que el consumismo no ahogue la paz - eco...

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Suplemento especial Iglesia hoy De Tarrazú a Camboya por amor P/5 Parroquia Santa Gertrudis Norte de Grecia Etapa IV - Año CXXXIII - Tomo 137 - (4457) Costa Rica Domingo 18 de diciembre 2016 - IV de Adviento ¢400 Que el consumismo no ahogue la paz Ordenación presbiteral “Date cuenta de lo que haces e imita lo que conmemoras” Sagradas escrituras Tus dudas El niño Emmanuel Ante tanto sufrimiento… ¿sirve de algo orar? La capacidad económica tiene un límite, y no debemos darnos lujos hoy que mañana serán dolores de cabeza.

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Páginas centrales

Suplemento especial

Iglesia hoy

De Tarrazúa Camboyapor amor

P/16

P/13P/14

P/5

Parroquia Santa

Gertrudis Norte de

Grecia

Etapa IV - Año CXXXIII - Tomo 137 - (4457) Costa Rica Domingo 18 de diciembre 2016 - IV de Adviento

¢400

Que el consumismo no ahogue la paz

Ordenación presbiteral

P/3

“Date cuenta de lo que haces e imita lo que conmemoras”

Sagradas escriturasTus dudas

El niño EmmanuelAnte tanto sufrimiento… ¿sirve de algo orar?

La capacidad económica tiene

un límite, y no debemos darnos

lujos hoy que mañana serán

dolores de cabeza.

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico2

Danny Solano Gó[email protected]

Este domingo 18 de diciem-bre 35 mil niños en riesgo so-cial vivirán una gran Fiesta de Navidad en el Estadio Nacio-nal. Jugarán, cantarán, bailarán, comerán y recibirán regalos, gracias a la Asociación Obras del Espíritu Santo (OES) y al apoyo de diversas empresas e instituciones.

La XVI Fiesta de Navidad: “Jesús: a tus niños los cuida tu Iglesia” pretende llevar alegría y esperanza, dijo el director Pa-dre Sergio Valverde, a quien los niños llaman de cariño “papi padre”.

La actividad estará dedicada a la niñez damnificada por paso del Huracán Otto hace unas semanas. Asimismo, se tiene planeado realizar una fiesta si-milar en las zonas de San José de Upala, Bijagua y Canalete

el 20 de diciembre, y Upala Centro el 21 de diciembre, en las que participarán cerca de 4 mil pequeños.

Además, para la Fiesta de Navidad del 18 de diciembre en el Estadio Nacional se traslada-rá en autobuses a 1000 infantes de las zonas afectadas.

Los pequeños que no co-nozcan la ciudad de San José podrán hacer un sobrevuelo por el Estadio Nacional. El despe-gue se hará en el Aeropuerto Tobías Bolaños.

Para que la actividad trans-curra de una manera segura y ordenada, se contará con el

apoyo del Hospital Móvil del Hospital de Niños, Cuerpo de Bomberos, Seguridad Pública, tránsito, vigilancia aérea, so-porte médico, entre otros.

35 mil niños tendrán su fiesta de Navidad

También la Asociación Obras del Espíritu Santo llevará a cabo fiestas de Navidaden zonas afectadas por el Huracán Otto.

Sede ConferenciaEpiscopal de Costa Rica Calle 22- Avs. 3 y 5, San José

TeléfonosCentral telefónica: 2222-8391Fax: 2256-0407

Página webwww.ecocatolico.org

Correo electrónico [email protected]

Apartado postal 1064 -1000 San José

Fundado en 1883

Créditos

Presidente Junta DirectivaMons. José Rafael Quirós Q.

DirectorLic. Martín Rodríguez [email protected]

Asesor doctrinalPbro. Víctor Hugo Munguía C.

EdiciónLuis Carlos Cartín S.

Diseño y composiciónLic. Carlos Andrés Víquez [email protected]

Gerencia comercialHenry Díaz [email protected]

Comunicado de la Curia MetropolitanaAnte la información apareci-

da en el Diario Extra en la que se vincula al Pbro. Gui-

do Villalta Loaiza en un proceso de impugnación de paternidad, la Curia Metropolitana informa:

El Pbro. Guido Villalta presentó el pasado 31 de julio su renuncia al cargo de Vicario General y el Arzo-bispo Metropolitano la acogió desde entonces y determinó hacerla pública en el convivio del clero arquidioce-sano, este 7 de diciembre.

Por ende, a partir de esta fecha, el sacerdote no tiene a su cargo ninguna responsabilidad pastoral que distrai-

ga su dedicación inmediata y oportu-na a la causa en cuestión.

En todo momento el Padre Villal-ta ha estado dispuesto a colaborar con las respectivas autoridades a las que han acudido los implicados, confiando en que haya verdad y jus-ticia pues, de frente a toda conducta punible, cada sacerdote, como todo ciudadano, debe responder por sus actos y las consecuencias de los mis-mos.

San José, 7 de diciembre del 2016

Pbro. Daniel BlancoVicario General

Arquidiócesis de San José

Actualidad

Usted puede colaborar

Diversas empresas hi-cieron donativos de jugue-tes, ropa y comida, para hacer realidad esta fiesta. No obstante aún se requie-re la colaboración de más personas para financiar los gastos.

La personas que deseen colaborar pueden enviar un mensaje de texto con la palabra “Doy” al 2662 para donar 2000 colones y 2665 para donar 5000 colones. También puede colaborar a través de la cuenta del Ban-co de Costa Rica 98-1.

La Fiesta de Navidad dará inicio a las 11:00 a.m.

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico 3

en todo lugar donde se les en-víe.

Imita lo que conmemoras

“Date cuenta de lo que ha-ces e imita lo que conmemo-ras, de tal manera que al cele-brar el Misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo te esfuerces por hacer morir en ti el mal y procures caminar en una vida nueva”, así aconsejó Mons. Quirós a los nuevos sa-cerdotes.

Asimismo, les dio consejos para ofrecer el Sacramento de la Reconciliación, tales como ser totalmente respetuosos con el confidente y saber escuchar-les, así como darles palabras de aliento y esperanza en orden a su conversión espiritual.”

Por otro lado, también les pidió dirigir su ministerio sa-grado a toda persona, grupo o

movimiento. “Les encomien-do atender a todos, sin descui-dar a ninguno, puede ser que se tenga especial simpatía por determinada forma de espiri-tualidad, pero esto no debe ser motivo de excusa para dejar a otros”, señaló.

Y añadió: “Qué mal se ve cunado se hacen diferencias o hay discriminaciones hacia un grupo o movimiento. A todos hemos sido enviados y todos necesitan de su ministerio”.

Enviados a parroquias y a Japón

Los sacerdotes serán envia-dos a parroquias y uno de ellos a misión a tierras niponas. El Padre Luis Paulino ejercerá en la Parroquia Inmaculada Con-cepción, en Heredia; el Pbro. Álvaro en Santo Cristo de Es-quipulas y el Pbro. Erick en San Miguel de Desamparados.

Por su parte, el Padre Da-niel llevará a cabo una misión en Japón, pues pertenece al

Camino Neocatecumenal y se formó para hacer misión en ese país. Pidió permiso al Ar-zobispo para ordenarse en la Catedral Metropolitana e irse en los próximos días a tierras niponas.

“Es una misión pasiva que muchas veces no se nota, pero que va creciendo como la pa-rábola del grano, que no se ve pero llegará un día en que ani-darán los pájaros”, dijo acerca de su labor como misionero.

Actualidad

Álvaro Taylor Zúñiga

33 años, oriundo de la Parroquia Cristo Rey del Universo, San José.

Lema: “Sacerdote de la buena noticia de Dios” (Romanos 15, 16)

“En medio de mis manos vacías, el Señor quiere hacer su obra de amor y salvación. Sobre todo, llevar el amor de

Dios a donde Él me envíe, con mi lema: Sacerdote de la

buena noticia de Dios”.

Luis Paulino González Hernández 33 años, oriundo de la Parroquia San Vicente Ferrer, Moravia.

Lema: “Anunciamos a Cristo crucificado, fuerza de Dios y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1, 23-24).

“El Señor no deja de sorprendernos con su

misericordia. Espero que mi ministerio se caracterice por la docilidad a la misericordia

de Dios y al Espíritu Santo y sobre todo confianza en Su

gracia”.

Daniel Azofeifa Retana

35 años, oriundo de la Parroquia San Vicente Ferrer, en Moravia

Lema: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (San Juan 8,12)

“He visto cómo el Señor lleva a cabo toda una historia de amor que muchas veces no se entiende pero uno se da

cuenta que el Señor es bueno, y no se fija en los pecados, está lleno de misericordia y

amor”.

Erick Longan Phillips

42 años, oriundo de la Parroquia Santa Marta, en Y griega.

Lema: “Señor tú sabes todo, tú sabes que te quiero” (San Juan 21, 17)

“Muy contento y gozoso, que el Señor haya tenido

misericordia de nosotros, que haya mirado la bajeza de sus ciervos. Ahora espero poder

servir al pueblo de Dios de la mejor manera, contando con Su gracia y siendo dócil a Su

palabra”.

Mons. Quirós durante Ordenación Sacerdotal

“Date cuenta de lo que haces e imita lo que conmemoras”El jueves 8 de diciembre fueron ordenados cuatro nuevos sacerdotes en la Catedral Metropolitana. Tres de ellos

servirán en la Arquidiócesis y uno hará misión en Japón. Danny Solano Gó[email protected]

Tenían una profesión y un trabajo, sin embargo, un día sintieron el llamado del Señor y entraron al seminario. Hoy son los cuatro nuevos sacerdo-tes de la Arquidiócesis de San José, quienes vivieron su Or-denación Sacerdotal el jueves 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.

Se trata de Erick Longan Phillips, Álvaro Taylor Zúñiga, Daniel Azofeifa Retana y Luis Paulino González Hernández. La celebración se realizó en la Catedral Metropolitana y fue presidida por Mons. José Ra-fael Quirós, Arzobispo de San José,

El pastor habló sobre cómo la sociedad actual busca la fe-licidad, no obstante, pretende alcanzarla por caminos equi-vocados, como la tenencia de bienes materiales.

“Toda persona está llamada a la felicidad, toda vez que se fortalece en el encuentro con Cristo”, dijo el Arzobispo y agregó: “El que ustedes hayan dejado de lado sus profesio-nes, que les hubieran aportado mucho dinero, para optar por seguir a Cristo, es muestra de que han sabido interpretar el plan de Dios en sus vidas”.

Les pidió compartir esa ale-gría que da el encuentro con el Señor a muchos que buscan la felicidad de acuerdo a los cri-terios del mundo, pero siguen vacíos en su corazón.

Mencionó que es muy im-portante para el sacerdote vi-vir en una actitud de constante desprendimiento, para no de-jarse seducir por la banalidad del mundo. Por tal razón, les pidió vivir con lo necesario y tener disponibilidad de servir

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico4

Martín Rodríguez Gonzá[email protected]

Por primera vez la Co-misión Nacional de Pasto-ral Juvenil de la Conferencia Episcopal de Costa Rica y el Instituto Parauniversitario Católico (IPCA) de la Univer-sidad Católica se unen para ofrecer un programa académi-co-pastoral completo, que ca-pacite a los líderes de grupos juveniles para ejercer su servi-cio en la Iglesia y en el mundo desde las perspectivas pastora-les más actuales.

“El Técnico en Pastoral Ju-venil aparece en un momento muy oportuno del caminar de la Pastoral Juvenil en Costa Rica que busca desafiar la rea-lidad actual desde los nuevos escenarios de juventud”, ma-nifestó el Padre Miguel Adrián Rivera, Secretario Nacional de Pastoral Juvenil.

Se trata de un programa de siete meses en el que los jóve-nes serán capacitados en las principales áreas de este apos-tolado específico. Los conteni-dos fundamentales serán:

1. Elementos básicos de la Psicología Juvenil y desarrollo Humano

2. La realidad y las culturas juveniles en el contexto post moderno

3. Fundamentación Teológica, pastoral y pedagógica

4. Metodologías para Pastoral Juvenil

5. Opciones pedagógicas 1

6. Opciones pedagógicas 2

7. Dimensión celebrativa de la fe. Espiritualidad Juvenil

8. Elementos de planeación pastoral

9. Práctica supervisada en parroquias.

El equipo de profesores que tendrá a cargo los módu-los será de mucha capacidad y experiencia en los campos es-pecíficos de formación; entre ellos destacan el Pbro. Chris-tian Pérez, el Pbro. Alexis Ro-dríguez, el equipo de asesores diocesanos, y otros más; todos bajo la coordinación del Pbro. Miguel Adrián Rivera y la

Lic. Sandra Jara, directora del IPCA, quien se mostró muy complacida en poder colaborar con la Pastoral Juvenil Nacio-nal en este proyecto.

Los cursos se impartirán los sábados de 8 am a 1 p.m. y tendrán un costo mensual de 50 mil colones por participan-te. Algunas parroquias o comi-siones diocesanas ya han deci-dido becar a jóvenes líderes de sus comunidades tratando de darles la formación adecuada.

La matrícula estará abierta durante todo el mes de diciem-bre. Los cursos inician el 7 de enero en la sede del IPCA en Moravia.

Para más información se puede llamar al 2235-8436 / 2240-7272 exts. 802, 803, 804 o al email [email protected]. También al whatsapp 70654560.

Danny Solano Gó[email protected]

Encomendados al Señor para brindar seguridad en las carreteras a los participantes de la Vuelta Ciclística a Cos-ta Rica, así un grupo de ofi-ciales de la Policía de Trán-sito recibieron la bendición por parte del Padre Sixto Va-rela días antes del inicio de la competición. La 52 Vuelta a Costa Rica se lleva a cabo del 13 al domingo 25 de di-ciembre.

“Los compañeros obvia-mente tienen que ponerse en manos de Dios, quien nos guía, protege y cuida. La Po-licía de Tránsito tiene como hábito que en cada actividad o evento nos encomendamos

a Él”, comentó Sonia Mon-ge, subdirectora de la Policía de Tránsito.

Por su parte, Luis Herrera Jefe de Tránsito de San José y coordinador para la Vuelta, dijo que “se siente muy po-sitivo después de un ratito como este, se siente bien una oración como la que acaba de hacernos el Padre Sixto, eso tan rico a lo interno don-de se siente la presencia del Señor.

“En una vuelta ciclística, donde hay tanto peligro, pues siempre es bueno ponerse en manos de Dios”, señaló Ángel Méndez, uno de los oficiales designados al Giro, quien aseguró que siempre pide la protección del Señor en todo lo que hace.

Nueva opción académica para líderes de Pastoral Juvenil

Oficiales reciben bendición para

Vuelta Ciclística

Mar Galilea, Monte de las Bienaventuranzas, Nazareth, Belén, Jericó, Monte de los

Olivos, Santa Sepulcro, Petra, El Cairo, Museos Vaticanos y más.. .

Actualidad

El Padre Sixto Varela de la Diócesis de Alajuela bendijo al grupo de oficiales de tránsito.

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico 5

Laura Ávila Chacó[email protected]

Cuando pensamos en el mes de diciembre, nuestra mente se dirige de manera in-mediata a tener dinero extra, es decir, a recibir el pago del aguinaldo e ingresos por aho-rros acumulados y otros bene-ficios.

Si bien es cierto que el aguinaldo sólo se recibe una vez al año y es resultado del trabajo, es indispensable que aprendamos a planificar y or-ganizar su uso de manera co-rrecta para que el consumismo no ahogue la paz y la alegría que se deberían vivir en estas fechas.

Expertos en el tema como el administrador Francisco Ra-mírez recomiendan que para no pasar apuros económicos cuando pasen las fiestas, hay, por obligación, que reservar una parte del aguinaldo para liquidar deudas. Esta medida hará que los ingresos del año que viene se vean menos com-prometidos.

Luego, hay tres usos legíti-mos que se deben considerar: comprar, economizar y donar. Así, el dinero es necesario para el consumo de lo que necesi-tamos para vivir, incluidos los espacios de diversión y espar-cimiento.

Aun así, recuerda, siempre debemos preguntarnos: ¿com-pro porque lo necesito o sigo la propaganda o la moda? ¿el fabricante explota a los traba-jadores? ¿al producir se respe-tan los derechos humanos y la naturaleza?

El segundo uso del dinero es economizar. “Es algo para el mañana. No sabemos las vueltas que da la vida: enfer-medad, desempleo, pensión insuficiente. Muchos ni siquie-ra consiguen economizar y consumen todo en su supervi-vencia. Pero si sobra, ¿dónde

poner ese dinero? Dejarlo bajo el colchón es dinero muerto que no produce nada. Aquí surgen los bancos y las inver-siones, que custodian el dinero y generan intereses”.

El tercer uso del dinero es donar. “El dinero no es para acumularlo sino para hacerlo circular. Si atiendo de manera suficiente y decente mis nece-sidades, si tengo economías que me dan cierta tranquilidad para el futuro, si tengo garanti-zado el bienestar y cierto futu-ro para la familia, la donación es un gesto de gran despren-dimiento. Expresa la gratitud por el don de la vida, de la sa-lud, del amor recibido de los otros”, explicó Ramírez.

“Es altamente ético donar para los afectados por los fe-nómenos naturales, para apo-yar proyectos de lucha contra la prostitución infantil, o guar-derías para las poblaciones de la periferia. Y ahí sentimos que al dar recibimos la alegría impagable de haber hecho el bien y de haber amado a los otro”, concluyó.

Prepárese para la cuesta…

No hay mejor sabiduría que la previsión; es por ello bueno observar recomenda-ciones para evitar las posibles complicaciones que traen con-

sigo los gastos desmedidos en esta época.

- Tener cuidado con los gastos que se realizan cuando se re-ciben ingresos extraordinarios como el aguinaldo y los aho-rros empresariales.

- Hacer un presupuesto navi-deño. De esta manera, estable-ceremos un equilibrio entre lo que se quiere, lo que se puede gastar y la reserva que debe te-nerse para enero.

- Ser conscientes de que por ningún motivo los gastos pue-den superar los ingresos y me-nos por compras que se reali-cen en navidad.

- Evitar en lo posible la com-pra de artículos superfluos que no sean estrictamente necesa-rios. Por ejemplo, podemos tener un árbol de navidad ar-tificial o bien, cuidar y conser-var los adornos navideños para que no tengamos que adquirir otros nuevos.

- Hay que tener cuidado con las ofertas en esta época. En ocasiones, compramos un artículo en oferta pero terminamos compran-do dos que no nece-sitábamos.

- Hagamos con la mayor antela-ción posible las compras que sepamos que vamos a reali-zar inevitable-mente.

- Tengamos en cuenta que nuestra capacidad económica tiene un límite, y no debemos darnos lujos hoy que mañana serán dolores de cabeza.

- Hablemos con los miembros de nuestra familia. Establezca-mos un monto para el costo de los regalos de acuerdo a la ca-pacidad económica que tenga cada uno.

- Aunque las vacaciones son una buena oportunidad para hacer reparaciones en casa, es el momento en el que hay que tener más cuidado con los ingresos, ya que podríamos gastar todo en eso. Es por ello que hay que vigilar que la re-paración esté correctamente cotizada y presupuestada, para evitar que nos desfalque.

Que el consumismo no ahogue la pazLa capacidad económica tiene un límite, y no debemos darnos lujos hoy que mañana serán dolores de cabeza.

Actualidad

Lo verdaderamente importante

“Cuando oigamos hablar del nacimiento de Cristo, guardemos silencio y deje-mos que ese Niño nos hable; grabemos en nuestro cora-zón sus palabras sin apartar la mirada de su rostro. Si lo tomamos en brazos y de-jamos que nos abrace, nos dará la paz del corazón que no conoce ocaso. Este Niño nos enseña lo que es ver-daderamente importante en nuestra vida.

En una sociedad frecuen-temente ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Él nos llama a tener un comportamien-to sobrio, es decir, sencillo, equilibrado, lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante. En un mundo, a menudo duro con el pecador e indulgente con el peca-do, es necesario cultivar un fuerte sentido de la justicia, de la búsqueda y el poner en práctica la voluntad de Dios. Ante una cultura de la indi-ferencia, que con frecuencia termina por ser despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la ora-ción”.

Papa FranciscoMisa del Gallo, 24 de

diciembre de 2015

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico6

Vivimos el Adviento como espera gozosa y activa del nacimiento de Nuestro Se-ñor. Hemos sido llamados

a la conversión, a preparar el camino, y en la segunda parte de este tiempo, de carácter más natalicio, se nos pre-sentan figuras claves, como el justo José, que pueden aportar mucho a la vida espiritual.

El significado de la expresión “Ad-viento”, recordaba el Papa Benedicto XVI, comprende también el de “visi-ta”; en este caso se trata de una visita de Dios: él entra en la vida y quiere di-rigirse a mí. En la vida cotidiana todos experimentamos que tenemos poco tiempo para el Señor y también poco tiempo para nosotros. Acabamos de-jándonos absorber por el “hacer”, un riesgo que se magnifica en esta época de fin y principio de año.

Por eso el Adviento, nos invita a detenernos, en silencio, para captar una presencia. Es una invitación a comprender que los acontecimientos de cada día son gestos que Dios nos dirige, signos de su atención por cada uno de nosotros.

El Adviento nos invita y nos esti-mula a contemplar al Señor presente. La certeza de su presencia debería ayudarnos a ver el mundo de otra ma-nera. Debería ayudarnos a considerar toda nuestra existencia como “visita”, como un modo en que él puede venir a nosotros y estar cerca de nosotros, en cualquier situación.

En la vida estamos constantemen-te a la espera: cuando somos niños queremos crecer; cuando somos adul-tos buscamos la realización y el éxi-to; cuando somos de edad avanzada

aspiramos al merecido descanso. La esperanza marca el camino de la hu-manidad, pero para los cristianos está animada por una certeza: el Señor está presente a lo largo de nuestra vida, nos acompaña y un día enjugará también nuestras lágrimas. Un día, no lejano, todo encontrará su cumplimiento en el reino de Dios, reino de justicia y de paz.

Podemos preguntarnos entonces a quién esperamos en este tiempo. Re-cordamos a propósito de ello las en-señanzas siempre oportunas del Padre Alfonso Mora, liturgista arquidiocesa-no, quien enfatiza como la misma lec-tura de la Palabra y las oraciones de la Iglesia para este tiempo sugieren ac-titudes de austeridad, reconciliación, gestos de fraternidad, ayuda a los ne-cesitados.

Acostumbrados a que es época de regalos, nos sentimos muchas veces presionados por la necesidad de rega-lar, calculando quedar bien con lo que damos. Es bueno compartir, pero no es precisamente esa manera de compartir la que se espera del Adviento.

El Señor viene a nosotros, no para darnos algo, sino para darse Él mismo por amor. Nosotros somos capaces de amar y esperamos ser amados. Abra-mos el corazón, dispensemos gene-rosamente palabras de aliento, gestos de fraternidad y solidaridad, caminos de reconciliación con Dios y con los demás.

Y si damos algo, no esperemos re-compensa. Más bien tratemos de dar al que no tiene, y de darle, precisa-mente, aunque sea algo de lo que él necesita. Sobre todo, compartamos el amor entre todos, como Dios lo hace todo por amor a nosotros.

Este es el sentido del Adviento, un recorrido breve pero intenso en el que debemos de tener muy claro los efec-tos que la venida de Cristo al mundo han de tener en nuestra vida, familia, trabajo y sociedad.

De este modo, el Adviento cristia-no es una ocasión para despertar de nuevo en nosotros el sentido verda-dero de la espera, volviendo al cora-zón de nuestra fe, que es el misterio

de Cristo, el Mesías esperado durante muchos siglos y que nació en la pobre-za de Belén.

Al venir entre nosotros, nos trajo y sigue ofreciéndonos el don de su amor y de su salvación. Presente entre no-sotros, nos habla de muchas maneras: en la Sagrada Escritura, en el año li-túrgico, en los santos, en los aconteci-mientos de la vida cotidiana, en toda la creación, que cambia de aspecto si detrás de ella se encuentra él o si está ofuscada por la niebla de un origen y un futuro inciertos.

Podemos entonces dirigirle la pa-labra, presentarle los sufrimientos que nos entristecen, la impaciencia y las preguntas que brotan de nuestro cora-zón. Estamos seguros de que nos escu-cha siempre. Y si Jesús está presente, ya no existe un tiempo sin sentido y vacío.

Si él está presente, podemos seguir esperando incluso cuando los demás ya no pueden asegurarnos ningún apo-yo, incluso cuando el presente está lle-no de dificultades.

Editorial¡Ven Señor Jesús!

Opinión

La esperanza marca el camino de la humanidad, pero para los cristianos está animada por una certeza: el Señor está presente a lo largo de nuestra vida, nos acompaña y un día enjugará también nuestras lágrimas.

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico 7

Michael León [email protected]

Todos hemos sido testigos del impacto que causó el hu-racán Otto, en la zona norte de nuestro país. Deseaba estar en el lugar de la noticia como muchos de mis colegas. Sin embargo, Dios me permitió ir más allá, porque pude ir a ayu-dar con un granito de arena a las personas que de verdad lo necesitan.

Ver las primeras imágenes del paso de Otto, fueron des-garradoras. Desesperación, destrucción y muerte era lo que se vislumbraba.

Los sectores más perjudi-cados Los Chiles, Upala y una parte de Bagaces. No obstante, Upala recibió no solo los em-bates de los vientos huraca-nados y de la lluvia, sino que se vio afectado por cabezas de agua que dejaron a cientos de personas sin hogar.

Ante tal conmoción, ini-ciaron los procesos de solida-ridad, la unión de un pueblo por ayudar a los pueblos afec-tados. Así fue como dio inicio al movimiento de campaña de recolección de víveres y ropa, en el cantón de San Isidro de Heredia, gracias a la coordina-ción de la municipalidad y a la parroquia de la localidad.

La municipalidad logró la coordinación de un furgón, que en un inicio se pensó que no se llenaría; pero que al ser el mediodía del sábado, fue todo lo contrario.

Cerca de la una de la tarde salió el furgón y el carro muni-cipal, cuyo destino era llegar a la zona en alerta roja. Al llegar a la entrada del pueblo de Bija-gua de Upala, ya se empezaron a observar los desastres de la naturaleza.

La lluvia empezó a caer bastante fuerte, se desconocía

la zona y se estaba a la intem-perie. De pronto, como caído del cielo se acercó un luga-reño, don Juan Carlos Rodrí-guez, quien empezó a darnos referencia de los albergues, de los pueblos y así orientarnos.

Por las inclemencias del tiempo, la recomendación era aguardar ahí y no ir a Upala centro, por lo que Juan Carlos, con poco de conocer al grupo isidreño, ofreció su casa para descansar un poco.

A pesar de tener donde descansar, costó conciliar el sueño. A las tres de la mañana tocó levantarse y continuar el trayecto hacia otras comuni-dades afectadas. La luz del día dejaba ver poco a poco más destrucción. Se ingresó a los pueblos de Barrio San José, Popoyoapa, La Unión, comu-nidades afectadas por el río Niño.

En algunos lugares se podía ver muchos niños que jugaban como si nada estuviera pasan-do, pero con la idea de estar ya en sus hogares. De camino se repartió diarios a distintas ca-sas y con ello conocer historias que marcan el corazón.

Ya en Upala centro, las es-cenas eran aún más fuertes; ca-sas totalmente llenas de barro, destruidas, electrodomésticos y muebles en la calle, práctica-mente sin ningún arreglo.

En el centro de la localidad se empezó a distribuir todo lo que quedaba, todos hacían fila.

Sin embargo, en un pequeño recorrido, se constató el pa-norama actual del río Zapote, quien causó la destrucción. Con solo ver alrededor, daba miedo estar en el sitio.

Al ingresar a una casa, las botas se quedaban atasca-das por la cantidad de barro, mientras tanto un hombre de la familia trataba de rescatar lo poco que le quedaba. Se le entregó un diario, y al dárselo soltó en llanto. De inmediato se lanzó a dar un abrazo, de esos que llegan a lo más pro-fundo del alma y junto a él su esposa.

Con un cansancio abruma-dor al terminar la misión alre-dedor de la una y resto de la tarde, se emprendió el regreso hasta San Isidro.

No es lo mismo ver todo lo que presenta los medios de co-municación, a presenciarlo en carne propia. Existen muchas, muchas personas que de ver-dad necesitan de nuestra ayuda y una palabra de aliento. Pude sentir y palpar, la necesidad, el dolor, el sufrimiento y el llan-to, que muchas familias están pasando.

Salí de Upala con el cora-zón desgarrado, de ver tantas personas indefensas; niños, adultos mayores y los mismos adultos. Ruego y espero que el gobierno actué de forma inme-diata y que los ticos sigan su solidaridad para con los más necesitados.

Como Iglesia arquidioce-sana, nos sentimos gozosos por la ordenación sacerdotal de cuatro hermanos nuestros que han tenido la valentía de responder, con total genero-sidad, al llamado que Jesús les ha hecho. Estos son acon-tecimientos felices que nos regala el Señor a los obispos y que, sin duda, nos fortale-cen en el servicio episcopal, particularmente, en los mo-mentos de dolor.

Eric, Álvaro, Daniel y Luis Paulino serán en medio del mundo, anunciadores de la auténtica alegría, aque-lla que tiene como fuente al mismo Dios. El mundo pro-mete felicidad pero, inten-ta llegar a ella por caminos equivocados mediante la te-nencia de bienes materiales, dinero, fama, poder o placer, desconociendo que la perso-na, ante todo, aspira a la paz interior por designio divino. El que ellos hayan dejado de lado sus profesiones, las que les hubieran aportado gran-des ingresos para así, seguir a Cristo pobre y humilde, muestra que han sabido in-terpretar el plan de Dios en sus vidas.

Que estos jóvenes sacer-dotes transmitan ese gozo a tantos hermanos que hoy vi-ven llenos de posesiones ma-teriales, de todo aquello que, según los criterios del mun-do, provee felicidad, pero que experimentan, paradóji-camente, vacíos en su cora-zón. Para esto, es necesario que el sacerdote viva una actitud de constante y gene-roso desprendimiento, para no dejarse seducir por la va-nidad del mundo. Vivir con lo necesario, no en la mise-ria, pero sin obsesión alguna por lo meramente material y con la total disponibilidad de servir a sus hermanos en cualquier comunidad.

Vendrán momentos de lu-cha para ellos, pues los tiem-pos que vivimos no son fáci-les. El creciente secularismo que invade nuestra sociedad fomenta la hostilidad hacia la Iglesia y la vida de fe, pero, el Señor les dice “No tengas miedo, porque yo es-toy contigo para protegerte” (Jer. 1,8). De ahí que sean sumamente alentadoras las palabras del Papa Francisco “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida en-tera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamien-to”. (Exhortación apostóli-ca Evangelii gaudium n. 1). Ellos deben ser portadores de ese mensaje de total confian-za en Aquel que lo sostiene todo, y todo lo fortalece con su amor y misericordia.

Ante la inseguridad que se experimenta por un futu-ro incierto, dada la cada vez más amenazada paz, ante la injusticia, el egoísmo exa-cerbado, el menosprecio por la vida humana, y tantos otros males, pido al Señor que a ejemplo de la Santí-sima Virgen María, todos los sacerdotes expresen con firmeza, plena confianza y especial regocijo: “Hágase en mí según tu palabra.” No hay temor para los que con-fían en el Señor pues se tiene la certeza, que solamente él conducirá todo a feliz térmi-no.

Como pastor de la Ar-quidiócesis, les reitero a los neopresbíteros, se presenten a las comunidades a las que fueron asignados, en esta actitud de total confianza y apertura al Señor, siendo así portadores de esperanza, hombres de fe, hombres de Dios, pues esto es lo que el mundo de hoy está necesi-tando.

No es lo mismo verlo, que presenciarlo Sacerdotes… hombres de Dios

Foto L. Ávila

En diálogoMonseñor José Rafael QuirósArzobispo de San José

Opinión

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico8 Opinión

Pbro. Alberto Casals

Si miramos la historia del pasado serenamente y con los ojos de la fe cristiana, nos en-contraremos con una variedad de luces extraordinarias y es-plendorosas. El Siglo XX, en medio de las grandes y san-grientas persecuciones que ha sufrido la Iglesia, ha sido tam-bién un siglo de crecimiento intelectual y religioso, acom-pañado de muchos conversos, que nos pueden ayudar a reca-pacitar.

Y para la Teología resultan especialmente interesantes las conversiones de intelectuales, no porque sean más profundas o más auténticas que otras mu-chas conversiones, sino sen-cillamente porque se prestan más fácilmente a ser estudia-das dado que suelen narrar con mayor claridad su propia si-tuación y evolución espiritual, y además porque ponen ante nuestros ojos la reconexión de la alta cultura con la religiosi-dad.

Es que el mundo cultural y el mundo religioso no tienen por qué ser dos mundos opues-tos, como claramente lo expu-so Juan Pablo II con la Encí-clica “Razón y Fe”. Puede y debe haber una plena armonía

y mutuo auxilio entre nuestra razón y nuestra fe. La moder-nidad laicista propugnó una separación radical del orden profano y del religioso, que es necesario superar.

Hubo conversiones de mu-cho vigor intelectual y espiri-tual, con mucho impacto en Francia, como fueron los de los poetas Charles Peguy y Paul Claudel y, en el área del pensamiento, Jacques y Raissa Maritain y Gabriel Marcel, en el orden de la ciencias Alexis Carrel, Pierre Lacomte du Noun, y el arzobispo de París, de procedencia judía, el Car-denal Lustiger.

En la vía anglosajona son numerosas las conversiones del Siglo XX que siguieron a la figura de Newman -del Si-glo XIX- como Chersterton y su amigo Bellot (él no es con-verso), Lewis, Hugh Benson, Ronald Knox, Graham Gree-ne, Alex Guinnes (este actor famoso de cine)

En los Estados Unidos, en medio de una crisis religiosa de considerables proporcio-nes, es notable sin embargo la conversión de los pastores Ri-chard John Nuehaus (luterano) y Schot Hahn y su mujer, Kim-berty (presbiterianos), E. F.

Schumacher (economista muy destacado), Bernard Nathan-son (famoso médico abortista de ascendencia judía y quien rectificó su mal proceder).

Y mucho más se podría de-cir de las vetas culturales ger-mánica, hispánica, italiana, del norte de Europa y de Rusia.

En todos ellos la conver-sión supone alcanzar un senti-do más pleno de la vida como una inmensa luz, en bastante de ellos es como volver a la casa paterna y para algunos ju-díos supuso un camino seme-jante al de los primeros cristia-nos al reconocer a Jesús como el Mesías esperado por Israel.

En todos los casos vemos que es en el corazón humano y en la inteligencia, en los que actúan los resortes propios de la verdad religiosa, que está destinada a unir la fe y la ra-zón. La Verdad, la Belleza, la Bondad, al entrar en contacto con la elevación moral, ofrece una relación personal amorosa con un Dios que es Padre Mi-sericordioso y Quien nutre con la esperanza segura de un más allá, después del paso por la tierra.

El profesor de la Univer-sidad de Navarra, Juan Luis Lorda nos ha ofrecido un in-

teresante estudio de los muy numerosos intelectuales que llegaron a Dios y a la Iglesia en el Siglo XX, a través de un sereno proceso de maduración cultural, intelectual y reflexi-vo, dócil a la gracia del Espí-ritu Santo.

Para seguir las huellas de estos hombres cada uno de nosotros ha de perder la prisa arrolladora y adquirir la ele-gancia de recogerse a pensar. La prisa es materialista y la contemplación sosegada eleva al hombre al orden espiritual.

Helena Ospina de FonsecaOrientadora familiar, Universidad de Navarra

La novedad de la exhor-tación apostólica postsinodal del Papa Francisco radica en la atención que se presta a “la experiencia común humana” existencial, religiosa y espiri-tual. Las intervenciones de los Padres sinodales constituyen -según el Papa- “en un precio-so poliedro”, conformado por

muchas y legítimas preocu-paciones, y por preguntas ho-nestas y sinceras (AL 4). Esta imagen del “poliedro” evoca la multiplicidad de puntos de vista, y la naturaleza “prospec-tiva” de la verdad.

La Amoris Laetitia debe leerse a la luz del Magisterio precedente (Cfr. Familiaris consortio de Juan Pablo II), del mismo modo que el Ma-gisterio precedente ha de ser

releído a la luz de Amoris Lae-titia, elaborando una “síntesis” nueva y coherente.

El matrimonio cristiano es indisoluble (AL 86). La indi-solubilidad, más que un yugo es un don que hay que apreciar y cultivar (AL 62). El divorcio sigue siendo un mal preocu-pante, agravado por su exten-dida difusión (AL 246; 291).

En la nueva síntesis cohe-rente, el Papa Francisco pone

el acento en la actitud de “aco-gida” y de “ayuda” hacia las personas divorciadas y vueltas a casar civilmente. Les anima a dar pasos concretos en la oración personal, familiar y comunitaria; en la escucha de la Palabra; en la asistencia fre-cuente a la Santa Misa; en el compromiso responsable con la educación de los hijos; en las obras de misericordia con el prójimo…

La vida cristiana es vista como escalar una montaña: uno ha de ponerse “en camino” para proceder hacia la cumbre. No hay que “abajar” la mon-taña, sino ayudar a “subirla”, con la gracia de Dios: con su propio paso; según las propias fuerzas; poniéndose en cami-no de inmediato; volviéndose a levantar después de cada día; decidido o decidida a prose-guir con la ayuda de Dios.

Pensar, madurar y unir

El poliedro de Amoris Laetitia

“Todo lo que comienza es hermoso.

La primavera de la naturaleza encarna la

esperanza que es toda vida que comienza. El que espera sabe

por ciencia innata que el hombre está aquí abajo para crear un

mundo nuevo, que no envejecerá ni morirá”.

Chales Peguy y la esperanza de la

resurrección

Comenzamos una nueva serie de ca-tequesis, sobre el tema de la espe-

ranza cristiana. Es muy im-portante, porque la esperanza no decepciona. El optimismo decepciona, la esperanza no. ¿Claro? La necesitamos mu-cho, en estos tiempos que apa-recen oscuros, en el que a veces nos sentimos perdidos delante del mal y la violencia que nos rodean, delante del dolor de muchos hermanos nuestros. Es necesaria la esperanza. Nos sentimos perdidos y también un poco desanimados, porque nos sentimos impotentes y nos parece que esta oscuridad no termine nunca.

Pero no hay que dejar que la esperanza nos abandone, porque Dios con su amor ca-mina con nosotros, yo espero porque Dios está junto a mí y esto podemos decirlo todos nosotros, cada uno de nosotros puede decir: yo espero, tengo esperanza, porque Dios cami-na conmigo. Camina y me lle-va de la mano, me lleva de la mano. Dios no nos deja solos, el Señor Jesús ha vencido al mal y nos ha abierto el camino de la vida.

Y entonces, en particular en Adviento, que es el tiempo de la espera, en el que nos prepa-ramos a acoger una vez más el misterio consolador de la En-carnación y la luz de la Navi-dad, es importante reflexionar sobre la esperanza. Dejémonos enseñar por el Señor qué quie-re decir esperar.

El desierto de la vida

El exilio del Pueblo de Is-rael fue un momento dramá-tico en la historia, cuando el pueblo había perdido todo, el pueblo había perdido la patria, la libertad, la dignidad, y tam-bién la confianza en Dios. Se sentía abandonado y sin espe-ranza. Sin embargo, este es el llamamiento del profeta que abre de nuevo el corazón a la fe.

El desierto es un lugar en el que es difícil vivir, pero pre-cisamente allí ahora se podrá caminar para volver no solo en patria, sino volver a Dios, y volver a esperar y volver a sonreír. Cuando estamos en la oscuridad, en las dificultades, no viene la sonrisa. Es precisa-mente la esperanza la que nos

enseña a sonreír en ese camino para encontrar a Dios.

Una de las primeras cosas que suceden a las personas que se separan de Dios, es que son personas sin sonrisas. Quizá son capaces de hacer una gran carcajada, hacen una detrás de otra. Una broma, una carca-jada. Pero la sonrisa falta. La sonrisa solo la da la esperanza. ¿Habéis entendido esto? La sonrisa de la esperanza de en-contrar a Dios.

La vida a menudo es un desierto, es difícil caminar dentro de la vida, pero si nos encomendamos a Dios se pue-de convertir en bonita y larga como una autovía. Basta no perder nunca la esperanza, bas-ta continuar a creyendo, siem-pre, a pesar de todo. Cuando nos encontramos delante de un niño, quizá tendremos mu-chos problemas, muchas difi-cultades, pero cuando estamos delante de un niño te viene de dentro la sonrisa. La sencillez, porque nos encontramos de-lante de la esperanza, un niño es una esperanza. Y así te-nemos que ver en la vida, en este camino, la esperanza de encontrar a Dios, Dios que se ha hecho niño por nosotros. Y nos hará sonreír, nos dará todo.

Crisis de fe

No podemos negar que el mundo de hoy está en crisis de fe. Sí, decimos, yo creo que Dios, yo soy cristiano, yo soy de esa religión, pero tu vida está muy lejos de ser cristia-no, está bien lejos de Dios. La religión, la fe ha caído en una palabra. Yo creo, sí, pero no. Aquí se trata de volver a Dios, convertir el corazón a Dios e ir por este camino para encon-trarlo. Él nos espera. Esta es la predicación de Juan Bau-tista, preparar, preparar el en-cuentro con ese Niño que nos dará de nuevo la sonrisa. Los israelitas, cuando el Bautista anuncia la venida de Jesús, es como si estuvieran todavía en el exilio, porque están bajo la dominación romana, que les hace extranjeros en su propia patria, gobernados por ocu-pantes poderosos que deciden sobre sus vidas. Pero la verda-dera historia no es la hecha por los poderosos, sino la hecha por Dios junto con sus peque-ños. La verdadera historia, la que permanecerá en la eterni-dad, es la que escribe Dios con sus pequeños. Dios con María, Dios con Jesús, Dios con José, Dios con los pequeños.

Esos pequeños y sencillos que encontramos junto a Jesús que nace: Zacarías e Isabel, ancianos y marcados por la esterilidad; María, joven vir-gen prometida con José; los pastores, que eran desprecia-dos y no contaban nada. Son los pequeños, hechos grandes por su fe, los pequeños que saben continuar esperando. La esperanza es una virtud de los pequeños. Los grandes, los sa-tisfechos no conocen la espe-ranza, no saben qué es.

Son ellos, los pequeños con Dios, con Jesús, que transfor-man el desierto del exilio, de la soledad desesperada, del su-frimiento, en un camino plano sobre el que caminar para ir al encuentro de la gloria del Se-ñor.

Y llegamos al por tanto. Dejémonos enseñar la espe-ranza, esperando con confian-za la venida del Señor, y cual-quiera que sea el desierto de nuestras vidas, cada uno sabe en qué desierto camino, cual-quiera que sea el desierto de nuestras vidas, se convertirá en un jardín florecido. Gracias.

La esperanza no decepciona

Catequesis en audiencia general, miércoles 7 de diciembre, 2016

Habla el Papa

“La esperanza es una virtud de los pequeños. Los grandes,

los satisfechos no conocen la

esperanza, no saben qué es”.

Papa Francisco

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico 9Opinión

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico10 La alegría de catequizarComisión Nacional de Catequesis

Los invitamos, hermanos, a adquirir este texto en el secretariado de catequesis de su respectiva diócesis; y a caminar juntos por las sendas de la Palabra de Dios.

El que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar

las Escrituras es ignorar a Cristo y renunciar a anunciarlo (San Jerónimo).

El texto “Jesús de Nazaret” es un libro escrito por el sacerdote biblista William Segura Sánchez. Escribe para los fieles laicos que deseen profundizar en el mensaje de la Palabra de Dios, ofreciéndoles un análisis del Evangelio de san Marcos 1, 1-15 en un lenguaje sencillo, sin dejar de ser profundo.

El autor comenta en la introducción del libro que su finalidad es hacer accesible la Palabra de Dios a los fieles laicos; de tal modo que pueden descubrir el gozo y la belleza de acercarse a ella desde otra

Jesús de Nazaret

Acompañamiento espiritual para los hermanos de Upala y otras zonas afectadas

perspectiva; que no teman tomarla en sus manos y, con la ayuda de subsidios serios y en sintonía con el Magisterio de la Iglesia, lleguen a una mayor profundidad en su lectura, estudio, meditación, oración y vivencia.

El libro se muestra en tres partes. En la primera, se ofrece una presentación del texto (Mc 1, 1-15). En la segunda parte se presentan algunos acercamientos al texto propuesto; y en la tercera, se analiza detenidamente, versículo por versículo, en diez temas diferentes. El texto fue seleccionado porque el evangelista coloca a Jesús desde el principio en nuestra vida, iniciando con la vida pública de Jesús, hasta la proclamación de Jesús de su ministerio público.

cenacat @cenacat cenacatcostarica www.cenacat.orgCentro Nacionalde Catequesis

El huracán “Otto” sin duda trajo consigo la tragedia a nuestro país. Sin embargo, permitió también mostrar las manos de solidaridad de muchas personas que recolectaron víveres, ropa o dieron un poco de su tiempo en los voluntariados de las diversas brigadas, tanto en el Valle Central como en la zona directamente afectada.

La catequesis, por su parte, no se ha quedado atrás y a través del CENACAT y de su Equipo Nacional de Formación, inició una campaña de esperanza para que los niños y jóvenes catequizandos de los lugares afectados, pertenecientes a las diócesis de Tilarán-Liberia, Ciudad Quesada, Limón y San Isidro, según los casos, no les faltara tampoco el consuelo y la fortaleza espiritual de una Iglesia unida. Esto se hizo realidad y se manifestó mediante cartas con pequeños mensajes cargados de mucho amor, de otros niños y jóvenes catequizandos de diferentes comunidades del país. Asimismo, los catequistas asumieron la tarea de animar a los catequistas de dichas diócesis y zonas,

que han tenido que enfrentar tan dura situación.

La respuesta generosa desde las diversas parroquias no se hizo esperar, recolectando así más de 1500 cartas de esperanza. Éstas fueron enviadas la semana anterior a las diferentes zonas afectadas.

El Centro Nacional de Catequesis, externa su agradecimiento y su más caluroso saludo a todos aquellos catequistas, niños,

jóvenes y adultos, que participaron para ofrecer un granito de fe y de esperanza a los hermanos afectados por el huracán.

A todos ellos les deseamos que encuentren en el Señor la paz y la tranquilidad de saber que no todo está perdido, pues Él no se olvida de ninguno de sus hijos cuando éstos le claman, como lo ha manifestado el pueblo costarricense con sus numerosas muestras de solidaridad.

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico La alegría de catequizarComisión Nacional de Catequesis

En su última catequesis el Papa Benedicto XVI citó un fragmento del diario de Etty Hillesum, aquella “chica que no sabía arrodillarse y que aun así lo aprendió sobre una áspera alfombra de coco en un baño desordenado”; el fragmento dice: “Dentro de mí hay un pozo muy profundo. Y ahí dentro está Dios. A veces me es accesible. Pero a menudo hay piedras y escombros taponando ese pozo y entonces Dios está enterrado. Hay que desenterrarlo de nuevo.”

San Agustín de Hipona decía “Tú, Señor, eres lo más interior de lo más íntimo mío y lo más superior de lo más supremo mío”. El ser humano lleva dentro de sí la huella de Dios, de quien ha recibido su imagen y hacia quien está dirigido, como un proyectil lanzado a su meta por la fuerza violenta del amor de Dios, con razón el autor del cantar de los cantares ponía en boca de la esposa: “llévame en pos de ti: ¡Corramos!” (Cant. 1,4).

El deseo de Dios inscrito en el corazón del ser humano es ya como una presencia de Dios que le trae hacia Él con lazos de Amor (Os 11,4), para que el hombre no vague sin sentido, para que su vida tenga un norte y valga la pena ser vivida.

Si desea profundizar sobre este y otros temas puede acercarse a la propuesta formativa de nuestro instituto llámenos al 2257-3209 o escribanos a la siguiente

dirección de correo electrónico: [email protected]

Emmanuel Barrientos A.Teólogo de INCOTEP

El deseo de Dios

En este cuarto y último domingo de Adviento, vísperas de Navidad, se le pueden poner al portal la mula y el buey, pues eran los animales domésticos de muchas familias judías, que los tenían en el pesebre, a la par de la casa (Números 22,21). San Francisco de Asís, al ponerlos “vivos” en su portal, recordaba aquel pasaje de Isaías 1,3, que dice: “el buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su señor”. Es decir, que los animales reconocieron a Jesús no siendo racionales, pero el pueblo judío no (Juan 1,11; Mateo 2,1-12). También colocarle al portal las figuras de los pastores, que fueron a visitar al niño Dios y que, en su tiempo eran los pobres y los humildes, pero marginados y despreciados (Lucas 2,8.15-20).

Desde niño, Jesús prefiere a los pobres y a los sencillos. Estos pastores representan a los pobres y marginados de hoy día y además, nos recuerdan a los grandes pastores de la Biblia: Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés, David, Salomón, Amós...

¡Hagamos el portal en familia en Adviento y Navidad con la Biblia!

En Nochebuena

Cuarto domingo de Adviento

Sábado 24 de diciembre, 2016Reunida la familia antes o después de la cena de Navidad, tal vez después de la

misa del Gallo o antes, pueden darle al portal la forma definitiva, colocándole las figuras más importantes, la Sagrada Familia de José y María que fue la que hizo posible que el niño Jesús tuviera una familia en la tierra. Ellos fueron los que cumplieron la voluntad de Dios. José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús (Mateo 1,18-25). María, la madre de Jesús (Lucas 2,6-7), la que lo dio a luz y lo cuidó. Para destacar la importancia de esta familia especial podemos dirigirnos a los textos de Mateo 2,13-23 y Lucas 2,22-40.

Luego de colocar a estas figuras, se le pueden poner al portal las ovejas, que recuerdan el rebaño de los pastores de Belén (Lucas 2,8). Las figuras de los reyes magos no ponerlas esta noche, sino dejarlas para el día de la Epifanía del Señor, el 8 de Enero del 2017.

Finalmente, poner la figurita del niño Jesús en el portal (Lucas 2,7.12)

En todo este trabajo, no olviden, además de hacerlo con la participación de la familia, en especial, de los niños, que lo van a disfrutar, acompañarlo de las lecturas bíblicas, de un canto, un villancico y una oración en familia, para darle sentido cristiano a la Navidad y rescatar una devoción muy nuestra, que es la del portal, pues si no la cuidamos, se perderá...

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico

La fe de JoséComentario al Evangelio

En este cuarto domingo de Adviento, el Evangelio de San Mateo nos presenta para nuestra meditación, la figura

de José, el varón justo y prudente, al que Dios le confió ser padre adoptivo de Jesucristo y el esposo de María.

Después de presentar la genealogía de Jesús, “hijo de Abrahán e hijo de David” (Mt 1,1-17), se nos cuenta con detalle la concepción y el nacimiento de Jesús, por obra y gracia del Espíritu Santo, para enseñarnos que el Hijo de Dios tiene su origen en el Padre del

cielo y que la Sagrada Familia debe hacerse cargo de él, para la tarea que Dios le había encomendado: salvar a su pueblo de sus pecados (Mt 1,21) y como cumplimiento de las promesas del profeta Isaías (Is 7,14; Mt 1,23).

En vísperas de celebrar el naci-miento de Cristo en Navidad, que la fe de José, su disponibilidad, justicia y obediencia a la Palabra de Dios, nos ayuden a preparar nuestros corazones a recibir a Cristo que viene, con sus mismas actitudes.

Lectio divina

Oración inicial

Concede, Señor, a los que vivimos oprimidos por la anti-gua esclavitud del pecado, ser liberados por el nuevo y es-perado nacimiento de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

El Texto:

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo:

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivie-ran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de

David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, por-que ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nom-bre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había di-cho el Señor por boca del pro-feta Isaías: He aquí que la vir-gen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nom-bre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.

Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le ha-bía mandado el ángel del Se-ñor y recibió a su esposa.

Palabra del Señor.

Un momento de si

lencio:

Susurramos con calma las palabras del Evangelio, ha-ciéndolas pasar poco a poco de la lengua a la mente, de la mente al corazón.

Algunas preguntas

1. A los ojos de los escribas, la justicia de José sería una desobediencia. ¿Hay en esto un mensaje para nosotros?

2. ¿Cómo descubre el llama-do de la Palabra de Dios en los hechos de tu vida?

Ora

ción final

Pues librará al pobre supli-cante, al desdichado y al que nadie ampara; se apiadará del débil y del pobre, salvará la vida de los pobres. (Sal 72.12-13)

“Dará a luz un hijo y tú

le pondrás el nombre de Jesús”

Oracióninicial

LecturaBíblica

Algunaspreguntas

Momento de silencio

Oraciónfinal

Lecturas para hoy: Is 7, 10-14 / Sal 23 / Rom 1, 1-7 / Mt 1, 18-24 • Ciclo A • IV de Adviento • Liturgia de las Horas: IV del salterio.

“He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán

el nombre de Emmanuel, que

quiere decir Dios-con-nosotros”.

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico

El niño EmmanuelJosé, el varón justo, nunca dudó de María. Lo supo todo desde el principio.

Sagradas Escrituras

En este cuarto y último domin-go de Adviento, tanto la Palabra de Dios como la liturgia de la Iglesia, nos sitúan a las puertas de la Na-vidad. Por lo general, el Evangelio de este domingo nos propone como modelo de espera en Adviento, a la Virgen María, Madre del Redentor. Pero hoy es San José, el hombre justo y esposo fiel, quien se nos pre-senta para nuestra meditación, en el relato de la concepción y nacimiento de Jesús (Mt 1,18-24).

El Evangelio de San Mateo, que es el evangelista que nos acompaña-rá este año 2017 que se avecina, en el ciclo A, empieza con la genealo-gía de Jesús, hijo de David e hijo de Abrahán (Mt 1,1). El texto que hoy escuchamos, leemos y meditamos, es como un eco de aquel comien-zo: “El nacimiento de Jesucristo fue así ”. Solo Mateo nos cuenta que la adopción de José del niño Jesús, le permite situarse al Hijo de María en la descendencia de David. El nom-bre del niño será Jesús, nombre que indica su misión: “salvará a su pue-blo de sus pecados”, pues su nombre significa “el Señor salva”.

Engendrado por el Espíritu San-to, lleva a plenitud la profecía de Isaías: es Dios con nosotros, Emma-nuel (ver la primera lectura de hoy, de Is 7,10-14). Y San Pablo, por su parte, se hace mensajero de esta bue-na nueva (ver la segunda lectura de hoy, Rom 1,1-7).

¿Qué sucedió con José y María?

Para entender mejor el Evangelio, tenemos que ver cómo era vivido el matrimonio de los jóvenes judíos, en

aquellos tiempos. San Mateo cuenta que María estaba comprometida en matrimonio con José y que, antes de vivir juntos, se encontró que estaba encinta del Espíritu Santo (Mt 1,18). Nada se nos dice si ella se lo contó a su esposo, sino de la decisión que José tomó con respecto a ella, “des-pedirla en secreto” (Mt 1,19).

Si el texto habla de un compro-miso, es porque en aquellos tiem-pos el matrimonio judío tenía dos momentos: el contrato y la cohabi-tación. María estaba unida a José, pero todavía no convivían. Este pe-ríodo podía durar aproximadamente un año y fue, en ese breve tiempo, en el que ella quedó embarazada Y José toma la decisión de separarse de su “novia”. ¿Por qué? San Mateo afirma que “porque era justo” (Mt 1,19). Pero ¿qué tiene que ver su justicia con el hecho de abandonar a su mujer?

Muchos autores sostienen que “justo” significa “cumplidor de la Ley”. José está convencido de que María ha cometido adulterio; y como la Ley de Moisés ordenaba que la adúltera fuera repudiada por su marido (Dt 22,20-21), José de-cide cumplir la Ley y abandonarla. Pero esto es inaceptable, porque la Ley de Moisés ordenaba al marido repudiar “públicamente” a la mujer (Dt 22,21), y José decide repudiarla o despedirla en secreto. Por lo tanto, no estaría cumpliendo la Ley mosai-ca sino violándola.

José lo sabía

Todos los intentos de explicar el por qué José quiere abandonar a Ma-ría fracasan, si pensamos que José

sospechaba de su infidelidad. Por eso actualmente los especialistas han propuesto otra explicación. Según ésta, José desde siempre conoció el misterio de María y supo que el niño venía del Espíritu Santo. Por eso no dudó de ella, ni pensó que lo hubie-ra engañado. Esto se deduce perfec-tamente de la manera como Mateo comienza su relato. En efecto, éste dice: “El nacimiento de Jesucristo fue así: María estaba comprometida con José. Pero antes de que ellos em-pezaran a vivir juntos, ella se encon-tró encinta por el poder del Espíritu Santo” (Mt 1,18).

Pues bien, San Mateo empieza dando tres informaciones al lector: a) que María estaba comprometi-da con José; b) que aún no habían convivido; c) que ella quedó emba-razada del Espíritu Santo. Nosotros, cuando leemos el texto, suponemos que José sólo conocía dos de estas tres informaciones: la primera (que ambos estaban comprometidos), y la segunda (que no habían tenido rela-ciones íntimas). Pero pensamos que desconocía la tercera (que el emba-razo era del Espíritu Santo). Y ¿por qué? Si la narración enumera juntos los tres datos, y luego presenta a José analizando el dilema que surge de los tres, ¿por qué va a conocer so-lamente los dos? Es lógico suponer que, para San Mateo, José conocía las tres informaciones, y trataba de buscar una solución para ellas.

Pero si José sabía del embarazo divino de su mujer, ¿por qué cuenta San Mateo que un ángel le avisa en sueños, que el hijo de María es del Espíritu Santo? En realidad las pala-bras del ángel están mal traducidas. Las traducciones de la Biblia suelen poner que el ángel exclamó: “José,

no temas aceptar a María, porque lo engendrado en ella proviene del Es-píritu Santo. Dará a luz a un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús” (Mt 1,20-21).

Pero en realidad el texto griego no dice “porque”, sino “porque si bien”. Así, el mensaje del ángel cam-bia totalmente, al leerse así: “José, no tengas miedo en tomar contigo a María, porque si bien lo que ella ha concebido viene del Espíritu Santo, dará a luz a un hijo, a quien tú pon-drás por nombre Jesús”. En ese caso, lo que el ángel informa a José no es que el hijo viene del Espíritu Santo (cosa que ya sabía), sino que José le pondría por nombre Jesús (cosa que él desconocía). José se siente inclui-do por Dios en esta historia de salva-ción, por deseo expreso de Dios.

A veces tenemos una imagen tris-te y descolorida de José. Lo conside-ramos casi un pobre hombre (cuan-do no un “viejito”), manso y sufrido, que mes tras mes, debió ver crecer el vientre de su esposa, mientras por dentro lo consumía la amargura o la desconfianza.

Lo imaginamos desorientado, lu-chando entre la confianza y la duda, entre el amor y los celos, incapaz de comprender el misterio de la encar-nación, que sólo María conocía... Pero José, el varón justo, nunca dudó de María. Lo supo todo desde el principio. Su única duda fue si Dios lo quería o no, al lado de su mujer. Y Dios le hizo saber que sí, que lo que-ría como esposo de la Virgen María y padre adoptivo de su Hijo el Em-manuel, y como protector de la Sa-grada Familia ¡Grandiosa y delicada tarea le puso Dios en sus manos!

Pbro. Mario Montes M.Animación bíblica CENACAT

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico

Su inquietud, estimada Jua-na, me llevó a contemplar, una vez más, a Jesús en oración para que fuera El quien me sugiriera un posible comenta-rio útil para usted y para nues-tros lectores del Eco. He aquí entonces, unas indicaciones prácticas.

Jesús nos ha revelado a Dios como Padre Nuestro, y así nos ha hecho comprender que todos los hombres somos hermanos, somos su familia. No podemos entonces perma-necer indiferentes frente a las tremendas desgracias, trage-dias y sufrimientos de los de-más, sean ellos de la India, de China, de Nicaragua, de Sudán del Sur… o de nuestra Upa-

la. No podemos decir: “Padre Nuestro danos el Pan de cada día” sin que nuestra oración sea una oración solidaria en favor de todos nuestros herma-nos que sufren.

Por otra parte, nuestra soli-daridad no puede permanecer sólo a nivel de sentimiento, sino que debe impulsarnos a la acción, y a una acción con-creta, por lo cual, conscientes de nuestros límites, debere-mos necesariamente escoger un campo determinado de ac-ción. Intentaremos, por ejem-plo, enviar nuestra ayuda a los hermanos que por el huracán Otto, lo han perdido todo o en otra oportunidad enviar nues-

tra ayuda a poblaciones vícti-mas de la hambruna en Sudán del Sur o en otros países… Así haremos con nuestra oración: espontáneamente oraremos por las situaciones de sufri-miento más cercanas, que más sentimos como “nuestras” sin olvidar a los lejanos. Y es que nos resulta natural comprome-ternos más fácilmente con los casos que tenemos cerca. No es egoísmo; es algo natural, como sentir más compasión por un enfermito que a quien visitamos, que hacia un enfer-mo a quien ni conocemos.

No olvidemos sin embar-go, que a través de la oración, como que “entramos” en el

Corazón de Jesús, y de este modo, la oración en Cristo y por Cristo, nos hace presentes en toda situación de dolor, nos une a todos los hijos e hijas del mismo Padre-Dios.

Ciertamente no podemos medir la eficacia de nuestra pobre oración, pero sabemos que por Cristo, Salvador del Mundo, y en unión con la ora-ción de toda la Iglesia, la ora-ción va extendiéndose y como cubriendo de un manto de compasión y de misericordia a todos los hombres.

Finalmente creo no exage-rar si afirmamos que nuestra oración, la de todos, y unidos en Cristo, se asemeja a la ora-

ción del mismo Jesús en la Cruz, la que sin duda fue ele-vada silenciosamente por los dos ladrones crucificados con El: ella abrió una puerta de es-peranza y uno de los dos (del otro nada sabemos con absolu-ta certeza) entró por ella.

Lo repetimos: no podemos pretender establecer en térmi-nos de medida la eficacia de nuestra oración, pero no cabe duda que ella es como “bálsa-mo derramado sobre tantas y tantas llagas de nuestro mun-do” nunca perdemos tiempo cuando oramos, cuando le gri-tamos al Señor: ¡Jesús, Salva-dor del mundo, sálvanos!

Ante tanto sufrimiento… ¿sirve de algo orar?

“Monseñor: Con frecuencia yo me siento como “perdida” en mis

oraciones. Hay en el mundo guerras, huracanes, aviones

que se caen, incendios… hambre, inundaciones… ¿cómo escoger por cual desastre orar? Y sobre

todo frente a tanta miseria, a tanto sufrimiento y a

tantas necesidades, ¿qué importancia puede tener mi pobre oración? Dios

le pague tanta atención y amabilidad, Monseñor”.

Juana Rosales - San José

No podemos pretender establecer en términos de medida la eficacia de nuestra oración, pero no cabe duda que ella es como “bálsamo derramado sobre tantas

y tantas llagas de nuestro mundo”.

Monseñor Vittorino Girardi S.Obispo emérito de Tilarán-Liberia

¡Mereces una respuesta!Correo electrónico: [email protected] Fax: 2257-6536

Tus dudas

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico

María Estela Monterrosa [email protected]

La Parroquia San Francisco Javier, de Cervantes de Alva-rado, celebró la solemnidad de su santo patrono, el 3 de diciembre con una Eucaris-tía presidida por el obispo de Cartago, Mons. José Francisco Ulloa.

En la celebración también estuvieron presentes los sacer-dotes John Brenes, cura párro-co, Víctor Hugo Brenes y Ran-dall Zamora.

“Siempre me da mucha alegría venir a Cervantes, en especial en la fiesta patronal”, dijo el obispo.

Sobre el santo, destacó que “fue un gran misionero, que se

entregó apasionadamente por llevar a Cristo a muchas per-sonas en la India y Japón”.

Por su parte, el párroco, Pbro. John Brenes, afirmó que la fiesta patronal era una oca-sión para estar alegres. “Este

año es especial porque es la primera fiesta patronal en que contamos con la reliquia de primer grado de nuestro santo. Hoy nos unimos también en oración por la espiritualidad misionera sacerdotal en Costa Rica”, dijo.

La parroquia de Cervantes fue erigida en 1964, antes esta comunidad era parte de la pa-rroquia de Pacayas. El centro parroquial se ubica en Cervan-tes de Alvarado y sus cinco fi-liales son parte del cantón de Paraíso.

A inicios de este año, la pa-rroquia recibió una reliquia de San Francisco Javier. Se trata de una reliquia de primer gra-do, un pedacito de hueso del brazo derecho del santo.

San Francisco Javier nació en el castillo de Javier (Nava-rra) en 1506. Cuando estudia-ba en París, se unió al grupo de san Ignacio. Fue ordenado sacerdote en Roma en 1537 y se dedicó a obras de caridad. En 1541 marchó al Oriente.

Evangelizó incansablemente la India y el Japón durante diez años y convirtió muchos a la fe. Murió en 1552 en la isla de Sanchón Sancián, a las puertas de China.

Fiesta de San Francisco Javier se celebró en Cervantes

La parroquia cuenta con una reliquia de primer grado de su patrono

Cientos de devotos colmaron el templo de Cervantes. Foto M. Monterrosa.

Los devotos llevaron es-tampitas y medallas. Foto M. Monterrosa.

Iglesia hoy

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Domingo 18 de diciembre 2016 Eco CatólicoIglesia hoy

Laura Ávila Chacó[email protected]

Miguel Ángel Granados Rivera es un joven misionero vecino de San Carlos de Ta-rrazú. Tiene 33 años y una im-presionante historia de entrega por amor que le tomó los últi-mos 6 años en Camboya.

En este país realizó uno de los grandes sueños de su vida, en respuesta al llamado que el Señor puso en su corazón des-de niño, cuando participaba en las experiencias de misión en Semana Santa. De hecho estando en este grupo, y con el apoyo de su párroco el Pa-dre Edgar Orozco, hoy Vica-rio General en San Isidro, fue como cursó el proceso de for-mación ad gentes, traído desde Honduras.

Luego participó en el Con-greso Americano de Misiones del 2003 y en la preparación de la edición de Ecuador, en el 2008. Finalmente Miguel Án-gel pudo ir al Centro de Ani-mación y Formación Misione-ra y a fines del 2009 solicitó su incorporación como laico aso-ciado a la Sociedad de Misio-nes Extranjeras de Quebec, en Canadá, más conocida como los Padres Javerianos.

Fue aceptado y asignado a la misión en Camboya en el 2010, luego del aprendizaje del inglés.

“El 10 de marzo del 2011 aterricé en Camboya, tenía una idea de a qué iba, pero el contraste, comenzando por el clima fue muy duro”, recuerda este joven, que mientras cur-saba la secundaria combinaba sus estudios con el trabajo en el campo, especialmente en los cafetales de la familia.

En Camboya las tareas de la catequesis y el trabajo pas-toral están reservadas para los sacerdotes y las religiosas, por eso, para que un misione-ro pueda cumplir su servicio debe de incorporarse a una Or-ganización no Gubernamental, ONG, y desarrollarse en cam-pos como la salud o la educa-ción.

En su caso se incorporó a una ONG que desarrolla pro-yectos para las personas sor-das. A pesar de este formalis-mo, Miguel Ángel asegura que nunca se vio como trabajador de una ONG, pues el compo-nente de la fe siempre estuvo presente.

“Para el misionero Dios significa las personas y las personas significan Dios. Una experiencia misionera se en-tiende con las personas y con

Dios. No podría haber estado feliz en Camboya simplemen-te como un trabajador de una ONG, porque me faltaría Dios, todo hubiera perdido sentido, como no tendría sentido estar como misionero sin encontrar a las personas”, explicó.

Por eso su trabajo con los jóvenes y adultos sordos siem-pre buscaba devolverles su

dignidad, hacerlos parte de su cultura y sociedad.

En Camboya existen unas 55 mil personas sordas, en una población de 15 millones de personas. En general son per-sonas excluidas, abandonadas y completamente relegadas de las oportunidades. Se estima que solo unas 3 mil han logra-do acceso a la educación.

Por cuestiones culturales, estas personas enfrentan el rechazo y la vergüenza de sus propias familias y son tratados como inestables mentales.

Por eso parte del trabajo del misionero es recorrer los pueblos, a veces hasta 100 ki-lómetros en un día, en moto-cicleta identificado personas a las que se puede ayudar.

Luego, son llevados a cen-tros donde reciben formación por medio de talleres y otras actividades de socialización. En estos lugares la ONG les ofrece alimentación y aloja-miento.

Naturalmente, para ha-cer su trabajo Miguel Ángel aprendió el sistema de signos camboyano, que es diferente del Lesco, para poder comu-nicarse.

“Lo empecé a aprender como una distracción en Ca-nadá, por ganas de hacer algo

más, pero Dios tenía planes para mí. Así Dios le da senti-do a mi vida y a lo que hago, porque lo hago por amor a las personas, que es amor a Dios”, dijo.

Todo lo vivido son mila-gros, agregó, reconociendo que el misionero necesita más apoyo, incluso de parte de la Iglesia, y todos estamos llama-dos a salir de nuestras zonas de confort para cumplir con el mandato misionero.

“Un misionero debe ser una persona que se atreva a de-cir sí. Hay aspectos fundamen-tales, como la salud, el idioma y la cultura que se deben de observar, pero lo más impor-tante es estar abierto siempre a aprender, a dejarse enseñar”. Al final, la vida cambia, las perspectivas cambian y el mi-sionero siempre sale enrique-cido de cada experiencia.

Miguel Ángel considera que aún en nuestro país hay muchos lugares de misión, como lo ha demostrado Mons. Javier Román con sus visitas a territorio indígena, según sus palabras.

De regreso en el país, el joven desea prepararse más para seguir sirviendo, por eso, contando con el apoyo de su familia, quiere formarse como psicólogo.

Misionero costarricense desarrolló proyecto a favor de población sorda

De Tarrazú a Camboya por amor

Con uno de los grupos de trabajo. El deporte es uno de los mejores recursos para la comunicación.

“Para el misionero Dios significa las personas y las personas

significan Dios. Una experiencia

misionera se entiende con las

personas y con Dios.Miguel Ángel Granados

Misionero en Camboya

Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico Iglesia hoy

Ma. Estela Monterrosa [email protected]

Un total de 14 sacerdotes han sido nombrados en la Dió-cesis de Ciudad Quesada, se-gún informó el obispo Mons. José Manuel Garita. Han sido reasignados como párrocos, vicarios y en otros servicios pastorales en respuesta a di-versas necesidades pastorales de la iglesia particular. Los nombramientos serán efecti-vos entre el 23 y 27 de enero de 2017.

Párrocos:

Pbro. Luis Diego Barrantes MurilloParroquia San Carlos Borromeo, Catedral de Ciudad Quesada.

Pbro. Albán Arroyo VegaParroquia San Martín de Porres, Ciudad Quesada.

Pbro. Mario Gerardo Echavarría UreñaParroquia El Buen Pastor, Río Frío, Sarapiquí.

R.P. Álvaro Chacón PicadoParroquia San Miguel Arcángel, Sarapiquí.

Pbro. Roberth Chacón ChacónParroquia San Antonio de Padua, Pital.

Pbro. Fabio Antonio Hidalgo RojasParroquia Santa Rosa de Lima, Pocosol.

Vicarios parroquiales:

Pbro. Álvaro Enrique Villegas ÁlvarezParroquia El Buen Pastor, Río Frío, Sarapiquí.

Pbro. Omar Francisco Solís VillalobosParroquia San Antonio de Padua, Pital.

Pbro. Carlos Alberto Muñoz MuñozParroquia Santa Rosa de Lima, Pocosol.

Pbro. Aníbal Quesada PaniaguaParroquia San Juan Bosco, La Fortuna.

Vicarios foráneos:

Pbro. Roberth Chacón ChacónVicario Foráneo Vicaría San José.

R.P. Álvaro Chacón PicadoVicario Foráneo Vicaría San Agustín.

Otros oficios y responsabilidades:

Pbro. Abraham Abarca MongeCapellán Instituto Agropecuario Costarricense (IACSA).

Pbro. Luis Bernardo Blanco AlfaroItinerante, Camino Neocatecumenal.

Nombramientos sacerdotales en Ciudad Quesada

Mons. José Manuel Garita, obispo diocesano.

Domingo 18 de diciembre 2016 Eco Católico

A la espera diálogo en VenezuelaCARACAS - El proceso de diálogo que adelanta el Gobierno y la oposición quedó en “stand by” y será reactivado el 13 de enero, tras una etapa de revi-sión que permita la “consolidación y sostenibilidad” de las conversaciones.

“Ese plazo, según acordamos, será utilizado para trabajar de manera in-mediata en las mesas temáticas del diálogo nacional”, dijo monseñor Clau-dio María Cello, enviado del Vaticano para acompañar el proceso, tras una intensa jornada de reuniones bilaterales con representantes del gobierno y de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). El prelado destacó que aún quedan temas en la agenda que están pendientes por resolver”.

Crear nuevos modelos económicosCIUDAD DEL VATICANO - Es hora de crear “nuevos modelos económicos, más inclusivos y justos”, dijo enfático el Papa Francisco que llamó a aprove-char el “gran reto” de “responder a los niveles globales de injusticia median-te la promoción de un sentido de la responsabilidad local, incluso personal”.

Al recibir en el Vaticano a los participantes en el encuentro Fortune-Time Global Forum sobre el tema “El desafío del siglo XXI: crear un nuevo pac-to social”, el Papa afirmó que es verdad “la necesidad urgente de modelos económicos más inclusivos y económicos” y sostuvo que el mundo está in-merso en inquietudes. “Cuando reconocemos finalmente el mal en medio de nosotros podemos buscar sanarlo aplicando la atención adecuada”, aseguró.

ROMA .- La visita de Stephen Haw-king al Vaticano a fines de noviembre provocó curiosidad, e incluso llevó a algunos a cuestionarse sobre qué exactamente estaba haciendo el as-trofísico y autoproclamado ateo en el corazón de la Iglesia Católica.

Sin embargo, para el Vaticano la visita no era nada extraordinario. Hawking es un miembro de la Ponti-ficia Academia de las Ciencias –que incluye a 80 de los científicos más brillantes del mundo– y estaba en la Ciudad del Vaticano para su encuentro anual.

La conferencia de este año estaba enfocada en “Ciencia y Sostenibi-lidad”. El propio Hawking dijo una charla sobre “El origen del universo”, un tema sobre el que ha logrado reco-nocimiento mundial.

El credo –católico u otro– no es un criterio de membresía en la Pontificia Academia de las Ciencias. El presi-dente del grupo, Werner Arber, Pre-mio Nobel de Medicina de 1978, es protestante. Y miembros de la Acade-mia son católicos, ateos, protestantes y miembros de otras religiones.

Esta política de membresía abierta existe porque la Pontificia Academia de las Ciencias está concebida como un lugar donde la ciencia y la fe pue-dan encontrarse y discutir. No es un foro confesional, sino un lugar donde es posible tener una discusión abierta y examinar los futuros avances cien-tíficos.

La Academia fue fundada en 1603 por el príncipe Federico Cesi con la bendición del Papa Clemente VII, y su primer directivo fue Galileo Gali-lei. Cuando el príncipe Cesi murió, la Academia fue cerrada.

Pío IX la refundó en 1847, pero la Academia fue insertada en el Reino de Italia tras la caída de los Estados Pontificios. En 1936, Pío XI fundó una vez más la Academia, dándole su nombre actual y un estatuto que Pablo VI actualizó en 1976 y San Juan Pablo II actualizó nuevamente en 1986.

Entre los nombres de los miembros de la Academia a lo largo de los años uno puede encontrar muchos ganado-res del Premio Nobel, algunos de los cuales ya eran miembros de la Ponti-ficia Academia de las Ciencias cuando recibieron el reconocimiento.

Entre los Premio Nobel que eran miembros de la Academia están Niels Bohr, Rita Levi Montalcini, Werner Heisenberg, Alexander Fleming y Carlo Rubbia.

Los encuentros de la Pontificia Academia de las Ciencias discuten temas de la vanguardia de la ciencia. Por ejemplo, la Academia ha discuti-do muchas veces sobre el “bosón de Higgs”. Esta partícula elemental fue finalmente descubierta en 2015, pero los científicos de la Organización Eu-ropea para la Investigación Nuclear (CERN) anticiparon su inminente des-cubrimiento en un encuentro sobre fí-sica subnuclear realizado en la Casina Pío IV, la sede de la Academia.

En cierto sentido, la Academia es un puente entre la ciencia, la fe y el mundo. Prueba que el conocimiento científico no excluye la presencia de Dios.

El canciller de la Academia, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo destacó que “el científico descubre cosas que no había puesto ahí. Cuestionarse quién puso esas cosas ahí es un asunto teológico. El científico solo las descu-bre, el creyente ve en ellas la presen-cia de Dios”. (ACI)

Iglesia en el mundo

Ateos en el corazón de la Iglesia Católica

Juan José Vargas Fallas

Animador de vidag

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Domingo 18 de diciembre 2016Eco Católico Iglesia en el mundo

CIUDAD DEL VATICANO - Solo dando “nombre y apellido” a los peca-dos, y no pasándoles por encima “dos capas de barniz” o “dos palabritas” en la confesión, se lleva a cabo un verda-dero cambio, una nueva creación, y el cambio que trae Cristo no es un simple “maquillaje”.

Lo explicó el Papa Francisco en la misa en Santa Marta precisando que el hecho de que Jesús cure no solo a los enfermos, sino también a los pecado-res, “escandaliza”.

Entre los peores pecados -agregó- están “la envidia, que es algo feísimo, como el veneno de la serpiente que busca destruir al otro”.

Francisco comentó palabras del profeta Isaías y uno del Evangelio, donde los doctores de la ley murmu-raban contra Jesús que hablaba con la Magdalena.

La Magdalena, que era sana en el físico pero tenía “una llaga adentro: era una pecadora”, intuyó -subrayó el

Papa- que “ese hombre podía curar no solo el cuerpo sino la llaga del alma.

Podía re-crearla! Y para eso hace falta mucha fe”.

Jesús “hacía ver un camino de cambio a la gente y por eso la gente lo seguía”. No lo seguía “porque era de actualidad, lo seguía porque el mensa-je de Jesús llegaba al corazón”.

“Dios -sintetizó Francisco- había creado el mundo; el hombre cayó en pecado; vino Jesús a re-crear el mun-do. Y este es el mensaje, el mensaje del Evangelio, que se ve claro: antes de curar a ese hombre, Jesús perdona sus pecados”.

“Va allí, a la re-creación, re-crea a ese hombre de pecador en justo: lo re-crea como justo. Lo hace nuevo, to-talmente nuevo. Y esto escandaliza”.

“Todos somos pecadores, pero mira la raíz de tu pecado y que el Se-ñor vaya allá abajo y la re-cree: y esa raíz amarga florecerá, florecerá con las

obras de justicia, y tú serás un hombre nuevo, una mujer nueva”.

“Pero si nosotros: ‘Sí, sí, tengo pe-cados; voy, me confieso, dos palabras, y luego sigo así’... no me dejo re-crear por el Señor. Solo dos capas de bar-niz y creemos que con esto terminó la historia. No, mis pecados, con nombre

y apellido: yo hice esto, esto, esto, y me averguenzo dentro del corazón”.

Siempre -concluyó el Papa- bus-camos “ocultar la gravedad de nues-tros pecados”. Por ejemplo cuando disminuimos la envidia. Que es “algo feísimo, es como el veneno de la ser-piente” que busca “destruir al otro”. (ANSA).

Cristo no es un simple maquillaje