memoriapsiuy psico-plan (elsa gatti - mabela ruiz)

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DOMINGO, 21 DE SEPTIEMBRE DE 2008 PSICO-PLAN (Elsa Gatti - Mabela Ruiz) Montevideo, marzo 2005. Psico-plan. Escuchar todas las voces; integrar nuevas miradas. (Aportes para la discusión en la Asamblea del Claustro) "Modificar un plan de estudios es una tarea que va mucho más allá de la realización de una tecnología. Se trata de un proceso de transformación social en el seno de una institución en la que estallan múltiples conflictos más o menos explícitos; en el que se confrontan concepciones filosóficas, científicas, pedagógicas y políticas, y donde las nuevas estructuras diseñadas modifican las relaciones de poder entre los grupos que actúan en la institución. En general, todo este proceso está dominado por el conflicto entre lo viejo y lo nuevo, y su resolución no se decreta administrativamente". (A.Furlan) El “Plan de Estudios” de nuestra Facultad de Psicología es ya quinceañero. O sea que está ingresando a un estadio de madurez, que invita a revisar el proceso vivido y hacer balances y proyectos de futuro. Furlán (1989) nos advierte sobre los conflictos que inevitablemente habrán de estallar, aun cuando todos los órdenes en el co-gobierno, estén acordes en la necesidad y la oportunidad de hacerlo. Poner sobre la mesa algunos de esos conflictos, para poderlos asumir y dilucidar como colectivo, es el modesto intento de este informe. Hay mucho trabajo ya avanzado, por los anteriores Claustros y Comisiones asesoras designadas por el Consejo, así como también a partir de investigaciones impulsadas por distintos equipos académicos, que dan luz sobre aspectos parciales involucrados en lo que llamaremos el “proceso curricular”, pero que, por el aislamiento de la vida académica que ya denunciaba en el año 2000 el Sr. Decano Víctor Giorgi , no se han constituido en insumo para la reflexión Datos personales .:: EquipoDocenteHistoria ::. Los integrantes del equipo docente somos Prof. Agdo. Psic. Enrico Irrazábal, Asist.Lic. Psic. Jorge Chávez, Ayud. Lic. Psic. Cecilia Baroni, Ayud. Lic Psic. Grisel Prieto, Ayud. Br. Gonzalo Yañez, Ayud. Lic. Psic. Paribanú Freitas, Col. Hon. Br. Gonzalo Correa, Col. Hon. Lic. Ps. Lorena Gomez, Col. Hon. Lic. Ps. Mariana Menendez. Ver todo mi perfil Archivo del blog 2009 (1) 2008 (9) septiembre (9) Mesa redonda: formación en psicología durante la ... Mesa: Historia de una guerra (Marzo de 2003) Reglamento de Posgrados (27- 11-01) MESA REDONDA (Postgrados, 2004) Memoria, docencia e institución. 0 Más Siguiente blog» Crear un blog Acceder

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memoriapsiuy PSICO-PLAN (Elsa Gatti - Mabela Ruiz)

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  • D O M I N G O , 2 1 D E S E P T I E M B R E D E 2 0 0 8

    PSICO-PLAN (Elsa Gatti - Mabela Ruiz) Montevideo,

    marzo 2005.

    Psico-plan. Escuchar todas las voces; integrar nuevas miradas.

    (Aportes para la discusin en la Asamblea del Claustro)

    "Modificar un plan de estudios es una tarea que va mucho ms all de

    la realizacin de una tecnologa. Se trata de un proceso de

    transformacin social en el seno de una institucin en la que estallan

    mltiples conflictos ms o menos explcitos; en el que se confrontan

    concepciones filosficas, cientficas, pedaggicas y polticas, y donde

    las nuevas estructuras diseadas modifican las relaciones de poder

    entre los grupos que actan en la institucin. En general, todo este

    proceso est dominado por el conflicto entre lo viejo y lo nuevo, y su

    resolucin no se decreta administrativamente". (A.Furlan)

    El Plan de Estudios de nuestra Facultad de Psicologa es ya

    quinceaero. O sea que est ingresando a un estadio de madurez, que

    invita a revisar el proceso vivido y hacer balances y proyectos de

    futuro.

    Furln (1989) nos advierte sobre los conflictos que inevitablemente

    habrn de estallar, aun cuando todos los rdenes en el co-gobierno,

    estn acordes en la necesidad y la oportunidad de hacerlo. Poner

    sobre la mesa algunos de esos conflictos, para poderlos asumir y

    dilucidar como colectivo, es el modesto intento de este informe.

    Hay mucho trabajo ya avanzado, por los anteriores Claustros y

    Comisiones asesoras designadas por el Consejo, as como tambin a

    partir de investigaciones impulsadas por distintos equipos

    acadmicos, que dan luz sobre aspectos parciales involucrados en lo

    que llamaremos el proceso curricular, pero que, por el aislamiento

    de la vida acadmica que ya denunciaba en el ao 2000 el Sr. Decano

    Vctor Giorgi , no se han constituido en insumo para la reflexin

    Datos personales

    .:: EquipoDocenteHistoria ::.

    Los integrantes del equipo

    docente somos Prof. Agdo. Psic.

    Enrico Irrazbal, Asist.Lic. Psic.

    Jorge Chvez, Ayud. Lic. Psic.

    Cecilia Baroni, Ayud. Lic Psic.

    Grisel Prieto, Ayud. Br. Gonzalo

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    Freitas, Col. Hon. Br. Gonzalo

    Correa, Col. Hon. Lic. Ps. Lorena

    Gomez, Col. Hon. Lic. Ps.

    Mariana Menendez.

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    Archivo del blog

    2009 (1)

    2008 (9)

    septiembre (9)

    Mesa redonda: formacin en

    psicologa durante la ...

    Mesa: Historia de una guerra

    (Marzo de 2003)

    Reglamento de Posgrados (27-

    11-01)

    MESA REDONDA (Postgrados,

    2004)

    Memoria, docencia e

    institucin.

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  • colectiva en torno a lo que Susana Barco (1996) llama Formulacin

    participativa del currculo universitario

    Sin pretender sustituir a la Subcomisin del Claustro que viene

    trabajando esta temtica, sino aportar desde otra perspectiva, que

    pretende ser, por un lado ms abarcadora por estar hecha desde

    afuera del espacio psi, y por tanto no atrapada en sus conflictos

    acadmico-institucionales; y por otro lado ms especfica, porque slo

    puede incursionar en los aspectos tcnicos involucrados en la

    construccin, evaluacin y reformulacin de un curriculum,

    intentaremos precisar algunos trminos que hemos visto se manejan

    con gran ambigedad en las discusiones; y plantear, a partir de la

    lectura de lo hasta ahora producido por los protagonistas (docentes,

    estudiantes, y egresados), algunas ideas a tener en cuenta (Vaz

    Ferreira: 1910)

    Es posible que toquemos, sin ser plenamente conscientes de ello,

    puntos rspidos en la interna de la institucin y/o de la disciplina.

    Uds. sabrn perdonar -o tal vez interpretar-, y a partir de ello, asumir

    o desechar, segn corresponda.

    I.- PRECISIONES

    a.- De qu estamos hablando?-

    1.- Currculum y Plan de Estudios son conceptos que se utilizan a

    menudo como sinnimos (Menin: 2001). Sin embargo tienen alcances

    diferentes, y se inscriben en tradiciones acadmicas y en paradigmas

    tericos, que tienen implicancias fuertes en la concepcin y

    organizacin de todo el proceso de formacin y acreditacin que se

    desarrolla en las instituciones educativas.

    Simplificando un poco, podramos decir que el Plan de Estudios es slo

    un aspecto del Currculum, y responde a una concepcin tradicional de

    la educacin, muy centrada en las disciplinas (y en la disciplina), en la

    prioridad de los contenidos y en la creencia de que existe un orden

    natural para la apropiacin de los mismos, que se traduce en el

    establecimiento de un trayecto escolar muy normado, mxime cuando

    ste conduce a la habilitacin para el ejercicio de una profesin.

    La teora curricular en cambio, se desarrolla inicialmente en los

    medios anglosajones, vinculada a las exigencias de la gestin

    acadmica, trasvasando al campo de la educacin, una racionalidad

    tecnocrtica, centrada en la planificacin educativa, que abarca no

    slo lo que se ensea y se aprende en las aulas, sino todas las

    actividades que se desarrollan en un centro educativo. El campo del

    Currculum de este modo se ensancha, a la vez que se abstrae de los

    marcos histricos y tericos que subtienden y dan identidad y

    consistencia a un proyecto educativo. Los expertos en diseo

    curricular no desplazan, pero s descentran a los protagonistas

    (docentes y estudiantes), de dicho proyecto.

    2.- Recuperando los aportes de cada una de estas tradiciones, hoy se

    ha impuesto la denominacin ms abarcativa de Currculum, pero

    entendido como:

    El marco de referencia, que pauta con flexibilidad la accin de los

    docentes y los estudiantes dentro de una institucin educativa.

    Un campo de entrecruzamiento de ideas y de prcticas de diferentes

    actores, a quienes corresponden distintas decisiones y acciones.

    Una construccin histrica, social y cultural, que articula teora y

    prctica, a travs de un proyecto poltico-pedaggico, que prescribe y

    orienta las prcticas educativas institucionalizadas.

    PSICO-PLAN (Elsa Gatti -

    Mabela Ruiz) Montevide...

    Aportes para el debate...

    Con Carrasco...

    Proyecto MDMI

    http://memoriapsiuy.blogspot.com/2008/09/aportes-para-el-debate.htmlhttp://memoriapsiuy.blogspot.com/2008/09/psico-plan-elsa-gatti-mabela-ruiz.htmlhttp://memoriapsiuy.blogspot.com/2008/09/proyecto-mdmi.htmlhttp://memoriapsiuy.blogspot.com/2008/09/entrevista-juan-carlos-carrasco-2003.html

  • Esto nos lleva a concebir al Currculum como:

    Prctica social (circunstanciada, sobre-determinada y compleja)

    Construccin cultural (arbitraria, negociada y provisoria)

    Proceso (multi-dimensional y continuo, en espiral)

    Matriz abierta (rica, recursiva y rigurosa).

    Cada una de estas caracterizaciones (Carusso-Dussell: 1997)

    ameritara un desarrollo que, en el marco de este informe, no

    podemos ofrecer.

    Creemos sin embargo vlido reproducir un texto de Gimeno Sacristn

    (1988) que sintetiza muy bien esta compleja problemtica en la que

    intentamos introducirnos:

    "El curriculum, en su contenido y en las formas a travs de las que se

    nos presenta y se les presenta a los profesores y a los alumnos, es

    una opcin histricamente configurada, que se ha sedimentado

    dentro de un entramado cultural, poltico, social y escolar; est

    cargado, por lo tanto, de valores y supuestos que es preciso descifrar.

    Tarea a cumplir tanto desde un nivel de anlisis poltico-social, como

    desde el punto de vista de su instrumentacin ms tcnica,

    descubriendo los mecanismos que operan en su desarrollo dentro de

    los marcos escolares. No cabe la asepsia cientfica en este tema,

    puesto que si algo en el mundo no es neutro es, precisamente, el

    proyecto cultural y de socializacin que tiene la escuela (Universidad)

    para sus alumnos. De alguna forma, el curriculum refleja el conflicto

    entre intereses dentro de una sociedad y los valores dominantes que

    rigen los procesos educativos.

    b.- La evaluacin del Curriculum.

    1.- Evaluar un currculo no es tarea sencilla, -como se desprende de lo

    anteriormente sealado respecto a la complejidad del campo. Habr

    que tener en cuenta los distintos niveles de concrecin curricular

    (Gimeno Sacristn: 1988; Coll: 1991) cada uno de los cuales requerir

    de mtodos y tcnicas apropiados; e involucrar a los distintos sujetos

    de la determinacin curricular (de Alba: 1991; 1993; 1996) .

    En la Facultad de Psicologa hasta ahora se ha recabado la opinin de

    los docentes, a travs de entrevistas a las Coordinadoras de los 5

    Ciclos (1996); y de una encuesta con preguntas cerradas y abiertas, a

    los equipos docentes de todas las reas, cursos no adscritos a reas,

    talleres, servicios y unidades asesoras (1998).

    Este material est sistematizado y arroja lneas importantes para

    identificar las fortalezas y las debilidades del actual Currculum, desde

    la perspectiva de uno de los sujetos de la determinacin curricular.

    Quedarse con esa nica perspectiva (aun si se actualizara) estara

    sesgando la evaluacin en dos direcciones: al no tomar en

    consideracin a los otros sujetos, aunque ms no sea a los

    directamente involucrados (estudiantes y egresados; CPU) y al

    priorizar el anlisis del curriculum prescrito (a lo sumo del organizado)

    sobre el curriculum en accin que es el que habitualmente conocen

    (reconocen) y evalan los estudiantes (Gimeno Sacristn: 1988).

    En una evaluacin que pretendiera ser exhaustiva, habra que incluir

    tambin la opinin de los empleadores, usuarios y pacientes; aunque

    quizs en esta etapa no se est en condiciones de hacerlo en forma

    sistemtica .

    Pero hay que tener en cuenta adems, que no es posible reducir una

    evaluacin a estas instancias de recoleccin de opiniones (por muy

    calificadas que ellas sean). S pueden arrojar valiosas pistas para

  • identificar ncleos sensibles del actual Currculum, que permitan

    focalizar la pesquisa y la discusin, as como elaborar otros

    instrumentos ms especficos para avanzar en la evaluacin.

    2.-C. Coll (1992) plantea que un diseo curricular debera partir de la

    definicin del perfil de egreso. El Plan 88 IPUR no define dicho

    perfil, lo que no significa que no se haya discutido y acordado en su

    momento, sobre el Psiclogo que se quera formar.

    Es recin en 1996, en el marco de la discusin parlamentaria de la ley

    que reglamenta el ejercicio de la profesin, que el Consejo de

    Facultad aprueba por unanimidad un Perfil del Psiclogo . Este

    desfasaje (temporal y de escenarios) podra estar explicando algunas

    incoherencias entre perfil y diseo curricular, y dificultando la

    evaluacin del Curriculum mismo y su eventual actualizacin y/o

    modificacin.

    Pero, si el Curriculum es visualizado como un proceso continuo, la

    evaluacin de ese proceso no puede pensarse como lineal y

    unidireccional, sino como una espiral, que registra los desajustes que

    se van visualizando, tanto a nivel del curriculum prescrito como a

    nivel del curriculum en accin; y propone en consecuencia los cambios

    requeridos en cualquier lugar del mismo.

    3.- Con un sentido realista, si se quiere avanzar en la mejora del

    Currculum, se podra pensar en evaluar:

    La coherencia interna del currculum vigente (fundamentacin, perfil

    de egreso, diseo, estructura acadmico-administrativa prevista para

    ponerlo en prctica, dispositivos pedaggicos priorizados,

    mecanismos de seguimiento y apoyo, etc.)

    *El nivel de satisfaccin o disconformidad de los actores directos con

    aspectos globales o parciales del currculum, tal como se viene

    instrumentando en las actuales condiciones de funcionamiento de la

    Facultad (numerosidad creciente, presupuesto limitado, etc.)

    El producto, es decir la preparacin con que se egresa (tanto en los

    aspectos tericos y tcnicos imprescindibles para el ejercicio de la

    profesin, como en las dimensiones actitudinales y ticas definidas

    en los cdigos de tica profesional aprobados en el pas, o

    consensuados en las Facultades de Psicologa de la regin). Varias

    investigaciones realizadas en la Facultad, ofrecen informaciones

    primarias sobre algunos de estos aspectos.

    Cada una de estas evaluaciones requiere una metodologa particular e

    involucra a actores que pueden ser diferentes. Lo que es comn es la

    exigencia de rigurosidad en la recoleccin y procesamiento de la

    informacin.

    Es de destacar que la mayora de las investigaciones arriba

    mencionadas, se iniciaron en el mismo perodo en que

    institucionalmente se impuls el anlisis del Currculum que condujo

    al Informe diagnstico, lo que permitira hacer con todo ese

    material, un 1er. corte transversal para obtener una fotografa del

    funcionamiento del Plan IPUR 88 a 10 aos de su instrumentacin y

    tres de la 1 cohorte egresada del mismo.

    La AUAPsi recomienda proceder a una revisin sistemtica del plan

    de estudios, donde se integren elementos de evaluacin interna y

    externa, cada cinco aos aproximadamente. Es decir con una

    frecuencia semejante al perodo de duracin de los estudios de una

    cohorte de alumnos de tiempo completo.

    c.-Los ejes de la transformacin curricular.

  • 1.- El Curriculum vigente en la Facultad de Psicologa reconoce dos

    matrices diferentes, que se busc articular: la que se identifica como

    "modelo Bogot", que es un modelo tradicional "disciplinario" o "de

    coleccin"(Bernstein: 1990; 1996) y el llamado "modelo UAM-

    Xochimilco" centrado en problemas de la prctica profesional, u

    objetos de transformacin (OT). Algunos de las dificultades que se

    han ido presentando a la hora de su implementacin, pueden estar

    determinadas por la imposibilidad de definir con claridad cul es el

    "cdigo curricular" (Barco: 1996), la lgica organizativa, que orienta

    la seleccin y articulacin de los distintos formatos (cursos, talleres,

    servicios) y secuencias establecidas en el documento curricular

    (currculo prescrito y reglamento respectivo).

    En el modelo Bogot dicho cdigo parece estar presidido por la

    lgica positivista de las disciplinas acadmicas, con sus lmites

    rgidos y su tendencia al abroquelamiento de las ctedras en la hiper-

    especializacin. Esta tendencia no desaparece por la agrupacin de

    las disciplinas en reas, que a veces es slo formal, y a veces se

    traduce en la constitucin de una nueva, macro-disciplina (Morin:

    1990).

    Lo mismo podra decirse respecto a los Departamentos e Institutos,

    idealizados en el imaginario reformista latinoamericano, a partir del

    proyecto de la Universidad de Brasilia (1962. Ribeiro: 1973), y su

    traduccin autctona en nuestro frustrado Plan Maggiolo (1967).

    En cambio, el modelo UAM-Xochimilco se estructura en base a un

    sistema modular, basado en unidades integradas de enseanza-

    aprendizaje (UEAs, UTIs), articuladas alrededor de un proyecto de

    investigacin formativa que integre las diversas miradas que deben

    confluir para abarcar el objeto de transformacin.

    Ms all de las limitaciones propias de cada modelo, no es poca cosa

    sealar que en nuestro medio, la puesta en marcha de cucrriculas

    pretendidamente modulares o integradoras (Medicina, Psicologa,

    Odontologa), se llev adelante sin una transformacin sustantiva de

    la estructura acadmico-administrativa, razn por la cual abortaron

    gran parte de los esfuerzos por integrar el trabajo de las distintas

    ctedras, reas o departamentos.

    2.- Lo dicho en el pargrafo anterior no significa que Estructura y

    Curriculum tengan que encajar puntualmente uno en otra, pues ello

    podra constituirse en un cuello de botella para el desarrollo de la

    Facultad. La formacin de grado es una de las funciones que la

    Facultad debe encarar, pero no es la nica.

    Antonio Grompone (1963), planteaba que: ... la enseanza superior

    intenta crear ciencia o conocimientos intelectuales, inicia para la

    investigacin en ese dominio, divulga los conocimientos y,

    generalmente es, adems de lo indicado, una escuela de formacin

    profesional para todas las actividades tcnicas que se fundamentan

    en las corrientes cientficas o intelectuales.

    El aparente relegamiento de la funcin enseanza a un ltimo lugar,

    es indudablemente aqu un llamado de atencin, por la hipertrofia que

    la misma ha experimentado histricamente en nuestra Universidad.

    De ello se ha querido escapar en los ltimos aos, "curvando la vara",

    excesivamente hacia la funcin investigacin, a partir de un supuesto

    que ha demostrado ser falso: que la mejora de la investigacin

    provocara automticamente la mejora de la docencia y la extensin

    (Brovetto: 1994).

    En el movimiento pendular propio de las instituciones educativas, hoy

    es frecuente el reclamo de que las polticas universitarias se

  • desarrollen a partir del eje de la extensin, que es el que garantizara

    la pertinencia de las lneas de investigacin y formacin.

    Esta orientacin, que en Amrica Latina tiene un fuerte respaldo

    desde la Reforma de Crdoba (1918), se ha convertido en bandera de

    lucha del Orden Estudiantil .

    Pero adems, desde la reapertura democrtica, la Psicologa

    Universitaria ha hecho aportes sustantivos para repensar (o redefinir

    terica y metodolgicamente) la extensin y sus relaciones con las

    otras funciones universitarias, en el contexto actual (Carrasco: 1989).

    En su Informe de Gestin del 1er. perodo (1999-2003) el Sr.

    Decano V. Giorgi planteaba que La extensin es uno de los ejes

    centrales de una concepcin de Universidad con la cual la psicologa

    universitaria ha estado histricamente identificada. La forma en que

    se piensa la extensin, sus potenciales destinatarios y su articulacin

    con la enseanza y la investigacin son coordenadas que definen el

    posicionamiento social de la Universidad y el lugar que se le da al

    conocimiento.

    Si bien la Universidad de la Repblica no cuenta con una definicin

    consensuada de la extensin universitaria, una de las

    conceptualizaciones ms ricas es la contenida en el Documento

    elaborado por la IX Convencin de la FEUU (1999). En un pasaje de

    dicho Documento se afirma: es la fuente de informacin principal

    para la planificacin de la enseanza formal universitaria y para el

    direccionamiento de la investigacin cientfica. Es por tanto la

    funcin que sirve de gua poltica a la institucin, garantizando la

    pertinencia social del trabajo de la Universidad.

    De ah que, entre los pasos a dar en el futuro inmediato proponga la

    Recuperacin y potencializacin de su funcin como brjula

    orientadora del trabajo universitario.

    Todo este debate est (o debera estar) incluido en el momento de

    pensar qu, cunto y en qu direccin cambiar el Curriculum. Lo que

    parece insoslayable es la necesidad de flexibilizar tanto el Curriculum

    como la Estructura de la Facultad, para posibilitar su desarrollo de

    futuro, sin necesidad de forzar ni transgredir las grandes lneas que

    llegue a consensuar el Claustro, y sin sentirse constreido a la hora de

    proponer innovaciones experimentales que posibiliten dar respuesta a

    nuevas demandas e incorporar los cambios que se vayan operando,

    tanto a nivel de la disciplina como de la realidad socio-histrica en la

    que se inscribe la accin de la Facultad y de sus egresados.

    3.- No por aprobar un nuevo documento curricular se garantiza el

    cambio. Sostiene Coll (1996)que Un currculum no es ms que una

    propuesta, y como tal, por definicin, nunca cumplida, incumplible. Es

    una definicin utpica.

    Contra esa definicin utpica van a chocar los habitus, las tradiciones

    y estilos que se han ido sedimentando en la institucin, y que no

    siempre estn regidos por lgicas acadmicas.

    Una investigacin realizada en dos Universidades brasileas (da

    Cunha /Leite, 1996) pone de manifiesto que los docentes

    universitarios introyectan valores y prcticas inherentes a su campo

    profesional, reproduciendo en su hacer docente, a veces sin ser

    conscientes de ello, los mecanismos de control del conocimiento

    presentes en la divisin social del trabajo. De ah que, cuanto ms

    directa es la relacin entre el conocimiento profesional y el campo

    econmico, ms fuertemente estructuradas estn las currculas, y

    mayor es la tendencia a la utilizacin de pedagogas visibles

    (Bernstein: 1990), centradas en la transmisin del saber y

    preocupadas por el desempeo de los estudiantes. Ello ocurre sobre

  • todo en las llamadas profesiones liberales.

    Esto estara alertando sobre las posiciones ingenuas que desconocen

    la relatividad de la autonoma universitaria a la hora de tomar las

    decisiones curriculares. Y poniendo sobre el tapete un conflicto no

    siempre asumido: la existencia de diversos imaginarios e intereses a

    la hora de definir, entre las prcticas profesionales dominantes y las

    emergentes, a dnde apunta el proyecto institucional de la Facultad.

    Probablemente la doble matriz del actual currculum obedezca a

    este conflicto no resuelto, ya que el modelo de coleccin se ajusta

    ms a un imaginario de ejercicio liberal de la profesin, mientras que

    el modelo modular ha avanzado sobre todo en lo que Fernndez

    Enguita (1991) llama las semi-profesiones .

    En el fondo, lo que est en juego es la lucha por el reconocimiento del

    campo profesional, que trae aparejado, aunque no siempre se lo

    reconozca, un conflicto por cuestiones de status, recursos y territorio

    (Goodson: 1995). La Historia del Currculum estara demostrando

    que, cuanto ms abstracto y descontextualizado se ha hecho el

    conocimiento profesional, ms reconocimiento (material y simblico)

    han conseguido los respectivos grupos profesionales.

    Cmo opera esto hoy en el imaginario de los estudiantes, docentes y

    egresados de la Facultad de Psicologa?

    Nudos a deshacer, tramas a construir

    Como se ver, los conflictos a que aluda Furln son de muy diversa

    ndole, y requieren una variada y hasta dispar tramitacin. Sera un

    buen comienzo, poder establecer un plan gradual de abordaje que

    permita avanzar, quitando la sensacin de que siempre nos estamos

    moviendo (o peor an: estamos parados) en el mismo lugar.

    Nuestra Facultad inici el proceso de evaluacin interna del currculum

    en 1996-98; de acuerdo a lo aconsejado por la AUAPsi estaramos en

    fecha de retomarlo, actualizar los datos entonces recogidos y ampliar

    el espectro de actores convocados, escuchando todas las voces

    (todos los rdenes?). Luego, completar esa evaluacin, integrando -

    como decimos en el sub-ttulo- otras miradas (evaluacin externa).

    Deca Paulo Freire (1986) que en educacin no debemos preocuparnos

    tanto por buscar las respuestas, sino por plantearnos las preguntas.

    En ese sentido, no pretendemos con este informe sino complejizar el

    campo, en el entendido de que ello contribuye a profundizar la

    reflexin y el debate necesarios para avanzar en la formulacin

    participativa del currculum de nuestra Facultad.

    II.- IDEAS A TENER EN CUENTA...

    El currculum es un concepto permanentemente elusivo y

    multifactico.

    Es un concepto dificultoso porque es definido, redefinido y negociado

    en una variedad de niveles y en una variedad de arenas (Goodson)

    Asumiendo esta dificultad, dada por la variedad de arenas y niveles

    en los que el currculum se define, redefine y negocia, proponemos

    utilizar como herramienta que nos ayude a discernir en qu terreno

    nos estamos moviendo y a qu estamos aludiendo cuando planteamos

    crticas o propuestas, el esquema de el currculum como proceso

    que presentramos en la Asamblea del Claustro del mes de

    octubre/2004.

  • Si nos atenemos a lo que opinan los equipos docentes encuestados en

    1998:

    En trminos globales, la gran mayora de los equipos docentes (21 en

    24) opina que el Plan de Estudios 88 debe mantener su diseo actual,

    pero realizarle ajustes en su diseo (17 en 24) y en su

    implementacin (19 en 24).

    Ningn equipo docente consider que el plan de estudios deba

    mantenerse incambiado y slo dos opinaron que debera modificarse

    radicalmente.

    En cuanto a la estructura en funcionamiento ningn equipo estim

    que deba mantenerse incambiada. Diez equipos opinan que debe

    mantenerse en lneas generales, pero realizarle ajustes. Nueve

    equipos docentes sostienen que debe modificarse, ajustndose al

    proyecto de estructura originalmente aprobado en 1987, mientras que

    otros tres consideran que debera modificarse radicalmente,

    siguiendo nuevos criterios. (las negritas son nuestras)

    Como se ver, el criterio que aqu predomina es el de ajuste (en una

    doble acepcin: como adecuacin a un modelo original que se

    considera valioso pero que no ha logrado cuajar en los hechos; o como

    adaptacin a los cambios que la realidad social y acadmica van

    imponiendo).

    En cambio la AUAPsi, en el informe de la 2 etapa del Programa de

    Innovacin Curricular -al que ya aludiramos en la 1 parte de este

    informe- apunta a una transformacin ms global, destacando la

    necesidad de reelaborar el perfil, los objetivos y contenidos de los

    planes de estudio, de modo tal de garantizar su coherencia interna

    con vistas a apuntar a una formacin plurivalente, que permita

    superar el sesgo acentuadamente profesionalista de las carreras de

    Psicologa.

    Y algo similar sucede con el Comit Coordinador de Psiclogos del

    MERCOSUR y pases asociados, que estableci -en el ao 2000- los

    Principios para la formacin de Psiclogos en la regin, apuntando

    a la jerarquizacin de la carrera, a travs de la legitimacin del

    campo y el fortalecimiento de la identidad profesional.

    De estas tres fuentes surgiran pues ideas a tener en cuenta a la

    hora de reformular nuestro currculum, pero que se refieren a niveles

    diferentes del proceso curricular. Mientras que los documentos

    consensuados en las organizaciones regionales de las que nuestra

    Facultad forma parte, plantean la necesidad de repensar las grandes

    lneas orientadoras de la formacin del Psiclogo (currculum prescrito

    y diseo curricular) la evaluacin que hacen nuestros docentes es ms

    complaciente respecto a esos planos, y ms crtica en lo que refiere al

    currculum organizado.

    Poco surge de este conjunto de documentos, referido al currculum en

    accin, nivel que seguramente sera el ms cuestionado si los

    encuestados hubieran sido los estudiantes.

    De todos modos, y mientras se procesa esa consulta, podemos

    rescatar un buen nmero de ideas a tener en cuenta de las

    investigaciones que se han realizado, en especial

    -pero no exclusivamente- desde la UAEn.

    En una primera aproximacin, de las investigaciones educativas y

    proyectos de innovacin en enseanza de grado, surgen tanto

    caracterizaciones institucionales y de sus actores, como aspectos

    crticos o facilitadores del trnsito curricular, que sera recomendable

  • tener presentes desde el inicio como marco referencial en el cual

    insertar cualquier propuesta de cambio o mejora del currculum:

    Aumento, ao a ao, de la matrcula. Hasta el ao 1999 el

    crecimiento anual rondaba en el 5%. Se estima que en los ltimos

    aos este porcentaje se ha incrementado.

    De 1988 al 2004 se cuadriplic la matrcula: 344 estudiantes se

    inscribieron en 1988, 1398 estudiantes lo hicieron en el 2004 .

    Composicin de la poblacin estudiantil :

    a.Feminizacin de la matrcula: los valores superan el 80% (1994-

    1999). La matrcula masculina ha oscilado entre el 13 % y el 19% en el

    mismo perodo.

    b.Heterogeneidad etaria, con una media de 23 aos y una mediana de

    20-21 aos (1994-1999).

    c.Procedencia territorial de los estudiantes: 30 % son del Interior del

    pas, 70% son oriundos de Montevideo. Se mantiene estable esta

    composicin de la matrcula para el perodo 1994-1999.

    d.Tendencia al crecimiento de los estudiantes que proceden de

    instituciones de educacin secundaria pblica (82% en 1996, 94% en

    1999).

    Alto porcentaje de Desercin en el 1er. Ciclo: 46 % de los estudiantes

    inscriptos en el perodo 1994-1999 :

    a.Las principales causas de desercin son:

    1.Institucionales (funcionamiento de la Universidad)

    2.Multicursado (inscripcin simultnea en varias carreras)

    3.Motivos laborales.

    4.Motivos vocacionales.

    Causas que, muchas veces, son relacionadas por los propios

    desertores.

    b.Entre los desertores predominan las mujeres. 3 de cada 4

    desertores son menores de 25 aos. 7 de cada 10, trabajaba en el

    momento que abandon sus estudios.

    Cambios en las modalidades de cursado y aprobacin de las

    asignaturas.

    a.Implementacin de nuevos dispositivos pedaggicos, "experiencias"

    y "experimentaciones" de trabajo con la numerosidad, combinaciones

    de clases expositivas con tcnicas de taller, con trabajo en equipo

    docente en el aula, con exposiciones de diferentes docentes, con

    distintos recursos didcticos.

    b.Experiencias de prcticas coordinadas que apuntan a superar la

    fragmentacin, fomentando la integracin multidisciplinar.

    En su Informe de gestin al cumplirse el 1er. perodo como Decano

    titular (1999-2003), V. Giorgi resuma esta situacin, sus

    potencialidades y sus retos de la siguiente manera:

    La matrcula estudiantil en la Facultad de Psicologa registr en el

    quinquenio 1998-2002 un incremento del 80%. Si bien esta demanda

    de formacin universitaria es multideterminada y debe encuadrarse

  • en un escenario social que ofrece escasas oportunidades a los

    jvenes, tambin refleja una creciente valorizacin de la psicologa

    como disciplina y como profesin alcanzada en 52 aos de presencia

    en la Universidad y en la sociedad.

    En la prctica docente cotidiana la numerosidad es vivida como un

    problema de difcil solucin, que compromete la viabilidad de los

    dispositivos de aprendizaje. Ante esto debemos reafirmar la idea de

    que el ingreso de un creciente nmero de estudiantes a la Facultad es

    un hecho positivo y saludable, que nos enfrenta al desafo de superar

    los obstculos de la masificacin a travs del rescate de las

    potencialidades implcitas en la numerosidad.

    A)Del currculum prescrito al diseo curricular.

    En 1996 el Consejo de la Facultad de Psicologa, al aprobar el perfil

    del psiclogo (28/02/96, Acta N 3), planteaba las dificultades y la

    provisoriedad de cualquier definicin al respecto, en una poca

    caracterizada por el cambio permanente y acelerado de las

    condiciones de vida y de produccin de conocimientos:

    Determinar un perfil profesional y sus incumbencias no es tarea fcil

    hoy en da. Minuto a minuto surgen nuevos conocimientos y

    metodologas, y por ende, nuevas reas profesionales y nuevos

    mbitos de trabajo. Los cambios sociales y culturales se producen

    aceleradamente. Estamos viviendo en un mundo que se hace cada vez

    ms complejo a velocidad creciente, en el cual se valoriza la posesin

    de conocimientos y la capacidad de generarlos. Los avances

    tecnolgicos y cientficos modifican permanentemente los medios de

    produccin y, en consecuencia, las sociedades plantean nuevos

    requerimientos acordes a las transformaciones del contexto.

    Tal proceso de transicin, de cambio permanente, amerita una

    modificacin constante de los recursos humanos necesarios. Por lo

    tanto, es menester asumir con flexibilidad la determinacin de las

    competencias e incumbencias de una profesin.

    A nivel regional, las Facultades de Psicologa y los Colegios de

    Psiclogos, se han planteado la necesidad de redefinir los perfiles con

    que deberan egresar hoy los profesionales universitarios, y en

    consecuencia los cambios que habra que introducir en las respectivas

    curriculas.

    1.- La AUAPsi, a partir de una evaluacin diagnstica de la Psicologa

    universitaria a la salida de la dcada perdida, recomienda:

    Desarrollar una formacin bsica ms slida

    Dar apertura a reas de vacancia

    Proporcionar una formacin intensiva en investigacin

    Acentuar las prcticas profesionales, especialmente en reas no

    clnicas

    Proponer diseos curriculares ms flexibles, que garanticen una

    proporcin ptima de materias obligatorias y electivas

    Organizar el plan de estudios en ciclos y reas, debidamente

    coordinados

    Precisar y diversificar los requisitos finales para la obtencin del

    ttulo

    Ajustar la duracin real de los planes de estudio conforme a los

    requerimientos actuales del mundo acadmico, a favor de una

    adecuada articulacin de los estudios de grado y postgrado.

  • Nuestra Facultad ya ha incorporado en el currculum vigente algunas

    de esas recomendaciones; por ejemplo: Acentuar las prcticas

    profesionales, especialmente en reas no clnicas, y Organizar el

    plan de estudios en ciclos y reas, aunque quede abierta la discusin

    acerca de si estn debidamente coordinados, ms all de lo que

    digan los documentos curriculares.

    En cambio, parecera que se est lejos an de tener un diseo

    curricular flexible, que podra estar asociado a dar apertura a reas

    de vacancia. Otro punto dbil en nuestro currculum es el

    proporcionar una formacin intensiva en investigacin, y lograr

    una adecuada articulacin de los estudios de grado y postgrado,

    dado el retraso que en este plano tenemos. El inicio de las

    Especializaciones y Maestras seguramente se traducir en un impulso

    facilitador de la incorporacin de la investigacin a nivel del grado,

    tarea en la que ya se han producido avances puntuales a nivel de

    algunos ciclos y reas , que sin embargo (y ms all de su carcter

    experimental) encuentran dificultades para su acreditacin en el

    marco del currculum actual.

    Al respecto hay, sin embargo -como lo seala la AUAPsi- un clima

    propicio para avanzar en esta lnea: En la dcada de los 90, la

    dinmica propia de la vida acadmica gener un consenso cada vez

    ms generalizado sobre la necesidad de intensificar la diversificacin

    del perfil formativo de los psiclogos, como respuesta a las demandas

    provenientes de diversas instituciones y sectores sociales y del

    desarrollo de la disciplina. Concomitantemente, aparecieron esfuerzos

    sostenidos para consolidar el campo de la investigacin en Psicologa.

    Cabe destacar el empeo de las nuevas generaciones de

    investigadores por integrarse a los circuitos internacionales, a travs

    del envo de trabajos para su publicacin o de la presentacin de

    comunicaciones en congresos nacionales e internacionales.

    Esta tendencia, en el caso de Argentina se ve catapultada por la Ley

    de Universidades (1996) que institucionaliza la evaluacin docente a

    partir de criterios de productividad acadmica que, por un lado

    estimulan, y por otro distorsionan fuertemente la labor de

    investigacin. Los docentes viven en una carrera por presentar

    papers en cuanto congreso, jornada, o similar se anuncie, porque ello

    eleva su puntuacin en el rankeo anual por el que se decide, entre

    otras cosas, el sueldo que habrn de percibir.

    ...por peso especfico: tantas pginas publicadas, con referato, en

    rganos reconocidos, preferentemente si figuran en el Citation

    Index; si se dirige a tesistas, a cuntos y desde cundo; si se realizan

    contratos, convenios, patentes; si se asiste a reuniones cientficas.

    En medio de esa presin el docente-investigador se encierra con su

    computador y escribe papers (que nadie lee) y ponencias (que nadie

    escucha) y gestiona la edicin de libros (que paga de su bolsillo y que

    no se distribuyen); esto a su vez est en directa relacin con la

    capacidad econmica de cada quien, pues no todos pueden viajar por

    el mundo participando en congresos, ni editar sus papeles ya que la

    universidad no tiene capacidad financiera para hacerse cargo de tales

    costos. Por otra parte tampoco queda demasiado tiempo para una

    adecuada transferencia en el aula. De todo ello surge que lo que se

    puede llegar a construir es poco y queda encerrado en un pequesimo

    circuito. (Palermo 2002:164)

    Sostiene G. Kapln (2003) (de quien tomamos la cita anterior) que la

    autora escribe desde una universidad perifrica de la periferia,

    como ella explica, donde estas cuestiones se agudizan (una

    universidad de una provincia argentina pobre y lejana a la capital). En

  • cualquier caso su descripcin se ajusta a la situacin de las

    universidades latinoamericanas, especialmente las pblicas, que son

    nuestra principal preocupacin aqu. Otra es sin duda la historia en

    universidades de pases centrales e incluso en algunas pocos casos

    latinoamericanos, pero creemos que algunos rasgos se mantienen,

    como el del circuito intelectual reducido y autoalimentado.

    Uno de los efectos perversos de este sistema ha sido, en muchos

    lugares (por ejemplo en Venezuela, donde lo que ms puntea es la

    produccin individual) el desmantelamiento de los equipos de

    investigacin. Habr, pues, que cuidar de no caer en las distorsiones

    que ya se advierten en otras Universidades de la regin , como efecto

    de la adopcin del modelo de ajuste del Estado evaluador neo-

    conservador, que nos atraviesa a pesar de los discursos crticos

    producidos desde la Academia. Un ejemplo de ello es la racionalidad

    implcita en el sistema de funcionamiento por proyectos concursables,

    o en el de los convenios y acuerdos de venta de servicios a entidades

    gubernamentales, empresas y organizaciones de todo tipo, en los que

    hemos entrado decididamente .

    La pregunta que siempre queda latente es la de si Es posible

    modificar las estructuras de conocimientos cuando no hay resolucin

    para las estructuras de poder? (Palermo: 2002,170; citada por Kapln)

    2.- La preocupacin del Comit Coordinador de Psiclogos del

    MERCOSUR y pases asociados est centrada en:

    Garantizar:

    una formacin bsica comn para el reconocimiento en todos los

    pases de la regin, de un Psiclogo. (define lneas de contenidos a

    incluir)

    el pluralismo terico y metodolgico en la formacin cientfico

    profesional del Psiclogo

    a nivel de grado, la formacin generalista y suficiente para el

    ejercicio profesional, reservando la especializacin al postgrado

    la formacin interdisciplinar (sugiere incluir lneas de formacin

    convergentes y complementarias)

    una formacin cientfica, reconociendo a la Psicologa como una

    ciencia que produce los conocimientos que aplica (implica formacin

    metodolgica y en competencias lingsticas)

    la integracin terica-prctica en todo el transcurso del desarrollo

    curricular.

    la formacin para el trabajo en equipos multiprofesionales

    una formacin comprometida con la atencin a las problemticas

    sociales

    Promover:

    la construccin de la identidad profesional del Psiclogo

    el compromiso tico a lo largo de la carrera, favoreciendo la

    formacin de actitudes crticas y reflexivas.

    Como se ver, el nfasis est puesto en la legitimacin del campo

    (acadmico y profesional) de la Psicologa y su insercin en lo que hoy

    tiende a identificarse como comunidades de prctica, con un perfil

    cientfico-tcnico y tico-social slidamente definido. Acerca de

    cunto se ha avanzado en esta lnea, y cunto camino queda por

    recorrer, pueden dar cuenta algunas investigaciones que analizaremos

    ms adelante.

    B)Del currculum diseado al organizado.

  • Como ya sealramos, la Facultad de Psicologa compuls, en 1998, la

    opinin de los equipos docentes respecto al plan de estudios y la

    estructura institucional. Reiteramos lo que ya dijramos en la 1

    parte de este Informe, respecto a que no es posible dar a una

    Encuesta de opinin el valor de una Evaluacin del plan, pero s es

    posible detectar a partir de ella los ncleos dilemticos a profundizar

    a travs de otras tcnicas ms rigurosas.

    1.- La Comisin de Plan de Estudios del Claustro hizo un exhaustivo

    trabajo de sistematizacin de dicha encuesta, del que se pueden

    extraer los puntos neurlgicos sobre los que se insiste

    mayoritariamente.

    a)La principal rea de vacancia en la enseanza de grado parecera

    estar constituida por la falta de espacios curriculares destinados a la

    formacin en Metodologa del trabajo intelectual y de la Investigacin

    en Psicologa . Las propuestas en esta lnea abarcan una amplia gama

    que va desde: introducir mdulos metodolgicos en los 1 Ciclos,

    pasando por incluir nuevas asignaturas como Estadstica y

    Epidemiologa, hasta incorporar un rea de Mtodos de Investigacin,

    que atraviese toda la currcula.

    b)Este ltimo punto se entronca con la necesidad de rever todo el

    tema de las reas, pues stas se fueron armando en la marcha, y no

    en funcin de una planificacin global. Retomar el criterio de que las

    reas proveen docentes a los Ciclos y que deberan estar presentes

    aun en aquellos ciclos que no tienen cursos a su cargo. (En el caso de

    una supuesta rea de Metodologa, sta debera actuar como apoyo a

    la realizacin de trabajos exigidos para la aprobacin de cursos y

    pasantas). Y generar las condiciones para que las reas puedan

    transitar su pasaje a departamentos, como espacios dinamizadores

    de produccin de conocimientos y desarrollo de la Psicologa en reas

    especficas.

    c)Lo anterior no significa reivindicar la idea de una Facultad-

    archipilago (aunque ese riesgo est latente). Por el contrario, se

    valoriza fuertemente la existencia de espacios de integracin

    interdisciplinar, aun cuando ellos no estn debidamente

    aprovechados. En ese sentido, la organizacin del plan en Ciclos se ve

    como una fortaleza potencial, que habra que consolidar,

    jerarquizando las actividades de Ciclo y promoviendo la realizacin de

    proyectos integrados, por ejemplo de trabajos a terreno en los

    servicios. Esto permitira profundizar la articulacin intra e inter-

    ciclos, en programas, metodologas y bibliografas Y podra conducir a

    un replanteamiento de los sistemas de evaluacin, hoy tan dispares,

    promoviendo formas de evaluacin integradas (de varias asignaturas)

    e integrales (docencia-investigacin-extensin).

    d)La figura de Taller es reivindicada como espacio de integracin.

    Pero se siente necesario redefinir sus objetivos, su carga horaria y

    los criterios de aprobacin y correlacin. Por ejemplo, regular las

    exigencias para el ingreso al Taller (cursado previo o simultneo de

    los cursos del respectivo Ciclo). Se reclama la creacin de la

    Coordinacin de Talleres, exigencia que ya se ha plasmado, aunque

    por ser muy reciente, no ha habido aun posibilidad de evaluarla.

    e)Vinculado al tema Talleres aparece fuertemente cuestionado todo lo

    referido a los ncleos de problematicidad, postulados por el Plan

    88. Las demandas van desde rever los ncleos de problematicidad de

  • determinados Ciclos y su relacin con los cursos que se dictan

    paralelamente, hasta discutir la vigencia y el encare general de los

    mismos. El problema es medular, pues supone poner en discusin la

    validez y viabilidad de uno de los ejes articuladores del Plan. Al

    respecto, es oportuno sealar que ni los documentos fundacionales

    del IPUR, ni el texto definitivo del plan de estudios ofrecen una

    definicin de este concepto, o un desarrollo acerca de su fundamento

    epistemolgico. Por esta razn, estos ncleos de problematicidad

    han sido objeto de diversas y variadas interpretaciones a nivel de los

    equipos docentes y de las instancias de co-gobierno de la Facultad.

    f)Una de las fortalezas del plan parece estar en las pasantas por los

    servicios, aun cuando se pida evaluarlas, y ajustar su carga horaria

    en funcin de las caractersticas de cada servicio. Pero en general hay

    un reclamo de jerarquizar estas pasantas y de iniciarlas antes del 4

    Ciclo, facilitando al estudiante el conocimiento de los servicios previo

    a realizar su opcin. A fin de ampliar la oferta y garantizar su

    pertinencia, se sugiere crear un Comit de recepcin de demandas y

    derivacin a los servicios. Hay una fuerte polarizacin respecto a si

    los postgrados deberan organizarse a partir de los servicios o desde

    otras instancias y estructuras independientes.

    g)En lo estrictamente referido a la formacin de grado, se insiste en

    la necesidad de flexibilizar el Currculum, generando condiciones que

    favorezcan la construccin de perfiles formativos diversificados y

    personalizados. En esta lnea se propone desarrollar una estructura

    que habilite la implementacin de cursos libres, no necesariamente

    integrados a Departamentos y Servicios. Y acreditar cursos realizados

    en otras Facultades o dictados por docentes invitados de otras

    estructuras acadmicas. Esto conlleva a rever todo el sistema de

    revlidas y convalidaciones, para lo cual seguramente habr que

    introducir un sistema de crditos. En este punto estamos tocando

    aspectos referidos, tanto al Curriculum diseado como al organizado.

    Cunto habra que cambiar el Curriculum vigente para habilitar las

    modificaciones requeridas por los docentes, e introducir algunas de

    las alternativas por ellos sugeridas? Estaramos hablando de

    innovaciones incrementales o de cambios estructurales ? (Cuban:

    1998)

    C) Del currculum organizado al currculum en accin

    1.- Algunas visibilidades del currculum en accin, especficamente

    en relacin a la prctica de evaluacin de los aprendizajes, se han

    puesto de manifiesto a travs de la investigacin Modalidades de

    evaluacin y calificacin en la Facultad de Psicologa, desarrollada en

    2003 desde la UAEn . Ms all de la informacin concreta que aporta

    sobre un campo neurlgico de la docencia, esta investigacin pone en

    evidencia al currculum como aquel campo de entrecruzamiento de

    ideas y prcticas diversas que mencionramos anteriormente.

    El estudio muestra que la evaluacin se da en un contexto de

    numerosidad, de heterogeneidad de modalidades de cursada y de

    evaluacin (cursos con exmenes y sin exmenes, espacio taller, etc.)

    y con escasos recursos docentes en nmero y carga horaria,

    inadecuada infra-estructura e insuficientes recursos tcnicos y

    metodolgicos.

    En el campo de la evaluacin se despliegan por tanto, mltiples

    tensiones y/o dificultades que involucran a todos los actores de la

  • escena educativa. En general:

    a.La numerosidad parecera que conlleva a la prdida de rigurosidad

    en las instancias de evaluacin.

    b.Cursos y reas definen, proponen y actan en relacin a la

    evaluacin, con lgicas contradictorias.

    c.Existe dificultad para articular los contenidos de cada curso con la

    modalidad de evaluacin.

    d.La devolucin de la evaluacin no parece estar incluida en el

    proceso de enseanza como una instancia ms de aprendizaje.

    e.La calificacin de los aprendizajes actitudinales y procedimentales

    se presenta como dificultad.

    f.Se da una heterogeneidad de significados en los indicadores de

    evaluacin empleados, lo que dificulta la traduccin de los

    rendimientos en escalas de calificaciones.

    La evaluacin se vive, en ocasiones, como una carrera de vallas para

    el estudiante y un requisito administrativo para los docentes.

    Aparece para el docente como una problemtica que interpela su

    prctica. Se vive como rutinaria, pesada e impuesta. La tarea de

    correccin insume muchas horas docentes. La calificacin se vuelve

    una tarea burocrtica. Existe una demanda de asesoramiento a las

    propuestas de evaluacin de los equipos docentes, y de formacin en

    planificacin y evaluacin educativa.

    Para los estudiantes, resultan confusos los criterios que sostienen la

    evaluacin y las exigencias que las mismas plantean. La cantidad y

    frecuencia de las pruebas, inscriptas en la globalidad de cada ciclo,

    genera dificultad al estudiante para presentarse a todas las instancias

    de evaluacin, parciales o finales. Asismismo, determina un gran

    ausentismo a clases durante los perodos de evaluacin.

    Los niveles de dificultad parecen atemperarse en los dos ltimos

    ciclos, donde las modalidades de cursada son ms personalizadas y se

    incorpora una evaluacin continua, que toma en cuenta los

    aprendizajes actitudinales y procedimentales a la hora de asignar una

    calificacin.

    Como aspectos crticos a reflexionar en torno a las prcticas de

    evaluacin, esta investigacin pone de relieve:

    a.Un manejo diverso del rango de calificaciones (1-12) en los

    distintos cursos y ciclos del grado.

    b.Instrumentos de evaluacin similares se emplean en poblaciones

    diversas cualitativa y cuantitativamente. Variables contextuales

    como: momento de la carrera, nmero de estudiantes, proceso previo

    del estudiante, carga horaria asignada, no parecen ser determinantes

    para elegir la modalidad de evaluacin propuesta.

    c.Porcentajes de aprobacin y reprobacin muy variables de un curso

    a otro.

    d.Los promedios de calificaciones de los egresados de los ltimos 10

    aos, muestran que ni un solo estudiante ha obtenido rango de

    excelencia (notas 10, 11 y 12).

    La creacin de un sistema de crditos (que aconsejan las

    investigadoras) podra resolver algunos de estos problemas,

    reconociendo la equivalencia entre dismiles propuestas de cursado y

    modalidades de evaluacin?

    2.- La coexistencia de prcticas docentes tradicionales e innovadoras

  • es otro aspecto a resaltar en el nivel del currculum en accin. Los

    informes finales del proyecto Estudio de algunas prcticas

    educativas de la Facultad de Psicologa como eje estructurante de la

    Formacin Docente, y del proyecto Reuniones de aula masiva en

    sub-grupos e incorporacin de tcnicas del trabajo intelectual dan

    cuenta de esta diversidad de prcticas.

    Aun cuando se trata de estudios de casos cuya complejidad no

    necesariamente podra ser transferible a la totalidad del universo

    curricular, la primera de estas investigaciones pone de manifiesto

    que la exposicin terica ha dejado de ser la nica modalidad de

    transmisin de saberes, y la Facultad es pionera en la implementacin

    de otras modalidades pedaggicas: grupos prcticos, talleres, etc.

    El segundo de estos proyectos (de intervencin) combina momentos

    diferenciados de interaccin en la clase terica (exposicin docente,

    grupos de discusin y de exposicin del conocimiento producido),

    posibilitando la movilidad de roles en los estudiantes. Sin embargo se

    constata que la gran mayora de los estudiantes se retira al finalizar

    la exposicin docente. En el trabajo participativo con exposicin

    personal e implicancia, permaneca no ms de un 10% de los

    estudiantes.

    Paralelamente, se favoreci un trabajo en equipo docente en el aula

    con distribucin e intercambio de roles (expositor, coordinador de

    grupo, observador, coordinador plenario), que promovi la reflexin

    sobre el descentramiento docente, las prcticas pedaggicas y la

    articulacin disciplina y enseanza, propiciando actividades internas

    de actualizacin en temas de didctica y en metodologa de

    investigacin.

    Sin embargo, se constata:

    a.Mayor peso de la disciplina del psiclogo que la del docente.

    b.Necesidad de trabajar la pedagoga universitaria.

    c.Necesidad de reflexin didctica y/o experiencial.

    Con respecto a los espacios tericos, como aproximacin preliminar o

    primeras lneas de avance de la investigacin: Los tericos:

    historias de encuentros y ausencias , podramos decir que la

    valoracin que los estudiantes hacen de los mismos, a partir de su

    trnsito curricular en la formacin, involucra dimensiones espacio-

    temporales, afectivas, personales, relacionales, institucionales y

    socio-histricas.

    El estudiante va y viene del inters y entusiasmo al aburrimiento,

    cansancio y hasta confusin en relacin a las clases tericas. Sus

    sensaciones, emociones y disposiciones van desde el estar

    fascinado frente al docente o quedar maravillado por lo que se le

    ensea, a sufrir los tericos o tener que persistir a pesar de las

    condiciones fsicas.

    En el recorrido por este espacio, parecera que el estudiante se

    instala de manera diversa y singular en el mismo, segn el momento

    curricular.

    En el inicio de la formacin, los tericos pareceran constituirse en

    lugares de socializacin, en experiencias de re-afirmacin vocacional,

    de globalizacin del conocimiento, conocimiento centrado por

    momentos nicamente en la figura del docente. Se establecen

    escenarios donde itinerantemente el estudiante transita entre el

    deslumbramiento, la desilusin y la frustracin frente a nuevos

    conocimientos.

    Imaginariamente, se visualiza una lnea que separa al espacio terico

  • en dos: los estudiantes que estn delante se implican, sacan apuntes,

    interactan tmidamente con el/los docente/s, los que estn detrs

    de dicha lnea interactan entre ellos, charlan, toman mate, se

    forman en otros saberes. La socializacin le da un plus a este

    espacio.

    El estudiante, parecera, que no se cuestiona si ir o no ir a clase, trae

    el sentido liceal de obligatoriedad, y al mismo tiempo, comienza a

    romper ese modelo normalizador-disciplinario con que ingresa.

    En el segundo ciclo, sigue prevaleciendo esa disposicin a la

    asistencia aunque la compra de los tericos desgrabados comienza a

    constituirse en lo habitual.

    En la fase intermedia de este trnsito, el estudiante discrimina y

    selecciona a qu terico asistir, individual y/o grupalmente (se

    conforman grupos de desgrabacin). La asistencia ya no es masiva y

    las elecciones refieren a la singularizacin en la formacin, a su

    autonoma, a la forma que el propio estudiante le va dando a su

    futuro ser profesional.

    Hay tericos que s siguen siendo numerosos. Son aquellos que son

    valorados positivamente ya que didctica, acadmica y/o

    profesionalmente aportan un plus, permiten el encuentro docente-

    estudiante, el encuentro de saberes, la produccin social de

    conocimientos.

    Hacia el final de la formacin, se agudiza este proceso de des-

    insercin de los tericos. Como momento clave, se termina la

    formacin sin asistir casi a ninguno. La sensacin es que los

    mismos se vacan de contenido, que se sabe ms que lo que se

    trae y trabaja en ellos (a perder el tiempo no iba).

    Ello, adems, se liga a la sensacin de atemporalidad que

    experimentan del currculum. En los cinco ciclos, los tericos se

    instrumentan de la misma manera, sin tener en cuenta las diferencias

    en las etapas y experiencias de vida y formativas del estudiante. Se

    da una linealidad en el diseo curricular, cuando la vida del estudiante

    atraviesa modificaciones sustanciales. Los horarios chocan con la

    vida cotidiana del estudiante: un estudiante trabajador, que ha

    conformado pareja, familia.

    Las presencias en el aula parecen sostenerse desde lugares

    enigmticos que disean la valoracin del encuentro. Valoracin que

    se configura a partir de diferentes y mltiples experiencias,

    construccin de sentidos que promueven el encuentro entre docentes,

    estudiantes y conocimiento.

    Son valorados aquellos tericos en donde:

    Se ensea acompaando la realidad social (se enlaza lo contextual, lo

    socio-histrico y experiencial)

    Se articula teora, prctica y experiencias (se transmite

    conocimiento y experiencia (profesional) con calidad)

    Se trabajan conceptos con un claro hilo conductor respecto al

    programa propuesto por el curso (guiando el curso)

    Se disfruta el espacio construido a partir de una relacin con el

    conocimiento que cautiva, por ejemplo los estudiantes sealan

    significativamente aquellos espacios donde se posibilita el primer

    vnculo con la locura.

    Se configura un espacio comn, un espacio crtico-reflexivo y

    dialgico (poder hacer preguntas y obtener respuestas, no que digan

    lo vamos a ver ms adelante). Se convoca a leer en comn el

  • texto y hay disposicin a una lectura en comn , a habitar este

    espacio.

    Se construye el lugar docente desde una perspectiva que rechaza el

    monopolio de ideas, el apoderamiento dominando la escena

    educativa, el posicionamiento en la propiedad del saber. Se sabe, y el

    saber y poder circulan.

    Se presenta una propuesta pedaggica-didctica distinta e

    interesante, y/o una manera particular de dar la clase por parte del

    docente, una manera humana, autntica. Se establece un

    puente, una mediacin con el conocimiento.

    Es recurrente el uso de materiales y recursos didcticos

    estticamente potentes y/o esclarecedores (videos, pelculas, casos

    clnicos, etc)

    Se da algo ms que conocimiento. La conexin con el docente, te

    pega bien o te pega mal, plantean algunos estudiantes. Se compone

    una situacin didctica desde la autenticidad o se despliega el

    aburrimiento y se abandona el aula. El docente se presenta en el aula

    y ante los estudiantes, en el deseo de ensear, en una postura que

    denota querer transmitir, que habilita la comprensin, donde lo

    emocional se pone en juego, quizs con ms fuerza que en otras

    facultades.

    Otra cara de la valoracin, estara en que este espacio:

    Se visualiza como necesario, no como lugar de produccin de

    conocimiento sino imprescindible para la aprobacin de los cursos.

    El estudiante asistira a aquellas asignaturas cuya comprensin

    presenta una importante dificultad (mito o realidad). Y asistira al

    terico cuando se aproxima una instancia de evaluacin.

    Se potencia como difusor de la informacin relevante para el cursado

    de la asignatura.

    Se dinamiza con la exposicin de un invitado reconocido en el

    mbito acadmico-profesional.

    Contracara de lo antedicho, parece ser desvalorizado desde la

    perspectiva del estudiante, en un terico:

    Lo plano: frente a la idea de autenticidad que plantebamos

    anteriormente, se opone una vivencia de plano. El docente se

    presenta disociado de su experiencia, distanciado de los estudiantes y

    del conocimiento, montono y aburrido.

    La falta de nivel acadmico.

    La utilizacin de un lenguaje muy tcnico que dificulta la

    comprensin conceptual.

    La ausencia de planificacin de aula.

    La repeticin: leer el texto, leerlo y aplicarlo literalmente,

    ausencia del docente y del estudiante?

    El uso y abuso de la exposicin oral como nico medio de

    aproximacin al conocimiento.

    Para algunos estudiantes, el espacio terico sera un lugar que no los

    implica, un lugar que no importa, un lugar donde el deseo de

    aprender no se despliega. Se conforma la idea que la no concurrencia

    a dicho espacio no afecta en lo ms mnimo el trnsito curricular (no

    vale la pena venir a los tericos, mejor comprarlos desgrabados).

    Si el deseo de aprender no se despliega en los tericos, dnde se

    pone en juego?en los grupos prcticos?, en la prctica pre-

    profesional?

  • D) Acercndonos al curriculum evaluado

    el conocimiento de las caractersticas de las prcticas actuales de los

    psiclogos () es un elemento central tanto para la enseanza, como

    para la comprensin de la relacin entre el desarrollo acadmico de la

    disciplina y el ejercicio profesional (Rodrguez: 2000).

    1.- Investigaciones desarrolladas en la Facultad ofrecen informacin

    sobre la formacin real con que egresa el Licenciado en Psicologa y la

    formacin necesaria para la insercin del psiclogo en el medio.

    Hacen referencia a las prcticas, a sus diferentes modos de

    intervencin, especficamente en los campos del psiclogo

    educacional y del psiclogo comunitario .

    Analizando ambas investigaciones, se pone de manifiesto que, tanto

    la psicologa educacional como la psicologa comunitaria, si bien se

    discriminan a nivel acadmico y profesional, tienen puntos de

    convergencia. Sus prcticas se cruzan y complementan.

    La psicologa educacional se nutre de elementos conceptuales de la

    psicologa comunitaria, del mbito de la intervencin comunitaria as

    como del anlisis institucional. La psicologa comunitaria toma como

    rea laboral al campo de la educacin, ya que el trabajo comunitario

    se desarrolla, muchas veces, en y desde organizaciones educativas.

    Y, a su vez, es interesante visualizar cmo ambos campos (ms all

    de lo propio, terica y metodolgicamente) se sustentan y/o han

    sustentado y desarrollado en y a travs de aportes venidos de la

    clnica-psicoanaltica y de la psicologa social.

    La psicologa educacional, ha trascendido histricamente a los

    modelos experimentales. La prctica del psiclogo en educacin est

    marcada por la transicin de estos modelos -psicotcnicos-, a

    modelos que amplan el campo de abordaje, dndole (y diseminando)

    diversos sentidos al rol profesional. Existe una gama variada de

    prcticas psicolgicas, predominando la tendencia a combinar la

    especializacin en psicologa educacional con la especializacin

    clnica.

    En la psicologa comunitaria la identidad profesional, muchas veces se

    define en contraposicin a un rol tradicional del psiclogo, en

    referencia a trabajar con personas en situacin de pobreza, o a

    prestar un servicio con escasa remuneracin. Sin embargo, este

    campo se perfila como una perspectiva particular de la prctica

    profesional del psiclogo que tiene que ver con la promocin de la

    salud y prevencin de la enfermedad, el trabajo interdisciplinario, el

    fortalecimiento de redes comunitarias, el trabajo con aspectos de la

    vida cotidiana de las personas.

    Ambas investigaciones expresan la dificultad que experimentan los

    psiclogos para definir y legitimar su perfil profesional:

    a.En la institucin educativa por la multiplicidad de reas de trabajo

    y tcnicas que debe desarrollar, y por la diversidad de actores a los

    que el psiclogo dirige su intervencin.

    b.En el campo comunitario por el sentimiento de que la identidad

    viene dada desde afuera, que se pierden las fronteras con otros roles

    profesionales y con la propia comunidad, que se trata de una

    pertenencia ms afectiva que disciplinaria.

  • 2.- El psiclogo en la educacin

    Sus modalidades de trabajo en la institucin educativa, refieren a:

    a.Diagnstico

    b.Orientacin vocacional

    c.Asesoramiento

    d.Intervencin

    e.Capacitacin

    Modalidades de trabajo que no son excluyentes entre s, sino que se

    complementan. La combinacin de Diagnstico-Asesoramiento-

    Intervencin es la modalidad utilizada con mayor frecuencia.

    Las reas de trabajo ms frecuentas son:

    a. Momentos significativos del proceso escolar

    b. Dificultades de aprendizaje

    c. Vnculos que se establecen en el ejercicio de roles escolares

    En tanto que reas como: estrategias pedaggicas y didcticas,

    organizacin y funcionamiento institucional, relacionamiento del

    centro con la comunidad, presentan una frecuencia menor. Por otra

    parte, se puede dar el trabajo en ms de un rea a la vez.

    Las demandas al psiclogo, desde la propia institucin escolar, son

    mltiples. Pero prevalece en el imaginario institucional el modelo

    clnico, remitiendo la labor del psiclogo a la intervencin sobre

    problemas, a travs de:

    a.atencin individual

    b.grupal

    c.trabajo en equipo

    d.intervencin con los padres

    e.asesoramiento a los docentes

    En las instituciones privadas, por lo general, el psiclogo adecua las

    prcticas a las demandas singulares que surgen en cada centro, y las

    dificultades a la que se ve expuesto son: el aislamiento y la

    rutinizacin de las prcticas.

    En las instituciones pblicas, su insercin presenta diferentes

    historias en cada sub-sistema, pero hay un sentimiento de limitacin

    de la autonoma profesional al mismo tiempo que surgen experiencias

    innovadoras puntuales de corta duracin.

    Dado que en el Plan 88 el estudiante tiene la posibilidad de optar en

    el 5 Ciclo, entre el rea Educacional y el rea Laboral, se nos plantea

    el interrogante acerca de si los psiclogos que se insertaron al egresar

    en el mbito educativo, optaron durante su formacin por el rea de

    Psicologa Educacional, o ingresaron al campo laboral sin un mnimo

    de formacin especfica que les permita situarse con solvencia

    acadmico-profesional ante los problemas y requerimientos que deben

    afrontar.

    En ese caso, cmo y dnde completan su formacin, puesto que la

    Facultad no tiene aun instrumentados los posgrados? Lo hacen a nivel

    privado? La Facultad les proporciona una formacin bsica que los

    capacita para autodirigir su formacin permanente?

    3.- El psiclogo en la comunidad

    Las modalidades de abordaje del trabajo comunitario se sustentan

    en:

  • a. La planificacin estratgica

    b. La investigacin-accin-participativa

    La poblacin-destinataria del trabajo del psiclogo comunitario, es

    predominantemente:

    a. Adolescentes y jvenes. (Se trabaja tambin con nios y adultos,

    siendo en cambio escaso, el trabajo con viejos).

    b. Poblacin en situacin de pobreza, con un cierto corrimiento hacia

    sectores de un nivel ms alto.

    Las problemticas que abordan se relacionan con las caractersticas

    de la demanda social y del particular contexto socio-histrico, siendo

    amplia la gama:

    a. sexualidad

    b. recreacin

    c. derechos humanos

    d. trabajo

    e. adicciones

    f. vivienda

    g. discapacidad

    h. violencia

    i. organizacin comunitaria, etc.

    Se trabaja generalmente inscripto en algn tipo de organizacin, del

    rea educativa o del rea de la salud.

    El trabajo del psiclogo se supervisa, desde una forma tradicional de

    supervisin hasta instancias de inter-consulta entre profesiones

    diversas y el propio trabajo en equipo con:

    a. trabajadores de la salud

    b. asistentes sociales

    c. profesionales de la educacin

    El equipo es sostn afectivo e instrumento privilegiado para el

    anlisis de la implicacin del profesional. Es bajo, en cambio, el

    porcentaje de la poblacin destinataria que se integra al trabajo en

    equipo.

    El psiclogo -en su abordaje en el rea comunitaria- pone en juego

    estrategias de tipo:

    a. individual

    b. grupal

    c. familiar

    d. en redes

    Estrategias que emplea a veces en forma simultnea. Por lo general

    se instrumentan complejos dispositivos de intervencin. Sin

    embargo, de la investigacin surge que las fuentes de

    instrumentacin ms importantes para su trabajo en el rea

    comunitaria provienen de la formacin bsica como psiclogo ms la

    experiencia.

    De ah que la investigacin consultada concluye que: el desarrollo

    acadmico de la disciplina Psicologa Comunitaria, y las prcticas

    profesionales del psiclogo comunitario, transitan por carriles

    diferentes. Cmo se resuelve esta falencia? Qu estructura actual

    puede hacerse cargo de ella y revertirla? O bien, qu cambios habra

    que introducir en el currculum para garantizar una formacin ms

    slida?

    III.- ROMPECABEZA PARA ARMAR

  • Para establecer el punto de partida de la modificacin y sus

    alcances, corresponde establecer acuerdos institucionales que

    enmarquen el cambio a producir. Entre ellos figurar la decisin de

    quines han de participar en dicha elaboracin, los modos de consulta

    a distintos actores institucionales o no, la determinacin de plazos de

    elaboracin, y una clara estipulacin de cules son las modificaciones

    sustantivas esperadas (S. Barco)

    El texto de Barco que elegimos como acpite, da cuenta de la

    complejidad del trabajo a encarar, y de la necesidad de partir de un

    encuadre que lo viabilice. No se trata de aspirar al logro de consensos

    para el cambio. Como observa A. Camilloni (2004) pretender hacer un

    cambio curricular sobre la base de consensos es imposible. Las

    Universidades han sido histricamente lugares de disenso. El

    problema es cmo se administra el conflicto. Y cmo se incorpora a

    los distintos sujetos de la determinacin curricular (de Alba: 1991) al

    proceso de discusin y toma de decisiones.

    Seala Ovide Menin (2001), que una reforma curricular supone:

    a)un trabajo en equipo, integrado por expertos en pedagoga,

    cientficos rigurosamente actualizados en la carrera que se quiere

    planificar,

    b)una encuadre poltico, a la luz de la realidad social que vive la

    Universidad nacional,

    c)una evaluacin correcta de la capacidad instalada, los recursos

    humanos y material tcnico-docente disponible en relacin directa con

    la poblacin estudiantil y su crecimiento peridico,

    d)una apreciacin objetiva de la organizacin universitaria y las

    modalidades de trabajo que operan en la unidad acadmica al

    momento de emprender la reforma,

    e)un clculo de posibilidades mediatas e inmediatas de

    aggiornamiento del personal docente y administrativo, y

    f)el inmediato ajuste del engranaje administrativo a los nuevos

    objetivos y al nuevo trato.

    Sin dejar de reconocer el valor de este punteo exhaustivo y riguroso

    de los pasos a dar y las dimensiones a tener en cuenta, pensamos que

    un riesgo de este enfoque puede ser el priorizar el componente

    tcnico (o experto) por sobre el participativo, que implica y

    compromete ms a los actores. Camilloni seala, por ejemplo, que

    aquellos que lo van a llevar a la prctica, deben participar en el diseo

    del nuevo curriculum. Porque es propio de las grandes organizaciones

    -como la Universidad- el tener que enfrentar en su accionar,

    problemas estratgicos derivados entre otras cosas de la existencia

    de metas vagas y en conflicto entre s, o de dficits de comunicacin

    interna.

    Susana Barco sugiere comenzar por definir qu es lo que se quiere

    cambiar. Y aclara: Dos son las situaciones bsicas que se plantean a

    la hora de modificar un plan. La primera parte de la necesidad de

    actualizar contenidos, modificar correlatividades, etc., dejando en

    pie la lgica con que el plan fue elaborado y supone un mejor

    desarrollo de prcticas profesionales ya establecidas. La segunda, en

  • cambio, opera desde la disconformidad con la formacin profesional

    y/o acadmica previa, con los modos en que el plan fue diseado,

    pudiendo sumarse a ello la desactualizacin de contenidos

    disciplinares. ()

    En el 2 caso teniendo a la vista lo establecido en los aludidos

    acuerdos institucionales previos, se sugiere plantearse en primera

    instancia qu prcticas llevar adelante el egresado y qu

    conocimientos se involucran en su realizacin, para finalmente pensar

    en qu campo disciplinar se los incluye.

    Podra pensarse que este esquema de abordaje refuerza el enfoque

    profesionista propio de las Universidades latinoamericanas, que es

    precisamente uno de los puntos que deberan ser discutidos por el

    demos universitario. La AUAPsi, por ejemplo, vea esta tendencia

    como un lastre que arrastran las Facultades de Psicologa de la regin,

    y que acota sus posibilidades de desarrollo cientfico y proyeccin

    acadmica a nivel internacional.

    Quizs el reto sea, sin descuidar la responsabilidad que la Universidad

    tiene en la formacin y acreditacin de los profesionales que el pas

    necesita, reforzar los objetivos acadmicos, asegurando una slida

    formacin bsica y general, que supone poner el nfasis en el

    desarrollo de competencias cognitivas de alto nivel. O, como dice -A.

    Camilloni (2004)- centrar los objetivos acadmicos en la produccin y

    transmisin de conocimiento generativo (que habilite para

    construir otros conocimientos) y autntico (que permita resolver

    problemas de la realidad).

    Integrando las propuestas de Barco, Camilloni y Menin, propusimos en

    el mes de noviembre a ADUR (propuesta que podra ser vlida

    tambin, con algunos ajustes, para el trabajo en los otros rdenes) la

    realizacin de un taller de discusin con la siguiente consigna:

    A partir del documento curricular oficial, y apelando a sus

    experiencias de trabajo en la Facultad, traten de armar el diseo real

    del plan tal como est funcionando actualmente.

    En ese diseo identifiquen cules son sus principales fortalezas y

    debilidades. Discriminen y ubiquen esas fortalezas y debilidades,

    tomando como base el esquema del currculum como proceso.

    Traten de avanzar en la propuesta de alternativas a las principales

    debilidades que hayan detectado. Analicen su pertinencia y

    viabilidad a la luz de los siguientes criterios sealados por O. Menin

    (2001):

    a.Un encuadre poltico-acadmico, a la luz de la realidad social que

    vive la Universidad nacional, y de los cambios operados en los ltimos

    aos en la disciplina.

    b.Una evaluacin de la capacidad instalada, los recursos humanos y

    material tcnico-docente disponible en relacin directa con la

    poblacin estudiantil y su crecimiento exponencial.

    c.Un anlisis de las posibilidades de aggiornamento del personal

    docente y administrativo.

    A) Un ejercicio de este tipo es slo un primer paso en el proceso de

  • establecimiento de los acuerdos institucionales bsicos de que nos

    hablaba S. Barco, a fin de poder luego avanzar en la definicin de

    cules son las modificaciones sustantivas a introducir en el actual

    Currculum y en la Estructura institucional (acadmico-administrativa)

    que lo va a potenciar. Quizs sea ste un paso previo al

    establecimiento del equipo, integrado por expertos en pedagoga,

    cientficos rigurosamente actualizados en la carrera que se quiere

    planificar (Menin: 2001) que habr de disear la nueva propuesta.

    Este equipo, debera poder contar con orientaciones ampliamente

    discutidas y acordadas respecto a, por lo menos:

    Formato deseable (incluye definicin respecto al cdigo curricular y

    el o los ejes articuladores del plan)

    Duracin de la carrera

    Perfil o perfiles de egreso deseables. Supone definir, entre otras

    cosas, si se ofrecer una nica formacin bsica general, o se

    habilitarn cursadas diferenciales: especializacin ya en el grado, o

    bien ofertas diferenciadas segn la formacin previa

    Articulacin grado-postgrado. Hasta dnde deben llegar los estudios

    de grado, y qu se puede y debe trasladar a las Especializaciones y

    postgrados

    Criterios, niveles y mbitos de articulacin teora-prctica

    Criterios y/o prioridades para la articulacin de las tres funciones

    bsicas: docencia-investigacin-extensin

    Anlisis de recursos y restricciones (materiales, tcnicas y

    acadmicas)

    1.- Quizs el punto ms difcil de resolver es el del cdigo curricular.

    S. Barco define al cdigo curricular como: la lgica organizativa del

    mismo que preside la formulacin de ejes, seleccin y/o creacin de

    disciplinas acadmicas, modos de las diversas relaciones y

    correlaciones que se establecen entre ellas para lograr la formacin

    del egresado de que se trate, as como de lineamientos generales de

    la transmisin, apropiacin y creacin de conocimientos involucrados

    en el plan. Esta lgica, a su vez descansa en fundamentos

    epistemolgicos, pedaggicos y de poltica de distribucin de

    conocimientos.

    Por su parte el concepto de eje est tomado por analoga tal como lo

    propone el diccionario: pieza cilndrica que pasa por el centro de un

    cuerpo giratorio y le sirve de sostn y gua en el movimiento.

    Segn los docentes del AUSMA (U. N. del Comahue-Argentina) es

    como si el eje realizara un doble movimiento: centrfugo primero,

    ubicando el nivel de estudios apropiado, centrpeto luego,

    distribuyendo los conocimientos en distintas asignaturas, de acuerdo

    al aspecto de las prcticas que stas propicien.

    Barco (1996) plantea que poder organizar el currculum en torno a uno

    o varios ejes, da luego un gran margen para la actualizacin

    permanente del currculum, ya que ubicando los nuevos contenidos

    que se quieran incorporar junto al eje, es posible visualizar

  • rpidamente en qu ao, ciclo o curso podran ubicarse los distintos

    niveles de abordaje de acuerdo con su extensin y complejidad

    evitando de esta forma la parcelacin excesiva y an desde el punto

    de vista burocrtico, evitando todo el trmite que implica la

    modificacin y aprobacin de un plan de estudios por inclusin de una

    nueva asignatura.

    Pensando esto desde nuestra Facultad, nos preguntamos: podran

    considerarse los ncleos de problematicidad del Plan 88, desde la

    categora de eje (uno por Ciclo)?

    Si sa fue la intencin, por qu no cumplieron la doble funcin

    centrfuga y centrpeta que mencionan los docentes argentinos?

    Se los podra repensar y/o reformular evitando todo el trmite que

    implica la modificacin y aprobacin de un plan de estudios?

    O hay cuestionamientos ms profundos que tienen que ver con el

    cdigo curricular mismo?

    2.- Camilloni presenta un esquema de los modelos de organizacin

    curricular en Holanda, que puede ser til para pensar esto.

    El eje horizontal divide dos orientaciones: segn se d prioridad a la

    teora o a la prctica, en la formacin profesional. El eje vertical

    establece la lnea divisoria a partir de los objetivos (acadmicos o

    vocacionales/profesionales) y la meta que orienta toda la formacin.

    En cul de estos modelos ubicaramos nuestro actual currculo? Es el

    deseable hoy? En caso contrario, qu cambios habra que introducir

    para habilitar una transformacin del modelo en su conjunto (cdigo,

    estructura, etc.)?

    3.- Otro tema que siempre es polmico es el de las articulaciones

    entre teora/ prctica, y docencia /investigacin/ extensin.

    Esto implica repensar juntas la enseanza, la investigacin y la

    extensin universitarias. O, mejor: repensar juntos el aprendizaje,

    la produccin de conocimientos y la relacin de la universidad con la

    sociedad. Se trata de superar, simultneamente, la separacin

    institucionalizada entre las funciones de la universidad y los

    equvocos gnoseolgicos en torno a cada una de ellas (Kapln: 2003).

    Recordemos lo que deca en su Informe de gestin, el Decano V.

    Giorgi (2003) acerca de la reconceptualizacin que se ha venido dando

    en la Facultad, respecto a los servicios como estructuras docentes

    que (apoyadas en el vrtice de la extensin) articulan las 3 funciones

    universitarias y no como meros espacios de pasanta.

    Esta opcin que parece ser de las ms valoradas, al menos por el

    orden docente, puede convertirse en un punto de apoyo para la

    transformacin curricular que se est pidiendo. Pero tambin podran

    pensarse otras modalidades convergentes o alternativas de pensar

    esta compleja temtica.

    A. Camilloni presenta un esquema interesante que recoge las diversas

    modalidades de pensar y organizar las prcticas de extensin y las

    prcticas pre-profesionales en distintas Universidades. Vale la pena

    analizar las potencialidades y los lmites de cada una de ellas, ya que

    este punto es uno de los de ms difcil resolucin en Universidades

    como la nuestra, con un crecimiento de la matrcula que desborda las

  • posibilidades de incremento de los recursos (materiales, tcnicos y

    humanos) acorde con esa demanda.

    (Falta Grfico)

    Aqu el eje horizontal divide las modalidades de acuerdo al objetivo

    que se prioriza (el inters individual o las necesidades sociales). El

    eje vertical separa las propuestas que han sido pensadas desde lo

    curricular, de aquellas que pueden ser complementarias o no, pero

    que se valorizan por lo que pueden aportar a la formacin integral del

    estudiante).

    Nuestro actual currculum se ubica claramente en el cuadrante

    superior derecho.

    Se podra pensar en habilitar otras alternativas, por lo menos como

    opcionales por parte del estudiante, pero acreditables en su

    escolaridad?

    4.- Estamos ya ingresando en la discusin de los niveles deseables y

    posibles de flexibilidad curricular. Y la posible diversificacin de las

    cursadas y los perfiles de egreso. La Facultad actualmente otorga un

    ttulo nico, con un perfil tan amplio que habilita para el ejercicio

    profesional en un altsimo nmero de prcticas y mbitos de trabajo.

    Sera preferible pensar un currculum que, a partir de una formacin

    bsica comn, se despliegue en varias opciones que delimiten el

    campo en el que pretende formarse y especializarse el estudiante,

    permitiendo as ya desde los estudios de grado, una mayor

    profundizacin en determinadas reas?

    Sera posible pensar en ofertas curriculares mltiples y

    diferenciadas, dirigidas a profesionales de otras reas (educacin,

    salud, deporte, justicia, etc.) que buscan complementar su formacin

    para poder responder a problemticas complejas que enfrentan en el

    ejercicio de su profesin?

    Estas definiciones hacen a lo que en el esquema inicial de el

    currculum como proceso llambamos el currculum prescrito y

    regulado. Es en este nivel que resulta ms amplia la ingerencia

    (directa o indirecta) de los actores que A. de Alba llama sujetos

    sociales de la sobredeterminacin curricular.

    B) A partir de aqu cobran mayor peso y relevancia los sujetos de la

    determinacin formal del currculum (el equipo interdisciplinario que

    propone Menin, por ej.) El trabajo de este equipo deber conducir a la

    elaboracin de un documento curricular (el currculum diseado)

    que ser sometido nuevamente a la discusin del demos y a la

    aprobacin formal por parte de los rganos de co-gobierno. Dicho

    documento debera contener, segn Barco :

    Fundamentos acadmicos del plan

    Objetivos de la carrera

    Objetivos especficos (acadmicos y profesionales)

    Perfil/es de egresados o perfil de prcticas esperado

    Estructura del plan (grfica y escrita). Incluye asignaturas con sus

    contenidos mnimos, carga horaria y sistema/s de cursado

    Condiciones de admisin, permanencia, avance y egreso

    Sistema de cursados, modalidades y formas de acreditacin

  • Ttulo/s a obtener

    Recursos materiales y tcnicos necesarios

    Por lo menos tres problemas poltico-pedaggicos merecen la

    atencin, y seguramente generarn polmica en esta etapa:

    1.- El de los contenidos curriculares. Qu se debe (y no se puede

    dejar de) ensear en el grado? Parecera que por lo menos, los

    estudios de grado de cualquier carrera, deberan abarcar:

    El conjunto de los conocimientos bsicos o fundamentales -a nivel de

    las fronteras actuales- de las disciplinas involucradas en el campo

    profesional

    Las destrezas y competencias requeridas para el desempeo

    profesional

    El conocimiento de la realidad social y de la problemtica general y

    especfica, dentro de cuyo marco se ejercer su tarea

    El manejo de las modernas tecnologas de acceso a la informacin, y

    el desarrollo de la capacidad de aprendizaje permanente

    La formacin tica sobre el valor del conocimiento como

    herramienta para el bienestar colectivo y la transformacin social.

    Como se recordar, el Comit Coordinador de Psiclogos del

    MERCOSUR y pases asociados, se ubicaba en esta perspectiva

    amplia, y bregaba por una formacin que, entre otras cosas,

    garantizara:

    la formacin interdisciplinar (sugiere incluir lneas de formacin

    convergentes y complementarias)

    una formacin cientfica, reconociendo a la Psicologa como una

    ciencia que produce los conocimientos que aplica (implica formacin

    metodolgica y en competencias lingsticas)

    una formacin comprometida con la atencin a las problemticas

    sociales

    Esto nos lleva a pensar en qu lugar del currculum y a travs de qu

    dispositivos se introduce el aprendizaje de estas competencias , que

    van ms all de lo especficamente disciplinar, pero hacen a la

    posibilidad de contextualizar los saberes y de mantenerse

    permanentemente informado y actualizado, en un mundo en el que el

    conocimiento se produce y transforma a una velocidad abrumadora.

    2.- El de la organizacin de esos contenidos (formatos , dispositivos ,

    etc.)

    Por ejemplo, no es indiferente que la secuencia de contenidos sea

    una secuencia escalonada y lineal agrupada por disciplinas, cada una

    de las cuales se desarrolla en forma paralela a otras y completa el

    ciclo de sus contenidos al final de un curso o carrera, o que est

    establecido por ciclos, como en el plan 88, intentando (logrando?)

    integrar las distintas disciplinas. Esas formas de organizar el

  • conocimiento se basan en supuestos psicolgicos, epistemolgicos y

    de modelos educativos; por lo tanto es necesario explicitar qu

    concepto de ciencia se est manejando, qu teora del conocimiento,

    y qu concepcin didctica es coherente con ese concepto de ciencia