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Centro Para la Educación y Prevención del Sida “Encuesta de Opinión sobre Homofobia dirigida a Estudiantes Universitarios en Cinco Departamentos de Nicaragua” Auspiciado por: Hivos Managua, República de Nicaragua Julio, 2008

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Centro Para la Educación y Prevención del Sida

“Encuesta de Opinión sobre Homofobia dirigida a Estudiantes Universitarios en

Cinco Departamentos de Nicaragua”

Auspiciado por:

Hivos

Managua, República de Nicaragua Julio, 2008

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1. Presentación

El Centro Para la Educación y Prevención del SIDA, es una organización civil sin fines de lucro, con 15 años de experiencia en el trabajo de prevención de las ITS, VIH y SIDA con una audiencia específica, como son los hombres, independientemente de su orientación sexual e identidad de género. CEPRESI ha venido desarrollando programas y ejecutando proyectos que tienen como fin la promoción de la participación de los hombres, hombres homosexuales y otros Hombres que tienen Sexo con Hombres como agentes de su propio cambio, abordando las causas que constituyen factores de riesgo a la diseminación del VIH/SIDA desde un enfoque integral de los derechos sexuales, como parte inalienable e insustituible de los Derechos Humanos, en aras de crear un clima propicio para la aceptación, tolerancia y respeto a la diversidad y la no discriminación, a través de una estrategia de comunicación para el cambio social en el ámbito local. En el marco de la cooperación que CEPRESI ejecuta con la Agencia HIVOS y como parte de una investigación comparativa que se está realizando en Honduras, Costa Rica y Nicaragua, se ha llevado a cabo el presente Estudio de Opinión entre estudiantes universitarios en cinco departamentos del país. El presente documento recoge una importante información y análisis cuali – cuantitativo sobre esa población como un primer acercamiento científico sobre variables importantes (tales como homosexualidad, derechos sexuales de gays y lesbianas, aceptación-rechazo, homofobia y Sida), que parecen determinar las tendencias de la población joven en general con nivel educativo superior, con respecto a sus actitudes homofòbicas y su relación con la eficacia u obstáculos que experimentan los programas de educación y prevención del Sida en la población masculina.

2. Resumen

El objetivo del estudio fue determinar la “reacción y creencia” (actitud) frente a posibles o reales situaciones personales o ajenas con respecto a homosexualidad y homofobia, dirigido a jóvenes universitarios –entre hombres y mujeres- en cinco departamentos de Nicaragua. Para ello se aplicó a 500 personas una encuesta descriptiva (estructurada), anónima y con algunas opciones de repuestas abiertas. Se buscó relación con edad, género, ciencias o carrera que estudian, con o sin hijos o hijas, su relación o no con familiares “gays” o “lesbianas”, esto en cuanto a las variables demográficas. También fue explorada su reacción sobre casos hipotéticos o reales sobre su reacción hacia la homosexualidad, su relación con el VIH y aspectos relativos a creencias religiosas o socio culturales, con el objetivo de inferir conclusiones en dichos resultados con respecto a la homofobia como factor de obstáculo o resistencia en el abordaje de prevención del VIH/SIDA y las ITS, así como de vulnerabilidad y factor de riesgo que enfrentan hombres que tienen sexo con hombres. Los datos fueron analizados con estadística descriptiva. Se obtuvieron 485 (96 %) cuestionarios completos, con respuestas compatibles para actitud de “no aceptación” (desfavorable) en 93.8 % con respecto a si tiene o si tuviesen hijos e hijas, hermanos o hermanas homosexuales, lo cual se relaciona con variables de “creencias relacionadas con la homosexualidad” tales como: promiscuidad (16.2%) soledad (11.4%), droga y alcohol (11.6%), enfermedad mental (8.4%), Sida (21%), disgusto y desagrado (7.6%), de un total de 462 personas (95% de las encuestas válidas). El análisis más cualitativo de los hallazgos y en comparación a investigaciones similares en otros países, hace necesario un estudio socio antropológico y psico social que relacione actitudes,

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conocimientos y creencias con respecto a la relación de variables “homosexualidad”, “homofobia” y “VIH/Sida” que explore la “sutileza” o “aparentes ambigüedades” en las respuestas de los entrevistados con respecto a lo que “piensan”, “lo que conocen”, “lo que realmente harían o hacen” y lo “que le gustaría hacer” y el “deber ser”. Este estudio de opinión deja abierto el camino para realizar estas exploraciones en una población joven frente a la epidemia del SIDA en Nicaragua. Palabras claves: Aceptación, rechazo, derechos, homofobia, gays, lesbianas, HSH, Sida.

3. Marco Teórico En la medida en que analizamos los datos que arrojan las encuestas de opinión o estudios a profundidad alrededor del fenómeno de la homofobia y su relación con los temas de salud y educación para la prevención del VIH y las ITS, confirmamos la relación que existe entre la forma cómo desde el género y el sexo se relacionan las personas, cómo influyen en estas relaciones la orientación sexual y cómo los imaginarios sociales afectan la actitud familiar y particular con relaciones a los seres que forman parte del circulo social y afectivo más cercano, y a las demás personas en la comunidad, perneadas por el prejuicio y mitos, lo cual conlleva a obstáculos asociados con la diseminación del VIH/Sida. Esta relación de variables “sexualidad-género-prejuicio-VIH/Sida” permea todas las formas de expresión de la sexualidad humana, pero en especial, afecta más profundamente las expresiones de la diversidad sexual que no estén enmarcadas en la norma “heterosexual”. Más específicamente de las relaciones HSH (Hombres que tienen Sexo con otros Hombres). Estos hallazgos, ya convertidos en marco referencial para el abordaje de educación y prevención del VIH/Sida y las ITS, relacionadas con los temas de Derechos en Salud Sexual y Reproductiva, así como de iniciativas internacionales, regionales y locales para la lucha contra la discriminación y la homofobia, fue consensuada y denunciada mundialmente en el seno del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/Sida (ONUSIDA) durante la Campaña Mundial contra el Sida 2002 – 2003 En efecto, el documento de “Marco Conceptual de la Campaña” (2002) afirma que: “El estigma y la discriminación son los mayores obstáculos para la prevención de nuevas infecciones, el suministro de asistencia, apoyo y tratamiento adecuados y la mitigación del impacto. El estigma y la discriminación relacionados con el VIH/Sida son universales, puesto que tienen lugar en todos los países y regiones del mundo. Son provocados por muchas fuerzas, entre ellas, la falta de conocimiento sobre la enfermedad, los mitos sobre los modos de transmisión del VIH, los prejuicios, la falta de tratamiento, las informaciones irresponsables de los medios de comunicación sobre la epidemia, el hecho de que el Sida sea incurable, los miedos sociales en torno a la sexualidad, los miedos relacionados con la enfermedad y la muerte, y los miedos relacionados con las drogas ilícitas y el consumo de drogas intravenosas.”1 Nicaragua no es la excepción, y a casi seis años de esta “declaración”, la realidad sobre la relación entre prejuicios y el Sida se sigue constatando empíricamente. La falta de un sistema de monitoreo consistente en el área de salud pública que permita conocer científicamente sobre las tendencias de la epidemia del VIH y las infecciones por transmisión sexual (ITS) en general, no nos permite revelar la magnitud del problema. No obstante, la observación permanente que se realiza a través de la ejecución de proyectos y programas educativos y de prevención reflejan la

1 Marco Conceptual y base para la Acción: Estigma y discriminación relacionados con el VIH/SIDA. ONUSIDA. Versión española, Junio 2002.Pág. 5.

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presencia de múltiples manifestaciones de prejuicios, mitos, creencias, falta de información y por lo tanto, se traducen en prácticas de riesgo. Como hemos mencionado más arriba, aunque esta situación compleja afecta a toda la población en general, el problema se agudiza cuando se trata de la situación que enfrentan los hombres frente a la epidemia del VIH y las ITS y, en consecuencia, las mujeres. Más particularmente, el rechazo hacia el comportamiento homosexual –desde el imaginario social “heterosexual”, presente incluso entre la comunidad GLTB- muestra una complejidad que requiere de mayor atención. ONUSIDA plantea que: “… A menudo se cree que las personas con el VIH/SIDA merecen su destino porque han hecho algo malo. Con frecuencia, estas “malas acciones” se vinculan con relaciones sexuales o con actividades ilícitas o reprobadas por la sociedad… Los hombres infectados pueden ser percibidos como homosexuales, bisexuales o clientes de prostitutas. Las mujeres con el VIH/SIDA son percibidas como “promiscuas” o profesionales del sexo. A menudo, la familia y la comunidad perpetúan el estigma y la discriminación, en parte por miedo, en parte por ignorancia y en parte porque resulta cómodo culpar a quienes se han visto afectados primero”.2 Consideramos que estas “declaraciones” que están enfocadas primariamente al estigma que sufren las personas conviviendo con el VIH/Sida, de hecho son totalmente válidas cuando se aborda la realidad que viven particularmente las personas que se perciben como homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. El prejuicio social alrededor de la homosexualidad –reconocido como “homofobia ”- constituye un obstáculo específico para el abordaje apropiado en la educación y prevención del VIH/Sida y las ITS que incluyen, pero no agotan, las relaciones de variables expresadas anteriormente aplicables a toda la población en general, tanto en Nicaragua y en cualquier parte del mundo. La fobia (miedo irracional no fundado hacia un estimulo), es en este caso, hacia lo homosexual: ya sea hacia la persona con orientación sexual homosexual, hacia quienes se les asigna socialmente la homosexualidad como su orientación sin que ello sea verdad, hacia comportamientos, actitudes, prácticas consideradas homosexuales. La homofobia y la lesbofobia pueden presentarse de manera internalizada en la persona, y en los grupos familiares y sociales. La homofobia/lesbofonia surge inicialmente como resultado de la contradicción entre la vivencia particular y los imaginarios familiares y sociales. Induce a la auto-agresión, a la negación de sí mismo y por lo tanto a la negación del deseo, el erotismo, la afectividad y la genitalidad; además a no establecer una identidad particular sexual positiva, a la negación a considerarse homosexual y a no tener una identidad particular positiva de la propia orientación sexual, por tanto, a no identificarse homosexual o a no aceptar que se le denomine de esta manera. Como consecuencia de ello, el hombre se ve obligado a posesionarse en un estilo de vida con el cual no se halla identificado, a asumir en su cotidianidad una “doble moral”, a establecer vínculos y relaciones que le vulneran, agreden, y que igualmente pueden llegar a violentar y lesionar a otras personas.

2 Ibídem Pág. 9.

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Las relaciones entre los hombres y las mujeres, y entre los mismos hombres y las mismas mujeres son de carácter político, social y cultural. El carácter político se fundamenta en las relaciones de poder y está asignado por las diferentes estructuras de este: tales como las económicas, las determinadas por el acceso al conocimiento, la etnia, la edad, y por condiciones de carácter sexual como las identidades particulares y sociales de sexo, género, la orientación sexual, como también, por las expresiones de los comportamientos sexuales. Lo masculino está relacionado socialmente con la sobrevivencia y el mantenimiento de lo material, pero no con la ternura, los afectos, las emociones o las relaciones cálidas con los hombres e incluso con las mujeres. Rivera (1991) afirma que “la socialización y el adiestramiento a la cual se somete al niño desde temprana edad requiere la supresión de cualquier sentimiento que implique debilidad, fragilidad, temor, sensibilidad, espontaneidad afectiva, y por el contrario exige el aprendizaje de respuestas autodestructivas o de alto riesgo”. Las ideologías masculina y machista no afectan únicamente a las mujeres; por supuesto, vulneran igualmente a quien las propone, por tanto afectan a los hombres, quienes son igualmente “víctimas” del machismo, el sexismo, la falocracia y de los propios imaginarios de la masculinidad. En el caso de los hombres homosexuales la vulneración es doble, por cuanto la reciben de la sociedad, y la ejercen sobre sí mismos y sus congéneres. En las relaciones sexo-género entre los hombres y las mujeres, y entre los mismos hombres y las mismas mujeres, las estructuras de poder no son inamovibles, ni siquiera lo son las referenciadas a la sexualidad como las identidades particulares y sociales de sexo, género, orientación sexual e inclusive las expresiones de comportamiento sexuales. En las relaciones entre hombres a su protagonistas los han clasificado en la categoría “Hombres que tienen sexo con otros hombres” (HSH). Esta clasificación que parece ser bastante “abierta” y “neutral” pretende recoger a los hombres que no se autodeterminan homosexuales. Esta definición que busca enmendar errores en la planificación y puesta en práctica de programas informativos y preventivos en VIH/sida, por supuesto es más teórica que de la vida real, y puede llegar a ser “reduccionista” si no logra trascender lo sustantivo. Aun cuando la definición no pretende ligar sexo a coito, si parece anteponer como determinante el carácter genital de las relaciones, olvidando las vinculaciones afectivas, eróticas y deseantes, olvidando que el Sida así haya sido clasificado como una enfermedad de transmisión sexual, se ve influenciado directa o indirectamente por una serie de cofactores tales como lo cultural, lo emocional, lo ideológico, lo político, lo socioeconómico e inclusive por las diversas formas de control social. Una de esas formas de control social que Nicaragua ha enfrentado –al igual que muchos países a lo largo de la historia legislativa-, ha sido la afirmación legal “condenatoria” de la homosexualidad tipificada como delito bajo la figura de “sodomía” –palabra que en sí misma encierra un prejuicio por razones interpretativas erróneas3— manifiesta en el otrora Código Penal en su famoso artículo 204. En Nicaragua, el llamado “artículo 204” ha constituido un objetivo tangible en la lucha en contra de la homofobia y la reivindicación de los derechos sexuales de las comunidades y grupos e 3 Aunque la literatura alrededor del tema es abundante –no tanto en Español- y no es el tema central de este estudio, podemos recomendar al menos un par de obras muy reconocidas: “Lo que la Biblia realmente dice sobre la homosexualidad”, de Naiel A. Helminiak, PhD. Ed. Egales S.I. 2003 de su texto original en Inglés y la obra “Papá, Mamá, soy Gay” de Reina Riesenfeld, ed. Grijalbo, 2002. Recientemente se ha publicado la obra en inglés, aún no traducida al Español, titulada “Gay Christian 101”. Spiritual Self-Defense for Gay Chrsitian, del exitoso conferencista Rick Brentlinger, copyright 2007.

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individuos GLTTB como derechos totalmente válidos para el cuerpo legal constituido en declaraciones internacionales de Derechos Humanos. El CEPRESI, uniéndose a los múltiples esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil, de iniciativas comunitarias e individuos, ha denunciado en muchos foros nacionales e internacionales esta forma legalizada de discriminación y control. Estas denuncias han sido acompañadas de otras acciones tales como marchas, recursos de amparo ante los tribunales de justicia –obviamente rechazados por la Corte Suprema de Justicia con argumentos seudo religiosos y moralistas-, así como de programas y proyectos educativos y de prevención, especialmente en la población mayoritariamente joven en Nicaragua. De esta manera se van asumiendo las directrices que los países en consenso han definido para mitigar y luchar contra las múltiples formas de discriminación y homofobia. Finalmente, todos esos esfuerzos se han cristalizado en un nuevo Código Penal –que a la fecha de este estudio empieza a tener plena vigencia- en el cual desaparece la condena explícita hacia la homosexualidad. No obstante, aún hay mucho camino qué recorrer en este sentido. No obstante, la lucha no termina ahí en lo legal, porque el fenómeno del prejuicio y las fobias no son determinados, afirmados o extinguidos exclusivamente por la acción legal, aunque si constituye un gran paso. El prejuicio y la homofobia en particular requieren de mayor análisis y de estrategias de acción. La comprensión científica del fenómeno en Nicaragua y en la región Centroamericana y la búsqueda de acciones concretas, son objetivos estratégicos específicos que alianzas y organizaciones –como el CEPRESI- están realizando, en esfuerzos conjuntos con Agencias de Cooperación para el Desarrollo –como en este caso particular de HIVOS. Por ello, este estudio explorativo sobre la relación entre homofobia y la prevención del VIH/Sida pretende contribuir a abrir caminos para el debate, estudios a mayor profundidad y la definición de nuevas acciones a ejecutarse en proyectos y programas estratégicos.

4. Material y Métodos

El diseño metodológico en este estudio está enmarcado en un diseño descriptivo comparativo, puesto que la pretensión fue comparar las reacciones que personas jóvenes (hombres y mujeres) con nivel educacional superior (universidad), en cuatro rangos de edad: menor de 20 (no menores de 18), entre 20 y 26, entre 27 y 33 y mayores de 34 (no mayor de 37).

La encuesta fue aplicada de manera aleatoria a una muestra de 500 personas que participaron voluntariamente y a las cuales se les exponía la consigna que “el cuestionario tiene como propósito estudiar la forma en que la o el encuestado piensan y reaccionan con respecto a determinados asuntos de sexualidad”. El fin práctico del estudio está relacionado con la obtención de insumos que permitan “construir una propuesta apropiada de abordaje de la prevención del VIH en la población joven, y en especial énfasis en lo referente la población masculina”. El estudio fue dirigido a jóvenes universitarios –entre hombres y mujeres- en cinco departamentos de Nicaragua: Managua, Masaya, León, Chinandega y Nueva Segovia (en sus respectivas cabeceras municipales). Se buscó relación con edad, género, ciencias o carrera que estudian, con o sin hijos o hijas, su relación o no con familiares “gays” o “lesbianas”, esto en cuanto a las variables demográficas. También fue explorada su reacción sobre casos hipotéticos o reales sobre su reacción hacia la homosexualidad, su relación con el VIH y aspectos relativos a

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creencias religiosas o socio culturales, con el objetivo de inferir conclusiones en dichos resultados con respecto a la homofobia como factor de obstáculo o resistencia en el abordaje de prevención del VIH/Sida y las ITS, así como de vulnerabilidad y riesgos que enfrentan hombres que tienen sexo con hombres. Las preguntas con significados comunes fueron agrupadas en dominios que contuviesen un significado más genérico, dando lugar a dos variables más cuyos nombres pretendían expresar lo que había de común en el entendiendo “por creencias” y por “actitud” para inferir si hay manifestaciones de “homofobia” en la población encuestada. Los reactivos de las preguntas siete, catorce, quince, dieciséis, diecinueve, veinte, veintiuno, vencidos, veintitrés sirvieron para establecer la variable “creencia. Los reactivos de las preguntas nueve, .diez, once, doce, trece, diecisiete, dieciocho, veinticuatro, veinticinco y veintiséis sirvieron para establecer la variable de “actitud”. De los 500 cuestionarios previstos para la muestra fueron considerados para el análisis 485 (96 %) y eliminados quince (4 %) por presentar datos incompletos.

5. Análisis e Interpretación de los Resultados La estrategia que se utilizó para el análisis de esta encuesta fue:

a. Describir la muestra, ya que fue realizada de manera voluntaria, aleatoria y en una cohorte específica /estudiantes universitarios en cinco departamentos del país). Las principales variables que describen a la muestra son por estratificación de edad y sexo distribuidos territorialmente en las zonas de estudio..

b. Exploración de las reacciones para casos reales o hipotéticos entre las y los encuestados

relacionados con el tema de la homosexualidad en su círculo familiar (hijos, hermanos o amigos), relacionando las variables indicadas en el acápite de Material y Métodos de este documento, con el fin de inferir en manifestaciones expresas de prejuicio –en general- y homofobia en particular.

c. Exploración de las creencias en la muestra alrededor de la homosexualidad y el VIH/Sida

y las ITS.

a. Descripción de la Muestra La encuesta se aplicó en estudiantes universitarios de los siguientes Centros de Estudios Superiores, con sus respectivas frecuencias entre las encuestas válidas, para un total de 484 cuestionarios (244 hombres y 240 mujeres, uno no respondió):

3.- Lugar de estudio: Frecuencia PorcentajePorcentaje acumulado

1.UNAN Managua 94 19,40% 19,40%10.UCAN Chinandega 10 2,10% 21,50%11.UACH Chinandega 25 5,20% 26,70%2.UCC 40 8,30% 34,90%3.UCA 105 21,70% 56,60%4.UNIVAL Ocotal 51 10,50% 67,10%6.UNAN Leon 100 20,70% 87,80%7.Chinandega 1 0,20% 88,00%8.UPONIC Masaya 48 9,90% 97,90%9.UPONIC Chinandega 10 2,10% 100,00%Total 484 100,00% 100,00%

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Aunque las encuestas fueron aplicadas en algunos casos en varias universidades en un mismo departamento del país, se pueden agrupar de la siguiente manera: Managua representa un 49.3% (lo cual es compatible con respecto a la concentración poblacional en la capital), Chinandega 9.6%, León 20.7% (igualmente compatible con la concetración poblacional como la segunda ciudad más grande del país), Masaya 9.9% Nueva Segovia (Ocotal) 10.5%. La estratificación por edades se realizó de la siguiente manera, observándose en el mismo gráfico que el mayor porcentaje se encuentra entre los 18 y 26 años (para un porcentaje acumulado de 88.8%):

2.- Edad: Frecuencia PorcentajePorcentaje acumulado

1.Menor de 20 años 219 45,20% 45,20%2.Entre 20 y 26 años 211 43,60% 88,80%3.Entre 27 y 33 años 34 7,00% 95,90%

4.Más de 34 años 20 4,10% 100,00%

Total 484 100,00% 100,00% A continuación se presentan las frecuencias por cruces de edades y sexo: Estratificación de edades en hombres:

Estratificación de edades en mujeres:

2.- Edad: Frecuencia PorcentajePorcentaje acumulado

1.Menor de 20 años 111 46,3% 46,3%2.Entre 20 y 26 años 110 45,8% 92,1%3.Entre 27 y 33 años 11 4,6% 96,7%4.Más de 34 años 8 3,3% 100,0%Total 240 100,0% 100,0%

Como podemos observar en las tablas anteriores, la mayor parte de la muestra está concentrada en una población joven menor de 26 años y en esa estratificación, una representación mayor de mujeres, para un 96,7% de mujeres y un 85,7% de hombres.

2.- Edad: Frecuencia PorcentajePorcentaje acumulado

1.Menor de 20 años 108 44,3% 44,3% 2.Entre 20 y 26 años 101 41,4% 85,7% 3.Entre 27 y 33 años 23 9,4% 95,1% 4.Más de 34 años 12 4,9% 100,0%Total 244 100,0% 100,0%

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En cuanto a las disciplinas o carreras que estudian las y los encuestados que respondieron a esta pregunta (413), se observa una concentración en las ciencias administrativas (31.5%), Ciencias Sociales (23%) e ingenierías (17.7%). El resto de las ciencias (médicas, de la comunicación, puras y agrarias) reflejan un acumulado de 27.8%:

6.- El área de la carrera que cursa es: Frecuencia Porcentaje

Porcentaje acumulado

1.Ciencias Sociales (T. Soc., Sociologia, Pedagogia, Psicologia, Historia, Educacion 95 23,00% 23,00%2.Ciencias Puras (Fisica, Quimica, Matematica) 28 6,80% 29,80%3.Ciencias Medicas 28 6,80% 36,60%4.Ciencias de la comunicacion 41 9,90% 46,50%5.Ingenierias 73 17,70% 64,20%6.Agrarias 18 4,40% 68,50%

7.Ciencias Administrativas 130 31,50% 100,00%Total 413 100,00% 100,00%

Ante la pregunta sobre su autodefinición de su Orientación Sexual, con los reactivos: heterosexual, bisexual, gay, lesbiana, se encuentra que un 95.2% (de las 478 que respondieron a esa pregunta) se consideran a sí mismas como heterosexuales. El acumulado para gays, lesbianas y bisexuales corresponde a un 4.8%, lo que parece estar por debajo de otros estudios realizadas en grupos poblacionales afines en muchos países.

5.- Usted se considera: Frecuencia Porcentaje

Porcentaje acumulado

1.Heterosexual 455 95,20% 95,20%

2.Bisexual 9 1,90% 97,10%3.Gay (Hombre homosexual) 8 1,70% 98,70%

4.Lesbiana (Mujer homosexual) 6 1,30% 100,00%

Total 478 100,00% 100,00% No obstante, es notable que ante la pregunta de si “alguna vez se ha sentido atracción hacia alguien de su mismo sexo”, hay un incremento en dicho porcentaje con respecto a como “se definen a sí mismas”, sin que necesariamente la respuesta de “sentirse atraído o atraída” signifique una relación genital. Este aspecto no fue profundizado en el estudio, ya que se enfocó más en su actitud hacia terceros. El 7.5% del total de las personas encuestadas refieren que sí se han sentido atraídas alguna vez por personas de su propio sexo, a como observamos en la siguiente gráfica:

1.Si 2.No

7,50%

92,50%

0

200

400

600

Alguna Vez ha sentido atracción hacia alguien de su mismo sexo

10

Por otra parte, solamente el 12.2% de la muestran dijeron tener hijos o hijas, lo cual permite explorar reacciones frente a los temas expuestos en una población joven mayoritariamente sin experiencias concretas con respecto a situaciones relacionadas con su círculo familiar más cercano. No obstante, un 52.8% afirma saber de amigos o familiares que son abiertamente homosexual. Esto, de alguna manera marca una “distancia psicológica” entre lo que “creen” o “cómo reaccionarían” ante situaciones reales o hipotéticas (sugerida por las preguntas y sus reactivos) relativas a la homosexualidad, en la mayoría de las personas encuestadas.

1.Si

2.No

423

87,80%59

12,20%0

100

200

300

400

500

Tiene usted Hijos/as

1.Si

2.No

Finalmente, pues, podemos decir que la población explorada es mayoritariamente joven (menor de 26 años), proporcionalmente a la población en general en términos de sexo y que en general se define a sí misma como heterosexual (95%).

b. Actitudes Favorables o Desfavorables hacia la Ho mosexualidad La primera reacción que se explora en el caso en que “Cual cree usted que seria su reacción si descubre que su hijo es gay/lesbiana” despunta con un 93.8%:

No 455

93.80%

Si 306.2%

0

100

200

300

400

500

Aceptaria a su hijo /a homosexual

Si

No

No obstante, de esa cohorte, un 99.6% dijo que no recurriría a la agresión física, ni lo desconocería, ni lo echaría del hogar, en los mismos porcentajes de posibles reacciones. Es interesante notar que a pesar de que un 16% de las personas encuestadas creen que la homosexualidad es una enfermedad, a como veremos en los resultados de la variable de

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creencias, un alto porcentaje (96.7%) no enviaría a su hijo o hija a “terapia psicológica para cambiar”. Solamente cinco personas expresaron en opciones abiertas lo siguiente: “asombro pero aceptación”, “lo comprendería”, “lo golpearía”, “no me gusta esa onda” y “quererlo mucho”, cuya frecuencia es de 1 por cada individuo que respondió. Por su parte, solamente el 1% (cinco individuos) expresaron un rechazo total ante la posibilidad de conocer que tuviera un hijo o hija homosexual, compatible con la frecuencia de un 94,6% de las personas que respondieron que “no” respetarían la opción sexual de su hijo o hija (si el caso fuese homosexual):

Respetaria la opcion sexual de su hija/o

459

5.40% 26 94.60%0

100

200

300

400

500

Frecuencia Porcentaje

Si

No

. Un porcentaje similar (de las 485 personas que respondieron) se expresa cuando se les pregunta de cómo reaccionaría si descubren que un hermano o hermana es gay o lesbiana:

Aceptación Frecuencia PorcentajePorcentaje acumulado

Si 30 6.20% 6.20%No 455 93.80% 100.00%Total 485 100.00% 100.00%

Asimismo, un 99.6% no les agrediría, ni lo desconocería, echarlo fuera del hogar o aislarlo dentro del hogar, en iguales proporciones. La afirmación de no considerar que la terapia psicológica sea apropiada como recurso para cambiar la opción sexual. Igualmente, como en el caso de un posible hijo o hija homosexual, solamente un 1% rechazaría totalmente a su hermano o hermana y solamente un 5% respetaría su opción, confirmando con ello, una y otra vez la “no aceptación” en un alto porcentaje de la muestra. No obstante, aunque la cohorte que no recomendaría la terapia psicológica para “cambiar de opción”, se incrementa el porcentaje de quienes si recomendarían este recurso terapéutico para ayudarle a “auto aceptarse”, lo cual indica una mejora en las actitudes de las personas encuestadas:

62

423

0

200

400

600

Si No

Recomendaria ayuda Psicologica para que su hijo/a, hermano/na se acepte

plenamente

Si

No

12

Recurrir a la terapia psicológica no parece ser una forma de reorientar la sexualidad de homosexuales hacia la norma “heterosexual” del deber ser, ni tampoco recurrir a la religión. No obstante, el “comunicar a la familia” si es más favorable en la opinión de los encuestados, lo cual se presenta como un gran reto ante las organizaciones o iniciativas sociales que trabajan en estos temas. A pesar de la gran influencia de la religión en el imaginario social con respecto a temas de sexualidad, sorprende que un 84.5% del total de los encuestados respondieron que no recomendaría ni a sus hijos o hijas, ni hermanos o hermanas ”refugiarse en Dios o buscar la religión”. No obstante, un 27% de los mismos si recomiendan “comunicarlo a la familia”, favoreciendo así una opción para tratar el tema en el círculo familiar de manera más abierta. Esto es compatible con un 23% que recomendaría “el auto cuido y la auto aceptación”:

Recomnedaria su hijo/ja, Hno./na cuidarse y aceptarse

Si 111

No 374

Si No

Buscar “mejores amistades”, infiriendo con ello a amistades “heterosexuales” no parece ser una recomendación favorecida entre las personas encuestadas:

Recomendaria a su hijo/ja, Hno/na homosexual hacer mejores amistades

0

100

200

300

400

500

Hacer "mejores"amistades

Si No

Ahora bien, si estas posibles reacciones se trasladaran a la posibilidad de que esto le ocurriera a las personas encuestadas (experiencia propia), las respuestas que favorecen las opciones de auto aceptación, el auto cuidado o la búsqueda de recursos terapéuticos, se incrementan, aunque la proporción sigue siendo más o menos equivalente a si se tratara de terceros:

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Que cree usted que haria si alguna vez se sintiera atraido por alguien de su mismo sexo

2%8%11%10%9%

16%

5%

16%23%

050

100150200250

Bus

car

ayud

aps

icol

ógic

a

Cam

biar

de

amis

tade

s

Com

unic

arse

loa

un a

mig

o/a

Ocu

ltarlo

Sal

ir de

laca

sa

A pesar del alto porcentaje de personas que no “aceptarían” el comportamiento o identidad homosexual de hijos, hijas, hermanos o hermanas, parece haber un significativo reconocimiento (53.9%) de quienes consideran que los gays y las lesbianas pueden ser buenos padres.

Considera que los gays y lesbians pueds ser buenos padres/madres

249

213

53.90%46.10%

0

50

100

150

200

250

300

1.Si

2.No

Esta “actitud favorable”, a su vez es compatible con su “reconocimiento” de ciertos derechos que podría o deberían gozar gays y lesbianas, por cuanto las opiniones aparecen claramente divididas:

Derechos que usted reconoce de los homosexuales

40%27%

52%56%

10%17%

54%57%59%54%

25%

60%53%

48%44%

90%83%

46%43%41%46%

75%

0100200300400500

Ado

pció

n

Bon

o de

lavi

vien

da

Cre

dito

spa

ravi

vien

da

Der

echo

sm

igra

torio

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Mat

rimon

io

Nin

guno

Pen

sión

Seg

uro

soci

alin

dire

cto

Tod

os

Uni

ón li

bre

Si

No

Dado que el estudio refleja un alto porcentaje de personas que se identifican como “heterosexuales (95.2), es interesante afirmar que este estudio confirma muchos hallazgos encontrados en estudios similares en grupos poblacionales afines en diversas partes del mundo. Barra (2002) comenta que existe poca información acerca de las actitudes de hombres y mujeres

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heterosexuales del mismo y otro sexo. Y en ambos casos, ya sea de actitudes hacia los homosexuales en general o hacia los homosexuales de cada sexo, existen resultados discrepantes (Barra, 2002). De este modo, los datos obtenidos en este estudio no sólo incrementan la evidencia acerca de las actitudes que hombres y mujeres poseen frente a los homosexuales, sino que igualmente aporta nuevos conocimientos respecto a la interacción entre las actitudes y las creencias, tanto positivas como negativas, como categorías constituyentes del prejuicio según la teoría de Allport (1963). Ante esta aparente contradicción entre el alto porcentaje de personas que no favorecen la “aceptación de la homosexualidad”, versus un aparente reconocimiento favorable de ciertos derechos, es importante hacer algunas distinciones, tales como la estratificación de edades, por ejemplo: Como podemos ver, el mayor porcentaje de las personas encuestadas que no aceptaría a un hijo, hija, hermano o hermana homosexual, se encuentra entre las personas entre 18 a 27 años versus las que si aceptarían. Entre la población mayor de 26 años, las proporciones se equiparan un poco más y es el rango de edad donde se encuentran el grupo de personas que dijeron tener hijos e hijas. Los resultados de esta encuesta de opinión, en cuanto al análisis de las variables afines que reflejen manifestaciones de “no aceptación” o rechazo frente a la homosexualidad (como actitudes homofóbicas), dejan al descubierto una serie de “aparentes ambigüedades” cuando se trata de apreciaciones generales, o incluso “polarizaciones” de opiniones y creencias cuando se entra en detalle en determinadas cuestiones sobre homosexualidad, que podrían estar mediatizadas por las profundas raíces socio culturales, antropológicas y psico sociales que subyacen en el prejuicio social frente a los temas de sexualidad y particularmente sobre la homosexualidad. Por otra parte, el alto porcentaje de “no aceptación” se ve mejorado cuando se confrontan “sus reacciones emocionales” con lo que la cohorte encuestada considera lo “que debería ser”. Llama la atención un mejoramiento aparente en el reconocimiento de ciertos derechos para gays y lesbianas, la no necesidad de terapias psicológicas para cambiar de opción sexual, una cuarta parte de la muestra que considera que la homosexualidad es una opción asumida voluntariamente, casi la mitad de los mismos que consideran que el papel de la iglesia debería ser de mayor comprensión y apoyo, un bajo porcentaje de personas que recurrirían a acciones agresivas o de rechazo total ante la posibilidad de tener un familiar homosexual. Es importante que las y los tomadores de decisiones que intervienen en temas de salud sexual y reproductiva, Derechos Sexuales y temas afines, tomen en cuenta estas distinciones en la población joven,

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tomando en cuenta que las proporciones entre hombres y mujeres en esta muestra están mayoritariamente en las edades de 18 a 26 años. Aunque cada vez existe mayor conciencia y aceptación de la diversidad humana en variados planos, el tema de la homosexualidad sigue provocando intensas reacciones emocionales en muchas personas, y aún se percibe a los individuos homosexuales como enfermos, desviados y peligrosos, a como podemos comprobar en la tabla de ejemplos sobre la relación entre homosexualidad y Sida/ITS. Tales percepciones y reacciones emocionales, en muchos casos negativas, pueden ser incluidas dentro del concepto de prejuicio, “ya que aluden al estado de ánimo favorable o desfavorable que acompaña a un juicio previo y sin fundamentos” (Allport, 1963).

c. Creencias frente a la homosexualidad o lesbianis mo versus actitudes Como observamos en los resultados de las frecuencias por reactivos que permiten explorar algunas actitudes de las personas encuestadas con respecto a sí mismas y a terceros, parece claro, por un lado, una evidente actitud desfavorable (“no aceptación”), pero a la vez, -por otro lado-, una más favorable actitud (inferida por el reconocimiento de ciertos derechos), así como baja frecuencia de personas que reaccionarían con un total “rechazo” o agresiones físicas. Resulta pues, importante explorar algunas creencias que pudieran estar relacionadas con estas aparentes ambigüedades. En primer lugar, la opinión ante “el amor entre personas del mismo sexo” resulta dividida entre aquéllas que consideran que es “imposible” y resultado de una “confusión sexual” (para un 41.8% acumulado) y aquéllas que consideran que “verdadero aunque superficial”, “verdadero y profundo” o aún “equiparable al amor heterosexual”, para un acumulado de 47.2% de las 452 personas que respondieron a la pregunta, polarizan la opinión de la cohorte.

Consideran que el amor entre personas del mismo sex o

21%

12%

16%

30%

21%

1.Imposible 2.Igual al heterosexual

3.Verdadero pero superficial 4.Verdadero y profundo

5.Confusion sexual

Cuando se pregunta “qué es lo primero que se viene a la mente cuando se habla de homosexualidad”, las frecuencias cambian, probablemente porque no se enfrenta a la persona encuestada ante la posibilidad que se trate de un familiar cercano (hijos o hermanos) o a sí misma. Las siguientes frecuencias podrían reflejar un “posicionamiento” un poco más favorable ante la homosexualidad versus las reacciones (actitudes) que asumiría si tratara de una experiencia más cercana:

16

• Un 29% responde con “aceptación”. • 15% con disgusto o desagrado. • 23% relaciona homosexualidad con alcohol y droga. • 16% con enfermedad mental. • 23% con orientación sexual valida. • 31% con promiscuidad. • 21% con Sida. • 22% con soledad. • 14% piensa en solidaridad. • Y 28 respuestas individuales (con frecuencias de 1 a 2) que refieren pensamientos la

mayor parte desfavorables, tales como: “alejamiento de Dios”, “algo fuera de lo normal”, “algunos son vulgares, “asco”, “depresión”, “autonomía”, “locura”, “indiferencia”, “con tal que yo no sea”, “vergüenza”

Cuando el cuestionario busca respuestas aún más específicas para explorar creencias sobre la razón u origen de la homosexualidad, las personas igualmente dividen sus opiniones en una diversidad de posibilidades, como lo demuestra el siguiente cuadro:

Considera que la Homosexualidad es:

7%7%7%6%

18%

28%

2%7%

19%

050

100150200250300

Abuso sexual infantil

Baja autoestima

Descaro/Sinverguenza

Desición personal volunt...

Determinación biológica

Enfermedad mental

Falta de espiritualidad/Dios

Falta opciones c/sexo ...

Malas influencias

Como podemos observar, hay mayor frecuencia entre opiniones que se relacionan a asuntos biológicos o psicológicos tales como determinación biológica, trastornos por abuso sexual, enfermedad mental. Un 7% por razones religiosas no parece ser muy significativo, pero si es importante tomarse en cuenta en el diseño de programas relacionados con la temática, tomando en consideración que un 28% cree que se trata de una “decisión personal voluntaria” y que un 29% considera que el “mayor problema” que enfrentan gays y lesbianas es la “discriminación”:

Los encuestados consideran que el mayor problema d e los homosexuales

29%

12%

5%

7%

9%

3%

8%

1%

9%9% 8%

Discriminación Doble vida EspiritualidadFalta de espacios Inestabilidad emocional Ninguno en especialNo reconocimiento legal Otro: PromiscuidadSIDA Soledad

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A pesar de las consideraciones señaladas anteriormente, así como de las aparentes ambigüedades sobre “aceptación y rechazo”, las respuestas fueron más contundentes cuando se refieren a la relación entre homosexualidad y Sida/ITS:

Estana mas prospensos los Gays y las lesbianas ha adquirir ITS

235

183

66

0 50 100 150 200 250

1.Si

2.No

3.No sé

Asimismo, en su relación con temas de alcohol y drogas con un 30.6.3%, y el resto dividido entre un no sé y un no, lo cual reafirma un sentimiento de estigma y prejuicio:

Los Gays y Lesbianas consumen mas alcohol y drogas

30.60%

46.30%

23.10%

0 50 100 150 200 250

1.Si

2.No

3.No sé

Por otra parte, a pesar de que las consideraciones religiosas no parecen ser muy significativas cuando se trata de explorar actitudes frente a sí mismas o hacia terceros, la asignación del papel que “debería jugar la “iglesia” frente al tema de la homosexualidad es evidentemente dividido y polarizado en las opiniones de las personas encuestadas:

Cual considera que deberia ser laposicion de la Igl esia con la Homosexualidad

45%

13%

42% 1.Aceptacion y cercania

2.Rechazo y lejania

3.Comprension y apoyo

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Dada la importancia que reviste que más del 20% de las personas encuestadas relacionan directamente la homosexualidad con el Sida, las ITS, el alcoholismo y las drogas, dimos un vistazo a las 353 expresiones de respuestas abiertas que nos indican frecuencias significativas relacionadas con la percepción de las personas que respondieron a la pregunta que relaciona homosexualidad con Sida/ITS por razones de promiscuidad (89% de las respuestas afines) y falta de protección en las relaciones sexuales (97% de las respuestas afines). A pesar que varias expresiones infieren algún tipo de prejuicio, rechazo u homofobia expresa, también parece evidente que las y los encuestados consideran que la infección por VIH o las ITS igualmente pueden ocurrir a heterosexuales u homosexuales, hombres o mujeres en dependencia de las prácticas de riesgo en sus relaciones sexo-genitales. A continuación recogemos algunas expresiones particulares entre las y los encuestados que reflejan grados de prejuicios y homofobia explícita:

“El alcohol lo conlleva a eso. Ellos (los homosexuales) están expuestos por la vida que llevan. Esas personas no tienen pareja estable. Están fuera de la realidad, porque son libertinos. Hay mucha degeneración y hay mucho sexo. La discriminación y la ansiedad los lleva a prácticas de riesgo. La misma sociedad los lleva a una vida desorientada. Los homosexuales les pagan a hombres para tener sexo. Lo hacen solo para saciar sus deseos y no les importa nada. Los gays y las lesbianas no usan anticonceptivos. Los homosexuales nunca se protegen porque son promiscuos. Por la vida desenfrenada que llevan. Porque a veces la gente infecta a otras por maldad. Porque gustan más de la vida alegre y no miden las consecuencias. Porque no actúan de la manera correcta. Porque son cochinos. Porque son muy atrevidos. Porque para los gays, el que se ponga va de viaje. Porque utilizan muchos juegos sexuales para tener sexo. Los homosexuales son más desaseados. Lo que tienen es color.”

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6. Conclusiones Este estudio constituye un primer esfuerzo para documentar las actitudes y creencias que subyacen en el imaginario de una población joven con un nivel educativo superior con respecto a la mayoría de la población nicaragüense, en relación al trinomio “homosexualidad-homofobia-Sida”. No hay evidencias de estudios similares en nuestro país, por lo que este primer acercamiento significa un paso importante para revisar y direccionar el diseño de estrategias y programas de educación y prevención del Sida y las ITS, especialmente en población masculina, que se enfrenta ante el fenómeno social de la homofobia, como factor de obstáculo para buscar información, tener acceso de los servicios en salud sexual y reproductiva y aún, para asumir sus derechos y responsabilidades frente a su salud sexual y reproductiva. Como bien afirma el Dr. Javier Domínguez del Olmo, Oficial Nacional del UNFPA, Secretario Técnico de ONUSIDA/México, en el lanzamiento de la Campaña (2005): “indudablemente se necesitan cambios amplios y duraderos en las actitudes sociales si se quiere avanzar en el ejercicio de los derechos humanos, en este caso en particular, en la lucha contra el estigma y la discriminación relacionados con el VIH/Sida.” Este estudio nos muestra algunos hallazgos que pueden ser utilizados como claves de interpretación del fenómeno de la homofobia y su relación con el VIH/Sida y las ITS, en futuros estudios a profundidad y en la incorporación de esos hallazgos en las estrategias de intervención educativa y preventiva sobre la epidemia del Sida en Nicaragua y en la región Centroamericana. Algunos de ellos son:

Un porcentaje alto de la muestra en la población de jóvenes universitarios mayores de 18 años y menores de 34 en cinco departamento del país, se identifica públicamente como heterosexual (95%).

Aunque un poco más del 7% admite haber sentido alguna vez alguna atracción por una

persona de su mismo sexo, parece que no infiere significativamente en su autodefinición de su orientación sexual. Solamente cerca del 5% de esta población encuestada admite ser homosexual o bisexual.

La exploración de actitudes hacia la homosexualidad utilizando el recurso de presentar

situaciones “reales o posibles situaciones” hacia terceros (hijos, hermanos amigos) y la exploración de sus propias creencias parece ser una estrategia metodológica válida de estudio que sería altamente enriquecida a través de estudios cualitativos con enfoques socio antropológicos y psicosociales.

El dato de “lo religioso”, aunque está presente en el imaginario de la cohorte en estudio,

no parece ser muy significativo en sus actitudes o creencias como obstáculos tangibles para la prevención del VIH/Sida. La exploración sobre la valoración de las respuestas abiertas en la relación “homosexualidad – Sida” parecen ser más de carácter secular que religioso, ya que se refieren mayoritariamente a lo que, según las y los encuestados “observan o “creen” con respecto al comportamiento homosexual, ligado a los prejuicios de “solamente ellos son promiscuos”, “no tienen parejas estables”, “lo hacen sin protección con el que se les ponga enfrente”, reflejando una actitud adversa hacia la homosexualidad, pero mejorada dicha actitud ante afirmaciones que se aplican tanto a homosexuales como a heterosexuales, tales como “a cualquiera le puede dar”, esto es

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como la ruleta rusa” o “si no te cuidas da igual con quien tienes sexo”. Esto parece reforzar la estrategia de mayor información sobre las vías de transmisión del VIH y las ITS.

Aunque las opiniones están divididas y polarizadas con respecto al papel que debería

jugar la religión o las iglesias con respecto a las personas homosexuales, un porcentaje significativo aboga porque su papel debe ser de comprensión y aceptación. Asimismo, se favorecen la opciones de “comunicarlo a la familia” o “buscar apoyo para auto aceptarse” por encima de las tradicionales opciones de “terapias para cambiar de opción” o “cambiar de malas amistades” o “refugiarse en Dios” con el fin de cambiar

Contrario a lo que se conocía y reconocía en términos de Derechos Humanos, en general

y Derechos de las Diversidades Sexuales, en décadas anteriores, parece haber una mejoría en cuanto a las actitudes de una población joven con educación superior, con respecto a la comunidad homosexual. El compararlo con “el amor heterosexual”, la posibilidad de que sean “buenos padres”, cierto reconocimiento de que formen parejas (favorecidas más por la unión de hecho que por el matrimonio tradicional legalmente reconocido) u otros tópicos como el derecho a la propiedad al menos parece estar más familiarizado en el imaginario de la cohorte estudiada, y por lo tanto favorecida en sus actitudes.

7. Recomendaciones

En términos generales, consideramos que las estrategias de educación, acercamiento a los círculos familiares, el apoyo a procesos de empoderamiento en términos de Derechos y Responsabilidades en Salud Sexual y Reproductiva dirigida especialmente a la población masculina deben continuar siendo pilares programáticos de intervención para la educación y prevención del Sida, según parece confirmar este estudio.

La realización de estudios a más profundidad en grupos poblacionales específicos,

podrían ayudara a identificar factores que favorezcan el trabajo de prevención de la epidemia del Sida y las ITS, lo cual queda sugerido en este estudio.

La consistencia de las respuestas abiertas que infieren un alto grado de homofobia y

prejuicio con respecto al Sida y la diseminación de las ITS parecen sugerir que es imperativo reforzar las estrategias de mayor difusión de información adecuada hacia la población en general y de manera más específica a la población masculina, a los individuos que se identifican como homosexuales y a otros hombres que tienen sexo con hombres, tomando en consideración los hallazgos de este estudios y otros realizados en la región.

Las actitudes que favorecen el reconocimiento de los Derechos de las “personas

homosexuales” reflejadas en este estudio con respecto a lo que se podría constatar en estudios realizados a finales del siglo pasado, podría ser una beta de trabajo muy significativo en las estrategias de luchas por los Derechos Humanos de las comunidades GLTTB, tomando en consideración la oportunidad que existe en Nicaragua de contar con una nueva legislación penal y la aparente disminución de la “amenaza” que podrían representar prejuicios con contenidos y justificativos religiosos, al menos en la población explorada.

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8. Referencias Teóricas Consultadas

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