diabetes mellitus e hipotiroidismo en embarazo

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DIABETES MELLITUS EN EL EMBARAZO Introducción La diabetes mellitus puede ser definida como un desorden crónico del metabolismo de los carbohidratos, proteínas y grasas. Clínicamente se reconoce por una disminución relativa de la insulina y por la presencia de hiperglicemia, glucosuria y cetoacidosis. Clasificación Clínica (OMS-1980): Diabetes Mellitus propiamente dicha. o Tipo I insulino dependiente (DMID). o Tipo II no insulino dependiente (DMNID) --- Obesos \ No obesos. Diabetes Gestacional (DG). Tolerancia a la glucosa alterada (PTG alterada). Grupos con alto riesgo estadístico. Diabetes Mellitus secundarias a ciertas situaciones o síndromes. La diabetes mellitus es una de las enfermedades que más repercute sobre el embarazo, debido a las alteraciones metabólicas que se producen cuando no existe un control dietético adecuado, a una mayor incidencia de las afecciones propias de la gestación o a la ocurrencia de distocias en el momento del parto, lo cual puede incrementar la morbilidad en las gestantes o su hijo. También se

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Page 1: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

DIABETES MELLITUS EN EL EMBARAZO

Introducción

La diabetes mellitus puede ser definida como un desorden crónico del metabolismo de los

carbohidratos, proteínas y grasas. Clínicamente se reconoce por una disminución relativa

de la insulina y por la presencia de hiperglicemia, glucosuria y cetoacidosis.

Clasificación Clínica (OMS-1980):

Diabetes Mellitus propiamente dicha.

o Tipo I insulino dependiente (DMID).

o Tipo II no insulino dependiente (DMNID) --- Obesos \ No obesos.

Diabetes Gestacional (DG).

Tolerancia a la glucosa alterada (PTG alterada).

Grupos con alto riesgo estadístico.

Diabetes Mellitus secundarias a ciertas situaciones o síndromes.

La diabetes mellitus es una de las enfermedades que más repercute sobre el embarazo,

debido a las alteraciones metabólicas que se producen cuando no existe un control

dietético adecuado, a una mayor incidencia de las afecciones propias de la gestación o a

la ocurrencia de distocias en el momento del parto, lo cual puede incrementar la

morbilidad en las gestantes o su hijo. También se informa un aumento en la posibilidad de

tener descendientes con malformaciones congénitas de todo tipo, sobre todo relacionadas

con la descompensación de las cifras de glucemia.

En toda gestación, los cambios metabólicos son necesarios para proveer la liberación

energética para el desarrollo de la concepción. La combinación de cambios hormonales

tempranos en la gestación, los niveles bajos de glicemia, la promoción de depósitos

grasos y el incremento del apetito por el aumento de los niveles de estrogénos y

progesterona son los que aumentan la producción y secreción de insulina, mientras se

eleva la sensibilidad hística por la hormona. El resultado es, por tanto, una disminución de

la glucosa en ayunas, que llega al máximo alrededor de las 12 semanas y se mantiene sin

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cambios hasta el parto; el descenso es una media de 15 mg/dL y los valores normales de

una gestante estarán entre 70 y 80 mg/dL.

Existe también un descenso en los valores pos-pandriales; esta acción en la gestación

normal protege el desarrollo del embrión de la acción de los niveles altos de glucosa. En

suma, el lactógeno placentario (HPL) y otras hormonas asociadas con la gestación

facilitan el cúmulo energético materno en el primer trimestre y entonces se asiste a la

derivación energética para el feto al final de la gestación, tal como se incrementan las

demandas.

Hay una marcada demanda del metabolismo glucídico materno desde el comienzo de la

gestación para proteger al feto en el estado embriogénico, órgano-génico y de

maduración.

La frecuencia de diabetes gestacional oscila entre 1 - 5 %. Esta afección representa

alrededor de 90 % de las complicaciones endocrinas durante la gravidez.

En los últimos 70 años, los riesgos asociados con el embarazo de la diabética han

disminuido considerablemente y han permitido acercar los pronósticos materno y fetal a

los de la población no diabética. Sin embargo, aún se mantiene elevada la frecuencia de

malformaciones congénitas en el hijo de madre diabética y esto se asocia sobre todo a la

hiperglicemia con que la mujer diabética llega al momento de la concepción y que

mantiene en las primeras semanas de gestación antes de acudir a su médico de

asistencia. Tanto la espera de estas condiciones metabólicas favorables como la

presencia de complicaciones inherentes a su condición diabética pudieran desaconsejar

un embarazo, temporal o definitivamente, y ser necesario el uso de métodos

contraceptivos adecuados que eviten una gestación no planificada. Con el objetivo, a

largo plazo, de incrementar la calidad de atención médica que se brinda a la mujer

diabética en edad fértil, nos propusimos conocer algunas de sus características clínicas,

en particular su grado de control metabólico y la presencia de complicaciones.

La diabetes presenta una de las más comunes condiciones médicas que complican el

embarazo y tiene la mayor repercusión no solo sobre la madre y el feto, sino también en

el recién nacido. La diabetes mellitus gestacional es una intolerancia a los hidratos de

carbono que resulta en hiperglicemia de variable intensidad, con inicio o primer

Page 3: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

reconocimiento durante el embarazo. Esto no excluye la posibilidad de que la intolerancia

a la glucosa pueda haber antecedido al embarazo, pero no fue previamente reconocida.

La definición se aplica independientemente que sea necesario o no el uso de insulina o si

la condición persiste después del embarazo. La importancia del diagnóstico de diabetes

gestacional, estriba que este trastorno tiene inmediatas consecuencias para el desarrollo

del embarazo e implicaciones a largo plazo tanto para el recién nacido como para la

madre. El buen control de la diabetes materna es un factor determinante en los resultados

fetales y del recién nacido. Sin embargo cuando el control de la diabetes no ha sido

adecuado, el médico debe conocer las posibles complicaciones con el infante que

incluyen: hipoglicemia, hipocolcemia, hipomagnosemia, asfixia perinatal, distress

respiratoria, hiperbilirrubinemia, policitemia, trombosis de la vena renal, macrosomia, daño

al nacer y malformaciones congénitas.

Las mujeres con diabetes en el embarazo son divididas en 2 categorías:

1.- aquellas en que la diabetes antecede al embarazo (diabéticas pregestacionales),

2.- aquellas cuya intolerancia a la glucosa se desarrolla durante la gestación, y que conocemos como diabetes gestacional (DG) o diabetes mellitus gestacional (DMG).

La gestación es una situación que requiere de una adaptación metabólica especial.

Durante la gestación la unidad feto placentaria se desarrolla a expensas de la madre. En

las diferentes etapas por las que transcurre este episodio hay 2 que desde el punto de

vista metabólico se diferencian. La primera, que corresponde a los 2 primeros tercios del

embarazo es anabólica y el desarrollo de las estructuras feto placentarias es pequeño. Se

caracteriza por una hiperfagia que contribuye a que se incrementen los depósitos grasos

de la madre. La segunda etapa es catabólica; ahora el feto crece a expensas de la madre

y se produce una movilización acelerada de las reservas grasas que se incrementaron

antes.

En general es importante considerar que tanto la diabetes como la gestación pueden

producir estrés oxidativo. La unión de estas situaciones de adaptación metabólica pudiera

estar relacionada con algunas de las complicaciones que aparecen durante la gestación

en las mujeres con diabetes pregestacional como son: preeclampsia, alteraciones de la

placenta y malformaciones en la descendencia.

Page 4: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

Importantes anormalidades congénitas ocurren en 8 a 12 % de las embarazadas

complicadas con diabetes mellitus pregestacional (DMP). Las dismorfogénesis ocurren

principalmente en las primeras 7 semanas después de la concepción.

La etiología de los defectos al nacer relacionados con la diabetes es multifactorial. Se ha

demostrado que otros factores embriotóxicos además de la glucosa y los cuerpos

cetónicos existen en el suero de los pacientes diabéticos. La regulación de los niveles de

glicemia en sangre en el período pregestacional disminuye el número de complicaciones

en el embarazo de la mujer diabética; sin embargo, estas siguen teniendo entre 2 y 5 %

mayor de riesgo que las embarazadas que no padecen de diabetes. Esto sugiere que

otros factores o sustancias que se encuentran al nivel sistémico en estas mujeres

contribuyen a las dismorfogénesis.

Los efectos negativos principales encontrados en diabetes experimental son:

Retardo en el crecimiento fetal.

Reabsorciones.

Alta incidencia de malformaciones.

En mujeres embarazadas la diabetes causa:

Alta incidencia en trastornos de la concepción como, la inadecuada implantación y

los abortos espontáneos.

Macrosomías.

Malformaciones congénitas.

Muerte fetal intrauterina.

En las gestantes diabéticas, la macrosomía fetal resulta frecuente y constituye un factor

de riesgo para el parto, asfixia intraparto y trauma obstétrico; sin embargo, dado que se

trata de un pronóstico adverso bien reconocido, el mantenimiento de un buen control

metabólico de la diabetes mellitus durante el embarazo debe eliminar ese problema.

Page 5: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

El resultado final de las alteraciones de la gestación en la diabetes consiste en la

disminución del control de las reservas de los carbohidratos. Sin embargo, la gestación

ofrece la única oportunidad para detectar la diabetes y puede ser también la mejor

oportunidad para la prevención y tratamiento precoz de la diabetes mellitus, lo que es

fundamental para lograr el bienestar materno-fetal.

El éxito en el manejo de la embarazadas con diabetes se fundamenta en el axioma, las

diabéticas pregestacionales deben estar bien controladas desde el punto de vista

metabólico desde antes de la concepcin y permanecer así durante la evolución del

embarazo, y con respecto a las diabéticas gestacionales, el peligro radica en

desestimarlas y no diagnosticarlas.

Diabetes Gestacional (Definición):

La Diabetes Gestacional (DG) es una intolerancia a los COH que resulta en hiperglucemia

de variable intensidad con inicio o primer reconocimiento durante el embarazo. Esto no

excluye la posibilidad de que la intolerancia a al glucosa pueda haber antecedido al

embarazo, pero no fue previamente reconocida. La definición se aplica irrespectivamente

de si es necesario o no el uso de insulina o si la condición persiste después del embarazo

El embarazo se considera un “estado diabetogénico”. Las hormonas que favorecen el

crecimiento fetal y su desarrollo lo logran por la movilización que inducen en las reservas

nutricionales maternas principalmente de glucosa, y logran que esta se haga accesible al

feto. Los niveles plasmáticos de las hormonas anabólicas presentes durante las

gestaciones todas aumentan dramáticamente en las últimas 20 semanas del embarazo

(gonadotropina coriónica, el lactógeno placentario, los estrógenos y la progesterona). El

lactógeno placentario humano juega un papel fundamental en los cambios que pueden

ocasionar una intolerancia a la glucosa por su fuerte efecto anti-insulínico y lipolítico.

La sensibilidad periférica a la insulina durante el tercer trimestre del embarazo disminuye

en alrededor del 50% de la reportada en el primer trimestre, y la producción de glucosa

por el hígado aumenta en un 30% a pesar de elevados niveles de insulina.

Esta combinación “aumentada utilización de glucosa” con “disminuida sensibilidad a la

insulina”, colocan a la mujer a riesgo de desarrollar intolerancia a la glucosa durante la

gestación, sin embargo, no en todas las gestantes ocurre esto, hay evidencias de que las

Page 6: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

embarazadas que desarrollan una “diabetes gestacional” segregan menos insulina en

respuesta a una carga de glucosa que las embarazadas que no desarrollan la

enfermedad.

El diagnóstico de la DG generalmente se realiza con una sobrecarga oral de glucosa

(PTGo).

Se ha planteado que la detección de la DG mediante la práctica de realizar una PTGO a

todas las gestantes no resulta factible pues no brinda resultados en términos de

costo/beneficio. Es por ello la mayoría de las instituciones se basan en la pesquisa de las

gestantes con “factores de riesgo” para el desarrollo probable de una DG.

Factores de riesgo para diabetes gestacional

Factores

1.- Glicemia en ayunas > 4,4 mmol/L(80 mg/dl)

2.- Edad materna > 30 años

3.- Sobrepeso corporal materno (IMC > 26,0)

4.- Familiares diabéticos de primera línea

5.- Macrosomía previa (neonatos = o > 4 000g)

6.- Mortalidad perinatal previa

7.- Diabetes gestacional previa

8.- Malformaciones congénitas previas

9.- Polihidramnios

10. Sin alguno de estos factores

Diabetes Pregestacional (Definición):

La Diabetes Pregestacional (DPG), incluye a toda paciente diabética insulino dependiente,

o no insulino dependiente o con intolerancia a la glucosa que se embaraza.

A pesar de los avances obtenidos en el cuidado de las embarazadas con diabetes, varios

problemas aún tienen que ser resueltos:

Page 7: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

A.- Elevada frecuencia de anomalías congénitas en DPG, que aún ocasionan una

mortalidad perinatal del 30-40%, sin contar la minusvalía en los que quedan vivos.

B.- Las pacientes DPG con serias complicaciones ocasionadas por la enfermedad

(nefropatía, retinopatía, neuropatía, y otras)

Las mujeres que desarrollan una DG están a un riesgo importante de 2 problemas:

A.- Desarrollar en un próximo embarazo nuevamente una DG.

B.- Desarrollar una diabetes tipo 2 fundamentalmente, pero también pudiera ser una

diabetes tipo 1 después del embarazo.

La frecuencia de controles prenatales se verá aumentada en ocasiones semanal y hasta

2 veces por semana con la intención de vigilar y poder detectar la aparición de

complicaciones maternas y fetales como:

a.- Hiperglicemia y/o hipoglicemia materna.

b.- Hipertensión inducida por el embarazo.

c.- Infecciones urinarias.

d.- Polihidramnios.

e.- Macrosomia fetal.

Hechos todos que pueden poner a riesgo la salud materno-fetal y que pudieran ocasionar una clara indicación de ingreso hospitalario.

Diagnostico de laboratorio:

Glicemia en ayunas.

Mayor de 5.7 o 11 mmol/L.

" Prueba de tolerancia a la glucosa. (75 gr de glucosa).

Si en ayunas ≥ 7 mmol/L.

Page 8: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

A las 2 horas ≥ 7,8 mmol/L.

Glicemia postpandrial (75gr de carbohidratos).

A las 2 horas mayor de 6.6 mmol\L.

Perfil glicemico.

(≥ 7,8 mmol/L).

Calificación Pronóstica.

a) Diabetes gestacional.

b) Diabetes Prexistente (inicio con más de 20 años, evolución menor de 10 años, no daño vascular).

c) Diabetes Prexistente (inicio entre 10-19 años, evolución de 10-19 años, no daño vascular).

d) Diabetes Prexistente (inicio con menos de 10 años, evolución mayor de 20 años, daño vascular).

e) Calcificacion Pelvica.

f) Nefropatia Diabetica.

g) Retinopatía.

h) Historia Obstetrica desfavorable.

i) Cardiopatia.

j) Transplante Renal.

Complicaciones Fetales.

Aborto.

Page 9: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

Malformaciones congénitas.

Muerte Perinatal

Prematuridad.

Polihidramnio.

Crecimiento intrauterino retardado.

Macrosomia.

Complicaciones neonatales.

Muerte súbita.

Hipoglicemia.

Policitemia.

Hiperbilirrubinemia.

Hipocalcemia.

Enfermedad de membrana hialina.

Distocia de hombros y lesiones del plexo braquial.

Recién Nacido diabético.

Complicaciones Maternas.

Neuropatía diabética.

Hipertensión arterial

Urosepsis.

Retinopatía diabética.

Hipoglicemia-hiperglicemia.

Page 10: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

Hipodinamias en trabajo de parto.

Cesáreas e instrumentaciones.

Hemorragias puerperal.

Sepsis.

HIPOTIROIDISMO

INTRODUCCIÓN

Las alteraciones en la función tiroidea son más frecuentes en la mujer; algunos

consideran una relación 10:1 respecto de los hombres. Dentro de ellas, el hipotiroidismo

se presenta con una frecuencia del 0,5-2,5% de todos los embarazos, mientras que el

hipotiroidismo subclínico tiene una prevalencia del 2-5% en las mujeres embarazadas.

Entre el 5-9% de las pacientes desarrolla enfermedad tiroidea posparto. El hipotiroidismo

clínico ha sido asociado con complicaciones gestacionales como partos pretérmino, bajo

peso al nacer, abruptio placentae, hipertensión y muerte fetal. Las hormonas tiroideas

maternas desempeñan un rol crucial en el desarrollo del sistema nervioso central del feto,

particularmente durante el primer trimestre, debido a la imposibilidad de la tiroides fetal de

secretar iodotironinas antes de la semana 10 de gestación.

Hoy en día se acepta que, aun la hipotiroxinemia materna discreta en edades

gestacionales tempranas, puede llegar a comprometer el desarrollo psiconeurológico fetal.

En la actualidad se recomienda una ingesta diaria de 200 µg de iodo, aunque ciertas

poblaciones no logran alcanzar este valor. Como la tiroxina materna es crucial para la

maduración del sistema nervioso fetal, en especial durante el primer trimestre, incluso una

discreta deficiencia en la ingesta de iodo podría llegar a ser deletérea. Por lo tanto, el

objetivo del presente trabajo es revisar algunos aspectos de la fisiología tiroidea y del

hipotiroidismo durante la gestación, como así también su tratamiento y pronóstico con la

finalidad de facilitar su manejo en el embarazo por el médico general y el especialista.

Modificaciones fisiológicas en el embarazo

Page 11: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

Durante el embarazo se producen cambios bien definidos en la fisiología tiroidea. Uno de

esos cambios es el incremento en los niveles de globulina transportadora de tiroxina

(TBG) paralelo al aumento en las concentraciones de estradiol. Esto da como resultado

un incremento significativo en el pool de tiroxina total (T4 total), particularmente durante el

primer trimestre. A su vez, la homología estructural entre la gonadotrofina coriónica (hCG)

y la tirotrofina (TSH) produce un estímulo sobre sus receptores tiroideos ocasionando

estimulación glandular, lo que lleva a un discreto aumento de latiroxina libre (T4L) y una

reducción en los niveles de TSH entre la semana 9 y 12 de gestación. En

aproximadamente el 2% de todos los embarazos, la elevación de la T4L alcanza valores

superiores a los normales, que cuando se prolongan, pueden provocar un hipertiroidismo

gestacional transitorio, con síntomas y signos más o menos pronunciados de tirotoxicosis.

Esta condición se asocia con frecuencia a hiperemesis gravídica. Aproximadamente dos

tercios de la tiroxina circulante son transportados por la TBG y esa proporción se

incrementa a un 75% durante el embarazo. El número incrementado de sitios de unión

para la tiroxina podrían resultar en una marcada caída en las concentraciones de T4L

durante la gestación. Sin embargo, existe un reajuste en el equilibrio de la fracción-libre

fracción-unida a la TBG, dada por un aumento en la secreción de hormona por parte de la

tiroides. Es posible que el incremento en la concentración de gonadotrofina coriónica

pueda jugar un rol en esta homeostasis.

En las mujeres embarazadas hipotiroideas, por el contrario, la tiroides no podría

responder a dicha estimulación de un modo adecuado, de manera que no existiría un

mecanismo de compensación apropiado para el incremento en la disponibilidad de sitios

de unión a la TBG.

¿Se debe efectuar un tamizaje para hipotiroidismo en las pacientes en edad

reproductiva?

Aún es tema de controversia la pertinencia de efectuar un tamizaje en pacientes en edad

reproductiva con deseos de embarazo, a través de la medición de los niveles de TSH y/o

tiroxina, con el objeto de detectar una falla tiroidea no reconocida. Algunos autores opinan

que si bien no se justificaría un tamizaje “universal”, por lo menos parecería razonable

evaluar aquellas mujeres menores de 35 años, con una o más enfermedades

autoinmunes órgano-específicas reconocidas, como diabetes (DBT) mellitus tipo 1, o con

historia familiar de enfermedad tiroidea. Vaidya y cols. en un estudio efectuado en 1.560

Page 12: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

embarazadas encontraron queun 6,2% de mujeres presentaban concentraciones

anormales de TSH durante la gestación temprana, sin tener factores de riesgo para

disfunción tiroidea, y por lo tanto, no hubieran sido reconocidas si solamente se hubiera

efectuado un tamizaje para pacientes con factores de riesgo.

Debe tenerse presente que, ofrecer un tamizaje para hipotiroidismo durante la gestación,

implica ofrecer eventualmente su tratamiento con levotiroxina, poniendo también en

consideración los casos de hipotiroidismo subclínico.

Se han planteado las posibles ventajas y desventajas del tamizaje. Una de las

desventajas radicaría en la precocidad con la que debería efectuarse el estudio.

Considerando que el desarrollo del cerebro fetal es dependiente de la T4 materna desde

la concepción, podría ocurrir que al momento de la primera consulta prenatal el daño ya

estuviera establecido. También deben considerarse los costos generados por la

realización de la prueba. Con respecto a las ventajas, la elevada prevalencia de la

patología tiroidea en el embarazo así como la alta especificidad de la T4L y la TSH

plasmática para detectar hipotiroidismo, derivarían en beneficios si se instaurase

precozmente una terapia con levotiroxina.

Con relación al rango de referencia de TSH, se ha discutido la conveniencia de redefinir el

límite superior normal, fijándolo en 2,5 mU/L, (en lugar del límite habitual de 4 mU/L),

debido a que aproximadamente el 95% de la población eutiroidea presenta valores de

TSH entre 0,4-2,5 mU/L.

Aunque el límite de 2,5 mU/L es el que recomienda actualmente la National Academy of

Clinical Biochemistry,14 algunos autores consideran que, al menos a la luz de los

conocimientos actuales, no existe una evidencia firme que lo sustente.

Hipotiroidismo subclínico y embarazo

El hipotiroidismo subclínico tiene una prevalencia del 2% al 5% en las mujeres

embarazadas. Aunque las consecuencias del hipotiroidismo durante el embarazo han sido

ampliamente estudiadas, no ocurre lo mismo con el hipotiroidismo subclínico, contándose

en la actualidad con escasas investigaciones. Casey y cols., en un estudio realizado en el

Parkland Hospital de Dallas (Texas), efectuaron comparaciones entre pacientes

eutiroideas y con hipotiroidismo subclínico, hallando diferencias: las pacientes con

hipotiroidismo subclínico presentaron un riesgo tres veces mayor de abruptio comparado

Page 13: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

con la población sana, casi el doble de riesgo de parto pretérmino, y mayor dificultad

respiratoria y admisión neonatal a cuidados intensivos. No encontraron diferencias en la

incidencia de hipertensión gestacional y preeclampsia severa. Sin embargo, los autores

no recomiendan el tamizaje sistemático para hallar hipotiroidismo subclínico hasta no

poseer la evidencia de mayor cantidad de estudios aleatorizados y controlados.

Hipotiroidismo en el puerperio

La enfermedad tiroidea posparto se desarrolla entre el 5 y 9% de las pacientes y se

encuentra asociada con la presencia de autoinmunidad tiroidea positiva, especialmente en

el primer trimestre de la gestación, adquiriendo relevancia en este periodo la positividad

del anticuerpo antiperoxidasa (ATPO). Informes recientes sugieren que puede existir

compromiso del coeficiente intelectual en niños nacidos de madres con TSH alta o ATPO

detectables durante el embarazo. Esta enfermedad tiroidea se desarrolla entre las

semanas 13 a 19 posparto. Se ha hallado que el 50% de las pacientes con T4L y TSH

normales durante el embarazo, pero con ATPO positivo durante el primer trimestre,

desarrolla enfermedad tiroidea posparto, mientras que el otro 50% permanece eutiroidea,

aunque persista el ATPO.

Si bien un gran porcentaje de casos evidencia una disfunción transitoria,

aproximadamente el 20-30% desarrolla hipotiroidismo permanente. A su vez, el

seguimiento a largo plazo de las pacientes con disfunción transitoria muestra que un 50%

tiene una recaída a los siete años, esto es, el establecimiento definitivo de un estado

hipotiroideo.

Algunos estudios han hallado una incidencia elevada de sintomatología psiquiátrica en las

mujeres con ATPO positivo.

Evaluación del hipotiroidismo durante el embarazo

Para estudiar la función tiroidea podemos efectuar determinaciones de tirotrofina,

triiodotironina total y libre (T3 y T3L), T4 y T4L. Además, podemos evaluar la positividad

de los anticuerpos antitiroideos en sus fracciones antiperoxidasa (ATPO), antitiroglobulina

(ATG) y antirreceptor de TSH (TBII, TRab, TSab), que se encuentran generalmente

Page 14: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

asociados a procesos autoinmunes. Pero, teniendo en consideración las modificaciones

fisiológicas propias del embarazo, solo parte de esta batería de estudios será de utilidad.

La cuantificación de T4L permite evaluar la función tiroidea en forma independiente de las

variaciones de la TBG y se comporta como un buen indicador de su biodisponibilidad en

los tejidos periféricos. Para el monitoreo clínico de las pacientes hipotiroideas se utilizan

tanto la determinación de TSH como la de T4L. El rango de TSH aceptable oscilaría entre

0,5-2,5 mU/L. Se recomienda efectuar nueva determinación de TSH al cabo de 6 a 8

semanas de iniciada la terapia sustitutiva o al modificar una dosis previa de levotiroxina,

para dar tiempo a la estabilización del eje tiroideo, logrando un valor más confiable de

TSH.23 Es recomendable durante el embarazo el estudio de la función tiroidea por lo

menos una vez por trimestre.

Con relación a los anticuerpos antitiroideos, los ATPO se hallan presentes con mayor

frecuencia. Son citotóxicos y producen diferentes grados de hipotiroidismo. Se considera

que a mayor concentración de ATPO, mayor es el grado de evolución de la enfermedad.

Como se ha mencionado anteriormente, la presencia de ATPO durante el embarazo se

asocia con mayor frecuencia de tiroiditis posparto y sintomatología psiquiátrica puerperal.

La utilidad de la determinación de los anticuerpos antitiroglobulina es controvertida, pero

se recomienda su cuantificación en áreas de bocio endémico y como marcador del cáncer

de tiroides. El anticuerpo antirreceptor de TSH (TRAb) puede ser estimulante o

bloqueante, ocasionando tanto hiper como hipotiroidismo.

Es un anticuerpo capaz de atravesar la placenta por lo que puede ocasionar efectos

fetales.

Manejo terapéutico

Se calcula que entre 1-2% de las gestantes reciben terapia con levotiroxina para tratar su

hipotiroidismo.

Diversos estudios epidemiológicos indican que 0,4% de las mujeres embarazadas poseen

concentraciones séricas de TSH superiores a 10 mU/L entre las semanas 15-18 de

gestación. Durante el embarazo los requerimientos de hormonas tiroideas se

incrementan. Alexánder y cols. efectuaron seguimiento y ajuste de las dosis de

Page 15: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

levotiroxina en 19 embarazadas hipotiroideas, con la intención de lograr niveles de TSH

pregestacionales. La curva de dosis de levotiroxina requerida mostró un rápido

incremento entre las semanas 6 y 16 para luego alcanzar una meseta. A las 10 semanas

de gestación la dosis de levotiroxina necesaria se incrementó un 29% aproximadamente

respecto de las dosis habituales (p < 0,001), y a las 20 semanas el incremento necesario

fue de un 48% (p < 0,001), para luego permanecer estable hasta el final de la gestación.

El momento en el cual fue observado un incremento en las concentraciones de tirotrofina

varió entre las 4,4 y las 16 semanas de gestación (con una media de 8 semanas).

Para el seguimiento de las gestantes hipotiroideas, las recomendaciones actuales de la

National Academy of Clinical Biochemistry incluyen el control del estado tiroideo con TSH

y T4L en cada trimestre del embarazo y el ajuste de la dosis de levotiroxina para lograr

mantener una TSH sérica entre 0,5-2,5 mUI/L, con una T4L sérica en el tercio superior del

intervalo normal de referencia.

OBJETIVOS:

Conocer los riesgos y factores de riesgos asi como su tratamiento y prevención en

Enfermedades del metabolismo como son la diabetes mellitus e hipotiroidismo

Conclusiones

La diabetes Mellitus durante el embarazo puede causar graves daños a la madre y

el Recién nacido de no ser diagnosticada y tratada a tiempo, es nuestra

responsabilidad durante la atención prenatal detectar cualquier anomalía que se

presente con vistas a tratar adecuadamente el caso y lograr una culminación

favorable de la gestación.

Durante la gestación no son infrecuentes los trastornos tiroideos. Los efectos de la

carencia hormonal materna, así como la autoinmunidad positiva, tienen

consecuencias directas sobre la díada materno-fetal. Efectuar un tamizaje para

hipotiroidismo en pacientes en edad reproductiva es aún motivo de controversia,

siendo para algunos pertinente al menos evaluar a las mujeres con factores de

riesgo.

Page 16: Diabetes Mellitus e Hipotiroidismo en Embarazo

La presencia de hormonas maternas es de capital importancia para el desarrollo

psiconeurológico fetal. El hipotiroidismo durante la gestación ha sido asociado con

partos pretérmino, bajo peso al nacer, abruptio placentae, hipertensión y muerte

fetal. Si bien son escasas las investigaciones sobre hipotiroidismo subclínico y

embarazo, se ha hallado mayor incidencia de complicaciones en estas pacientes.

Para el estudio de la función tiroidea durante el embarazo se deberán solicitar los

exámenes apropiados, teniendo en cuenta las modificaciones fisiológicas propias

de la gravidez. Para el seguimiento de la embarazada hipotiroidea deberá

recordarse que los requerimientos de hormona aumentan durante la gestación. El

diagnóstico y la terapéutica precoz, redundarán en beneficios tanto para la madre

como para el hijo.

Referencia Bibliográfica

http://www.ilustrados.com/tema/12863/Enfermedades-cronicas-asociadas-

embarazo-Diabetes-Mellitus.html

www.med.unne.edu.ar/revista/revista171/5_171.pdf

http://www.fecolsog.org/userfiles/file/revista/Vol58No4_Octubre_Diciembre_2007/

v58n4a09.pdf