volley attack! 04
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La revista digital del vóley argentinoTRANSCRIPT
La revista digital de vóley / NÚMERO 4 / ENERO 2015
En primera persona...
Javier Filardi
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Editorial
¿Balonvolea o Vóleibol?
Objeto redondo en tránsito aéreo, mil esfuerzos, para que no caiga al terreno.
Ballet de miembros, superiores, inferiores, golpeando y jugando de arriba de
abajo y de costado.
Con el saque, rompemos la estática y recibimos la pelota, luego esta es
levantada y se ataca, para abrir brechas en las calles bloqueadas.
Se intenta dar en el blanco mientras te cubren las espaldas.
Una red separa las dos potencias en una lucha calculada.
Más que fuerza bruta sirve técnica, astucia y táctica.
Seis, de frente al oponente.
Será que juegan en equipo, ¿porque parecen siete?
Gracias al deporte, gracias vóleibol.
Querida pelota: quédate en vuelo, jugando y volando, entre nuestras manos,
dedos, cerebros y corazones.
Pallavolo
Oggetto rotondo in transito aereo.
Mille sforzi perché resti in aria, sospeso.
Balletto di arti, si dan da fare con gioco e costanza.
Battuta la statica, ricezione di palla.
Palleggiando al compagno si prepara la schiacciata.
Opposte barriere, murate le strade.
L'intento é andare a segno, ti coprono le spalle.
Una rete separa due forze in lotta calcolata.
Più di forza bruta serve astuzia, tecnica e tattica.
In sei davanti all'opponente ma quando c'è la squadra, il tutto, fa più uno e
ci si sente in sette.
Grazie sport, grazie pallavolo. Palla!
Non cadere, sempre in volo, sempre in aria.
Fernado Chierico
Parámetros Técnicos Categoría Juvenil Femenina
Leandro Cardoso Entrenador Nacional de Voleibol
Estadígrafo Selecciones de base femenina Argentina @leandro_emanuel
El propósito de este informe Técnico es poder acercarle al entrenador de las categorías de base un objetivo
“ideal” en cada uno de los fundamentos que se detallan.
Dicha categoría abarca a las jóvenes nacidas durante los años 1.996 y 1.997.
Los siguientes datos fueron obtenidos durante el XXII Campeonato Sudamericano Juvenil Femenino cuya
forma de disputa fue una única zona jugando todos contra todos.
Del 30 de Septiembre al 4 de Octubre de 2014 en la ciudad de Barrancabermeja, Colombia.
En dicha competencia se hicieron presente la selección de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú.
Tabla de Posiciones Final:
1° Brasil (Clasificado al Mundial 2015)
2° Perú
3° Argentina
4° Chile
5° Colombia
Para elaborar las siguientes tablas tomamos los parámetros de las primeras tres selecciones.
Eficiencia por Fundamento
1
Charlas de café… “El respeto, la disciplina, el orden son estandartes
de un concepto de ética profesional”
Son las 17.00 hs. de un viernes gris. El lugar, un café cualquiera del barrio de Belgrano. Cualquier distraído lo podría
confundir con un contador, con un escritor o con un filósofo. Sin embargo su paciencia para hablar, sus expresiones
pedagógicas, se lenguaje claro y directo, deschavan su pasado de Profesor. Ese profesor ya canoso que miles y miles
de jóvenes han tenido en el INEF, en algún curso de vóleibol, o porque no dirigido por él en algún equipo. Hablar de
Juan Carlos Enseñat, es hablar de un referente tanto del deporte como de la Educación Física. Detrás de esa persona
sencilla, se corre el telón para hablar de todo café de por medio”
8
¿Cómo empieza la vida de un
referente como Juan Carlos
Enseñat junto al deporte?
Yo era uno de los chicos que salía
a jugar a la calle, en esa época los
pibes estábamos cuidados por
todos los padres de la cuadra, no
había tiempo, la calle era parte
de la casa; así que jugábamos 8
horas a la pelota hasta que nos
llamaran a comer, o a la
merienda. Siempre y cuando no
haya clase obvio. El estudio era lo
más importante. El fútbol
digamos que fue mi inspiración y
lo otro fueron los juegos
recreativos de los chicos. Me
habían llamado 2 veces para
jugar al fútbol. La 1ra vez
haciendo gimnasia con la escuela
en el Centro Municipal un señor
me dijo: “quiero que vengas a
jugar a Evita Morning Stars”, es el
equipo donde jugaba (José)
Yudica, Puppo, todos los
jugadores que después se
hicieron famosos en Newell’s. Y
en otra oportunidad, lo mismo,
estaba jugando en un potrero
con mis amigos y un señor me
dijo: “¿No querés venir a
anotarte a Newell’s?” pero mi
papá no me dejó. Y eso que era
hincha de Newell’s.
Hasta los 13, 14 años mi vida
pasaba por el fútbol. Yo iba a la
Escuela Normal 3 que tenía una
escuela de vóley… y bueno un día
me encontré jugando al vóley con
mis compañeros de la escuela,
los maestros eran jugadores de
vóley, la Asociación de ex
alumnos también y así empecé a
entrenar y me enganché. Y bueno
ahí no lo pude largar más. Una
pasión terrible me había
atrapado.
Sin embargo, ¿Usted dejó joven
de jugar?
Como jugador tuve una
experiencia muy corta producto
de ésta lesión (se señala la
muñeca) y dejé muy joven. Tuve
una carrera muy corta pero muy
fructífera. Mi ingreso a la escuela
Normal fue para jugar al vóleibol.
A los 15 yo ya jugaba como
suplente en primera y antes de
cumplir los 16 ya me metían. En
esa época Santa Fe tenía muy
buenos equipos, te hablo de
1954 - 1957. Cuando se hizo el
Argentino en Rosario, el equipo
de Santa Fe ponía 10 jugadores
de Selección Nacional. Esos
fueron mis maestros… y así que
aprendías o aprendías.
En Rosario éramos 4 o 5 equipos
de mayores en esa época así que
intentábamos hacer mucho
contacto con equipos de Capital
Federal, Santa Fe, Chaco en
torneos abiertos así que los que
se jugaban en Buenos Aires
veníamos y luego los invitábamos
a ir para allá (a Rosario). Así que
los Torneos Abiertos nacen como
una necesidad y así nacen la
Copa River, el Provincialista, el
Sanmartiniano, uno que hacía la
YMCA y uno de la Escuela
(Normal N° 3). Eran torneos que
en un fin de semana jugabas
promedio 6 partidos y te daba
una carga de partidos interesante
y para nosotros era muy
importante.
A los 17 me llamaron a la
Selección de Santa Fe de mayores
y vinimos al Argentino a Capital
Federal y al poco tiempo se jugó
al torneo Sanmartiniano en
YMCA y me lesioné la muñeca
jugando para Normal N° 3 a los
18 años. Estuve un tiempo donde
no se me pasaba el dolor y volví
un poquito a los 19 años pero
seguía el dolor pero me hacía ver
y no salía nada, entonces en una
revisación salió una pequeña
fisura de escafoides. Mi cuñado
que era médico osteópata me
dijo “esta lesión si no te operas
no te vas a curar”. Me operaron y
estuve 8 meses enyesado… así
que ahí largué el vóley y me vine
a estudiar a Buenos Aires. En
realidad podría haber seguido
porque tenía buenas
posibilidades. En esa época yo
era armador, que en realidad se
llamaban levantadores porque
jugábamos 4-2 clásico y en ese
momento aparecíamos los
primeros “doble función” que
éramos levantadores con
capacidad de ataque. En el
Normal, de levantadores
jugábamos con Chiche (Lo
Giudice) que jugó en la Selección
y yo.
¿Cómo fue la decisión de venirse
a estudiar a Buenos Aires y luego
quedarse para siempre aquí?
Yo me vine a estudiar a Buenos
Aires y acá me quedé por varios
motivos. Uno fue que estaba con
mi novia acá (que es mi actual
mujer) y formé una familia.
9
Yo vine a estudiar becado al
profesorado, en esa época no
podía venirme a estudiar a
Buenos Aires y además pagarme
los estudios, mi familia no podía.
Me gané una beca y vine al CAR.
Después seguí acá trabajando
una vez recibido. Siempre digo
que la experiencia que tuve en
Normal N° 3 fue una de las más
nutrientes de toda mi carrera,
inclusive como profesor, porque
de ahí saqué muchos conceptos
que me sirvieron para toda la
vida y fueron base de la didáctica
que yo utilicé en el instituto.
¿El empezar tan joven le resultó
fácil para manejar los grupos?
Mi primera experiencia fue a los
16 en Rosario; me pidieron que
entrenara al equipo cadetes de la
Escuela (actual Sub -16) y yo era
de la misma categoría. No tenía
los conocimientos profesionales
de los técnicos recibidos, pero yo
lo que hacía era entrenar e imitar
lo mismo que nos hacía a
nosotros y transmitirlo de la
mejor manera posible. En
realidad lo que ellos querían era
alguien que tuviera liderazgo y
pudiera manejar un grupo de 16
años. Esa fue una linda
experiencia que duró 2 años.
¿Cuál fue su primera experiencia
como entrenador una vez
finalizado el profesorado?
El primer equipo que tomo en
Buenos Aires fue Ateneo de la
Juventud, aunque se me hace
una confusión si fue Ateneo o
Estudiantes de La Plata. Mientras
me recibo de profesor, al año
siguiente hago el curso de
entrenador en el Instituto del
Deporte donde eran profesor
Juan Luis Bota y César Gallardo, y
Gallardo me dice un día: “Juan
Carlos me ofrecieron Estudiantes
de La Plata pero me queda lejos…
yo ya no tengo ganas, ¿no querés
ir vos?”, y me nombra a Hugo
Pichuli que prácticamente había
sido compañero mío y era Jefe de
Departamento. Era lógico en ese
momento no había autopista y el
viaje era muy largo. Yo acepté y
empecé a entrenar. Tenía 24
años y en el grupo había gente
más grande que yo. Lolo Capozzo
tenía 33 años y había sido
arquero de Estudiantes y había 3
o 4 pibes que después fueron la
base del gran equipo de
Estudiantes como Andrés (“el
oso”) Portugal, Gustavito Peñas.
Y ahí empezamos. Fue mi primer
experiencia de entrenamiento
fuerte y muy buena. Salieron una
camada de jugadores
importantes.
¿Podemos decir que ahí se crea
la corriente de entrenadores-
profesores de Ed. Física?
La mayoría de los entrenadores
hasta ese momento eran ex
jugadores. Yo soy de los que
creen, y estoy convencido que
para entrenar un deporte,
primero hay que practicarlo,
vivirlo intensamente y si sos
jugador mejor. Si sos buen
jugador teóricamente mucho
mejor porque tenés recorrido un
camino importante, pero no es lo
único ni es condición sine qua
non. Hay jugadores muy buenos
que no se han dedicado a la
docencia deportiva y hay
jugadores que no han sido muy
buenos pero que han tenido
éxito entrenando. Para que
vamos a buscar ejemplos en el
vóley si el ejemplo más claro en
el deporte Top como es el fútbol
lo tenemos a Marcelo Bielsa.
Pero no cabe duda que a partir
de Bota y Gallardo en la
Metropolitana aparecen muchos
ex jugadores – profesores que
hasta ese momento en el que yo
entro en el circuito había muy
pocos. Tenía muchos alumnos
jugadores y me veían que me iba
bien, entonces me pedían
consejo y yo les empecé a decir
que primero hicieran el
profesorado y después si querían
hagan el curso y seguían ligados
con el vóley y hasta podían hacer
las dos cosas al mismo tiempo. Y
ahí aparecieron muchos
jugadores-entrenadores-
profesores que fueron como un
contagio entre ellos y que para
mi entender fue el mejor
momento de la metropolitana.
Es decir, que en la década del ‘90
participó de la discusión pero en
sentido inverso cuando los
entrenadores “de carrera” se
oponían a la designación de
Daniel Castellani al frente del
Seleccionado.
A ver, no por Daniel Castellani,
ése es un problema político. Los
políticos son los que designan
quien es el entrenador de la
Selección. Y Daniel cayó ahí por
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ser el capitán, buen jugador,
buen liderazgo y toma el equipo.
Yo soy de la idea que un equipo
nacional, un equipo de primer
nivel debe ser entrenado y
dirigido por gente con cierta
experiencia de campo. No tiene
nada que ver ser jugador con ser
entrenador, como no tiene nada
que ver ser entrenador con ser
dirigente. Hay algunos aspectos
específicos que tienen que ver
con la capacitación del deporte
porque más allá de saber de
técnica y táctica, tenés que saber
cómo entrenarla. Y eso no se
aprende de la noche a la mañana.
Por eso hay técnicos que hacen
buenos equipos y hay equipos
que hacen buenos técnicos. Si
vos tenés seis fenómenos de
jugadores que ganan solos te van
a hacer a vos mejor técnico
aunque el tema es que a veces
no. Pero yo prefiero un técnico
que hace buenos jugadores y
buenos equipos porque nutre al
medio y nutre el nivel general.
¿Nota una evolución con
respecto a que antes el
entrenador era el que hacía todo
y ahora muchas veces tiene un
grupo de profesionales que lo
secunda?
El 90% son técnicos que siguen
haciendo esa experiencia, porque
a nivel Liga tenés 25, 30 equipos
pero de los cuales no todos no
tienes una estructura que
debería ser. Después tenés en la
metropolitana y en las otras
federaciones los entrenadores
que siguen llamando a los
jugadores, ponen la red, arman la
cancha. El entrenador a veces
tiene un ayudante, pero el
proyecto y los aspectos
motivacionales recaen sobre
ellos. En la Liga Nacional las
motivaciones están puestas en
otros conceptos como que el
jugador cobra un dinero
importante y lo defiende,
mientras que en las ligas
menores o en las bases, no hay
dinero o si hay es muy poco
como para compensar el gasto
del sándwich y la gaseosa. El
entrenador “motor de todo”
sigue existiendo con lo cual
“chapeau” porque en el técnico
se confía. Porque primero que
nada el entrenador tiene que ser
un Gran Líder. Esto no lo digo yo,
lo dicen los mismos jugadores. O
lo instituyen como líder o se gana
el liderazgo. Cualquiera de las 2
formas es posible. Cuando a vos
te nombran en el cargo,
automáticamente te instituyeron
como líder, y ahí si lo sabes
mantener se sigue; o bien tenés
que saber conseguir (no imponer)
conducir un liderazgo con tus
cualidades y eso es valorable.
Pero el técnico es el que tiene
que demostrar mayor
convencimiento, la mayor pasión,
la mayor dedicación, porque el
estímulo que brinde es muy
significativo para encontrar las
respuestas adecuadas por parte
de los jugadores. Si hay un
técnico que le da igual que un
jugador le pegue indistintamente
de una forma o de otra y no
corrige o no se preocupa para
que no mejore; si hay un jugador
que llega 8:00, otro 8:10 y otro
8:30 y la idea es empezar a las
8:00 y el entrenador lo permite,
bueno, se le va a disgregar el
plantel, salvo que haya acuerdos
previos entre todos, pero
normalmente sucede eso. El
respeto, la disciplina, el orden
son estandartes de un concepto
de ética profesional que eso lo
tiene que imponer. Un ejemplo
de esto es Julio (Velasco). Julio es
un tipo que ha sabido mamar
aquellas buenas experiencias, y él
incluso de acuerdo a su
experiencia de vida y algunos
otros conceptos que fue
tomando él es así. Y yo diría que
no es rigor, es una conducta que
tiene que ver con el respeto a los
valores y eso es bueno, les
gusten o no les gusten a los
jugadores. Pero si se expresan
previamente, se hablan con
claridad y se llevan adelante los
resultados van a llegar.
Usted que ha vivido en
diferentes épocas del vóley,
¿coincide en la frase romántica
de que “todo tiempo pasado fue
mejor”?
Yo no creo en eso. A ver, hay
gente que puede ser renegada y
lo expresa con fastidio. Y hay
otros que son agradecidos, ya
que el vóleibol ha crecido mucho
en algunos niveles. Y hay que
estar agradecido. Se dan las dos
cosas pero hay que tratar de ser
muy objetivo, pero para ser muy
objetivo habría que realizar
evaluaciones periódicas sobre
cuál es el desarrollo del vóleibol.
¿Por qué? Cuando se dice que
11
todo tiempo pasado fue mejor yo
no creo que sea mejor, sí que son
distintos, todas las épocas de la
vida son distintas y nosotros
cambiamos y
Yo digo que uno de los aspectos
que ha decrecido pero no culpo
ni a la FEVA, ni a la FMV, ni a los
clubes, pero es la vida de los
clubes y lo viven todos los
deportes por igual. El club en
Argentina tenía la concepción del
club inglés, un lugar donde se
juntaba a hacer deporte pero a
su vez se le dio una estructura de
contención familiar. El club fue
para nosotros, los chicos de
muchas generaciones, una
estructura que funcionaba en
paralelo con las escuelas, y es
más había clubes que eran
mejores que las escuelas (no
vamos a nombrar para no hacer
distinciones). Eso tiene que ver
con una sociedad que funciona,
que se solidarizan, se crean lazos
de amistad. Y esto es lo que
produjeron los clubes en
Argentina y no hay parámetro de
comparación con ningún otro
lugar en el mundo. Yo siempre
pienso esperanzadoramente que
vuelvan a resplandecer clubes
como Ferro, River, la familia vivía
en el club y eso hoy está ausente.
Tal vez puedan tener un buen
equipo de vóley, fútbol o básquet
pero no tiene mejor calidad
institucional.
¿Cómo vivió luego del famoso
equipo de Scholem su llegada a
ser entrenador de la Selección?
A mí me ofrecen la Selección
conjuntamente con Alejandro Di
Benedetto. Tomamos la
Selección de varones y mujeres a
fines de 1972. Nunca se definió
quién dirigía cada equipo. Di
Benedetto manejaba a los
varones y a mí las mujeres no me
asustaban, es más el trabajo con
las chicas fue muy bueno. Ahora
pienso que en ese momento
había muchos entrenadores que
podrían haber tomado el equipo
pero la CAV confío en éstos 2
entrenadores para ir a
Bucaramanga. Se hizo un muy
buen trabajo que todavía tengo
los datos estadísticos de la
preparación, cuando les
tomamos los primeros tests. Yo
me preguntaba por qué los
brasileros nos ganaban, y me di
cuenta que porque son doble
ancho, doble alto y doble salto.
No es que nuestros jugadores
eran malos, pero nos faltaban
potencia, fuerza, volumen de
trabajo. E hicimos un trabajito
respetando las instituciones
deportivas, cosa que a mí me
parecía que tenía que ser tenido
en cuenta para no chocar con los
entrenadores. No había dinero
para pagar entrenadores para la
Selección para que se dedicaran
exclusivamente, por ejemplo yo
ganaba mucho más en el club
que en la Selección. Entonces
respetamos el trabajo de los
clubes. Los tests que tomamos,
por ejemplo, me acuerdo
pusimos como parámetro que el
que no alcanzaba 3,15 mts. no
viajaba. Lufrano alcanzó 2,98
pero tenía unas manos
maravillosas y un concepto
táctico sobresaliente, no es que
no lo iba a dejar, pero antes de
viajar alcanzó 3,12. A Luis
Federico Thompson en el primer
test marcó 3.28 mts. y antes del
viaje marcó 3.53 mts. Y así todos
mejoraron, con lo cual ese
volumen de trabajo y esa
capacidad de entrenamiento le
dieron un plafón distinto. Y con
las chicas también ya que
jugaban partidos con equipos de
varones. Así que en un año de
trabajo se hizo un trabajo
interesante.
¿Cómo fue para los
entrenadores argentinos que
venga un entrenador extranjero
a tomar la Selección Argentina?
Había gente que estaba de
acuerdo y gente que no estaba
de acuerdo. Mi concepto es que
el deporte es una expresión de
cultura de un país, pero eso hoy
ya no existe. Eso no quita que vos
te nutras de la experiencia y los
conocimientos de otros. Pero los
que son responsables de
expresar esa cultura es la gente
del lugar. Entonces yo soy de los
que pienso que los entrenadores
nacionales son los que deben
hacerse cargo de las Selecciones
Nacionales de cada país. Ahora,
en el profesionalismo, el
problema es que lo que juega son
otros tipos de valores, el valor
económico y el valor del triunfo a
ultranza por encima de la
creación de cultura.
Si hablamos que el deporte es la
expresión cultural de un país
12
¿Cómo sería la característica del
jugador de vóleibol argentino?
Nosotros, en tanto y en cuanto
no igualemos los niveles de
preparación de los equipos de
biotipo alto (ascendencia sajona,
nórdica, Europa del este como
Rusia, Polonia, etc.) en cuanto a
resistencia, potencia, fuerza,
capacidad técnica se complica.
No hablo de altura porque los
biotipos son diferentes. Si vos
igualas eso, el nivel de
competencia y la experiencia se
va emparejando. Te van a ganar,
pero cada tanto les empezás a
ganar. Eso viene con el tiempo.
Argentina tiene algunas ventajas.
El déficit está abajo porque no
alimentamos a los chicos.
Argentina ha demostrado tener
una ciudadanía deportiva apta,
habilidosa y pensante. Una de las
cosas que yo resalto del
argentino es la capacidad
creativa. El alimento hace que el
cerebro trabaje correctamente y
eso al argentino no le faltaba. Ahí
podemos tener potenciales
buenos jugadores con capacidad
para resolver. Yo destaco la
capacidad creativa del argentino
y no sólo en el deporte. Tenemos
buenos artistas, científicos,
somos creativos. Si sabemos
aprovechar esa capacidad
creativa produce una gran fuerza
de competición. La famosa frase
“la atamos con alambre” es una
demostración porque hay que
saber atarlo con alambre. Y eso
es muy bueno siempre que no se
vuelva costumbre. Si nosotros en
diferentes camadas tuvimos
grandes jugadores, eso significa
que hay otros tantos que los
podrían imitar. A mi entender,
hoy en día hay, no menos de 20
entrenadores que podrían
entrenar la Selección. En la
Argentina se sabe cómo hacer un
equipo, cosa que en mi época no
se sabía. Antes se entrenaban 2
días por semana y los partidos y
eso era recreativo 100 %. Y eso
yo no me lo atribuyo, pero yo
intenté respetar un orden de
entrenamiento, una metodología
de trabajo que de ser tenida en
cuenta y hecha, porque si no se
hace no se mejora. Las cargas de
trabajo, las secuencias, los
descansos. Los muchachos
entrenaban con mucho
entusiasmo, muy bien en los
aspectos técnicos pero no sabían
otros aspectos que también eran
importantes como los que te
mencionaba antes.
¿Esas falencias eran producto de
la falta de contenido teórico y el
poco acceso al material que
había?
En el '74 éramos alrededor de 28
entrenadores, había más
entrenadores argentinos que
mexicanos, teníamos una pasión,
mucho entusiasmo y unas ganas
de aprender muy grandes. Todos
estábamos llegando. Ya
habíamos tenido 2 experiencias
antes en la Copa del Mundo
Masculina y Femenina en
Uruguay. En los años 60,
principios del 70 tuvimos una
avalancha de información de
entrenamiento proveniente de la
Unión Soviética, Alemania del
Este, toda la zona comunista y de
Francia información pedagógica y
ese mix nos sirvió para mejorar.
¿Al seguir en contacto con los
jóvenes mientras hacen el
profesorado, ve la misma pasión
que en su época?
Yo voy a ser más duro: Es falta de
responsabilidad. En esto soy duro
con cualquiera, sea peor o mejor
que yo. Cuando un profesional no
tiene responsabilidad no tiene
que ser profesional. Acá no pasa
por el dinero que se gana. El
profesional tiene la obligación
moral o ética de mejorar su
conocimiento en forma
permanente para que sea una
expresión de cultura poblacional.
Si los que tienen que dar el
ejemplo no lo dan, en vez de
crear valores de construcción
crea desvalores de destrucción. Y
en esto soy muy duro. El
profesional tiene que mejorar y
para mejorar se tiene que
dedicar aunque sea gratis. Un
educador, si no hace todo lo
posible para educar a sus
discípulos al mango, que se
dedique a otra cosa porque está
matando la ilusión de los otros. El
médico puede matar porque se
equivocó y entrenador te mata
por desidia.
¿Un jugador de hoy podría jugar
en la década del ’60 o ’70? ¿y un
jugador de antes podría jugar
hoy?
Sin ninguna duda. Uno de hoy
podría jugar antes pero habría
que limpiarle la cabeza, que sepa
13
jugar por la camiseta. Yo creo
que pueden jugar
tranquilamente.
Y de antes, yo te voy a nombrar
uno que admiré, aunque tengo
varios, que es Julio Zorriqueta,
era un jugador de la época, un
jugador de 1.93 mts, pero era un
jugador de una habilidad
maravillosa, una fuerza física
tremenda, salto espectacular y
además esa creatividad y esa
energía de los grandes. Es muy
difícil comparar las épocas. Pero
de todos los que vi en mi vida
para mí fue el mejor jugador.
¿Coincidís con lo que dice el
Prof. Julio Velasco de que a los
jugadores de inferiores les falta
el aprendizaje por la visión?
Sin dudas, Julio dijo algo que es
muy importante en el
aprendizaje de los niños y de los
grandes también. Está
comprobado que el 90% de lo
que aprende el humano es por
los ojos. Caminas igual que tu
papá, hablas igual que tu papá,
casi todo lo captas por tus ojos.
Los ojos son el centro de la
captación en el mundo. Y lo que
dice Julio es bárbaro. Mira que
coincidencia, antes hablábamos
que la mejor época que tuvimos,
la más nutriente era cuando los
clubes funcionaban como tal. Y la
metropolitana hacía toda la tira
seguida y también los mayores,
entonces los pibes que habían
ido a las 12 se quedaban hasta el
partidos de las 6, 7 de la tarde y
se veían 5 partidos. Y así
aprendes. En educación física hay
un dicho que dice “¡Los pibes
aprenden a pesar de los
profesores!”. El ser humano tiene
una capacidad selectiva del
aprendizaje y lo adecúa a su
propio potencial y el mismo lo
regula. No va a hacer nada que
no pueda hacer. Por eso cuando
ibas al potrero aprendías y salían
millones de jugadores de fútbol.
Es tan simple que por ser tan
simple y lo tenemos tan cerca no
nos damos cuenta.
Desde su experiencia, ¿Qué le
falta al vóley para que el vóley
crezca?
Es preocupante la falta de
jugadores. A mí me preocupa
mucho eso. Si nosotros
entendemos que el deporte sirve
para el desarrollo del ser humano
en todas sus expresiones y
fundamentalmente para el
desarrollo de su capacidad
intelectual, no importa la
cantidad de pibes que llegan a
una federación a afiliarse para
jugar, importa la cantidad de
pibes que se meten a un deporte
simplemente para jugar,
aprender el juego sin necesidad
de ser deportistas de nivel o
federados. Si nosotros
entendemos que el movimiento
deportivo les puede dar a ellos
una cantidad de valores como
seres humanos que excede, te
diría el nivel universitario, porque
son valores que no se aprenden
en la universidad. Si entendemos
esto, ahí alcanzamos el
verdadero valor de lo deportivo y
le damos al deporte el sustento
educativo que debería tener. El
deporte no está para sacar
jugadores extraordinarios, está
para esto, es un centro de
educación magnífico. Ahora si
además de centro deportivo,
sacamos jugadores
extraordinarios voy a ser el
primero en aplaudir en la tribuna.
No soy tonto. Me gusta ver las
buenas expresiones del arte y el
deporte es un arte. Así como me
gusta ver en el Colón una
orquesta sinfónica. A eso
deberíamos tender y hoy son
muy pocos los deportes que han
entendido esto. Uno que lo ha
entendido pero no sé en qué
dimensión es el rugby. Creo que
está bien orientado.
¿Esto lo ve relacionado con la
presión al jugador por ganar
para no descender?
Absolutamente. Hay que
descalificar el problema de que
se juega para ganar. No se juega
para ganar. Se juega para
aprender. Se juega para mejorar.
El ganar es consecuencia del
ganar jugando bien. Ahora si yo
le gano a un equipo porque se
equivocó más veces que yo no
sirve. Esto de ganar también
tiene un tiempo. Y eso los
entrenadores no lo entienden.
Porque prevalece la figuración
personal antes que el criterio de
brindarle a tu pupilo la mejor
experiencia posible. Y la mejor
experiencia no viene de ganar. A
mi estas cosas me conmueven
14
.
Es una tarea harto difícil resumir en pocas palabras lo que significa y representa Juan Carlos para el todo
de nuestro Voleibol, por ello me es mucho más sencillo trazar una breve caminata a la par de los
recuerdos de quien, en aquellos años de deporte romántico, se transformó – sobre todo para aquellos
jóvenes que proveníamos del mal llamado interior – en una leyenda.
Hoy, afortunadamente debido a una serie de memorable reencuentros sanadores que comenzaron a
darse desde el 2013 y en los cuales su presencia excluyente y su palabra reflexiva aún nos llaman a
recato y respeto, todos entendemos que el cariño y la pasión que, gentes como él y otros tantos que ya
no están nos inculcaron de una manera incandescente, en aquellos hermosos años en que las ideas y los
idearios nos arrobaban y queríamos salir a la calle a cambiar el curso de la historia, son las razones por las
cuales nos abroquelamos periódicamente en la defensa de la memoria colectiva de los buenos tiempos
vividos.
Mi segundo padre. Una persona que me marcó humana y profesionalmente. Me guió y sigue guiando mi
carrera. Formó muchísimos jugadores, defendió e inculcó siempre valores por sobretodo. El vóley
argentino tiene una deuda grande con él, otorgarle el lugar que merece vividos.
ABIERTA LA INSCRIPCION 2015
Cursos - Talleres - Seminarios
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Tel: 15-3157-6939
www.enade.com.ar
1
En primera persona... “Soy lo que soy como ser humano, gracias al vóley”
Conversación mano a mano con el capitán del último campeón de la Liga Argentina. Con una gran tranquilidad para
conversar, el cordobés habló desde sus comienzos, sus frustraciones, sus amigos hasta llegar a su excelente presente.
Javier Filardi tiene 34 años y es una de las estrellas de la Liga Argentina de Voleibol. El camino no le ha sido nada fácil,
la salida temprana de su hogar para intentar una carrea profesional, fue todo un desafío y una prueba que costó un
tiempo superar. Su tranquila vida en San Juan y la ayuda de su familia, hicieron del proyecto el jugador que es hoy.
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¿Por qué empezaste a jugar al
vóley?
Empecé cuando tenía ocho años,
mi familia es del deporte y
coincidió que fui a jugar al fútbol
a un club donde se jugaba al
vóley. Le dije a mi papá que
quería probar porque sentía que
me gustaría más que el fútbol,
coincidió que el club era el
mismo que estaba Sebastián
Garroq. El entrenador me motivó
mucho en su momento y los
viajes más el buen grupo que se
formó, ayudaron a que empiece a
gustarme cada vez más. Lo social
me gustó mucho, eso para mí era
fundamental, formar un grupo,
eso hizo que el deporte se vuelva
más interesante. Íbamos en carpa
a torneos, siempre estábamos
viajando a competir a algún lado,
nos entusiasmaba mucho el
entrenador por lo social,
complementado con el vóley.
Cuando te encontraste con el
deporte, técnicamente, ¿fue un
proceso fácil o difícil?
Ese entrenador le daba mucha
importancia a la técnica,
entonces nos enseñaba a golpear
antes que empezar a jugar.
Estuvimos muchas horas
golpeando contra la pared, hasta
aburrirnos, pero técnicamente
esos chicos han salido muy
buenos jugadores. Mismo mis
amigos del barrio cuando nos
juntamos, jugamos al vóley, y
todos saben pegarle y jugar
competitivamente. Técnicamente
nos dio mucho, eso hizo que a
medida que vayamos creciendo
el jugar se hacía más fluido.
Y en lo personal, ¿le fuiste
agarrando el gustito a la práctica
del deporte?
Al principio queríamos jugar por
jugar, luego querés jugar y ganar.
Los viajes forjaron que eso se
vaya asentando, jugábamos
torneos y llegábamos a
semifinales o nos quedábamos
en la puerta de un podio. El
equipo era bastante bajo de
estatura, pero jugábamos muy
bien y las victorias en los torneos
empezaron a llegar. Ahí ya
jugábamos plenamente por
ganar, no había otra motivación,
y lo lográbamos porque había
buen volumen de juego, buena
técnica y ambición. Muchos de
esos chicos fuimos convocados a
la selección de Córdoba y eso nos
permitió conseguir los títulos a
nivel nacional. Nos iba bien,
siempre había algo más para
seguir entrenando y el orgullo de
pertenecer a la selección de tu
provincia.
El vóley entonces se comenzó a
transformar en un eje en tu vida.
El vóley me ha dado mucho,
sobretodo compañerismo y
educación. Vos vas aprendiendo
a convivir con alguien y a
depender siempre del otro, te da
más allá del orgullo de ganar, te
crea otros valores en tu vida. Te
enseña a tener compañeros, a
respetarlos, a hacer del día a día
buenas relaciones porque vos
dependés de ellos y ellos
dependen de vos. Vas creciendo
con el vóley y te vas dando
cuenta con los años que la
educación que te deja el deporte
es muy buena.
¿Qué le ocurrió a ese
adolescente que empezó a
tomar decisiones?
Yo nunca había pensado jugar
profesionalmente, a las 16 años
habíamos ganado unos torneos
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argentinos y me convocan a la
selección juvenil Argentina. El
entusiasmo aumentó y también
coincidió con un ofrecimiento
para ir a jugar a Obras de San
Juan. Lo converso con mis papás
y fue mi padre que me apoyó y
me dio su aliento para que
pruebe con esa oportunidad. La
mayoría de mis amigos se
dedicaron a estudiar. Viajé junto
con Sebastián Fernandez, pero la
experiencia no fue del todo
buena para mí. Yo era muy chico,
me costaba mucho jugar, me la
pasaba en un colectivo haciendo
el trayecto Córdoba-San Juan y al
revés. Básicamente me iba mal
en todo, en el colegio y en el
vóley otro tanto. De ahí en más
tuve que hacer un quiebre en lo
mental, tratando de separar lo
personal de la carrera
profesional. Después tuve otros
destinos como Tucumán o
Córdoba nuevamente, pero
desde ahí ya me puse como meta
hacer de esto mi modo de vida.
Y al convertirte en un
profesional, ¿qué tuviste que
modificar?
Lo primero que cambiás es que
hacés un bolsito y te tenés que ir
de tu casa, eso te cambia el
panorama completamente. Dejás
todo atrás, tu familia, tus amigos,
tu vida entera en busca de tu
medio de vida. Tus amigos llevan
un ritmo y vos empezás a tener
otro, completamente distinto, ahí
tu cabeza debe reaccionar y
entender que te dedicaste a esto.
Madurás más rápido, aprendés
que estás lejos y que el tiempo
no va a volver atrás. Vivís para
entrenarte, tu trabajo es todos
los días convertirte en un mejor
deportista. Al principio como sos
joven no comprendés que
muchas cosas deben cambiar
para que cuando entrás a la
cancha, seas un buen jugador. Si
no hacés un click en donde
entendés que tu vida es muy
distinta a la de la gente común,
con sus cosas buenas y malas, no
tenés forma de hacer una
carrera. Yo de joven viajaba
constantemente a Córdoba, con
el tiempo comprendí que debo
viajar cuando el calendario me lo
permita. Entender el “yo me
dedico a esto”, eso refiere a que
la vida que llevás se parece muy
poco a la de alguien de tu misma
edad.
Hablaste mucho de tus
amistades cuando niño, ¿el
vóley te ha generado amistades?
Si, con Sebastián Fernandez
hemos jugado juntos hasta que
se retiró la anterior temporada.
Con Guillermo García hemos
forjado una amistad al punto que
lo considero mi hermano del
vóley, hoy cada vez que lo veo
tengo los mejores recuerdos,
alguien que me ha ayudado
mucho sobre todo en las malas.
Gustavo Scholtis ha sido otra
persona que pude conocer y
hacer amistad gracias al vóley.
Leandro Lardone, nuestro
preparador físico, hemos sabido
respetar los roles dentro del
equipo y fuera, supimos forjar
una amistad muy grande.
Grabriel Arroyo, Gaston Giani, el
“zurdo” Darraidú, son amigos
que me ha dado el deporte,
grandes personas que si no fuera
por el vóley no las hubiera
cruzado. Seguramente me
olvidaré de muchos, pero
agradecido porque me ha tocado
a muchos incorporarlos a mi vida.
¿Cómo ves el vóley hoy en
Argentina?
Creo que la Liga ha mejorado
mucho, los equipos se han
reforzado en buena medida. Se
contrataron jugadores de buena
categoría, algunos que tenían la
posibilidad de irse afuera no lo
han hecho y obviamente eso
ayuda. Todos los equipos buscan
mejorar siempre, desde lo
deportivo y fuera de lo deportivo,
siempre el vóley ha sido
desordenado en ese punto. Hoy
se nota que los equipos
pretenden ser más prolijos, así se
pone más competitivo también,
porque los jugadores solo se
dedican a entrenar y a jugar al
vóley. En cuanto a la difusión,
nosotros tenemos que ayudar a
que la gente se acerque a los
estadios. La presentación de la
Liga Argentina de este año, de
hacerlo en la calle es una clara
muestra. Salir a toparnos cara a
cara con la gente, mostrarnos
como un producto cercano a
ellos, la movida en las redes
sociales, que la gente se entere
que se juega al vóley. Que hay
dos días en la semana que hay
partidos por todo el país y uno en
particular que es televisado. El
vóley no es un producto fácil de
vender, la gente no va a venir
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sola, pero si vos la acercás se
queda. Tenemos, entre todos,
que buscar las formas de llegar a
todas esas personas que no
miran vóley, realizar una especie
de “contagio”. Los jugadores
tenemos que entender que las
redes sociales ayudan a eso, el
que no tiene Twitter por ejemplo,
debería tener y utilizarlo en pro
de su trabajo. En San Juan va
muchísima gente a la cancha,
pero considero de que debería ir
más, podría tranquilamente ir
mucha más. Gente y sponsors,
ayudaría mucho más a los
equipos. Es un trabajo a largo
plazo que están buscando
modernizar, pero por sobre todas
las cosas hay que
profesionalizarlo. Hay que
aprovechar los logros de
cualquier equipo argentino,
entender que hay mucha gente
trabajando detrás de un partido
de vóley de manera seria. Hay
que apostar, mucha gente lo
hace, por ejemplo Boca que hace
años que participa en la Liga
siendo uno de los pocos clubes
propiamente dichos. Eso no es
poca cosa, quienes estemos
inmerso en eso tenemos que
colaborar, pero también está
bueno que haya gente que valore
los proyectos.
¿Cómo fue la experiencia de
jugar en España?
Yo fui en el año 2005, con una
liga no de estrellas pero que
estaba bien. Estaba Palma de
Mallorca que era el mejor equipo
de la competencia, el equipo al
que yo fui tenía una buena
plantilla. Pensábamos terminar
entre los cuatro primeros, pero
lamentablemente terminamos
quintos. Fue una buena
experiencia, estuvo bien a mi
modo de ver, me permitió hacer
carrera en otra liga que no sea la
nuestra. A nivel físico noté la
mayor diferencia, se entrenaba
mucha musculación cosa que en
esa época acá no se realizaba
tanto. Éramos muchos
extranjeros, todos aprendíamos
de todos; los españoles sacaban
cosas nuestras y nosotros de
ellos. Me gustó, no me encantó,
me saqué las ganas de poder
jugar afuera. A mí me gusta
mucho Argentina, de hecho al
siguiente año me ofrecieron ir a
Francia al mismo tiempo que me
llamaron de Bolívar, el equipo
francés era bueno y acá un
proyecto todo nuevo. Me volví
sabiendo que me podía
equivocar, dejé que el tiempo
solo me dé la respuesta. Creo
que la Liga Argentina está muy
bien, a nivel internacional no está
valorizada, pero las otras ligas no
son de un nivel más alto, esta es
bien difícil de jugar. Te aseguro
que en Europa no se juega con la
voluntad de ganar que se juega
acá.
¿Cómo jugador, qué ves que has
modificado a lo largo de tu
carrera?
Básicamente el entrenamiento
fuera de la cancha, el
entrenamiento físico ha sido un
enorme diferencia de mi
comienzo hasta hoy. Fue un
acierto, un convencimiento por
haber visto cómo entrenan otros
jugadores, era la única forma de
seguir jugando a esta edad en
buen nivel. Después en cuanto al
temperamento no he cambiado
mucho, la diferencia puede ser
que ya no me peleo más con los
rivales, eso era una constante y
hasta cierto punto insoportable.
Antes tenía todos los partidos
con amarilla, ahora ya no los
tengo más. Y como te decía al
comienzo, saber de que todo el
tiempo tenés que brindarte al
máximo por tus compañeros, que
no podés regular nada. Si vos
tenés en claro que es un deporte
donde el compañerismo abarca
un 100%, no vas a hacer cosas
que perjudiquen a tu equipo.
Todo ese entrenamiento fuera de
la cancha que te decía está
relacionado con esto último, las
horas de descanso, las comidas,
los cuidados, etc. Muchas veces
pienso que si hubiese hecho
todas estas cosas antes, hubría
sido mejor jugador, creo que ha
sido un proceso de evolución, no
reniego, pero hubiera estado
bueno tener la cabeza para
entender estas cosas.
¿Cómo es tu vida hoy en San
Juan?
Cambiar de aire en lo personal
me hizo muy bien, no porque la
haya pasado mal en Bolívar, pero
llegué a un lugar donde quería
estar y no lo sabía. Vivo con mi
mujer y mi hijo de tres años, no
nos dimos cuenta que los últimos
años en Buenos Aires nos la
pasamos corriendo como si fuera
normal. Necesitábamos el
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cambio y la verdad que San Juan
nos cayó increíble. Vivimos en
una casa un poco alejada de la
ciudad, donde tenemos un patio,
el ritmo es muy tranquilo y el
clima ayuda mucho. La vida más
tranquila me hizo muy bien, creo
que influyó muchísimo en lo que
soy hoy como deportista. Me
significaba mucha presión ir a
UPCN cuando me contrataron,
era muy poco querido en San
Juan, y haber llegado a un lugar
así ayudó a que toda
preocupación quede en una mera
tontera. Es un lugar más parecido
a Córdoba, la cabeza no está a
mil como en las grandes
ciudades.
Culminaste el 2014 nada menos
que con la vuelta a la selección
Argentina, ¿realmente creías
que se podía dar la chance?
No me gustó la forma que me fui
o que me sacaron de la selección.
Pero creo que los entrenadores
tienen que elegir un cupo de
jugadores y no pueden escoger a
todos. Cuando sabía que me iba a
ir de la selección, esperaba que
me lo digan de una forma más
elegante, más directa, como me
manejo yo, cara a cara. Yo
comprendo bien todas las
situaciones, no soy un chico,
entiendo muy bien. Y cuando
Julio Velasco me volvió a
convocar, me llamó por teléfono
y me dijo que iba a estar, a pesar
de que se rumoreaba que podía
estar citado hasta que no tuve su
confirmación no me hice
ilusiones. Me puse muy contento,
no me lo esperaba por la edad,
físicamente me siento mejor
ahora que hace unos años atrás,
tuve alguna duda porque era una
decisión familiar más que
personal, pero mi mujer fue la
principal que me impulsó a
aceptar la convocatoria. A mí la
selección me encanta, es algo
indescriptible, el que te dice que
no le gusta te miente. Jugar el
mundial fue algo inolvidable, en
parte me saqué las ganas de
representar a mi país en una
competencia así. Estar en la
selección no se repite, cada día
es distinto al otro, cada día
aprendés algo nuevo, vivís algo
nuevo.
Para vos, ¿qué es el vóley?
Es una pregunta muy difícil. A mí
me ha dado todo, a mi mujer la
conocí por el vóley, hoy tengo
una familia formada con ella. Yo
he crecido con el vóley, los
valores me los ha inculcado el
deporte. Hoy no lo puedo dejar al
vóley, siempre digo que es un
poquito más, no te puedo definir
con una palabra o una frase qué
es el vóley. Si sé que yo soy lo
que soy gracias al vóley.
Concluye la charla agradeciendo el encuentro, conversando un poco más sobre música, los amigos, los asados, la familia. Javier Filardi, un pibe con humildad, que vive agradecido de haber cruzado al vóley, en el camino de su vida
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Humor…
Toque a la Olla
Por Pablo Mago
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Una tarde mundialísima
Esta nota sale cortita y al pie. Sin tiempo para llegar a la anterior edición de Volley Attack, ya sin mucho tiempo
antes de publicar, me siento a escribir de forma clara, con el mínimo de palabras y con la mayor precisión que mi
prosa me permite qué se siente ver por primera vez la final del Mundial Femenino de Voleibol. Un capítulo nuevo
en las historia del vóley femenino, en el que Estados Unidos conquistó su primer título mundial al vencer a China
en la final, por 3 -1 (27/25, 25/20, 16/25, 26/24).
Sentada en la tribuna del Mediolanum Forum entre los vítores de una multitud de 13.200 personas que hacían
vibrar el estadio, lleno hasta explotar, a tal punto que el aire acondicionado no alcanzaba a bajar la temperatura
de los corazones de los hinchas que latían enardecidos y de las gargantas que a coro aclamaban a sus equipos
con cada punto, con cada pelota recuperada, con cada malabar que dibujaron las jugadoras de las selecciones
de Estados Unidos y de China.
Ahí estaba sentada, mirando a dos de los mejores equipos del mundo, dos máquinas de alto rendimiento
enfrentadas en un duelo al mejor de 5 sets en el que no hubo un solo tanto marcado sin pelea.
Fue un partido emocionante en el que pasó de todo, las norteamericanas arrancaron dominando el primer set
ante los nervios de las chinas. En los dos primeros sets la balanza se inclinó a favor del equipo estadounidense.
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Pero luego China levantó vuelo, ganó confianza y se llevó la victoria del tercer set. El cuarto, fue un duelo parejo
y sin tregua en el que la mayor experiencia de la selección de EEUU prevaleció sobre la selección china.
Finalmente, Estados Unidos se llevó el título de campeón de la mano de su entrenador Karch Kiraly, uno de los
mejores jugadores de vóley de nuestro tiempo: “Vinimos aquí para hacer historia y lo hicimos. Fue una batalla
dura, pero lo logramos”, dijo emocionado durante la conferencia de prensa.
El privilegio y el disfrute de haber presenciado esta final me dejó con ganas de más. Nuestro país volvió a formar
parte de un Mundial Femenino de Vóley luego de doce años de ausencia. Las Panteras pisaron la arena de Roma
el 23 de septiembre en un partido contra Croacia en el que perdieron 3 a 1. Luego vendría la derrota contra
Alemania, otra contra Italia y contra República Dominicana. Finalmente, se despidieron del mundial con una
victoria contra Túnez.
Conducidas por Guillermo Orduña, nuestras felinas jugaron cada partido con tenacidad. El objetivo se cumplió,
treparon desde el puesto 19 al puesto 14 del FIVB World Ranking. Son jóvenes, con un promedio de 24 años de
edad, y tienen sed de más. Se midieron con los mejores del mundo, equipos con mayor experiencia y nivel de
juego, y durante el camino, jamás retrocedieron y demostraron que tienen mucho más para dar. Se vienen la
Copa del Mundo Japón 2015 y los Juegos Olímpicos Rio 2016 mi deseo es estar ahí y escuchar el rugido.
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Cuando me preguntaron si quería escribir algo sobre vóley se me ocurrieron un millón de ideas juntas,
pero después de reflexionar un rato, creo que no se puede hablar de ellas sin antes plantear una que
considero fundamental: la de cuidar nuestro deporte.
Desde hace tiempo observo que somos muy críticos y detractores de lo que los otros hacen Entonces no
puedo evitar preguntarme qué pasaría si ponemos el mismo énfasis que utilizamos para criticar en tratar
de mejorar nosotros. Tal vez lograríamos grandes cosas. Hablamos de lo que hacen los otros y no
miramos lo que hacemos nosotros, y en este punto me refiero a la falta de profesionalismo. A la hora de
exigir somos súper profesionales, pero a la hora de cumplir con lo nuestro dejamos bastante que desear.
Si nos convertimos en máquinas de solucionar problemas y empezamos a HACER vamos a crecer a
pasos agigantados. Si tenemos una idea mejor para nuestro deporte expongámosla, hablemos de ella,
tratemos de plasmarla; al adoptar cualquiera de estas tres actitudes podremos avanzar, mejorar y salir de
esta posición tan cómoda que es la de dar catedra sobre algo sin siquiera preguntarnos si nosotros no
tenemos nada que mejorar.
Cuando digo “hacer” me refiero a involucrarnos con lo que hacemos. Todo suma, desde invitar a la gente a
que nos venga a ver hasta invitar a chicos de escuelas, plazas y demás lugares a que realicen nuestra
actividad.
A los dirigentes y gente que trabaja para el vóley les propongo algo: que nos organicemos y planeemos de
cara al futuro los pasos a seguir; que trabajemos todos juntos y lo pongamos en práctica. Vivimos tapando
agujeros y si bien seguimos creciendo, podríamos hacerlo mucho más rápido de lo que creemos. Esto va
dirigido a todos, entrenadores, jugadores, prensa… a todos, porque cada uno desde su lugar puede
aportar mucho.
Creemos una idea propia y analicemos como está todo en lugar de adoptar discursos y posturas ajenas
como propias sin antes haber realizado un mínimo análisis. He visto durante toda mi carrera cómo se
endiosa a técnicos y a jugadores para luego defenestrarlos sin contemplaciones sólo por repetir lo que se
dice en el ambiente. Si creáramos una idea propia creo que estaríamos mejor encaminados.
No quiero extenderme mucho más, si decimos que hacemos y que tenemos un deporte hermoso,
mostremos y actuemos en consecuencia para crecer cada día más y no nos pongamos un techo.
En resumen, eliminemos la crítica sin análisis y las excusas de nuestra vida cotidiana. Pongamos en
práctica la cultura del trabajo, estoy seguro que lo único que nos va a dar es satisfacciones.
Lavalle 168 - Buenos Aires
011 4314-2072
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Diego David “Para mí no es ir a laburar a la oficina y volver. Yo lo disfruto, la paso bien”
Comenzó siendo jugador, pero las frecuentes lesiones lo obligaron a dar un paso al costado y a mirar el
vóley desde otra perspectiva. Hoy en día, es un árbitro destacado de la Federación Metropolitana de
Voleibol y aspira llegar al ámbito internacional.
¿Cuándo y de qué manera te insertaste en el mundo
del vóley?
Empecé a jugar a los 14 años en GEVP, donde llegué a
la Primera de Mayores. Nunca cambié de club, nunca
nada. Cuando estaba lesionado en el último año del
Sub-21, jugamos un amistoso y nuestro entrenador,
Claudio Trigo, me dijo si no le daba una mano
dirigiendo el amistoso, pero jodiendo. Cuando
terminó el encuentro, el DT del otro equipo, me
felicitó por el arbitraje y me preguntó si lo era. Me
dijo: “tendrías que ser arbitro o hacer el curso por lo
menos. Es muy interesante”. Y lo hice, como para
decir “bueno lo hago”, de gracioso, no más… Y
después, cuando me volví a lesionar y decidí
dedicarme de lleno al arbitraje.
Y en tu faceta de jugador, ¿Cómo eras?
Nunca fui un crack jugando, ni nada de ello (se ríe).
Sinceramente, encontré mi lugar del otro lado. Como
jugador me la rebuscaba, y mucho. Primero fui
armador y después, cuando apareció el líbero, lo fui
por un año más.
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Contame un poco de tu trayectoria como árbitro.
Cuando volví de mi última lesión, a los 22 años, (aclara
que ya siendo arbitro), estaba viendo dónde jugar,
obviamente que en Primera no. Entonces, la
Federación me recomienda que deje de jugar y me
dedique al arbitraje. Ahí aparece mi idea como
profesor de educación física, aunque no estudie.
Porque uno cuando dirige, no puede dirigir nada
donde compite su club. Entonces, si yo jugaba en
GEVP, no podía dirigir Inferiores de A, ni Inferiores de
B mujeres. Me ponía muchas barreras. Y es muy difícil
llegar a dirigir División de Honor, sino dirigiste en
Primera. Y si mi equipo estaba en primera, nunca iba a
llegar a dirigir en Primera. Entonces entre al
Profesorado, jugaba un torneo entre facultades, y por
lo tanto me permitía dirigir todas las categorías de la
división. Aunque, en el 2012, ya dirigía la Liga seguido
y División de Honor, me di un gusto, de jugar un año
en Primera con mis amigos, porque ya arbitralmente
no me imponía dirigir primera de caballeros.
¿Cuáles son los requisitos para ser árbitro?
Primero, antes que nada, se debe hacer un curso que
dura, aproximadamente, tres meses. Y por supuesto,
tenés que ser mayor de 18 años. Luego del curso, se
hace un examen teórico de planillero, y otro de
reglamento. Una vez que finalizas con eso, debes
dirigir una cantidad de partidos, para tener una nota
suficiente, que te permita arbitrar solo.
Y en cuanto a lo físico, ¿hay una serie de condiciones
a seguir?
En cuanto a lo físico, no hay limitaciones (se ríe). Pero
a medida que pasa el tiempo, la brecha entre la
imagen y el físico se va achicando. Hay árbitros que no
llegaron porque estéticamente no eran presentables o
porque no se arregla, no llegan a horario o demás
cosas que no vienen al caso.
Es habitual que el árbitro siempre sea la persona más
cuestionada dentro de la cancha, ¿Vos pensás que es
así?
Cuando el equipo gana es por mérito propio, cuando
pierde es por culpa del árbitro, es la típica. Lo que
pasa es que uno va laburando para su nombre, y con
el tiempo, tu nombre labura para vos. Si vos
históricamente, fuiste un tipo que llegó temprano,
que hizo las cosas bien, que trata de impartir justicia,
se equivoque o no, eso transmite. Entonces, no es lo
mismo que se equivoque un árbitro con mala onda
con todos, que otro que puede tener un mal día o no,
pero que te transmite seguridad y confianza. Con el
tiempo, todo se gana. Obviamente que hay
entrenadores, que hoy en día dicen que se pierde por
culpa nuestra. Pero yo tengo la suerte, en estos ocho
años que dirijo, en cada club que entro, me saludo con
los entrenadores con un abrazo. Lo que no quita que
al momento de dirigir, él es entrenador, vos sos
jugador y yo el árbitro. Fuera de eso, cada una con la
suya. Obviamente tengo amigos jugadores y los dirijo,
y saben que en el partido, cada uno tienen distintos
roles.
En cuanto a los cambios de reglamentos establecidos
por la FIVB, ¿afectan o favorecen tu desarrollo
profesional?
Hubo muchos cambios en cuanto al reglamento, y la
mayoría de ellos, yo creo que nos beneficiaron. El del
“toque de red”, es el que más nos ayudó, porque
antes siempre era infracción, y ahora solo lo es
cuando toca la parte de arriba y un par de requisitos
más. Facilitan, y mucho, porque vos no tenés que
quedarte tanto tiempo en la red, y podes estar más
con la pelota. El tema de la sanción, también nos
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favoreció mucho, porque la amarilla pasó a ser una
advertencia en vez de una sanción. Porque
implícitamente, los jugadores piensan que una
amarilla es algo grave, pero siempre es una buena
herramienta que calma la situación y no modifica el
tablero, ni nada. Es solo una advertencia.
¿Cómo proyectas la evolución del vóley y el arbitraje
en nuestro país?
El vóley, lo veo muy físico a nivel juego, igual mucho
físico no te puedo hablar porque no es mi fuerte. Y a
nivel arbitraje, se están implementando muchas
cosas, que me parecen demasiado buenas. Como esto
que se usó en el Mundial de Polonia, de ver la jugada
de vuelta. Pero también hay muchos cambios que se
vienen. A su vez, están unificando las reglas del beach
con el vóley indoor. Porque mucha gente ve un
deporte y se lo confunde con otro. Por ejemplo, en el
beach, el bloqueo cuenta como toque y en el Indoor,
no. Ahora, no cuenta como toque. Otra diferencia es
que el golpe manos altas del beach, es mucho más
estricto. Al momento del golpe es mucho más
previsivo el momento de la llevada, que en el indoor.
¿Ves que la tecnología está favoreciendo el
desarrollo del vóley?
Lo veo mucho más tecnológico, por ejemplo en Italia
ya juegan sin jueces de línea, sino que hay una cámara
en cada línea y en cada red. Entonces, el árbitro pita y
tiene una tablet en la silla y ve lo sucedido. Yo creo
que para que se implemente, eso en Sudamérica, ya
no voy a estar dirigiendo. Lo que si se va a
implementar, son las cámaras o la repetición de
jugadas.
Y en tu vida, ¿de qué forma proyectás tu futuro?
Uno tiene la aspiración de llegar a ser un árbitro
internacional. Pero es un camino difícil, donde no
todos llegan. Además debería perfeccionar mi inglés, y
eso me cuesta. El árbitro 6 puntos, con excelente nivel
de inglés, está mejor que el árbitro con 10 puntos. Es
una aspiración, lo que quiere decir que si no llegue me
sienta frustrado. Yo siempre me puse metas cortas y
de fácil acceso, lo que me permitió achicar la brecha.
Yo me quise hacer fuerte en mi Liga, y lo hice. Hoy
estoy en la parte de la Comisión de Arbitraje, colaboro
con los cursos de arbitraje y con la FeVa en lo que
puedo. Quiero asentarme en la Liga Argentina, quiero
ser un árbitro que cubre partidos de uno y no para
uno. Y después, los pasos a seguir llegando a donde
me dé. Esto lo hago por placer y gusto, y no por
necesidad. Entonces me da un plus. Para mí no es ir a
laburar a la oficina y volver. Yo lo disfruto, la paso
bien.
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FACTITIS PLANTAR
Lic. Aníbal Barbero Kinesiólogo-Quiropráctico
Depto. Médico Club Boca Juniors
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o
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Una frase que resume todo…
“
Seguinos en las redes sociales
/RevistaVolleyAttack @VolleyAttackOK
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Preparación Física en el Vóley de Alto Rendimiento
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NUTRICION Alimentación antes, durante y después de la actividad física
Mónica Kostolnik Lic. En Nutrición
Retomando lo compartido en el artículo anterior pero desde otro punto de vista, repasemos que
alimentos son los más convenientes según sus cualidades energéticas y su impacto no solo a
nivel físico, sino también mental y emocional
Los alimentos y sus cualidades energéticas
Hay alimentos que favorecen:
Hiperactividad física y mental, por lo tanto dificultades para concentrarse, tendencia a el enojo, ambición de control y
posterior frustración, etc.
AZUCARES (azúcar blanca, endulzantes artificiales, chocolate, galletitas, facturas, etc.)
BEBIDAS CON CAFEINA: café, mate, té, bebidas colas, alcohol, energizantes
LOS AMARGOS (verduras amargas: endivia, achicoria, lechuga romana)
LOS AGRIOS (limón, queso, yogur, tomate, uvas, ciruelas, vinagre),
PICANTES Y AJO
Inercia, cansancio, pesadez, letargia, depresión
CARNES (rojas, pollo y pescado), embutidos y derivados
ENLATADOS, CONSERVAS Y ALIMENTOS COCIDOS HACE MUCHO TIEMPO, CONGELADOS
COMIDAS RAPIDAS
ALIMENTOS FERMENTADOS, el alcohol
DROGAS
CEBOLLA Y HONGOS
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Energía, enfoque y concentración, tranquilidad y equilibrio, que permite mayor claridad en la acción, entusiasmo,
alegría que favorece el disfrute y la persistencia en la exigencia de lo cotidiano
VEGETALES FRESCOS
FRUTAS FRESCAS
CEREALES Y LEGUMBRES
LECHE Y YOGUR FRESCO
SEMILLAS Y FRUTAS SECAS
Basándonos en esta clasificación de la medicina Ayurveda (significa “ciencia de la vida”, es un sistema de medicina
tradicional que considera al individuo como un complejo cuerpo, mente y espíritu) nuestra alimentación debería
basarse principalmente en los alimentos del tercer grupo
Entonces…
¿Qué comer antes de hacer ejercicio?
Para elegir los alimentos que vamos a ingerir antes de realizar actividad física debemos tener en cuenta que, en
primer lugar, se aconseja consumir alimentos bajos en grasa. Esto se debe a que la grasa tarda más en digerirse, por
lo que puede causar fatiga. Lo recomendable es incorporar carbohidratos de lenta absorción y con cantidades
moderadas de proteínas. Por supuesto, ingerir abundante líquido es imprescindible
Algunas alternativas de carbohidratos de bajo o moderado índice glucémico son los cereales integrales, los cereales
de desayuno, la avena, la cebada, los garbanzos, las lentejas y las frutas con cáscara, como la manzana, la naranja y
la mandarina, entre otras (justamente los alimentos del tercer grupo, no?)
Incorporando este tipo de alimentos antes de hacer ejercicio tendremos mayor energía y sensación de saciedad por
tiempo suficiente.
Ejemplo de desayuno o merienda
Ya todos conocemos el famoso desayuno con infusión con leche, tostadas de pan integral, yogur con cereales y
frutas frescas, ¿verdad?
Qué tal explorar nuevas opciones
Granola o avena con yogur o leche vegetal (soja o almendras) con frutas secas picadas, pasas de uva,
banana cortadita, miel y canela si te gusta
Licuado de frutas con agua o leche vegetal + barra de cereales
Licuados o jugos de fruta con Spirulina (suplemento natural)+tostadas de pan integral con miel
Mix de frutas secas para colaciones
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Ejemplos de almuerzos
En este caso el clásico es el plato de pastas con una porción chica de proteína + ensalada y fruta de postre
Otras opciones
Risotto de arroz yamani y vegetales + ensalada de zanahoria, apio, lentejas rosadas y semillas de sésamo
Sopa de cebada y lentejas + hamburguesas de quinoa y verduras salteadas al wok
¿Cuánto tiempo antes hay que comer previo a la actividad física?
Esta es una pregunta muy frecuente y lo cierto es que depende del tipo de comida que se ingiera: si es una merienda
o colación, lo recomendable es comer entre 30 y 60 minutos antes de ejercitarse, mientras que un buen desayuno o
almuerzo requieren un período de entre 60 y 90 minutos de espera para que la digestión no tenga un impacto en
nuestro rendimiento.
¿Qué comer mientras hacemos actividad física?
Es importante aclarar, en primer lugar, que las comidas o suplementos se aconsejan únicamente en casos de
personas que lleven adelante actividad física de larga duración. Partiendo de esta base, las barras de cereal y las
frutas frescas, deshidratadas (orejones, pasas de uva, etc.) o secas (almendras, nueces, castañas de cajú, etc.) son
ideales para ingerir entre sets, mientras que los geles suelen ser una buena opción para atletas de resistencia, pero
pueden usarse para acelerar la recuperación cuando se juega partidos muy seguidos en torneos cortos o play off.
¿Qué comer después de hacer ejercicio?
El momento inmediato posterior al ejercicio es el más relevante y el que más se deja de lado. Es crucial reponer la
energía que se almacena en los músculos y el hígado (glucógeno) rápidamente en los primeros 45 minutos post-
ejercicio ya que el músculo se encuentra en un estado de mucha avidez por lo hidratos de carbono y las proteínas.
Consumir en ese momento un jugo de naranja con 1 cda de miel, acelera en gran medida este proceso
Este período se llama ventana de recuperación y se debe, entre otras cosas, a que los músculos son muy sensibles a
la insulina que está en niveles elevados en la sangre. Si se le administra al organismo exactamente lo que necesita
en el momento que lo necesita, se mejora el rendimiento deportivo, se minimiza el daño muscular y se facilita la
máxima recuperación.
Si se aprovecha este momento, en las primeras 2 hs se repone el 80% de la energía haciendo que el próximo
entrenamiento sea óptimo y se eviten lesiones. Si no se aprovecha este lapso, se pueden tardar más de 48 hs para
lograr el mismo efecto.
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Hidratación
El cuerpo está compuesto por un 60-70% de agua, los órganos más abundantes en agua son el cerebro, hígado y los
músculos; de ahí que sean altamente sensibles a la deshidratación
El agua es el alimento número uno para los deportistas, sobre todo si el ejercicio es prolongado y a altas
temperaturas.
La hidratación insuficiente durante el ejercicio es una causa mayor de disminución en el rendimiento físico debido a
una alteración en la termorregulación y del sistema cardiovascular. El organismo necesita agua para regular la
temperatura corporal, mantener el volumen y presión sanguínea adecuados, y permitir la producción de energía. Si
los músculos no están bien hidratados se vuelven débiles y se fatigan fácilmente.
Cuando la persona experimenta sed es indicador de un mal estado de hidratación. Un signo orientativo a grandes
rasgos del grado de hidratación lo proporciona el color de la orina. Cuando esta ya sale clara y transparente, todavía
es aconsejable tomar unos 500cc más de líquido.
Medir en los entrenamientos el grado de pérdida de líquido, pesándose antes y después del ejercicio, nos da una idea
de la reposición necesaria (una pérdida de 0.5Kg corresponde a 1.5 litros que deben reponerse) Cabe aclarar que el
alcohol, café o té, contribuyen a la deshidratación.
Es conveniente prestar atención a la hidratación previa, durante y posterior a la competencia o entrenamiento.
Comenzar la ingesta de líquidos algunas horas antes 200cc (1 vaso) cada 20-30 minutos y mantenerla durante el
ejercicio.
Durante el ejercicio prestar atención a la temperatura del agua (natural a fresca), el volumen (el vaso de agua es una
buena medida, a mayores volúmenes disminuye la velocidad de absorción), el contenido calórico y la concentración
de la bebida (adecuada 8%). Todos estos factores son tenidos en cuenta para facilitar el vaciamiento gástrico y
consecuente hidratación. También cabe aclarar que cada deportista debe ajustar la temperatura y concentración de
la bebida a utilizar en el entrenamiento, las bebidas muy frías o con electrolitos comerciales pueden causar malestar
gastrointestinal.
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VOLLEY ATTACK!