"marx y el 'aenigma spinoza'" por nicolás gonzález varela

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  • 8/10/2019 "Marx y el 'Aenigma Spinoza'" por Nicols Gonzlez Varela

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    AENIGMA

    SPINOZA

    MARX Y EL

    MARX AND THE

    AENIGMA OF

    SPINOZA

    Nicols Gonzlez Varela*

    Recibido: 01/03/2014

    Aceptado: 18/04/2014

    *Nicols Gonzlez Varela (1960) es ensayista, editor, traductor y periodista cultural. Ha estudiadofilosofa y psicologa y enseado Ciencias Polticas en la Universidad de Buenos Aires, as comotraducido a Marx, Heidegger, Graves, Owen, Pessoa y Wallace entre otros. Autor de diversos artculosy estudios sobre Arendt, Blanchot, Heidegger, Engels, Graves, Marx, Nietzsche, Pound, Spinoza,colabora en distintos medios grficos y digitales de actualidad y cultura tanto en Europa como enAmrica. La ltima obra que Nicols Gonzlez Varela nos propone es la edicin completa por primeravez en lengua espaola de los escritos polticos del gran poeta lusitano Fernando Pessoa.

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    2/16168 CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    RESUMEN

    Que Marx fue un atento lector del Spinoza poltico ya no hay dudas. La asimilacin ms profundase efectu entre 1841 y 1842, en su fase democrtica, momento que antecede a la trascen-dente Kritik, a la losofa poltica de Hegel y a la superacin del Liberalismo republicano de Bauer

    y Ruge. Marx, siguiendo el propio mtodo hegeliano, refuta al spinozismo poltico simplementeconsiderndolo, no tanto un punto de vista absolutamente falso, sino como no constituyendo elStandpunktms elevado del Liberalismo, que es el de Hegel. Refutando el verdadero sistema,Marx considera a Spinoza como contenido y como momento subordinado de la losofa polticahegelianain toto. El nervio de la refutacin a Spinoza, el ataque en sus propias trincheras, se efecta en reali-dad por un tiro de elevacin en el seno mismo del Hegel poltico. La verdadera Kritikal spinozismo seencuentra en reconocer su punto de vista como esencial y necesario en el desarrollo del Liberalismo,que se encuentra embebido en un nivel ms alto y concreto, tanto losco como poltico, como esla propia Grundlinienhegeliana. Spinoza puede ser entendido en su totalidad, en sus limitaciones ypuntos ciegos, a travs de del proceso de mediacin del parricidio hegeliano de Marx.

    Palabras clave: liberalismo, spinozismo, marxismo, hegelianismo, losofa poltica.

    ABSTRACT

    Marx was an attentive reader of Spinozaspolitical philosophy, no doubts. The deeperassimilation took place between 1841 and1842, in his democratic phase that pre-cedes the transcendental moment of Kritiktothe political philosophy of Hegel and to theovercoming Republican-Liberalism of Bau-er and Ruge. Marx, following the Hegelianmethod itself refutes the political Spinozismby considering it, not so much a point of viewabsolutely false, but as not constituting thehighest Standpunkt of Liberalism, which isthat of Hegel. Refuting the real system, Marxsees Spinoza as content area and as a subor-dinate moment of Hegels political philosophyin toto.

    The nerve refutation of Spinoza, theattack in his own trenches, takes place in re-

    alities by lifting a shot within the same politicalHegel. The True Kritik to Spinozism is to rec-ognize his point of view as essential and nec-essary in the development of Liberalism, whichis embedded in a higher and more concretephilosophical and political level, as is the Hege-lian Grundlinien. Spinoza can be understoodin its entirety, in its limitations and blind spots,through the mediation process conducted bythe Hegelian Marx parricide.

    Keywords: liberalism, Spinozism, Marxism,Hegelianism, political philosophy.

    RESUMO

    Que Marx foi um atento leitor do Spinoza po-ltico no existe dvida. A assimilao maisprofunda se efetuou entre 1841 e 1842, em suafase democrtica, momento que antecede atranscedente Kritikna losoa poltica de He-gel e a superao do Liberalismo republicano

    de Bauer e Ruge. Marx, seguindo o prpriomtodo hegeliano, refuta o spinozismo polti-co simplesmente considerando o mesmo, notanto um ponto de vista absolutamente falso,mas como no constituindo o Standpunkt, maiselevado do Liberalismo, que o de Hegel. Re-futando o verdadeiro sistema, Marx consideraSpinoza como contedo e como momento su-bordinado da losoa poltica hegelianain toto.

    O nervo da refutao a Spinoza, o ata-que em suas prprias trincheiras, se efetua emrealidade por um tiro de elevao no seio deHegel poltico. A verdadeira Kritikao spinozis-mo se encontra em reconhecer seu ponto devista como essencial e necessrio no desen-volvimento do Liberalismo, que se encontraembebido num nvel mais alto e concreto, tantolosco como poltico, com a prpria Grun-dlinienhegeliana. Spinoza pode ser entendidoem sua totalidade, em suas limitaes e pontoscegos, a travs do processo de mediao doparicdio hegeliano de Marx.

    Palavras-chave: liberalismo, spinozismo, hege-lianismo, losoa poltica.

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    3/16169CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    Existi una poca en Occidente en que uno poda ser condenado a muerte por serspinozista. Y no se trataba de un malentendido ni una alegora. Ya en 1717 Buddeus deno-mina a Bento de Spinoza como elatheorum nostra aetate princeps(el gran jefe de los ateosde nuestros tiempos). Alrededor de 1744 un profesor de Pisa, llamado Tommaso Vincen-zo Moniglia, resuma en un libro en el que atacaba los llamados lsofos fatalistas, quela erosin del altar, el trono y los privilegios se deba a una corriente diablica llamadaSpinosismo. Otro escritor, Daniele Concina, llamaba a las ideas derivadas de Spinoza dequesta mostruosa divinita spinosiana. Bayle en su difundido Dictionnaire historique et cri-tique, escrito entre 1647 y 1706, armaba que Spinoza era el primer ateo sistemtico: Ila t un athe de systme, et dune mthode toute nouvelle, quoique le fond de sa doc-trine lui ft commun avec plusieurs autres philosophes anciens et modernes, europenset orientaux; incluso llamaba a uno de sus libros ms polticos, precisamente el Tractatustheologicus-politicusde livre pernicieux et dtestable. Y no era exageracin: el Tractatusser colocado en el Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorumde la Inquisicin comolibro prohibido el 3 de febrero de 1679. Incluso en el tardo ao de 1816, realizando unarevisin del estado de Europa, un contrailustrado llamado Antonio Valsecchi razonaba que

    las causas intelectuales de la Gran Revolucin francesa no se encontraban en Rousseauo Voltaire sino en las obras de Tommaso Hobbes dIngilterra, e Benedetto Spinosa diOlanda. No hay duda que Spinoza fue el bogeymande la Ilustracin radical europea, ypocos historiadores de la losofa o comentadores enfatizan este hecho: su nombre erasinnimo de sedicin y cuestionamiento a los poderes espirituales y terrenales. Su gurase una a otros tericos que destruan toda moral, toda religin, toda tradicin: Maquiave-lo, los libertinos y Hobbes. Entre 1650 y 1750 Spinoza, el escritor de lahideous hypotesis(Hume), era el autor ms subversivo y no tena parangn en cuanto a su trascendenciarevolucionaria materialista, atea, libertina y democrtica.

    Sus enseanzas desembocaran en loslibertines rudites, enLa Mettrie y Diderot

    e inuenciaran a Hegel y a sus epgonos de izquierda: los jvenes hegelianos, entreellos a Moritz Hess y a una joven promesa losca: un renano llamado Karl HeinrichMarx. Es tentador comparar dos pensadores radicales, democrticos y materialistascomo Spinoza y Marx. Un estudio de la recepcin de Spinoza en Marx puede ser unatarea no meramente arqueolgica sino actual y esencial para entender la losofapoltica de Marx, los alcances ticos y polticos de su proyecto. En este intento cor-remos varios peligros: en primer lugar, sobredeterminar la formacin del Marx lsofoexclusivamente por su contacto absoluto e irreversible con Hegel y el hegelianismo,como lo ha hecho la tradicin de esa ciencia formidable llamada Marxologa y muchosbigrafos;1otro peligro es al revs: desde Spinoza tratar de completar el aparente tor-so incompleto de la obra terica de Marx, forzando a Spinoza hasta el lmite de la in-terpretacin y de una situacin hermenutica;2en tercer lugar olvidar que si Hegel fuela encrucijada en el desarrollo y maduracin del pensamiento de Marx, ya el mismoHegel produjo una suerte de spinozismo hegeliano, al integrarlo, no solo dentro de su

    1. A modo de paradigma, el socilogo Michael Lowy al analizar el paso de Marx al Comunismo entre 1842y 1844, simplemente lo incorpora y subsume su propia educacin poltica a las vicisitudes de una genricaizquierda hegeliana (sin identicarla como una lnea poltica liberal), para concluir que la evolucin de Marxse inserta en este marco general (Lowy 1979, 37 y ss).2. Un ejemplo es el libro de Antonio Negri La anomala salvaje. Ensayo sobre poder y potencia en B. Spinoza,Anthropos, Barcelona, 1993, de talante antihegeliano que encuentra la unidad del proyecto humano deliberacin en una supuesta genealoga alternativa basada en Maquiavelo-Spinoza-Marx, a la lnea de me-

    diacin burguesa, representada por Hobbes-Rousseau-Kant-Hegel (Lowy 1979, 242). Una idea que va,contra litteram, con la autointrepretacin del mismo Marx. Curiosamente Negri no consulta los manuscritosde Marx sobre Spinoza en 1841, ni profundiza en su posible presencia en obras ms maduras.

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    historia de la losofa, sino que la losofa hegeliana ya contiene elementos esencialesde Spinoza.3

    La paradoja puede formularse as: Marx, un joven hegeliano, un hegeliano de iz-quierda, se apropiar de la losofa de Spinoza de una manera anti-hegeliana. La lecturade Spinoza es, al mismo tiempo, reconocimiento de Hegel y su parricidio. Pero antesdebemos preguntarnos: En qu condiciones poltico-loscas recibi el joven Marx alsanto y repudiado Spinoza? El Moro de Trier lee crticamente al Marrano de la Raznde Amstel. Tal la compleja ecuacin, tal el enigma. Entre los mismos especialistas spino-zianos la cuestin del montaje del Hefte de 1841 queda pendiente y entre los marxlogoshay hiptesis incompletas, o peor: malentendidos y silencios. Si existe continuidad enla lnea Spinoza-Marx, ella existe exclusivamente como negacin de la negacin, dentrode la amplia Kritika Hegel Si se quiere encontrar un antepasado losco a Marx, eneste punto, ms que a Hegel, es necesario dirigirse a Spinoza? Lo podemos hacer, comoejercicio anmalo de historia de la Filosofa, pero precisamente para comprobar que es-tos dudosos criterios determinantes hacen desaparecer al Marx real, ciegan su evolucinconcreta. Una marcha atrs, una nostalgia hermenutica para arrancar un slido punto

    de partida marxiano, punto que debe buscarse en el propio pensamiento de Marx, enrealidad descubre un falso refugio que esconde la impotencia de hacer frente al rico ma-terial que nos invita a ser dominado, sintetizado y unicado en profundidad. No hay quebuscar la salvacin en las torsiones textuales, los frceps terminolgicos, acoplamientoscaprichosos, que solo exhiben una huida y ms pobreza. Entre Baruch, el hebreo vir-tuoso, y Marx pueden encontrarse semejanzas, analogas, lneas generales que cruzanambos pensamientos. Un ejemplo se encuentra en la tica, su libro ms respetable desdeel punto de vista acadmico: all Spinoza dene al dinero como compendio de todas lascosas (IV, captulo XXVIII), en el cual se desarrolla la servidumbre humana: Pero el dineroha llegado a ser un compendio de todas las cosas, de donde resulta que su imagen suele

    ocupar el alma del vulgo con la mayor intensidad, expresin que tomada a la ligera, literal-mente y sin ms recuerda la denicin del dinero del Marx maduro en Das Kapitalcomoequivalente general en el proceso de intercambio de mercancas.

    Es evidente para cualquier lector de Spinoza que en su losofa prctica, inclusiveen su libro ms ambicioso, la tica, existe un enorme dcit, un vaco terico tanto en elanlisis de las relaciones sociales como en la estructura econmica, para que podamoshablar de algn tipo de encuentro o incluso de inuencia predecesora. Marx ciertamenteha ledoa Spinoza y podemos, sin olvidar al propio Marx,servirnosde Spinoza para leerdesde otra perspectiva a Marx y volver a investigar a Spinoza despusde Marx. Los es-tudios de los aos 1970s, en especial en Francia e Italia, se han impuesto sobre la ideademasiado simplista de un Spinoza materialista y ateo (habra que explicar primero qutipo de atesmo y qu tipo de materialismo), un esquema interpretativo, un clima exegti-co, que puede denirse como idealista y pantesta: la tradicin althusseriana en Francia ylas importantes contribuciones de Emilia Giancotti en lengua italiana, que ha inuenciadoa Negri, pueden sintetizarse en la idea que podemos utilizar a Spinoza paraleer mejoraMarx. Althusser deca con razn que a Spinoza, hay que leerlo, y saber que existe: queexiste an hoy. Para reconocerlo, hay que conocerlo al menos un poco, pero al mis-mo tiempo que reconoca su grandeza, Althusser buscaba en Spinoza una alternativagenealgica tanto al Dia Matcomo al Existencialismo de corte lomarxista, es decir:Spinoza como una suerte de Odiseo, luchando entre Escila y Caribdis, y que permitira

    3. Sobre el spinozismo hegeliano, vase Chiegerin 1961. Spinoza est, casi como un hilo rojo, en todo eldesarrollo intelectual de Hegel desde Tubinga. Chiegerin demuestra que el Spinozismo, o sea in denitiva,limpostazione monistica spinoziana, fu il substrato culturale asimilato inizialmente da Hegel (Chiegerin1961, 170).

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    ir ms all de Marx, o al menos, completar el parricidio losco de Marx con respecto aHegel. SpinozaprimaMarx. Althusser, un reo confeso del Spinozismedesde mucho an-tes de conocer a Marx, ve en Spinoza un fulcro, el denitivo, para leer de manera correcta(no-hegeliana) Das Kapital, llegando a considerar a la losofa spinoziana como la mayorrevolucin losca de todos los tiempos. Leer a Spinoza, signica en clave althusseri-ana, apropiarse de la nica tradicin materialista en Occidente. Rpidamente Althusserconsidera que en primer lugar en Spinoza se encuentra una teora del conocimiento queva de lo abstracto a lo concreto (tal como Marx lo practica en los Grundrisse); en segun-do lugar, Spinoza es la anticipacin de su propia teora de la causalidad estructural: lacausalidad de Deu sive naturainmanente en el Mundo, sera la ms clara formulacin desu famoso principio del Proceso sin sujeto y de la necesidad de articulacin de lo real(relacin spinoziana entreseriesy connexio); nalmente Althusser considera a Spinoza elprimer terico de la Ideologa (por su elaboracin de la necesidad de la ilusin en la rel-acin entre Estado & pueblo), que denir incluso los modos de produccin ideolgicos(realidad imaginaria, inversin interna, ilusin del sujeto). A partir de aqu, Spinoza aparececomo la autntica Nmesis de Hegel, antagonista materialista y lsofo anti dialcticopar

    excellence, tericoavant la lettredel proceso sin sujeto, o sea, del propio estructuralismomarxista de Althusser. Salir de la trampa del Estructuralismo burgus y del Dia Matstalinistausando a Spinoza, tal la empresa althusseriana, signica renunciarin totoa la Dialctica yexpurgar de Marx todo residuo hegeliano. En el mismo sentido van las interpretaciones, convariaciones menores, de la escuela althusseriana (Macherey, Negri, Balibar, etc.), que ven aSpinoza como el lsofo de la inmanencia absoluta, una posibilidad de renovar los funda-mentos del Iusnaturalismo (el derecho natural), en radical oposicin y enfrentamiento con lagenealoga trascendente que comenzara en Hobbes. Spinoza es la real y solitaria alterna-tiva a Hegel, Spinoza es el camino nunca recorrido de la losofa occidental. Spinoza no esun momento a superar, nada deaufgehobencomo lo explicaba Hegel en su Historia de la

    Filosofa, sino que su pensamiento es un camino bloqueado, jams recorrido en Occidente.De una parte habra una tradicin perversa de la Modernidad burguesa(Hobbes-Rousseau-Hegel); y una de crtica al pensamiento de la trascendencia alternati-vo (Maquiavelo-Spinoza-Marx deshegelianizado). La oposicin spinozianapotentia versuspodestasnos permite, como dice Emilia Giancotti, proceder a una lectura puramente con-ictual (ya no dialctica, ya no en clave hegeliana) de la contradiccin entre Arbeitskraft(fuerza de trabajo) y las relaciones de produccin (Verhltnisseproduktion). Spinoza habrempezado a desarrollar una Ontologa de la relacin (parafraseando a Balibar), una teorageneral de la comunicacin, de la cual podran derivarse diversas formas de vida racio-nal, imaginativa y poltica. Aunque la tradicin interpretativa inaugurada por Althusser hatenido mucho de positivo sobre el rido terreno, banal terreno dira, del Postmodernismofrancs e italiano, pero son evidentes sus esquematismos, su falta de precisin los-ca, en algunos casos su forzadas categoras y sus presupuestos ideolgicos. Althusserhaba refundido a Spinoza hasta convertirlo en el predecesor materialista & inmanentis-ta de Marx y de l mismo. Spinoza (y Descartes su maestro) generalmente etiquetados,con rapidez e imprecisin, como materialistas, aunque habra que llamarlos, con msacierto, como naturalistas, uno dualista; el otro, Spinoza, que intent construir un siste-ma inmanentista (el gran centro de atraccin para la tradicin althusseriana). Spinoza nodej de ser un cartesiano crtico, con todo lo que implica. La supervivencia, inesperaday fantasmagrica, de la oposicin metafsica entre la extensin y el pensamiento, hacenmuy problemtico que pueda ser calicado como materialista, ya que sigue existiendo

    la oposicin entre Ser (pensamiento) y no-Ser (cuerpo), cuestin que en un autntico Ma-terialismo carece de sentido. No hay dudas que Spinoza intent renovar al Naturalismode una forma novedosa con aportes de antiguos lsofos materialista antiguos (Epicuro,

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    6/16172 CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    Demcrito, por ejemplo), que despus, en feliz coincidencia, tambin atraeran el intersdel joven Marx. En Althusser, su idea materialista (no dialctica) se basa en la imposibili-dad de salir de la relacin y conexin infraestructura econmica y superestructura (jurdi-ca, poltica, etc.), si mantenemos est feliz tpica, es imposible caer en el delirio idealis-ta. El materialismo spinozista, como ya dijimos, tiene esa carencia fundamental, ya quese encuentra ausente todo anlisis social o econmico, sin hablar de su credo minimum,Spinoza segua siendo un ebrio de Dios como le llamaba Novalis, o pensemos por unmomento que la acusacin que ms la dola a Spinoza era precisamente que se le cali-cara de ateo. Su idea puede ser anti idealista, pero es muy problemtico calicarla dematerialista. No es casualidad que Althusser reexionara sealando que seguramenteun marxista no puede llevar a cabo el rodeo anti hegeliano por Spinoza sin arrepentirse,pues la aventura es peligrosa y hgase lo que se haga siempre le faltar a Spinoza loque Hegel dio a Marx: la Contradiccin Se puede pensar el Materialismo de Marx sin elmtodo dialctico? No lo puedo imaginar. El intento, una fuga terica del Estructuralismo,de buscar argumentos para el Materialismo que propugnaba Althusser puede llegar allmite en el que lainterpretatio desgure no solo a Spinoza sino al propio Marx. La exge-

    sis de Negri se encuentra rmemente asentada en la tradicin althusseriana, de la que yahablamos, pero abreva en la profundidad lolgica de Giancotti, gran estudiosa italianade Spinoza. Su libro Lanomalia salvaggiafue inmediatamente traducido al francs yeditado con tres prlogos!, uno del althusseriano Macherey, otro del lsofo posmodernoDeleuze y nalmente del estudioso spinozista Matheron. Aunque Negri, otra paradoja, nose centra en el Tractatus theologico-politicus, sino en el inconcluso Tractatus politicus,que Marx jams comenta. La clave de su lectura es la idea que en Spinoza se encuentranen realidad dos Spinozas: uno inicial, inferior, pantesta, asctico-calvinista (incluso neo-platnico y utpico, hasta en exceso dialctico!) y un Spinoza ms complejo y avanzado,de un naturalismo materialista, anti-teleolgico, que es precursor ad litteramdel propio

    Marx, y que no habra podido cristalizarse debido a las insuciencias en el desarrollo delas fuerzas productivas.El segundo Spinoza sera absolutamente indispensable para recupera a Marx de

    su empantanamiento en la hipoteca hegeliana Esta ruptura epistemolgica estara enla interrupcin de su tica, durante el cual escribi el Tractatusy obra a la cual volvi dealguna manera ms materialista, y contradiciendoin menteal anterior Spinoza. Por su-puesto, Negri es incapaz de demostrar este cupurealthusseriano con seriedad lolgi-ca, como muchos crticos han sealado, dramatiza una tensin que no existe, lo mismoque le sucedi a su maestro con el joven Marx. Por cierto, nada ms pseudohegelianoque estas ideas de ruptura y en-s-y-para-s! Negri piensa a Spinoza tal como lo habainterpretado el mismo Hegel! Muchos analistas, no sin razn, han denido al ltimo Ne-gri como un hbrido ideolgico entre un joven-hegelianismo y el Posmodernismo. Encuanto al eje poltico materialista que Negri encuentra en la oposicin de Spinoza entrepotentiaversuspotestas, el acento termina, injusticadamente, en hacer recaer a Spino-za en posiciones cuasi-anarquistas, del lado exclusivamente de lapotentia. Recordemosque la idea de Spinoza de la democracia, al igual que sus propuestas de formas de go-bierno monrquicas, se inclinan hacia la Aristocracia. De hecho, l limita el alcance de laDemocracia de tal manera (excluyendo en el pstumo Tractatus politicusa trabajadoresmanuales y mujeres en general, adems de tolerar la institucin de la Esclavitud) que essolo por un tecnicismo que no es una Aristocracia. Para Spinoza, que es mucho mscomplejo de lo que piensan sus comentadores posmodernos, la Democracia se diferen-

    cia de la Aristocracia (el reconoce tres formas bsicas de gobierno) solo en el mtodo deseleccin de su lite gobernante, no en el tipo de poltica llevadas a cabo en ella.

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    7/16173CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    En este sentido Spinoza es un realista. Lo que es muy importante como aporte negati-vo para la futura crtica materialista a la Democracia burguesa (la forma republicana) que harMarx.

    Cul es el signicado de Spinoza en la teora y en la praxis de un joven Marx?El documento ms importante de esta apropiacin es el Hefte Spinoza, escrito en Berlnentre marzo y abril de 1841.4En un primer momento, en esa formidable ciencia llamadaMarxologiese pens, deducciones entresacadas de consejos a Marx de Bruno Bauer, quelecturas y extractos fueron realizados en vista a un eventual examen oral que deban pasartodos los candidatos al doctorado en la Universidad de Berln.5Pero si se excluyen losdos cuadernos de Aristteles, las fechas de estos Exzerptehacen improbable la hipte-sis: Marx ya era Doktor en Filosofa en marzo de 1841. Spinoza ya llamaba la atencindel joven Marx unos aos antes. Los siete cuadernos sobre Epicuro de 1839-1840 sonuna parte del trabajo preparatorio, seguramente enorme y exhaustivo segn las tcnicasde trabajo marxianas, y un elocuente ejemplo de la seriedad cientca ya en su pocauniversitaria. No solo de formalidad acadmica: ya aqu es evidente el pathos polticoliberal de izquierda del joven Marx.6En los cuadernos no solo hay extractos de Epicuro,

    de doxgrafos como Digenes Laercio, Sexto Emprico, Plutarco, Lucrecio o Gassendi.Por primera vez aparece una referencia de Marx a Baruch de Spinoza. Analizando un librodel especialista Bauer sobre Scrates,7Cristo y el platonismo en la Religin, el joven Marxdelinea una genealoga muy signicativa:

    La actitud de los lsofos ms (intensivren Philosophen), como Aristteles, Spinozao Hegel, adoptan una forma ms general, menos sumergida en la Forma del sentimientoemprico (empirische Gefhl), por eso al fervor de Aristteles, cuando ensalza la (theora) como lo mejor, como la cosa (ms agradable y noble),o cuando elogia la racionalidad de la Naturaleza en su tratado (Sobre la Naturaleza de los Animales)8o la inspiracin de Spinoza, cuando habla de

    la consideracinsub specie aeternitatis(Bajo la especie eterna) del amor a Dios o de lalibertas mentis humanae(Libertad de la Espritu humano), el fervor de Hegel cuando de-sarrolla la eterna realizacin de la Idea, el magnco organismo del universo del Espritu;esta inspiracin es ms lograda, ms clida, ms beneciosa para el Espritu de la CulturaUniversal prende la llama del puro fuego de la Ciencia estos son losspiritusque ani-man el proceso de desarrollo de la Historia Universal (Marx y Engels 1982, 135). Aqu es evidente el conocimiento profundo de Marx de Spinoza (en especial de sutica), un conocimiento que solo en parte era debido al excursushistoriogrco y losf-

    4. Remitimos al lector a nuestra propuesta de traduccin y edicin, primera en espaol: Marx, Karl Heinrich,Cuaderno Spinoza.

    5. Carta de Bruno Bauer a Karl Marx, 30 de marzo de 1840. Tambin vase la tesis de Maximilien Rubel(1978) y tambin Pour une tiologie de lalination politique: Marx lecole de Spinoza. Rubel inclusoapunta a un conocimiento insuciente y supercial de la obra spinoziana: Marx avait dj plus quune con-naissance vague de cette uvre. Se puede comprobar con certeza el conocimiento de Marx de la Etica,del Tractatus theologicus politicus, del Tractactus politicusy de la correspondencia, de acuerdo a la edicin dePaulus de 1802.6. Cuando Lassalle le enva su libro sobre Herclito, Marx recuerda este trabajo de una manera muy pecu-liar, sealndole que en su juventud tuvo sobre Epicuro un inters ms poltico que losco (Marx 1857,547). En otra carta a Lassalle, Marx le confesar, despus de haber ledo su libro, que l haba hecho untrabajo anlogo sobre un lsofo mucho ms fcil, Epicuro, intentando la exposicin del sistema a partir defragmentos, un sistema a propsito del cual yo, estoy convencido, encontramos, como en Herclito, en losescritos de Epicuro en s mismos, pero no en una sistematicidad desarrollada (Marx y Engels 1858, 561).

    7. En otro contexto opuesto, el libro de Bauer que emparentaba a Scrates con Cristo, y a Platn como unprecursor del Cristianismo moderno, ser uno de los objetos de crtica del joven llogo Nietzsche.8. Marx cita una obra inexistente o mal escrita. La referencia corresponde aPeri zn morin, Sobre las partesde los Animales, I, 5, 645, a, 5-6, en edicin latina conocido como De Partibus Animalium.

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    8/16174 CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    ico-poltico de la izquierda hegeliana. Hay que recordar la inuencia de Ludwig Feuer-bach y su Historia de la Filosofa, ampliamente leda en los crculos berlineses, en la cualSpinoza es el punto clmine del desarrollo de la Filosofa Moderna.9 Para Feuerbach,Spinoza tiene un rol esencial en la Historia Universal, porque posee una intuicin interior,una intuicin de la Naturaleza de la Cosa, en lugar de la representacin de una Potenciairracional extra-esencial (Feuerbach 1833, 179).

    Incluso la propia losofa especulativa es, a su entender, parte de una venerabletradicin que se inicia con la ruptura de Spinoza, es revivida y perfeccionada por Schellingy culmina en Hegel. Para Feuerbach, como para el joven Marx, Spinoza es el verdadero fun-dador de la Filosofa como Ciencia de la Verdad, que no se ve afectada ni confundida porla aspiracin y veleidad del lado pasional del alma humana. Y para ambos, Spinoza es elmodelo de una Filosofa Prctica aplicada a los problemas humanos de su tiempo. Sabe-mos que durante la preparacin de su tesis doctoral, la Dierenz, Marx utiliz y conocaen detalle la obra de Feuerbach Geschichte der neuern Philosophie von Bacon von Verulambis Spinoza. Los puntos de contacto entre la tica epicrea clsica y Spinoza resultaban sindudas evidentes e indudables para Marx.10En el Cuaderno IV, cuando Marx haga entrar en

    escena a Lucrecio y extracte pasajes de su De rerum natura, transcribir una proposicinde la tica spinoziana:beatitudo non virtutis praemium, sed ipsa virtus(la dicha no es elpremio de la Virtud, sino la Virtud misma), para a continuacin anotar: Die erste Grundlagephilosophischer Forschung ist ein khner freier Geist(El primer fundamento de una investi-gacin losca es un espritu libre y audaz) (Spinoza 1833, 426). Spinoza, a los ojos de losjvenes hegelianos, era el verdadero fundador de la Filosofa Especulativa moderna y comocorolario se deduca que el Atesmo era la consecuencia necesaria del Pantesmo spinozista.Marx vuelve a hablar de la Dialctica, despus de su largo silencio desde la carta a su padrede 1837: Muerte y Amor son los mitos de la Dialctica negativa (negativen Dialektik), puesla Dialctica es la luz elemental interior (innre einfache Licht), el ojo penetrante del Amor,

    el Alma ntima que no es oprimida por el Cuerpo de la Escisin material (materialischenZerspaltung), el lugar interior del Espritu. As que su mito es el Amor; pero la Dialctica estambin la corriente avasalladora que quebranta la multiplicidad y su limitacin, que sub-vierte las Formas autosucientes (selbstndigen Gestalten), sumergindolo todo en el Amornico de la Eternidad. As que su mito es la Muerte. Ella (la Dialctica) es, pues, la Muerte,pero es a la vez el vehculo de la Vitalidad (Vehikel der Lebendigkeit), del despliegue en losjardines del Espritu, el desbordarse en la espumante copa de las simientes puntuales,de las que brota la or del fuego nico del Espritu. Por eso Plotino la llama medio parala (haplosis, Vereinfachung, simplicacin) del Alma, para la unin inmediata conDios, una expresin en la que se unen ambas cosas y, al mismo tiempo, la (theoria,Theorie, teora) de Aristteles con la Dialctica de Platn (Marx y Engels 1982, 137).

    Ya en su inicio Marx crtica y se separa crticamente del mismo Hegel: Hegel hadenido bien el carcter general de estos sistemaspero su concepcin de lo que lllamaba Filosofa Especulativa par excellence le impeda a este gigantesco pensadorreconocer la gran importancia que estos sistemas tienen para la Historia de la FilosofaGriega y, de un modo ms general, para el Espritu griego. Y tiene dos antdotos podero-sos: Epicuro y Spinoza. Pensaba, siguiendo la vuelta a Fichte que haba efectuado BrunoBauer, que haba llegado la hora de mostrar su importancia y su papel como expresin de laFilosofa de la Conciencia-en-s: Son ellos (epicreos, estoicos, escpticos)los lsofosde la Autoconciencia(Philosophen des Selbstbewutseins) (Marx 1975, 5). Sobre las nue-vas tareas de la Filosofa, Marx declara que:

    La condicin de los Antiguos es la accin de la Naturaleza, la de los Modernos la9. Tambin su trabajo sobre Leibniz (Feuerbach 1837, 179).10. La frmula es del propio Feuerbach (1984, 21).

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    9/16175CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    accin del Espritu. La lucha de los Antiguos solo poda concluir al destruirse elcielo visible, el nexo sustancial de la Vida, la fuerza de gravedad de la existenciapoltica y religiosa, ya que la Naturaleza tiene necesariamente que escindirse paraque el Espritu se una a s mismo. Los griegos la quebraron con el ingenioso martillode Hefesto, separndola en estatuas; el romano le hundi la espada en su corazn,y los pueblos murieron, pero la Filosofa Moderna arranca el sello a la palabra, dejaque se evapore en el fuego sagrado del Espritu y, como luchador del Espritu conel Espritu, y no como un apstata cado y aislado de la fuerza de gravedad de laNaturaleza, la hace universalmente activa y diluye las formas que no cesan de bro-tar de lo universal (Marx y Engels 1982, 88).

    Es evidente que el joven Marx est plenamente inuenciado por la Filosofa de la Auto-conciencia de Bruno Bauer, el cual ejerce, junto con Hegel, una notable y comprensivafascinacin, y adems es innegable el trasfondo de muchas tesis de Spinoza, pero de unSpinozabauerianne. Los cuadernos de 1841 tienen una peculiaridad: revelan de modo signicativo nosolo la misma personalidad del joven Marx, sino sus intereses intelectuales a mediano

    plazo. Marx con Spinoza no se asume como mero seleccionador o con un objetivo deamanuense, sino como autor. La grafa en los cuadernos es la de Marx, pero el ttulo for-mal de la cubierta (Spinozas Theologische-politischer Traktatus) es de un copista annimo.Despus del ttulo, vuelve a aparecer con la grafa de Marx una aparente autora: von KarlHeinrich Marx. Berlin 1841. En el tomo dedicado a losJugendarbeiten-Nachtrge, Riazanov(1927), en su Einleitung, los data con precisin y lanza la hiptesis que podran haberseescrito ante la posibilidad de una carrera acadmica con Bruno Bauer en la Universidadde Bonn. Se ha dicho que con este ltimo gesto se puede ver la alusin (irnica?) a ungesto de apropiacin de un pensamiento con el n de utilizarlo como propio (Rubel 1977,15)11Cmo ha de entenderse este subttulo?, se pregunta Rubel, y contesta que Marx

    parece que quiere dar a entender que retuvo de Spinoza todo lo que crey necesario paraconstruir su propia visin del mundo y de las relaciones humanas, siendo la verdad obrade toda la Humanidad y no de un individuo () el pensamiento de Spinoza le conrmabaen su determinacin de conceder a Alemania la seal de lucha por la Democracia Fuepor lo tanto en la escuela de Spinoza, y no en la de Hegel, donde Marx aprendi a conciliarNecesidad y Libertad (Rubel, 2000, 254-255). Especialistas spinozianos de calibre, como Matheron, han hablado, en modo per-suasivo y documentado, de un verdadero y autntico montaje del joven Marx (1977,160).12Pero lo cierto es que el Heftede Spinoza es un texto propio de Karl Marx utilizan-do las palabras de Spinoza, pero ya no esSpinoza. Los cuidadosos editores del nuevoMEGA lo calican tcnicamente como un zusammengestellte Exzerpte (compilacin deextractos),13un trmino que utilizan para calicar a otros cuadernos y Exzerptede Marx,como los de Kreuznach de 1843 (donde aparece la importante Kritik a la Filosofa delDerechode Hegel) o los famosos econmicos-loscos de Pars de 1844.14Los BerlinerHefte, en especial los dedicados al pensamiento de Spinoza, no pueden ser consideradosmeros Vorarbeitenen vista a una tesis, ni tampoco una inversin en capital cultural con

    11. Rubel ha sido el primero, mucho antes de la publicacin completa en la nuevaMEGA, de darse cuentaque losExzerptesobre Spinoza no eran como los otros del perodo berlins. Vase tambin su ensayo Leconcept de dmocratie chez Marx (2003, 193).12. Matheron intenta una demostracin paso a paso desde el punto de vista de Spinoza. Una tesis que aRubel le parece exagerada, pero sin contraprueba lolgica alguna, en su artculo Marx lcole de Spi-

    noza (1985, 389).13.MEGA, 2, IV, I, Apparat, 773.14. Para la referencia a los llamadosKreuznacher Hefteescritos en 1843, vaseMEGA, 2, IV, 2, 9-278; paralosPariser Hefteescritos en 1844, vaseMEGA, 2, IV, 283-579.

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    10/16176 CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    vistas a una posible carrera acadmica, sino el genuino y autnomo inters intelectual deljovenhegeliano Marx. Los cuadernos de Spinoza no presentan el pasado del joven Marx,sino, al revs, en ese inicio del ao 1841 sealan su futuro inmediato Cul? Si podemosencontrar un dtouren esta re-apropiacin de Spinoza, este solo puede ser inteligible y pen-sado desde la superacin del Liberalismo, quaMonrquico,quaRepublicano, el Rechtsstaatprusiano en crisis, de un joven hegeliano de izquierda. Spinoza se presenta como arma enla Parteikmpfe. Recordemos que los jvenes hegelianos pueden ser considerados comouna unidad de cuatro caras: son simultneamente Escuela losca-Partido poltico-Bo-hemia periodstica-Secta atea.15Durante 1840, Bruno Bauer publicar varios escritos deenorme importancia dentro de esta guerra, un opsculo Die evangelische Landeskirche Pre-ussens und die Wissenschaft(La Iglesia Evanglica prusiana y la Ciencia)16y un libro tituladoCrtica de la Historia Evanglica de Juan (1840), aplicando de manera radical el punto devista de la innita Autoconciencia, partiendo de la unidad hegeliana entre Form und Inhalt,forma y contenido (materia). Bauer armar que la conciencia religiosa se opone, comoconciencia alienada y unilateral, a la conciencia libre y a la eticidad (la Sittlichkeithegeli-ana que se compona de Familia y Estado). La conciencia religiosa reduce y reprime el yo

    alienado en s mismo. Cristo, que naci y vivi contra la Naturaleza del Mundo, dir Bauer, yno pertenece ni a familia ni a Estado alguno, es justamente la esencia objetivada del hombrelibre de toda potencia sustancial, smbolo de la pura Ichheit, de la pura yoidad, del extravodel subjetivismo y, por tanto, cima de todas las religiones. El terrorismo teolgico de Bauertena como presupuesto que despus de aniquilada la Religin, el problema ya no serlosco, sino humano y la Kritikes la crisis que saca al hombre del delirio y lo lleva aun reconocimiento de s mismo (1842, 203).

    El Atesmo crtico tiene como lgica consecuencia, el libre desarrollo, sin atadurasni formas perversa de vida alienada, de la naturaleza humana y sus instituciones, al haber-las desembarazado de cualquier cosa extraa al proceso espiritual de la Vida y la Razn.

    Bauer ya haba denido la herencia de Hegel con una frmula trinitaria que conformaban elAtesmo, la Revolucin y la Repblica.17Ocultado por el velo de una mitologa trascenden-talista, el hombre se encontrar por n, gracias al trabajo de zapa de la crtica pura, con unncleo transparente basado slidamente en la experiencia. En esos aos, 1839-1840, elKlub evoluciona rpidamente hacia la izquierda liberal, aunque un observador lo describi,justamente en el verano de 1840, todava como un grupo desbordante de entusiasmo porla Monarqua Constitucional. La fase del monarquismo liberal-constitucional parece quese super muy pronto y se aceler con el alejamiento de Bauer a Bonn, ya que desde elinvierno de 1840 el Klubpas sintomticamente a denominarse Los Amigos del Pueblo,18ocupando un lugar especial en la izquierda republicana de Berln. Marx tuvo la intencinde atacar a los viejos hegelianos, el ala conservadora, en particular al telogo protestantePhilip Konrad Marheineke, que haba sido el maestro y protector de Bruno Bauer y era ellder natural de esa fraccin. Pero a pedido de Bauer, que deseaba mantener los puentesintactos con la derecha hegeliana, renunci a este proyecto y articul su crtica contra eltelogo catlico Georg Hermes, quien inspirndose en Descartes, Kant y Fichte, intentabaconciliar de nuevo la Filosofa con el Dogma religioso. El Hermesianismusno solo era unproblema cristolgico abstracto: haba logrado una alianza poltica efectiva con el ahoracada vez ms reaccionario Estado prusiano.19En el verano de 1840 el libro contra Hermes

    15. Vase Essbach 1988.16. Annimo (Bauer, Bruno).Die evangelische Landeskirche Preussens und die Wissenschaft, Otto Wigand (Leipzig,

    1840).17. (Annimo). Bekenntnisse einer schwachen Seele. EnDeutsche Jahrbcher, 1968: 71-90, la frmula en 86.18. Nombre inspirado en el nombre del diario creado por Jean-Paul Marat en 1790.19. Hermes, 1819-1829. El libro fue declarado hertico por el Vaticano, segn una bula papal de Gregorio XVI

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    11/16177CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    estaba terminado y Marx le solicit a Bauer su ayuda para encontrar un editor en Bonn. Ellibro jams fue editado.20

    El combate contra Hermes puede ser mejor comprendido desde el montaje deSpinoza y viceversa: Marx sostiene, siguiendo a Hegel y a Bauer, la idea de que la realesencia del Estado es el desarrollo libre. El Staatracional es el actor dialctico del progre-so en la Historia, tendencia que puede ser pervertida por fuerzas opuestas a su esencia,como el elemento religioso no subordinado. El Estado convierte los nes individuales ennes generales, los toscos impulsos en inclinaciones morales, la independencia naturalen libertad espiritual, es la realizacin de la Libertad racional, que Marx entiende comoidenticndose con la Naturaleza humana, cuyo contenido peculiar es la Autodetermi-nacin de acuerdo con su propia constitucin interna. Sin embargo, el discurso crtico deeste perodo marxiano es el combate contra el Estado religioso, como puede verse en elcontenido de sus trabajos y en el Nachlass, y aqu es que surge como arma losca deprimer nivel el Tractatuts theologicus politicus(y no el Tractatus politicus) spinoziano. Marxseala que el Estado verdaderamente religioso es el Estado teocrtico, porque en esteel dominio de la Religin no es sino la Religin del Dominio, el culto de la Voluntad del go-

    bierno (1988, 102), y como ejemplo se presenta el paradigma spinozianopar excellence:el Estado teocrtico judo. Tal como en el montaje del Hefte, Marx plantea una frreadicotoma, Dilemma, entre el Estado cristiano (christliche Staat) y el Estado democrticolaico, el Estado de la Libertad racional (Staat der vernnftigen Freiheit) que no puede de-sarrollarse partiendo de la Teologa cristiana. El Estado, concluye Marx, no puede constru-irse partiendo de la Religin, sino partiendo de la Razn de la Libertad (Vernunft der Frei-heit), proceso que denomina die Verselbstndigung des Staatsbegris, sustantivacin delConcepto de Estado, que remite a aquella frmula destacada en el Hefte de Spinoza: elverdadero n de la Repblica (Reipublicae) es, pues, la Libertad. En este momento Marxno considera nunca al Estado con el simple poder gubernamental; lo entiende siempre

    desde una ptica joven-hegeliana como una totalidad tica, una Sittlichkeit, que expresalos intereses de la Soberana popular (una radical distincin con el concepto spinoziano).Spinoza es un paso en la emancipacin de la Poltica de la Teologa, delProzess de sus-tantivacin en el duro trabajo de llegar el Concepto.

    Marx tambin proyectaba escribir una crtica-farsa, al mejor estilobauerianne, titula-da Fischer vapulans(Fischer vapuleado), inspirado en un libro de Karl Philip Fischer. Fischerjusticaba el Tesmo desde el punto de vista de la Filosofa, una afrenta para los jveneshegelianos, por lo que Bruno Bauer la consideraba una obra abominable.21Marx segua dealguna manera la propia tctica simultnea del Partido de Bruno Bauer, el Robespierre de laTeologa (Feuerbach): mientras planicaban una larga marcha a travs de las instituciones,(Bauer como Privatdozentde Teologa en Bonn, Marx con la esperanza de acceder a unaplaza universitaria como auerordentlicher Professor, profesor extraordinario) preparanla batalla crtica-crtica contra el tradicional mundo acadmico (Stahl, Schelling), con-tra la Religin ocial (Pietismo) y contra las formas reaccionarias del Estado prusiano. Elmontaje de Marx da la impresin de estar escrito para ser publicado o bien en el fallidoArchiv des Atheismuscon Bauer, o en algunos de los rganos jovenhegelianos de la po-ca. Para el Marx de 1841, Spinoza poda considerarse un hroe intelectual de la Moral,al que iguala en esta virtud limitada con Kant y Fichte, pero muy detrs de Hegel; todosestos autores parten de la existencia de una Contradiccin entre la Moral y la Religin,

    llamadaDum breve acerbissimasde 1835 e includo en el Index de los libros prohibidos.

    20. Carta de Bruno Bauer a Marx, 25 de julio de 1840 (Marx y Engels 1975, 349). Parte del libro sobreHermes ser utilizado en el artculo polmico Der leitende Artikel in Nr. 179 der Klnischen Zeitung, dejulio de 1842.21. Carta de Bruno Bauer a Marx, 1 de marzo de 1840 (Bauer 1840,340).

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    12/16178 CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014):

    puesto que, segn ellos, la Moral descansa sobre la Autonoma y la Religin sobre la Het-eronoma del espritu del Hombre (Marx 1988, 3 y ss). Bauer (siguiendo a Hegel) ya habacolocado a Spinoza en una genealoga que llam Faccin idealista junto a Descartes yLeibniz (1996, proposicin 69b, 189). La misma Widerspruch que se hace actual bajo otrasformas en el Staatsrecht prusiano. En otro texto de la poca, Marx incluye a Spinoza enuna genealoga tpicamente hegeliana que incluye aquellos que descubrieron das Gravita-tionsgesetz des Staats, la Ley de Gravitacin del Estado, en primer lugar Maquiavelo yCampanella, y despus Hobbes, Spinoza y Hugo Grocio, hasta llegar a Rousseau, Fichtey Hegel. Segn Marx, Spinoza tiene el mrito de ver al Estado con ojos humanos y adesarrollar sus leyes partiendo de la Razn y de la experiencia y no deducirlas de laTeologa (1988, 103). Tampoco hay que olvidar la postura crtica de Bauer con respecto aSpinoza, afn al Marx de 1841, por ejemplo en su crtica a Strauss. La interpretacin baue-riana de Hegel considera que la absoluta subsuncin de la subjetividad bajo una Sustan-cia universal abstracta hasta la Libertad de la Autoconsciencia innita sigue un comple-jo y tortuoso curso: en la primera aparicin, el Absoluto representa lo indiferenciado, elUniversal puro, incluyendo el Yo. Esta es la Sustancia de Spinoza, pero sus dos atributos

    esenciales (pensamiento-extensin) no deben ser vistos como meramente correlativos.Deben ser retrotrados a su fuente comn en el pensamiento activo, el Universal no es otracosa que el pensamiento, no existe ningn objeto externo a l, sino que la actividad delpensamiento es un acto indiferenciado, auto-subsistente y esencia misma de la Autocon-ciencia. Tal es el defecto primordial de Spinoza, mantener todava una forma de dualismo.Esta Unidad pura es el Universal precisamente en esto, en que es una identidad consigomismo, con todas y en todas las cosas. Apareciendo primero como una Sustancia inertey pasiva, se revela a s misma en el anlisis como un Yo activo, y se revela al Yo que debeabandonar entonces todo particularismo.22Pero Bauer tambin haba sealado la inco-herencia de esta sntesis hegeliana entre Spinoza y Fichte, algo asumido por los jvenes

    hegelianos, sealando la rendicin incondicional de Hegel al elemento spinoziano, por loque la Sustancia inerte engulle al Sujeto.23La Sustancia spinoziana es la negacin de laForma y de la Subjetividad. La Einheitde Ser y Pensamiento, gran baza de Hegel, no sig-nica resignacin poltica ni cinismo prctico, ya que debe demostrar que es compatiblecon el ejercicio de la crtica radical, que es sensible a la diferencia entre lo que es y loque debera ser, sin retroceder hasta un Kantismo infructuoso o un Spinozismo impotente.

    El mismo montaje Hefte Spinoza puede ser ledo como una ilustracin de los ejesbsicos de esta agenda poltico-losca jovenhegeliana, de lajunghegelianischen Phasede Marx.24El primer bloque (captulos VI, XIV, XV delTTP) se concentra en la temtica delMilagro, cara al lo de la crtica baueriana es el desvelar el lado humano emprico prcti-co del fenmeno, y la contradiccin irreconciliable entre Razn y Teologa (Escrituras); elporqu del Milagro reside en el egosmo y la impotencia delhomo religiosus, es una realidadantropolgica. En el segundo bloque del Hefte(captulos XX al XXVI en orden inverso!) nosencontramos en el centro de gravedad del inters marxiano por Spinoza. La temtica es lalibertad de expresin y las formas de Estado antitticas. Separar la Fe de la Filosofa es elprincipal intento de Spinoza en TTP, tarea que coincide con el Partei Bauer y con el objetivomarxiano. Marx coloca en itlicas en el montaje de Spinoza que entre la Fe o Teologa y la

    22. Annimo (Bauer 1841).23. Bauer 1845, 8688. Una tesis que repetir en el futuro Marx, por ejemplo en Die heilige Familie(1844)o enDie deutsche Ideologie(1845), donde se remarca que Hegel es una mala unidad de Spinoza y Fichte.

    24. Sobre la inuencia de Bauer sobre Marx, vase el trabajo de Ruedi Waser. 1994.Autonomie des Selbstbe-wusstseins: eine Untersuchung zum Verhltnis von Bruno Bauer und Karl Marx (1835-1843), Francke, Tbingen [u.a.].

    Todo el perodo entre 184-1842, tanto en los escritos exotricos como esotricos,Exzerptey corresponden-cia nos presentan un ambiente climtico baueriano.

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    Filosofa no existe ninguna relacin ni ninguna anidad (Marx 1976, 235). En el montaje delcaptulo XX, es titulado arbitrariamente por Marx De libertati docenti, no coincidiendo enabsoluto con su contenido, adaptando a la lucha contra la libertad de ctedra y el n de lacensura, tal como venan empeados desde 1839 Bauer (que le dedic un texto polmico ala cuestin) (Bauer 1968, 91), Ruge y los jvenes hegelianos. Marx se detiene en subrayar laimportancia de la Libertad de Pensamiento,libertas loquendi, como un derecho inalienable,a travs de un complejo montaje del texto original de Spinoza. 25Marx realiza extractosque remarcaban su inters por la forma-Estado republicana, el constitucionalismo liberal,la cuestin de la Freiheitskrieg, haciendo suya elmottoradical de Spinoza: El verdade-ro n de la Repblica (Reipublicae) es, pues, la Libertad.26Marx contrapone dos formasantitticas estatales: de una parte la forma-Estado confesional, teocrtica y autoritaria (laderiva del Estado prusiano?), que persigue el dominio sobre el vulgo a travs de las misti-caciones religiosas; la segunda forma-Estado es la democrtica, la democratia, que colocacomo su propio objetivo la libertad espiritual y se limita a prescribir solo lo que atae a lapopuli salus, a la salud del Pueblo. Se llega a la conclusin de que es justamente la salud delPueblo la que debe guiar, en todo momento, a la Ley Suprema, y esto solo lo puede lograr

    elimperium democraticum. Marx en su re-escritura fuerza el texto spinoziano deniendola forma-Estado democrtica (imperium democraticum) como la nica que tiene los cuatroatributos fundamentales de un buen gobierno, de un Staatsrecht:

    1) la Libertad de Expresin garantizada como n en s mismo de la forma-Estado(atributo que defender en sus futuros artculos sobre la censura);2) Mecanismos de dominios polticos no violentos y consensuales;3) Conversin del Vulgo (fanatismo popular) en Pueblo (energa positiva y constituyente);4) Estabilidad delpactumconstitucional (aunque siempre con una ntima y perma-nente tensin). Al mismo tiempo, del razonamiento sobre la Repblica hebrea,Marx conserva solo lo que ilustra directamente los atributos del Estado confesional

    y opresivo en general,mutatis mutandis, la regresin reaccionaria de Prusia.Tanto el peculiar montaje de Marx (al mejor estilo de los escritos de combates bauerianos)como la estructura de la deconstruccin de Spinoza, indican un texto preparado para elcorto momento de Kritikde la Poltica de los jvenes hegelianos (1841-1843) antes de sudisolucin nal. La obsesin por los temas teolgicos ha oscurecido la centralidad de la crticapoltica y en particular el papel de la Filosofa del Derechode Hegel en el establecimiento dela agenda para la teora de la izquierda hegeliana desde sus inicios. No es casualidad que enla secuencia del parricidio hegeliano durante 1843 el primer momento sea la crtica alHegel poltico, para una vez destruida la matriz continuar con Bauer en la polmica sobrela cuestin juda. Y si esta crtica republicana llega tarde al momento histrico, habra queconectar la recepcin-rechazo de Spinoza de Marx con la creciente negacin del Hegelpoltico evidente en los crculos de la izquierda hegeliana.

    En estilo alejandrinizante el Hefte de 1841 sigue el Grand Stilpolmico de Bauer,el famoso Die Posaunede 1841, que como en el caso de Hegel, utiliza a un autor para irms all de la letra muerta: Marx reconstiyuye otro texto que ya no es el Tractatus theolog-icus politicus, Spinoza es usado (lo que no sirve queda afuera del montaje) para el com-bate contra la crtica evanglica dentro del Hegelianismo (Strauss, Hengstenberg, Menzel yLeo) y la regresin religiosa del Estado prusiano. El Heftede Spinoza debera ser considerado un Streitsschriften baueriano. Se tratade un proceso deAneinanderreihung und Verbindung, Ensamblaje & Combinacin, en pal-abras del propio Marx, que puede o bien ser usado en valencia positiva como en negativa.

    25. En Matheron puede seguirse paso a paso las diferencias desde el punto de vista del original de Spinoza(Matheron 1977, 174).26. Finis ergo rei publicae revera libertas est(Marx1976, 237).

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    Por ejemplo, tenemos un trabajo de escritura similar en el futuro texto de 1845 Peuchet:vom Selbstmord.27

    Marx expone sus tesis jovenhegelianas a travs de Spinoza. En cuanto a la ideadel Estado en el montaje spinoziano, Marx es plenamente hegeliano en su versin baue-riana: la nica razn del Estado debe ser el intelecto gobernativo, basado en la librerazn que no se deriva de la Teologa. O como dir Bauer: El Hombre es ms que ungusano. Su nobleza es la forma. Y esta forma se le da el Estado (Bauer 1974, 15). Re-sultaba inservible la teora del Estado spinoziana (premoderna), limitada su concepcinde la Libertad humana (que se opone a la Naturgesetzmarxiana) y errnea e inexistentesu idea de soberana popular. Si ya Bauer y la izquierda hegeliana haban criticado esedefecto fundamental del Hegel poltico, la carencia de un adecuado principio para unateora de la accin colectiva autnoma y la ilusin comunitaria de su idea de Estado,falencias que eran an ms profundas y explcitas en Spinoza. En ambos casos es im-posible desde estos presupuestos establecer una identidad activa de los ciudadanos enun Estado racional, en una Repblica. Para los jvenes hegelianos el potencial intersub-jetivo que posee el Espritu Objetivo se ve frustrado por el propio diseo de la estructura

    institucional as como de una errnea teora de la praxis. Todo esto se condensar en laKritik marxiana de 1843, tanto a las deciencias del republicanismo riguroso de Bauercomo al propio constitucionalismo monrquico de Hegel. Es fcil deducir que Marx tenaclaro no solo las limitaciones del Spinoza poltico, sino que adems restringa su eca-cia polmica exclusivamente al combate coyuntural del Partei Bauercontra la reaccinprusiana. Se contraponen en este Spinoza baueriano-marxiano dos tipos de Estados:el confesional y opresivo (que basa su legitimidad sobre die Masse, sobre die grossenMenge en misticaciones teolgicas) y el Estado de acuerdo a su esencia, organischeStaatsvernunft, que propone como n la Libertad espiritual, dirigido por la mxima repub-licana de la Lex salus. Pero aqu ya estamos ms all de Spinoza. Marx ya haba hecho

    suyas las crticas de Bauer a la incoherente sntesis en Hegel de la sustancia de Spinozay el Ichde Fichte, tambin asumido el Republicanismo riguroso baueriano de 1840-1842,por lo que Spinoza no poda ya satisfacer las necesidades histricas de la Kritikpura, niser utilizado contra el Rechstaatpara repudiar y marginalizar el individualismo posesivo,los particularismos como la idea de la Libertad. Efectivamente, Marx no necesit explayarlos defectos de la Filosofa prctica de Spinoza por escrito, al parecer eran autoevidentesideolgicamente. Pero la correccin puede leerse claramente usando como mediacin eilustracin el montaje del Heftede 1841. La caprichosa exgesis textual es la crtica delMarx democrtico-liberal, del Marx Bauerianeral Spinoza poltico.

    27. Nos permitimos remitir al lector a nuestro estudio preliminar del poco conocido texto marxiano en laedicin en espaol (Marx 2012, 7-50).

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    15/16181CLAMO / Revista de Estudios Jurdicos. Quito - Ecuador. Nm. 1 (Julio, 2014): 167-183

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