la interpretacion literaria y el sentido de comunidad. over chartier.pdf

Upload: papelerito

Post on 04-Jun-2018

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    1/36

    La interpretacin literaria y el sentido decomunidad*

    Juan Carlos Moreno GutirrezUniversidad Nacional de Colombia

    [email protected]

    Este artculo aborda el problema de la interpretacin literariadentro del marco de la discusin poltica sobre la divisin entrela esfera privada y la esfera pblica como fundamento de la cons-titucin de la comunidad. El objetivo es recuperar para la crticala posible bsqueda de un sentido en las obras, y devolverle unadimensin pblica a la literatura precisamente en la articulacinplural del sentido.

    Palabras clave: crtica literaria; filosofa poltica; interpretacin;comunidad; Sainte-Beuve.

    Literary Interpretation and the Sense of Community

    This article studies the problem of literary interpretation inthe context of the political debate concerning the division betweenthe public and the private spheres as a basis for the constitution ofcommunities. The main objective is to recover for literary criticismthe possibility of meaning in texts, and to restore a public dimensionto literature by means of a plural articulation of meaning.

    Keywords:Literary Criticism; Political Philosophy; Interpreta-tion; Community; Sainte-Beuve.

    Literatura: teora, historia, crtica9 (2007): 275-309

    * Primera versin recibida: 09/03/2007; ltima versin aceptada:20/04/2007. ISSN: 0122-011X

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    2/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    276

    E

    ste artculo estudia el problema de la interpretacinde textos literarios a la luz de las variables condicio-nes de produccin discursiva en las que la crtica se

    encuentra y se ha encontrado en diversos momentos. No setrata de una revisin histrica de la prctica crtica, aunquese plantea una alternativa a las corrientes dominantes, y seconsideran ciertos momentos y figuras histricas fundamen-tales para nuestro argumento. ste se concentra ms bien endeterminar una posible funcin de la crtica dentro del marcode una reflexin sobre el carcter pblico de la literatura yde la situacin de mundaneidad del crtico literario. El textoavanza por consiguiente ciertas hiptesis concernientes a la

    dimensin pblica de la literatura sobre el horizonte de unadiscusin en torno a la injerencia de la cultura en la discusinpoltica. Se detiene en el estudio de ciertos momentos histri-cos constitutivos de esta dimensin, y finalmente analiza unaposible vuelta a la interpretacin de textos como produccinde sentido.

    I

    Un mal intolerable en el espacio pblico es la agorafobia,el temor a los lugares abiertos, la fobia al gora, es decir, elhorror al espacio propio de la deliberacin. En efecto, elelemento que articula y cohesiona la posibilidad misma delespacio pblico es su condicin de espacio deliberativo. Alconcebir la interpretacin literaria (sea como ejercicio escrito,pero tambin y tal vez, sobre todo, como ejercicio propio delaula) se abre un problema espinoso en torno a los contenidosde dicha deliberacin, se instaura el problema de la agenda.Abordemos el contenido disciplinar de los estudios literarios,estudios que nos reenvan al plano de la letra, de la escritura, alos textos. En el espacio deliberativo se discuten textos, y paraque exista y subsista tal situacin es absolutamente necesariala puesta en crisis de sentido de los textos tratados, dado quela deliberacin slo es posible si se introduce dicha crisis; de

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    3/36

    277

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    lo contrario estaramos en una situacin dogmtica en la quela univocidad de una interpretacin desactivara toda inicia-tiva de dilogo. El trmino fundacional de la interpretacin

    literaria es pues la crisis del sentido de los textos, la constantepuesta en evidencia de una urgencia interpretativa. Retomandoel anlisis de Roland Barthes en su libro Crtica y verdad, lapalabra crisis nos lleva al momento lgido y fulgurante de unacoyuntura, al centro mismo de toda necesidad de decisin;con lo cual, la crtica literaria no es otra cosa que la prcticade la decisin de un sentido, la problemtica que palpita en loprofundo de toda interpretacin. Toda deliberacin literaria (yen esto, sostenemos que el ejercicio de aula es otra forma de

    crtica literaria) es entonces la apertura hacia una deliberacinargumentativa en torno al problema de la crisis del sentido delos textos y la necesidad de una decisin.

    Es una parbola sin clave, escribe Adorno definiendo laprosa de Kafka: all cada frase invita a una interpretacin, peroel sentido se cuela entre las mismas. La fidelidad a la letrase paga con el precio de la indeterminacin de un significadoredentor. El lector de teora y crtica literarias no se sorprendecon este tipo de comportamientos textuales, pues su lecturaya ha adquirido cierta familiaridad con la paradoja: los textosse le aparecen impregnados de esa incesante diseminacinsignificativa. Sin embargo, es precisamente tal invitacin alsentido, propio de toda parbola, lo que resulta acaso des-concertante.

    Desde el boomestructuralista, buena parte de la crtica seha concentrado en esta crisis del sentido; el desmontaje mi-nucioso de textos, posibilitado por la prdida de un conceptocentral y la evaporacin de una verdad sustantiva y secreta pordescubrir, hoy parecen agotarse y dar lugar a nuevas urgenciasinterpretativas. No queremos por ello indicar una restitucinde la univocidad de la obra, pero s el agotamiento de ciertastcnicas de indeterminacin textual. Los tentadores juegos deespejos a los que invitaban escuelas como el deconstructivismose sustentaban, segn palabras de Derrida, en un movimiento

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    4/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    278

    incesante de indecidibilidad, en la constante imposibilidad deuna decisin sobre el sentido de un texto. La escuela interpre-tativa derivada de dicha prctica es la que Frederic Jameson

    tiene en mente cuando esboza las caractersticas del momen-to posmoderno y los nuevos parmetros de comprensin einterpretacin: prdida de profundidad y surgimiento de lasuperficie, debilitamiento de la dimensin temporal en favorde la preponderancia de lo espacial como dimensin hegem-nica, etc. Se trata de una dominante cultural en la poca delcapitalismo tardo, segn los trminos del mismo Jameson,que se sustentan a su vez en los conceptos de la lgica de ladominacin y la hegemona cultural de Raymond Williams,

    quien propona como alternativas de interpretacin histricay como correlato de lo dominante, los trminos de residualy emergente. As, segn Williams, toda cultura comporta unadominante cultural en determinado momento histrico,siendo aquello que lo salva de la homogenizacin, la coexisten-cia de elementos residuales (de pocas pasadas) y elementosemergentes (de pocas por venir). Ahora bien, la pregunta quepalpita en la lectura de Jameson, refiere a los trminos de loemergente; y si tenemos en cuenta que uno de los sntomasms fuertes de esta dominante cultural es la presencia de unacierta teora y crtica literarias como producto cultural propiode lpoque, nuestra tarea ser pues precisar los contornos delo emergente en la interpretacin literaria.

    II

    Los elementos de esta emergencia, de acuerdo con Ray-mond Williams, se encuentran muchas veces inscritos entrelas lneas del discurso dominante. En nuestro caso, la escuelaque nos proporcione algunos puntos de apoyo, ser el de-construccionismo. En un debate sostenido en el marco deuna discusin sobre la relacin entre filosofa y poltica, seenfrentaron dos escuelas de pensamiento, el pragmatismo yla deconstruccin. Entre los ponentes se encontraban Ernes-

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    5/36

    279

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    to Laclau, Simon Critchley, Richard Rorty y Jacques Derrida.Uno de los puntos ms sensibles en la discusin concerna ala relevancia y pertinencia de la reflexin filosfico-terica en

    las cuestiones polticas. La posicin de Rorty se fundamenta enuna separacin previa entre la esfera pblica y la esfera privada,siendo la primera el escenario por excelencia de las cuestionespolticas y, por consiguiente, relegando la segunda a un planode decisiones puramente individuales, de gustos y antipatas:Considero las esperanzas romnticas y utpicas del tipodesarrolladas en La poltica de la amistad una contribucinal autoajuste privado de Derrida y de alguno de sus lectores(incluyndome, por supuesto). Pero no considero textos como

    La poltica de la amistad como contribuciones al pensamientopoltico. Lo poltico, tal como yo lo veo, es una cuestin prag-mtica de reformas a corto plazo y compromisos que deben,en una sociedad democrtica, ser propuestos y defendidos entrminos mucho menos esotricos que aquellos con los quesuperamos la metafsica de la presencia (43).

    Rorty divide a los intelectuales en dos grupos, el liberal p-blico y el ironista privado, y a partir de all, divide a los filsofosentre aquellos cuya obra cumple propsitos en primera instan-cia pblicos, y aquellos en los que el trabajo cumple propsitosen primera instancia privados (41). Dicha insistencia en lasprioridades de cada pensamiento va de la mano de una insisten-cia en la efectividad, en una necesidad de cumplir los plazos delos objetivos propuestos: por una parte, hay medidas de cortoplazo trazadas sobre la deliberacin y la decisin poltica; y porotra parte, estn los admirables objetivos culturales de largoplazo. Dentro de estos parmetros, la complejidad conceptualde ciertos discursos filosficos resulta irrelevante para el juegopoltico de la decisiones efectivas, cuyo lenguaje (sometido auna publicidad absoluta) debe ser tan llano, brusco, pblicoy fcil de manejar como sea posible (95). Parece como si, paraRorty, las cuestiones polticas no dieran lugar a espera, y en laimpaciencia de las coyunturas actuales, los cuestionamientos yla puesta en crisis a la que la filosofa y la teora someten todo

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    6/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    280

    discurso, resultaran completamente inefectivas e impertinen-tes. La poltica, as definida, prescindira de cualquier puestaen crisis de sus propias reglas de funcionamiento y, slo en el

    largo trmino de una bien sentada sedimentacin conceptual,podra tal vez servirse de algunos logros terico-filosficos.

    Simon Critchley seala que dichas distinciones se apoyanen una divisin ms profunda entre dos formas de lenguaje:una argumentativa que se ocupa de los problemas de justiciasocial lo que llamamos lo pblico, y una no argumenta-tiva que se vincula a la bsqueda de la autonoma individuallo que llamamos lo privado (66). La segunda forma esms propia de discursos literarios, all donde Derrida comen-

    zara a emparentarse con Marcel Proust, all donde la autono-ma del lenguaje literario atrae el autotelismo lingstico deldiscurso filosfico derrideano. Por su parte, Ernesto Laclau,haciendo una crtica anloga de la propuesta rortiana, sealauna banalizacin del lenguaje de la poltica que comporta unaconnotacin positiva y otra negativa. La positiva es aquella queinsiste en la subversin de la sublimidad de la esfera pblica(el develamiento de sus orgenes innobles), tarea con la cualLaclau est de acuerdo. La connotacin negativa, en parte de-rivada de la anterior, consiste a la vez en la eliminacin de losfenmenos asociados con esa sublimidad, y en la reduccindel lxico del anlisis poltico al lenguaje comnmente utili-zado en los intercambios polticos de las democracias ricas deoccidente (1989, 130). Laclau sostiene que tal vena antiinte-lectualista atenta precisamente contra uno de los objetos de laprctica poltica no esencialista: explorar la gama completa deestrategias mediante las cuales los actores sociales construyeny articulan las diversas instituciones. Dado que el poder es unespacio desprovisto de cualquier esencia inmutable y funda-mental, segn Laclau, su constitucin es contingente, pues elacto que instituye la intervencin poltica no es definitivo enla medida en que los valores sustantivos para la creacin deinstituciones dependen de un clculo estratgico (135) y de ini-ciativas procedentes de diversos puntos del tejido social (136).

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    7/36

    281

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    Dicho pluralismo no admite, por lo tanto, la exclusin de loscuestionamientos tericos y sus redefiniciones conceptuales,inscritas, insiste Laclau, en un lenguaje constantemente puesto

    en crisis.De tal manera, la discusin concentra buena parte de los

    argumentos en la pertinencia y efectividad poltica de las re-visiones lingsticas propias del deconstructivismo, en otraspalabras, en la legitimidad poltica de los cuestionamientostextuales. Para Rorty, esta trama de estrategias textuales esirrelevante en la discusin pblica y, por consiguiente, deberelegarse al dominio de lo privado. Por supuesto, la cuestincentral que se plantea refiere a la definicin de la diferencia

    funcional entre lo privado y lo pblico en trminos del len-guaje, y dada la simpata de Rorty por un filsofo como JohnRawls, podramos atrevernos a decir que, siguiendo la teoradel liberalismo poltico de este ltimo, el foro pblico concier-ne de manera exclusiva a cuestiones de justicia fundamentaly de distribucin equitativa del bien pblico, es decir, de es-tructuracin bsica de una sociedad en instituciones justas,constituidas y sostenidas por y para ciudadanos en igualdadde derechos. Escribe Rawls: En una sociedad democrtica, larazn pblica es la razn de ciudadanos iguales que, como uncuerpo colectivo, ejercen poder poltico terminante y coerci-tivo unos respecto de otros aprobando leyes y mejorando suconstitucin. Rawls considera que la prioridad de la discusinpblica y su objetivo fundamental son las esencias constitu-cionales (249). Las deliberaciones que no conciernan a esteobjetivo no pertenecen pues a la esfera pblica poltica, peroconstituyen una parte vital de nuestro trasfondo cultural(250), un trasfondo signado por la diversidad de doctrinas,creencias y convicciones, cuya cohabitacin ha de ser respeta-da y garantizada de manera equitativa por la estructura bsicainstitucional de una sociedad.

    Para Rawls, la cultura pblica poltica tiene como objeti-vo la estructuracin e implementacin de instituciones quedistribuyan de manera equitativa los bienes primarios, de all

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    8/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    282

    que tales polticas deban poder ser justificadas ante todos losciudadanos, para que stos den su aval y las acepten de comnacuerdo. A fin de lograr este consenso, Rawls seala que es

    absolutamente necesario separar la razn poltica pblica delas razones no pblicas, pues slo ignorando los intereses ypropsitos particulares asociados a lo que l llama la plurali-dad del trasfondo cultural, se pueden tomar decisiones justasy crear las instituciones necesarias para sostener precisamentetal pluralidad de manera equitativa. El velo de ignorancia(concepto acuado por Rawls en su Teora de la justicia) setraspone al trasfondo cultural y en este movimiento la culturapoltica pblica se desprende y se separa de lo no pblico

    (espacio de las otras razones y asociaciones que Rawls renebajo el cuo de asociaciones sociales). La divisin entre larazn pblica y la razn no pblica, repercute en el lenguaje,precisamente en la direccin que seala Rorty: puesto que lacultura poltica pblica requiere el consenso colectivo msamplio, Rawls afirma que

    al proceder a tales justificaciones, tenemos que limitarnos aapelar a creencias generales actualmente y realmente acepta-das y a formas de razonar procedentes del sentido comn, y alos mtodos y a las conclusiones de la ciencia siempre que noresulten controvertidos. El principio liberal de legitimacinno hace que ste sea el modo ms apropiado, sino el nicode definir las orientaciones de la indagacin pblica. (259)

    La extensin del consenso y la deliberacin obligan de talmanera a la mediacin de un lenguaje igualmente consensual:Los conocimientos y los modos de razonar en que se fundanuestra afirmacin de los principios de justicia, y su aplicacina las esencias constitucionales y a la justicia bsica, tienen quedescansar en verdades llenas que, en el presente, sean acep-tadas por el comn de los ciudadanos o sean accesibles a l(260). Lo que en Rorty resulta impertinente, en Rawls debeser simplemente controlado en favor de unos trminos claros

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    9/36

    283

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    y aceptables para la colectividad; la legitimacin poltica tienemuy poco que ver entonces con la puesta en crisis de parme-tros culturales y lingsticos.

    Se trata de un punto de fuerte controversia y es hacia allque queremos dirigir nuestros argumentos, pues tal proble-mtica concierne a las maneras de concebir el consenso, laarticulacin de la comunidad y el rol del lenguaje, la culturay el pensamiento crtico en la construccin de una sociedaddemocrtica.

    III

    Siguiendo el debate sobre pragmatismo y deconstruccio-nismo, Rorty, teniendo en mente teoras liberales como lasde Rawls, sostiene que las complejidades conceptuales deDerrida son irrelevantes para la discusin pblica de cues-tiones polticas, y deben guardarse para ciertas discusiones yasociaciones de carcter no pblico. Rorty, de hecho, utiliza eltrmino antinmico privado, pero parece ms convincente yms fructfero el de no pblico de Rawls, toda vez que el pri-mero connota un marcado individualismo y parece reenviar ala oposicin entre el individuo y la sociedad. El problema queaparece entonces en torno al carcter pblico de los discursosrefiere a la constitucin de los acuerdos colectivos y el rol dellenguaje en la democracia

    Es necesario suspender los intereses particulares, las adhe-siones, las creencias y las diferencias culturales tras un velode ignorancia a fin de lograr la creacin de acuerdos justosy equitativos? O, por el contrario, es necesario afirmar talesparticularidades en el momento deliberativo a fin de lograr unarepresentacin y un debate justo y con conocimiento de causa?De donde surge una pregunta ms especfica: es necesario re-currir a un lenguaje comn, ampliamente aceptado y de algunamanera consensual de antemano, para las deliberaciones sobrela reparticin equitativa de los bienes comunes? O debemosdar cuenta en la deliberacin de la pluralidad de lenguajes, de

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    10/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    284

    creencia y de valores, y de la crisis que tal diferendo connota,para as lograr una efectiva y real articulacin de las diferen-cias? Y finalmente: acaso la esfera pblica obedece exclusi-

    vamente a un rgimen consensual extendido y sostenible, oest constituida por la articulacin de diferencias y divisionessiempre contingentes? Laclau defiende esta ltima opcin yafirma que la imposibilidad de una decisin ltima, esencialy fundamental, es constitutiva de las articulaciones polticas ysociales que as devienen, a su vez, contingentes y abiertas aconstante discusin, revisin y redefinicin. El problema dela indecidibilidad de un sentido ltimo en un texto (propiodel deconstruccionismo) es, de tal manera, transpuesto a la

    deliberacin y la teora polticas, dando lugar a nuevos par-metros de discusin, y demostrando, a la vez, la pertinencia dela complejidad conceptual para las cuestiones polticas.

    La respuesta de Derrida a todo este debate pone sobre lamesa la carta de la literatura, dado que frente a la afirmacinde Rorty respecto al carcter literario (significando con esto,privado) de sus obras tardas, sostiene el filsofo francs quelibros comoLa tarjeta postalse juegan sobre una estructuratextual donde precisamente la distincin entre lo pblico y loprivado es claramente indecidible (1998, 155). Y aade queno se puede confinar la literatura al reino de lo estrictamenteprivado:

    La literatura es una institucin pblica de reciente invencin,con una historia breve, comparativamente, gobernada por todotipo de convenciones vinculadas a la evolucin de la ley . . . Loque define a la literatura como tal . . . est profundamenteconectado con una revolucin en la ley y la poltica: la au-torizacin por principio de que algo puede decirse pblica-mente. (156)

    Derrida contesta as argumentando que es justamente enla institucin de la literatura que el rgimen moderno de lopblico se hizo posible, sobre todo en razn de la responsa-

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    11/36

    285

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    bilidad que entraa el hecho de publicar un texto: En estaresponsabilidad de decir algo en literatura, hay una experienciapoltica como la de saber quin es responsable, por qu y ante

    quin (157).No obstante, Derrida evita profundizar en el tema, y se con-

    centra en subrayar la efectiva relacin entre postulados talescomo el de indecidibilidad y las cuestiones polticas.

    La metfora de la tarjeta postal de Derrida, inspirada enUlisesde Joyce, en la que la escritura domstica se expone ala mirada colectiva, parece altamente funcional para explicarla indisociabilidad entre las esferas privadas y pblicas:

    Toda escritura pblica, todo texto abierto es presentado comola superficie exhibida, no privada, de una carta abierta, es de-cir, de una tarjeta postal con su direccin incorporada en elmensaje, dudosa por ello, con su lenguaje a la vez codificado

    y estereotipado. Recprocamente, toda tarjeta postal es undocumento pblico, privado de toda privacidad y aislamiento(privacy), y que adems, por lo mismo, cae bajo el peso dela ley. (1990, 86)

    Esta imagen sirve a Derrida como punto de apoyo paraponer a prueba la indecisin a nivel de textualidad entre unrgimen privado y otro pblico: una tarjeta postal es unacomunicacin interpersonal expuesta a la mirada de un ter-cero. La coexistencia en un mismo espacio de dos regmenes(considerados antinmicos y casi constitutivos de ciertasconcepciones polticas) pone en evidencia el problema de laindecidibilidad como constitutivo en los actos de interpretaciny comunicacin.

    Ahora bien, el problema que tocamos en este punto concier-ne a la relacin entre la interpretacin textual de una escriturapblica y la esfera poltica. Derrida insina que la literaturacomo prctica histrica resulta decisiva para la comprensinde dicho proceso, pues es en la condicin pblica que la prc-tica literaria es posible. Sin embargo, Derrida no ofrece datos

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    12/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    286

    o pruebas histricos, y para seguir la va de esta interesanteinsinuacin, debemos ocuparnos ahora de esta revisin his-trica, para luego, una vez determinadas ciertas condiciones

    de la emergencia de la institucin literaria, en trminos depublicidad, volver a retomar en un plano terico el problemade la injerencia del pensamiento crtico interpretativo en laesfera poltica.

    IV

    Roger Chartier ha consagrado su carrera al estudio de lahistoria de la lectura, de la edicin, del libro; en este marco

    de investigaciones su inters toca constantemente el problemaenunciado por Derrida sobre la publicidad como factor deter-minante en el nacimiento de la institucin literaria moderna.En un estudio sobre las prcticas culturales delAncien RgimeChartier demuestra cmo, dada la baja tasa de alfabetizacin,los tardos libros populares de caballera de la Biblioteca Azuleran distribuidos y compartidos a travs de la lectura en vozalta. Esta prctica de lectura result por mucho tiempo y en unamplio sector de la poblacin el nico acceso al mundo de loslibros y de la escritura. Chartier pone en evidencia la maneraen que dicha prctica (y otras tantas a lo largo de la historia)obligan a una modificacin material de los textos, dejando unahuella material y textual de la que el historiador de la lecturapuede servirse. Lo interesante de tal propuesta investigativareside en la puesta en evidencia de la materialidad de los librosy la utilidad histrica de la misma. El principio resulta de unaesclarecedora utilidad: Contra la representacin, elaboradapor la misma literatura, segn la cual un texto existe en s mis-mo, separado de toda materialidad, debemos recordar que noexiste texto fuera del soporte que lo da a leer (o a escuchar)y que no hay comprensin de un escrito cualquiera que nodependa de las formas en las cuales llega a su lector (1992,55). As, los libros lo son slo hasta el momento de su publi-cacin. Antes de atravesar este umbral no son sino textos: slo

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    13/36

    287

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    sometindose a las mltiples negociaciones de la publicidaddevienen legibles. Es precisamente en este doble juego que lahegemnica divisin entre lo pblico y lo privado comienza a

    tambalearse, en la medida en que la lectura pasa de ser un actodomstico, privado, silencioso e indescifrable (encarnado, porejemplo, en el lector protestante) y se constituye como actocomunitario, parlante, compartido, es decir, eminentementecomunicativo. Por supuesto, puede objetarse que se trata dedos prcticas con legitimidad propia, y que el lector silentesigue guardando sus secretos y protegindolos de la esferapblica. Es ms, se puede sostener que la diferencia substan-cial reside precisamente en la antinomia entre lo pblico y

    lo privado, conducente, por aadidura, a la divisin an msfuerte y compleja entre lo popular y lo culto. Aceptemos estedesafo y consideremos ese ltimo bastin de privacidad quees el lector silencioso, la comunidad de individuos letrados.Para hacerlo, hemos de considerar la propuesta de Chartier einsistir en la cuestin de la publicidad, segn la cual un textoes slo libro (considerado como literatura, es decir, dispuestoa la lectura) desde el momento en que accede al pblico. Di-cho principio conduce al problema de la apropiacin de lostextos distribuidos en la sociedad en un momento histrico, esdecir, a las prcticas distintas y distintivas de la utilizacin delos textos: Todos aquellos que pueden leer los textos no losleen de la misma manera y existe una gran diferencia entre losletrados virtuosos y los lectores menos hbiles, obligados a leerlo que leen para poder comprenderlo, cmodos nicamentecon ciertas formas textuales o tipogrficas (1992, 108). Estasituacin conduce al sealamiento de los agentes que inter-vienen en la composicin material del texto y su distribucin(editores, impresores, libreros, etc.).

    Varias investigaciones, con el fuerte e influyente precedentede Donald Francis Mckenzie, han seguido esta va tras la pistamaterial de los libros. Entre ellas, las investigaciones realizadaspor Jean Yves Mollier sobre la historia de la edicin francesaen el siglo XIXcon el ttuloLargent et les lettres. Traemos este

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    14/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    288

    estudio a colacin porque al rastrear precisamente la historiaeditorial, este autor centra su investigacin en las figuras delos editores como mediadores de la condicin pblica de los

    textos, y demuestra una interesante transformacin operada alo largo del siglo XIX, en la que el editor pasa de ser una figuraencargada de la coordinacin y la gestin econmica y tcnicade los libros a principios de siglo (cuya figura literaria por ex-celencia es descrita por Balzac en las primeras pginas de sunovelaLas ilusiones perdidas) a la de una especie de mediadorcultural, que decide la publicacin de un libro en trminos decalidad (el editor Gaston Gallimard es aqu la figura paradig-mtica). Tal metamorfosis nos lleva al problema neurlgico de

    la publicidad en la literatura, ya que la puesta en circulacin deun libro necesita siempre de toda suerte de mediadores cuyainjerencia seala la circunstancialidad de todo texto.

    Chartier explica al respecto: Tres modelos: editar es publicar atravs de la lectura en voz alta; publicar es editar bajo la dominacindel capital comercial cuando la funcin de editar se reduce a lafuncin del librero; y, finalmente, la invencin moderna del editorcomo oficio particular, definido mediante criterios intelectualesms que tcnicos o comerciales (1999, 61). El primer modelose remonta a los lectores medievales, a los juglares, a los lec-tores de las cortes, los salones, y las comarcas campesinas;el segundo, es claramente el modelo de editor-librero de lossiglos XVIIIy XIX; y el tercero, el editor en el sentido moder-no, que se impone desde la segunda mitad del siglo XIXconla aparicin de grandes corporaciones en el negocio de loslibros. Paralela a esta historia de mediacin cultural, o msbien escrita en filigrana, tenemos la historia de las relacionesentre los autores y los diversos mediadores a lo largo de lossiglos. Podemos resumir dicho cambio en un desplazamientodesde los mecenazgos del Renacimiento cuya inscripcin seda en el espacio de la dedicatoria a aqul que hace posible lapublicacin (econmica, social y legalmente) hasta la afirma-cin de Zola segn la cual slo cuando el escritor puede vivirde su pluma es realmente independiente. Lo que subyace a

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    15/36

    289

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    esta larga y variable construccin del espacio literario es elhecho de que toda publicacin, condicinsine qua nondelo literario, es antes que nada una negociacin entre autores,

    lectores y los necesarios mediadores (lectores en voz alta,editores, censores, etc.).

    V

    Despus de haber salido victorioso del proceso contraMadame Bovary (novela acusada de afrenta a la moral y a lareligin, en el mismo ao en que se condenLas Flores delmalde Baudelaire, por las mismas razones), Flaubert tendra

    que realizar de nuevo otras negociaciones ya no con procu-radores y abogados, sino con crticos y editores. Al publicarseSalammb, su segunda novela, el autor envi una copia aSainte-Beuve, cuya reaccin inmediata fue atacar la obra y juz-garla de poco valor. La noticia de tal reaccin lleg a Flauberta travs de uno de los hermanos Goncourt. El novelista se vioobligado a hablar con el crtico, y lo convenci de publicartres artculos sucesivos (en la serie de sus famososLundis enel Constitutionnel), en el ltimo de los cuales Sainte-Beuvedejaba finalmente entrever las razones de su disgusto inicial.Tal prctica publicitaria estaba extendida en la poca, y Flau-bert supo jugar sus cartas al enviarle a Sainte-Beuve su novelay lograr una resea positiva, pues ste era la figura dominanteen el universo literario de la poca, gracias a la publicacin desus reseas, a su participacin en los salones y su condicinde Miembro de la Academia. Sainte-Beuve es la encarnacinpor excelencia del crtico como mediador cultural, la idea demediador que se sita en el medio de la comunicacin entrelos autores y los lectores.

    Repetimos que tal legitimacin del crtico no se debe ex-clusivamente a un acerbo literario, pues histricamente entraen juego la participacin de Sainte-Beuve en la vida de lossalones decimonnicos. Su amistad con la princesa Matilde ysu presencia en dicho saln, son parte de tal preeminencia. Es

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    16/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    290

    all donde construye esa otra carrera mundana que lo llevara ser diputado y a codearse no slo con los grandes escritoressino tambin con algunos hombres polticos, y a ser una figura

    dominante en la Academia Francesa.Tales instituciones sociales de consagracin datan de la

    poca clsica. La Academia y el Saln tienen su origen en unmomento histrico determinado en el siglo XVII. Una vecindadque el historiador Alain Viala estudia en detalle en su libroNaissance de lcrivain:

    Contrario a lo que se producir ms tarde, sobre todo en elsiglo XIX, los salones de la poca clsica le dan slo un es-

    pacio limitado a la literatura entre sus actividades. Muchosde ellos, dedicados a la urbanidad, a los juegos (de espritu,pero tambin de dinero) y a la celebracin de los ritualesde mundaneidad, tratan las Letras como accesorios En laprctica, ciertos salones se ocupaban poco de la literatura,sobre todo los ms aristocrticos (los de Mme. de Saint-Mar-tin, de Mme. Andr). Otros, que reclutaban sus miembrosentre la burguesa y la nobleza poco afortunada, le dabanun importante lugar: tal es el caso de los salones preciosistasdonde las cuestiones del lenguaje eran importantes. Cuandola especializacin en las cuestiones literarias se volva visible,se operaba una metamorfosis: los contemporneos no losconsideraban como salones sino como academias. (134)

    El equilibrio se juega entre la definicin de los salones comolugares de consagracin literaria y lugares de mundaneidad,pero con un rasgo comn: la codificacin y la evolucin delgusto (133). En dicha construccin, seala Viala, se estableceuna ecuacin entre la virtud de lapolitessey un cierto ordende normas lingsticas, cuyos parmetros determinarn el idealde hombre pblico, el de honnte homme, como el modeloque conoce y acata el arte de las formas de relacin social(148), y as, elhtelRambouillet se convierte en el saln porexcelencia del purismo lingstico, esttico y social.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    17/36

    291

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    El prestigio de estos nuevos hommes de Lettrestiene suorigen en Francia en el siglo XVIIy va a crear de inmediato unanueva serie de negociaciones entre el gobierno y los lugares e

    instituciones donde actan los hombres de letras:

    Abundan los documentos que dicen que los hombres de letraseran ante sus ojos [los del gobierno] una potencia temiblede opinin. La poltica monrquica, a travs de sus dudas, haotorgado los signos de legitimacin: fundacin de academiasoficiales, ciertos embriones del rgimen jurdico, organizacindel mecenazgo de Estado. Pero, en contrapago, dicha polticatiende a imponer una direccin a las academias y a los autores

    gratificados; y ante el progreso de los derechos de autores,ha negado la legitimidad a travs del refuerzo de la censura

    y el golpe contra la propiedad literaria constituidos por lasleyes de 1659-1665. (294)

    Este libro de Viala, sustentado en el aparato conceptual dePierre Bourdieu, se encarga de demostrar las mltiples nego-ciaciones y mediaciones institucionales que se instauraron enla poca clsica, llenas de tensiones e intereses divergentes.

    Adems de las grandes obras, el siglo de Richelieu dejcomo herencia estas dos instituciones, la Academia y el Saln,que tendrn un papel importante en los siguientes dos siglos,al dominar la escena literaria en forma paralela hasta principiosdel siglo XX. La Academia instaura una consagracin oficial delsaber; el Saln, un espacio de mundaneidad para el gusto.Participando de ambas instancias, Sainte-Beuve se convierteen un mediador cultural imprescindible y, a la vez, un crticoprolfico. Tal posicin le permite hacer de sus lecturas la opor-tunidad de retratar a los hombres de letras y dar cuerpo a esemtodo contra el cual Proust construir su obra.

    Es curiosamente en un texto sobre lecturas pblicas publi-cado en enero de 1850, que Sainte-Beuve nos ofrece su propiadefinicin de la labor del crtico: El arte de la crtica, en unasola palabra, en su sentido ms prctico y vulgar, consiste en

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    18/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    292

    saber leer con juicio los autores, y en ensear a los otros tam-bin a leer, ahorrndoles los tanteos y despejndoles el camino(278). El contexto de tal definicin no puede dejar de llamar

    la atencin; el ttulo del texto es Des lectures publiques dusoir. De ce quelles sont et de ce quelles pourraient tre (Delas lecturas pblicas nocturnas. De lo que ellas son y de lo quepodran ser), y la fecha de publicacin nos remite directamenteal periodo voluble que sigue a la revolucin de 1848, los aosde trnsito entre el estallido revolucionario de la primavera yel golpe de estado de Napolen III. stos son aos de innume-rables proyectos sociales, entre los cuales est el de las lecturaspblicas nocturnas para las classes laborieuses, a travs del

    antiguo precepto de hacer conocer las obras clsicas, instru-yendo a los oyentes y divirtindolos. Sainte-Beuve hace unaresea de estas lecturas, realizadas por conocedores y letradosen distintos lugares de Pars. El crtico seala el temor inicial deque tales agrupamientos pudieran dar lugar a la constitucinde clubes (foros de agitacin poltica que se instauraron desdela Revolucin Francesa), cosa que no sucedi, pero advierte ala vez que es necesario dar a esta institucin, a esta forma deenseanza, consistencia y orden.

    Tal constitucin es el objetivo de su escrito, y para plantear-lo, Sainte-Beuve seala la usual diferencia entre la lectura y laleccin, segn la cual mientras la leccin comporta un saberespecfico sobre los textos, la lectura debe estar desprovistade tal inters, y advierte que dicha distincin no es tan tajantecomo parece, en la medida en que la lectura implica, desde lamisma entonacin, ya un comentario implcito, y las leccionesno pueden ir ms all de la cita y la lectura de pasajes con-cretos. Lo importante, en el caso de estas Lecturas pblicas,es lo siguiente: Conviene que la lectura no tenga el aire deuna leccin. Tal es el punto delicado a tratar (279). Dadoque el pblico es definido como des intelligences mles etun peu rudes (inteligencias masculinas y un poco toscas),no se le puede imponer de manera explcita una gua. Dichosprincipios y la intencin subyacente, suponen un arte, no el

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    19/36

    293

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    de hacerse pequeo con los pequeos, sino el de se fairesouple avec les rudes (volverse dctil con los rudos, 280),para as anular las tendencias declamatorias de la poca y

    abrir paso a la pura admiracin de la obras. El inters detales informaciones y del artculo en general, gira en torno alplanteamiento de una serie de dispositivos y tcnicas destina-das a llevar a este pblico hacia la apreciacin esttica; todolo cual pone en evidencia una posible funcin de la crtica:la de mediadora entre esta foule de sujets (multitud desujetos, 280) y los autores clsicos. Aqu, la reflexin crticasurge en circunstancias especficas, en un momento histricoy, sobre todo, en una situacin dada, condiciones que obligan

    a la creacin de un aparato definido a fin de, segn palabrasde Sainte-Beuve, zanjar o llenar esa ausente premire couchergulire de connaissances (primera capa regular de cono-cimientos, 280). Con tales presupuestos, la relacin crticasigue un parmetro vertical, jerrquico, y la figura y metforadel gua vuelve constante e ineludiblemente a la superficie.Tocamos entonces un punto sensible, pues este ejemplo nospermite enunciar lo que el mismo Sainte-Beuve anuncia, aun-que de manera limitada: el aparato del que dispone un crticodepende de su relacin con un determinado pblico, ya quela relacin del crtico con su pblico, esto es, su distancia,establece ciertas particularidades metodolgicas. Pero sabe-mos, adems, que tal aparato no es autosuficiente ya que sesustenta a la vez en el objetivo que la labor crtica se propone:un objetivo siempre circunscrito a una institucin.

    El texto de Sainte-Beuve devela una jerarqua en la relacincrtica, una distribucin de posiciones segn la cual la lecturapblica debe seguir la pauta, si bien de manera silenciosa, dela leccin. Leccin y lectura se convierten en dos experienciasde mediacin crtica bajo el modelo-metfora del gua. Tantola una como la otra refieren a experiencias de encuentros pre-senciales de las partes, y la corporeidad del crtico establece,refuerza y legitima su presencia como mediador, y su voz comomodulada al comentario del texto.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    20/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    294

    No obstante, es el mismo Sainte-Beuve quien escribe uninfluyente artculo contra lo que entonces se denominaba lite-ratura industrial, un texto en el cual el crtico ataca esta nueva

    produccin cultural compuesta de libros ilustrados y de novelaspor entregas (cuyo momento fundacional y decisivo es la crea-cin por Emile de Girardin en 1836 del primer peridico quecombina los anuncios publicitarios, la informacin y la novelapor entregas) en los siguientes trminos:

    Hay que resignarse a las nuevas costumbres, a la invasin dela democracia literaria como a la llegada de todas las otrasdemocracias . . . cada vez se vuelve menos distintivo el hecho

    de escribir y hacer imprimir. Con nuestras costumbres elec-torales, industriales, todo el mundo, al menos una vez en la

    vida, habr tenido su pgina, su discurso, su prospecto, subrindis, ser autor . . . Por qu yo no? Se dice cada quien.Tiene una familia, se casa por amor, la mujer, con un seud-nimo, tambin escribir. (1999, 31)

    El crtico establece una interesante ecuacin entre costum-bres electorales (derecho a participacin en la toma de deci-siones polticas), lectura y escritura (en trminos de autora),temiendo la multiplicacin descontrolada e indiscriminada delaauctoritas, pues este trmino es la cifra entre el poder y laescritura: aquellos que producen discurso detentan el poder. Elcrecimiento descontrolado de la lectura conlleva un acceso aldiscurso, una creciente familiaridad que desemboca finalmenteen el deseo de participacin. El acento va precisamente sobreel problema del control, pues el surgimiento del mercado edi-torial moderno crea condiciones antes inexistentes de accesoa textos escritos.

    Este renovado mercado editorial cuyo momento fuerte seda con el apabullante xito deLos misterios de Parsde EugneSue entre 1842 y 1843, crea un nuevo tipo de comunicacinliteraria con una caracterstica que desconcierta a Sainte-Beuve,y que consiste en la aparicin fuerte de un nuevo mediador cul-

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    21/36

    295

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    tural: el mundo editorial. Esta presencia, ya latente en el sigloXVIII(como lo demuestra Robert Darnton), vive el impulso de lainyeccin de capitales a mediados del siglo XIX(aqu remitimos a

    la obra ya citada de Jean Yves Mollier), y afecta profundamentela comunicacin literaria, trastornando sobre todo los proce-sos de valoracin. Resulta interesante constatar que el mismoSainte-Beuve produce, a su vez, una muy buena parte de suscrticas bajo estos nuevos parmetros, como en el caso de losLundis. La lectura y la leccin garantizan, con la presencia fsicadel mediador, un cierto control del texto y de la relacin dellector con l, mientras que la escritura abierta, entregada sindistincin al ojo pblico, desestabiliza la posibilidad misma

    de tal control que pasa entonces de cultural a jurdico, a losprocesos de censura del Segundo Imperio. Profesor, personajede saln, crtico de autores, acadmico, Sainte-Beuve atraviesay pone en relacin estos diversos espacios de legitimacin yasiste a la desestabilizacin de su paternalismo cultural.

    VI

    Si comparamos las dos posiciones del mismo Sainte-Beuveque hemos citado, ambas en torno a la presencia de lectoresiletrados o aprendices y el problema de la mediacin entre ellector y el texto, vemos la lucha por una hegemona culturalpuesta en crisis por el surgimiento de nuevos mediadores ynuevas formas de legitimacin. En este punto de la historia dela publicacin, el problema no es slo la reproduccin tcnicay la multiplicacin de obras maestras que pierden su aura, supresencia nica, sino la sobreproduccin misma de obras, lamultiplicacin de escritos y autores, dada la capacidad tcni-ca y la extensin del pblico lector gracias a los procesos dealfabetizacin sostenidos y desarrollados a lo largo del sigloXIX.1Dicha dilatacin de las fronteras de la produccin literariaobliga a un replanteamiento de la funcin de la crtica y de su

    1Al respecto, recomendamos el interesante libro de F. Fouret y M. Ozoufsobre la educacin y la alfabetizacin en Francia.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    22/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    296

    posicionamiento institucional. Cules son las instituciones quepermiten una prctica literaria como la crtica? La intuicin deSainte-Beuve resulta casi premonitoria al enunciar una cerca-

    na entre la prctica crtica y la enseanza, ambas cifradas enel movimiento del comentario.

    La crtica atraviesa entonces distintas instituciones de publi-cidad. Ya citamos el estudio de Alain Viala en el que devela lagradacin de saberes literarios que diferencian un saln de unaacademia. Se trata de una cuestin de fondo, mas no de forma,es decir, que los valores en juego sobre todo en lo que ataea la codificacin del gusto no se ponen en juego a la hora deltrnsito entre la academia y el saln. Sainte-Beuve, especialista

    justamente del Antiguo Rgimen, tiene un profundo conoci-miento de este sistema social y literario, y consecuentementepropone una comprensin de la obra a partir del estudio dela vida de los autores, de su comportamiento en sociedad:Biografa, escritura, fisonoma, slo tendrn inters para elcrtico en la medida en que le permitan ir ms all de la obrahacia la fuente de una intimidad creadora (148), escribe sobrel Jean Pierre Richard.

    Tal proyecto obliga a un conocimiento del comportamientomundano de los autores a fin de juzgar su obra, principio queconduce inevitablemente al estudio de la obra como rastroescritural del autor en el mundo. Ms all de los parmetrosde juicio que tal posicin plantea, queremos sealar el pesode la mundaneidad y la necesaria coherencia y consciencia delcrtico respecto a su propia posicin en ese mismo mundo. Alrespecto, y para descifrar esa lnea de continuidad, encontra-mos en el ensayo de Sainte-Beuve sobre las lecturas pblicaslas palabras claves: los lectores deben comunicar al pblico losideales de bon got, loyautyhonntet. Estos trminos nosenvan de nuevo al estudio de Viala, pues definen la urbanidad,lapolitesse(palabra que implica justamente la polis). As la cr-tica literaria sirve a la cultura, entendida sta en el sentido decultivo espiritual, individual y social al mismo tiempo. La insti-tucin literaria deviene un rito de integracin social, comunica

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    23/36

    297

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    un ideal y funda una identidad; aqu, como lo seala JacquesRancire, moraliser veut dire crer des murs (moralizarquiere decir crear costumbres, 1985, 6).

    VII

    Los crticos no pueden entonces dejar de lado la represen-tacin del pblico al que sus escritos o discursos se dirigen, yesta negociacin es constantemente renovada. Significa estouna afirmacin de la exclusividad, una vuelta al elitismo cultu-ral? La respuesta no puede ser definitiva y tiene que ser dadade acuerdo con la instancia discursiva y con las circunstancias

    de comunicacin en las cuales se d la prctica crtica.La imagen pardica que Proust evoca respecto a Sainte-

    Beuve (como un viejo que en su cama lee sus artculos dellunes, pensando en los posibles comentarios y aprobacionesde los notables de los salones) y las consecuencias que tal si-tuacin desgrana, dan relieve a la mundaneidad del crtico y lamanera como sta permea y determina su discurso. Se trata deuna palabra que Edward Said activa justamente para la laborcrtica: La mundaneidad es un concepto que a menudo me haparecido til debido a dos significados que le son inherentes;uno es la idea de ser en el mundo secular, en contraposicin aser de otro mundo, y el segundo se debe a lo que sugiere lapalabra francesa mondanit, mundaneidad como calidad de unsavoir fairepracticado y ligeramente hastiado, mundanalmenteastuto y espabilado (2005, 278).

    Hemos trado diversos ejemplos de interpretacin literariay de mediacin crtica, para dar cuenta de cmo las diferentessituaciones obligan a una particular y variable posicin delcrtico, dependiente de su relacin con el pblico. La relacinentre un pblico determinado y un libro obliga a una mediacincrtica estratgica, dependiente de eso que Sainte-Beuve llamaprimera capa regular de conocimientos, y que podramostraducir de manera abusiva a los trminos de capital cultural.En su discurso sobre las lecturas pblicas, Sainte-Beuve afirma

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    24/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    298

    que el valor de la obra est ntimamente ligado a la valoracintica, en la medida en que un fin colectivo y moral sustenta,legitima y justifica la valoracin esttica, el sentido de la apre-

    ciacin. Una vez presentada y aceptada esta ecuacin, Sainte-Beuve pasa a los problemas tcnicos, a la manera de establecerla comunicacin entre los textos y los lectores, y de zanjar esabrecha de conocimientos.

    Pero, negociar esta distancia consiste acaso en una laborpuramente tcnica? Hay en todo aparato tcnico-crtico un sus-trato tico que silenciosamente lo sustenta? Prefacios, reseas,anlisis textuales, comentarios, clases de literatura, consistenacaso en una negociacin tcnica conducida juiciosamente por

    un agente autorizado, cuya misin sera la de adecuar ciertasparticularidades del texto en cuestin a una comunidad delectores? Ms que una brecha cultural a llenar, no hay en estanegociacin un conflicto implcito de valoraciones por resolver?Como se puede apreciar, en la utilizacin del trmino valora-ciones varios significados palpitan: por una parte, se trata devaloraciones estticas (problemas de apreciacin); por otra,de valoraciones ticas. Y la cuestin es determinar hasta qupunto las valoraciones estticas, entendidas como produccindel valor de una obra, plantean problemas de valoracionesticas, o se plantean sobre problemas, negociaciones y con-flictos ticos.

    En casos de censura (tales como los de Baudelaire y Flau-bert), el censor intenta (y a veces logra) imponer una valora-cin tica absoluta sobre cualquier otra y, de hecho, dirigirtoda valoracin posible de la obra en la direccin de unaconcepcin comprehensiva del bien, impuesta y expuesta eny por las instituciones vigentes en ese momento. Estos ejem-plos extremos permiten ver cmo las diversas institucionesaplican y regulan la ley sobre la autorizacin de hacer pblicoun escrito, intentando controlar y vigilar los posibles usos einterpretaciones que se hacen del texto en cuestin: hacer lahistoria de la edicin es confrontarse en cada momento coneste problema. Hacer la historia de la crtica podra consistir

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    25/36

    299

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    en precisar de qu manera los textos condenados al infiernode las bibliotecas y al silencio, son recuperados y devueltos alcircuito de la publicidad.

    En los casos de censura, la funcin de la crtica est, de caboa rabo, comprometida con el problema de la autorizacin a lapublicidad; de esta manera, el discurso crtico se convierte enel mediador de un escndalo y una imposibilidad inicial, mo-vimiento que descubre en la instauracin misma del discursocrtico la necesidad de comunicacin como una condicin deexistencia. Enfrentada a la interrupcin del circuito publicitariopor la ley, la crtica rehabilita el discurso censurado, fundan-do en la distancia histrica la posible superacin del impasse

    original.Uno de los problemas que tales procesos de recuperacin

    traen a la luz concierne a los trminos de la rehabilitacin deltexto silenciado: En qu trminos se plantea tal reinsercindel texto en el circuito de la publicidad? Esta actividad obede-ce a diversos intereses y es justamente descifrndolos que lacuestin tica sale a la superficie. La mediacin entre un textocondenado al olvido, en un momento de intervencin violenta,y el pblico de lectores de una poca posterior, puede ofreceruna cartografa escritural de una compleja y no siempre expl-cita renegociacin tica.

    VIII

    Escuelas como el deconstruccionismo (en esto, herederadel formalismo y el estructuralismo) se propusieron un ejer-cicio crtico en el que el descubrimiento de la textura de loescrito suspende cualquier decisin final sobre el sentido deun texto y, al hacerlo, fueron difuminando la distancia entre eltexto crtico y el libro, pues al imposibilitar cualquier soportehors-texte (por fuera del texto) ambas escrituras terminanplegndose a la misma errancia sin fin. La indeterminacin deun sentido ltimo, esto es, la indecidibilidad del significado,instaura el ejercicio crtico en el mismo movimiento escritural

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    26/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    300

    del texto (que ya ha dejado de ser) original; as, al sealar elorigen como pura ficcin, pura representacin textual produ-cida por la misma escritura, las jerarquas textuales se borran,

    y slo queda el espacio compartido que abre y sostiene loescrito. El comentario y el texto comentado se confunden enun mismo gesto escritural carente de profundidad (esto es, dereferentes externos).

    Tales presupuestos tericos y prcticos se encuentran en lasantpodas del tipo de paternalismo crtico que encontramos enSainte-Beuve; el discurso crtico suspende toda posibilidad dejuicio desvirtuando la bsqueda de un sentido en el texto, esdecir, de cualquier soporte fuera de la escritura, de cualquier

    direccionamiento (sealamiento). El origen como fin (telos) dela bsqueda y la investigacin es la definicin del estudio ge-ntico; y el deconstruccionismo (ltimo estadio de una secuelahistrica de largo aliento) al develar la produccin textual delorigen ha querido desvirtuar toda empresa gentica.

    Las consecuencias del deconstruccionismo han sido mlti-ples e incluso contradictorias; a nivel de los estudios literariosla primera alternativa concebible podra ser la de una prcticacrtica dedicada al ejercicio de resistencia del sentido, al sea-lamiento y la complicidad con los dispositivos mediante loscuales el texto resiste a una significacin ltima. Pero quiereesto decir que toda interpretacin queda atrapada en la super-ficie textual y que debemos de manera absoluta renunciar acualquier significado? Tal vez las conclusiones no sean tan extre-mas, y lo que se ponga en evidencia no sea sino la inestabilidaddel sentido, el carcter contingente de los significados, y no suradical desaparicin. Nos quedan entonces dos alternativas alnivel de interpretacin de textos. Una consiste en que la crtica,abandonando la bsqueda de cualquier sentido, se dedique ala bsqueda del pliegue en el que la obra se resiste a la flora-cin del significado, dejando slo el movimiento del lenguajeque se desdobla en su propio discurso. Esta prctica hace delos dispositivos retricos de la obra el nico objeto de la obramisma, y de la crtica el repliegue escritural de tal autotelismo.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    27/36

    301

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    La otra alternativa consiste en matizar la prdida del sentido,y deducir ms bien una contingencia del mismo. La crtica seconcibe entonces como el despliegue de esta deflacin de los

    sentidos sedimentados en la obra, es decir, como la evapora-cin de toda esencialidad, de toda tirana interpretativa y, porconsiguiente, la recurrente necesidad de la construccin deotro sentido, dispuesto a ser desplazado. Esta ltima alternativaabre la posibilidad del constante aplazamiento de un sentidoltimo, haciendo de esa deferencia el espacio que permite laarticulacin y negociacin de mltiples sentidos, sin que nin-guno pueda postular un carcter esencial. Las consecuencias deesta alternativa no slo han abierto los textos a interpretaciones

    ms arriesgadas, sino que tambin han puesto en cuestin laestabilidad misma del canon. En definitiva, han permitido unaserie de renegociaciones en el espacio literario.

    Esto ya es historia, y lo que hemos visto surgir en el procesoes una lenta y sostenida vuelta al sentido. Uno de los ejemplosms influyentes de esta situacin es el de la traductora de De-rrida al ingls, Gayatry Spivak quien ha acuado el conceptode esencialismo estratgico para dar cuenta de la necesariaafirmacin de algn sentido, marcado, de todas formas, por laseal de su propia contingencia. Spivak es especialista en litera-tura comparada y su campo de estudio refiere a los problemasde la construccin de identidad marginal en la literatura. Enefecto, uno de los campos donde tal resurgimiento del sentidocontingente se ha dado con ms fuerza es el de la identidad, laconstruccin de la identidad de diversos grupos y comunida-des. Al respecto, un influyente texto del tambin hind HomiK. Bhabha, trata el problema de la construccin de la nacinen un artculo cuyo ttulo indica la presencia de Derrida: Di-semiNacin. All, el autor, partiendo de la incertidumbre y lacontingencia del sentido, analiza la construccin narrativa delproyecto de nacin, y pone en evidencia la necesaria redefi-nicin del contenido de tal proyecto y su constante e iterativaactualizacin. Esta negociacin rompe el espejismo narcisistade la autorreferencia de la identidad nacional, para sealar de

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    28/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    302

    qu manera los elementos liminares (marginales al texto prin-cipal) ponen en crisis tal construccin, forzando una constanteactualizacin de los trminos de la identidad: El problema no

    es simplemente la mismidad de la nacin como opuesta a laalteridad de otras naciones. Nos enfrentamos con la nacinescindida dentro de s misma, articulando la heterogeneidadde su poblacin (184). No nos ocuparemos de las diversasimplicaciones del texto. Lo traemos a colacin solamente parasealar una interesante apropiacin conceptual significativadel cuestionamiento que plantea Derrida sobre lo mismo, ydetenernos en la manera en que la prdida de la esencia (lacertidumbre de un sentido estable) es recuperada y reactivada

    para plantear una alternativa de dilogo inscrita y posibilitadapor la contingencia del sentido:

    La diferencia cultural introduce en el proceso del juicio y lainterpretacin cultural ese repentino estremecimiento deltiempo sucesivo, no sincrnico, de la significacin . . . Laposibilidad misma del cuestionamiento cultural, la capaci-dad de mover el campo del saber, o de comprometerse en laguerra posicional marca el establecimiento de nuevas formasde sentido y estrategias de identificacin. (199)

    Asistimos entonces al estremecimiento de nuevas formasde sentido vaciadas de todo esencialismo y conscientes de supropia contingencia, y por ende, abiertas a negociacin, dadosu carcter incompleto.

    En tales trminos, el ejercicio crtico recupera as la posiblebsqueda de sentido en los textos y, sealando la contingen-cia de sus propios postulados, se abre al dilogo con otrasposiciones. As, la interpretacin de textos, tarea fundacionaly constitutiva de la crtica, vuelve a inscribirse en la afirma-cin de valores diversos y divergentes. Lecturas como la querealiza el abogado Pinard deMadame Bovary dan cuenta deun momento particularmente importante en el que asistimosa la forzosa bsqueda de un sentido plegado a una estructura

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    29/36

    303

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    moral y tica (la preservacin de la unidad familiar, el adul-terio como crimen, etc.), que choca constantemente con lacuidadosa neutralidad instaurada por Flaubert. El proceso de

    Madame Bovary descubre la inadecuacin y la asimetra entreuna propuesta esttica y la representacin oficial de la voluntadgeneral (en la figura de la moral pblica) que el funcionario delestado quiere encarnar. Los problemas de autorizacin legalsiempre tocan esta asimetra y plantean la necesidad de unasubsiguiente negociacin en la que la crtica (como en el casode Sade) pasa a representar la afirmacin de la divergencia enprincipio silenciada. El ejercicio crtico, al postular y enunciarun sentido, intenta precisamente construir y afirmar una iden-

    tidad, no slo del texto respecto a s mismo (objetivo esttico),sino de una comunidad de lectores en torno a la validez dela lectura del texto y su sentido. Pero el valor de un texto y lalegitimacin de su publicidad (autorizacin de publicacin),rara vez obedecen a la inmanencia de la obra (como si ellaocultara una esencia reveladora autosuficiente) o a la perfectay consensual adecuacin de un texto y una comunidad (comosi la obra fuera una especie de vaso comunicante de una co-lectividad), pues al tratarse precisamente de la produccin delvalor de la obra por actores diversos, tal valor, que es el sentidomismo de la obra, se encuentra inscrito en los intersticios deldesacuerdo de interpretaciones.

    La pregunta que subyace a toda toma de decisin literaria(por qu he de leer esto?) no puede obtener respuesta en lasilente y solitaria contemplacin de la obra como un objetoinerte y cerrado sobre s mismo del cual emanaran el valor yel sentido como de una fuente infatigable (a la manera de unMandala), pues el sentido de la respuesta es precisamente laelaboracin comunitaria de un valor contingente que los lecto-res construyen a partir del texto. De all que la frgil mitologadel lector solitario deba ser reemplazada por una comunidadms vasta y heterognea, productora de un desacuerdo cons-tante, a fin de fundar la necesaria inadecuacin de mltiplesinterpretaciones.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    30/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    304

    Ernesto Laclau explica la insuficiencia del individuo comogaranta de comprensin y sostiene la necesidad de una con-siguiente construccin colectiva mediada polticamente:

    Si la volont gnralees la voluntad de un sujeto cuyos lmi-tes coinciden con los de la comunidad, no hay necesidad deninguna relacin de representacin, ni de la continuacin dela poltica como una actividad relevante . . . si la sociedad estinternamente dividida, la voluntad de la comunidad como untodo tiene que ser polticamente construida a partir de unaprimera y constitutiva diversidad. (2001, 6)

    Traemos esta cita para insistir sobre la comprensin y ac-cin colectivas como voluntad de identidad, es decir, que en elmarco de la interpretacin literaria este principio de identidadno puede afirmarse en la autorreferencialidad de la obra ni enla atomizacin individualista, sino en la mediacin colectiva,en la construccin voluntaria y diferencial de identidadessiempre problemticas. Este cruce entre identidad, comuni-dad y representacin (que es finalmente la interpretacin dela comunidad), lo encontramos planteado como argumentoconclusivo precisamente en el texto de Sainte-Beuve sobre laslecturas pblicas:

    Mejorarse, para la clase laboriosa, no es, en mi opinin, tenertal o cual idea poltica, inclinarse ante tal o cual punto de vistasocial, es simplemente comprender que se ha equivocado altomar otras vas que las del trabajo regular; es volver a la vadeseando todo lo que pueda fortalecerla y fecundarla. Cuandola mayor parte de la poblacin est all . . . sostengo que esel momento en que la masa mejora, y es el momento paraque los polticos precavidos acten sobre ella por medioshonestos, morales y simpticos. (292)

    Ms que la funcin social de la literatura, Sainte-Beuve in-troduce la funcin social de la crtica e interpretacin de textos

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    31/36

    305

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    literarios y el rol del crtico como mediador, quien, sobre lava de la apreciacin esttica, construye la interpretacin y elcomentario como silentes productores de identidad. Su plan-

    teamiento es claramente paternalista, aqu el sentido del textoest soportado por una conviccin tica de homogenizacin.Sainte-Beuve insiste en la no persecucin de imposicionesdoctrinarias; para l, estas lecturas nocturnas deben evitarla lgica discursiva declamatoria e ideolgica de la pocaposrevolucionaria, y sugerir, por el contrario, una comuninarticulada sobre trminos estticos (en el sentido ms fuertede percepcin sensible) que permita la construccin de unaidentidad colectiva, base legtima de cualquier posterior accin

    poltica dirigida. Este texto de Sainte-Beuve toca un puntosensible al sealar en la crtica un espacio de mediacin socialde los textos, de mediacin pblica entre los lectores y lostextos, esto es, del discurso crtico como espacio mismo de larenegociacin y construccin de identidades.

    IX

    Escriben Laclau y Mouffe: Llamaremos articulacin a cual-quier prctica que establezca una relacin entre elementos detal manera que su identidad sea modificada como resultadode la prctica articulatoria. La totalidad estructurada resultan-te de tal prctica articulatoria la llamaremos discurso (105).Podemos entonces definir la crtica, la interpretacin literariacomo prctica articulatoria, inscrita en lo que Said llama mun-daneidad, es decir, en momentos, circunstancias y lugares di-versos, cada cual cargado de cierta significacin. El discurso olos discursos crticos recuperan la construccin del sentido ensu elemento contingente y abren una prctica dialgica en laque la produccin del valor de la obras (el valor como sentido)se inscribe en un nuevo horizonte esttico, cuyo componentefundamental es la construccin de identidad.

    Qu queremos decir con este nuevo horizonte esttico?La concepcin y definicin de Jacques Rancire departage du

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    32/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    306

    sensible(particin de lo sensible, es decir, distribucin y par-ticipacin de lo que se da a sentir)2nos sirve para resolver talinterrogante y desplazar justamente el sentido de lo esttico

    hacia otro espacio, el de la comunidad: Llamo partage dusensiblea ese sistema de evidencias sensibles que da a ver almismo tiempo la existencia de un comn y los recortes queen l definen las partes y los lugares respectivos (2000, 12).De tal forma, la esttica puede ser definida como el sistemade divisiones de lo sensible (tiempos y espacios), de lo quese da a sentir (es decir, a ocupar y a hacer) a los individuosde una comunidad, y la poltica como la lgica y la divisinde tal distribucin de lo sensible, de los espacios a ocupar, de

    los tiempos (trabajo y ocio), de lo visible, de lo audible, de lodecible: La poltica se ocupa de lo que se ve y de lo que sepuede decir al respecto; de quin tiene la competencia paraver y la calidad para decir; de las propiedades de los espaciosy de los posibles del tiempo (14). En esta distribucin de losensible se encuentra el contacto ineludible entre el rgimenesttico y el poltico, dado que las prcticas estticas inter-vienen en aquella distribucin general de lo que se da a very de los tiempos y espacios. Intervienen en la distribucin yrepresentacin de lo comn. Tal horizonte esttico, el de ladistribucin de lo sensible en una comunidad, seala el ndicemismo deldcoupage(recorte), la posicin de cada grupo enla comunidad, o sea, en definitiva, su identidad. De tal ma-nera, lo que Rancire propone es una nueva interpretacinde la autonoma esttica, segn la cual la percepcin de unaobra no obliga a la desvinculacin individualista, sino a lapublicacin, a la puesta en comn de posibles imaginariosque cuestionan el orden de representacin del mundo y dela distribucin de las partes: Autonomizada, la esttica esprimeramente la liberacin con respecto a las normas de la

    2 La palabra partage en francs tiene tres connotaciones: repartir,compartir y participar. Todas instauran una relacin con las partes y con lamanera en que cada miembro de la comunidad participa en ellas y en sudistribucin.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    33/36

    307

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    representacin, en segundo lugar la constitucin de un tipode comunidad de lo sensible que funciona de acuerdo con lamodalidad de la presuncin, del como si que incluye a quienes

    no estn incluidos (1996, 78). La autonoma esttica posibilitaentonces el cuestionamiento del orden de representacin, yhace de la interpretacin un ejercicio de puesta en evidenciade lo que hasta entonces era invisible: el nacimiento de nuevosrdenes, de nuevas comunidades. El horizonte esttico de laidentidad, como punto convergente de la nueva bsqueda de lainterrogacin literaria, descubre precisamente el surgimientode un valor contingente pero necesario, el del sentido de lacomunidad.

    Bibliografa

    Adorno, Theodor W. 1962. Prismas: La crtica de la cultura y lasociedad. Barcelona: Ariel.

    Barthes, Roland. 1990. Crtica y verdad. Mxico: Siglo XXI.Bhabha, Homi K. 2002. DisemiNacin. EnEl lugar de la cultura,

    35-47. Buenos Aires: Manantial.Bourdieu, Pierre. 1998.Les rgles de lart. Pars: Seuil.Chartier, Roger. 1992.El mundo como representacin. Estudios sobre

    historia cultural. Barcelona: Gedisa._____. 1999. Cultura escrita, literatura e historia. Mxico: Fondo

    de Cultura Econmica.Critchley, Simon. 1998. Desconstruccin y pragmatismo. Es Derrida

    un ironista privado o un liberal pblico?. En Desconstrucciny pragmatismo. Compilacin de Chantal Mouffe, 45-86. Barce-lona: Paids.

    Derrida, Jacques. 1990. Ulises Gramfono: el Oui-Dire de Joyce. EnTeora literaria y deconstruccin, 82-134. Madrid: Arcos.

    _____. 1998. Notas sobre desconstruccin y pragmatismo. EnDes-construccin y pragmatismo. Compilacin de Chantal Mouffe,151-170. Barcelona: Paids.

    Furet, Franois y Jacques Ozouf. 1977.Lire et crire. Lalphabtisationdes Franais de Calvin Jules Ferry. Pars: ditions de Minuit.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    34/36

    J. C. Moreno Gutirrez, La interpretacin literaria y el sentido de comunidad

    308

    Jameson, Fredric. 1991. The Cultural Logic of Late Capitalism. EnPost-Modernism, or the Cultural Logic of Late Capitalism, 23-83.Durham: Duke University Press.

    Laclau, Ernesto. 1998. Desconstruccin, pragmastimo, hegemona.En Desconstruccin y pragmatismo. Compilacin de ChantalMouffe, 137-150. Barcelona: Paids.

    _____. 2001. Can Immanence Explain Social Struggles?. EnDiacri-tics31 (4): 3-10.

    Laclau, Ernesto y Chantal Mouffe. 1989. Hegemony and SocialistStrategy. Londres: Verso.

    Mckenzie, Francis Donald. 1991.Bibliographie et sociologie des texts.Pars: ditions du Cercle de la librairie.

    Mollier, Jean Yves. 1987.LArgent et les lettres. Histoire du capitalismeddition 1880-1920. Pars: Fayard.

    Mouffe, Chantal, comp. 1998. Desconstruccin y pragmatismo.Barcelona: Paids.

    Proust, Marcel. 1975. Contre Sainte-Beuve prcd des Essais et ar-ticles. Pars: Gallimard.

    Rancire, Jacques. 1985. Prface aux Esthtiques du peuple. EnRvoltes Logiques. Pars: La Dcouverte & Presses Universitairesde Vincennes.

    _____. 1996.El desacuerdo. Poltica y filosofa. Buenos Aires: NuevaVisin.

    _____. 2000.Le partage du sensible. Pars: La Fabrique.Rawls, John. 1996.El liberalismo poltico. Barcelona: Crtica.Richard, Jean Pierre. 1969. Sainte-Beuve y la experiencia crtica.

    EnPor los caminos actuales de la crtica. Edicin de GeorgesPoulet, 137-154. Barcelona: Planeta.

    Rorty, Richard. 1998. Notas sobre desconstruccin y pragmatismo.En Desconstruccin y pragmatismo. Compilacin de ChantalMouffe, 35-44. Barcelona: Paids.

    Said, Edward. 2004.El mundo, el texto y el crtico. Barcelona: De-bate.

    _____. 2005.Reflexiones sobre el exilio. Barcelona: Debate.Sainte-Beuve, Charles Augustin de. 1850/2007. Lectures Publiques

    du soir. EnLundis. Archivo electrnico de la Bibliothque Na-

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    35/36

    309

    Literatura: teora, historia, crtica 9 (2007)

    tionale de France, http://www.gallica.bnf.fr (consultado el 20 defebrero de 2007).

    _____. 1999. La littrature industrielle. En Querelle du roman-

    feuilleton, 20-45. Pars: Presses Universitaires de Grenoble.Viala, Alain. 1986.La naissance de lcrivain. Pars: Seuil.Williams, Raymond. 1985.Marxismo y literatura. Barcelona: Penn-

    sula.

  • 8/13/2019 LA INTERPRETACION LITERARIA Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD. over chartier.pdf

    36/36