), a quin tanto debe la Psicomo-tricidad, deca al respecto: El tono es el tejidodel que estn hechas las actitudes y las actitu-des estn en relacin, por una parte, con laacomodacin o espera perceptiva y, por otra,con la vida afectiva. El tono acompaa al mo-vimiento, dndole el sostn necesario para suprogresin regular, en la dosis exacta que pue-den exigir las resistencias encontradas. Exten-dido por todo el conjunto del cuerpo, aseguraen l el equilibrio necesario para la ejecucinde cada gesto, realizando la actitud (ya seaesttica o mvil) que corresponde a las dife-rentes fases del acto. As, no hace ms queser el soporte del movimiento que se efectapreparando su continuacin, tenindolo enpotencia, y este rol puede convertirse en ex-clusivo del movimiento mismo. De este modo,sustituye en l a la inmovilidad, pero una in-movilidad a veces llena de tensiones muscula-res, como puede ser la del corredor cuando laseal de salida est a punto de darse. La velo-cidad, el vigor del gesto a realizar, son en este

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    instante como resortes; su forma ya est di-bujada por el reparto del tono en el aparatomuscular.

    Gerda Alexander lleg a idnticas conclusio-nes a partir de su experiencia, guiada por suexcelente intuicin. Ms tarde, cuando cono-ci la obra de Wallon, sta vino a confirmarsus descubrimientos. De este modo, Gerdapropona a sus alumnos trabajar a partir de laintencin de movimiento, as como la realiza-cin de micro-movimientos. Sus consignas in-vitaban a tomar conciencia de las modificacio-nes tnicas que el sujeto poda experimentarcuando, a partir del reposo, se representabauna accin y se preparaba para iniciarla. Demodo anlogo, propona realizar movilizacionesmuy pequeas, de amplitud mnima, y obser-var el tono de los msculos de las zonas impli-cadas y del resto del cuerpo, como unidad. Estatoma de conciencia permita al sujeto, segnsu hiptesis de trabajo, preparar y equilibrarsu tono muscular para la realizacin de esosmovimientos (con amplitud normal), sin ungasto intil de energa.

    El desarrollo de la conciencia corporal, la cons-truccin de la imagen del cuerpo y del esque-ma corporal, son objetivos de trabajo con losque los psicomotricistas estamos familiariza-dos y que estn presentes tambin en la prc-tica de la Eutona. La expresin lleven su aten-cin hacia... o tomen conciencia de...(tal ocual parte del cuerpo), la encontramos entodas las consignas de Eutona. As, en losinventarios se propone a los alumnos que to-men conciencia de las partes del cuerpo quetocan el suelo, que estn en contacto con dife-rentes objetos (la manta, las castaas, las ca-as de bamb, los troncos de madera, etc..),con el cuerpo del otro, o bien tomar concien-cia de los huesos, de las masas musculares,de la piel, etc... A lo largo del tiempo, los alum-nos de Eutona que tienen una prctica regu-lar, desarrollan enormemente (en el mejor delos casos) esta conciencia corporal. Normal-mente, despus de una sesin de trabajo,Gerda Alexander propona a sus alumnos querepresentasen grficamente o que modelasensu cuerpo o las partes aludidas en las consig-nas de trabajo. Se han podido observar gran-

    des diferencias entre las primeras representa-ciones de un alumno y aquellas que realizvarios meses despus de un trabajo regularen Eutona, lo que nos hace suponer que exis-te una modificacin importante de su imagencorporal.

    Las consignas de Eutona son una invitacinpermanente para desplegar nuestra capacidadperceptiva: propioceptiva y visceroceptiva, atravs de los inventarios mencionados anterior-mente, pero tambin exteroceptiva, a travsdel contacto con los objetos, con el espacio,con el cuerpo del otro.

    La nocin de contacto es clave en Eutona, di-ferencindose del tacto. En palabras de GerdaAlexander: al usar el tacto, uno se mantienedentro de la periferia, pero con el contacto laenerga sale del lmite exterior del propio cuerpoy pasa a un objeto o a otro cuerpo. Lo quecaracteriza al contacto es un intercambio acti-vo y consciente que se establece con uno mis-mo, con un objeto o con otra persona cuandola atencin es dirigida ms all de los lmitesdel propio cuerpo (Hemsy, 1985, 57). Paraejemplificar esta nocin de contacto pensemosen la experiencia que todos podemos hacercuando pinchamos un alimento y decimos siest o no cocido. Esto es el contacto. Nuestraatencin no est ya en la mano, en los dedos,sino en lo que el objeto que la prolonga esttocando, pudiendo percibir sus cualidades detextura, dureza, consistencia,... En Eutona setrabaja el contacto de diversas maneras, conla hiptesis de que al establecer contactos cen-trfugos (hacia el exterior), se produce unadescarga de energa que, en el caso de existirtensiones en el organismo, contribuye a resta-blecer el equilibrio tnico. Pero tambin se rea-lizan contactos centrpetos (hacia el interior),que permiten conservar y aumentar la energacuando el nivel energtico de una persona esmuy bajo; en este caso, se parte del objeto osuperficie tocada y se dirige la atencin haciael interior del cuerpo en las zonas tocadas.

    Podra dedicarse un artculo completo al temadel contacto, pero nuestro inters al exponerlo que caracteriza esta nocin es el de acercarlos principios de la Eutona a aquellos que nola conocen.

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    Estos dos aspectos tratados en los prrafosanteriores (conciencia corporal, percepcin)son trabajados por los psicomotricistas con laintencin de contribuir al desarrollo madurativodel nio a travs de intervenciones educativaso teraputicas. Sin discutir la importancia deci-siva de este tipo de intervenciones en edadestempranas, en las que la plasticidad del sujetoes mayor, me parece que son construccionespermanentes del ser humano en interaccincon su entorno y, como tales, son siempresusceptibles de modificaciones. Por lo tanto,creo que es interesante trabajar en esta direc-cin a cualquier edad.

    En la formacin como psicomotricista y poste-riormente en la prctica profesional, conside-ramos un aspecto destacable el trabajo sobrela columna vertebral, como eje corporal en tor-no al cual se organiza la postura y la motricidad,lugar de referencia que permite la toma deconciencia de la unidad corporal.

    Paralelamente, en Eutona, el transporte y laconciencia de los huesos (sobre todo de la co-lumna) son principios y contenidos de trabajoque vertebran gran parte de nuestra prctica.

    Por transporte entendemos el flujo de las fuer-zas antigravitatorias a travs de la estructurasea de la columna vertebral, desde los pieshasta el atlas, que no es otra cosa que el refle-jo postural, que endereza la columna llevn-dola a una posicin normal, sin necesidad deutilizar los msculos exteriores para sostenerel trax, el cuello y la cabeza. Gerda Alexanderlleg a este descubrimiento a partir de movi-mientos de balanceo, que le permitan experi-mentar esta inervacin refleja de los msculosprofundos, base de la postura y de la fuerza,as como tomar conciencia de la importanciade la estructura sea para la correcta distribu-cin del peso y el uso de la cantidad exacta deenerga para cada movimiento. Por lo tanto,cuando en Eutona se habla de experimentarel transporte, lo que se pide es la toma de con-ciencia de esta organizacin refleja que nos dapostura y equilibrio. A continuacin, podemosutilizar esta sensacin en los empujes, los movi-mientos, y en diferentes posturas (sentados,de rodillas, de pie), segn el mismo principio;nuestra accin debe volverse hacia el dejar

    producirse, por tanto, evitar los bloqueos, en-durecimientos, dejar la respiracin libre, sen-tir la unidad pies-manos, la libre circulacin.

    Para practicar la experiencia del transporte,Gerda Alexander comenzaba por realizar vibra-ciones sobre los huesos, con lo cual se ad-quiere mayor conciencia de la estructura sea.Neurolgicamente hablando, no es posible sen-tir el interior de los huesos, pero s se puedenpercibir las articulaciones a travs de losmecano-receptores. El alumno debe aprendera sentir y ubicar los puntos en los que se de-tienen las vibraciones a causa de las tensioneso de una mala colocacin de las vrtebras. Estetrabajo nos permite desarmar los bloqueos yhomogeneizar el tono muscular a lo largo dela estructura sea.

    Lo que Gerda Alexander pensaba es que unopuede trabajar y moverse con mayor econo-ma de esfuerzos cuando existe conciencia delmovimiento de los huesos, en vez de utilizarexclusivamente la fuerza muscular. Al trabajarpensando en los huesos afectamos a los ms-culos conectados con ellos (musculatura tni-ca) y todos los msculos vinculados a esoshuesos obtendrn un tono parejo, justo, con-dicin ptima para el movimiento.

    En nuestra opinin, aunque para realizar de-terminados movimientos se comprueba quealgunos grupos musculares, correspondientesa las zonas implicadas en la accin, poseen unnivel tnico diferente al resto del cuerpo, cuan-do este nivel es el justo, lo que el sujeto expe-rimenta, su vivencia subjetiva, es el de unaarmona y fluidez, que son lo que a GerdaAlexander le lleva a hablar de homogeneidadtnica, en el sentido de que no existen tensio-nes innecesarias que rompan la melodacintica (Wallon), sino un equilibrio entre con-tracciones tnicas y fsicas.

    Nuestra doble formacin (como psicomotri-cistas y eutonistas), nos permite vincular losprincipios de la Eutona, las enseanzas deGerda Alexander, con las obras de Wallon y deAjuriaguerra, en las que se funda la psicomo-tricidad actual. Saber que cuando los psicomo-tricistas hablamos de meloda cintica no es-tamos tan lejos del fin perseguido por Gerda

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    Alexander: el movimiento eutnico, ya que:msculos tnicos y fsicos estn en juego yel movimiento justo, armonioso, eutnico, slose realizar cuando estas dos funciones en si-nergia, alcancen un cierto grado de armona;tonus y clonus, para retomar los trminos deWallon, estn permanentemente en actividad,sobre todo en el movimiento. En las patolo-gas, al igual que en los movimientos no apren-didos (que an no son habilidades), vemosestas disarmonas que afectan al resultado...Toda definicin del movimiento eutnico resi-de en la realizacin de esta meloda cintica,en esta justa relacin de las dos funcionestnica y fsica, relacin de intensidad, de rit-mo y relacin topolgica. El movimiento eseutnico cuando estas diversas relaciones ysinergias son lo que deben ser en laoptimizacin del movimiento, sin contraccinintil, ni demasiado larga ni demasiado corta,ni demasiado ni poco intenso, y ello en el mo-mento en que es necesario (Murcia, 1997, 180-181).

    LA CONCEPCIN PEDAGGICA Y TERA-PUTICA EN EUTONA.

    Para finalizar esta breve caracterizacin de laEutona a travs de la cual hemos resaltadolos puntos comunes con la prctica psicomotriz,nos parece importante referirnos a su concep-cin pedaggica y teraputica.

    Puesto que en Eutona se persigue un movi-miento que sea expresin de la persona que loproduce, una creacin permanente, el modelopedaggico que la acompaa, coherente coneste objetivo, se basa en la autonoma de lapersona, en ensear a las personas a ser in-dependientes. El eutonista no es un gur; cadauno es su propio gur. La responsabilidad deltrabajo recae sobre cada individuo y eleutonista slo muestra el camino para que cadacual haga sus propios descubrimientos.

    La formacin del eutonista no concluye trascuatro aos de estudios, sino que es un proce-so de construccin permanente que apunta ala maduracin del ser humano, tarea que nun-ca se agota.

    En Eutona nunca existen dos experienciasiguales, aunque la consigna sea formulada entrminos idnticos. Cada vivencia es nica,construccin singular del sujeto implicado enun momento igualmente nico e irrepetible.

    Por ello, an en un tratamiento de Eutona, noexiste el paciente, sino el alumno. El conceptode alumno define as una relacin en la que elsujeto es considerado en sus posibilidades decrecer, crear, aprender, desarrollarse, capaz devalerse de sus propios recursos, de buscar elcamino de su curacin.

    La relacin entre el eutonista y los alumnosest basada, pues, en la confianza y el respetomutuos, en la aceptacin del otro, con sus re-acciones y manifestaciones que no son ni bue-nas ni malas, slo de quien las vive, por lo quedeben quedar libres de juicios e interpretacio-nes. El profesional no es un modelo a ser imi-tado; ms an, como ya dijimos, en Eutonano se habla de la obtencin de unos resulta-dos a partir de una consigna, no ha de haberinduccin y se intenta evitar, en todo lo posi-ble, la sugestin a partir de la palabra. Por ellotampoco hay correcciones directas, ya que elobjetivo de la clase es tomar conciencia; cuandoes necesario se subrayan, a travs de las con-signas, los aspectos sobre los que hay queponer especial atencin.

    A este respecto podemos encontrar ecos dela actitud rogeriana, pero tambin de la posi-cin del psicoanalista, sin decir (lejos de esto)que el tratamiento en Eutona es un psicoan-lisis. Tan slo estar en esta relacin con el otrodonde se trata de dejarle crecer solo, de ma-nera independiente. No invadirle, estar cercade l, pero en el exterior. Se puede formular lahiptesis de que es esta actitud, bien encarna-da, la que permite el trabajo corporal tal y comolo deseaba Gerda Alexander (Murcia, 1997,181). A esto llamaba Gerda, en la jerga de suescuela, neutralidad, tan importante para ellaen todas las consignas en las que se estableceun contacto con el otro.

    Esta neutralidad supone la capacidad para en-trar en contacto con el otro, para orientar ha-cia l su percepcin sin perder, al mismo tiem-

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    po, la propia percepcin (su espacio interno,su propio contacto con el suelo, etc...). Estoltimo desarrolla en el eutonista un cierto es-tado tnico y emocional (pues toda intencintiene su equivalente somtico), que GerdaAlexander llama neutro, en funcin del cual, elcuerpo del alumno, en contacto con eleutonista, responde inconscientemente. Supo-ne, as mismo, respetar el espacio del otro, sininvadirle; sobre todo en los tratamientos, estotoma especial importancia para evitar que elalumno pueda sentirse cada vez ms dbil ensus propias reacciones. El eutonista debe esti-mularle para procurar que est siempre acti-vo. En referencia a Reich, Gerda Alexander afir-ma respecto a los tratamientos: No hay quedestruir las defensas de un alumno antes dehaberle permitido probar su capacidad paraestar parado sobre sus propios pies (Hemsy,1985, 131). Y esto, tanto en sentido literal comofigurado.

    Una vez ms, encuentramos aqu resonanciasde la prctica psicomotriz, (tal y como la en-tendemos), del rol que el psicomotricista asu-me en su intervencin educativa o teraputi-ca. Ms all de escuelas y tendencias, cree-mos que al psicomotricista se le confiere la ta-rea de proporcionar estmulos y crear las con-diciones (espacio-temporales) a partir de lascuales el sujeto ponga en juego sus potencia-lidades, su ser concebido como unidad indiso-luble cuerpo/mente que se expresa en cadagesto, en cada movimiento, en cada palabraque los acompaa, y ello en una relacin deconfianza mutua. No se trata de modelar oconfigurar un tipo de persona sacando lo quesobra o poniendo lo que falta; aceptar al otroen su singularidad es el requisito previo que lepermitir tomar conciencia de su realidad per-sonal y ampliar sus posibilidades de desarrolloa travs del intercambio activo con su entor-no.

    An en el tratamiento de la patologa, los sn-tomas, las defensas, estn llenos de significa-do y deben ser aceptados y comprendidos, enla medida de lo posible, como una expresindel ser del sujeto, susceptible de sufrir modifi-caciones. Es el propio sujeto quien se desem-baraza de sus sntomas cuando stos pierden

    la significacin que los mantena vivos, cuan-do descubren, de la mano del terapeuta, otroscauces de expresin y cuando recuperan laconfianza en las propias posibilidades.

    LA EUTONA EN LA FORMACIN DELPSICOMOTRICISTA

    Las explicaciones precedentes nos permitenllegar a la conclusin de que la prctica de laEutona no slo tiene cabida, sino que realizaimportantes aportaciones a la formacin delpsicomotricista, que hace de la comunicacincorporal, del dilogo tnico, instrumentos desu quehacer diario, como educador o comoterapeuta.

    Para el psicomotricista, que establece una re-lacin desde su tono al tono de su partenaire,desde su espacio corporal al espacio del otro,pueden tomar una significacin especial losprincipios de neutralidad y contacto definidospor Gerda Alexander y anteriormente comen-tados. De este modo, la Eutona proporcionauna va para desarrollar la actitud del profe-sional en Psicomotricidad, coherente con losmodelos tericos (cientficos y filosficos), conlas concepciones acerca del desarrollo que lasustentan: actitud de respeto y confianza enel otro, en sus posibilidades, actitud de cola-boracin, proporcionando al otro la estimula-cin necesaria para construir su personalidad,expresada en las interacciones que establececon el mundo de los objetos y de las personas.

    Sabemos que en la formacin del psicomotri-cista no bastan los contenidos tericos y losrepertorios de actividades. Al psicomotricistase le exige un elevado grado de disponibilidadcorporal, de adaptacin tnica al tipo de inter-locutor con el que trabaja y al tipo de actividady de comunicacin que establece con l en unmomento determinado. Para esto no hay rece-tas; tan slo trabajo y ms trabajo, aos y aosde experiencia. Para un psicomotricista, la prc-tica de la Eutona, la toma de conciencia de laspropias tensiones, de los diferentes estadostnicos y, en definitiva, de la realidad corporal,pueden enriquecer sustancialmente el modode enfrentar las sesiones de Psicomotricidad,permitiendo una presencia ms consciente, unamayor autenticidad en la relacin y una cre-

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    ciente comprensin del lenguaje corporal, so-bre todo en su expresin tnica.

    Por supuesto, adems de esto, la Eutona nossugiere ricas estrategias y formas de interven-cin sobre el tono muscular que la constituyenen una tcnica (aunque este trmino no seaacertado) de mediacin corporal adecuada parala edad adulta y orientada no slo al tratamientode las patologas sino, ante todo, a objetivosde autoconocimiento y desarrollo personal.

    Queremos insistir una vez ms en la conside-racin de la Psicomotricidad y la Eutona comoprcticas bien diferenciadas que, no obstante,poseen muchos elementos comunes y unafundamentacin cientfica similar, a pesar deque, como ya se ha dicho, la prctica de laEutona no se deriva de un modelo cientfico,de un determinado marco epistemolgico, sinoque se apoya sobre la intuicin y la larga ex-periencia de su creadora. Ms tarde, los cono-cimientos aportados por las neurociencias y lapsicologa vinieron a validar sus descubrimien-tos.

    Sin duda, el mejor modo de mostrar la Eutonano es un artculo, sino la invitacin a participaren sesiones de trabajo sobre los aspectos co-mentados.

    La inclusin de la Eutona en la formacin delpsicomotricista, aunque pueda parecer una ideadescabellada o muy audaz, cuenta ya con en-tidades pioneras que han recogido la iniciati-va. Sin ir ms lejos, la A.P.E.E. (Asociacin de

    Psicomotricistas del Estado Espaol) ofrece asus asociados la posibilidad de asistir a cursosde fin de semana celebrados en Madrid y ani-mados por Raymond Murcia. Ellos, mejor quenadie, pueden comprender el significado deeste artculo.

    As mismo, en Vigo, el Instituto Gallego de Psi-comotricidad y Relajacin incluye en su progra-ma de formacin en Psicomotricidad mdulosde iniciacin a la Eutona, valorados muy posi-tivamente por los alumnos que, con frecuen-cia, manifiestan su deseo de proseguir con estaprctica.

    Son dos ejemplos que ponen de manifiesto quelos psicomotricistas, en el amplio espectro desus intereses de formacin permanente, con-templan la Eutona como una prctica enrique-cedora.

    En Espaa, el Instituto Internacional de Euto-na, asociacin civil con sede en Vigo, canalizalas actividades de un grupo ya veterano en laEutona (seis aos de trabajo lo avalan). Exis-te un inters comn de difundir la Eutona yde transmitir el entusiasmo del grupo, que hapermitido la organizacin de numerosos cur-sos, que ha permitido mantener activo un Se-minario Permanente que se rene con regula-ridad (una vez por semana) para trabajar enlas consignas de Eutona y, este es el prximoreto, iniciar un ciclo formativo de cuatro aospara la obtencin del diploma en Eutona.

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    RESUMEN:Se presenta la Eutona ligada a la Psicomotricidad en su inters por el movimiento y por supreocupacin por el tono, la postura y la construccin del esquema corporal, elementos nuclea-res del pensamiento psicomotor, a partir de las ideas de Wallon y Ajuriaguerra. Se hace unrecorrido por las nociones ms importantes de la Eutona y sobre sus posibilidades educativas yteraputicas, para terminar proponiendo la incorporacin de la Eutona a la formacin personaldel psicomotricista.

    PALABRAS CLAVE:Eutona, tono muscular, postura, conciencia corporal, psicomotricidad.

    ABSTRACT:In this article the Eutonic Work is presented linked the Psychomotor Therapy in its interest forthe movement and for its concern for the tone, the posture and the construction of the corporaloutline, nuclear elements of the psychomotor thought, starting from the ideas of Wallon andAjuriaguerra. A journey is made by the most important notions in the Eutonic Work and envelopeits educational and therapeutic possibilities, to finish proposing the incorporation from the EutonicWork to the personal formation of the Psychomotor Therapist.

    KEYWORDS:Eutonic work, muscular tone, posture, corporal conscience, psychomotor therapy.

    DATOS DE LOS AUTORES:Raymond Murcia es Eutonista y Psicomotricista residente en Francia. Participa y supervisa laactividad de formacin y prctica sobre Eutona que se desarrolla en Vigo, en Madrid y Huesca(Espaa), as como en Buenos Aires (Argentina).M ngeles Roca Martnez es Psicomotricista, Secretaria y Coordinadora de Formacin delInstituto Internacional de Eutona, con sede en Vigo (Pontevedra. Espaa), miembro del equipodel Instituto Galego de Psicomotricidade.