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CHASQUI “se nos permite decir cualquier palabra para que las palabras pierdan, suavemente, por in ación, su sentido” Bernal Nöel FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS DIRECCION DE BIENESTAR DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIO PROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS ISSN : 2145-552X

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Chasqui VI, nuestra más reciente entrega de la publicación del Colectivo de Trabajo Nosotros. Invitamos a escribir a nuestro próximo número sobre el tema «Modernidad y desarrollo».

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CHASQUI

“se nos permite decir cualquier palabra para que las palabras pierdan, suavemente, por inflación, su sentido”

Bernal Nöel

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICASDIRECCION DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIOPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS

ISSN : 2145-552X

Page 2: Chasqui VI

COLECTIVO NOSOTROS

REVISTA CHASQUI

ISSN : 2145.552X

NUMERO 6 , PRIMER SEMESTRE 2010

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

SEDE BOGOTÁ

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

RECTOR:

Moisés WassermanVICERRECTOR:

Julio Esteban ColmenaresDECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS:

Jorge Iván Bula EscobarASESOR DIRECCIÓN BIENESTAR FACULTAD DE CIENCIA ECONÓMICAS:

Beethoven Herrera ValenciaDIRECTORA DE BIENESTAR UNIVERSITARIO:

Marta Devia de JiménezPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS:

Elizabeth MorenoCOMITÉ EDITORIAL:

Tatiana CalderónEduard Pérez

DISEÑO:

Libardo Bohórquez GutiérrezIMPRESION:

Guia Publicidad

INTEGRANTES:

Ambar Yelín Figueroa LeguizamónEduard Giovani Pérez Osorio

Emerson Castaño LaraJennifer Lorena Gómez Contreras

José David Yopasa BullaJulieth Andrea Sierra Gutierrez

July Carolina Rojas GómezLaura Tatiana Calderon Pinzón

Luis Emiro Silva PérezPedro Andrés Bohórquez [email protected]

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICASDIRECCIÓN DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIOPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS

Page 3: Chasqui VI

EDITORIAL ........................................................ .................................................................................................................................2

LA INFLUENCIA DE LA IDEOLOGÍA MODERNA EN LA FORMACIÓN DE LA DISCIPLINA CONTABLE1. ............................4

¿QUEREMOS DESARROLLO O “POSDESARROLLO”? .........................................................................................................8

EL CONTEXTO EDUCATIVO, GESTOR DE EMPRENDEDORES ......................................................................................12

LOS PUEBLOS CUBANOS, LOS PUEBLOS DEL MUNDO ......................................................................................................15

“MUERTE A UN PENSAMIENTO COMPLEJO” .....................................................................................................................19

PERSONA, IGUALDAD Y CIUDADANÍA: ......... ............................................................................................................................. 23

LIBERACIÓN HUMANA, LA LUCHA COLECTIVA POR UNA SOCIEDAD DIGNA ........................................................27

EL ESPACIO MULTISENSORIAL EJEMPLIFICADO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, SEDE BOGOTÁ ...29

¡NO LE HICIERON NADA! ............................... ..............................................................................................................................31

VAMOS JUNTOS ............................................... ..............................................................................................................................32

Contenido

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2 CHASQUI Colectivo Nosotros

Las palabras no son las cosas, pero sin duda son la mejor forma de representación de ellas. Son el vínculo que permite la comunicación con los otros, el medio que hemos construido los humanos para poder incorporar en nuestras cabezas parte de la complejidad con la que nos enfrentamos. Las palabras atan porque significan y crean nuestro mundo, pero también nos dan la posibilidad de libremente expresar lo que pensamos con ellas es posible agradecer y ofender, pueden estar llenas de contenido, ser satanizadas, decir mucho más de lo que el diccionario dice y algunas puede que con el tiempo dejen de ser usadas.

Muchas discusiones inician con el significado de una palabra: qué es ciencia, qué es economía, qué es con-tabilidad, qué es administración, qué es universidad, qué es estudiante, qué es empresa, qué es sociedad, qué es Estado... y la lista continúa. Inclusive las palabras que estamos usando pueden no tener la misma dimensión para quien las lee, pero hay un acuerdo social construido históricamente que pone una delimitación a la subjetividad

que carga el articular de una u otra forma las palabras, es ese mecanismo el que permite que nos comuniquemos y si es posible nos entendamos.

Cuando otro habla o escribe, no es fácil escucharle o leerle, por consiguiente mucho menos fácil lo será entenderle. En ocasiones nosotros mismos no somos capaces de transmitir y expresar nuestras ideas tal como las estamos pensando, porque no es tarea fácil tampoco la de verbalizar las palabras que tenemos en nuestra cabeza, además las formas de interpretación son propias de cada persona, por ende la intención de quien comu-nica no siempre es aprehendida por quien recibe el mensaje de la misma forma, de ahí que la labor comunicativa sea compleja.

CHASQUI es una iniciativa en la que se recogen expresiones de compañeros y estudiantes con la intención de un mayor aprendizaje y socialización de conocimiento, independientemente de que este se realice dentro o fuera de las aulas; su función es la de transmitir con palabras parte de esas interpretaciones, ideas y pensa-mientos a los otros.

El nombre de la revista proviene de Chaskiq, es la palabra que en la civilización Inca se usa para designar a los mensajeros, de ahí que El Colectivo De Trabajo NOSOTROS1 haya tomado la expresión CHASQUI, con la pretensión de actuar como mensajeros de quienes quieren transmitir parte de sus ideas. Entonces, lo que en-cuentran al interior de este número de CHASQUI es una articulación de palabras, según diferentes posiciones, algunas con una mayor conciencia de su posición política que otras, pero todas igual de valiosas e interesantes ya que quien decide lo valioso del aporte no es quien escribe, sino que es en últimas quien lee.

Ahora bien, todas las categorizaciones son arbitrarias, bien dice Borges que quien ordena una biblioteca, ejerce una crítica silenciosa. Teniendo esto en cuenta, se va a presentar a continuación una breve categorización de lo que contiene CHASQUI:

Se presentan dos grandes agrupaciones de los textos, la primera integra los escritos donde puede hacerse referencia expresa a las ciencias económicas tanto desde perspectivas con una visión más amplia donde se tra-

1 El Colectivo de Trabajo NOSOTROS surgió en 1987 como un espacio de formación académica y política para los estudiantes de la Universidad Nacional. Teniendo en cuenta que aprender no siempre significa acumular más información sino que nuestro objetivo como colectivo es la formación de sujetos integrales, individuos con capacidad de acción y decisión sobre los diversos aspectos de la vida. En esta medida, una de las formas de materializar tal intención es la revista CHASQUI, porque se convierte en el medio para reflejar parte de las discusiones y reflexiones hechas al interior del grupo.

EDITORIAL

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Colectivo Nosotros CHASQUI 3

baja parte de la ideología y epistemología, como algunas que incluyen una mirada más propositiva. La segunda agrupación incluye escritos con un carácter anecdótico y reflexivo sobre algunas formas de percibir el entorno.

En la primera agrupación encontramos el articulo”La influencia de la ideología moderna en la formación de la disciplina contable” donde se muestra la configuración de una realidad a partir de los planteamientos esta-blecidos por la modernidad, que instiga a pensar las bases de la profesión de los contables. Un escrito sobre la idea de desarrollo en el Pacífico Colombiano en “¿Queremos Desarrollo o Posdesarrollo? Caso del Pacifico Colombiano” donde se presenta una visión de la vida de las comunidades y como se determina a partir de las luchas y resistencias ante un sistema económico que no visibiliza las realidades propias de la región. Por último, el escrito “El contexto educativo gestor de emprendedores” es una propuesta orientada a potenciar las fortalezas de asumir un rol de emprendimiento.

En la segunda agrupación están los textos: “Los pueblos cubanos, los pueblos del mundo: Alianzas frente a la

adversidad” en el que encontramos la caracterización del contexto cubano envuelto en medio de una posición solidaria que conlleva una interpretación y reflexión de lo que como pueblos latinoamericanos somos y podemos ser. El texto “Muerte a un Pensamiento Complejo” que hace una reflexión de la realidad colombiana en el ámbito político partiendo de la idea de un pensamiento complejo, escrito que interpreta de diferente forma una parte de la historia colombiana. En “Persona, igualdad y ciudadanía” se presenta la conceptualización de algunos puntos importantes en la búsqueda de la inclusión, evidenciándolos en el espacio de la universidad. El texto “Liberación humana, la lucha colectiva por una sociedad digna” plantea la creación de una opción de liberación humana fuera de las tentaciones autoritarias y de reducción que desemboque en la conciencia de la propia libertad. En “El espacio multi-sensorial ejemplificándolo en la universidad” describe otras formas de percibir el entorno (otra realidad) en el cual se genera el conocimiento a través de la experiencia de un compañero invidente. Y por último, el artículo “No le hicieron nada” incorpora una percepción de la realidad de los inmigrantes en España presentada en forma anecdótica, que hace alusión a la posición de los residentes en tierras ajenas.

Con el ejercicio de inclusión de miradas tan diversas y escritas en estilos distintos, se quiere hacer alusión a la necesidad del diálogo entre saberes en diferentes contextos, tal como fue mencionado al inicio de esta editorial. No solo se persigue una transmisión de ideas y conocimiento, también se espera una de-construcción permanente de ese conocimiento y de la forma como accedemos a él.

De allí que esta edición de CHASQUI sea una contribución al desarrollo de un pensamiento reflexivo y crítico frente a problemáticas diversas que se exponen en los artículos.

Estas reflexiones al estar elaborados desde diferentes disciplinas, enriquecen el bagaje de quienes los exploren y del mismo modo la capacidad de interrelacionar lo que el pensamiento fraccionado y simplista ha querido sepa-rar. Se invita a la reflexión académica y a “re-pensar” el mundo, hacer una posición ante éste y una proyección a futuro frente a los retos que la realidad como profesionales y ciudadanos depara, capaces de proponer y realizar acciones concretas frente a las necesidades del contexto en el cual se actúe.

La Administración de Empresas, la Contaduría Pública y la Economía tienen grandes retos frente a estas problemáticas que surgen, por lo que se necesita no solo transmitir, sino proponer nuevas ideas y para ello el primer paso es tomar una posición crítica, que más allá de juzgar sin razones, evalúe sensatamente las diferentes propuestas y alternativas planteadas o en proceso de incubación.

La capacidad de dialogar y comunicar esas ideas va a depender de la forma como incorporemos las palabras que escuchamos a la práctica social, que es donde se hacen realidad, donde recrean y reconstituyen el mundo. No se trata sólo de utopía, una palabra que esta siendo mancillada, desacreditada, rebajada y malgastada, pero que en parte es el refugio de buena parte de quienes pensamos algo diferente, porque es un puente, como dicen Deleuze y Guattari, “es con la utopía como la filosofía se vuelve política”2, es decir, a la acción.

Colectivo Nosotros

2 Deleuze, Gilles y Félix Guattari (1993) ¿Qué es la filosofía? Barcelona. Editorial Anagrama. p101

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4 CHASQUI Colectivo Nosotros

Introducción1

La contabilidad se ha visto ampliamente influenciada a lo lar-go de varios decenios por el concepto de racionalidad sub-yacente a la ciencia económica. Este modo de concebir los fenómenos económicos, que luego serán representados por la contabilidad, ha llevado a la disciplina contable a ser presa de la época moderna, donde imperan más los objetivos de eficiencia y productividad económica que las metas de reali-zación personal y social de los agentes inmersos en un siste-ma social.

Es decir, vivimos en un entorno donde el aspecto humano y diferenciador de los individuos ha sido relegado para dar paso

1 Este artículo es una adaptación de un capítulo del trabajo de grado no publicado, titulado “CONTABILIDAD: HERRAMIENTA DE CONTROL EN LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y SIN ÁNIMO DE LUCRO”, del mismo autor.

a la economía como fin último de las actuaciones organiza-cionales y sociales, olvidando que ésta ante todo es un medio mas no un fin, para permitir la realización del hombre como ser íntegro y humano perteneciente a un sistema social más justo y equitativo.

Es innegable que la disciplina contable no ha podido desligarse de estas dificultades, dado su fuerte vínculo con la economía. Por ende, en este texto se pretende hacer una descripción de la ideología moderna encubierta en la teoría económica, que posteriormente vino a influenciar la formación de la contabilidad como herramienta de control individual y organizacional. Lo anterior se hace con el objetivo último –el cual no se desarrolla ni se pretende hacerlo en este escrito– de abrir una senda para mostrar que la contabilidad, a través del control, puede contribuir a objetivos sociales que propendan por el bienestar de un mayor número de agentes inmersos en

ResumenEste artículo hace una revisión del papel que jugó la ideología de la modernidad, que, encubierta en

los entramados teóricos de la ciencia económica, contribuyó a la configuración de la contabilidad como una herramienta de control individual y organizacional. Este hecho ha contribuido a que

las actuaciones de la disciplina contable se hayan dirigido ampliamente a un espectro utilitarista y alineado con la traslación de las relaciones técnicas de producción a las interacciones sociales. Lo anterior ha limitado el campo de actuación contable, obligando a la búsqueda de nuevos caminos

para su desarrollo epistémico.

LA INFLUENCIA DE LA IDEOLOGÍA MODERNA EN LA FORMACIÓN DE

LA DISCIPLINA CONTABLE1.Nelson Javier Dueñas Gil

[email protected]

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Colectivo Nosotros CHASQUI 5

la sociedad. Pero para esto es necesario primero entender las raíces del problema.

Para ello, se efectuará una reflexión teórica rigurosa, que describa el marco ideológico que vino a influenciar a la disci-plina contable, para configurarla como un elemento instrumen-talizador de las prácticas económicas, orientadas a objetivos de eficiencia y eficacia. Dicho marco ideológico está dado por el concepto de racionalidad, que básicamente le rinde culto a la razón, desprendida de cualquier componente pulsional. Tras esto, se configuró todo un edificio teórico que parcializó la visión y realización de la disciplina contable, alejándola de su lado más social.

Marco Ideológico y Trasfondo EconómicoA finales del siglo XVIII y en todo el siglo XIX, el mundo asistió a una eclosión de nuevas ideas que estaban cambian-do la forma en que este se concebía. En ellas se planteaba la desmitificación del mundo para darle primacía a un elemento diferenciador: la razón.

Este concepto estaba sumergiendo a la sociedad en una nueva corriente ideológica, donde se buscaba liberar del velo del mito a los sucesos que caracterizaban el entorno de la existencia de los individuos. En palabras de Grondin: “el mun-do ya no es interpretado en términos de fuerzas mágicas y sobrenaturales, sino mediante explicaciones racionales cuya pretensión de validez se propone como universal” (1990: 15).

Sobresalía el hecho de que, al abandonar las concepciones supersticiosas y mágicas sobre el entorno, se estaba llevando al hombre como centro de la creación, desprendiéndose en cierto modo de las imposiciones religiosas de un ser supremo que dominara la creación. Las sociedades entraban a la época de la modernidad, época donde la racionalidad instrumental entró a imperar a través de la configuración de medios hacia fines. En términos de Grondin:

“la racionalidad instrumental evalúa los medios o las reglas

técnicas más apropiadas para la realización de un fin determina-

do… la modernidad encarna un movimiento de racionalización en

la medida en que, en todos los ámbitos de la actividad humana, la

acción anteriormente gobernada por esquemas míticos da lugar a

la hegemonía de una racionalidad calculadora, objetiva y neutral”

(Ibid).

Esto en últimas es la consideración de las relaciones pro-ductivas y sociales en términos de eficiencia.

Y por estos mismos años, se estaba dando un vuelco algo

inesperado en la ciencia económica. Una nueva teoría estaba reevaluando y casi que reemplazando las concepciones de la ya dominante economía política clásica. Esta nueva teoría, al tener como trasfondo la nueva ideología que se estaba imponiendo, logró hacer que su análisis fuera compatible y sustentara la emancipación del individuo, teniendo este a la razón como su principal arma libertadora.

Es decir, esta nueva concepción del papel del hombre en la creación encontró en lo económico un hábitat más que apro-piado, pues esta categoría establece y define las interacciones de los sujetos en un medio donde los recursos son escasos, y como tal, se debe hallar el origen de los mismos –producción–, y una forma de asignarlos a los miembros de la sociedad ade-cuadamente –distribución–. No obstante, lo económico antes estaba subordinado a la política y a la moral, lo que le impedía tener una condición propia y autónoma. Pero con el trabajo de Adam Smith, tal sometimiento se vería relegado. Así lo expre-sa Dumont: “resulta cómodo, y no excesivamente arbitrario, tomar la publicación de Adam Smith, Investigación sobre la Naturaleza y causa de la riqueza de las naciones (1776) como acta de nacimiento de la categoría económica” (Citado en Leal, 1995: 79).

En palabras de Leal:

“Smith elaboró una teoría económica de un sistema interrela-

cionado, gobernado por sus propias normas y separado de la política

y de la moral. Su sistema […] partía del individuo egoísta cuya

acción económica se orienta al bien. Esta idea de la armonía de

intereses es la que justifica su doctrina liberal […] estudió el origen

de la riqueza o del valor, pero no lo encontró en la naturaleza sino

en el hombre, en el individuo que trabaja” (1995: 80).

En la anterior premisa se deja en claro cómo el hombre rompe su relación natural y originaria con la naturaleza, o como lo denominaría Nieztsche “su relación fundamental ilógica con todas las cosas” (Citado en Botero, 2002: 173). Pasa de ser un sujeto que vivía e interactuaba en la creación, a ser el opresor de la misma.

Pero, retomando, la teoría de Adam Smith se basa en el hecho de que cada individuo actúa siguiendo sus propios inte-reses, siguiendo una conducta egoísta. Pero debido a las fuer-zas del mercado, las cuales denomina como la mano invisible, dichos intereses propios del individuo son conjurados con los intereses de los demás, configurando un equilibro de mercado que lleva al bienestar general de la sociedad.

Sin embargo, la nueva teoría que estaba desplazando los

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cánones de la economía clásica de Smith y Ricardo -la cual se conocería como la teoría neoclásica o marginalista- lleva-ba este individualismo conductual a otros límites. Ella no se concentraría en resolver los alcances morales que suponen un sistema económico centrado en el individuo y su fuerza de trabajo. Sus esfuerzos se orientarían a definir un camino propio, donde la razón se hace específica a través del sencillo supuesto de la racionalidad maximizadora.

Pero ¿qué implica este supuesto y cómo este enfoque eco-nómico lo utiliza? Doménech –en la introducción a la obra de Elster nos explica concretamente el aporte neoclásico:

“el agente decidor […] se describe con un conjunto de creen-

cias (matemáticamente representadas como una distribución de

probabilidades sobre los estados posibles del mundo en el que de-

sarrolla su acción) y un conjunto ordenado de deseos o preferencias

(matemáticamente representados por una función de utilidad). El

agente tiene a su disposición un conjunto de estrategias o cursos de

acción posibles, es decir, permitidos por las restricciones o constric-

ciones que le limitan (por señalado ejemplo, sus recursos). Decidir

racionalmente, de acuerdo con el paradigma de la elección racional,

es elegir el mejor curso de acción, es decir, elegir, dadas las creencias

y las restricciones del sujeto, la estrategia que mejor satisface sus

deseos” (1991: 16).

Dado este modelo de elección, vemos que los individuos actúan con el fin de maximizar su beneficio, y como tal no le asignan un valor al objeto obtenido a través de sus recursos restringidos, sino a la satisfacción y utilidad que les suminis-tra dicho bien (Dueñas, 2007: 148). Allí entra la noción de valor subjetivo (de uso), pues dependiendo de la felicidad y satisfacción que reciba el individuo, por el consumo de ciertas cantidades de determinado bien, así mismo este se valorará.

En palabras de Domenech – en introducción a la obra de Elster –, según la teoría neoclásica “el comportamiento ra-cional –o “económico”– consiste entonces en determinar el conjunto de cantidades de recursos que hay que asignar a cada uno de los posibles usos como solución a un problema de maximización con restricciones” (Elster, 1991: 17). Esta de-finición es la base de la microeconomía, y es un precedente de lo que implica la economía como tal, ya que como se expuso arriba, se busca la asignación de recursos en un medio donde estos son escasos, y por ende, la presencia de la eficiencia en la gestión de los mismos se hace más que necesaria.

Al llegar a este punto, podemos ver que hay todo un ar-mazón teórico detrás de la ciencia económica, que pretende

caracterizar y normativizar el comportamiento de los indi-viduos. Ello debido a que no hay otro trasfondo en la teoría económica clásica y neoclásica, que el de conducir al individuo por derroteros de productividad y eficiencia en las relaciones técnicas y de producción. Esto no necesariamente representó algo negativo. Lo perjudicial se presentó, cuando se traslapó esta concepción al lado humano y vitalista del hombre. Por ende, todas las cosas y sucesos más allá de lo económico se convirtieron en campos donde se reprodujo la semilla de la eficiencia. Por citado ejemplo, la cultura, las tradiciones, la re-lación original con la naturaleza, entre otros.

Este es el resultado de la evolución de la sociedad occiden-tal a la época moderna. Una época regida por parámetros de competencia, en la que el ser humano tiene poco campo de acción para darle rienda suelta a su lado más humano, creador y vital; donde es considerado un engrane más, dentro de una gran estructura armada, solo para crear un sistema en teoría armónico, pero que interinamente es caótico. Yo lo denomina-ría como un caos sistemático. Es por ello que el sujeto se ve desprendido de su aspecto sensible y emocional, y casi como un robot, actúa como un engrane más, dentro de una supraes-tructura que deniega la vida y que pone todo en términos absolutistas de racionalidad, de causalidad, de utilidad. Las re-laciones sociales se analizaron desde el punto de vista de una racionalidad instrumental, llevando todo a fines específicos. No obstante, el enclaustramiento cegado en la racionalidad derivó en una irracionalidad y pérdida de sentido de la existencia. Según Grondin: “si bien la racionalidad ha permitido al hombre asegurar un control eficaz sobre la naturaleza, lo ha sumergido en un vacío de sentido. La racionalidad no ha conseguido llenar el vacío dejado por la evacuación del mito y de lo sagrado” (1990: 15).

Lo anterior es causa del erguimiento de la razón como guía única de las actuaciones del sujeto, de las sociedades y organizaciones emprendidas por el hombre. Dado esto, solo se tendrán como válidas las herramientas edificadas a través de instrumentos racionales para la construcción de la ciencia, y en últimas, de los preceptos comportamentales que ellas pretenden erigir. Básicamente la ciencia construye estructuras de poder a través de la racionalidad.

Es por eso que varios círculos académicos han querido brindarle cierto status a sus disciplinas, justificando que son ellas las que brindarán las vertientes sobre las cuales el ser humano se realizará como agente social. A manera de ejemplo, en la ciencia económica tiene más status una teoría formalizada matemáticamente, que una construida a través de un discurso

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riguroso, pero más filosófico y literario. La teoría de juegos es un ejemplo de cómo a través de la formalización matemática, se prescriben conductas de eficiencia a los individuos –obtener el mejor pago siguiendo la mejor estrategia a la que puede tener acceso el jugador–.

Contabilidad y Teoría Económica.A estas alturas es preciso indagarnos sobre el rol de la con-tabilidad en este asunto. Su incidencia en él, radica en que la contabilidad es la herramienta que posee la ciencia eco-nómica para representar las formas, las realidades y las in-teracciones que surgen entre los individuos inmersos en un contexto económico. Por ende, la contabilidad termina sien-do parte activa de aquella máquina alienadora escondida bajo los entramados de la modernidad, dado que su vínculo con la economía es innegable y casi que indesprendible2.

A pesar de lo anterior, la economía neoclásica más pura no tiene un campo de acción para la contabilidad como tal, pues ella considera a la empresa como una unidad donde en-tran insumos y salen productos, omitiendo cualquier interac-ción social que pueda ocurrir dentro del ente, y limitando la relación social al intercambio entre productor y consumidor únicamente. Por lo anterior, la contabilidad como la conoce-mos actualmente –como sistema integral de información y de control organizacional– no existe allí, pues se limita a reflejar la incidencia en la firma, de los ingresos y costos, para facilitar la resolución de un problema de maximización del beneficio. Sin embargo, esto no le impidió heredar en parte, la ideología subyacente al sistema económico liberal y neoliberal, que a su vez depende de la ideología moderna y de occidente, y que antepone el desarrollo económico sobre todas las cosas.

Lo anterior ha hecho que en muchas ocasiones, la con-tabilidad haya servido de instrumento para perpetuar lo que Morin & Kern llaman “la hiperespecialización y la reducción de lo real a lo que es cuantificable” (1995: 222). No obstante, hay espacios donde es posible reivindicar el lado humano de la sociedad, donde se considere al hombre como tal, y no como una simple variable. Y a través de la contabilidad, es posible visualizar la conciliación entre una perspectiva económica y una perspectiva social de desarrollo, que liberen a las socieda-des de sus ataduras instrumentales, permitiendo una existencia sana y lúcida de los sujetos con su entorno, a pesar de lo que

2 Aunque la contabilidad ha empezado a abrirse campo en otras áreas como la ambiental, la social, la cultural, entre otras, sigue predominando en ella el enfoque financiero para la representación de aspectos eminentemente eco-nómicos.

habitualmente se cree. Según el profesor Martines: “la Conta-bilidad ha sido entendida, en el imaginario general, como una disciplina empírica con una visión profesional instrumentalista e ingenua de la realidad, en tanto su quehacer parece favorecer el desarrollo de prácticas rutinarias, parametrales y esquemá-ticas” (2008: 127). Hay muchos momentos en que esto llega ser innegable, no obstante, no se puede “seguir concibiendo a la contabilidad como una técnica que representa de forma “neutral” el mundo. Porque a partir de la contabilidad se re-gularizan comportamientos, se controlan formas de actuar y se construye la realidad que organiza y determina formas de actuar de agentes, organizaciones y la sociedad en general” (Gómez, 2005, citado en Martínez, 2008: 127).

Pero está en nosotros el camino que queramos darle a esa prescripción de comportamientos, y de ello depende el viraje que conduzca a la contabilidad hacia un espectro de actuación adecuado a las necesidades más humanas del hombre.

BibliografíaBOTERO, D. (2002). La Voluntad de Poder de Nietzsche. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.DUEÑAS, N. (2007). La Teoría Subjetiva del valor en Contabilidad: comentarios sobre la valoración con base en las emociones. Innovar, 30.ELSTER, J. (1991). Domar la Suerte: La aleatoriedad en decisiones individuales y sociales. Barcelona: Editorial Paidós.GRONDIN, J. (1990). Racionalidad y Acción Comunicativa. Ideas y Valores.LEAL, C. (1995). La Aceptación de la Teoría marginalista: sus raíces en la ideología moderna. Cuadernos de Economía, 23.MORIN, E. & Kern, A. (1995). La Agonía Planetaria. Cuadernos de Economía, 23.MARTÍNEZ, G. (2008). La Resignificación de los Contextos del Conocimiento: A Propósito del Plan de Formación Contable. Perspectivas Críticas de la Contabilidad. VII Simposio Nacional de Investigación Contable y Docencia. Universidad Nacional de Colombia, C-CINCO.

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8 CHASQUI Colectivo Nosotros

Presentación1 Como región, el Pacífico sostiene un conjunto de procesos económicos, políticos, sociales y culturales, donde el territorio2 se convierte en un eje fundamental de análisis que permite entender la complejidad social y develar la construcción de la identidad. La cultura permite entonces un acercamiento a

1 El texto es parte de un diálogo que se presenta en la Universidad de Antio-quia dentro de la clase de Fuentes y métodos de la investigación en el 2006. Ánimo Diego Palacios2 La visión clásica en Teoría Económica no aborda territorialmente sus pos-turas. Así en virtud de la universalización de la “ciencia” económica las lectura sobre los condicionantes del espació se convierten en “supuestos”. Por ejemplo se habla de las ventajas comparativas dentro de la organización mundial del sistema capitalista pero no de los impactos del capitalismo en los territorios y de las respuestas a estos impactos. Así mismo desde la postura del individualismo metodológico el Homo Economicus es un agente sin terri-torio. Esta ubicado en cualquier parte de la tierra o de cualquier otro planeta. Hoy las teorías de la localización abordan el tema en virtud de entender el porqué del desarrollo de procesos productivos capitalistas en un lugar y no en el otro.

las alternativas al desarrollo tal como lo veremos con el caso del Pacífico.

En el escenario cultural los pueblos colombianos han ex-perimentado la incursión de la modernidad en varios perio-dos históricos. Desde hace 60 años las tesis modernizantes se asocian al desarrollo y su evolución discursiva –“llamaremos discurso a esa entidad en la cual el poder y el conocimiento se articulan”(Escobar, 1998: 18)–. La Segunda posguerra Mun-dial enmarca una concepción de integración al mundo bajo unos mismos principios tanto culturales como económicos, en pos de un mayor bienestar de las gentes del planeta. En esta dinámica mundial se regionalizó las relaciones de poder propias del desarrollo e incentivó la creación de institucio-nes como la CEPAL. Los autodenominados desarrollados, con los Estados Unidos jalonando en Occidente, convierten en proyecto político su visión económica como forma de evitar la idea de un mundo en guerra. Los denominados tercermun-distas se ven llevados a alterar “el equilibrio tradicional de la región [el cual] se va disolviendo en la medida en la que se va

¿QUEREMOS DESARROLLO O “POSDESARROLLO”?

Caso del Pacífico Colombiano1

Jorge ForeroEconomía

[email protected]

ResumenEste texto propone ver los avances organizativos que sostienen las comunidades negras e indígenas

desde una visión colectiva comunitaria en el Pacífico Colombiano como una alternativa que entronca propuestas concretas a la idealización del proyecto de “desarrollo”, presente en Colombia

por más de 60 años.

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Colectivo Nosotros CHASQUI 9

configurando una conciencia colectiva de marginalidad, atraso y subdesarrollo”(81)3.

A partir de la lógica de clasificación impuesta por la idea de “desarrollo”, Colombia, al igual que los demás países sura-mericanos, queda bajo la denominación de subdesarrollados, o en términos contemporáneos “en vía de desarrollo”4. El poder instauró fácilmente su discurso y nuestros gobernantes fácil-mente se asumieron en la nueva necesidad creada: llegar al desarrollo. En este proceso se consolida un carácter evangeli-zador de aquellos sumidos en el “atraso”. La misión Currie5 de 1949, permite ver el problema del subdesarrollo en Colombia:

“Esta es una oportunidad única en la larga historia de Co-

lombia. Los ricos recursos naturales del país pueden llevar a ser

extremadamente productivos si se aplican tecnologías modernas

y las prácticas más eficientes. Su posición ventajosa en cuanto a

la deuda externa y al intercambio internacional permitirá al país

adquirir equipos y técnicas modernas en el exterior. Por otro lado,

ya se han establecido organizaciones internacionales y entidades en

países con el propósito de ayudar a países subdesarrollados tanto

técnica como financieramente. Solo se necesita ahora un esfuerzo

decidido por parte de los colombianos mismos para inaugurar un

periodo de desarrollo amplio y rápido. Dicho esfuerzo le permitirá

a Colombia no solo lograr su salvación, sino también convertirse en

3 A partir de aquí recogemos las tesis de PEDROSA, Álvaro y ESCOBAR, Ar-turo. Pacífico, ¿Desarrollo o Diversidad?. Bogotá. 1996. Editorial Eco fondo. Las ideas de los autores estarán acompañadas entre comillas y al final con el numero de página entre paréntesis.4 Para ahondar en las relaciones de poder que giran alrededor del concepto de “Desarrollo”, véase ESCOBAR, Arturo. La Invención del Tercer mundo. 1998. Bogotá. Editorial Norma.5 Esta misión –la primera en analizar un país subdesarrollado- luego de la segunda posguerra mundial– se convierte en la forma de instaurar profe-sionales del desarrollo en el denominado Tercer Mundo. El conocimiento se convierte en la forma de instaurar el desarrollo como doctrina. Con la “colaboración” de Lauchin Currie se crea la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, una de las primeras en el país. Así mismo recordamos que Currie fue el pionero de la planeación en Colombia

un inspirador ejemplo para el resto del mundo subdesarrollado”.

(Escobar, 1986:14)

Alternativas desde el Pacífico ColombianoPara la región del pacífico, definido por unos y por otros, como “espacio desarrollable, como territorio étnico, como fuente inagotable de recursos”(9) el proyecto propio de las “sociedades negras e indígenas [que han] crecido como pueblos sin que ello conlleve a la destrucción de unos y otros”(14) permite la reflexión: “si cincuenta años de desa-rrollo no han producido los resultados esperados ¿no es ya hora de repensar radicalmente esta forma de concebir la rea-lidad social?” (15); y este repensar es continuo. Presentamos el concepto de posdesarrollo, elaborado por el colombiano Arturo Escobar, donde partiendo de la idea del desarrollo como forma instaurada de dominación, concibe cómo “el posdesarrollo comienza por reconocer que toda comuni-dad humana practica el descubrimiento de si misma” (354). Siguiendo la propuesta, para Colombia implicaría repensar la historia y necesidades del país, desde sus características y ubicación geopolítica tropical.

Entendiendo el contexto histórico que condiciona la pro-puesta de Escobar, diremos que las crisis ambientales y los descontentos con el desarrollo conciben hoy una preocupa-ción mundial por conservar lo bionatural, lo que obliga a los estados a introducir unas políticas de preservación y cuidado de la zonas bio-diversas. “El carácter global de lo biológico [...] ha planteado la vida global como un hecho de vital importan-cia” (14). Las tesis sobre el desarrollo se corren cada vez más hacia lo endógeno. Sin embargo, nosotros queremos plantear la discusión de dimensionar el escenario del posdesarrollo como forma de descolonizar los conceptos económicos que giran en la fundación de un proyecto único. El reconocimiento del trópico y sus resistencias al desarrollo instauran un punto de partida en ese sentido.

Por otra parte se quiere resignificar la idea de que “los modelos de la Economía no son universales; pueden ser doble-

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gados y otros pueden ser inventados. En la base de esto está la vida misma y los deseos colectivos” (358). La propuesta del posdesarrollo proyecta intentar salir de la condición creati-va que el discurso dominante promueve, la cual “al colonizar el espacio de la representación [...] excluye las alternativas y paraliza la imaginación” (16). En este sentido, percibir el com-portamiento de los pobladores locales y sus resistencias al proyecto evangelizador es vital, es imaginativo y puede llegar a ser constructor para eliminar la concepción que los ubica “como renuentes al cambio y, por tanto, como candidatos a ser sacrificados en el altar del progreso por sospechar los efectos negativos de la acumulación sin límites” (20). Aquí entonces la eliminación de “la creencia de que hay una cultura colombiana establecida, con relación a la cual indígenas, afro colombianos y campesinos se juzgan deficientes” (22) es un primer paso en la idea de escuchar la propuesta de estos sectores, que, dada la colonización del proyecto moderno, han de ser las pocas alter-nativas que aún pueden generar relaciones distintas con la na-turaleza, el hombre y su accionar social, político y económico.

“En el Pacífico existe una base social ecológica y cultural importante para una política de la diferencia, para las posibili-dades de acoger al otro como igual y diferente [...] la negación de la diferencia implícita en los discursos del desarrollo y la modernidad ha resultado en la explotación y el sufrimiento de muchos” (23), de ahí la importancia de reconocer al otro, respetar su tradición y sistema de obtención de recursos, su organización política y sus relaciones humanas. Cabe anotar que los pobladores del pacífico tienen clara la concepción mo-derna de vida en las grandes urbes y su proyecto de resistencia se condiciona en sumarse a ella6; de esta manera se observa

6 Lastimosamente diremos que en los escenarios de la guerra en los que se suma el país, la lógica del destierro pone en una situación crítica los proyec-tos políticos desarrollados a partir de la identidad cultural. Diremos que pen-sar en una era posterior a la ideología del desarrollo, necesariamente tiene que buscar para Colombia la posibilidad de terminar con el conflicto social, político y armado. Del PCN, diremos que aún en las condiciones de la guerra se permiten construir escenarios como la Comunidad de Autodeterminación Vida y Dignidad, CAVIDA, presente en el cacarica, en el Bajo Atrato Cho-

que el vínculo territorial genera la concepción de biodiversi-dad (Se define la biodiversidad como “territorio más cultura”7, situación que nos ubica repensar el vínculo con la naturaleza que exige la construcción de otros mundos posibles8.

En “el Pacífico hay opciones diferentes a las que se plantean desde los espacios de la planificación, el desarrollo y la econo-mía neoliberal en sus variantes nacionales e internacionales9” (14) es entonces donde se observa que la configuración de la zona, permite el “nacimiento de identidades colectivas que se articulan sobre la base del desarrollo alternativo y la super-vivencia de los ecosistemas” (18). Basados en estas caracte-rísticas, “las comunidades han mantenido activos modelos de vida viables”(20) –“todavía en 1987 [...] una ración de plátanos podría trocarse por una docena de cocos” (49)– ante los que no se podrá argumentar que es por falta de inclusión de lo moderno, pues como ya lo mencionamos, las características que conducen al desarrollo están presentes y son conocidas por los pobladores de la zona; más bien se diría que aunque se vea con desconfianza (el proyecto de acumulación sin límite) la proyección desarrollista se ha rechazado en los términos que claramente pueden ser lesivos a toda una construcción cultural.

Es así como se encuentra que “durante al menos un milenio diversas comunidades indígenas han ocupado el territorio con

coano. Ver MEZA, Carlos. Territorios de frontera: Embate y resistencia en la cuenca del río Cacarica. En publicación: Universitas Humanistica, no. 62. FCS, Facultad de Ciencias Sociales, PUJ, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia: Colombia. Julio-Diciembre. 2006 0120-4807.Acceso al texto completo: (http://www.javeriana.edu.co/Facultades/C_Sociales/univer-sitas/62/meza.pdf)7 Referente a esta definición de Biodiversidad, diremos que se construye a partir de los trabajos de Escobar acompañando el Proceso de Comunidades Negras-PCN. Libia Grueso es una representante importante de este proceso. Ver ESCOBAR Arturo. (2005) Mas allá del Tercer Mundo. Globalización y Diferencia. Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Bogotá, No-viembre 20058 Atendiendo el llamado del movimiento Zapatista, si no cabemos en este mundo que históricamente nos ha explotado, construiremos otros.9 Hoy representadas en las Metas del Milenio de Naciones Unidas y de parte del gobierno colombiano en un plan estratégico para el 2019.

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formas tradicionales de supervivencia basadas en el aprove-chamiento sostenido de una gran diversidad de recursos[...] de la selva, los ríos y el mar [y] han mantenido una agricultura apropiada para el bosque húmedo tropical basado en la nula domesticación de animales” (74) esto se quiere significar en el sentido en que se ha posibilitado la vida y su reproducción en un sentido contrario al de la modernidad, respetando la autonomía de pensamiento y de autorrealización; de esta ma-nera no podremos negar que “las comunidades pueden idear proyectos productivos significativos que contribuyen a la afir-mación de las culturas” (354).

Palabras con las que invitamosSumándonos a la propuesta de pobladores e investigadores diremos que “No hay una gran alternativa o receta para el pacífico –tal como el desarrollo sostenible– [...] Sino que lo alternativo se encuentra [...] en las mismas prácticas de los pobladores, los activistas y los intelectuales críticos” (354) característica que nos ayuda a ubicar la necesidad de no te-ner activamente un fin en la construcción social al cual llegar, como en su momento fue el desarrollo y su capacidad argu-mentadora de problemas creados a la vez que se querían dar las soluciones. Es así como se quiere dar paso a “la crisis del desarrollo y la modernidad [...] escuchando a aquellos gru-pos sociales que han mantenido por siglos otras realidades” (21). El importante reconocimiento de los procesos que ya están andando permite encontrar alternativas. El Proceso de Comunidades Negras, PCN, es una forma que las está construyendo.

Finalmente apoyando la compleja posibilidad del diálogo de saberes como forma acuñar el conocimiento moderno en ciencias económicas con el estudio de realidades específicas y formas de vida no-desarrolladas, planteamos en marco de la revista Chasqui empezar el re-descubrimiento de las caracte-rísticas que fortalecen la identidad de los pueblos latinoame-ricanos en pos de reconciliar sus dinámicas, y buscarle salidas a las maneras violentas que instauran el proyecto del desarro-llo como forma colonizadora. En el Pacífico que describimos

brevemente, en este momento se desarrollan los procesos de destierro asociados al proyecto del monocultivo de la palma aceitera, denunciado y reconocido como paraestatal, y se ma-terializa el proyecto económico del enclave la caña que tuvo en paro en octubre de 2008 a más de 18.000 dignos corteros de caña, luchando por reivindicaciones laborales que hacen recordar las formas de explotación propias de la colonia.

BibliografíaESCOBAR, A. (1998). “La Invención del Tercer Mundo”. Bogotá: Editorial Norma.ESCOBAR, A. (1986). La Invención del desarrollo en Colombia. En Lecturas de Economía. Medellín. Universidad de Antioquia Mayo-Agosto de 1986. No 20.ESCOBAR A. (2005) “Mas allá del Tercer Mundo. Globalización y Diferencia”. Bogotá. Instituto Colombiano de Antropología e Historia.MEZA, R. (2006) Territorios de frontera: Embate y resistencia en la cuenca del río Cacarica. En publicación: Universitas Humanistica, no. 62. FCS, Facultad de Ciencias Sociales, PUJ, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Julio-Diciembre. 2006 0120-4807. Acceso al texto completo: http://www.javeriana.edu.co/Facultades/C_Sociales/universitas/62/meza.pdfPEDROSA, A. & Escobar, A. (1996). Pacífico, ¿Desarrollo o Diversidad? Bogotá. Editorial Eco fondo.

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El emprendimiento en Colombia se ha convertido en un tema de gran interés, ya que con éste se ha abierto la puerta para el aprovechamiento de nuevas oportunidades en el campo eco-nómico y comercial, y de nuevas opciones en el laboral.

Son muchas las organizaciones, con ánimo y sin ánimo de lucro, que han venido desarrollando el tema en el país, algunas de ellas pertenecientes a grupos de investigación de universi-dades1, que intentan involucrar el conocimiento académico al desarrollo de habilidades propias de los emprendedores, con el claro propósito de ser entes motivadores y capacitadores de éstos. Por ello se reconoce la importancia del papel que juegan las instituciones académicas, sean de educación básica, media o superior, para no solo proveer de conocimiento teórico sino también práctico que pueda ser aprovechado para el beneficio propio del individuo y de la sociedad en general.

1 Una de estas instituciones es la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá, quien ha desarrollado la Unidad de Emprendimiento, perteneciente a la Facultad de Ciencias Económicas, la cual trabaja en la construcción, fomento y consolidación de la cultura del emprendimiento y la implantación de la innovación.

Frente a este panorama, surge el tema del presente texto, ¿puede el contexto educativo incidir en la formación de per-sonas con características emprendedoras? Antes de dar res-puesta a este interrogante, se hace necesario definir conceptos que permitan unificar el lenguaje a desarrollar.

En primera medida, el emprendimiento es entendido como:

“una manera de pensar y actuar orientada hacia la creación

de riqueza. Constituye una forma de razonar y proceder centrada

en las oportunidades, planteada con visión global y llevada a cabo

mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un riesgo calcula-

do; su resultado es la creación de valor que beneficia a la empresa, a

la economía y a la sociedad” (Ley 1014 de 2006 Art. 1º Numeral C).

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM2) 2007 define la relación de la actividad emprendedora y el crecimiento econó-

2 Es un estudio que se realiza a nivel internacional que analiza la relación entre la actividad emprendedora y el crecimiento económico. Este reporte constituye la novena evaluación y revisión de la actividad y de la visión em-prendedora de los países participantes.

EL CONTEXTO EDUCATIVO, GESTOR DE EMPRENDEDORES

Martha Liliana Reina UsugaAdministración de Empresas

[email protected]

ResumenEl emprendimiento es una manera de pensar y actuar centrada en las oportunidades, llevada a

cabo mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un riesgo calculado; que además demanda personas con carácter innovador, conscientes de su responsabilidad social, autónomas y optimistas. Dichas características son motivadas por los rasgos propios de la personalidad de los individuos e influenciadas por los cambios del entorno; económico, político, sociocultural, familiar y educativo.

En el presente escrito se responde a la pregunta si el contexto educativo puede incidir en la formación de personas con características emprendedoras, se encontraron argumentos válidos para dar una respuesta afirmativa y concluir que la sociedad demanda del sistema educativo la formación de un individuo con características emprendedoras, capaz de responder a los constantes cambios y

ser promotor de progreso y desarrollo para el país.

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mico como compleja, ya que “ambos elementos se combinan en lo que llamamos “círculo virtuoso”. La actividad empren-dedora contribuye al crecimiento económico y la riqueza de las naciones contribuye a la aparición de nuevos emprendi-mientos” (8).

En este mismo estudio se precisa que los países de América Latina son los más emprendedores del mundo, llegando a tener Colombia una de las tasas más altas de actividad emprendedora con 22.7%, después de Perú (25.9%) (Ibid: 5).

Una vez definido el emprendimiento y su relación directa con la economía, se hace necesario entonces definir el em-prendedor y sus características. En este tema son muchos los autores que han realizado aportes desde diferentes campos del conocimiento; sin embargo, en esta ocasión tomaremos al emprendedor como aquella persona que se caracteriza por ser creativa e innovadora, aborda la aventura de un negocio, lo organiza, busca el capital para financiarlo y asume todo o la mayor acción de riesgo, propicia el trabajo en equipo y tiene visión de logro.

Las características que poseen los emprendedores son va-riadas y estas les exigen un pensamiento divergente, que les permite detectar oportunidades donde otros no las han visto. Pero estas características y capacidades no son en su totalidad innatas a la personalidad del emprendedor, muchas de ellas han sido motivadas por el contexto donde éste se ha desarrollado. De lo anterior podemos decir que la ruta hacia el desarrollo de la iniciativa emprendedora depende de dos factores: los propios del emprendedor (características, actitudes, compor-tamientos) y de los ambientes y contextos con los cuales el emprendedor se relaciona. Por ello, no podemos entender el emprendimiento únicamente como una actividad económica, influenciada por este ámbito, sino también como un fenóme-no social, influenciado por el contexto político, sociocultural, tecnológico, organizacional, familiar y educativo.

La aproximación a la influencia del contexto educativo nos podrá vislumbrar posibles respuestas al interrogante propues-to en este texto, ya que “el modelo educativo tiene gran in-cidencia en la formación de individuos autónomos o sumisos, en otras palabras, de personas emprendedoras o no” (Silva, 2008: 48).

No cabe duda que en los primeros años de vida del hombre, éste aprende y desarrolla las actitudes que lo acompañarán para siempre, pues es precisamente allí donde se desarrollan los rasgos característicos de la personalidad. Durante este pe-riodo, el niño comparte sus experiencias en creatividad en el jardín o colegio, en la aproximación a su primer aprendizaje.

“El medio escolar puede convertirse en un soporte fun-damental para la formación de nuevos emprendedores” (Ibid, 47) a través de la inclusión de valores y principios transversales en el modelo de enseñanza-aprendizaje y de elementos didác-ticos que pueden sensibilizar a los estudiantes en el tema de emprendimiento, y de la creación de módulos educativos que pretendan la capacitación en temas relacionados y que conlle-ven a la generación de la cultura emprendedora.

La realización de actividades y proyectos que generan en los niños y jóvenes el desarrollo de la iniciativa emprendedora tienden a fortalecer características precisas de los emprende-dores, pues al crear un ambiente abierto a las sugerencias y comentarios del estudiante y al trabajo mancomunado en éstas, se desarrollan cualidades como la confianza en sus argumen-tos y la certeza de que éstos pueden contribuir al desarrollo propio y de la comunidad donde se encuentra.

En este marco se pueden establecer actividades como la realización de encuentros deportivos, creados, organizados y ejecutados por los mismos estudiantes; desarrollo del periódico estudiantil; realización de grupos de investigación; organización de aventuras empresariales; entre otros. De esta manera, los jóvenes se aproximan a la realización de actividades empren-dedoras, y “realizan su primera incursión en el universo formal de los adultos emprendedores, centrado en un trabajo que le permita conceptualizar y materializar nuevas organizaciones para satisfacer necesidades y decidir sus propios indicadores de logro” (Ibid, 47). El ambiente educativo es fundamental para el desarrollo de dos habilidades emprendedoras, pues son el eje fundamental para que una iniciativa pueda tener éxito.

La primera hace referencia al trabajo en equipo, pues no es posible llevar a cabo ninguna idea solo con la fuerza y el entusiasmo de un hombre, se necesita de la interacción, la unión de ideas, el compromisos y las responsabilidades de un grupo de emprendedores que genere sinergia y conlleve a la consolidación de una idea de negocio en una empresa próspera y con éxito.

El trabajo en equipo es un tema importante, que debe ser incluido en el sistema educativo colombiano, pues esta habilidad ha sido poco desarrollada en el país; tanto así que en un estudio realizado sobre las características del espíritu emprendedor se afirmaba que:

“el emprendedor colombiano está marcado por el indivi-

dualismo excesivo, lo que influye en su eficiencia para el trabajo

colectivo. Esta situación se refleja en la afirmación de un profesor

japonés de matemáticas avanzadas de la Universidad Nacional,

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quien planteaba: “un colombiano es mucho más inteligente que un

japonés, pero dos japoneses son muchos más efectivos”” (Pereira,

2003: 9-26).

Se trata de recalcar la importancia del trabajo en equipo, del compromiso que implica y de las múltiples ventajas que trae; de proponer un trabajo práctico e inductivo, que permite al emprendedor tener un pensamiento estratégico y global de las situaciones en las que se puede encontrar; y promover alternativas lideradas y ejecutadas en equipo.

La segunda característica se refiere a la autonomía, en-tendida como la necesidad de afirmación e independencia del individuo que le permite tomar la iniciativa y desarrollar activi-dades no pre establecidas. Es necesario entonces que la escuela ortodoxa renueve su manera de conceptuar al buen alumno, concebido hasta ahora como aquel que cumple al pie de la letra lo estipulado en los reglamentos y empezar a valorar a aquel que propone independencia, dinamismo e imaginación. No se trata de proponer la desorganización e irrespeto a la escuela sino de hacer un sistema educativo más flexible, donde haya interés a principios de convivencia, respeto por la diferencia y la responsabilidad, como pilares del ejercicio de la libertad.

Para crear verdadera cultura de emprendimiento se re-quiere de personas autónomas, conscientes de las necesidades de la sociedad, dispuestas a crear soluciones prácticas y asumir las consecuencias de sus actos; pero un individuo sumiso, acos-tumbrado a hacer únicamente lo que le ordenan no tendrá la seguridad necesaria para proponer las nuevas alternativas y soluciones que la comunidad le demande. Los individuos invo-lucrados en actividades emprendedoras tienden a confiar más en sus propias habilidades, son más propensos a conocer otros emprendedores, están más alerta a la existencia de oportuni-dades y son menos proclives a dejar que el miedo o el fracaso los prevenga de empezar una nueva empresa.

Es importante aclarar que la motivación para el surgimien-to de nuevos emprendedores y la consolidación de cultura de emprendimiento, no recae únicamente en el sistema educativo, sino que es responsabilidad de las instituciones de todos los ámbitos con las que el individuo se relaciona.

El punto relevante en el presente texto es que las acciones que el modelo educativo llegue a realizar tienen incidencia directa en la formación de las habilidades propias del empren-dedor, por lo cual este espacio debería ser aprovechado ópti-mamente para este fin.

Aunque los argumentos desarrollados hasta el momento implican especialmente el modelo de enseñanza en la educa-

ción básica y media, la educación superior también tiene su res-ponsabilidad, ya que en la actualidad la sociedad, y los cambios que está sufriendo, demanda de un profesional más ligado a la generación de nuevo conocimiento y a su incorporación en los procesos sociales y productivos. Para ello es necesario no sólo proveer a los estudiantes de las herramientas adecuadas para la incursión en el mundo empresarial, sino también contribuir a generar una mentalidad y una actitud positiva hacia la crea-ción y desarrollo de empresas con enfoque de responsabilidad social y desarrollo sostenible.

A modo de conclusión, el contexto educativo influye en la formación de individuos con aptitudes emprendedoras, cuando dentro del modelo de enseñanza-aprendizaje se han estable-cido principios como libertad, autonomía, trabajo en equipo y responsabilidad. Ello debido a que el fomento y consolidación de la cultura emprendedora demanda de recursos humanos que no aparecen por generación espontánea sino que es ne-cesario formarlos y cultivarlos, cumpliendo así las entidades educativas su tarea de contribuir a la sensibilización y capaci-tación en temas de emprendimiento y creación de empresas y estableciendo ésta como una alternativa de desarrollo perso-nal y profesional que a su vez genere crecimiento económico y desarrollo social. El profesional actual y futuro debe tener la capacidad para ser un empresario con todo lo que esto significa: emprendedor, líder, creativo, innovador y promotor del cambio y el progreso.

BibliografíaSILVIA DE Torres Carbonell (2008). Global Entrepreneurship Monitor (GEM) (2007). CENTRO DE ENTREPRENEURSHIP. Consultado en http://www.gemconsortium.org/. El día 25 de enero de 2009.PEREIRA, F. (2003). Reflexión sobre algunas características del espíritu emprendedor colombiano. Economía, gestión y desarrollo N° 1.REPÚBLICA de Colombia (2006). Ley 1014 de 2006, Artículo 1º, numeral C.SILVA, J. (2008). Emprendedor. “Crear su propia empresa”. Bogotá: Alfaomega.

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Estas líneas las inspira un viaje corto convocado por los grupos de solidaridad con Cuba que están por el mundo. Estos, en relación con el ICAP, Instituto Cubano de Amigos de los Pue-blos, organizan brigadas de trabajo voluntario, donde se tejen relaciones con la situación de Cuba en el trabajo en el campo, las relaciones con la parte institucional, el dialogo entre los brigadistas del mundo, la visita a los barrios, las fiestas cubanas, las clases de salsa, los museos, La Habana, la playa, los murales, la historia de la revolución, la poesía, las muestras culturales de ancianos hasta niños, la buena comida orgánica, y más y más cosas que se pueden hacer1. Empecemos:

1 Para enterarse un poco sobre el tema hay un grupo en México para recibir información sobre la problemática cubana, su crítica y sobre eventos como

La solidaridad en situaciones de adversidad caracteriza a nuestros pueblos latinoamericanos y africanos, los hace fuer-tes, resistentes, coordinadores de reestrategias y políticas de autonomía y autodeterminación, los aleja de la poca ayuda institucional y los convierte en verdaderos contestatarios de tantas vergonzantes acciones que hoy nos atropellan. Ahora bien, la historia que no nos han contado los que ejercen el poder es que los pueblos de Canadá, de USA, de Europa, y de pronto hasta de Oceanía (claro que muchos, hombres y mu-jeres, están acompañando a nuestros pueblos también, cosas que a veces los nativos no hacemos), han estado en sus mismas

la XV Brigada Latinoamericana: el link es http://www.geocities.com/cubay-mexico/contacto.html.

LOS PUEBLOS CUBANOS, LOS PUEBLOS DEL MUNDO

Alianzas frente a la adversidad

Jorge ForeroEconomía

[email protected]

Resumen:El texto presenta el contexto cubano, haciendo especial énfasis en la solidaridad en situaciones de adversidad, característica propia de nuestros pueblos que nos fortalece, resistentes, coordinadores de reestrategias y políticas de autonomía y autodeterminación. Ante la adversidad, nuestra cultura

profundamente política pese a todo, nos está dando las luces para hacer de nuestras realidades la posibilidad de autodeterminarnos. Es una interpretación y reflexión de lo que como pueblos

latinoamericanos somos y podemos ser.

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luchas, alejándose de las atrocidades de sus sistemas de corte esclavista legal, digo desarrollados2

Qué gran tarea la de redescubrir, la de redimensionar y la de reconocer nuestra valerosa lucha. A los cubanos les llega al alma el dolor de muchos dolores en el mundo y salen de su país a ayudar a mitigarlos. Salen también como salen millones en el mundo ya no solo para el Norte sino también para el Sur como migrantes recogiendo la esperanza de hacerle frente a la Globalización Neoliberal; para buscar mejores condiciones para los suyos, pero con las ganas de regresar, como todos los que nos ha tocado migrar. Lo que entiendo, hablando con algunos familiares de cubanos y cubanas que salen de su país y son defensores de la revolución, no hablo de los miembros del partido único cubano, es que si quieren mejorar sus situa-ciones económicas, regresar a sus gentes y sus pueblos, a los que aman, mientras se entregan de corazón generando servicio a donde llegan.

Los pueblos revolucionarios por su voluntad de cambio, en-tienden y tienen sentido de su momento histórico. ¿Y cómo es eso del sentido de nuestro momento histórico? Salimos todos los días a enfrentar los dolores de nuestros malos gobiernos, de nuestras ciudades indolentes, grandes, contaminadas al límite, de nuestra naturaleza destruida, de nuestra agua no potable, de nuestra población con hambre mientras la comida se tira para mantener los precios del mercado, de nuestra, de nuestra… y con tanto problema ¡cómo son de revolucionarios nuestro pueblos! Resisten generando alternativas, dialogando con mu-chos saberes para hacer más fácil la adversidad y pasarse la depresión bailando

La tal ley de ajuste de los malos gobiernos y mafias de Mia-mi, les garantiza a los cubanos trabajo, albergue, oportunidades para estudiar y entrar al sistema de consumo agresivo, a cambio

2 En diálogo con brigadistas canadienses, me enteré por ejemplo de la situ- En diálogo con brigadistas canadienses, me enteré por ejemplo de la situ-ación de los indígenas en Canadá que dado el sistema macabro de exclusión cultural, pero de inclusión desde el Estado desarticula las formas de vida tradicionales y lleva a la muerte auto inducida, la caída en las drogas y la autodestrucción. Así mismo el “estado de bienestar” canadiense niega la po-sibilidad de acceder fácilmente a la educación superior, dado la privatización de la Universidad y los altos costos asociados.

de ser malos interpretes de la situación de sus familiares en la isla y de querer dejar por debajo la gran capacidad de lucha de estos pueblos.

Los primeros días en la isla eran especiales. Especiales to-dos nuestros anfitriones. Especiales porque ellos se pelearon esta revolución, hicieron trabajo voluntario certero, se fueron para las sierras a alfabetizar si era en lo que podían servir, o a trabajar en el campo, o a hacer infraestructura o a decir las cosas en la ONU sin miedos y entretejiendo caminos de unidad y de servicio. Esta revolución cubana la hicieron los pueblos, los pueblos que no permitieron ni permitirán ver niños mu-riendo de hambre en las calles. Los pueblos que entendieron que podían cambiar sus situaciones, los pueblos que lograron cambiar sus situaciones. Y que les va tocar seguir. Porque hay mucho para hacer, evitar los bloqueos de afuera, pero también los de adentro.

Cuba no es un sistema por fuera de la globalización. Los gringos les bloquean el Internet, patrocinan atentados terroris-tas, les ofrecen leyes de ajuste, les prohíben a sus ciudadanos ir a la isla del mal, donde atienden de forma gratuita los can-ceres de los bomberos salvavidas del 11 de septiembre que su sistema de salud niega, como lo dejó ver Michel Moore en el documental Sicko.

Así mismo, llegan los turistas ¡y qué malos turistas! Idealizan como grandes avances de nuestra cultura, las historias de los desprotegidos, desempleados y explotados de nuestros paí-ses que les permiten estar comiendo carnes que los cubanos no comen y –no nos digamos mentiras– que los pueblos del mundo no comen. Difunden las mentiras que nuestros sistemas premian: vivir llenos de colores, de productos químicos en los alimentos y la tecnología, que nos están matando; el consumo al que no tenemos acceso y la falacia de que todo lo empezamos a DEBER y así nos violentan la capacidad de autodeterminación. Los cubanos más o menos son auto consumistas y la comida es orgánica. Aunque los que más le venden comida son los gringos, según Ramonet3 en la entrevista con Fidel, en uno de tantos pies de página.

3 En Cien horas con Fidel de Ignacio Ramonet.

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¿Por qué no premiar ese tipo de estructura de autocon-sumo? o ¿Por qué idealizar los sistemas de explotación de los chinos, entre otros explotados, que están bien jodidos y nos inundan de colores, de productos baratos? Eso sí, sin negar los avances que pudiéramos tener, haciendo de nuestros saberes la posibilidad de vivir mejor, sin negarnos al mundo y sus avances.

Las niñas y niños cubanos nos entretejían en mares de ejemplos, donde entendemos cómo, dándole las mejores con-diciones a los seres humanos y apoyando sus especiales talen-tos, salen adelante valores verdaderos de servicio, de voluntad, de cambio, de revolución, de danza, de abrazos, de risas, de magia. Estos niños podrían enseñarle mucho a Shakira y qui-zá también aprender. ¿No serán avances de lo que hablamos? ¿No podemos aprender de los cubanos? ¿No será una dicha donde no te quieran curar?. Esperan y trabajan para que no te enfermes. Donde fumar, según me decían entre risas, es mejor para evitar la razón de no morirse. Donde te educas hasta donde quieres, aunque como en todo lado hay que trabajar y para estudiar se necesita más que la matrícula. Hay mucho que aprenderles. Ojo no copiarles, eso sí que nos lo dicen todo el tiempo. Ojo que la revolución cubana tuvo muchas condiciones que no pueden reproducirse como manuscritos.

De Cuba no todo es lo institucional. Estaría corruptamente mal que lo fuera.

Los salarios son bajos, tienen dos monedas, donde te pagan en una y te venden en otra, y el sistema de cambio es de 1-25. Más fácil me dedico a pintar cuadros (con todo lo difícil que es pintar) que a trabajar con el Estado. O a trabajar con el Estado y pintar cuadros. Porque hay que trabajar mucho. Los precios de las cosas suben. La libreta, una forma de redistribución de alimentos mensual subsidiada por el Estado, alivia pero no pue-des vivir solo con lo de la libreta. Llegan los huracanes y joden las casas, toca volver a empezarlas, también hay barrios de invasión y los jóvenes están sin ganas de trabajarle al campo. El transporte público está jodido y más cosas pasan. Entre estas situaciones encuentras hombres y mujeres -hermosos y atlé-ticos, porque el deporte es otro de los grandes avances- que saben de todo esto, buscan soluciones, discuten como buenos

caribeños y aprovechan formas de expresión de sus descon-tentos que esos que hablan de democracia quisieran acariciar.

¡Porque con tanta mierda que hablan por fuera de Cuba! los y las cubanas tienen espacios de diálogo donde el que quiera participar le echa ganas. Los y las niñas son los encargados de hacer que las elecciones se lleven con calma, legitimidad y honestidad y desde niños en la escuela son los pioneros en buscar soluciones. Existen comités y organizaciones para todo, donde casi todo cubano participa. Sin embargo, hay cosas que se podrían hacer en lo micro y no se hacen porque hay que discutirlo en otro escenario mayor y de ahí al mayor y al mayor, donde se toman prioridades para ejecución pero el problema micro que se podría solucionar se queda ahí. Esas vainas de la burocracia que también están en Cuba.

Y aunque al que se dedica a hacer política no le pagan por eso, si tiene unos incentivos como vacaciones anuales subsi-diadas por el Estado o carro para moverse por donde quiera. Algunas veces se corrompe el paisano y genera descontento. La revolución se traba y la rueda no sigue girando con intensidad. Se trabaja en esa fiscalización también. Lo que no veríamos allá son nuestros niveles de corrupción que llevan a quitarle la co-mida a los pueblos para poder salir en la revista del empresario del año o el gobernante más popular. Es un sistema, el cubano, que le apuesta a la modernidad, al desarrollo, sin embargo, a su propio proyecto y a su estilo, así tome iniciativas del mundo. Eso es otro gran avance.

Hay mucho por cambiar en los imaginarios. Eso de ver la velocidad de la globalización y no participar, lleva a los y las cubanas, sobre todo de esta generación del 80 para acá, a querer estar ahí, a querer las marcas y los colores de la pu-blicidad, a conectarse con ese gran cambio de tecnologías, a todo eso que disque nosotros tenemos contacto. Sin embargo, truchas que esos grandes avances esconden de donde vienen, a quienes explotan y que pasa con la sostenibilidad del planeta, dan vigor al sentimiento hedonista de multimillonarios que se nos convierte en nuestro ideal: viajar por el mundo, comprar, gastar, pagar para que nos sirvan y explorar los sentidos hasta ser coleccionista. ¿Eso para dónde nos llevaría? ¿A ser esclavos del trabajo? ¿A suicidarnos con nuestra plata y entre más plata

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más ganas de hacerlo? ¿A encerrar a los niños en computado-res y engordarlos con televisores? ¿A, desde el consumo vía el mercado, agregarle más trabajo a los explotados laboralmente? ¡Truchas!

Concientes del error político de polarizarse en lo que han llamado Guerra Fría, los cubanos han sabido recuperarse, sa-lir del llamado periodo especial, donde estaban bien jodidos, porque la comida escaseaba, no había sino los jeans Unicornio Azul (el que se le perdió a Silvio), los zapatos eran caseros, el campo producía casi solo azúcar, los gringos encima pa-trocinaban terrorismo, para variar, llegaban más huracanes en las situaciones críticas, entre otras cosas, y en ese entorno no se cerraron escuelas, universidades ni hospitales y siguie-ron enviando brigadas de profesionales para ayudar las crisis del extranjero. ¡Igualitíco que en Colombia! Donde por todo argumentan crisis y joden las instituciones encargadas de la educación y la salud metiendo capital privado a hacer negocio con la dignidad de nuestros pueblos. ¡Igualitíco!.

Después del 1991, los y las cubanas empezaron una carrera afanosa por la autodeterminación. No es fácil. Como en ningún lugar en el mundo es fácil.

Esperan la transición. Y no de Fidel a Raúl. Esa es la misma estirpe, los mismos ideales. Esperan la transición de quienes crecieron luego del triunfo de la revolución. Los que estarán a cargo luego de la muerte de todos estos héroes nacionales que pusieron sus vidas al servicio de sus pueblos. Las marcas en los cuerpos, sus historias, la memoria de sus compañeros muertos dan la legitimidad a sus acciones. Así, un llamado de estos héroes convoca a 8 de los 11 millones de habitantes a votar para seguir adelante con la Revolución Socialista (a lo cubano) como forma de acción política futura.

Esperan la transición a los hijos de las remesas, que ya

pueden vivir sin trabajar rompiendo así el concepto de trabajo comunitario. Esperan luchar por no poner las cosas por encima de la vida. Y ante las transiciones le siguen poniendo la cara a los bloqueos, de fuera y dentro, porque si se controla mucho al cubano, (todavía se ve al Rockero como sinónimo del mal) y no es fácil organizar acciones por fuera de lo institucional. Toca buscar la platica en el mercado negro te alejan de los turistas y te pueden incriminar por tener una vaca y matarla sin consultar.

Son cosas que se están corrigiendo, de las que existe con-ciencia y dejan ver la necesidad de seguir adelante con el es-píritu revolucionario de los pueblos cubanos y de los pueblos del mundo.

Ante la adversidad, nuestra cultura fraterna, solidaria, traba-jadora, danzante, negra, indígena, mestiza, campesina, de comu-nicación con el latido de la tierra, reaccionaria y profundamente política nos está dando las luces para hacer de nuestras reali-dades la posibilidad de autodeterminarnos.

Muchos están recorriendo los caminos de las acciones a nivel planetario encontrándole salidas a tantas adversidades. Los colores de nuestras diversidades están buscando renacer en muchos. No se puede buscar en la televisión, quizá en In-ternet, en los blogs, en la contra información y la invitación a actividades colectivas. En el reencuentro con nuestra memoria, en honrar nuestros muertos recordando nuestra herencia de caminantes del agua. En Cuba hay para aprender, enseñar y lo más importante, seguir apostándole a los cambios.

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IntroducciónCuando se habla de unidad de la ciencia en “Introducción al Pensamiento Complejo” de Edgar Morin, se procura desviarla de la unidimensionalidad en la que ha permanecido, explicando la realidad con base en supuestos simplificadores que no son capaces de definir la complejidad de lo real, simplemente por-que no conciben el mundo desde su todo sino desde sus partes, reduciendo la capacidad de dar una explicación creíble acerca del funcionamiento del todo; de esta manera los científicos se han conducido por esta corta visión del mundo lo que los ha llevado en ocasiones a caer en una inteligencia ciega. Por lo tanto, se precisa que para introducirse al mundo de lo complejo es necesario que las disciplinas permitan la comunicación y construcción dialéctica con las demás ramas del saber, es decir, que no se autoproclamen dueñas de la verdad revelada.

Morin propone la unidad de la ciencia bajo el esquema de multidimensionalidad del pensamiento, que traerá consigo no solo la explicación de la realidad, sino la evolución de la ciencia (como entramado de disciplinas), para dar seguridad en la explicación del todo y de sus partes. Así como por ejem-plo la disciplina financiera no puede explicarse sola sin tener en cuenta aspectos económicos, políticos, sociales, culturales,

psicológicos, contables, sociológicos, antropológicos, tecnoló-gicos, etc., debido a que dará una respuesta que no se acerca a una explicación creíble de la realidad, de la misma forma la mentalidad de los directores de un país no pueden tener en cuenta los intereses de algunos sino los de todos y cada uno de sus electores (y tal vez de los no electores).

El objetivo de este ensayo es mostrar cómo un hombre cuyo pensamiento (desde este punto de vista, complejo) logró movilizar a un pueblo entero en busca de la reivindicación de la dignidad humana. Jorge Eliécer Gaitán, de quien dice William Ospina: fue quizá el líder mas importante del siglo XX en Co-lombia, precisamente por que su actitud hacia el mundo no era egocentrista, sino multidimensional y comunitaria en un marco de pensamiento complejo y no pensamiento simplicista.

“Muerte a un pensamiento complejo” ¿Qué es lo complejo?Para definir complejo nos vamos a basar en aspectos pro-puestos por Morin en su libro “Introducción al Pensamiento Complejo”. Evidentemente es difícil hablar de complejidad, el texto nos da algunos parámetros para lograr entender este

“MUERTE A UN PENSAMIENTO COMPLEJO”

Wilson Yesid Gil Farfán • Contaduría Pública • [email protected] Jorge Enrique Parra Pérez • Contaduría Pública • [email protected]

Jhon Salazar Guerra • Contaduría Pública • [email protected] Julián Alberto Vargas Agudelo • Contaduría Pública • [email protected]

ResumenLos griegos solían decir: “la realidad se puede caracterizar por los opuestos y en todas las cosas hay

una dualidad esencial”. Esta hipótesis es en cierta medida análoga a lo que Edgar Morin define como Pensamiento Complejo, es decir, pensamiento que se basa en la complementariedad de los opuestos o de los contrarios. El siguiente documento pretende mostrar desde el punto de vista del Pensamiento Complejo cómo la sociedad colombiana ha sido privada de pensadores complejos y conducida por un solo camino, donde no sólo no hay complementariedad de contrarios, sino que no ha habido opuestos reales y fuertes, ya que como en el caso de Jorge Eliecer Gaitán han sido

atravesados por balas provenientes de una élite que no ha buscado la reivindicación de la dignidad humana, sino sus intereses propios por encima de los de todo un pueblo.

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intrincado concepto, pero al intentar reflejar su idea, tal vez concibamos frases aparentemente sin sentido y terminemos como dijera Jacques Lacan en una inevitable “subordinación al lenguaje” (Bekerman, 1996).

Para lograr nuestro fin es importante tener en cuenta que con los griegos surgió un significado, probablemente el más predominante en el conocimiento de lo complejo, que dice “la realidad se puede caracterizar por los opuestos y en todas las cosas hay una dualidad esencial” (Ryan, 2004). Y partimos de aquí para mostrar que Morin no se limita a recoger este impor-tante principio, sino que trasciende en el sentido que no sólo considera la contraposición propia de todo evento, además, comprendiendo ese antagonismo natural, atribuye gran valor al conocimiento socialmente construido, que puede surgir en la complementariedad de tales sucesos. Por ejemplo la con-junción lo uno y lo múltiple (unitax multiplex); referenciados por separado ceden al pensamiento simplicista; mas enten-didos como dos estados inversos pero suplementarios, dan a luz el pensamiento complejo. Este vínculo proviene de una interesante analogía que se plantea el texto, orden/desorden. La escisión del orden y el desorden, es decir, considerar los dos estados por separado da pie a una visión simplista, pero el todo comprendido como orden/desorden es complejidad. Un ejemplo es la teoría que explica cómo el Universo viene del desorden (átomo primigenio), está en relativo orden, y va hacia el desorden (Muerte térmica del Universo) (Hawking, 1988).

Si nos detenemos en la explicación del orden sin tener en cuenta su antónimo (y viceversa), probablemente lleguemos a un planteamiento aparentemente valido (nótese que hablamos de valido y no de válido1), pero al fin y al cabo siempre se en-tenderá que no es una ilustración completa, en resumen no es un pensamiento complejo.

Otro factor determinante cuando nos queremos referir a complejidad es la estrategia, que en nuestro ejemplo va ligado al desorden, o mejor, a la incertidumbre del desorden. El orden

1 De acuerdo al diccionario de la RAE se entiende por valido una preposición que es recibida, creíble y/o apreciada generalmente, mientras que válido es un argumento firme y subsistente que vale o debe valer.

en sí mismo es programático (perteneciente a un programa: secuencia de acciones predeterminadas) y por lo tanto es re-petitivo, constante e invariable. Por su parte el desorden está ligado a eventos inciertos, es una desviación con respecto a una estructura dada; y son estos (los eventos inciertos) los que permiten hablar de estrategias como medio de enfrentarse –en parte– al ineluctable azar2.

¿Qué pasa en Colombia?El problema interpretativo de la realidad en Colombia devie-ne de los conductores anónimos del sistema político3, que no han querido (o no les ha convenido) entender que cual-quier fenómeno que afecta a la sociedad va mas allá de una limitación sistemática. En el mundo -como dice Bachelard- no hay nada simple, lo simple no es inherente al mundo y por lo tanto lo simplificado no explica el mundo. El hombre simpli-fica en busca de dar explicaciones a lo que lo rodea4, pero al emprender esta proposición puede caer en inteligencia ciega, puesto que acota los problemas, eliminando variables que son colaterales a cualquier fenómeno. En otras palabras, la unidimensionalidad es tan sólo una vaga expresión de la realidad, que se formaliza en un sistema cerrado y hermético, que jamás podrá presentar al hombre una buena traducción de lo real en cuanto complejo es (una expresión válida de los fenómenos que lo rodean); así las cosas es bueno decir que aquí la complejidad no se presenta como una solución (sino

2 Es curioso que el papel de la estrategia tenga un importante lugar en la complejización del pensamiento, en tanto que proviene de la aleatoriedad, e indiferente de su grandiosa o miserable elaboración, vuelve resignada a ella.3 Con esto nos referimos a aquellos hombres y mujeres que independiente de su nombre o apellido, siempre han pertenecido a un grupo social que indirec-tamente se ha encargado del manejo, administración y gerencia del país Co-lombia. Hombres y mujeres que no necesariamente vemos como presidentes, congresistas, jueces, etc.4 Excluimos los supuestos simplificadores como los utilizados en la ciencia económica, los cuales, son utilizados para permitir la interpretación, pero muy raras veces, esta delimitación es vista como una visión simplista. La utilización de supuestos lo que nos permite es plantear varias soluciones (o una solución), o posibles escenarios al problema evidenciado, pero de ningu-na manera pretende guiar la solución por un camino simplista (y mediocre).

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como un problema), ya que pertenece a un sistema abierto, no trivial5, que se evidencia en sí misma como un todo. Por ello debe recordarse que ser complejo no se contiene en el concepto de completitud, porque lo completo (la totalidad, el todo) no es la verdad, de facto el todo es, como referencia Morin, la no verdad.

El orden social desde muchos siglos atrás estuvo configu-rado en bloques hegemónicos que influyeron significativamen-te en aspectos sociales, culturales, económicos y políticos. La historia de la humanidad ha vivido importantes procesos (debidos a veces a rebeliones u otras veces a conflictos) que han ayudado explícitamente a la construcción de lo que hoy llamamos sociedad.

La historia francesa mostró al mundo cómo el pensamiento crítico de su sistema sociopolítico enseñó a los dirigentes a considerarse como representantes de la voluntad nacional y conductores del interés público y no de una pequeña parte de la población. Todo esto nos ha demostrado que una De-mocracia sólida se construye entre la dirigencia y la oposición, concibiendo en esta relación disímil élite/masa una dialéctica, que da paso a verdaderas conformaciones y cambios internos (y por supuesto exportables).

Sin embargo, el caso colombiano (y probablemente el la-tinoamericano) ha sido muy diferente, nos encontramos lejos de este ideal. La historia de nuestro país se ha visto enmarcada en escenarios políticos, que bajo la máscara del tradicionalismo religioso, han buscado tener el dominio y control de las masas. Es así como el alabado bipartidismo sostuvo una falaz imagen, siempre se mostró al pueblo como una lucha entre liberales y conservadores, que lejos de ser un conflicto, fue siempre una máscara que procuraba mostrar dos caras, que al contrario de ser antagónicas siempre fueron dos caminos que tendían hacia la perpetuación en el poder no de dos banderas sino de una clase dominante dueña de la riqueza (valga de ejemplo el Frente Nacional), que buscó oprimir a la gran masa de campesinos, tra-bajadores, y comerciantes. Mas el pueblo no contento con esto

5 La simplicidad pretende predecir el comportamiento de cualquier variable, es decir, haciéndola trivial.

entregó líderes, como Jorge Eliecer Gaitán, Luis Carlos Galán, Aida Abella Esquivel, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Manuel Cepeda Vargas, Carlos Pizarro Leongómez, mujeres y hombres con gran responsabilidad social y conscientes de la verdadera problemática, que fueron acallados ¡no con Demo-cracia!, sino con amenazas y balas expulsadas no únicamente de un fusil o un revólver, sino de una clase celosa y arrogante, que quería seguir conservando el dominio a costa del esfuerzo y trabajo de los demás.

¡Mataron a Gaitán! ¡Mataron al Pensamiento Complejo!Con Jorge Eliécer Gaitán se planeaba la construcción de un nuevo proyecto de nación, que impulsara la igualdad de dere-chos de facto, que garantizara los derechos per se, consciente de la diversidad étnica y garante de la libertad de expresión. Este héroe, un sujeto que se pone en el centro de su pro-pio mundo, y no es un propio mundo ensimismado en el yo, renuncia al egocentrismo unidimensional, para adoptar el egocentrismo comunitario como estilo de vida. Este acto me-morable (y decimos memorable porque son muy pocos los que renuncian a sus intereses por los de todo un pueblo) no es sino la prueba fehaciente de la multidimensionalidad del pensamiento gaitanista. La complejidad del pensamiento y por ende de la ciencia proviene de la oposición entre dos fuerzas. Nuestro país estuvo privado de esto mientras estuvieron en el poder los dos partidos hegemónicos, no había oposición6, y a riesgo de sonar generalizantes nos atrevemos a afirmar que no había una crítica lúcida, sólida y consistente. Estas tres características propias del movimiento gaitanista fueron las que dieron una luz de esperanza para la evolución de la de-mocracia colombiana.

Pero todo esto de nuevo fue un espejismo, con la muerte de este candidato presidencial del pueblo, no solamente fue sepul-

6 El decir que no había oposición, no es negar que liberales y conservadores se mataron durante años por la defensa de su partido, no, no existe oposición porque mientras los pobres liberales mataban a sus hermanos pobres conser-vadores, los ricos conservadores y los ricos liberales eran una sola corriente que patrocinaban el desangramiento del pueblo.

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tado su cuerpo, fueron enterradas las ilusiones de que las clases populares llegaran (en aquellos años) al poder por medios democráticos. Ospina llega a la conclusión que el problema no son ni fueron las guerrillas emergentes, ello es consecuencia de jugadas tramposas y mezquinas de unos pocos que nos han llevado a tener una de las más largas y sangrientas luchas civiles. De igual manera Ospina evidencia que a consecuencia de la guerra todos hemos perdido: los dos ejércitos hermanos, han perdido militantes; las familias adineradas, de clase media y baja han perdido familiares y dinero debido a los secuestros; y todos hemos perdido educación de calidad, salud, buenos salarios, pensiones, calidad de vida, progreso industrial, etc.

William Ospina termina diciendo: “y hay una pregunta que nos está haciendo la historia: ahora que el rojo y el azul ha dejado de ser un camino, ¿dónde esta la franja amarilla?”. Los autores de este escrito presumimos que la franja amarilla está en el corazón de un pueblo que ha sido extenuado y que lejos de reclamar justicia, se ha quedado callado, y ha olvidado sus muertos y ha permitido la impunidad y… ha hecho que la franja amarilla sea sólo una franja próxima a extinguirse si no se reforma nuestra Democracia (supuestamente una de las más sólidas de Latinoamérica), y se permite participar activa-mente a la oposición, no ridiculizándola y no relegándola con patrañas políticas.

Concluyendo, la ciencia se construye a través del diálogo entre las disciplinas científicas, análogamente la democracia y yendo todavía más lejos, las instituciones se construyen por medio del diálogo entre instituciones. Nuestra Democracia, que se jacta de ser una de las más sólidas, tiene fisuras que es bueno tener en cuenta. Si desde siempre se ha aplastado a la oposición, entonces es válido decir que muy pocas veces ha habido reales progresos en la democracia y en algunas institu-ciones, ya que de acuerdo con Morin, de la complementariedad del antagonismo surge el pensamiento complejo, y por lo tanto surge la ciencia, las instituciones y la democracia.

Decimos que muy pocas veces, porque en cierta medida sí se ha permitido oposición, eso sí muy controlada por la dirigencia, pero no ha sido relevante, porque no ha habido una oposición que perdure. Por ejemplo muchos líderes sindicales

son asesinados y se comprueba que las organizaciones pro-movieron estos hechos, lo único que hace nuestra democracia es permitir que los familiares cobren una indemnización, que en ninguna medida compensa la deuda con la sociedad y el pensamiento complejo.

BibliografíaBEKERMAN, J. (1996). El Psicoanálisis Ilustrado. Sesión 1.Buenos Aires: Editorial Emecé.HAWKING, S. (1988). Historia del Tiempo. Barcelona: Editorial Grijalbo.MORIN, E. (1998 Introducción al Pensamiento Complejo.Barcelona: Editorial GedisaOSPINA, W. (1996). ¿Dónde está la franja amarilla? Barcelona: Editorial Norma.NO USADOS EN EL TEXTO!!!!MALDONADO, C. E. (2005) “Termodinámica y Complejidad”. Universidad Externado de Colombia. Bogotá (Colombia)RYAM, B; ET AL. (2004). “Metodología de la Investigación en Finanzas y Contabilidad”. Capítulo I: La filosofía de la investigación financiera. Ed Deusto. Barcelona (España)TORRES SOLER, L. C. (2007) “Complexus: día de la complejidad”. Capítulo: El Pensamiento Complejo. Grupo COMPLEXUS, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá D.C. (Colombia)YUNIS TURBAY, E. (2003) “¿Por qué somos así?”. Ed. Temis. Bogotá D.C. (Colombia)YUNIS TURBAY, E. (2006) “¡Somos así!”. Ed. Bruna Comercializadora. Bogotá D.C. (Colombia)

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Para iniciar, hay que decir que todo lo referente al tema de la inclusión, de manera indiscutible, ha sido un tema de suma importancia a lo largo de la historia; basta con ver el siglo XX, durante el cual el tema de cómo hacer de la sociedad y de todas sus entidades un espacio incluyente fue preponderante en Colombia. Este punto tuvo un avance positivo y relevante en el país a partir del año 1991 con la Constitución Política, y en lo que respecta a la educación, con la Ley 115 de 1994; documentos en los cuales se establecía, entre otras cosas, el reconocimiento de la multietnicidad y pluralidad del estado colombiano, conllevando esto, por lo menos a un mínimo de igualdad entre todas las personas pertenecientes al Estado, y así mismo la posibilidad de una sociedad y educación incluyente. A raíz de esto, la afluencia a la educación básica y superior de

todo tipo de personas sin importar su comunidad, su credo, su etnia, y sin importar sus deficiencias, se ha ido incrementando año tras año.

Pero si bien a partir de la década de los 90 la inclusión en los colegios y principalmente en las universidades ha aumentado de manera importante con relación a las décadas anteriores, no se puede desconocer que el proceso de inclusión en la órbita de lo académico, en especial en el marco de la educa-ción superior, es un proceso que hasta ahora comienza, pues aún nos rondan varias preguntas en torno a la inclusión en la universidad, por ejemplo: ¿Cómo debe ser una universidad in-cluyente? ¿Cómo nos proponemos una universidad incluyente? ¿Cómo mejorar la universidad para todos y todas? A pesar de que estos interrogantes ya han sido arrojados al viento en

PERSONA, IGUALDAD Y CIUDADANÍA:

PUNTOS FUNDAMENTALES EN LA BÚSQUEDA DE LA INCLUSIÓN

Fredy Duvian Lopez MoralesEstudiante de Filosofí[email protected]

ResumenEste texto tiene como fundamento central intentar dar una respuesta a los interrogantes: ¿Cómo

debe ser una universidad incluyente?, ¿Como nos proponemos una universidad incluyente? ¿Como podemos mejorar la universidad para que pueda ser un espacio para todos y para todas? Para lo cual se echará una breve mirada a los medios y en términos generales a como se a dado respuesta a estos

interrogantes en algunas instancias y en algunos momentos anteriores.Posteriormente con el fin de mostrar una nueva respuesta, la cual tendrá un tinte diferente, con relación a las anteriormente formuladas, nos enfocaremos en la visión de persona que

ha trascendido desde la antigüedad y en la connotación de sujeto político. De tal manera que estos componentes nos conlleve a concluir que la manera de hacer una sociedad y por ende una

universidad incluyente es contemplando que, antes de que un sujeto sea y pertenezca a un grupo social X o Y, ese sujeto tiene el caracter de persona y aún más, de persona política, de ciudadano.

En el caso de la universidad el carácter de funcionarios o de estudiantes.

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momentos anteriores, no encontramos la respuesta que esté a la altura de la problemática que estos abarcan. Las respues-tas que han surgido hasta este momento, son respuestas que se han fundamentado esencialmente en argumentos que han encontrado refugio en cuestiones que, para la sociedad actual, no son realmente de primera mano, ni son verdaderamente fundamentales.

Y que por lo contrario, por los profundos debates que se dan entorno a ellas, se hacen complejas, poco importantes y en algunas ocasiones incomprensibles, puesto que son el producto de diversas interpretaciones y puestas en escena de los ya de-teriorados derechos humanos y de los diferentes ejercicios y políticas poco prácticas que decretan los estados, las regiones, las ciudades y los entes tanto públicos como privados. Esto, como se dejó entrever anteriormente ha mejorado las condi-ciones de muchas personas con relación a tiempos anteriores. Pero la mejoría solo ha sido de manera parcial, si bien en los colegios, en las universidades, en las empresas y en la sociedad en general nos encontramos con personas indígenas, afrodes-cendientes, o con deficiencia visual, motriz o auditiva, también nos encontramos que esas personas en la mayoría de los casos son vistas como personas que pertenecen a una comunidad o grupo social (negros, enanos, sordos, ciegos, inválidos, indígenas, etc.), encapsulándolos en un grupo determinado, como si en determinado momento estos fueran personas o ciudadanos de segunda mano. Además, estas mismas personas, a pesar de hacer presencia en los diferentes escenarios del ámbito social, encuentran en ellos limitantes y dificultades, las cuales impiden el verdadero desarrollo personal de dichos individuos.

Ahora bien, cuando hablamos de inclusión, no nos imagi-namos que lo anterior sea prevaleciente. Por el contrario, de manera inmediata lo que nos imaginamos es a todas las per-sonas sin distinción alguna, conviviendo y haciendo las mismas cosas, con las mismas oportunidades, incluso con las mismas dificultades. En el caso de la universidad, nos imaginamos a todas y cada una de las personas que la integran, recibiendo la misma calidad de educación, accediendo a las diferentes ac-tividades sin restricción alguna, y movilizándose por la planta física sin inconveniente alguno. En conclusión, viviendo la vida

universitaria sin complicación alguna, sin que importe si yo hago parte de una etnia determinada, o haga parte de aquellos que no oyen, o que son bajitos, o que no caminan, o que sen-cillamente sea normal.

Por lo mismo, pienso que para alcanzar una verdadera inclusión, se hace de suma importancia que el carácter de igualdad sea tanto visible como palpable en cualquier escena universitaria, en cualquier escena social. Evidentemente esta formulación ya se ha enunciado anteriormente. Sin embargo, creo que es pertinente echar una nueva mirada en torno a este tema, pues sin duda es desde aquí donde se podrá visualizar el camino para una inclusión y para una sociedad para todos y todas. Sin embargo, quizás para esto lo mejor sea no tomar por los caminos que ya están escarpados de tanto haber sido caminados en los últimos tiempos.

Por tanto, para dar una visión diferente a las ideas expuestas hasta este momento, la idea de igualdad que se abordará en este caso se fundamentará no en cuestiones éticas, ni legislati-vas, sino en algo más primario y más sencillo que los mismos derechos humanos, los cuales fueron declarados solo a finales del siglo XVIII, y en algo más esencial que las estrategias o decretos de las entidades tanto públicas como privadas. Ahora bien, lo que a mi modo de ver es más primario, sencillo y esen-cial que cualquier otra cosa, es la persona, la persona política. En síntesis, el ciudadano.

El concepto de persona, por lo menos desde los antiguos griegos, ha sido entendido como alguien que puede tomar par-te o que puede desempeñar activamente un papel en la vida social, de tal manera que pueda ejercer y respetar tanto los de-rechos como los deberes que se presenta en dicha vida social (Rawls, 1996, 3-4). Es decir, que si se traslada dicha concepción hasta nuestros días, se podría decir que cada que se produce un nacimiento, este trae ya consigo a una persona, puesto que aquel que ha nacido ya puede hacer uso de diversos derechos, y además se presupone que en el futuro, él cumplirá un mínimo de deberes. Pero estas personas recién nacidas hacen parte de diferentes comunidades, por ejemplo: indígenas, afrodescen-dientes, religiosas, discapacitadas, pobres, ricas, etc. Y con esto, parece que con el tiempo la condición de persona desapare-

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ciera, o solo fuese tenida en cuenta como si únicamente fuese portadora de las insignias de su comunidad. Es en estos casos donde se empieza a ser visible la carencia de la igualdad en la sociedad, ya que dentro del marco de la igualdad no pueden primar las circunstancias y/o cuestiones particulares, sino solo aquellos asuntos que son de orden general.

Pero entonces, de aquí en adelante, la tarea es buscar algo que permita, inicialmente, que prime la condición de persona de cada individuo; subsiguientemente, que abrigue tanto los derechos como los deberes; además que promueva la igualdad; y que acepte que cada persona pueda pertenecer a una comu-nidad cualquiera, que finalmente nos permita hablar y concluir en la inclusión. Dirijamos ahora la mirada no solo a la persona como sujeto, sino también como una persona política, es decir, a la persona como ciudadano.

Para continuar con lo propuesto, observemos la siguiente definición de ciudadano que nos formula Rawls, y en la cual me basaré en lo que queda de este escrito. “Ciudadano es aquel, que es completamente cooperante de la sociedad a lo largo del ciclo completo de su vida” (Rawls, 1996, 3-4). Nótese que en esta definición de ciudadano, se resaltan de manera implí-cita las mismas características de persona que se subrayaban inicialmente. Diferencia, que nos sirve de sustento en pro de de nuestro fin último, es que en esta caracterización el sujeto tiene una condición y un respaldo político, pues cuando una persona es caracterizada como un ciudadano, es resguardado en el seno de una nación, en la ley, en la justicia y por las socie-dad en general. En este punto, la persona no es solo reconocida por una comunidad, o por ser parte de dicha comunidad, es decir, no solo por ser parte de un subgrupo de la esfera de la sociedad, sino por ser parte de la esfera en toda su dimensión. Con esto cada individuo, cada ciudadano es reconocido por los demás como tal y por ende como igual a todos y cada uno de los pertenecientes a la sociedad.

Si bien se podría decir en esta instancia que ya es visible la igualdad, la cual dijimos al inicio que era fundamental para la inclusión, no podemos afirmar que esta ya existe como tal, ya que para que este fenómeno se de a plenitud, no basta solo con el reconocimiento de individuos entre sí en una sociedad

multipluralista, también es necesario que cada uno de los in-dividuos que han sido reconocidos primero reconozcan a los demás, y segundo que participen de manera activa en dicha esfera social a la que pertenecen.

Cuando un sujeto se caracteriza como ciudadano, como parte de una sociedad, de igual manera se determina como una persona activa, como una persona que contribuye y aporta en el proceso de construcción de su misma sociedad. Ahora bien, en todo este proceso de construcción de la esfera social, lo que se hace presente, no es una visión objetiva como tal de las cosas, ni de las personas, sino una intersujetivación política. Es decir, una participación colectiva de todos los individuos, que buscan ser parte de las decisiones, que afectan y/o benefician a todos y cada uno de los participantes por igual dejando a un lado las cuestiones particulares. En otras palabras, “la subjeti-vación política no se elabora teniendo como base el compartir valores identificatorios, sino por medio de conflictos políticos, en las acciones y las palabras que tienen como objetivo el bien público en general y que se despliegan en una confrontación con otros sujetos actuantes y parlantes” (Tassin, 1999).

Ahora bien, lo expuesto en lo inmediatamente anterior conlleva a que exista la posibilidad de que se genere una ver-dadera sociedad multipluralista, en la cual todos sus individuos, sin importar su proveniencia, su forma de ser o de proceder, se sientan parte de ella. Esto debido a que se reconocen así mismos y son reconocidos como parte de la sociedad; y son participantes activos de la misma. La igualdad se encuentra de manera transversal en todo lo anterior, pues es solo esta la que permite y garantiza el desarrollo del funcionamiento de una sociedad con estas características. Finalmente, esta conjunción de diversos factores nos remite a una sociedad que se torna incluyente en torno a toda su esfera.

Haciendo un resumen de lo dicho hasta este momento, nos encontramos en primera instancia con una idea de per-sona. Inmediatamente después, esta nos lleva a la definición de ciudadano. A continuación, esta definición casi de manera instantánea nos encierra en un reconocimiento social e inter-personal, y de manera parcial en la igualdad. Posteriormente, esa misma ciudadanía nos permite no solo ser aceptados de

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manera pasiva en la sociedad, sino también de manera activa. Haciendo alusión en pocas palabras a que la acción política significa ser ciudadano, y que el ser ciudadano nos conlleva de manera directa a una subjetivación política, ubicándonos en lo que podríamos llamar igualdad, lo que nos traslada a una sociedad multipluralista e incluyente.

Pero ahora la pregunta radica en ¿cómo se puede reflejar todo esto en la universidad? Teniendo en cuenta que el modelo de lo expuesto a lo largo de este escrito está basado en la sociedad en general, en un país, en una ciudad, lo que se debe hacer es trasladar esta misma teoría a aquella mini ciudad que es la universidad, ya que en ella cada persona es un ciudadano tan pronto como hace parte de ella. Por tanto, lo que debe primar es su vinculación con la universidad, no si la persona es de aquí, o es de allá, o si la persona pertenece a una comu-nidad en particular. Lo que debe sobresalir es que hace parte de la esfera de la sociedad de la universidad, con los mismos derechos, y con los mismos deberes que le son propios a aquel que se encuentra vinculado a ella.

Si bien, a mi modo de ver, a lo largo de este ensayo se han hecho explícitas las respuestas a los interrogantes plasmados al principio, y los cuales giraban en torno al tema de la inclu-sión, quiero terminar diciendo lo siguiente: Una universidad incluyente debe tener como eje fundamental la igualdad entre todos los que la conforman. Ahora, la forma de proponernos y llegar a esto es tomando como fundamento, el que todos y cada uno de los pertenecientes a la universidad, antes que nada, son personas activas, cooperantes y equivalentes a todos los

demás. Por ejemplo: en el caso de los estudiantes, lo que debe primar antes que nada es su misma condición de estudiante, y que tiene las mismas responsabilidades y las mismas condi-ciones que cualquier otro que esté en esta misma condición. Ahora bien, si se llegase a cumplir por lo menos parcialmente, lo expuesto anteriormente, la posibilidad de hacer de la uni-versidad un sitio para todos y todas, sería seguramente mucho más fácil y posible, ya que con esto, la igualdad y la inclusión en la universidad serían latentes.

BibliografíaASOCIACIÓN Colombiana de Universidades. ASCUN (2002). Agenda de políticas y estrategias para la Educación Superior Colombiana 2002–2006 “de la exclusión a la equidad”. Bogotá, D.C.CONGRESO DE COLOMBIA (1994). Ley 115. Ley General de Educación. Bogotá.RAWLS, J. (1996). El liberalismo político. Barcelona. Grijalbo Mondador S.ATASSIN, E. (1999) Identidad, Ciudadanía y Comunidad política: ¿Qué es un sujeto político?, en Filosofías de la Ciudadanía: sujeto político y democracia, Rosario, Homo Sapiens Ediciones.

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La historia ha librado una batalla entre la esperanza de realizar la libertad y la creencia de haberla realizado, de tal manera que algunas personas se dieron cuenta del desgarramiento de la sociedad y se han propuesto un desafío con el presente, un compromiso moral con la vida y la cultura. Este esfuerzo busca elaborar una política que oriente la construcción de una sociedad como proyecto ciudadano y saber social.

Cabe preguntarnos: ¿Cómo construiremos un nuevo hori-zonte del pensamiento en medio de la confusión y la desespe-ranza? La única posibilidad sería crear una opción de liberación humana fuera de las tentaciones autoritarias y de reducción, para esto la primera medida debe ser la existencia de un com-promiso libre de los hombres para vivir en una sociedad nueva. Nietzsche (2000) –al volcar su mirada hacia el arte, naturaleza, voluntad, el ser del hombre y la ética– de alguna forma plantea

la búsqueda de la construcción de una nueva tabla de valores, la voluntad de poder y la necesidad que todos debemos sentir de superarnos a nosotros mismos, de algún modo mencionada en una de sus frases: “Allí, donde encontré seres vivos, encontré la voluntad de poder”.

Entender el valor que tiene la vida, el compromiso de mejorar nuestra existencia uniéndonos; recordando que “la muchedumbre pule y fortalece mientras la soledad ablanda y pudre” (Nietzsche, 2000: 327), lo que se traduce así mismo en el pensamiento de Hegel al afirmar que los individuos no pueden considerarse particulares sino como al espíritu de los pueblos, es decir, la naturaleza universal, aceptando que cada individuo es lo que es por su relación con el espíritu universal y es fundamental que las individualidades mueran para dar paso a formas nacientes, que no son repetición, sino superación, re-

LIBERACIÓN HUMANA, LA LUCHA COLECTIVA POR UNA SOCIEDAD

DIGNACarmen Cecilia Delgado Reyes

Estudiante de Economí[email protected]

ResumenEl mundo, y particularmente la construcción del pensamiento, esta sumido en la confusión y la desesperanza. Requiere de un nuevo horizonte. ¿Cómo construirlo? El texto plantea como

posibilidad la creación de una opción de liberación humana fuera de las tentaciones autoritarias y de reducción que desemboque en la conciencia de la propia libertad.

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novación. La demostración de que el cambio es posible siempre y cuando no destruyamos la masa del ser que se encuentra frente a nosotros y dejemos de contemplar los problemas para buscar una solución.

Este es un símbolo de la nueva época representado en la idea de Sartre al negar la forma organizada: obrero que encuentra natural su sufrimiento; lo hace objeto de su con-templación, para afirmar al sufrimiento como insoportable y así llegar a convertirlo en el móvil de la acción revolucionaria, lo que amerita arrancar el pasado para instaurarnos en la con-dición moderna.

No cabe duda que el drama que vivimos hoy no logrará su-perarse sino aceptamos que “la libertad no es solo un modo de ser de la existencia sino la esencia misma de esta” (Sartre, 1984: 293), considerándola nuestro fin general. Dándonos cuenta que el hombre es libre por naturaleza, pero somos ignorantes de que lo somos. Como fin último lo que se debe hacer es cons-truir la conciencia de nuestra libertad, llegar a saber lo que somos, porque si no progresamos en este aspecto seguiremos siendo “esclavos sentenciados a la ruina y desastre espiritual y material de nuestra sociedad” como señala Hegel (1999, 701).

En este contexto cobra significación la idea de Marx de que el pensamiento humano no es un problema teórico, sino practico, ya que es en esta última donde el hombre muestra su verdad, es decir, la realidad, el poder y la terrenalidad de su pensamiento. El curso de la historia demuestra que aunque contamos con la posibilidad de construir un nuevo horizonte no lo hemos hecho, debemos preguntarnos ¿Qué nos falta?; debe ser que el pueblo no ha tomado conciencia de su papel como motor de la historia, no ha querido presentar actos prác-ticos con contenido social para conducir a la sociedad hacia una unidad moral sino que se conforma con solo la explicación de los hechos y buscar soluciones teóricas las cuales si no se convierten en realidades, a decir verdad, de nada sirven. No obstante no es todo el pueblo el que vive ciego, cabe resaltar a las personas que día a día luchan por alcanzar una sociedad digna, que combaten con valor hasta los sistemas más fuertes como sería el caso del neoliberalismo: “el cual no representa ninguna teoría sino una serie de programas e ilusiones forma-das de las ideologías de mercado, individualismo y de la priva-tización y el caso del capitalismo que rompió todo ‘manto de santidad’; juntos tratan de destruir la esperanza de los pueblos

de la ‘sociedad regulada’ que creó el socialismo”(Gantiva: 1993, 316), para manifestar a una sociedad carente de pensamiento y proyecto cultural, la cual nos llena de perjuicios y miedos para enfrentarnos a lo establecido, pero en realidad, es necesario aceptar que la única costumbre que debemos enseñar a los niños es que no se sometan a ninguna (Rousseau, 2005: 175). De este modo aprenderíamos a negar y enfrentar lo que está en contra de nosotros.

Pero no se trata solo de que unas cuantas personas luchen por un mundo que nos pertenece a todos. Espero que todos seamos o nos convirtamos muy pronto en personas reales y no sigamos siendo monigotes que se conforman con el simple hecho de “sobrevivir y existir”; busquemos vivir. Despertemos, comprometámonos a elaborar una fuerza colectiva, un proyec-to social, que nuestra sociedad establezca como base la auto-gestión, “la conciencia de que el libre desenvolvimiento de cada uno, será la condición para el libre desenvolvimiento de todos” (Marx, 2002: 76). Asumamos el deber y el derecho con el que contamos de elaborar un proyecto crítico y renovador donde veamos la modernidad desde una perspectiva ética y cultural.

“CAMBIAMOS EL MUNDO, CREAMOS Y CREEMOS EN UN NUEVO ORDEN SOCIAL”

BibliografíaGANTIVA SILVA, J. (1993). Modernidad y sociedad política en Colombia. FESCOL.HEGEL, G. (1999). Lecciones sobre filosofía de la historia universal. Madrid: Alianza Editorial.MARX, K. (2002). Manifiesto del partido comunista. Bogotá: Ediciones Panamericana. NIETZSCHE, F. (2000). Así habló Zaratustra. Madrid: Editorial Libsa. ROUSSEAU, J. (2005). Emilio, o de la educación. Bogotá. Editorial Unión.SARTRE, J. (1984). Los caminos de la libertad. Buenos Aires: Editorial Losada.

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Comenzaré por llamar la atención de quien lee estas páginas sobre el número de aclaraciones que he tenido que hacer en el título de este texto: primero mencioné una universidad a la que se le da el nombre de ‘Nacional’ y acto seguido, debo indicar que es Nacional, pero de Colombia. En segundo lugar me veo obligado a decir que hablo de una de sus sedes, la sede Bogotá, así que en orden de tamaño, primero hablo de un país, luego de una ciudad y al final de un lugar en la ciudad.

Sin embargo, para horror del lector continuaré achicando ese espacio, porque aunque llevo 7 años en la Universidad Na-cional, los espacios conocidos son pocos: la Facultad de Cien-cias Humanas, la Facultad de Ciencias Económicas, la Facultad de Medicina, la Unidad Camilo Torres y la Biblioteca Central, como los lugares más importantes y recorridos. Hay algunos secundarios como el Edificio de Postgrados de Ciencias Hu-manas, el Edificio Manuel Ancízar, el Edificio de Sociología y el Auditorio León de Greiff. El resto son lugares visitados ocasio-

nalmente como la Facultad de Derecho, la Torre de Enfermería, la Facultad de Artes y Arquitectura, el Conservatorio, el Polide-portivo, el Edificio de Química, la Cafetería de Matemáticas, la Hemeroteca, los edificios de Ingeniería, Biología, la laguna ahora desaparecida que estaba detrás de esta última, el Instituto de Genética, el SINDU, el Instituto de Ciencias Naturales, la Fa-cultad de Agronomía, el Estadio Alfonso López, Diseño Gráfico, Idiomas, Lingüística, el Edificio Uriel Gutiérrez, el Edificio de Contaduría, adonde sólo he ido a la Secretaría y a sacar copias y el Museo de Arquitectura, a donde sólo he ido una vez.

Hay otros lugares que únicamente he oído nombrar pero que jamás visité, como el Observatorio Astronómico, la Con-cha Acústica, el Colegio IPARM, la Facultad de Veterinaria y esto sin incluir aquello que no se nombra y que por tanto, ni siquiera imagino.

En este sentido, es muy importante decir que para guiarse a ciegas en cualquier espacio es fundamental darle un nombre

EL ESPACIO MULTISENSORIAL EJEMPLIFICADO EN LA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, SEDE BOGOTÁ

Jorge Colmenares Antropólogo,

Estudiante Maestría en Economía

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a cada lugar y por esta razón, en las cuatro listas que presenté al inicio de este texto prevalecen los nombres de facultades y edificios. Sin embargo, el espacio que se encuentra entre estos es mayoritariamente desconocido para mí.

Hay algunos caminos que son los que uso con más fre-cuencia y por tanto ayudan a ordenar este conjunto de lugares. Uno de ellos es el anillo vial que todo lo circunda y por el cual tengo la idea de que se puede llegar a cualquier parte y otro es la ruta que forma un ángulo recto que va desde la entrada de la Carrera 30 hasta la Calle 26, que quizás es la ruta que más utilizo orientándome por las canales que la bordean en su mayor parte.

Para conocer todos estos lugares, la mejor manera ha sido recorrerlos, pero la imagen o mapa mental que de ellos me he trazado es estrictamente la que queda al alcance de mis sentidos: la textura del piso; la forma rectangular que tienen la mayoría de las plantas de los edificios; el olor de las cafeterías y las fotocopiadoras recalentadas por el uso; la gente que fuma en el Edificio de Ciencias Humanas; el olor a laboratorio de la Facultad de Química; el aroma desinfectado de Medicina; los sonidos de la Clínica de Pequeños Animales; el ruido de la Carrera 30, que parece un río de vehículos, y el de la Calle 26, que con sus vendedores ambulantes y el olor a comida, tiene ambiente de playita; el caminar acelerado de una multitud que se dirige a clase de 7; los temas que la gente aborda en sus charlas según la facultad; el café recargado de Sociología; los recientemente aparecidos chicharrones en la entrada de la 26; los vendedores que anuncian minutos a celular en las entradas de la universidad; el viento que se filtra entre la Torre de Enfer-mería y la sede de venta de UNIBIBLOS; los huecos abiertos para conseguir las municiones de las pedreas; el olor a jazmín que en las noches aparece entre la Biblioteca Central y la Ca-fetería Central; la marihuana que expele el Jardín de Freud un Viernes en la tarde; el olor y el sonido de la madera del piso del edificio de Lingüística; el olor a cabra que puebla el espacio entre el edificio Uriel Gutiérrez y la Facultad de Veterinaria; y el olor a trementina de la Facultad de Artes, constituyen el paisaje multisensorial en el que me he desenvuelto en los últimos 7 años.

Cada institución universitaria, es decir, esos grupos de per-sonas que cumplen una función como puede ser la de una cafetería y cada clase social, tienen un olor, un sonido y a veces un sabor.

Las instituciones, por lo general, ocupan un lugar en el espacio, como es el caso de los edificios ya mencionados, aun-que hay algunas como es el caso del Movimiento Estudiantil,

que aunque no tienen un espacio definido, dejan huellas en la textura del suelo.

En cuanto a las clases sociales, los vendedores ambulantes (semiproletariado), los profesores (pequeña burguesía asala-riada) y los obreros de mantenimiento, suenan, huelen, tienen diferentes texturas en su piel y comen cosas diferentes, de acuerdo a su poder adquisitivo y a la labor que desempeñan.

De esta manera, puede decirse que el espacio es construi-do por las relaciones sociales que se dan en él. Cuando uno tiene la posibilidad de recorrer la Universidad de noche o un domingo, se da cuenta de que buena parte de todo lo descrito anteriormente desaparece, salvo quizás el olor a jazmín que aparece entre la Biblioteca y la Cafetería Central.

También es importante recalcar que este paisaje multi-sensorial pertenece a una época histórica precisa (la primera década del siglo XXI) pues a mediados de la década de los 90, cuando aún se vendían almuerzos en la Cafetería Central, un olor a mermelada caliente poblaba el espacio quizás como consecuencia de alguna torta que se preparaba con frecuencia. También debe considerarse que este paisaje multisensorial ha sido captado por alguien que perdió la vista a los dos años y medio de edad y que ha permanecido en la Universidad a lo largo de su carrera de Antropología y la realización de la Maestría en Economía. De este modo, también el paisaje queda descrito si se quiere de forma incompleta, pero recuerda que toda inmersión investigativa acaba por tener un amplio margen de subjetividad, pues depende de quién percibe.

Finalmente, deseo referirme a esas percepciones poten-ciales que son ignoradas y que sólo ciertos aventureros han presenciado: tengo un amigo que iba al SINDU a comerse las begonias que estaban sembradas en el jardín de este edificio. Digo estaban porque ignoro si en los últimos años la voraci-dad de mi amigo haya permitido su supervivencia como planta ornamental. Tuve la oportunidad de probarlas y ahora sé que saben ácido, con una acidez apetitosa semejante a las Gomitas

Trolly. De igual manera, junto al Edificio de Aulas de Ciencias Humanas, en el ángulo más cercano al Edificio de Sociología, hay una higuerilla de cuyas semillas se extrae un aceite llamado Aceite de Castor. Tocar una semilla de estas y tener la posibili-dad de aplastarla es otra de las características multisensoriales que ofrece la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

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NO LE HICIERON NADA, NO LE GOLPEARON, pero a mi forma de ver lo violentaron. No sé a él, pero a mí sí me hirieron, me dolió y nadie, nadie lo imaginó. Tan solo se le acercaron, le pidieron sus papeles y él obedeció, se revisó los bolsillos, buscó en su morral y entregó sus papeles, percibí que actuaba con tranquilidad pero en el fondo con temor, no porque debiera algo, sino porque sabe que es hombre, es moreno, con rasgos que delatan su raíz de latino y es inmigrante.

Fue en la estación de autobuses de Granada, yo me dirigía a Madrid, estaba sentada esperando la hora para partir a la capital de España, de pronto aparecieron dos hombres de la Guardia Civil o de alguna institución de esas que velan por la seguridad ciudadana –se veían grandes y con gestos tan serios que cualquier niño se intimidaría– se acercan a un hombre sentado exactamente al frente mío, de características muy su-ramericanas, yo pensaría que es de Ecuador o de Bolivia, y lo veo como un hermano, porque ¡es latino! A veces pienso que la gente no se detiene a pensarse, verse y sentirse a sí mismo, lo que puedo decir es que cada vez que observo el rostro de algún inmigrante que llame mi atención me doy cuenta que no son felices, sus caras de preocupación lo dicen, y tal vez, sí lo vean pero lo ignoran para poder seguir respirando el aire que han elegido respirar.

Aquel hombre se levanta de la silla, escucha a los guardas y obedece, busca sus documentos de identidad y los entrega a las autoridades. Él, mostrando un aire de tranquilidad, pero

siempre alerta a lo que pueda suceder, mira a su alrededor y se nota que le teme el hecho de que los demás lo vean de mala forma.

Yo solamente observo, y mientras aquellos guardas hacen alarde de la facultad que les ha otorgado el sistema democrá-tico para usar el poder y mando, realizan su labor, revisan los documentos a la vez que se comunican con sus colegas para confirmar que todo esté en regla. Al otro lado se forma un nudo en mi garganta, lo único que hice fue quedarme muy atenta sin perder detalle alguno en este acontecimiento. Hoy escribo esto, hoy lo recuerdo, y de solo recordarlo ya me quiero ir de aquí.

Solo a los inmigrantes, solo a la otra gente que también es gente pero pertenece a otras raíces, a sangre de su sangre pero purificada con sangre de tierras suramericanas.

Es mi vivencia y la expresión de esta, no es fantasía porque lo viví, es mi relato, es mi impresión, es mi visión y esto fue lo que vieron mis ojos, atado a lo que sentía y pensaba de aquel escenario tan normal para todos pero tan cruel para mí.

Claro, normal para todos porque el resto de personas muy poco se percatan de tal situación, cada cual inmerso en sus asuntos, pero quienes lo notan prácticamente lo ignoran, ¿confiarán en la tarea que cumplen quienes los protegen? Sea lo que sea, se evidencia una cultura individualista muy marcada y un trato ajeno.

¡NO LE HICIERON NADA!July Carolina Rojas Gómez

Contaduría Pú[email protected]

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Con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero

compañero te desvela la misma suerte que a mí

prometiste y prometí encender esta candela

con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero

la muerte mata y escucha la vida viene después la unidad que sirve es

la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero

la historia tañe sonora su lección como campana

para gozar el mañana hay que pelear el ahora

con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero

ya no somos inocentes ni en la mala ni en la buena

cada cual en su faena porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero

algunos cantan victoria porque el pueblo paga vidas pero esas muertes queridas van escribiendo la historia

con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero.

Vamos juntosMario Benedetti