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La Piedra no cortada de mano que vio Daniel en Su visión, viene para herir el reino de los gentiles en su última etapa de los pies de hierro y barro cocido, para que finalice el reino de los gentiles, y dé lugar al reino del Señor Jesucristo, al reino milenial. Para que caiga el reino de los gentiles tiene que ocurrir la Venida de la Piedra no cortada de mano, la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, para proclamar el fin del reino de los gentiles. Decirles: "El tiempo ha terminado para los gentiles." Y también para anunciar el día de venganza del Dios nuestro. Todo esto lo hace Dios con la Palabra hablada; por eso dice que de Su boca sale una Espada para herir con ella a todas las naciones. (Herirlas proclamándoles el día de venganza del Dios nuestro)… con la Palabra hablada es que se materializa todo el programa divino. Y eso viene por la Palabra creadora, que hace todo lo que está prometido para nuestro tiempo: trae las grandes bendiciones para los escogidos y también los grandes juicios divinos apocalípticos para el reino de los gentiles. Así que todo eso viene por la Palabra hablada. Tenemos que comprender que toda cosa que va a venir, primero es hablada; primero es traída al pueblo; porque no hará nada el Señor, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas. Si Dios ha de hacer algo en algún tiempo, tiene que tener un profeta en ese tiempo en el cual colocar Su Palabra, para que él la hable, y entonces pueda realizarse lo que fue hablado. Y el pueblo no puede recibir ninguna bendición ni ningún juicio si no hay un profeta que hable esa palabra de bendición o de juicio. Es una trompeta, un mensaje, hablando bendición para unos, y maldición, juicio divino, para otros. Ahora, ¿de qué lugar está usted? ¿Juicio maldición y plagas para los incrédulos? ...y bendición divina para los creyentes. Y todo eso viene en el mensaje que es proclamado. Muchas personas están esperando la Venida del Hijo del Hombre; están esperando oír una trompeta literal; están esperando ver literalmente ángeles con alas; pero la realidad de esto es que la Venida del Señor, conforme a Su promesa, es como fue mostrada en el monte de la Transfiguración, en donde el Señor se transfiguró, y Su rostro brilló como el Sol; porque el Sol es tipo y figura del Señor Jesucristo en Su segunda Venida... Y aparecieron a cada lado los ángeles del Señor. El profeta Malaquías dice: "A los que temen mi Nombre, nacerá el Sol de justicia." Y en el monte de la Transfiguración el Señor estaba mostrando el nacimiento del Sol de justicia en Su Venida; estaba mostrando la segunda Venida del Hijo del Hombre. Los Gemelos de Dios

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  • La Piedra no cortada de mano que vio Daniel en Su visión, viene para herir el reino de los gentiles en su última etapa de los pies de hierro y barro cocido, para que finalice el reino de los gentiles, y dé lugar al reino del Señor Jesucristo, al reino milenial. Para que caiga el reino de los gentiles tiene que ocurrir la Venida de la Piedra no cortada de mano, la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, para proclamar el fin del reino de los gentiles. Decirles: "El tiempo ha terminado para los gentiles." Y también para anunciar el día de venganza del Dios nuestro. Todo esto lo hace Dios con la Palabra hablada; por eso dice que de Su boca sale una Espada para herir con ella a todas las naciones. (Herirlas proclamándoles el día de venganza del Dios nuestro)… con la Palabra hablada es que se materializa todo el programa divino. Y eso viene por la Palabra creadora, que hace todo lo que está prometido para nuestro tiempo: trae las grandes bendiciones para los escogidos y también los grandes juicios divinos apocalípticos para el reino de los gentiles. Así que todo eso viene por la Palabra hablada. Tenemos que comprender que toda cosa que va a venir, primero es hablada; primero es traída al pueblo; porque no hará nada el Señor, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas. Si Dios ha de hacer algo en algún tiempo, tiene que tener un profeta en ese tiempo en el cual colocar Su Palabra, para que él la hable, y entonces pueda realizarse lo que fue hablado. Y el pueblo no puede recibir ninguna bendición ni ningún juicio si no hay un profeta que hable esa palabra de bendición o de juicio. Es una trompeta, un mensaje, hablando bendición para unos, y maldición, juicio divino, para otros. Ahora, ¿de qué lugar está usted? ¿Juicio maldición y plagas para los incrédulos? ...y bendición divina para los creyentes. Y todo eso viene en el mensaje que es proclamado. Muchas personas están esperando la Venida del Hijo del Hombre; están esperando oír una trompeta literal; están esperando ver literalmente ángeles con alas; pero la realidad de esto es que la Venida del Señor, conforme a Su promesa, es como fue mostrada en el monte de la Transfiguración, en donde el Señor se transfiguró, y Su rostro brilló como el Sol; porque el Sol es tipo y figura del Señor Jesucristo en Su segunda Venida... Y aparecieron a cada lado los ángeles del Señor. El profeta Malaquías dice: "A los que temen mi Nombre, nacerá el Sol de justicia." Y en el monte de la Transfiguración el Señor estaba mostrando el nacimiento del Sol de justicia en Su Venida; estaba mostrando la segunda Venida del Hijo del Hombre.

    Los Gemelos de Dios

  • el ministerio de Moisés y Elías es el ministerio de los ángeles del Señor que vienen con gran voz de trompeta juntando a todos los escogidos. Ahora, vean ustedes que la bendición para los escogidos del tiempo final, para ser llamados, para ser recogidos y preparados para la transformación, esa bendición viene en el ministerio de los ángeles del Señor, en el ministerio de Moisés y Elías, que vienen con gran voz de trompeta llamando a los escogidos. La gran voz de trompeta es el mensaje final; es la trompeta final que dice San Pablo, en primera de Corintios, capitulo 15: "He aquí os digo un misterio: todos ciertamente no moriremos, mas todos seremos transformados... a la final trompeta; porque será tocada la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero, y luego nosotros los que vivimos seremos transformados." Esto acontecerá a la final trompeta… Es imprescindible esa trompeta final, esa gran voz de trompeta con la cual los ángeles, el ministerio de Moisés y Elías, llama a todos los escogidos. No es asunto de pertenecer a una religión, ni es asunto de ser muy bueno; el asunto está en lo que Dios ha dicho que utilizará para llamar y recoger a todos los escogidos, y para llamar a los muertos en Cristo y traerlos a la resurrección, y para transformar a los vivos en Cristo…. Este ministerio está prometido para llamar con gran voz de trompeta a todos los escogidos de entre los gentiles y también de entre los hebreos. Es el único ministerio, el de Moisés y Elías, en la Venida del Hijo del Hombre, autorizado para llamar, recoger y preparar para la transformación a todos los escogidos en el tiempo final. Fuera de esos ministerios nadie más tiene un ministerio bíblico prometido para el fin de esta generación. Y para ver estas cosas que corresponden al fin de esta generación, y para ver la Venida del Hijo del Hombre, será exclusivamente a través del ministerio de los ángeles del Señor. Y la transformación de los escogidos será exclusivamente a través del ministerio de los ángeles del Señor. Y el llamado de los escogidos será exclusivamente a través de los ángeles del Señor. Y la gran voz de trompeta, o trompeta final, será exclusivamente el mensaje de los ángeles del Señor… Por eso el mensaje de gran voz de trompeta estará dando a conocer a todos los escogidos, el programa completo de Dios. Estará mostrándoles a los escogidos las grandes bendiciones que hay para ellos. Y estará mostrándole al reino de los gentiles los grandes juicios apocalípticos que vienen sobre el reino de los gentiles. Este será un mensaje que dará a conocer todos los misterios de Dios para este tiempo; y dará a conocer la segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles en este tiempo final.

  • Y para que entendamos todas estas cosas y podamos conocer cómo será todo esto, el Señor Jesús dice: "Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias." (Apoc. 22:16). Sin la gran voz de trompeta, no hay resurrección; porque esa gran voz de trompeta es la voz del Hijo de Dios, Jesús dijo: "Todos los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios, y se levantarán." Y los que estén vivos también tienen que escuchar esa voz de Dios para ser transformados… Tenemos que ser realistas. No podemos vivir de imaginaciones o de las interpretaciones privadas de las diferentes religiones o sectas religiosas, los cuales piensan que por ser buenos vamos a ser transformados y raptados. La transformación y el rapto depende exclusivamente de la gran voz de trompeta bajo el ministerio de los ángeles del Señor, que son el ministerio de Moisés y Elías manifestados en carne humana en el ángel mensajero del Señor Jesucristo. No se hagan de imaginaciones, no se hagan de una esperanza falsa, no se hagan de ilusiones; porque fuera de eso no hay transformación para los vivos, ni resurrección para los muertos, ni siquiera hay juicio para los gentiles; porque todo eso está exclusivamente bajo el ministerio de los dos Olivos, de los dos Candeleros. Por eso en Apocalipsis dice que tendrán poder para cerrar el cielo para que no llueva. Tendrán poder para quemar con fuego la Tierra. Tendrán poder para ordenar que vengan las plagas que ellos quieren que vengan, y para herir la Tierra con las plagas que ellos quieran cuantas veces ellos quieran. Todo eso está bajo el ministerio de Moisés y Elías. Otro ministerio no está ordenado para hacer esa labor. Porque dijo el Señor Jesucristo en la parábola del trigo y la cizaña: "No arranquen la cizaña; porque arrancando la cizaña pueden también arrancar el trigo. Dejen todo crecer juntamente hasta el fin del siglo, hasta el tiempo de la cosecha; porque en el tiempo de la siega el Hijo del Hombre enviará Sus ángeles." ¿Para qué? Para llevar a cabo la cosecha del trigo y la cosecha de la cizaña. Y dice que echarán a la cizaña en manojos en el fuego; y el trigo será recogido y almacenado en el alfolí de Dios…. De modo que no podemos estar pensando en otra cosa, sino en lo que está prometido para nuestro tiempo; no mirando cosas que puedan hacernos tropezar, sino mirando lo que está prometido en la Escritura, y mirando el cumplimiento de estas promesas a medida que van siendo cumplidas. Eso es lo que está prometido para nuestro tiempo; eso es lo que Dios tiene que hacer; y fuera de eso, Dios no tiene que hacer otra cosa.

  • Pero muchas personas dicen: "Yo creo en Dios a mi manera." Pero nosotros tenemos que creer a la manera de Dios, no a nuestra manera; porque la manera nuestra de creer no tiene ningún valor para Dios; porque los adoradores que Dios busca que le adoren, tienen que adorar a Dios en Espíritu y en Verdad; eso es conforme a la Escritura. Como dijo Jesús: "El que cree en mí como dice la Escritura." No como dicen las religiones; es como dice la Escritura. Estamos en un tiempo grande, un tiempo glorioso, un tiempo muy importante. Estamos en un tiempo en que tenemos que creer en Dios y ver Sus cosas como El dice en la Escritura. Estamos viviendo en el fin de esta generación: la generación que no pasará sin que estas cosas acontezcan: la señal del Hijo del Hombre en el cielo, la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles llamando y recogiendo a todos los escogidos. Esta es la generación que no pasará… lo importante es ver y recibir la Venida del Hijo del Hombre, ver Sus ángeles, recibirlos, oír la gran voz de trompeta con la que viene llamando a los escogidos, y estar preparados delante del Hijo del Hombre. Jesús dijo: "Velad." ¿Por qué? Por la Venida del Hijo del Hombre, que seáis tenidos por dignos de evitar estas cosas. ¿Cuáles? Las cosas por las cuales se van a lamentar todas las naciones... Y estar en pie delante del Hijo del Hombre. Estar en pie delante del Hijo del Hombre en Su Venida con Moisés y Elías con gran voz de trompeta llamando y recogiendo a los escogidos; porque los escogidos al ser llamados y recogidos estarán en pie delante de ese ministerio del Señor, que es el ministerio del fin del siglo para la gran cosecha… Así que no es asunto ni del que quiere ni del que corre. No es asunto de decir: "Yo soy muy bueno, y voy a estar bien delante de Dios." Más bien es asunto de que usted sea tenido por digno delante de Dios, de evitar los juicios de la gran tribulación, y estar en pie delante del Hijo del Hombre, para estar preparado para la transformación de su cuerpo y para ver a los muertos resucitados y luego ser raptados. Nadie le obligará a creer alguna cosa, ni tampoco a que usted asista a las actividades. Las promesas de Dios son para los elegidos; pero si usted no es un elegido, entonces va a tropezar en algo y se va a ir. Así que no se preocupe. No esté haciéndose el importante, y que haya que estarle rogando para que crea y para que venga a las actividades. Estamos en el tiempo final, en donde están siendo llamados todos los escogidos. Y una persona cree, no porque quiera creer o porque haga un esfuerzo para creer, sino porque es un escogido; y con la gran voz de trompeta Dios le abre el entendimiento para que pueda entender y decir: "¡Esto era lo que yo estaba esperando; y esto yo lo creo de todo corazón; y nada me hace tropezar; y nada me impedirá para yo recibir todo lo que está prometido para los elegidos!

  • ¡Y yo sé que de un momento a otro, después que haya terminado la gran voz de trompeta de dar el mensaje que tiene que dar, y después de haber sido vista la señal del Hijo del Hombre en el cielo, viene mi transformación; y no importa los problemas que hayamos tenido; no importa cómo yo haya sido, viene esa resurrección de los muertos; y viene la transformación de nuestros cuerpos!" Y esa promesa no está basada en lo bueno que nosotros hayamos sido, sino en lo bueno y amoroso que Dios ha sido para con Su pueblo. Porque de tal manera Dios nos amó, que dio Su Hijo Unigénito en Su primera Venida para morir por nosotros. Las personas que se creen muy buenas, que se creen muy santos, menosprecian el amor de Dios, la misericordia de Dios; y creen que por lo bueno que ellos son, Dios los tiene que transformar, raptar, y llevarlos a la eternidad. Pero no es por lo bueno que sea la persona, sino por lo bueno que Dios es. Y para eso El ha hecho un programa: el programa para la redención de nuestros cuerpos, basado no en nuestra propia justicia, sino en la justicia y en el amor divino, porque algunas veces pasamos por etapas donde somos muy santos, muy buenos; pero luego nos encontramos haciendo cosas qué desagradan a Dios… Por eso estamos viviendo en la Edad del Amor Divino, en la Edad Perfecta. Sabemos que nosotros no somos perfectos; pero al entrar en esa Edad Perfecta, vamos a llegar a la total perfección, conforme a lo que Dios tiene programado. Cuando lleguemos a la total perfección, no tendremos ninguna falta; pero antes de eso sí tenemos errores y faltas; pero eso no nos va a desanimar en la vida; más bien tenemos más entusiasmo en seguir hacia adelante, porque descubrimos que necesitamos que Dios produzca ese cambio en cada uno de nosotros. Ahora, todos sabemos que vamos a regresar a la posición original de hijos de Dios con eterna juventud, de 18 a 21 años. … De modo que con todas esas promesas maravillosas no vamos a perder el tiempo mirando a las demás personas; sino más bien mire lo que dice la Escritura; y mire el mensaje, la gran voz de trompeta, y camine hacia adelante, Ayude al que pueda ayudar, y al que se deja ayudar; porque la responsabilidad es individual. Si otros tropiezan, no tropiece usted… Y las promesas de Dios son para todos nosotros en este tiempo en que vivimos, sin obligar a nadie. Siéntase usted libre en el tiempo en que vivimos. Vea lo que está prometido para nuestro tiempo. No se ponga a pelear con las cosas que Dios ha prometido; porque Dios lo hará en la forma en que lo ha prometido, sea que usted esté de acuerdo con eso o no esté de acuerdo. Así que mejor es que tenga su corazón abierto al programa divino; que tenga su corazón preparado para recibir lo que Dios tiene para nuestro tiempo. Sea sincero.

  • La fe para el rapto y para la transformación está y se recibe a través de la gran voz de trompeta. Por lo tanto, no podemos dejar de oír esa gran voz de trompeta porque esa voz será la que nos traerá la transformación de nuestros cuerpos… La gran voz de trompeta es lo que puede colocarle la fe en el grado más alto que pueda alcanzar una persona; porque esa gran voz de trompeta es el misterio de los siete Truenos de Apocalipsis dando Sus siete voces. Eso es la gran voz de trompeta dando a conocer el misterio del séptimo Sello, el misterio de la segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, llamando a todos los elegidos con gran voz de trompeta… La gran voz de trompeta es lo que puede colocarle la fe en el grado más alto que pueda alcanzar una persona; porque esa gran voz de trompeta es el misterio de los siete Truenos de Apocalipsis dando Sus siete voces. Eso es la gran voz de trompeta dando a conocer el misterio del séptimo Sello, el misterio de la segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, llamando a todos los elegidos con gran voz de trompeta. La gran voz de trompeta no llama a los elegidos para formar una religión más, sino para ser preparados para la transformación de nuestros cuerpos que es la adopción de los hijos de Dios en el reino de Dios; por lo cual la creación completa gime a una esperando la adopción de los hijos de Dios, la libertad de los hijos de Dios, en donde la misma creación será libertada… Así que queremos ver siempre el programa divino, lo que está aconteciendo en el plan de Dios en nuestro tiempo en el cielo, y también aquí en la Tierra queremos verlo con y a través de los Gemelos, los Binoculares de Dios, bajo el ministerio de los dos Olivos: el ministerio gemelo de Dios, el ministerio doble, para el fin de esta generación para llevar a cabo la cosecha entre los gentiles y entre los hebreos también. Fuera de eso no hay otra cosa. Y todos entonces decimos: "¡Pero si eso era lo que yo estaba esperando!“… El mensaje no lo he limitado a un grupo de personas, sino que lo he dejado libre para todas las iglesias, para todas las naciones, para todos los seres humanos. Estamos en el Día y Edad en donde tiene que ocurrir la redención de nuestros cuerpos, que es la transformación. Ya estamos en esa Edad, la Edad de la Piedra Angular, la Edad Eterna. Como es la Edad Eterna, tiene que producir el cuerpo eterno. Así que ya estamos en ese tiempo. Por eso estamos en el mensaje eterno de gran voz de trompeta; lo crean la gente o no lo crean. Eso no hace ninguna diferencia. Lo importante es que los elegidos lo van a creer y van a ser llamados y recogidos. Y los entendidos van a entender.. Lo que hay es que traer el mensaje de gran voz de trompeta en la forma que tiene que venir, y lo demás lo hace Dios. Dr. William Soto Santiago

    16-03-86