revista luminar no.8 2012

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Page 2: Revista luminar no.8 2012
Page 3: Revista luminar no.8 2012

¿QUÉ DICE EL SILENCIO EN

SU ELOCUENCIA CALLADA?

CONCLUSIÓN

Los ojos físicos son las venta-

nas que nos muestran el mun-

do externo; la visión es la fa-cultad que nos hacer ver las

formas y colores de los objetos;

la mente nos hace tomar con-ciencia y conocimiento de lo

que vemos. Del mismo modo,

el ojo que está detrás del ojo es lo que nos permite ver y tomar

conciencia del mundo espiri-

tual. Con la visión espiritual tomamos conciencia de lo divi-

no; esta visión espiritual es

más penetrante, más profunda

y luminosa que la visión física. Pero ¿qué ve este ojo del ojo?

¿Y quién es el que ve con el ojo

y con el ojo del ojo? Reconocer esta identidad es la finalidad

de toda meditación.

Detrás del ojo que ve está la

Presencia. Esta Presencia es el que ve, aquello que ve y está

consciente que ve. Esta Pre-

sencia es aquello que presen-cia el mundo externo, el mun-

do interno y el mundo espiri-

tual. La Presencia es también

aquello que conoce. Esta Pre-sencia es lo que está presente

en lo todo lo que hacemos, es-

ta Presencia es lo que presen-cia todo. Incluso esta Presen-

cia es tal observe o no observe

algún objeto, tenga o no tenga

un objeto de conocimiento.

En el mundo externo la Presencia percibe

todo lo que nos rodea.

¿En el mundo interno qué ve la Presencia?

Obviamente que ve

pensamientos, emo-ciones; ve cómo fun-

ciona la mente y el

cuerpo. Esta Presencia toma conciencia de

todo lo que acontece

en el cuerpo-mente.

Este cuerpo-mente, expandido a otros ni-

veles o dimensiones de

percepción, puede ser considerado como

cuerpo físico, cuerpo

energético, cuerpo emocional, cuerpo

mental, etc. Sin em-

bargo, al margen de lo que presencia la Pre-

sencia en los cuerpos,

más allá de todos los

cuerpos, esto es, en el silencio y vacío, qué

presencia la Presencia.

Es decir, ¿qué presen-cia la Presencia en el

mundo espiritual?

¿Qué escucha la Pre-sencia en el silencio?

¿Qué ve la Presencia en

la oscuridad del vacío? ¿Qué “percibe” la Pre-

sencia cuando trascien-

de los sentido físicos?

¿Qué es la Presencia en la oscuridad y el vacío

interno? ¿Qué es la

Presencia en el silencio interno? La respuesta

no viene pensando, si-

no más experienciando, se da en una experien-

cia más allá de toda

experiencia. La razón no entiende de este si-

lencio.

EDITORIAL, VIDAL PORTUGAL

REVISTA LUMINAR Nº 8, [email protected] Agosto 2012

Año 1, Nº 8

LUMINAR Nº 8

Editorial, Vidal Portugal

Budismo Zen, Han Shan

La puerta del cielo, Tradicio-

nal zen

3 6 6

Sea lo que usted es, Ramana

Maharsi

La consciencia y lo absoluto,

Sri Nisargadatta Maharaj

El ritual del gato, tradicional

zen

7 8 9

Ilusión frente a realidad,

Ranjil Maharai

Enseñanza zen, Stephen

Mitche

10 11

La llave de la realización del

ser, Sri Siddhayaneshwer

Maharaj

La alegría sin objeto, Jean

Klein

En todo lugar, Alan Watts

12 13 13

La nueva tierra, Eckhart

Tolle

La canción de Avaddut, Dat-

tatreya

14 16

Comentario del génesis,

Meister Eckhart

Vivekachadamani, Shankara-

charyan

Mantra, Lama Yeshe

17 17 18

El espantapájaros, Gibrán

Khalil Gibrán

Buscando el yo, Lama Zopa

Zimpache

Kabir

Sri Ranjit Maharaj, Biografía

Alimentarnos mejor es ganar

salud, Shiarhela Ríos M.

Haikus, poemas

20 21 22 26 27 29

Contenido:

Título Original: Revista Luminar

© 2012

Responsable:

Vidal Portugal

Diseño de cubierta:

Vidal Portugal

Compaginación textos e ilustraciones:

Manuel Antonio Magia Andina

Edición: agosto de 2012

Impresión digital

Printed in Bolivia

Dirección electrónica:

WWW.sinenomini@gmailcom

“La mente nos hace tomar conciencia y

conocimiento de lo que

vemos”.

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Page 4: Revista luminar no.8 2012

Le dijeron a Ramana Maharshi

que el silencio no es comprendi-

do. El maestro respondió:

“No importa. Por el silencio, lo que se entiende es elocuencia. Las di-sertaciones orales no son tan elo-

cuentes como el silencio. El Silencio es elocuencia incesante. El Maestro Primordial, Dakshinamurti, es el ide-al. Él enseñaba a sus discípulos ris-his con el silencio”.

Esto quiere decir que en la medita-

ción silente, en el vacío mental, es cuando entras al estado adecuado

de meditación. Es con la meditación

que entras a esta experiencia espiri-tual. Para hacerlo nada más tienes

que acallar tu mente, no pensar. En

ese silencio calmo te dejas hundir en el vacío y trasciendes el cuerpo y la

mente. ¿Qué escuchas entonces en

el silencio cuando te arrobas en su melodía? ¿Qué ves entonces en la

oscuridad cuando te alumbra su

luz? Ciego en los ojos, sordo en el

oído, insensible en los sentidos y mudo en el no pensamiento te des-

vaneces en lo divino, en la totalidad

del amor de Dios.

En la profundidad de la oscuridad y

del silencio lo único que

ves es el amor, lo único que resuena es el amor.

Pero es el amor de Dios lo

que se ve en la oscuridad, es el amor de Dios lo que

se escucha en el silencio.

Dios es amor dice San

Pablo. El amor te une con Dios dice San Juan de la

Cruz. No necesitas de

ninguna palabra para amar, la palabra más be-

lla y sonora de amor no

es más que el eco del si-lencio dulce de Dios.

Amas sin palabras, amas

en silencio, y es el silen-cio del amor lo que te lle-

va a lo amado, y es el si-

lencio del amado lo que

ilumina tu vida. San Juan de la Cruz dice que

en el silencio y en la os-

curidad Dios te informa, te da a entender el cono-

cimiento divino que no es

otra cosa que amor a Dios sobre todas las co-

sas.

De igual forma en el bu-dismo zen no se habla, se

hace; pero se hace sin

pensar, sin calcular, sin pretender ventaja ni ga-

nancia: se obra sin ego, y

sin ego lo único que se

puede hacer es amar.

Cuando no piensas y te

dejas guiar por el amor,

cuando te dejas poseer por el amor, todo lo que

haces es acto puro, res-

plandeciente y alumbran-te. Todo acto puro, rebo-

sante de amor, es ya una

oración, una plegaria, un contacto armonioso con

todo y con todos.

“Todo ac to puro ,

rebosante de amor, es

ya una oración, una

plegaria, un contacto

armonioso con todo y con

todos”.

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Page 5: Revista luminar no.8 2012

La práctica mística que une con

Dios, con el Absoluto, con el Tao, con la Budeidad, con el Cristo,

con Krishna, o como quieras lla-

marlo, te revela dimensiones ocultas. En estas dimensiones

descubres tu verdadera natura-

leza, los secretos divinos revela-dos en la naturaleza y en el

mundo y universo.

Ramana Maharshi dice que pue-

des descubrir tu propia natura-leza con la autoindagación, pre-

guntándote quién eres en reali-

dad, y que este es el camino más rápido a la Realización, a la Ilu-

minación; sin embargo, también

dice que este camino está unido a otro camino, incluso más rápi-

do, y este camino es el amor a

Dios. El amor a Dios es el sende-ro que menos esfuerzo requiere,

nada más tienes que hacerte lle-

var por el amor y por la presen-

cia del amado.

El estado amoroso, el estado de

amor extático que purifica, sana y eleva, es tu estado natural, na-

da más tienes que darte cuenta.

Y date cuenta también que sólo

en ese estado y desde ese estado puedes encontrar a Dios en tu

Corazón, sólo desde ese estado

descubres a Dios en ti, en el otro y en lo otro. En estado de amor

vivencias lo que es Dios, lo que

eres Tú. Este estado divino, que es amor, también es paz, felici-

dad. Ramana Maharshi dice que

la felicidad más grande no es

otra cosa que paz.

Aprende a callar lo personal, aprende a aquietar tus dese-

os, tus anhelos terrenales.

Aprende a encontrar dentro

de ti lo más sagrado que tie-nes y eres. En el Cántico Es-

piritual San Juan de la Cruz

nos ilustra esta experiencia

mística

“En aquel silencio y sosiego

de la noche ya dicha, y en aquella noticia de la luz divi-

na, echa de ver el alma una

admirable conveniencia y dis-posición de la sabiduría de

Dios en las diferencias de to-

das sus criaturas y obras; porque todas ellas y cada una

tienen una correspondencia

con Dios, con que cada una

en su manera de voz muestra

lo que en ella es Dios; de suerte que le parece una armonía de

música subidísima, que sobrepuja

todos los saraos y melodías del

mundo; y llama a esta música ca-llada porque, como habíamos di-

cho, es inteligencia sosegada y

quieta, sin voces de mundo; y así, se goza en ella la suavidad de la

música y la quietud del silencio; y

así, dice que su Amado es esta música callada, porque en él se

conoce y gusta esta armonía de

música espiritual; y no sólo eso, sino que también es LA SOLEDAD

SONORA.”

NOTAS

- Entiendo por conciencia el darse cuenta de algo. Por ejemplo, tomo conciencia de que hago algo, de que aconte-ce algo ya sea en el mundo externo o interno. - Una manifestación de Shiva. El Guru. Vidente, sabio.

“En estado de amor vivencias lo que es Dios,

lo que eres Tú”.

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Page 6: Revista luminar no.8 2012

BUDISMO ZEN, HAN SHAN

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Toda mi vida he sido un perezoso,

Odiando cualquier cosa seria, encontrando

asuntos de luz más afín.

Otros pueden estudiar cómo hacer una ga-

nancia,

Yo solo tengo mi pergamino de escritura.

Yo no me preocupo de guardarlo en un cilin-

dro o en una caja,

Ni me preocupa llevarlo aquí y allá.

Como un doctor que prescribe una medicina

para cada enfermedad,

Yo utilizo el remedio que tengo a mano para

salvar el mundo.

Sólo cuando la mente está libre de aflicción puede la luz de la comprensión brillar en ca-

da esquina.

Página 6 LUMINAR Año 1, Nº 8

LA PUERTA DEL CIELO

«Un guerrero samurái fue a ver al maestro Hakuin y le preguntó:

—¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Dónde están

las puertas que llevan a uno y al otro? ¿Por dónde puedo entrar?

Hakuin le respondió con una pregunta:

—¿Quién eres? —le preguntó Hakuin.

—Soy un samurái —le respondió el guerrero—, un jefe de samuráis. Hasta el Emperador mismo me

respeta.

Hakuin se rió y contestó: —¿Un samurái, tú? Pareces un mendigo.

Sintiendo su orgullo herido, el samurái desen-

vainó su espada y, ya estaba a punto de matar a Hakuin, cuando éste le dijo:

—Ésta es la puerta del infierno.

Inmediatamente el samurái entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto, y Hakuin dijo:

—Y ésta es la puerta del cielo.»

TRADICIONAL ZEN

Page 7: Revista luminar no.8 2012

SEA LO QUE USTED ES, RAMANA MAHARSHI

.Pregunta: Si el Sí mismo es pre-

sencia consciencial, ¿por qué no

soy consciente (aware) de ello

ahora?

Respuesta: No hay ninguna dua-

lidad. Su conocimiento presente

se debe al ego y es sólo relativo.

El conocimiento relativo requiere

un sujeto y un objeto, mientras

que la presencia consciencial

(awareness) del Sí mismo es ab-

soluta y no requiere ningún ob-

jeto.

El recuerdo también es similar-

mente relativo, requiere un obje-

to que recordar y un sujeto que

recuerde. Cuando no hay ningu-

na dualidad, ¿quién va a re-

cordar a quién?

El Sí mismo está siempre

presente. Cada uno quiere

conocer al Sí mismo. ¿Qué

tipo de ayuda se requiere pa-

ra conocerse a uno mismo?

Las gentes quieren ver el Sí

mismo como algo nuevo. Pe-

ro es eterno y permanece el

mismo siempre. Desean verle

como una luz deslumbrado-

ra, etc. ¿Cómo puede ello ser

así? No es luz, no es obscuri-

dad. Es solamente como es.

No puede ser definido. La

mejor definición es «Yo soy lo

que yo soy». Las srutis

[escrituras] hablan del Sí

mismo como del tamaño de

un pulgar, como la punta de

un cabello, como una chispa

eléctrica, vasto, más sutil

que lo más sutil, etc. No tie-

nen ningún fundamento de hecho.

Es solamente ser, pero diferente de

lo real y lo irreal; es conocimiento,

pero diferente del conocimiento y

la ignorancia. ¿Cómo puede ser

definido en absoluto? Es simple-

mente ser.

Pregunta: Cuando un hombre rea-

liza el Sí mismo, ¿qué ve?

Respuesta: No hay ningún ver. Ver

es ser. El estado de realización de

Sí mismo, como nosotros lo llama-

mos, no es obtener algo nuevo o

alcanzar alguna meta remota, sino

simplemente ser eso que usted

siempre es y que usted siempre ha

sido. Todo lo que se necesita es

que usted abandone su aceptación

de lo no-verdadero como verdade-

ro. Todos ustedes están conside-

rando como real lo que no es real.

Nosotros sólo tenemos que aban-

donar esta práctica por nuestra

parte. Entonces realizaremos el Sí

mismo como el Sí mismo; en otras

palabras, «Sea el Sí mismo». En

una cierta etapa usted se reirá de

usted mismo por intentar descu-

brir el Sí mismo, el cual es tan au-

to-evidente. Así pues, ¿qué pode-

mos decir a esta pregunta?

Esa etapa trasciende al veedor y lo

visto. No hay ningún veedor ahí

para ver nada. El veedor que está

viendo todo esto cesa ahora de

existir y sólo queda el Sí mismo.

“El recuerdo también es

similarmente relativo, requiere un objeto que recordar y un

sujeto que recuerde”.

Página 7 LUMINAR Año 1, Nº 8

Ramana Maharshi

Page 8: Revista luminar no.8 2012

Int: Maharaj ha dicho que yo

no estoy en el cuerpo, que el

cuerpo está en mí.

Mah: Si usted es un autor,

numerosos libros están po-

tencialmente en su pluma.

¿Desde cuándo se dio usted

cuenta que usted es?

Int: Cuando el cuerpo y la

consciencia aparecieron.

Mah: La suma total de mi

espiritualidad ahora es na-

da; ni siquiera la palabra

“nada” está aquí, de manera

que no queda ninguna espi-

ritualidad.

Suponga que no me agrada

mi cuerpo, o aún el soplo

vital, ¿qué puedo hacer yo?

—el cuerpo está aquí, el so-

plo vital está aquí, y, por

consiguiente, esta “yo-soy-

dad” está aquí. Ellos están

funcionando por sí solos,

¿por qué debería yo preocu-

parme al respecto? Ella

está teniendo su juego, que

lo tenga. Mientras esa cog-

nitividad, esa “yo-soy-dad”,

esté aquí, esa atracción es-

tará aquí para los otros;

cuando este cuerpo se con-

suma, ¿dónde está esa “yo-

soy-dad”?

No hay ninguna cosa tal

como la espiritualidad; todo

lo que es, es solo esta vida

del mundo, en el juego de

los cinco elementos. Usted

no es nada mejor que la ve-

getación. De la misma ma-

nera en que crece la hierba,

así crecen los seres

humanos. ¿Aceptará al-

guien esto? El naci-

miento es un aspecto

material. Si usted es so-

lo usted mismo, ese es-

tado no se sentirá; pero

si hay un elemento ex-

traño, solo entonces co-

mienza el sufrimiento.

Sobre usted, lo original,

se ha impuesto este ele-

mento extraño, por eso

es por lo que hay sufri-

miento.

“No hay ninguna cosa tal

como la espiritualidad; todo lo

que es, es solo esta vida del

mundo, en el juego de los

cinco elementos”.

Página 8 LUMINAR Año 1, Nº 8

LA CONSCIENCIA Y LO ABSOLUTO, NISARGADATTA MAHARAJ

NISARGADATTA MAHARAJ

Page 9: Revista luminar no.8 2012

«Cuando el maestro espiritual y sus discípulos iniciaban su meditación vespertina, el gato que vivía en el monasterio hacía tanto ruido que les distraía. Para remediarlo, el maestro ordenó que ataran al gato durante la práctica. Años después, cuando el

maestro murió, el gato siguió atado durante la sesión de me-ditación. Y cuando el animal finalmente murió, otro gato fue traído al monasterio para ser atado. Siglos después, los eruditos herederos del maestro espiritual escribieron sesudos tratados so-bre el significado de atar un gato durante la sesión de medita-ción.»

TRADICIONAL ZEN

EL RITUAL DEL GATO

Ustedes no indagarán en lo que ustedes son. Debido a

que ustedes son intelectua-les, ustedes preparan deli-cadezas intelectuales y se-

guirán comiendo eso. Inclu-so en la espiritualidad, us-

tedes emplean su intelecto, ustedes preparan muchas

delicadezas con sus con-ceptos y ustedes las sabore-

an.

Tome una sugerencia de lo

que he dicho. El hecho de

que usted experimente el

mundo es el resultado de la

diversión de alguien; y aho-

ra ha devenido la fuente de

la miseria.

“Incluso en la

espiritualidad, ustedes emplean su intelecto, ustedes preparan muchas delicadezas con sus conceptos y ustedes las saborean”.

Página 9 LUMINAR Año 1, Nº 8

Page 10: Revista luminar no.8 2012

Cuando dice que «Yo es-toy aquí», ¿qué entiende

usted con eso? Eso es el punto principal, y eso es

el ego. El ego viene debi-do a la ignorancia. Pero ese ego es la realidad

también. Ese ego es muy

fuerte.

Cuando tiene un sueño, usted de-

viene algún otro en él. Un mendigo de-viene un rey y

cuando se despier-ta dice, «¿Cómo

puedo ser un rey? Yo estaba dur-

miendo en un jergón viejo». Lo sabe al instante y

eso es conocimien-to. Eso que usted

ve y todo el mundo que usted ve, a eso

se le llama Avidya maya, eso que no

existe.

Vidyaman significa

eso que existe. Avidya significa

eso que no existe. Pero us-ted dice que esto es mármol, un cuenco, cual-

quier cosa, o su nombre. El hombre es muy aficionado

a dar su nombre siempre. Si yo pregunto a alguien su

nombre y no se lo pregunto a usted, usted dirá, «¡Oh, Maharaj no me ha pregun-

tado!» No debe sentir eso, debe sentir que usted es

todo el mundo. ¿Me sigue? El que viene aquí debe

comprender al menos eso. Si no me pregunta eso, es mejor; de otro modo, usted

habrá devenido otra vez Avidya maya. Así pues,

cuando usted no vigila, el ladrón se lleva algo. Com-

prenda esto, y a eso se le

llama Maha maya, Vidya-

man maya y Avidya maya.

Cuando usted deviene está Maha maya, no hay

nada. Así pues, usted es Dios, usted ha creado el

mundo. Usted es el crea-dor del mundo, délo por

hecho. A menos que usted tome nacimiento, ¿quién creará el mundo? Enton-

ces aparecen la madre y el padre, los amigos y todo.

Usted está siempre inmer-so en lo que acontece, no

piensa nunca en usted mismo. El que piensa en sí mismo está fuera de las

garras de la ilusión.

Primero encuentre quién es usted. Nadie quiere co-

nocerse a sí mismo. Así pues, él, mi Maestro, ha escrito «La Llave Maestra

de la Realización». Usted puede usarla para todo,

puede usarla para cual-quier coche. Si no hay lla-

ve maestra, entonces us-ted no puede tomar los coches. Sólo su coche.

Entonces se le llama ladrón con una llave ma-

estra. Él le dice que haga lo que quiera, que no se

inquiete, pero que sepa que no es verdadero. Él le

da las riendas del caballo.

“Vidyaman significa

eso que existe. Avidya significa eso que no

existe”.

Página 10 LUMINAR Año 1, Nº 8

ILUSION FRENTE A REALIDAD, RANJIT MAHARAJ

RANJIT MAHARAJ

Page 11: Revista luminar no.8 2012

Él ve que usted no quiere caerse. Usted puede sen-

tarse sobre el caballo, pero si no sabe cabalgar, el ca-ballo le hará caer. Éstas

con también las riendas

del Maestro.

El Maestro dice que usted

es Él, así pues ¡adelante! Usted debe saber cómo ti-

rar de las riendas. Uno de-be saber también cómo

soltarlas. El carro está en sus manos y los fre-

nos están siempre ahí para detenerlo. Com-prenda todo, no se in-

quiete. Usted es Él. Tenga algún freno. En-

tonces usted puede ex-traviarse, no hay mal

en ello. Si el caballo si-gue el camino erróneo,

entonces…

“El carro está en sus manos y los frenos

están siempre ahí para detenerlo”.

Página 11 LUMINAR Año 1, Nº 8

ENSEÑANZA ZEN

«La enseñanza del zen es como una ventana. Primero la miramos, y sólo vemos el débil reflejo de nuestro propio

rostro. Pero a medida que aprendemos, nuestra visión se vuelve más clara, y la enseñanza también se aclara

hasta que al final es perfectamente transparente. Vemos

a través de ella. Vemos todas las cosas: Nuestro propio rostro.»

STEPHEN MITCHELL, Dropping ashes on the Buddha

JARDINES BONSAI

Page 12: Revista luminar no.8 2012

LA LLAVE DE LA REALIZACION DEL SER, SRI SIDDHARAMESHWAR MAHARAJ

Una tercera cosa se crea a partir de los objetos de ori-gen y esta tercera cosa asu-

me toda la responsabilidad. De la misma manera una

serie de desgracias golpea a este “yo” inexistente y si

queremos liberarnos de es-

te sufrimiento, es necesario

abandonar este “yo”.

Busquemos primero dónde

se encuentra exactamente y

una vez que lo hayamos encontra-

do, entonces po-dremos ver cómo lo abandonamos.

Cada uno debe co-m e n z a r s u

búsqueda en sí mismo, pues este

“yo” no puede en-contrarse en nues-tro exterior. Este

ego, este sentido de posesión, está

presente en todo ser humano y toda

acción en el mun-do está movida por esta fuerza. Esto

es aceptado por todos, mientras

que cualquier ac-ción puede ser rea-

lizada sin que ni siquiera exista el sentido del ego o del “mío”. ¿Cómo es posi-

ble esto? Eso lo veremos después, por ahora esta-

mos estudiando el sentido del “yo” y del “mío”. Con el

fin de cercar este “yo”, va-mos a estudiar primero este cuerpo físico al cual

queremos tanto.

¿Qué es un cuerpo? Es un conjunto de elementos co-

mo las manos, los pies, la boca, la nariz, las orejas,

los ojos etc. Es al conjunto de todos estos elementos a

lo que llamamos cuerpo. ¿El “yo” está en uno de es-tos elementos? Si, por

ejemplo, decimos: “el yo,

es la mano”, si nos cortan la mano, nadie dirá “yo he

sido cortado o yo he sido lanzado”, sino más bien: “me he cortado la mano”.

No obstante hablamos de todas estas partes como

que son “mías” y el cuerpo mismo, que está consti-

tuido por todos estos ele-mentos, también declara-mos que es “mío”. De esto

deducimos que aquél, que dice poseer estos miem-

bros y este cuerpo, es ver-daderamente el dueño y

que, en realidad, es dife-rente de este cuerpo que afirma que es suyo. El

“Yo” no es ningún elemen-to del cuerpo físico, sino

que es todos los “míos”.

Ahora si seguimos el razo-namiento, podemos decir

que, si el “yo” no existe, no hay nada que pueda

ser llamado “mío”, este cuerpo y estos miembros, por tanto, no pueden per-

tenecerme. Así pues, ya que no podemos encon-

trar el “yo” en ninguna parte en el cuerpo, ¿cómo

podremos decir que los miembros de este cuerpo y sus tendencias nos per-

tenecen?

“El “Yo” no es ningún

elemento del cuerpo físico,

sino que es todos los míos”.

Página 12 LUMINAR Año 1, Nº 8

SRI SIDDHARAMESHWAR MAHARAJ

Page 13: Revista luminar no.8 2012

POSTURA EN MEDITACIÓN ZAZEN

LA ALEGRIA SIN OBJETO, JEAN KLEIN

EN TODO LUGAR

«Si no eres capaz de meditar en

una sala de calderas es que no

puedes meditar.»

ALAN WATTS

¿Cómo debemos proceder para eliminar los anti-

guos esquemas?

En cuanto toma usted conciencia de un antiguo

esquema, se coloca es-pontáneamente fuera de

él: algo se para. Al princi-pio, lo notará a menudo con retraso, luego, la to-

ma de conciencia se mo-verá, y lo notará inmedia-

tamente, es decir en el momento mismo en que

surge, y esto hasta su

completa eliminación.

La concentración mental

en un pensamiento deter-minado, con exclusión de cualquier otro pensa-

miento, se designa en ge-neral con el nombre de

meditación. Admitamos el

empleo de esta pala-bra. La meta por al-

canzar es la desapari-ción, también, de este pensamiento único

para que permanezca sólo la conciencia sin

pensamiento.

Es difícil aceptar esta clase de proceso; en

efecto, una disciplina apunta siempre hacia

una meta, hacia un resultado, ya lo hemos dicho muy a

menudo; esto es como proyectar algo conocido

actual para poder cono-cer algo desconocido. Al

proceder de esta mane-ra, lo desconocido no se volverá nunca lo conoci-

do. La disciplina, la con-centración son siempre

un fijar la atención en algo excluyendo cual-

quier otra cosa y esto mismo impide que al fi-nal este pensamiento

único ceda, se disuelva en la conciencia. La pro-

yección de cualquier meta nace en un foco

egótico interesado y

conseguirlo nos deja en un mundo conceptual, de con-

flicto. La Conciencia es nuestra verdadera naturale-

za, podemos estar sin sen-saciones, sin pensamientos, pero nunca sin Conciencia.

No se puede alcanzar la Conciencia como un objeto.

Es estar presente vivencian-do la ausencia de todas las

cosas. La Conciencia parece desvanecerse cuando éstas aparecen, pero llega un mo-

mento en que es presencia constante, incluso con los

objetos.

“La concentración mental en

u n p e n s a m i e n t o determinado, con exclusión d e c u a l q u i e r o t r o pensamiento, se designa en general con el nombre de meditación”.

Página 13 LUMINAR Año 1, Nº 8

JEAN KLEIN

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Page 14: Revista luminar no.8 2012

UNA NUEVA TIERRA, ECKHART TOLLE

NISARGADATTA MAHARAJ SÍMBOLOS

Todas las citas anteriores son supuestos que no se

han examinado y que con-fundimos con la realidad. Son historias creadas por

el ego para convencernos de que no podemos estar

en paz en el presente y tampoco ser nosotros mis-

mos. Estar en paz y ser quienes somos es lo mis-mo. El ego dice: quizás en

un futuro podré tener paz si tal o cual cosa sucede o

si obtengo aquello o me convierto en lo de más allá.

También dice: no podré es-tar en paz jamás a causa de algo que sucedió en el

pasado. En general, todo el mundo cuenta la misma

historia, "por qué no puedo tener paz ahora". El ego no

sabe que nuestra única oportunidad para estar en paz es ahora. O quizás sí lo

sabe pero teme que lo ave-rigüemos. Después de to-

do, la paz representa la

aniquilación del ego.

¿Cómo podemos alcanzar la paz ahora? Haciendo la

paz con el momento pre-sente. El momento presen-

te es el campo en el cual transcurre el juego de la

vida. No puede jugarse en ningún otro lugar. Una vez

hecha la paz con el mo-mento presente, podemos

ver lo que sucede, lo que podemos hacer o lo que optamos por hacer, o más

bien, lo que la vida hace a través de nosotros. Hay

cuatro palabras en las cuales se encierra el secre-

to del arte de vivir, el se-creto del éxito y la felici-dad: uno con la vida. Ser

uno con la vida significa ser Uno con el Ahora. En-

tonces nos damos cuenta de que no vivimos la vida,

sino que ésta nos vive. La vida es la bailarina y noso-

tros somos la danza.

Al ego le encanta estar re-sentido con la realidad. ¿Qué es la realidad? Cual-

quier cosa que es. Buda la denominó tatata, el tal o

cual de la vida, es decir,

nada más que el tal o cual

de este momento. Opo-

nerse a ese tal o cual es una de las principales

características del ego. Esa oposición crea la

negatividad de la cual se alimenta el ego, la infelicidad que tanto le

gusta. De esta manera sufrimos y hacemos su-

frir a los demás sin si-quiera saberlo, sin dar-

nos cuenta de que esta-mos creando el infierno en la tierra. Crear sufri-

miento sin reconocerlo es la esencia de la vida

inconsciente y es estar completamente bajo el

control del ego. La inca-pacidad del ego para reconocerse y ver lo que

hace es verdaderamente

aterradora e increíble.

“Hay cuatro palabras en las

cuales se encierra el secreto del

arte de vivir, el secreto del éxito y

la felicidad: uno con la vida”.

Página 14 LUMINAR Año 1, Nº 8

ECKHART TOLLE

Page 15: Revista luminar no.8 2012

El ego hace exactamente lo que condena en los demás

y ni siquiera se da cuenta.

Cuando se lo señala, re-

curre a la negación, la ira, los argumentos y las justi-ficaciones que distorsio-

nan los hechos. Y todo el mundo lo hace, las perso-

nas, las empresas y los gobiernos. Cuando todo lo

demás falla, el ego recurre a los gritos y hasta a la violencia física. ¡Que

manden al ejército! Es en-tonces cuando reconoce-

mos la sabiduría de las palabras de Jesús en la

cruz: "Perdónalos porque

no saben lo que hacen".

Para poner fin a la des-gracia que se ha cernido

sobre la con­dición huma-na durante miles de años,

debemos comenzar con nosotros mismos y asumir

la responsabilidad por nuestro estado interior en todo momento. Eso signi-

fica que debe ser ahora mismo. Pregúntese si hay

negatividad en su interior en este mismo momento.

Entonces preste atención a sus pensamientos y también a sus emociones.

Esté alerta a esa infelici-dad latente a la cual me

referí anteriormente, en cualquiera de sus formas:

descontento, nerviosismo,

hastío, etcétera. Esté alerta a los pensamien-

tos que aparentemente justifican o explican esa infelicidad pero que en

realidad son los causan-tes de la misma. Tan

pronto como tome con-ciencia de un estado ne-

gativo en su interior no piense que ha fallado. Significa que ha tenido

éxito. Mientras no hay esa conciencia, prevale-

ce la identificación con los estados interiores, y

esa identificación es el ego. Con la conciencia se suspende la identifica-

ción con los pensamien-tos, las emociones y las

reacciones. Este estado no debe confundirse con

la negación. Al recono-cerse los pensamientos, las emociones y las reac-

ciones, se suspende au-tomáticamente esa iden-

tificación. Entonces cambia nuestro sentido

de lo que somos, nues-tra sensación de ser: an-tes éramos pensamien-

tos, emociones y reaccio-nes; ahora somos con-

ciencia, la Presencia consciente que observa

esos estados.

"Un día me liberaré del ego". ¿Quién

habla? El ego. Libe-rarse del ego real-mente no represen-

ta un gran esfuerzo. Lo único que se ne-

cesita es tomar con-ciencia de los pen-

samientos y las

emociones en el mismo mo-mento en el que suceden.

No se trata realmente de "hacer", sino de "ver". En ese sentido, es cierto que

no hay nada que podamos hacer para liberarnos del

ego. Cuando se produce el cambio de pasar de pensar

a observar, entra a operar en nuestras vidas una inte-ligencia muy superior a la

astucia del ego. Las emo-ciones y hasta los pensa-

mientos se despersonalizan a través de la conciencia.

Reconocemos su naturaleza

impersonal.

Dejan de estar cargados del "yo". Son solamente emocio-nes y pensamientos huma-nos. Toda la historia perso-

nal, la cual no es más que un cuento, un paquete de

pensamientos y emociones, pasa a ocupar un lugar se-

cundario y deja de ocupar el primer lugar en la concien-cia. Deja de ser la base de

nuestro sentido de identi-dad. Pasamos a ser la luz de

la Presencia, la conciencia profunda que antecede a los

pensamientos y las emocio-

nes.

“Las emociones y hasta

los pensamientos se despersonalizan a través de la conciencia”.

Página 15 LUMINAR Año 1, Nº 8

Árbol Bonsai

Page 16: Revista luminar no.8 2012

LA CANCIÓN DEL AVADHUT, DATTATREYA

Árb

ol B

on

sai

NISARGADATTA MAHARAJ SÍMBOLOS

1

En verdad, es por la gracia de

Dios

Que el conocimiento de la Unidad

surge adentro

Entonces un hombre se libera por

fin

Del gran miedo de la vida y de la

muerte

2

Todo lo que existe en este mundo

de formas

No es nada más que el Sí Mismo,

y el Sí Mismo solo

Entonces ¿cómo el Infinito se

adorará a Él Mismo?

¡Shiva es uno Todo indiviso!

3

Los cinco elementos sutiles que se combinan para componer este

mundo

Son tan ilusorios como el

agua de un espejismo del

desierto;

Entonces ¿hacia quién inclinaré

mi cabeza?

¡Yo, mí mismo, soy el Inmaculado!

4

En verdad, todo este univer-

so es sólo mi Mí Mismo;

No es ni dividido ni no divi-

dido.

¿Cómo puedo afirmar aún

que existe?

¡Yo puedo verlo sólo con

maravilla y pasmo!

“Dattátreia abandonó su hogar y vagabu ndeó d esnud o en búsqueda de la iluminación religiosa. Pasó la mayor parte de su vida vagando en el área entre e l no r t e de Karn atak a , Maharashtra y Guyarat (por lo menos hasta el río Narmadá. En un pueblo llamado Ganagapur, en el norte de Karnataka) existe la tradición de que en un sitio cercano Dattátreia obtuvo la

iluminación.

En las laderas de una colina solitaria cerca del monte Girnar se pueden ver hoyos con forma similar a la huella de los pies. Los hinduistas del lugar creen que son las huellas del dios Dattá. Este fenómeno de las marcas en la piedra se repite con casi todos los dioses de la India.

Página 16 LUMINAR Año 1, Nº 8

DATTATREYAmos

Page 17: Revista luminar no.8 2012

VIVEKACHUDAMANI, SRI SHANKARACHARYA

«El necio cree, “yo soy el cuerpo”. El hom-bre inteligente discurre, “yo soy un alma individual unida con el cuerpo”. Pero el hombre sabio, en la grandeza de su cono-

cimiento y discriminación espiritual, ve el Sí mismo como la única realidad, y consi-dera, “yo soy Brahman”.»

Árb

ol

Bon

sai

COMENTARIO DEL GENESIS, MEISTER ECKHART

ME

IST

ER

EC

KH

AR

T

Pero yo mismo tengo la costumbre de responder de

otro modo y de tres formas diferentes. Primero, supo-niendo que Dios actúe

según una necesidad de su naturaleza, digo esto: Dios

actúa y produce las cosas por su propia naturaleza,

es decir, por la naturaleza divina. Pero la naturaleza de Dios es el Intelecto y,

para él, ser es conocer); luego es por el Intelecto

que él produce las cosas en el ser. Y, en consecuencia,

al igual que no es contrario a su simplicidad el conocer muchas cosas a la vez,

[nada se opone] a que pro-duzca sin intermediarios

muchas cosas distintas.

Segundo, es por su forma y por la pro-

piedad del calor que el fuego engendra al fuego y que calienta.

Si igualmente pose-yera la forma del

agua y la propiedad de lavar y refrescar,

engendraría si-multánea e igual-mente fuego y agua,

a la vez calentaría, lavaría y refrescaría.

Pero Dios posee to-das las formas y las

de todas las cosas. Así, produciendo según su naturaleza, Dios

puede producir cosas diver-sas, y todas sin intermedia-

rios.

Tercero, yo digo -y esta res-puesta es mejor- que, en

verdad, de lo que es uno y uniforme en su manera de

ser, siempre procede inme-diatamente algo. Pero este algo es todo el universo, que

procede de Dios y que per-manece como uno en la

multiplicidad de las par-

tes que lo constituyen. Igualmente, Dios, que

produce, es uno, es decir, simple en su acto de ser,

de vivir y de conocer, y [simple] en sus obras, aunque rico en razones

ideales. En efecto, por re-gla universal, la natura-

leza, en principio y por sí misma, se vuelve y se ex-

tiende inmediatamente

hacia el todo.

“ Dios actúa y produce

las cosas por su propia naturaleza, es decir,

por la naturaleza

divina”.

Página 17 LUMINAR Nº 8

Año 1, Nº 8

Page 18: Revista luminar no.8 2012

ÁRBOL BONSAI

NISARGADATTA MAHARAJ SÍMBOLOS

[Lama Yeshe en Kopan Monastery, Kath-mandu, Nepal, 1975]

Es una concepción errónea común que el recitar man-

tras sea un ejercicio mental externo y antinatural, en lugar de un acontecimiento

interno y espontáneo. Reci-tar un mantra, sin embargo,

no significa la mera repeti-ción vocal de sílabas habla-

das. Muchos meditadores conocen por experiencia que

el acto de recitar mantras trasciende sonidos y pala-bras externas. Es más bien

como escuchar un sonido

interno sutil que siem-pre ha habitado nues-

tro sistema nervioso.

Cuando recibimos la

transmisión de un mantra de un maestro cualificado, la integra-

ción de la sabiduría de ese mantra dentro de

nuestra consciencia es grandemente facilitada.

A través del poder de la sabiduría del mantra podemos comunicarnos

fácilmente con nuestra propia y verdadera sa-

biduría interna mien-tras permanecemos li-

bres de distracciones externas. El estado normal de mente orientado al

mundo nos impide dejar ir los problemas emocionales cuan-

do ellos surgen. Estas dis-tracciones invaden nuestra

mente y constantemente im-piden nuestra concentración. Cuando recitamos un mantra

esta agitación mental amaina espontáneamente, dejando

nuestra mente en un estado de paz.

El Mantra trae una más fuerte y más integrada concen-

tración en un solo punto. Él, rápida-

mente nos libra de las interrupciones

causadas por nuestra respuesta sensorial habitual

a los estímulos ex-

ternos.

Cuando intentamos desarrollar una percep-

ción penetrante de la vacuidad, sería absur-do el tener cantidad de

tiempo para comer y dormir, y ningún tiem-

po para recitar man-tras. Normalmente, te-

nemos mucho tiempo para escuchar habla-durías sin sentido pero

ningún tiempo para desarrollar nuestra sa-

biduría escuchando nuestro sonido interno.

A decir verdad, nuestro sonido interno puede ser el medio para lo-

grar un perfecto sa-madhi, una perfecta

absorción en la reali-

dad.

“El estado normal de mente

orientado al mundo nos impide

dejar ir los problemas

emocionales cuando ellos

surgen”.

Página 18 LUMINAR Año 1, Nº 8

MANTRA, LAMA YESHE

LAMA YESHE

Page 19: Revista luminar no.8 2012

Árb

ol

Bon

sai

La existencia de sonido in-

terno no puede ser negada. Nuestro sistema nervioso

posee su propio sonido in-terno específico. Esto no es

algo que los mahayanas hayan inventado; es una

realidad objetiva que existe dentro de nosotros. Por ejemplo, el sonido ‘a’ existe

dentro de nosotros desde que nacemos. Todos los so-

nidos del habla han deriva-do de ‘a’. Sin ‘a’ no habría

ningún otro sonido.

El mantra se vuelve más

poderoso cuando es impar-tido por un maestro cualifi-

cado que posee una pro-funda experiencia interna

del mantra. Él, ha adquiri-do el poder del mantra de su propio maestro, y ha

obtenido más experiencia estando en retiro. Además,

un buen maestro crea una situación que acentúa

nuestra receptividad a la sabiduría transmitida por

el mantra.

El mantra funciona de mu-

chas maneras. La recita-ción de un mantra un nu-

mero dado de veces, com-binado con la concentra-

ción, abre instintivamente

nuestra mente a percepcio-nes y poderes supra-

normales. Los mantras pueden utilizarse también

como terapia para enfer-mos, y pueden llevar paz a los perturbados mental-

mente. Esta ha sido la ex-periencia de muchos medi-

tadores.

El mantra es energía. Es siempre pura, y no puede

ser contaminada por proce-sos de pensamiento negati-

vo. Ya que el mantra no es una energía burda, no pue-de ser corrompido de la

manera en que los fenóme-nos sensoriales son co-

rrompidos por nuestras propias mentes. Uno puede

descubrir fácilmente el po-der del mantra por si mis-mo embarcándose en un

retiro de meditación.

Aquellos dotados de hábil

sabiduría lograran realiza-ciones de manera natural a

través del poder del man-tra. Los practicantes del

mantra yoga descubrirán que el sonido interno se

vuelve uno con el mantra mismo. Entonces incluso su habla normal se con-

vierte en mantra.

“El mantra es energía. Es siempre pura, y no

puede ser contaminada por procesos de

pensamiento negativo”.

Página 19 LUMINAR Nº 8

Año 1, Nº 8

Page 20: Revista luminar no.8 2012

EL ESPANTAPÁJAROS, GIBRAN KHALIL GIBRAN

NISARGADATTA MAHARAJ SÍMBOLOS

-Debes de estar cansa-do de permanecer in-

móvil en este solitario campo- dije un día a un espantapájaros.

-La dicha de asustar

es profunda y durade-ra; nunca me cansa- me dijo.

Tras un minuto de re-flexión, le dije:

-Es verdad; pues yo también he conocido

esa dicha.

-Sólo quienes están re-llenos de paja pueden

conocerla -me dijo.

Entonces, me alejé del espan-

tapájaros, sin sa-ber si me había elogiado o mini-mizado.

Transcurrió un año, durante el cual el espan-tapájaros se con-virtió en filósofo.

Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuer-vos habían ani-

dado bajo su sombrero.

Página 20 LUMINAR Año 1, Nº 8

Gibrán Khalil Gibrán

Page 21: Revista luminar no.8 2012

LAMA ZOPA RIMPOCHE

[Enseñanzas de Lama Zopa Rimpoche en Lawudo

Monastery, Solu Khumbu, Nepal y el Instituto Lama

Tsong-ka-pa, Pomaia, Italia, 1977]

Todos los problemas que

encontramos en el samsa-ra: el ciclo de repetidas

muertes y renacimientos, tiene su fuente en la igno-rancia que se aferra a las

cosas como si ellas fueran auto-existentes. Nuestra

situación en este ciclo es similar al estar atrapado

en un gran edificio con muchas habitaciones y puertas, pero con tan solo

una puerta conduciendo fuera. Vagamos sin espe-

ranza de una parte del edi-ficio a otra, buscando la

puerta correcta. La puerta que nos conduce fuera del samsara es la sabiduría

que realiza la vacuidad de la auto-existencia. Esta sa-

biduría es el remedio direc-to para la ignorancia, la

cual es tanto la causa co-mo el efecto de apegarnos al ser, y la que cree que el

ser o ‘yo’ es inherente e in-dependientemente existen-

te. En otras palabras, el yo parece ser algo que no es:

una entidad concreta, in-mutable, existiendo por de-recho propio, y nuestra

mente ignorante se ape-ga a esta visión errónea.

Entonces nos tornamos adictos a ese yo fantas-ma y lo atesoramos co-

mo si fuera la más pre-ciosa de las posesiones.

La sabiduría reconoce que tal yo autónoma-

mente existente es total-mente no-existente y de este modo, la ignorancia

es destruida por la sabi-duría. Se dice en las es-

crituras budistas que realizar la visión correc-

ta de la vacuidad, inclu-so por un momento, sa-cude los cimientos del sam-

sara, igual que un terremo-to sacude los cimientos de

un edificio.

Cada uno de nosotros po-see esta convicción instinti-

va de un yo concreto, exis-tente independientemente.

Cuando despertamos por la mañana pensamos, ‘tengo que preparar el desayuno’,

o, ‘tengo que ir al trabajo’. De ahí surge la poderosa

intuición de un yo que exis-te por derecho propio, y nos

apegamos a esa creencia equivocada. Si alguien dice, ‘Eres un estúpido’ o ‘Eres

inteligente’, ese yo salta desde las profundidades de

nuestra mente, ardiendo de enfado o hinchado de orgu-

llo.

Esta fuerte sensación de ser, ha estado con nosotros

desde el nacimiento – no la aprendimos de nues-

tros padres o maestros. Ella aparece mas vívida-mente en momentos de

fuertes emociones: cuan-do somos maltratados, se

abusa de nosotros o esta-mos bajo la influencia del

apego o el orgullo. Si ex-perimentamos un terre-moto o nuestro coche o

avión esta a punto de es-trellarse, un yo aterrado

nos invade, haciéndonos totalmente ajenos a cual-

quier otra cosa. Una fuerte sensación de yo surge también cuando

quiera que se pronuncie nuestro nombre. Pero es-

te aparentemente sólido, autónomo yo, no es

auténtico. Absolutamente

no existe.

“La puerta que nos

conduce fuera del samsara es la sabiduría

que realiza la vacuidad

de la auto-existencia”.

Página 21 LUMINAR Nº 8

Año 1, Nº 8

BUSCANDO EL YO, LAMA ZOPA RIMPOCHE

Page 22: Revista luminar no.8 2012

KABIR

¿A qué playa corazón mío? Nadie te precede; no hay camino.

No hay agua, ni barca, ni barquero.

No hay ni siquiera una cuerda para re-molcar la barca,

ni barquero para jalarla.

Sé fuerte y entra en tu propio cuerpo, pues ahí es firme tu asidero.

Esto no significa que noso-tros no existamos, puesto

que existe un yo valido con-vencionalmente existente. Este es el ser que experi-

menta felicidad y sufrimien-to, que trabaja, estudia, co-

me, duerme, medita y se tor-na iluminado. Este yo existe,

pero el otro yo es una mera alucinación. En nuestra ig-norancia, sin embargo, con-

fundimos el falso yo con el yo convencional y somos in-

capaces de separarlos.

Esto nos lleva a un problema

que surge a menudo en la meditación en vacuidad. Al-

gunos meditadores pien-san, ‘Mi cuerpo no es el

yo, mi mente no es el yo, por lo tanto yo no existo’, o, ‘Ya que no puedo en-

contrar mi yo, debo estar cerca de la realización de

la vacuidad’. La medita-ción que conduce a tales

conclusiones es incorrec-ta, porque ignora al ser convencional. El medita-

dor yerra en reconocer e identificar apropiadamente

el falso yo que debe ser re-pudiado y en su lugar re-

pudia al yo convencional o relativo que si existe. Si este error no es corregido

se puede desarrollar hacia una visión nihilista de que

absolutamente nada exis-te, y puede conducir a

mas confusión y sufri-miento en lugar de condu-

cir a la liberación.

¿Cuál es entonces la dife-rencia entre el falso yo y el

yo convencional?. El fal-so yo es meramente una

idea errónea que tene-mos acerca del ser: di-gamos que es algo con-

creto, independiente y existente por derecho

propio. El yo que existe es dependiente: surge

en dependencia del cuerpo y de la mente, los componentes de

nuestro ser. Esta com-binación cuerpo-mente

es la base sobre la cual el pensamiento concep-

tual adscribe un nom-bre. En el caso de una vela, la cera y la mecha

son la base a la que el nombre ‘vela’ es adscri-

to. De este modo una vela es dependiente de

sus componentes y su nombre. No existe una vela aparte de estos. De

la misma manera, no existe un yo indepen-

diente del cuerpo, la

mente y el nombre.

“Cuando mi cuerpo va

hacia el pueblo, mi yo va

hacia el pueblo.”

Página 22 LUMINAR Año 1, Nº 8

Page 23: Revista luminar no.8 2012

Cuando quiera que surja la sensación de yo, como

en ‘Yo estoy hambriento’, la ignorancia del auto-apego cree que este yo es

concreto e inherentemen-te existente. Pero si anali-

zamos este yo, encontra-remos que está hecho del

cuerpo – específicamente nuestro estomago vacío – y la mente que se identifi-

ca a sí misma con la sen-sación de vacío. No existe

ningún yo hambriento existente inherentemente

aparte de estos elementos

interdependientes.

Si el yo fuera indepen-diente, entonces sería ca-

paz de funcionar autóno-mamente. Por ejemplo, mi yo podría permanecer

sentado aquí leyendo mientras mi cuerpo va

hacia el pueblo. Mi yo podría ser feliz mientras

mi mente está deprimida. Pero esto es imposible; por lo tanto el yo no pue-

de ser independiente. Cuando mi cuerpo está

sentado, mi yo está senta-do. Cuando mi cuerpo va

hacia el pueblo, mi yo va hacia el pueblo. Cuando mi mente está deprimida,

mi yo está deprimido. De acuerdo con nuestra acti-

vidad física o estado men-tal, decimos, ‘Estoy

trabajando’, ‘Estoy comiendo’, ‘Estoy pensando’,

‘Soy feliz’, etc. El yo depende de lo que el cuerpo y la men-te hagan; es postulado tan

solo sobre estas bases. No existe ninguna otra cosa. No

existen otras bases para tal

postulación.

La dependencia del yo deber-

ía estar clara con estos sim-ples ejemplos. Comprender

la dependencia es el medio primordial para realizar la vacuidad, o la existencia no-

independiente del yo. Todas las cosas son dependientes.

Por ejemplo, el término ‘cuerpo’ es aplicado a los

componentes del cuerpo: piel, sangre, huesos, órga-nos, etc. Estas partes son

dependientes aún de partes más pequeñas: células, áto-

mos y partículas sub-

atómicas.

La mente es también

dependiente. Nosotros la imaginamos como al-

go real y auto-existente, y reaccionamos fuerte-mente si escuchamos,

‘Posees una mente buena’ o, ‘Estas terrible-

mente confundido’. La mente es un fenómeno

sin forma que percibe los objetos, y es de na-turaleza clara. Sobre la

base de esta función no-sotros imputamos la eti-

queta ‘mente’. No existe ninguna mente funcio-

nando aparte de estos factores. La mente de-pende de sus compo-

nentes: pensamientos, percepciones y sensa-

ciones momentáneas.

“La mente es también

dependiente”.

Página 23 LUMINAR Año 1, Nº 8

Árbol Bonsai

Page 24: Revista luminar no.8 2012

Igual que el yo, el cuerpo y la mente dependen de sus

componentes y etiquetas, así también todos los fenó-menos surgen dependiente-

mente.

Estos puntos pueden ser comprendidos mejor por

medio de una simple medi-tación diseñada para revelar

como el yo nace a una exis-tencia aparente. Empezad

con una meditación en la respiración para relajar y calmar la mente. Luego, con

la alerta de un espía, tran-quila y cuidadosamente os

volvéis conscientes del yo.

¿Quién o que está pensan-

do, sintiendo y meditando? ¿Cómo parece

ello nacer a la existencia?

¿Cómo se os aparece? ¿Es

vuestro yo una creación de vuestra

mente, o es algo que exis-

te concreta-mente e inde-

pendientemente, por pro-

pio derecho?

Una vez que habéis iden-

tificado el yo, intentad lo-calizarlo. ¿Dónde está?

¿Está en vuestra cabe-za... en vuestros ojos... en

vuestro corazón... en vuestras manos... en vuestro estomago... en

vuestros pies? Cuidado-samente considerad cada

parte de vuestro cuerpo, incluyendo los órganos,

venas y nervios. ¿Podéis encontrar el yo? Si no, el puede ser muy pequeño y

sutil, así que considerad las células, los átomos y

las partes de los átomos.

Después de considerar la totalidad del cuerpo, pre-

guntaos a vosotros mis-mos una vez más, como vuestro yo manifiesta su

existencia aparente. ¿Aparece todavía como

vívido y concreto? ¿Es

vuestro cuerpo el yo, o no?

Quizás penséis que vues-

tra mente es el yo. La mente está constituida de pensamientos que cam-

bian constantemente en rápida sucesión. ¿Qué

pensamiento es el yo? ¿Es un pensamiento de amor...

un pensamiento de enfa-do... un pensamiento se-

rio... un pensamiento ton-to?. ¿Podéis encontrar el

yo en vuestra mente?

Si vuestro yo no puede ser

encontrado en el cuerpo o la mente, ¿existe algún

otro lugar donde buscarlo? ¿Puede el yo existir en

cualquier otro lado o de otra manera? Examinad

cada posibilidad.

Una vez más, examinad la manera en la que el yo se os aparece. ¿Ha habido

algún cambio? ¿Todavía creéis que es real y que

existe por propio derecho?. SI tal yo auto-existente to-

davía aparece, pensad, ‘Este es el falso yo que no existe. No existe ningún yo

independiente del cuerpo y

la mente’.

“ C u i d a d o s a m e n t e considerad cada parte de

vuestro cuerpo, incluyendo los órganos, venas y

nervios”.

Página 24 LUMINAR Año 1, Nº 8

Árbol Bonsai

Page 25: Revista luminar no.8 2012

Entonces desintegrad men-talmente vuestro cuerpo.

Imaginad todos los átomos de vuestro cuerpo separa-dos y flotando aparte. Bi-

llones y billones de partí-culas diminutas esparcidas

por todo el espacio. Imagi-nad que en realidad podéis

ver eso. Desintegrad vues-tra mente también, y dejad

flotar cada pensamiento.

Ahora, ¿Dónde estáis?

¿Está el yo auto-existente todavía allí o podéis com-

prender como el yo es de-pendiente, meramente atri-

buido al cuerpo y la men-

te?

Algunas veces el meditador

tendrá la experiencia de perder totalmente el yo. No puede encontrar el ser y

siente como si su cuerpo se hubiera desvanecido. No

hay nada a lo que agarrar-se. Para los seres inteligen-

tes esta es una experiencia de gran alegría, como en-contrar un maravilloso te-

soro. Aquellos con poca comprensión, sin embargo,

están aterrados, o sienten que un tesoro acaba de

perderse. Si ocurre esto, no hay ninguna necesidad de temer que el yo convencio-

nal haya desaparecido – es meramente una sensación

surgida de una visión de

la falsa irrealidad del yo.

Con práctica, esta medi-

tación traerá una disolu-ción gradual de nuestro rígido concepto del yo y

de todos los fenómenos. Ya nunca más estare-

mos tan pesadamente influenciados por la ig-

norancia. Nuestras mis-mas percepciones cam-

biarán y todas las cosas aparecerán ante una

nueva y fresca luz.

Examina concienzuda-

mente los objetos, como las formas, que apare-

cen ante tus seis cons-ciencias, analizando la

manera en que se te aparecen. De esta mane-ra el desnudo modo de

existencia de las cosas surgirá brillantemente

ante ti.

Estas líneas de El Gran Sello de la Vacuidad, un

texto sobre el mahamu-dra del primer Panchen

Lama, contiene la llave de toda meditación en la

vacuidad. El factor más importante en la realiza-ción de la vacuidad es el

correcto reconocimiento de lo que debe ser des-

echado. En los objetos que se le aparecen a

nuestras seis conscien-cias hay un factor exis-tente y uno no-existente.

El falso, el factor no-existente es el que debe

ser desechado. La reali-

zación de la vacuidad es difícil en tanto en cuanto no reconoz-

camos de que carecen los obje-tos de los sentidos, esto es: de que están vacíos. Esta es la lla-

ve que abre la vasta casa teso-

ro de la vacuidad.

Pero este reconocimiento es

difícil de lograr y requiere de los cimientos de una práctica

hábil. De acuerdo con Lama Tsong-ka-pa, existen tres cosas

en que concentrarse con el fin de preparar nuestras mentes para la realización de la vacui-

dad: primero, disolución de los obstáculos y acumulación de

méritos; segundo, devoción al maestro espiritual; y tercero, el

estudio de temas tales como el camino gradual a la ilumina-ción y el mahamudra. La com-

prensión llegará rápidamente si seguimos este consejo.

Nuestra receptividad para las realizaciones depende prima-

riamente de la fe en el maestro. Sin esta, podemos intentar me-ditar pero encontraremos que

somos incapaces de concen-trarnos, o que podemos escu-

char explicaciones de Dharma pero encontrar que las pala-

bras tienen poco efecto.

Esta explicación concuerda con la experiencia de los seres

realizados. Yo mismo no tengo ninguna experiencia de medi-tación. Constantemente olvido

la vacuidad, pero intento prac-ticar un poco de Dharma algu-

nas veces. Si vosotros también practicáis, podréis descubrir

por vosotros mismos la validez

de estas enseñanzas.

“El falso, el factor no-

existente es el que debe

ser desechado”.

Página 25 LUMINAR Año 1, Nº 8

Page 26: Revista luminar no.8 2012

ÁRBOL BONSAI

SRI RANJIT MAHARAJ, BIOGRAFÍA

Sri Ranjit Maharaj na-ció el 4 de enero de

1913. A la edad de 12 años encontró a su Ma-estro, Siddharameshwar

Maharaj, un gran Maes-tro casi desconocido en

su propia época. Sidd-harameshwar Maharaj

murió a la edad de 48 años, en 1936. Ranjit Maharaj pasó más de

cuarenta y cinco años trabajando como conta-

ble para varias empresas y no comenzó a enseñar

hasta 1983, a la edad de 70 años, cuando un número creciente de

buscadores se presenta-ban a su puerta. Shri

Ranjit Maharaj aban-donó su cuerpo en el

año 2000.

Lo que distingue sus en-

señanzas es su simplici-dad y su inmediatez. En esta tradición se sintió

que la enseñanza debía

estar disponible para todos, con ejemplos co-

tidianos, y sin concep-tos complicados. Las vi-das de estos dos maes-

tros tienen característi-cas similares. Hay una

abertura a todos y sus vidas personales son

simples, sin considera-ción por el confort físico

o la adulación.

Ranjit Maharaj ha vivido en el mismo apartamen-to de una sola habita-

ción durante 55 años, y sólo ha dejado la India

por primera vez hace tres años, cuando fue invitado

a enseñar en occidente por sus

estudiantes occidentales.

Para los occidentales, una distinción impor-

tante de Ranjit Maharaj, es que hablaba el inglés.

Ni su Maestro ni Sri Ni-sargadatta Maharaj, un

maestro bien conocido en occidente con discí-pulos de Ranjit Ma-

haraj, lo conocían.

Los tres aspectos princi-pales de la enseñanza

son: 1º la comprensión a través de los diálogos,

2º la meditación del

mantra, y 3º el culto.

“Ranjit Maharaj abandonó su cuerpo

en el año 2000”.

Página 26 LUMINAR Año 1, Nº 8

SRI RANJIT MAHARAJ

Page 27: Revista luminar no.8 2012

ALIMENTARNOS MEJOR ES GANAR SALUD, Lic. SHIARHELA RIOS MIRANDA,

NUTRICIONISTA. DIETISTA

Página 27 LUMINAR Año 1, Nº 8

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I

La mejor manera de alcan-

zar un estado nutricional adecuado es incorporando una amplia variedad de ali-

mentos en nuestra dieta

diaria.

Cada alimento contribuye a

nuestra nutrición de mane-ra especial y cada nutriente

tiene funciones específicas en nuestro cuerpo. Para go-

zar de una buena salud nuestro organismo necesita de estos alimentos en canti-

dades adecuadas, para con-seguir una dieta equilibra-

da.

La fruta entera es una fuen-te importante de vitaminas,

minerales y fibra; cumplien-do en nuestro organismo un papel protector para la sa-

lud.

Las verduras son fuente im-portante también de vitami-

nas, minerales, fibra y anti-oxidantes; se recomienda su

consumo diario. Priorizando las de

temporada, preferi-blemente una ración

de ensalada cruda.

Leche y derivados;

no debemos olvidar que es muy necesa-

ria en cada etapa de la vida, especial-

mente durante la lactancia, el creci-

miento de los niños, la menopausia y en la etapa

de la edad avanzada.

Carnes; son fuente importante

de proteínas de alto valor bio-lógico, vitaminas, hierro, fos-

foro y zinc.

Pescados; son buena fuente de proteínas, vitaminas, yodo.

Su consumo es importante en embarazadas, lactantes y ni-

ños en periodo de crecimiento.

Huevos; son alimentos que nos aportan proteínas, vitami-

nas y minerales.

Leguminosas; porotos, lente-jas, garbanzos que aportan hidratos de carbono, fibra, vi-

taminas y minerales. También son fuente de proteínas, que

mezcladas con un cereal in-crementa la calidad de la pro-

teína.

Cereales; fuente importante de energía, deben constituir la

base fundamental de nuestra alimentación,

asimismo aportan vita-minas, minerales y fi-

bra.

Azúcares; son de ab-

sorción rápida, se ca-racterizan por aportar

energía y la palatabili-dad a los alimentos, se

recomienda moderar

su consumo.

Aceites; son alimentos

que aportan calorías y son mucho más salu-dables las grasas de

origen vegetal (aceite de oliva). La ingesta de

grasas es esencial para el funcionamiento de

nuestro organismo; siempre y cuando se la consuma en cantidad

adecuadas.

Agua; imprescindible el mantenimiento de la

vida, en vista de que todas las reacciones

químicas en nuestro organismo se realizan

en un medio acuoso, asimismo, el adecuado consumo de agua ayu-

da a prevenir el estre-

ñimiento.

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Revista Luminar. Edición electrónica. Año 1, Nº 8, agosto de 2012 Publicación mensual editada por Vidal G. Portugal D. Licenciado en Filosofía, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Mayor de San Andrés. C.P. LP-B.

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