HISTORIA DE UN BARMAN

l a g u n a u r b a n a 4 1 m a r z o

POR PERLA GRACIANO | URBANA

Los vemos en los antros y bares... siempre detrás de una barra es-perando la petición del cliente. Su trabajo los obliga a hacer

movimientos por inercia, escarchar va-sos, preparar micheladas, hacer cocte-les, servir tequilas...

Sin embargo, sus aspiraciones están más allá de ese “simple” trabajo, como lo consideran. La mayoría son jóvenes que se dedican a esa profesión de manera temporal, para pagar sus estudios o para darse pequeños lujos. Después de haber trabajado detrás de la barra continúan su vida, recordando esa etapa como un momento pasajero, preparando bebidas en alguna reunión... pues nunca vieron la posibilidad de ir más allá en ese empleo que pocos toman en cuenta.

La barra desde otro ánguLoMicah Rousseau es francés... tiene 25 años y por azares del destino radica en La Laguna. Su pasión es ser barman.

“Yo me inicié cuando tenía 17 años, en un bar tipo tex mex en Francia. Era mesero y un día faltó el barman y me di-jeron: ‘Vas atrás de la barra’. Yo no sabía preparar bebidas... fue una mala noche, pero tuve que seguir porque el trabajo me daba para pagar mis estudios“.

El barman nunca regresó y Micah tuvo que quedarse detrás de la barra, aprendiendo las bases por su propia cuenta. Pero en vez de desanimarlo la mala experiencia de la primera noche en su nueva profesión, le gustó. “Des-pués encontré un barman argentino que se llama Rafael Arce y gracias a él des-cubrí otro lado de lo que es ser barman bartender. La creación de cocteles me fascinó y empecé a trabajar en ello”.

Micah estudiaba Ingeniería Electró-nica, su objetivo era entrar al ejército francés y su familia lo apoyaba en la decisión. “Me aceptaron en el ejército, pero el día que iba a entrar yo tenía lis-tas mis maletas para venirme a México... Preferí viajar a este país... mi familia en-tró en crisis, pero ahí empezó mi aven-tura como barman”.

Con tan sólo 20 años, llegó a México a trabajar en el D.F. para una cadena de restaurantes, después tuvo la gerencia de un bar y finalmente compró su pro-pio bar de estilo latino.

¿Cuál es la diferencia principal entre los bares de Francia, los del d.F. y los de la Comarca Lagunera?La Laguna me fascina, los bares son muy tradicionales, muy conservadores pero hay mucho potencial. Me gustaría abrir un bar aquí, pero me he detenido por la actual inseguridad. Para mí fue muy difícil aceptar esta situación porque para mí es muy nuevo. Nunca vi tanta violencia... La verdad es que mi trabajo es mi pasión y no quiero morir porque estoy trabajando.

Le llama poderosamente la atención la manera de beber de los laguneros. “Es im-presionante que la gente tome tanta cer-veza... yo no tomaba tanto pero desde que llegué aquí, empecé a acostumbrarme”.

¿Cómo ves la profesión del barman aquí en La Laguna?Muchos no tienen otra opción de trabajo, no lo hacen con muchas ganas porque no es su pasión, no es algo que los hace vibrar. Es una chamba que les ayuda a pagar su escuela. Hay un barman de 40 años en un conocido bar de Torreón que se llama Javier, su situación es diferen-te... es su pasión porque siempre ha tra-

bajado como barman, tiene un estilo de coctelería muy bueno.

¿Qué hace falta para que los barman puedan ver este trabajo desde una perspectiva más profesional?Para ser barman hay 2 opciones, o pue-des pasar tu vida detrás de un bar o una cantina haciendo todos los días lo mismo, como una rutina... la otra opción es aprender más, acercarse a personas que tienen más conocimiento, superar-se y entrar a circuitos internacionales. Esto te puede generar más dinero, tener tu propio negocio y sobre todo, te deja la satisfacción de crear nuevas bebidas y animar a la gente con tu espectáculo.

Actualmente hay concursos en diferentes países, en Francia, Inglaterra, Argentina, pero la meca a nivel internacional está en Las Vegas. “A mi carrera le falta subir de nivel, requiere mucho trabajo, disci-

plina y años de entrenamiento. Quiero ir allá para superarme, entrar al circuito internacional profesional para ir al cam-peonato del mundo. Sé que faltan años para llegar a eso, pero no desespero”.

Micah Rousseau agrega que le gus-taría ofrecer otra vista de su trabajo. “Mucha gente ve la profesión del barman o del mesero como algo ‘x’, pero tienen muchos papeles... son el psicólogo de los clientes. Lo mismo con los espectáculos, puedes animar mucho a las personas”.

Nos deja en claro que cada profesión es importante y valiosa, todo es cuestión de la actitud que tomes frente a ella. “Ser barman no es nada más servir cervezas y hacer vasos michelados... en lo que es coctelería todo su puede mezclar: flores, verduras, cremas, postres... son años y años de trabajo. Quienes quieren dedi-carse a esto deben tener su objetivo bien claro y siempre ver adelante, porque el ser barman es un trabajo valioso”.

Un buen barman tiene pasión, vibra con su trabajo, no lo ve sólo como algo temporal para pagar sus estudios.