elegía y yambo

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Poesía lírica: Elegía y yambo

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Page 1: Elegía y  yambo

Poesía lírica:Elegía y yambo

Page 2: Elegía y  yambo

Poetas yámbicos

U__ Arquíloco de Paros U__

ἈρχίλοχοςSemónides de Amorgos

ΣημωνίδηςHiponacte de Éfeso

Ἱππῶναξ

Page 3: Elegía y  yambo

Arquíloco de Paros

Corazón, corazón, por irremediables heridas turbado,

¡levántate!, ¡defiéndete de tus oponentes

ofreciéndoles de frente el pecho!

En emboscadas de enemigos resiste

con firmeza. Y, si vences, no te ufanes públicamente;

ni, si eres vencido, en casa derrotado te lamentes.

Con las alegrías ríe y con las desgracias llora,

pero no demasiado.

Debes conocer el ritmo que gobierna al ser humano.Traducción de Ricardo L. Rodríguez

Page 4: Elegía y  yambo

El vino

Con un vaso, anda, ve por los bancos del ágil

navío, saca el tapón de los jarros panzudos,

y viértenos tinto hasta llegar a las heces: serenos,

no podemos, nosotros, hacer esta guardia.

Page 5: Elegía y  yambo

Las armas

No quiero a un jefe altivo ni que ande dando trancos

ni ufano con sus rizos ni raso encima el labio;

dadme uno que parezca menudo y patizambo,

y que hinque el pie, y que sea de corazón sobrado.

Page 6: Elegía y  yambo

Miserable, abatido, no tengo ya un soplo de vida.

Los dioses lo han querido: crueles dolores traspasan las médulas de mis huesos.

Amigo mío, el deseo me devora y me doma […].

Sino que la pasión, debilitadora del cuerpo, amigo mío, me subyuga tanto que ya ni de los yambos ni de los placeres me

preocupo […].

Tal es la violencia de este amor que ha envuelto mi corazón y ha extendido sobre mis ojos una espesa niebla, hasta sacar

fuera de mi pecho el dulce sentido.

El amor

Page 7: Elegía y  yambo

Semónides de Amorgos

Muchacho, Zeus tonante guarda el fin

de todo, y lo dispone a su albedrío.

Mas los hombres no saben: criaturas

de un día, como animales, vivimos ignorantes

del término que los dioses deparan a cada cosa.

Page 8: Elegía y  yambo

Yambo de las mujeres

...este es el mayor mal que Zeus creó:

las mujeres. Incluso si parecen ser de algún provecho,

resultan, para el marido sobre todo, un daño.

Pues no pasa tranquilo nunca un día entero

todo aquel que con mujer convive...

Page 9: Elegía y  yambo

Hiponacte de ÉfesoA mí Plutón, por entero ciego, jamás vino a decirme a casa:

"Hiponacte, te doy treinta minas de plata y mucho más"

¡No tiene sentimientos!,

Nunca me diste un manto grueso, remedio en el

invierno contra los escalofríos

Hermes, no hago más que tiritar de frío y rechinar los

dientes

Page 10: Elegía y  yambo

Poetas elegíacosSolón de Atenas Σόλων

Mimnermo de Colofón ΜίμνερμοςCalino de Éfeso ΚαλλῖνοςTirteo de Esparta ΤυρταίοςTeognis de Mégara Θέογνις

_ U U / _U U / _ U U / _ U U / _ UU / _ U

_ U U / _ U U / _ U U / _ U U / _ U

Page 11: Elegía y  yambo

Solón de AtenasEsplendorosas hijas de Zeus Olímpico y de Mnemósine,

Musas de Piera, escuchad mi plegaria.

Concededme prosperidad divina y tener entre los hombres un respetado

nombre, de modo que resulte dulce a mis amigos y amargo

para mis enemigos, respetado por unos y terrible

para los otros mi persona.

Page 12: Elegía y  yambo

Mimnermo de Colofón

¿Qué vida, qué gozo puede haber

sin la dorada Afrodita?

Ojalá muera yo cuando ya no me importen

los amores ocultos, los dulces dones

y el lecho...

Page 13: Elegía y  yambo

Calino de Éfeso

Honroso es en verdad, y glorioso, que un hombre batalle

contra el enemigo. La muerte vendrá justo el momento

en que lo hayan hilado las Moiras.

¡Que todos avancen empuñando la espada

y acogiendo tras el escudo un corazón valeroso,

apenas se trabe el combate!

Page 14: Elegía y  yambo

Tirteo de Esparta...¡Ah, jóvenes, pelead con firmeza y codo a codo;

no iniciéis una huida afrentosa ni cedáis al espanto;

aunmentad en vuestro pecho el coraje guerrero,

y no sintáis temor de hacer frente al enemigo!

Page 15: Elegía y  yambo

Teognis de Mégara

En el gozo de la juventud me deleito,

pues una vez se extinga mi aliento bajo tierra,

sin voz, como la roca, largo tiempo yaceré;

atrás dejaré la amada luz del sol,

aun siendo valeroso, nada ya contemplarán mis ojos.

Page 16: Elegía y  yambo

Presentación elaborada porMeli San Martín

Web: Lais en Atenas