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MARIA GRAVIDA: LA ICONOGRAFIA DEL DOGMA DE LA ENCARNACION DE JESUCRISTO EN MARIA Manuel Crespo Hellín Sobre el motivo de la gestación de la Virgen en el arte figurativo encontramos diversos apelativos: Virgen de la Esperanza en España, Madonna del Parto en Italia, en Francia Notre-Dame des Avents y, en otros países, Maria Gravida. Todas ellas recogen formalmente el motivo de la maternidad expresada en muy variados contextos iconográfi- cos. La historiografía durante el siglo XIX no aco- gió con buena crítica este tipo de representacio- nes, ya que fueron consideradas interesantes para los estudios de anatomía o como empleo "naif" e incorrecto de un tema sacro. Más recientemente, Louis Reau en Iconographie de l'Art Chrétien reconoce el mal gusto de aquellas visitaciones donde se ven los "embriones" del San Juan Bautista y de Jesucristo en el seno de Isabel y María, res- pectivamente: «Par malheur l'art realiste du declin du Moyen-age ne sén est pas tenu là et de même quít avait osé représenter dans l'Annonciation l'Enfant Jésus tout formé, plongeant du haut du ciel dans le ventre de sa mére, il a complaisam- ment souligné la grossesse des deux femmes et montré leurs enfants á l'état embryons visibles "in utero» (1). La publicación más reciente sobre el tema la encontramos en el alemán Gregor Martin Lechner cuyo título es Maria Gravida, quien reco- noce la fuerte dosis realista de estas representa- ciones, ya que eran destinadas a gentes religiosas que no exigían exactitud ni fidelidad religiosa, sino todo lo contrario, la figuración exagerada que garantizase el mensaje de una maternidad que ven- dría a cambiar el mundo (2). FUENTES DOCTRINALES La principal fuente de inspiración fueron los tex- tos bíblicos, tanto el Antiguo Testamento (Génesis, Salmos, Cantar de los Cantares, Libro de la Sabiduría y demás libros proféticos) como el Nuevo Testamento (los Evangelios y, sobre todo, el Apocalipsis de San Juan Evangelista). La tradición de la Iglesia ha contribuido a enriquecer en numerosos parti- culares la vida íntima de María durante este emba- razo: desde el desmayo ocasionado ante el anun- cio de la Gracia por el Arcángel hasta la acusación directa de José a María señalando con ira su vien- tre que, por otra parte, siempre la recordamos como una dulcísima duda en la que el Angel tran- quiliza a un San José pensativo. Esta variedad de detalles personales de la vida de María se inspi- ran en los evangelios apócrifos. También, en los textos de los padres de la Iglesia, entre los que destaca San Agustín, San Bernardo de Siena o la Leyenda dorada de Jacobus de Voragine, obra de carácter devocional en la que se destaca la enor- me importancia del seno de María como vínculo de unión entre el cielo (lo divino) y la tierra (lo humano). De cómo han sido recogidos y repre- sentados estos textos por generaciones de artistas hablaremos a continuación. LA SEGUNDA TEMATICA Según las características formales y los modos de representación de María encinta podemos estable- cer la siguiente secuencia temática: I. Virgen encinta con evidencia física del emba- razo. II. Virgen cuyos gestos indican que está encinta. III. Virgen con el monograma, símbolo o imagen de Cristo representado en su vientre. IV. Virgen que muestra en el interior del útero al niño en estado embrionario. LA SECUENCIA CRONOLOGICA a) De la Virgen Apocalíptica a la Inmaculada Los orígenes de la iconografía de la Virgen encin- ta lo encontramos en la Virgen Apocalíptica. En 39

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MARIA GRAVIDA:LA ICONOGRAFIA DEL DOGMA DE LA ENCARNACION

DE JESUCRISTO EN MARIA

Manuel Crespo Hellín

Sobre el motivo de la gestación de la Virgen enel arte figurativo encontramos diversos apelativos:Virgen de la Esperanza en España, Madonna del

Parto en Italia, en Francia Notre-Dame des Aventsy, en otros países, Maria Gravida. Todas ellasrecogen formalmente el motivo de la maternidadexpresada en muy variados contextos iconográfi-cos. La historiografía durante el siglo XIX no aco-gió con buena crítica este tipo de representacio-nes, ya que fueron consideradas interesantes paralos estudios de anatomía o como empleo "naif" eincorrecto de un tema sacro. Más recientemente,Louis Reau en Iconographie de l'Art Chrétienreconoce el mal gusto de aquellas visitacionesdonde se ven los "embriones" del San Juan Bautistay de Jesucristo en el seno de Isabel y María, res-pectivamente: «Par malheur l'art realiste du declindu Moyen-age ne sén est pas tenu là et de mêmequít avait osé représenter dans l'Annonciationl'Enfant Jésus tout formé, plongeant du haut duciel dans le ventre de sa mére, il a complaisam-ment souligné la grossesse des deux femmes etmontré leurs enfants á l'état embryons visibles "inutero» (1). La publicación más reciente sobre eltema la encontramos en el alemán Gregor MartinLechner cuyo título es Maria Gravida, quien reco-noce la fuerte dosis realista de estas representa-ciones, ya que eran destinadas a gentes religiosasque no exigían exactitud ni fidelidad religiosa,sino todo lo contrario, la figuración exagerada quegarantizase el mensaje de una maternidad que ven-dría a cambiar el mundo (2).

FUENTES DOCTRINALES

La principal fuente de inspiración fueron los tex-tos bíblicos, tanto el Antiguo Testamento (Génesis,Salmos, Cantar de los Cantares, Libro de la Sabiduríay demás libros proféticos) como el Nuevo Testamento(los Evangelios y, sobre todo, el Apocalipsis de

San Juan Evangelista). La tradición de la Iglesiaha contribuido a enriquecer en numerosos parti-culares la vida íntima de María durante este emba-razo: desde el desmayo ocasionado ante el anun-cio de la Gracia por el Arcángel hasta la acusacióndirecta de José a María señalando con ira su vien-tre que, por otra parte, siempre la recordamoscomo una dulcísima duda en la que el Angel tran-quiliza a un San José pensativo. Esta variedad dedetalles personales de la vida de María se inspi-ran en los evangelios apócrifos. También, en lostextos de los padres de la Iglesia, entre los quedestaca San Agustín, San Bernardo de Siena o laLeyenda dorada de Jacobus de Voragine, obra decarácter devocional en la que se destaca la enor-me importancia del seno de María como vínculode unión entre el cielo (lo divino) y la tierra (lohumano). De cómo han sido recogidos y repre-sentados estos textos por generaciones de artistashablaremos a continuación.

LA SEGUNDA TEMATICA

Según las características formales y los modos derepresentación de María encinta podemos estable-cer la siguiente secuencia temática:

I. Virgen encinta con evidencia física del emba-razo.II. Virgen cuyos gestos indican que está encinta.

III. Virgen con el monograma, símbolo o imagende Cristo representado en su vientre.IV. Virgen que muestra en el interior del úteroal niño en estado embrionario.

LA SECUENCIA CRONOLOGICA

a) De la Virgen Apocalíptica a la Inmaculada

Los orígenes de la iconografía de la Virgen encin-ta lo encontramos en la Virgen Apocalíptica. En

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1. Inmaculada. Claudio Deruet 2. La Anunciación.Escuela de Gentilede Fabriano. Pinacoteca Vaticana

3. Anónimo. Virgen de la esperanza.Catedral de Valencia

7. Madonna del Rector Nardo di Cione 8. Virgen del parto. Museo del Duomode Florencia. ¿Bernardo Daddi?

9. La Madonna del Magnificat. BernardoDaddi

4. Virgen de la esperanza. Iglesia deSan Martín. Valencia. Escultura de

Capuz

5. Virgen de la esperanza. Museo deSan Pío V. Valencia. ¿Juan de Sabiñena?

6. Virgen del parto. Cementerio deMonterchi. Piero de la Francesca

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el libro del Apocalipsis de San Juan se narra lavisión de una mujer encinta momentos antes delparto (3). Sin duda, se trata de la prefigura deMaría en cuyo seno, el sol, representa Jesucristoy la luna, San Juan Bautista, que mengua cuandoaparece el sol de Justicia. Manuel Trens en María.Iconografía de la Virgen en el arte español reco-ge numerosos ejemplos de esta mujer apocalípti-ca recabados de beatos, miniaturas y manuscritosespañoles de los siglos x y "como herenciarecogida de las representaciones bizantinas" (4).

El paso del tipo de Virgen Apocalíptica al tipode Inmaculada se irá sucediendo a través de lossiglos, en especial modo, en el caso español. Latransición de un tipo de Virgen a otra lo encon-tramos en dos obras que entran dentro del tipo delas Vírgenes de la Esperanza. Al final de estaevolución se creará uno de los modelos icono-gráficos más difundidos de la Virgen, es decir, laInmaculada Concepción. Los dos ejemplos reco-gidos por Trens (5) representan el eslabón icono-gráfico de un tipo al otro: la Virgen de la Esperanza,del Museo Diocesano de Vich (frontal de made-ra pintada del siglo XIII) y la Virgen de la Esperanzaperteneciente a un Cantoral de la Catedral deSevilla (siglo XVI). La primera aporta en su com-posición iconográfica un elemento de carácterexcepcional, la figura de San Juan Evangelista quecontempla a la Virgen que recibe por medio desiete palomas los dones o virtudes del EspírituSanto. La segunda reconoce en la mujer apoca-líptica la figura de María de manera explícita, apa-reciendo en su vientre el Niño Jesús en formaembrionaria.

La tipología de la Inmaculada Concepción pre-senta poquísimos casos donde aparecen evidentesmuestras de embarazo. Uno de los ejemplos másrepresentativos lo encontramos en la Capilla deVilla Borghese en Roma. Se trata de la Inmaculadade Claudio Deruet (1618), donde se advierte unaexpresión de dolor en el rostro de la Virgen (figu-ra 1). Más difundidas son las Inmaculadas en cuyovientre aparece el símbolo o monograma de Jesucristo(JHS) o un sol radiante. Creo conveniente recor-dar el origen común de las Inmaculadas con losIconos bizantinos y, sobre todo, con el tipo lla-mada Virgen Platytera; en ambos casos, apareceen el pecho de María un círculo —evocando laforma eucarística— con la representación del Niñoya adulto.

b) Santa Ana encinta de María

La vida inmaculada de María comienza desde losorígenes de la creación. En el Libro de la Sabiduríapodemos leer las palabras de María: "El Señor meposeyó en el principio de sus obras, desde elcomienzo, antes que crease cosa alguna". Elloexplica las raras representaciones donde aparecela Virgen María en estado embrionario en el útero

de Santa Ana. Ello lo corrobora Levy D'Anconaen su obra The Inmaculate Conception: "by thisthey meant to convey the idea that Mary had

aire-ady been sanctified at conception" (6). Lechner(7) recoge varias obras de este tipo, entre las quedestaca la tabla de altar de la Capilla de SantaAna, de atribución incierta, fechada hacia el 1490procedente del convento carmelita de Frankfurt(hoy en el Museo histórico). En el vientre de SantaAna, de pie, la Virgen Niña, desnuda, con lasmanos sobre el pecho reza, recogida dentro de unaaureola. La paloma que Santa María tiene en susmanos nos recuerda la concepción pura de María.La obra es de gran interés por las numerosas filac-terías que, procedentes de profetas, reyes, padresde la Iglesia, ofrecen un auténtico tratado dog-mático y literario de la concepción de María.Menos frecuentes serán las realistas representa-ciones, del momento en que Santa Ana está pordar a luz a María, comúnmente denominadas,Natividad de María.

c) La Virgen Anunciada

La Anunciación constituye el momento en el queMaría, por medio del Espíritu Santo, concibe ensu vientre la encarnación del Verbo en la perso-na de Jesucristo. Numerosos artistas han repre-sentado este misterio de la encarnación mostran-do a María con un embarazo en estado avanzado,de manera que no existiese duda sobre la acciónmilagrosa del Espíritu Santo. La Virgen encintao de la O del siglo XVI que conserva el MuseoLapidario, Arqueológico e Histórico de Santiagode Compostela (8) es una Virgen Anunciada querecoge este tipo de representaciones, por otro lado,muy difundido en nuestra península. Se trata deuna escultura polícroma de la Virgen en pie en elmomento que recibe la visita del ángel: la manoizquierda está apoyada en su vientre (exagerada-mente voluminoso) y la derecha alzada en posi-ción de quien escucha. La misma tipología laencontramos en la Virgen portuguesa Nossa Senhorado O, de la iglesia de San Pedro de Malsemäo(Lamego) (9).

La Virgen Anunciada presenta otros aspectos querecuerdan la encarnación de manera explícita. LaAnunciación de Gentile da Fabriano que se encuen-tra en la Pinacoteca Vaticana (figura 2) muestracómo un rayo de luz desciende desde el cielo,atraviesa un rosetón hasta alcanzar el seno deMaría, donde se comienza a generar o esbozar unafigura, evocando claramente las palabras de laEscritura: "en el seno de María el Señor estable-ció su templo". Otro ejemplo de Virgen Anunciadalo hallamos en la María de Ustjug de la GaleríaTrejakow de Moscú: es un icono del siglodonde aparece representado Cristo como el niñode la palabra (logos) situado delante del seno deMaría. Por último, André Grabar en su Christian

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10. Virgen del Parto. Palacio d'Avanzati.Florencia. ¿Rosello di Jacopo Franchi?

11. Madonna del Parto con la perso-nificazione delle virtú scuola fioren-

tina

12. Visitación. Catedral vieja deSalamanca. Dello Delli

13. Vida del Bautista. Catedral deValencia

14. Visitación. Pinacoteca vaticana.Escuela florentina

15. Duda de San José. Catedral viejade Salamanca. Dello Delli

Iconography nos presenta una variante especial-mente interesante de la Virgen Anunciada (10).Se trata de un fresco de la iglesia de San Clementede Ohrid (Yugoslavia) en el que María, al recibirel anuncio del arcángel, se estremece hasta talpunto que es asistida por dos jóvenes —dispues-tos simétricamente— que la sujetan. Grabar, men-ciona antecedentes de esta representación enCapadocia.

d) La Virgen de la Esperanza

Las representaciones de la Virgen de la Esperanzao, simplemente, Virgen encinta, tuvieron una grandifusión en España. Trens recoge algunas obrasde "crudo realismo —en las cuales— la expecta-ción maternal de María llega a tener en la escul-tura un aspecto formalmente inelegante" (11). Aludea la Virgen de la Esperanza, talla en madera polí-

croma de principios del siglo )(VIII, que se encuen-tra en el monasterio de San Juan de las Abadesaso la Virgen del Lledó en Castellón de la Plana,en cuyos vientres presentan una cavidad en la cualaparece el Niño Jesús en estado embrionario (12).No obstante, existen otras Vírgenes de la Esperanzaen el arte español menos realistas donde apareceel disco solar grabado sobre el vientre volumino-so de la Virgen, como alegoría de la luz que hade iluminar al mundo. En la ciudad de Valenciaencontramos dos ejemplos escultóricos de este tipode Virgen de la Esperanza, uno en el Museo dela Catedral de Valencia, de autor desconocido(figura 3) y otra en la iglesia de San Martín, deCapuz (figura 4). Otra variante, en lugar del discosolar, se representa al Niño Jesús envuelto en luz,"como transparentándose a través del vestido desu madre" (13). En el Museo de San Pío V de

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Valencia se conserva una pintura atribuida a Juande Sariñena, la Virgen de la Esperanza (figura 5).Trens nos la describe así: "una multitud de ánge-les músicos acompañan a la Virgen, que está medi-tando las palabras de la Escritura, puesta entre susmanos. Sobre el vientre aparece un pequeño discosolar, con facciones humanas" (14).

El modelo italiano de Virgen encinta o Madonnadel Parto tuvo gran difusión pero, sin llegar nuncaa alcanzar el realismo español. Caroline Feudaleen su artículo The Iconography of the Madonnadel Parto habla de la difusión de este tipo derepresentaciones, sobre todo, de carácter devocio-nal: "It is a way of showing the Incarnation iniconic and devotional form and gives particularemphasis to the Virgin's condition of pregnancy"(15). El ejemplo más conocido es la Madonna delParto de Piero della Francesca, fresco situado enla capilla del cementerio de Monterchi en la pro-vincia de Arezzo (figura 6). La Madonna del Partode Piero fue objeto de un amplio estudio duran-te un simposio internacional que organizó elAyuntamiento de Monterchi en 1980 (16).Recientemente, Maurizio Calvesi ha publicado unartículo sobre esta obra, Nel grembo dell'Arca(17), donde, mediante una lectura atenta a laSagrada Escritura y el estudio comparado con obrasde análoga iconografía, ha dado una nueva lectu-ra interpretativa a la obra. La que ha sido siem-pre venerada como Virgen de las parturientasCalvesi nos la presenta como María-Arca de laAlianza: "L'arca dell'alleanza o della testimo-nianza, depositata nel tabernacolo, custodiava letavole delle legge o della testimonianza, il VecchioTestamento. Maria-Arca custodisce nel propriogrembo il corpo di Gesù, ovvero il Nuovo Testamento,che porta a compimento la promessa fatta da Dioa Mosé" (18).

Los antecedentes de la Madonna de Piero dellaFrancesca los debemos encontrar en la abundan-cia de ejemplos que sobre la Madonna del Partose difundieron a partir del Trecento en Toscana.Gran número de estas Vírgenes fueron destruidaspor la Iglesia después del Concilio de Trento alser consideradas indecorosas. Una obra que hasido recuperada recientemente es la Madonna delParto de Nardo di Cione (19) realizada hacia el1347, fresco que fue incorporado en 1952 a laiglesia florentina de San Lorenzo (20). María estáen pie, bajo un baldaquino en forma de taberná-culo, con columnas decoradas con fragmentos demosaicos. En la mano derecha sujeta un velo quelo dirige hacia la parte izquierda del seno posi-blemente, Piero della Francesca desarrollase estetema, resaltando en particular modo el velo deltemplo—. El velo está entre el manto que la cubrey el largo vestido que lleva sin cintura. En el dedoanular lleva un anillo. La mano izquierda, muycerca del vientre, tiene un libro cerrado. El vien-tre, algo más prominente, está señalado con una

tonalidad más clara. Sobre la cabeza lleva unaaureola dorada en relieve. Esta obra, junto a laMadonna del Parto del Maestro de San Martinoalla Palma, en la iglesia de Santa Maria in Campo(Florencia) constituyen según Feudale: "are enti-rely representative of a composition which, not-withstanding modifications (particularly of gestu-re), is retained in all its basic essentials in thelatter development of the iconography" (21).

Existen algunas Madonna del Magnificat en Italiaque se pueden asociar a la iconografía de la Madonadel Parto. Una de ellas, Madonna del Parto condonantes, conservada en el Museo dell'Opera delDuomo de Florencia, atribuido a Bernardo Daddiper Feudale y de la escuela del Daddi por Offner(figura 8), es una Virgen encinta, no sólo porqueexteriormente evidencia su estado, sino además,por las palabras que se leen en el libro que llevaconsigo: DOLCISSIMA VERGINE MARIA DABANG-NUOLO PRIEGOUI CHE PRGHIATE LVI PERLA SVA CHARITA E PLASUA POTEÇIA MIFACCIA G DICIO CHE MIFA MESTEIRE (22).Por similitud de estilos Feudale atribuye tambiéna Bernardo Daddi, la Madonna del Magnificat con-servada en la Pinacoteca Vaticana (figura 9). Eneste caso recoge el texto de San Lucas (1, 46-48):"MAGNIFICAT ANIMA MEA DOMINUM. ETEXULTAVIT SPIRITU MEUS, QUIA RESPE-XIT".

La representación de la Madonna del Parto desa-rrollará durante el Quattrocento otros tipos deVírgenes encinta en calidad de protectoras de lasfuturas madres. Unas con ángeles y donantes (evo-lución del Magnificat) y otras, con las virtudes entorno a María. Del primer tipo Feudale recoge latabla de la Madonna del Parto atribuida a Rosellodi Jacopo Franchi (figura 10), hoy conservada enel Palazzo Davanzati de Florencia y, del segundotipo, la tabla de escuela florentina Madonna delParto con la personificazione delle Virtú (figura11) de la Pinacoteca Vaticana, donde se apreciaa la Virgen encinta con la corona de doce estre-llas sobre su cabeza y con el índice de la manoizquierda (hoy modificado) señalando el vientre.

e) La Visitación de María a Isabel

Con mayor frecuencia encontramos en las Visitacionesde María a su prima Isabel, la representación másrealista de la Virgen encinta. El Evangelio de SanLucas (1, 41) narra con detalle el momento delencuentro: "Apenas Isabel escuchó el saludo deMaría, el Niño exultó en el seno... Isabel se llenóde Espíritu Santo... Apenas mis oídos han escu-chado tu voz, el Niño ha exultado de gozo en miseno." Han sido muy variados los modos de repre-sentar el encuentro. Nos centraremos en el que seobserva o bien a María e Isabel encinta (vientrevoluminoso, se sostienen por el peso, se acaricianen vientre) o, bien, más realista todavía, donde se

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observan las figuras de San Juan Bautista de rodi-llas que recibe la bendición y el Niño Jesús enpie o sentado con una cruz en una mano y conla otra bendiciendo, dentro del vientre (a menu-do, las figuras de estos dos niños aparecen enestado embrionario). De gran importancia teoló-gica y carismática son estas representaciones, dadoque anticipa y prefigura el pasaje del Bautistarecogido por San Lucas (3, 16) "pero viene unomás fuerte que yo, al cual no soy digno de desa-tarle las sandalias".

En la escultura este tipo de representaciones adquie-re mayor realismo al presentar una cavidad intra-uterina donde se sitúa el embrión; más frecuen-temente son las representaciones extra-uterina quesitúan la representación del embrión superpuestoa la altura del seno (23). Lechner cita un ejem-plo muy representativo del realismo alemán en laobra Maria Gravida o Maria del Neumarkter enel Museo Nacional de Munich. Es una esculturade madera del siglo XVI que destaca por presen-tar una cavidad ovalada situada en su vientre dondeha sido esculpido un Niño, de pie, que bendicecon la mano derecha y con la izquierda sujeta elglobo del mundo. Esta cavidad puede ser cubier-ta con una tapadera de madera.

Un ejemplo único en España de Visitación con larepresentación del Niño en pie que bendice sehalla en el retablo de Dello Delli realizado en laCatedral Vieja de Salamanca (figura 12) donde,según Lechner, el Niño aparece bendiciendo—excepcionalmente— sin aureola (24). Por otrolado, en el Museo de la Catedral de Valenciaencontramos el tipo de la Visitación donde Maríaacaricia el vientre de Isabel. Se trata de una tablaperteneciente al ciclo de la vida de San JuanBautista (figura 13). El gesto delicado de la cari-cia al vientre se repetirá a menudo, aunque esnecesario advertir que difícilmente veremos mani-festado el volumen del vientre como, por ejem-plo, la Visitación, tabla de la escuela florentinadel siglo XV, conservada en la Pinacoteca Vaticana(figura 14).

f) Otras representaciones de la Virgen encinta

Los evangelios apócrifos han desarrollado con granimaginación una serie de momentos de la vida deMaría. En algunos casos, estos momentos han sidorecogidos con gran realismo y exactitud cronoló-gica. Por ejemplo, en la obra de Dello Delli dela Catedral Vieja de Salamanca, donde vemos laDuda de San José (figura 15), el autor ha queri-do dramatizar la difícil situación de San José repre-sentando a María encinta, con la mano izquierdaacariciando su vientre y, sobre todo, con la mira-da triste dirigida hacia su marido que, en esemomento de "crisis", le será revelado por un ángelel misterio de la encarnación por obra del EspírituSanto. Otra obra de gran dramatismo es la Duda

de San José que se encuentra en el Claustro delas Bendiciones de Nonnberge en Salzburgo. Unfresco del 1420 donde según Lechner (25) SanJosé agarra fuerte con la mano izquierda a Maríamientras que con la mano derecha señala con rabiasu vientre. Este ejemplo es de los pocos en losque aparece la cruz (griega) como símbolo deJesucristo en el seno de María.

Las representaciones de María encinta en los díasantes de dar a luz también son frecuentes. No dejade ser dramático ver a María en camino haciaBelén cuando está llegando su hora. En las repre-sentaciones del Viaje a Belén aparece María enci-ma de un asno que junto a su marido se dirigenhacia la ciudad de Judea. Giuseppe M. Toscanonos lo describe así: "i due sposi in viaggio perBethlehem. Maria, prossima al parto, é amore-volmente sostenuta da Giuseppe sull'asinello" (26).En Italia son conocidas varias obras del viaje: enlos frescos de Santa Maria foris portas de Castelsepreio(27), en la Catedra de Massimiamo de Ravena,esculpido en marfil, etc.

La llegada a Belén también será un motivo paradramatizar la proximidad del parto. Lechner reco-ge un interesante ejemplo de María y San Joséen Belén (fechado hacia el año 1515/20) con-servado en la Gemäldegalerie de la ciudad aus-tríaca de Seitenstetten. Esta tabla de altar presentael momento en que los esposos llegan a Belén yno encuentran posada: María se "sujeta" el vien-tre, mientras que San José le indica con el dedouna gruta o establo que se divisa en el paisaje defondo (28).

CONCLUSIONES

En estas páginas hemos visto cada uno de lospasos del drama de la concepción y de la gesta-ción de lo sacro en María, con referencias explí-citas de los textos históricos (evangelios, patrísti-ca) y con añadidos de los hechos no históricos(apócrifos, leyendas, tradición). La contribuciónartística en la representación del "drama de la con-dición humana" ha sido elaborado de manera excep-cional tanto técnicamente como en su composi-ción simbólica. Llevar en el vientre el Cristo quelos profetas anunciaron que vendría a salvar almundo, sin duda, ha creado en un mundo muchomás profano que sacro el mito del "escándalo dela maternidad divina"; "il Cristo, oggetto di scan-dalo nel mondo profano, ha gonfiato al limitidell' intollerabile..." (29).

La representación de la encarnación del Verbo (lodivino) hecho Hombre (lo humano) ha sido unreto para todos aquellos artistas que han queridoreflejar algo más que un misterio, un dogma o unkerygma: la vida de María desde que le vieneanunciada la Gracia hasta que da a luz el Mesías.

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Incluso el Parto o Nacimiento de Jesús será refle-jo minuciosamente como se aprecia en el diseñode Michelino da Besozzo en un pergamino con-servado en la Biblioteca Ambrosiana de Milán:María extenuada del parto, gira la cabeza a unlado. San José asustado por la escena del partocontinúa en un rincón encogido y con los dedosdentro de la boca. También el Niño parece asus-tado mientras que las comadronas lo lavan.

En definitiva, estas obras exaltan la virtud huma-na de la Virgen, al mismo tiempo que constitu-yen un símbolo devocional para las madres y par-turientas de siempre. Muchas de estas obras, poreste motivo, pierden su valor narrativo para asu-mir valor devocional y significado taumatúrgico.

NOTAS

(1) REAU, L.: "Iconographie de l'art chrétien", PressesUniversitaires de France, Paris, 1955-59, vol. 2, pág. 199.(2) MARTIN LECHNER, G.: "Maria Gravida. Zum schwangers-chaftsmotiv in der bildenden kunst", Verlag Schnell & SteinerMünchen, Zürich, 1981, págs. 9-11.(3) Libro del Apocalipsis de San Juan, 12, 1-6: "Y aparecióen el cielo una grande señal: una mujer cubierta de sol, y laluna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doceestrellas... Y fue vista otra señal en el cielo, un dragón quetenía siete cabezas y diez cuernos, y en su cabeza siete dia-demas... Y el dragón se paró delante de la mujer, que estabade parto, a fin de tragarse al hijo, luego que ella le hubieseparido... Y parió un hijo varón, que había de regir todas lasgentes con vara de hierro".(4) TRENS, M.: María. Iconografía de la Virgen en el ArteEspañol, Editorial Plus Ultra, Madrid, 1946, pág. 55.(5) TRENS, M.: op. cit., págs. 75-76.

(6) LEVY D'ANCONA, M.: "The Iconography of the ImmaculateConception in the middles Ages and Early Renaissance", The

College Association in conjunction with the Art Bulletin, New

York, 1957.(7) LECHNER: op. cit., págs. 459-460.(8) CHAMOSO LAMAS, M.: La Catedral de Santiago de Compostela,

Editorial Everest, León, 1987, pág. 91.

(9) LECHNER: op. cit., pág. 339.(10) GRABAR, A.: Christian Iconography. A study of Its Origins,

Princeton University Press, New York, 1968, págs. 128-129.(11) TRENS, M.: op. cit., pág. 81.(12) Recientes estudios de la Virgen del Lledó desmientenlas afirmaciones de Manuel Trens, en cuanto que al internono se encuentra el embrión del Niño Jesús, sino una forma

arcaica de feto.(13) TRENS, M.: op. cit., pág. 84.

(14) TRENS, M.: op. cit., pág. 85.(15) FEUDALE, C.: "The Iconography of the Madonna delParto", en Marsyas, VII (New York), 1958.

(16) VV. AA.: Convegno Internazionale sulla "Madonna delParto" de Piero de la Francesca. Monterchi, 24 maggio 1980.Ed. Biblioteca Comunale de Monterchi, Monterchi, 1982.(17) CALVESI, M.: "Nel grembo del Arca", en Art & Dossier,

número 33, marzo 1989, págs. 16-20.(18) CALVESI, M.: op. cit., pág. 19.(19) OFFNER, R.: A critical and historical Corpus of Florentine

Painting, New York, 1947, vol. III, págs. 28-31. Atribuye laobra a Niccoló di Tommaso.(20) BALDINI, U.: "Note brevi su inediti Toscani" en Bollettino

d'Arte, XL, 1955, págs. 79-81.(21) FEUDALE, C.: op. cit., pág. 10.(22) OFFNER, R.: op. cit., pág. 50. Transcribe el contenidodel libro que la Virgen tiene en sus manos.(23) LECHNER: op. cit., pág. 23.(24) LECHNER: op. cit., pág. 24.

(25) LECHNER: op. cit., pág. 451.(26) M. TOSCANO, G.: "Il pensiero cristiano nell'arte", Istituto

Italiano d'Arti Grafiche, Bergamo, 1960, vol. II, págs. 106-

129.(27) DE CAPITANI D' ARZAGO, A.: "Gli affreschi di S. Mariadi Castelseprio", en VV. AA.: "Santa Maria di Castelseprio",Fondazione Treccani di Alfieri per la Storia di Milano, Milano,1949, págs., 537-740.(28) LECHNER: op. cit., pág. 472.(29) TERRIN, R.: "La Madonna del Parto nell'opera di Pierodella Francesca", en VV. AA.: Convegno Internazionalle sulla

Madonna del Parto di Piero della Francesca, op. cit., pági-nas 111-112.

SUMMARY

Chonological and typological outline of the pregnant Virgin, subdivided into 4 sequences: 1) Evidenceof pregnancy, 2) Significant gestures showing this state, 3) Representation of Chirist in the Virgin'swomb, 4) The Virgin showing the embrto incide of the utherus.

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